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En busca de aventuras y de increíbles tierras lejanas.

Así que decidió que, cuando fuera mayor,


construiría un barco vikingo antimareo. ¡Así fue como comenzó a trabajar de aprendiz para el
constructor de barcos!

Pasaban los años, pero al joven vikingo no se le pasaba el mareo. Ni siquiera era capaz de salir a
pescar besugos. Sin embargo, sentía que cada vez estaba más cerca de lograr su propósito: diseñar
un barco en el que fuera imposible marearse. Fijándose mucho en las enseñanzas de su maestro
había aprendido cosas muy útiles sobre las técnicas vikingas de construcción de barcos y por eso,
un día, se le ocurrió una idea: diseñaría un tipo de cubierta que no se moviera con el balanceo del
barco, sino que siempre quedara recta, alineada con el horizonte.

No fue fácil encontrar la manera. Conseguir sujetar algo a algo a la vez que evitar que ese algo
quede sujeto a algo es muchíííísimo más complicado que su propio trabalenguas. Pero finalmente,
a través de un complicadísimo sistema de ingeniería que no os voy a explicar ahora porque ni
siquiera yo misma lo entendí, el joven vikingo logró su propósito: un barco vikingo antimareo.

Llegado el día de hacerse a la mar estaba emocionadísmo. Había reclutado valerosos marineros
para que lo acompañaran en su primera incursión allende los mares. Entre ellos, Kÿorg, el temible
guerrero, quien inspeccionaba el barco en busca de alguna tela de araña. Por fin se hicieron a la
mar. El barco vikingo se mecía al son de las aguas mientras la cubierta permanecía completamente
inmóvil.

¡Y entonces ocurrió que ninguno de los experimentados marineros que en él navegaban fue capaz
de permanecer de pie! Excepto el joven vikingo, claro está. No sabían mantener el equilibrio,
acostumbrados como estaban al bamboleo de los otros barcos. Y según se ponían en pie, se iban al
suelo. ¡Resultaba muy cómico ver a todos aquellos fuertes y valerosos hombres desparramados
por la cubierta sin comprender que sólo tenían que comportarse como si caminaran sobre la
propia tierra!

Pero el joven vikingo no se reía. No tenía tiempo para eso. Estaba demasiado abstraído
disfrutando del viento marino en la cara, de la música del surcar de las aguas, del sabor a sal en su
boca, de la sensación de libertad de navegar, por fin, rumbo a su sueño vikingo.

Cuento de aventuras para niños

Curiosidades de los vikingos

Los vikingos eran los miembros de los pueblos nórdicos originarios de Escandinavia, la región
compuesta por Noruega, Suecia y Dinamarca. Eran expertos navegantes gracias a que fueron
capaces de idear un sistema de construcción de barcos que les permitía tanto navegar en mares
embravecidos como en aguas muy poco profundas de la costa o los ríos. Pudieron expandirse
rápidamente por todo el mundo porque sus barcos eran ligeros a la par que robustos y duraderos.

Como navegantes, los vikingos también sacaron mucha ventaja a otros pueblos de la época gracias
a que descubrieron útiles sistemas para orientarse en el mar, como la piedra solar, una especie de
cristal mágico capaz de desvelar la posición del sol aún en días muy nublados o lluviosos. También
inventaron la brújula magnética como hoy la conocemos, un invento que mantuvieron en absoluto
secreto para tener ventaja en alta mar sobre otros pueblos.

Los vikingos existieron durante 300 años, tiempo en el que ganaron mucha fama por toda Europa.
¡Y no era para menos! Eran temerarios guerreros que sembraban el terror allá donde aparecían,
pues su actividad principal estaba centrada en los saqueos a las principales ciudades europeas.
Eran parecidos a los piratas, pero ellos no saqueaban en alta mar, sino en tierra firme.

¡A los vikingos les encantaba peinarse! Para los hombres vikingos, tener un largo pelo y lucir un
bonito peinado era más importante que para las mujeres. Idearon complejos sistemas de trenzado
del cabello y siempre llevaban con ellos un peine. No es que fueran presumidos, sino que el
cabello era un símbolo de poder y posición social. En la sociedad vikinga las mujeres cumplían un
importante papel, eran muy bien consideradas, tratadas con respeto y eran escuchadas, algo que
no ocurría, ni por asomo, en otras sociedades de la época.

https://mumablue.com/blog/cuento-de-vikingos-para-leer/

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