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SUMARIO: 1.- Introducción, 2.- El largo y sinuoso camino de la mediación como vía de pacificación social,
3.- La mediación como una estrategia de paz, 4.- Estrategias para la consolidación de la cultura de paz
en México, 5.- La mediación como herramienta irenológica de cambio cultural, 6.- Conclusiones, 7.-
Bibliografía.
1.- Introducción
Una vez inmersos en la cultura del litigio, fuimos testigos de la sobresaturación de los
órganos jurisdiccionales, y como era de esperarse, los mismos, excedieron su
capacidad resolutoria, contrariando así, las características que debe tener la justicia, es
decir, que ésta sea pronta y expedita. De igual forma, las resoluciones emanadas de los
tribunales no siempre llegan a satisfacer las necesidades reales de las partes, además,
el difícil acceso a la justicia y el desconocimiento de la existencia de procedimientos
alternativos al judicial, configuran los elementos necesarios del conflicto de la
1
Profesor-Investigador de la Universidad Autónoma de Nuevo León; Doctor en Intervención Social y
Mediación por la Universidad de Murcia, España; NTPC PROMEP y reconocido por el Sistema Nacional
de Investigadores con nivel 1; Profesor invitado en el máster de Mediación de la Universidad de Murcia,
España; Miembro del CA en formación de Métodos Alternos de Solución de Conflictos de la UANL e
investigador en el Centro de Investigación de Tecnología Jurídica y Criminológica de la Facultad de
Derecho y Criminología de la UANL. paris_cabello@hotmail.com
impetración de la justicia,2 entendiendo ésta como la búsqueda de alternativas de
solución a los problemas que se generan por motivo de la impartición de la misma.
Debido a esta crisis, ha surgido un movimiento que toma cada vez más fuerza y que
reclama: soluciones prontas y eficaces a los problemas que se generan en el seno de
las sociedades y que potencien la participación de la ciudadanía.
Al considerar la mediación como una política social y que la misma sea implementada
como tal, se estaría beneficiando a una gran parte de las sociedades modernas, que
demandan procedimientos eficaces que gestionen los conflictos de manera positiva,
para devolver el rol activo a las partes en conflicto, y así cumplir con el paradigma
jurídico del siglo XXI que busca que sean las propias personas las que puedan resolver
sus conflictos.3
Por tal razón, la mediación se erige como una vía eficaz para la consecución y
fortalecimiento de una cultura de paz, porque auxilia a fundar un entorno pacífico,
ayuda a transformar los conflictos en ideas, fomenta el diálogo, la empatía, la
solidaridad, la no-violencia, la comprensión, la integración, la creatividad, la
participación y el consenso, elementos de carácter sine qua non de la Paz.
2
Gorjón Gómez, Francisco J. y Steele Garza, José G., Métodos Alternativos de Solución de Conflictos.
Oxford University Press, México, 2012, p. 6.
3
Gorjón Gómez, Francisco Javier, ponencia pronunciada en la mesa redonda “Leyes de Mediación
Familiar a una Ley de Mediación. Implementación de la mediación en el marco de la creación de la ley
Nacional de Mediación del Estado Español” en las Segundas Jornadas Murcianas de Mediación, 26 de
Noviembre de 2010.
ha enfrentado a constantes conflictos derivados de esa interrelación. Por tal motivo, se
ha llegado a la conclusión que el hombre es conflictivo —no violento— por naturaleza.
En los primitivos grupos que éste conformaba, se empleaban ciertas normas que
debían acatar para mantener una convivencia “armónica” que garantizara la unión
entre ellos. Los diversos estudios de aborígenes de África, América, Oceanía, entre
otros, como el realizado por E. E. Evans-Pritchard y Meyer Fortes 4 nos permiten
conocer cómo funcionaban las primeras sociedades. Es decir, en cada época, en la
historia de la humanidad, se han “inventado” formas de solucionar los conflictos que
han sido la sintónica con las costumbres y creencias de ese momento, según lo ha
demostrado Foucault en sus libros La verdad y las formas jurídicas, Vigilar y castigar,
entre otros5; bajo esta perspectiva podemos identificar tres grandes métodos de
resolución de conflictos: la fuerza, el derecho y la palabra 6, y según que sociedades o
momentos históricos ha dominado la aplicación de uno u otro método 7.
4
Andrade Sánchez, Eduardo, Teoría general del Estado, Oxford University Press, México, 2011, p. 19.
5
Suares, Marinés, Mediación, Conducción de disputas, comunicación y técnicas, Paidós, Buenos Aires,
2005, p. 45.
6
Redorta, Josep, Entender el conflicto, Barcelona, Paidós, 2007, pp. 196-200.
7
Redorta, Josep, “la justicia del futuro” en Simposio sobre Tribunales y Mediación. Nuevos caminos para
la Justicia. Comunicaciones, Barcelona, GEMME 18-19 de junio 2009, pp. 3-10.
8
Boqué Torremorrell, María Carme, Cultura de mediación y cambio social, Barcelona, Gedisa, 2003, p.
19.
el consenso social y moral, así como la búsqueda del equilibrio y la armonía que deben
reinar en las relaciones humanas9, han hecho de la mediación una práctica milenaria.
Esta peculiar tendencia de las culturas orientales, que Raimon Panikkar llama femenina
se caracteriza por ser centrípeta, hacia el interior, y cultiva la preferencia de realizar
una introspección y conocimiento de sí mismos, opuesto a la tendencia centrífuga del
plus ultra de las culturas de occidente caracterizadas por su propensión a la
imposición10. Estas tendencias de las sociedades orientales, han permitido instaurar el
conocimiento y la práctica de los métodos alternativos para la transformación pacífica
de los conflictos como parte de su cultura.
Sin duda, las filosofías religiosas desempeñaron un papel muy importante para la
conservación de esos sistemas informales de resolución de conflictos, que se habían
estado perdiendo dando paso al monopolio de la justicia por parte del Estado. Grupos
religiosos como los cuáqueros, cristianos, católicos, judíos, bogomiles, cátaros, husitas,
valdenses y menonitas, han establecido históricamente sus propios sistemas
alternativos para resolución de desavenencias11.
No es sino entrados en el siglo XIX y principios del XX, que estos sistemas informales de
resolución de conflictos practicados por comunidades de inmigrantes chinos y
congregaciones religiosas, permitieran la formalización de la mediación como método
para solucionar conflictos en los E.E.U.U., debido a los beneficios mostrados hacia la
saturada y lenta procuración de la justicia. Ya lo anunciaba Roscoe Pound en 1906, que
si persistía la gran acumulación de causas en los juzgados, el excesivo formalismo y la
burocratización del proceso, el sistema judicial colapsaría 12. La formalización de la
mediación y los otros métodos alternativos para la trasformación pacífica de los
conflictos, permitió a la impartición de la justicia adquirir un dinamismo que evitó su
9
Lapasió Campos, Lola y Ramón Marqués, Esther, “La mediación: historia y modelos”, en Miguel Ángel
Soria, Carlos Villagrasa e Inma Armadans, Mediación familiar. Conflicto: técnicas, métodos y recursos.
Bosch, Barcelona, 2008, p. 123.
10
Panikkar, Raimon, Paz e Interculturalidad, Herder, Barcelona, 2006, pp. 28 y 29.
11
Folberg, Jay y Taylor, Alison, Mediación, resolución de conflictos sin litigio, México, Limusa, 1996, p. 22.
12
Varela Wolff, Alberto Osvaldo y Varela, Fernando Óscar. Los medios alternativos para solucionar los
litigios, mediación y conciliación, XV Congreso Mexicano de Derecho Procesal, México, UNAM, Instituto
de Investigaciones Jurídicas, 1998, p. 199-208. http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/2/745/14.pdf
colapso, e impulsó la renovación, actualización y adecuación de la misma, a los nuevos
requerimientos de las sociedades modernas.
Ésta última terminología es la más común para aludirse a la mediación; la misma surge
en el contexto de las investigaciones funcionalistas de los conflictos, desde la década
de los años cincuenta, las cuales observan a los mismos como elementos negativos y
desestabilizadores, que deberán ser resueltos o solucionados, de ahí los términos de
solución y resolución.
13
París Albert, Sonia, Filosofía de los conflictos. Una teoría para su transformación pacífica., Icaria
Antrazyt, Barcelona, 2009, p. 42.
14
Ibídem, p. 43.
solas y utilizando el diálogo como herramienta, colaboren entre sí, a través de técnicas
que potencian la participación y el empoderamiento de las mismas, para lograr que
elaboren una solución positiva que ponga fin a su conflicto, y con ello fortalecer el
tejido y el capital social, y a la instauración de una cultura de paz.
Uno de los objetivos que nos hemos trazado en esta investigación, es pretender
demostrar que la mediación cumple con los requisitos necesarios para ser
contemplada como un método o una vía que beneficia la construcción de una cultura
de paz.
Por tanto, debemos tener en cuenta la idea de paz que nos comenta Fisas, que puede
ser entendida como la transformación creativa de los conflictos, y sus palabras clave
son, el conocimiento, la imaginación, la comprensión, el diálogo, la solidaridad, la
integración, la participación y la empatía15.
15
Fisas, V., Cultura de paz y gestión de conflictos. Icaria Antrazyt-UNESCO, Barcelona, 2006. p. 374.
16
Bouthoul, Gastón, Tratado de Polemología, Ediciones Ejercito, España, 1984.
17
Corbetta, Juan Carlos, “Julien Freund: dialéctica del conflicto”, en Empresas Políticas, año III, número 5,
2o semestre 2004, p. 139.
La mediación, al ser transformadora de conflictos se convierte en una vía más para
alcanzar la paz, debido a que trasciende los objetivos de las partes en conflicto,
definiendo otros objetivos. Es claro que en dicho proceso de transformación es
indispensable la mediación, ya que el tercero neutral e imparcial se constituye como
un verdadero trabajador de conflictos, un real trabajador de paz18.
La mediación, así como los otros métodos alternativos para la transformación pacífica
de los conflictos, son formas participativas pues buscan que las partes tengan un rol
activo en el proceso y sean los protagonistas del mismo. Son formas democráticas pues
promueven que se hable y que sean escuchados y fomentan tanto en el proceso como
al término de éste, valores como la solidaridad y la cooperación 19, elementos que
auxilian a la construcción y mantenimiento de la cultura de paz.
Michael Renner menciona algunas acciones que se han tomado en consideración para
la construcción de la paz, y algunas de ellas son: la creación de instituciones para la
construcción y mantenimiento de la paz, sistemas de detección de conflictos,
mediación y resolución de conflictos, refuerzo de los sistemas legales internacionales
—tribunales internacionales, tribunales de guerra, etc.— y la investigación y educación
para la Paz20.
Los ejes rectores del Programa de Acción para el logro de una cultura de paz a modo
de recopilación son:21
18
Rozemblum de Horowitz, S., Mediación, convivencia y resolución de conflictos en la comunidad. GRAO,
Barcelona, 2007. p. 123.
19
Gorjón Gómez, F., y Sáenz López, K., Métodos Alternos de Solución de Controversias. Enfoque
educativo por competencias, Patria, México, 2009, p. 22.
20
Fisas, V., op. cit., nota 15, p. 319.
21
Ibídem, p. 392.
Recuperar valores perdidos para que los individuos sean más responsables,
tanto en la esfera pública como en la privada y en lo local e internacional.
Desarrollar una ética global para socializarnos en la humanidad, así como
nuevos elementos normativos.
Mejorar, ampliar y universalizar los derechos humanos.
Desacreditar y deslegitimar la guerra, la violencia y el uso de la fuerza.
Potenciar el conocimiento y el diálogo entre culturas y religiones.
Superar la mística de la masculinidad a través de la empatía, el afecto, la
ternura y la corresponsabilidad en el cuidado de los hijos.
Satisfacer las necesidades básicas y las potencialidades de desarrollo y
decisión de las personas, en un modelo de desarrollo que no esté disociado
de su contexto humano y cultural.
Fortalecer la sociedad civil.
Atender el principio de sustentabilidad y cuidar el uso de los recursos
limitados.
Actuar sobre las raíces de los conflictos, y no sólo sobre sus
manifestaciones.
Mejorar la gobernabilidad democrática y aumentar la participación de la
ciudadanía.
Desmilitarizar las políticas de seguridad, potenciar la prevención de los
conflictos e invertir en la construcción de la paz.
Priorizar las inversiones educativas sobre las militares.
Una nueva mirada a los conflictos y una educación sobre la forma de
regularlos y transformarlos positivamente.
Educación para la crítica y la disidencia.
Unos medios de comunicación más responsables en la formación de las
personas y menos transmisores de la violencia.
Una vez visto lo anterior, y al analizar los objetivos perseguidos por la cultura de la paz,
como el fomento de la tolerancia, la solidaridad, la participación activa de la sociedad,
la democracia, la equidad, la justicia, el arreglo pacífico de los conflictos, la
cooperación y la empatía; son elementos que pueden ser encontrados de igual manera
en las características esenciales de la mediación.
Tratar de abordar en este apartado todas aquellas estrategias que se han instaurado
con la finalidad de contribuir al fortalecimiento de una cultura de paz en México, sería
infructuoso y objeto de otro estudio, por tanto, mencionaré grosso modo sólo algunas
estrategias que han ayudado a implantar y a consolidar una cultura de paz, teniendo
siempre en mente la idea de una paz imperfecta23, y completar la famosa frase de
Mahadma Ghandi quien comentaba que no había camino para la paz, la paz era el
camino, pero un camino inconcluso. Así, la paz dejaría de ser un objetivo teleológico,
para convertirse en un presupuesto que se reconoce y construye cotidianamente 24.
22
Proyecto de Mediación Comunitaria como Política Pública para la Participación Ciudadana, presentado
por la Asociación Respuesta para la Paz, en el Concurso de Buenas Prácticas en Dubai 2006. Disponible
en: http://habitat.aq.upm.es/bpal/onu06/bp0832.html
23
Muñoz, Francisco A., La paz imperfecta. Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de
Granada, 2008, p. 17.
24
Ídem.
Entre las estrategias empleadas en el proceso de construcción de la paz en México
podemos encontrar las siguientes:
El apartado anterior no hubiera sido posible sin la inclusión a la agenda pública de los
problemas que aquejaban a las comunidades en específico, la paz social, que dio como
fruto la elaboración de políticas públicas para la creación de los centros de justicia
alternativa.
25
Vázquez Gutiérrez, Reyna Lizeth, “La mediación municipal” en Mediación y Arbitraje. Leyes
comentadas y concordadas del estado de Nuevo León, Porrúa, México, 2005, p. 319.
La educación es, sin duda alguna, una de las principales columnas que sostendrán y
perpetuarán la cultura de paz, a través de ella podremos introducir de forma
generalizada los valores, herramientas y conocimientos que forman las bases del
respeto hacia la paz, los derechos humanos y la democracia26.
26
Janusz Symonides, Kishore Singh, Constructing a culture of peace: challenges and perspectives. An
introductory note. Apud Fisas, V., op. cit. nota 15, p. 374.
27
Tuvilla Rayo, José, Cultura de paz y educación. Manual de Paz y Conflictos. Universidad de Granada,
2004, p. 406.
28
Vázquez Gutierrez, Reyna Lizeth, “Estado y perspectivas de la Mediación Escolar en México y España”
en Estado del Arte de la Mediación, Thomson Reuters Aranzadi, Navarra, 2013, p. 329.
La modernización de la justicia
El uso cada vez mayor de métodos alternativos para la transformación pacífica de los
conflictos como la mediación, evidencia la eficacia de los mismos en el manejo positivo
de los conflictos, transformándolos en ideas y áreas de crecimiento que fortalecen los
lazos y tejidos internos de las sociedades, creando un capital social que ayuda a la
disminución y prevención de los conflictos.
Por tanto, en el largo e incesante camino para lograr la paz, se requiere dotar a las
sociedades de habilidades, aptitudes y capacidades para el manejo de conflictos, la
formación de consensos y el diálogo, en razón de que son las mismas sociedades las
que se convierten en los artífices de éste camino.
Edificar la Paz requiere por ende que la misma se construya a través de medios
pacíficos, trasladando los instrumentos de paz para su preparación y perpetuación a
las comunidades32
31
Vocablo compuesto por las palabras griegas eirene que significa paz y logos estudio o tratado.
32
Aiello de Almeida, María Alba, La Paz: camino para el cambio social., Ciudad Nueva, Buenos Aires,
2010, p. 32.
Derechos Humanos, la igualdad de género, la participación política entre otros factores
socio-estructurales, políticos y culturales que cimientan la Cultura de Paz 33.
Crear una cultura basada en el diálogo dialogal34 fortalece las estructuras sociales al
promover el pluralismo y fomentar la cooperación, la fraternidad, la colaboración, la
solidaridad y la empatía. El hecho que la sociedad misma sea la que por medio del
diálogo aborde y solucione sus conflictos proporciona un verdadero cambio, un nuevo
paradigma en el que se revaloriza y se reconoce a la sociedad como elemento
fundamental para el manejo positivo de los conflictos, con lo cual, se facilita el tránsito
de culturas violentas hacia culturas más participativas, democráticas y pacíficas.
Transitar hacia la cultura del diálogo significa poder trascender las fronteras
comunicacionales, es decir, ir más allá del decir o del hablar. Dialogar es conversar.
Dialogar es intercambiar. Dialogar es el arte de mostrar con todo nuestro ser lo que se
piensa, lo que se siente y lo que se desea. El diálogo es a la democracia como el
individuo a la sociedad. La ausencia de diálogo empobrece la convivencia y reduce la
posibilidad de un encuentro pacífico35.
Los anteriores son solamente algunos ejemplos del poder irenológico del diálogo; la
mediación al utilizar tan importante herramienta se convierte en un auxiliar en la
transformación tanto de los conflictos como de las personas, lo que puede conducir a
la transformación social. Por consiguiente, la mediación se orienta a la creación y
33
Basave, Nekane; Valencia, José y Bobowick, Magda, “Valores y actitudes: Cultura de Violencia y Paz”
en Superando la violencia colectiva y construyendo cultura de paz., Páez Rovira, Darío, et al,
Fundamentos, Madrid, 2011, p. 83.
34
Panikkar, Raimon, op. cit., nota 10, pp. 49-57
35
Pesqueira Leal, Jorge y Ortíz Aub, Amalia, Mediación Asociativa y cambio social., UNISON, México,
2010, p. 214.
mantenimiento de puentes entre las personas y de éstas con su comunidad de cara a
una nueva evolución conjunta36.
6.- Conclusiones.
La paz inicia en el interior de las personas y sus semejantes más cercanos, al adquirir
aptitudes que nos ayuden a transformar positivamente nuestros conflictos, si estamos
bien con nosotros mismos, lo podremos estar con nuestras familias, vecinos,
organizaciones, hasta entre las naciones.
La mediación promueve del arreglo pacífico de los conflictos; posibilita de que todas
las personas a todos los niveles desarrollen aptitudes para el diálogo, la negociación, la
formación de consenso; promociona la democracia, el desarrollo de los derechos
humanos y las libertades fundamentales, y el respeto y cumplimiento universales de
éstos; fortalece las instituciones democráticas y la garantía de la participación plena en
el proceso del desarrollo y la promoción del desarrollo económico y social sostenible.
36
Boque Torremorell, María Carme, op. cit., nota 8, p. 56.
La mediación con su alto poder pedagógico auxilia a la asimilación de valores que se
habían diluido a través del tiempo, empoderando a las personas en la resolución de
gran cantidad de conflictos, por tanto, no es raro que la misma haya sido considerada
como uno de los ejes de las reformas más importantes que se han implementado en
México en los últimos años.
7.- Bibliografía.
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Nueva, Buenos Aires, 2010.
Andrade Sánchez, Eduardo, Teoría general del Estado, Oxford University Press,
México, 2011.
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Boqué Torremorrell, María Carme, Cultura de mediación y cambio social,
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Bouthoul, Gastón, Tratado de Polemología, Ediciones Ejercito, España, 1984.
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Panikkar, Raimon, Paz e Interculturalidad, Herder, Barcelona, 2006.
París Albert, Sonia, Filosofía de los conflictos. Una teoría para su transformación
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Pesqueira Leal, Jorge y Ortíz Aub, Amalia, Mediación Asociativa y cambio
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Redorta, Josep, “la justicia del futuro” en Simposio sobre Tribunales y
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en la comunidad. GRAO, Barcelona, 2007.
Soria, Miguel Ángel; Villagrasa, Carlos y Armadans, Inma, Mediación familiar.
Conflicto: técnicas, métodos y recursos. Bosch, Barcelona, 2008.
Suares, Marinés, Mediación, Conducción de disputas, comunicación y técnicas,
Paidós, Buenos Aires, 2005.
Tuvilla Rayo, José, Cultura de paz y educación. Manual de Paz y Conflictos.
Universidad de Granada, 2004.
Varela Wolff, Alberto Osvaldo y Varela, Fernando Óscar. Los medios
alternativos para solucionar los litigios, mediación y conciliación, XV Congreso
Mexicano de Derecho Procesal, México, UNAM, Instituto de Investigaciones
Jurídicas, 1998.
Vázquez Gutierrez, Reyna Lizeth, “Estado y perspectivas de la Mediación
Escolar en México y España” en Estado del Arte de la Mediación, Thomson
Reuters Aranzadi, Navarra, 2013.