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La teoría del caos o el efecto mariposa, da una explicación de los

fenómenos físicos relacionados con el caos, según esta una pequeña


perturbación en un sistema puede tener consecuencias considerables e
imprevisibles.
Los invito a reflexionar, sobre algo muy simple: la caída de una hoja de
árbol.
Es una situación para todos insignificante, diría el ignorante sin
repercusiones en el curso de la naturaleza y por ende de la vida, pero
los voy a convencer de como una situación azarosa, para alguno y de
poca importancia para otros, puede poner en peligro la existencia de
vida sobre la tierra.
Los árboles son una fuente importante de energía y de la distribución
de la misma en los sistemas biológico que se han establecido en la tierra
a través de miles de años de evolución.
Recordemos el ciclo del carbono, una definición del término sostiene
que, “es el ciclo biogeoquímico por el que el carbono se intercambia
entre la biosfera, pedosfera, geosfera, hidrósfera y la atmósfera de la
Tierra”, la biomasa global total se ha estimado en aproximadamente 550
mil millones de toneladas de carbono. La mayor parte de esta biomasa
se encuentra en la tierra, con solo 5 a 10 mil millones de toneladas de
carbono en los océanos, en la tierra, hay aproximadamente 1000 veces
más biomasa vegetal (fitomasa) que biomasa animal (zoomasa), una
cantidad nada despreciable.
Ahora les hablare de otro ciclo muy importante en los acontecimientos
de vida y muerte, el ciclo vital de las plantas, de una semilla que llega a
germinar, esta crece, se reproduce a través de diversos métodos, y de
allí pasa a una etapa de dispersión de semillas, para perpetuarse, este
ciclo se repite conservando la energía en el sistema. En un punto
determinado del ciclo vital de una árbol, debido a las exigencias
climáticas y por diversos procesos bioquímicos que se dan al interior de
él, realiza el cambio del follaje, como una preparación en la que se
ahorra energía para la siguiente floración, he aquí la primera premisa
de la importancia de la caída de una hoja del árbol, este proceso es
necesario para la perpetuación de la especie, con lo que asegura
además, la supervivencia de aquellos otros individuos del ecosistema
que se benefician del árbol.
La caída de la hoja del árbol al suelo y su aprovechamiento por los
microrganismos que allí habitan; que la convierten en abono para el
suelo y su subsecuente vuelta al ciclo del carbono, es la segunda
premisa que corrobora lo vital del acontecimiento para perpetuar la vida
en la tierra.
De no suceder la caída de una hoja de árbol en el suelo se quebraría la
entropía o equilibrio del sistema, trayendo como consecuencia el riesgo
de perdida de especies, iniciando por las mas vulnerables y minúsculas,
como los microrganismos de los que les hable anteriormente.
En los ecosistemas la entropía y el orden está supeditados a que los
procesos internos conserven su equilibrio.
La caída de una hoja en un sitio determinado y en tiempo determinado,
tiene un efecto que explica desde el comportamiento de la naturaleza y
el cuerpo humano hasta la trayectoria de la vida en la tierra.

Ángel María Peroza Contreras

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