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Un punto importante para tocar es que cuando hablamos de los seres vivos, se produce
en el ecosistema el llamado “flujo de energía y materia”, cuando los mismos (seres
vivos) interactúan entre ellos y el medio ambiente.
El flujo de energía es de vital importancia en los ecosistemas, debido a que gracias a él,
los mismos pueden funcionar de la manera en la que lo hacen, cumpliendo sus
funciones de vida, formando parte de la cadena alimenticia, reproduciéndose, etc.
El flujo de energía en los ecosistemas es un proceso normal por el que pasan todos los
niveles tróficos de maneras distintas, la mejor manera de entenderlo es a través de un
ejemplo, se pone el caso del proceso de un ecosistema terrestre.
Se origina materia orgánica por la fotosíntesis, la biomasa vegetal es consumida por los
consumidores primarios y estos a su vez por los secundarios y terciarios, luego las hojas
de árboles y plantas juntos a los restos de animales muertes se descomponen en el suelo
y será transformada materia inorgánica, que luego a su vez serán consumidos por las
raíces de árboles y plantas que pasaran de nuevo por el proceso de la fotosíntesis.
Entender el flujo de energía en ecosistemas puede ser más sencillo si se tiene la noción
correcta acerca de las “Leyes de la termodinámica”, la primera ley toca un punto que se
manifestó anteriormente y es que la energía solo se transforma. La primera ley señala
también que la energía suele ser constante cuando los ecosistemas son sistemas abiertos,
y que la energía se reúne o sale y la principal fuente de energía es el sol.
La segunda ley menciona que la transformación de energía no sucede sólo porque si,
indicia que la energía se debe degradar para que suceda, establece que la energía
química puede transformarse a calor pero no al contrario, a menos que, se agregue más
energía en el proceso. También establece que las transformaciones de energía no son del
todo eficientes ya que se una parte de pierde como calor y que el calor fluye
automáticamente de un cuerpo caliente que de uno frío.