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Cómo Potenciar la

Energía Sexual y
Convertirla en Luz
Pura

Hoy hablaremos de un tema que es un poco tabú, pero que es muy


importante: la energía sexual.

Concretamente, nos centraremos en la energía sexual masculina. El


motivo principal es que yo soy un hombre, y esta es la única energía
sexual de la que puedo hablar por propia experiencia. Y también creo
que es más apropiado que sean las mujeres quienes hablen de la
energía sexual femenina.
Aun así, todo lo que comentaremos aquí tiene un cierto paralelismo con
la energía femenina. Las energías masculina y femenina son dos caras
de una misma moneda, y espero que este artículo te sea también de
utilidad si eres mujer.

Es un tema delicado, y me preocupa un poco que pueda haber


malinterpretaciones, así que iremos poco a poco. Espero que nadie se
sienta molesto por lo que comentaremos. No es mi intención en absoluto,
sino todo lo contrario.

La energía sexual tiene un gran poder en nuestra vida, y es muy


importante conocerla, amarla y saberla gestionar.

El Reto de la Energía Sexual


Hace un tiempo, escribí un artículo sobre cómo controlar la energía
sexual. Pero no estaba del todo completo, y hoy lo continuaremos. Para
situarnos, primero haremos un pequeño resumen de ese artículo anterior,
pero si te interesa el tema, te recomiendo leerlo antes de continuar con
este (puedes leerlo aquí).

En ese primer artículo, explicaba que los hombres no estamos tan


obsesionados con el sexo como parece. En el fondo de nuestra alma, el
sexo no nos interesa demasiado. Lo que pasa es que tenemos una
energía en nuestro interior que cuesta mucho de controlar.

En el artículo anterior comparaba esta energía con un león que habita


dentro de nosotros. Es algo que viene de serie con el traje humano
masculino. Pero no es lo que realmente somos.

Esto no significa que podamos eludir la responsabilidad de lo que


hacemos con él. En absoluto. La energía de este león ha hecho cosas
terribles. La mayor parte de la violencia del mundo es causa del león. Las
guerras son causa del león. Y tenemos que ponerle remedio.

Pero es muy diferente responsabilizar que culpabilizar.

No somos el león.

Somos los responsables de domarlo. Son dos cosas muy diferentes.


De esto es de lo que hablaba en el artículo anterior. Y es muy importante.
(Si tienes dudas, te invito a leerlo, porque ahora lo he resumido mucho).

Pero faltaba un paso más, que es el que daremos hoy.

Tenemos que domar al león, pero sin matarlo. El león tiene un gran
potencial positivo si sabemos controlarlo. Y este es el objetivo final.

Una vez aprendemos a calmarlo, tenemos que hacerlo brillar.

Cómo Controlar la Energía Sexual


El título del artículo de hoy es “Cómo potenciar la energía sexual”. Y de
esto es de lo que hablaremos.

Pero antes de potenciar algo, primero hay que controlarlo. Si no, el riesgo
es bastante grande. Si potenciamos el fuego antes de saber controlar el
fuego, podemos causar un incendio con bastante facilidad.

En el artículo que te he comentado, explicaba tres métodos concretos


para controlar la energía sexual. Y los tres tienen el mismo objetivo final:
controlar la eyaculación. Es decir, reducir la frecuencia de las
eyaculaciones y, eventualmente, dejar de eyacular.

Si eres hombre, y es la primera vez que oyes esta idea, es posible que te
sorprenda, e incluso que te parezca una barbaridad.

Pero es tremendamente importante.

Cuando se activa nuestra energía sexual, siempre sentimos el impulso


de expresarla. Esto en sí mismo no tiene nada de negativo, porque la
energía sexual es una energía creativa y con un gran potencial luminoso
y amoroso.

Lo que pasa es que esta energía suele concentrarse en los genitales y,


en lugar de buscar otras vías, tendemos a querer expulsarla a través de
la eyaculación. Y esto genera tres grandes problemas.

El primero es la pérdida de energía: cuando eyaculamos, a no ser que


sea en un acto muy consciente, perdemos energía sin hacer nada
constructivo con ella.
El segundo es la pérdida de control personal: cuando nos excitamos
sexualmente y pensamos demasiado en eyacular, muchas veces se nos
nubla el entendimiento y acabamos actuando de formas muy poco
luminosas.

Y el tercero, y más sutil, es la pérdida de autoconfianza: no siempre


somos conscientes de ello, pero al ver cómo perdemos una parte del
control de nosotros mismos, muchas veces nos quedamos con una
sensación de frustración, e incluso de humillación (y de aquí puede surgir
el impulso de humillar a otras personas, con el daño que conlleva).

Todos estos síntomas son la manifestación de una energía sexual


descontrolada. Y todos surgen de una falta de control sobre la
eyaculación.

Así que es muy importante para el bien los hombres, y para el bien de la
humanidad entera, que aprendamos a controlar nuestro impulso de
eyacular (tienes más información sobre esto aquí).

El Gran Reto de la Energía Sexual


Masculina
De momento, solo hemos hablado de cómo controlar la energía sexual,
no de cómo potenciarla. Pero es que es un paso previo muy importante.
Todo lo que explicaremos a partir de ahora debe ser aplicado una vez ya
se tiene un cierto control sobre la energía sexual. Si no, existe el riesgo
de que se descontrole más.

La energía sexual tiene una parte “negativa”, que es la que hemos


comentado.

Pero también tiene una parte positiva.

Y de la misma manera que es muy importante controlar la parte


“negativa”, también es muy importante conectar con la parte positiva.

Porque cuando empezamos a practicar los ejercicios de control, la


energía sexual se va calmando y se reducen los impulsos de eyacular, lo
cual de entrada es positivo. Pero también puede suceder otra cosa que
no es positiva: que se reduzca nuestra vitalidad y nuestra creatividad.
Y de aquí surge la idea que te he comentado al principio: la energía
sexual masculina es como un león, y tenemos que aprender a domarlo,
pero sin matarlo.

Al contrario, una vez lo controlamos, tenemos que conectar plenamente


con él.

La energía sexual es la fuente de toda nuestra fuerza, y si la apagamos,


nos quedamos sin vitalidad. Así que tenemos que controlarla y
potenciarla al mismo tiempo.

¿Y en qué consiste esto a efectos prácticos?

En controlar la eyaculación y, al mismo tiempo, amar nuestras


erecciones.

Domar el león implica controlar el impulso de eyacular y no dejarse


dominar por él.

Hacer brillar al león implica amar la erección y sentir toda la fuerza en


hay en ella.

La Importancia de la Erección
Es muy posible que la idea de amar las erecciones genere rechazo en
muchas personas, así que hablaremos de esto en más en detalle.

Actualmente, vivimos la erección y la eyaculación como dos cosas


prácticamente unidas: casi siempre que aparece la erección, aparece
también el impulso de eyacular (con el descontrol que conlleva). Y de
aquí viene el rechazo que sentimos por la erección.

Pero la erección y la eyaculación no tienen porque ir juntas, y nuestro


reto es separarlas.

La eyaculación es pérdida de energía y control.

La erección es todo lo contrario: es un aumento enorme de la energía.

Si eres hombre, lo sabrás perfectamente. Cuando tienes una erección, te


sientes fuerte y vital. Cuando eyaculas, pierdes esta energía.
Por este motivo, es muy importante cambiar la visión que tenemos sobre
la erección.

El problema no es la erección en sí misma, el problema es la


eyaculación. Así que, si aprendemos a controlar el impulso de eyacular,
las erecciones dejan de ser una amenaza, y se convierten en una fuente
enorme de energía constructiva.

¿Puedes visualizarlo por un momento?

Imagina que los hombres aprendemos a controlar el impulso de eyacular.


Imagina que cada vez que tenemos una erección, sentimos toda la
fuerza y la energía que contiene, pero no nos dejamos llevar por ella,
sino que tomamos las riendas y la utilizamos de forma amorosa y
constructiva.

Si conseguimos algo así, se acabarán gran parte de los problemas de la


humanidad, por no decir todos.

No habrá violencia. No habrá luchas.

Las mujeres ya no tendrán que tenernos miedo.

Los hombres no nos sentiremos avergonzados y autohumillados.

Seremos leones sabios, fuertes y compasivos.

Seremos lo que estamos destinados a ser.

Cómo Potenciar la Energía Sexual


Con todo lo que hemos explicado, ya estamos preparados para entrar de
lleno en el tema de hoy: cómo potenciar la energía sexual.

Son tres pasos:

1. Calmar el impulso de eyacular.


2. Separar la erección de la eyaculación, y sanar cualquier sentimiento
de vergüenza o rechazo asociado a las erecciones.
3. Conectar con la energía de tus erecciones y transmutarla en energía
creativa.
Ahora hablaremos de cada paso más en detalle.

Paso 1: Controlar la Energía Sexual


Uno de los métodos más conocidos para controlar la energía sexual es
apartar la energía de los genitales y hacerla circular por el resto del
cuerpo.

Puedes ver los detalles de este método en este artículo, junto con dos
métodos más, pero la idea básica es imaginarte mentalmente que la
energía sexual sale de tus genitales, sube por la columna vertebral, pasa
por la cabeza y baja por el tórax hasta la zona que hay debajo del

ombligo. Así: Si lo
haces, verás que tu energía sexual se calma. Y esto es muy importante.

Pero también hay que vigilar y no quedarse aquí, porque si algo se calma
mucho, corre el riesgo de apagarse.
Y esto puede pasar con la energía sexual: hay que calmarla para poder
controlarla, pero no apagarla.

Paso 2: Sanar el Rechazo a la


Erección
Una vez ya hemos calmado la energía sexual y reducido el impulso de
eyacular –lo cual puede requerir un tiempo–, podemos pasar a la
siguiente fase: potenciar la energía sexual y utilizarla de forma creativa.

Para ello, es muy importante sanar todas las emociones y pensamientos


negativos que tengamos asociados a la erección: rechazo, vergüenza,
desprecio, etc.

Como hemos comentado, es comprensible que tengamos este rechazo a


la erección, porque la asociamos a la pérdida de control y la eyaculación
desmesurada. Pero una vez aprendemos a controlar la energía sexual –y
por esto es muy importante empezar por el paso 1– ya no hay motivos
para tenerle miedo. Al contrario, la erección sin eyaculación es una
fuente de energía muy grande, que podemos usar de forma constructiva.

Una herramienta muy útil para sanar este rechazo es el tapping.

Por si no lo conoces, el tapping es una terapia muy sencilla y eficaz con


la que podemos sanar cualquier bloqueo que tengamos. Y la manera de
usarla es buscar frases sobre lo que queremos sanar y decirlas en voz
alta mientras nos golpeamos suavemente unos puntos del cuerpo. Los
puntos siempre son los mismos, así que es muy fácil de aplicar. Si
quieres más información, puedes descargarte este libro gratuito donde
explico con detalle cómo hacerlo: descargar libro gratis “El Poder del
Tapping”.

Pues bien, la manera de usar el tapping para sanar el rechazo que


sentimos hacia la erección es buscar frases que describan lo que
sentimos y hacer tapping con ellas –esto podemos hacerlo tanto hombres
y mujeres, y también podemos hacerlo con cualquier otro proceso natural
hacia el que sintamos rechazo–. Por ejemplo:

 Siento vergüenza cuando tengo una erección.


 Siento desprecio cuando veo a un hombre con una erección.
 Siempre que tengo una erección, siento un impulso muy grande de
eyacular.
 Me da vergüenza que los demás vean mis erecciones.
 Creo que es algo de lo que no se debe hablar.
 Creo que es algo sucio.
 Etc.
Estos ejemplos son muy genéricos, pero en tu caso, es importante que
analices bien lo que sientes y que hagas las frases lo más específicas
posible. En tapping, cuanto más específicas son las frases, mejor
funciona.

Si lo piensas, no es “normal” que sintamos este rechazo y esta


vergüenza hacia algo que es completamente natural –y lo mismo
podríamos decir de otros procesos biológicos–. Es un claro indicativo de
que hay algo pendiente de ser sanado.

Y es importante hacerlo para conectar con toda nuestra luz.

Paso 3: Potenciar la Energía Sexual


Una vez ya hemos aprendido a controlar el impulso de eyacular y hemos
sanado nuestros bloqueos respecto a la erección –lo cual, insisto, suele
requerir tiempo–, ya podemos pasar al tercer paso: potenciar la energía
sexual y canalizarla de forma creativa.

Una manera de hacerlo es realizar un ejercicio parecido al del paso 1,


pero cambiando en recorrido de la energía. En lugar de hacer recorrer la
energía sexual en un solo circuito hacia la espalda, la cabeza y el
abdomen, distribuirla por todo el cuerpo en múltiples caminos. Así:
Es decir, conecta con la energía de tus genitales y
llévala mentalmente hacia todo el cuerpo: la espalda, los brazos, el
pecho, las manos, las piernas, las rodillas, la cabeza, etc.

No lo hagas con un solo circuito de energía que va pasando por todos los
lugares, sino con múltiples caminos, donde cada uno va desde los
genitales hasta el punto en cuestión; como si fuera una explosión de luz
que se distribuye por todo el cuerpo. Y en cada punto donde llegue esta
luz, siente cómo la energía nutre esa zona y la llena de fuerza y vitalidad.

Esta es una manera de apartar la energía de los genitales, pero no para


calmarla y guardarla como en el paso 1, sino para activarla y potenciarla.
Si lo haces, verás cómo todo tu cuerpo se revitaliza y tendrás mucha más
energía disponible.

El reto en este punto es saberla usar de forma creativa y amorosa.


Y este es el gran reto de los hombres.

La vida nos ha dado una gran cantidad de energía. Y nosotros tenemos


el poder, y la responsabilidad, de usarla sabiamente.

Como todas las cosas, depende completamente de nosotros.

Y es un paso que nos toca dar.

Un fuerte abrazo,

Jan

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