En el momento que estamos viviendo de crisis sanitaria por la

pandemia por coronavirus, hay muchas personas que están

experimentando preocupación, ansiedad, miedo, incertidumbre y
desesperanza, como respuesta de estrés agudo a una situación en la
que están viendo seriamente amenazada, tanto su propia salud,
como la de sus seres queridos y la del resto de la sociedad.

Cuando estos sentimientos se introducen en tus pensamientos y te

bombardean casi de continuo, nos encontramos ante una situación de
estrés:

DISCUSIONES

FAMILIAR
PANDEMIA
ENFERMO

ESTRÉS

PROBLEMAS
OTROS
TRABAJO

A veces, son situaciones que se cronifican, te hacen estar preocupado

o te alteran día tras día sin ver solución y haciéndote incluso,
enfermar: problemas cardíacos, ansiedad, respiratorios, alergias,
problemas de la piel, trastorno del sueño, bruxismo, descontrol
alimenticio, alcoholismo, aumento consumo tabaco, etc…

Además, parece que las personas expuestas a altos niveles de estrés,

padecen más procesos infecciosos y tienen mayor probabilidad de
aparición de enfermedades autoinmunes (defensas bajas).
La OMS advierte sobre la importancia de mantener las defensas altas
para reforzar el sistema inmunitario. Para conseguirlo, es
fundamental seguir una serie de hábitos saludables como:

Seguir una dieta adecuada

Mantener la mente activa

Practicar ejercicio físico de forma regular

Seguir una rutina diaria

Buscar apoyo en las personas del entorno,

o en los profesionales

Pero, no todo el estrés es malo, hay un estrés que te ayuda en tu

vida diaria: te motiva, te induce a la competitividad, te ayuda a
seguir adelante, a dar un paso más, te ayuda a conseguir objetivos…
Sólo hay que saber parar, desconectar de vez en cuando y volver de
nuevo renovado.