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Jehová (1 Samuel 3:1). Había poca revelación de Dios para su
pueblo, era una época triste y de una espiritualidad muy baja.
II.- DESARROLLO
Ana en su oración expresa varias cosas que no podemos
desarrollar a cabalidad, necesitaríamos varias predicaciones para
sacar toda la riqueza que aportan estos diez versículos. Pero a
grandes rasgos veremos algunas:
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será en definitiva quien pese o juzgue las acciones de todos.
10a.- Dios destruye a sus adversarios: Ana sabía que los que se
oponen a Dios no pueden prevalecer, los quebrará, los hará
asustarse delante de Él. El mundo no entiende esto, pero una
persona centrada en adorar a Dios sabe que la ira de Jehová se
manifestará desde los cielos, tronará contra sus adversarios.
Nuestro Dios juzgará y castigará toda la tierra, a cada nación y
pueblo. ¡Ana lo sabía!
10b.- Dios un día instaurará su reino terrenal: Ungido es la
palabra Mesías. Yo pienso que este versículo va más allá de los
simples reyes terrenales, posiblemente Ana estuviera haciendo una
oración profética sin saberlo. Me parece que este versículo está
hablando de Cristo y su reino. Ana creía eso y hoy muchos
cristianos no lo toman siquiera en cuenta.
III.- CONCLUSIÓN
Hemos visto en esta corta oración de Ana que ella oró con su
mente y corazón centrados en Dios. Ella no tenía el conocimiento
bíblico que nosotros hoy poseemos, quizás solo tenía la Ley o tal
vez los cinco primeros libros del Antiguo Testamento. Ana oró
tomando en cuenta los atributos de Dios, su naturaleza, su carácter
y su persona.
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Hoy nosotros tenemos toda la revelación escrita de parte de
Dios, muchos predicadores, variados maestros de biblia,
predicaciones en Youtube y todo un mundo de conocimiento, pero
muchas oraciones son repetitivas, monótonas, materialistas y
centradas en el ser humano.
El hecho en sí no es que dejemos de pedir por nuestras
necesidades, es parte del orar el hacer peticiones y ruegos, pero
nuestras oraciones deben ser más pensando en quién es Dios, en su
carácter y en nuestra dependencia de Él. Hoy algunos hasta le dan
órdenes a Dios olvidando su soberanía y son soberbios
multiplicando palabras como dice Ana en su oración.
Aprendamos de Ana y hagamos una oración centrada en Dios
más que centrada en nosotros, busquemos más a Dios en oración y
menos llenar nuestro vacío existencial que se supone que en un
cristiano no debe existir. Si observamos nuestras oraciones pública
notaremos que siempre son las mismas palabras, siempre son por
cosas materiales, hay poca adoración y alabanza a Dios. Muchos
aveces quieren impresionar a los hombres, otros no encuentran
como terminarlas y algunos no saben ni qué decir a Dios. Me temo
que nuestras oraciones privadas no andan mejor de ahí.
Lea y estudie en su hogar la oración de Ana en 1 Samuel
2:1-10 y busque toda la enseñanza que en ella hay. Quiero que
terminemos la predicación y el culto cantando el himno #124 A
solas con Jesús (HVC) y luego una oración.