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ISSN: 0213-3563 LA PERSPECTIVA DE SEGUNDA PERSONA DE LA ATRIBUCION MENTAL The second-person perspective on mental attribution Antoni GOMILA ‘Departamento de Psicologia. Universidad de las Islas Baleares (Espata) BIBLID [(0213-356) 4, 2002, 123-138] RESUMEN En este trabajo invita a considerar la exstencia Je la perspectiva de segunda persona dela aribucion mental, como una perspectiva diferenciada de las de pr prema Tercera persona, Su ambita especfico seria el de las atnbuciones espontiness Y reeiprocas en situaciones de intesaccion cara a cara, por lo que supondria su nat faleza expresiva,Altratarse dela perspect'va ontogeneticamente primars, ofrece una via para superar las dificultades complementarias de los enfoques teoricos (erent persona) y empéticns (primera persona) dominantes. Palabras clave teoria de la mente, atibucién persona, tora de i tori, teoria dela simulacion. tal, perspectiva de segunda ABSTRACT Againstthe usual confrontation between first-person point of view and a tind person point of view of mental ateibution, as exclusive and exhaustive possbies, this paper contends that a different, genuine alternative standpoint exiss: a second! person perspective. The specific domain of this perspective is spontaneous and feciprocal attbutions made in stations of face-to-tace-interaction, which entalls an expressive understanding of the states atesbuted. Giving its ontological priority. this perspective offers a way-out of the complementary dificult that afect the usual {theoretical (ied-person) and empatic (fist-person) approaches. Key words theory of ming, mental atsbution, second-person point of view, the cory theory, almlation theory {© Balcones Universidad de Salamanca rate. Rev. los. 2002, pp. 1254188 124 axromgouta LA PIRGPECTVA DE SEGUNDA PERSONA DELA ATRIBUGON MENTAL 1, Istmopuocion Actualmente no es motivo de controversia que la clave para explicar las capae cidades mentales humanas radica en las condiciones en que aparecié y fue evolu cionando la vida social hominida, Esto es especialmente plausible en el caso de ‘nuestra capacidad para entender a los demas, y a nosotros mismos, en teemines mmentales, como agentes cuya conducta depende de estados intencionales, puesto que sin tal capacidad nuestra vida social tendefa que adoptar una forma muy «lise {inta: no podria, por ejemplo, ser sensible alas atribuciones mentales que hacemos rutinariamente a los dems, y en base a las cuales establecemos nuestras preferene Cias ¥ planes de accion. Esta comprension social, de la que depende en iltimo tér- ‘mino la existencia de las instituciones sociales, se ha convertido en objeto de estudio ¥¥ debate desde diversas perspectivas psicol6gicas: evolutiva, comparativa, de desae trollo, y también te6rica, que es la que nos va a ocupar aqui preferentemente, pero sin perder de vista las dems, Se trata de plantear el modo, o los modos, en que somos capaces de llevar a cabo esta atibucién de estados mentales a los demas Los términos en que se plantea fa cuestién enfventan a la llamada eoria de la CTT), propuesta lestacadamente por Stich 0 Gopnik, por ejemplo, con la teo- ‘ia de la simulacién« (TS), defendida por Gordon o Goldman, entre otros!, Ea eseme ia, Ia controversia gira en torno a sila atribucién mental depende de la mediaeién sivos (posicién corporal, orientacion, tono de voz, configuracion facial, sonrojo, lgrimas..) que son pereibidos divectamente Coid significativos, esto es, como parte consttutiva de la emacion que se adscibe, yino como sintomas que hay que interpretar, y cuyo resultado aributivo no se formula conscientemente, ni requiere de una metarrepresentacin conceptusl, sino que consttuye la base de una reac- ign correspondiente, que tiene su pleno sentido justamente dento dela situaciba de interaccion, Pero resulta oportuno situar estas caracterstcas en un marco te6- ¥ico mais amplio, © Ediclones Universi de Saarnancn cafe, Rey, los 4, 2002, pp. 125-138 ES {UA PERSPECTIVA DE SEGUNDA PERSONA DE LA ATRBUCION MENTAL 133 En primer lugasjel sentido de apelar alas sitiaciones de interacci6n dit ‘en especial cara a cara, responde a a dels simples aibuciones, donde ‘un sujeto atribuye a oro una ceria representaci6n o estado mental, én estas situs cones ia atnibucién s trical atibuyente forma también parte dela atibuclon en la medida en que el estado meatal del individuo objeto de la atribucidn puede ser sensible a la presencia del atribuyente. Dicho de otro modo, los eas0s paradig- riticos de la iva de ‘roca. Mi atnbucion, por asi decir, debe reflejar mi relacion con aque al que le atribuyo, en la medida en i tal contexto, De ahi caricter prictico de las atribuciones de segunda persona: ofientan nuestra accién, con frecuencia del mismo modo involuntario en que se pproducen fas expresiones emocionales, Esto es especialmente claro en el caso de Ja atribucién de emociones, en circunstancias de interacci6n: de la atibucton depend nuestra propia acttud y curso de acci6n. Ello explica ademsis, la dimen- sion comunicativa de Ia expresividad, y dota de sentido evelutive la consiguiente reaceién emocional (que queda convertida en un fin en si misino en el caso ela ficciGn cinematogrifica). También en este cas6 queda r : listas del debate dominante en teoria de la mente, queal ponerel Enfasisen el inte- «és explicativo © predictivo.desas atribuciones»acentian. el estatus interno, Inobservable,teérco 0 imaginari, de los estados stribuidos, Por el contatio, los smodos de atibuir emociones que hemos resefado presuponen su caricter expre- sv, y por tanto, perceptible através de una serie de configuraciones y retaciones. -Nemos- que alguien esti enfadado o alegre, no vemos movimien eT contnuaclbn, por Rips, analona 5 cducates eommce de mesoreae Tal como ocurre con la percepeién de! lenguaje, donde el contenido de nuestra experiencia perceptiva es el significado de lo que oimos © leemos, y no su Forma pictogefica 0 sonora, ambién en este caso peribimoslos dversos aspectos expre~ sivos como una Gestalt, como un todo significativo®, Eso supone que los estados ‘mentales que captamos a tavés de la seguada persona son estados expresivos, configuraciones corporates, con un papel protagonista del rostro: wemos- que alguien esti enfudado, molest iste 0 eutérico. Aun mis, la estrucruratrdica de estas atbuciones remite también al obj esa emocion,aqusloa 1 que ts Giigida ea on lee proplament ons Pecos 6. Notee que se waa de una observacion fenoménlc, refers, insite, contenido de muesea cexperincia perceptiva, 20 alos proceson subpersosles que tein tal experiencia ese nivel puede cise que el econocimiensa de emociones, de este mad, es dre cinmeclato, in que elo Suponga negar que sea computcionlmente medlado oinfrenca. Seta mis bi de armat sa ‘aricter modulat de segundo orden, a diferencia dela pespectiva de tercera persona que, 2 pest Je ‘eas propuess que sotenen su modulaidad (Grameen, 197) no es ad encapsulad, sno se Sblea fede spo de informacion, Ck. Sentry Cra, 2000, {© Balcones Universidad de Salamanca ates Rev, Mos 4, 2002 pp. 123-138 > Ne reemerarae s aia 134 ssaoacovna _LAPERSPECTIVA DE SEGUNDA PERSONA DE LA ATRIBUCION MENTAL oun evento, que pueden colegitse de las claves expresivas del atribuido (mirada, cambio de actitid, gestculacién, orentacibn de la cabeza y la mirada, etc). Puede ‘ccurir que cienas emociones (especialmente las amadas-bésicas)” resulten mas ticlmente recognoscibles que otras, del mismo mocio desde esta perspectiva dif cilmente se podr i ms allé de identifica el objeto intencional, sino se disponen de ottos recursos n las stuaciones paradigmiticasresefadas, ademés, estas cla- ves resultan mas ostensivas en la medida en que van dirigidas a quien hace laatr- buci6n, como parte de un dilogo emocional no se agota en una Ginica aebucion, [7 _ Visto de este modo, la perspectiva de segunda persona nos offece la capaci- ‘dad de involucramos con otros agentes en patrones de interacci6n intersubjetives. Por ello nos ofrece un conocimieato implieito de earfcter prictico, de las configu- raciones expresivas de aquellos con quienes interactuamos (y viceversa). Puede decirse que los estados mentales que atribuimos de esta manera son constitutiy meate corporales, o bien, ala inversa, que las actitdes y Configuraciones corpo- ‘Files Son tambien meotales. Y al mismo tiempo, elo nos proporciona Una comprensidn prictica del modo en que nuestra propia expresividad puede afectar ala de nuesto «interlocutor Porsupuesto, puede plantearse s efectivamente la perspectiva de segunda per- sona va mis alla del Ambito emocional, como estamos dando por supuesto. feo ‘que la cespuesta debe ser afirmativa. Ea primer logar, podemos encontrar otras for- ‘msde interaceign comunicatva preintencional aya posibilidad implica igualmente atibucion’ ‘estados mentales, concebicos de nuevo en términos expre- sivos, piblicos. Esa serie de patrones de interaccién se incluyen bajo el r6tulo de srefetencia social y abarcan una serie de capacidades que aparecen en torno al a80 de vida: We atencion visu Felanuel esto de spurt la aception te instruceiones ola peticioa de yas? Como apunté al principio, la perspectiva de segunda persona es ontogénicamente la primera, lo cual, deste un punto de vista evolutivo, tiene sentido: dado el largo periodo de dependencia infant, cuanto antes pueda acceder el bebé al mundo mental, para onentarse en él, mejor. La perspectiva de tercera persona, en cambio, 7. Por ejemplo, ens, 1992. [lists exhaust es objeto de dseusion pero sce inelie miedo, slags, itera y ela, Dr Sousa (1987) dtingue en las emociones: caus, objeto, contenido, urea motvaional leven cslatva (enter) y expresin. E bjeo es quella To que se die le emocion ye ‘contenido reme als acces propasisonales que ls emo presupone. La eapaciad dela per Pesta de segunds persons para nib actitudespropesconales en vera se watts postenormente 9. ay eaquemiticamente,e! patron de desarrollo eso siguente: lntersubjetwidad primar (elcinacion de personas), 4 mess intersubjidad secundaria omuniacioa emociona), 8:10 ness stead cajun y eerenca sol, 912 meses ego simbico econ, 18-24 meres com- prensa de deseon, 3 aion cseenct fs, 4 nfo Para ona inroduecion a ete campo, cf. Les Hinenm, 194, Podtia lege cualquiera de eas conducts como base inuitva para spoyar I per peciva de segunds persona sserontconma 135, {AFERSPECTIA DE SEGUNDA PERSONA DELA ATRIBUCION MENTAL parece requerir dela aparicion del lenguaje, puesto que el citerio asumnido como determinante de la adquisiciOn de la teoria de la mente es la superaci6n del test de ‘reencia flsa, que indica la comprensi6n de la distincién entre c6mo son las cosas ¥ cémo se las representa un agente, y que no se supera hasta los 4 aos. Es raz0- rable suponer que el mecanismo merarrepresentacional implicado en tal distincion ependa del poder representacional propio del lenguaje (Gomila, 1996) Esta prioridad ontogenética, sin embargo, no debe llevar a la imagen erronea Pe la i eee desma Persone, ees ‘ana fugnzaparicin iil, desaparece yes sustiuka por la de trcer (yl de pr mera) La perspectiva de segunda persona consituye la perspectiva natural y éspontinea con que intersctiamos con otras personas. Peo aunque no hace falta “saber que uno esti atribuyendo estados mentales para atiburis, cuando uno se da cuenta surge la posbilidad de modular y enriquecer esis atribuciones, No voy a entraraqui en el tema de las relaciones entre las diferentes perspectivas, pero qui- sieraterminar presentando algunas reflexiones sobre su presencia en el émbito de Jn comunicaién intencionl por medio dl lenguale 5. UN paso As 1a idea que quiero explorar para finalizar consiste en sratar de trasladar al Jimbito del diglogo, como paracigma de situaciOn de interacciOn intersubjetiva lin- silistica, los elementos con que hemos caracterizado la perspectva de segunda per- sona, eon la ayuda de Davidson. Ea efecto, ea su ariculo -The secand person. (1992) Davidson se acerca a formular la nocién -perspectiva de segunda persona, aunque posiblemente de modo involuntario, yen el contexto de un argumento para mostrar que el lenguaje es necesartamente socal El planteamiento de Davidson es trascendental: la condici6n de posibilidad de Significar algo diciendo algo radica en que el hablante pertenezca a un medio social, ue interactée con crituras Semejantes. ta intencic publicidad, y ésta, a su vez, requiere socialidad, puesto que sOlo se da si es inter- Dretable, y para serio es preciso la interaccién con otros, La interpretacion, para Davidson, consiste en una wiangulaci6n entte, primero, los patrones de cde quien interpretamos en diferentes siuaciones; segundo, nbestros propios patro- nes de respuesta en tales ituaciones; y tercero, las similtudes que reconocemos ere nuestras espuestas y las del interpretado. FI hecho de que se den semejan- 2zas entre nuestras emisiones y las ajenas en circunstancias parecidas es lo que per- mite al intérprete entender de lo que ests hablando su interlocutor. Pero lo mismo cabe decir de éste, convertdo en intérprete, de su relacién con el primero, por 0. que, segiin Davidson, en la comunicaci6n lingbistica no basta la triangulacion, sino que aquellos que participan en ella se den cuenta de que forman parte de tal ‘Yi 134 sonconnn [A WERSPEGHILD SecUNDA PERSONA DE La ATRIDUCION MENTAL, ‘un evento, que puede colegirse de las claves expresivas del atsibuido (mirads, cambio de actitud, gesticulaci6n, orientacion de la cabeza y la mirada, exe:)Puede ‘ocusrir que ciertas emociones (especialmente las llamadas -basicas.)” resul ficilmente recognoscibles que otras, del mismo modo desde esta perspectiva diff- cilmente se pociri ir mis alls de identificar el objeto intencional, si no se de otros recursos, En las situaciones paradigmaticas resenadas, a ves resultan mas astensivas cn la medica en que van dirigi bucion, como parte de ua dilogo emocional no se a sino en una seri, [7p Nisto de este modo, la perspestiva de segunda persona nos oftece la capacti 2} dad de involuerarnos con otros agentes en patrones de interaccion intersubjetivos. | | l Poreello nos oftece un conocimientoimplcito de carter prictio, de las congue raciones expresivas cle aquellos €on quienes interactuamos (y vicevers). Puede decirse que ios estados mentales que atribuimos de esta manera som constttiva- mente corporates, 0 bien ala inversa, que las actinudes y configuraciones corpo- rales son tambiém mentales. Y al mismo tiempo, ello aos proporciona uaa compreasién prletica dal moda en que autesta propia expresividad puede afectar 2 la de nuestro «interlocutor. Por supuesto, puede plantearse si efecivmente la perspectiva de segunda pe Sona va mas alli del €mbito emocional; como estamos dando por supuiesto, Creo aque la respuesta debe ser afrmativa: En primer lug, podemos encontrar otras for mas de interaccién comunicaiva preintencional cuya posbilidad implica igualmente laatribucion implicit de esaclos mentale, concebidos de nuevo en términos expre- sivos, piblicos. sa serié de patrones/de interaccién se incluyem bajo el r6tulo de -referencia socal yalbarean una serie de capacidadesique aparecen cn tomo al ato de vida: fa atencién visual conjunta, los proto-declarativos y proto-imperativos mediante el gesto de aputar, ka aeeptacion de instrucciones o a petcion de ayuds Como apunté al prinipio, la perspectiva de segunda persona re ontogénicaments 1a primer, lo cual, desde un punto de vista evolutivo, ene sentido dado el largo Periodo ¢c dependencia infantil, cuaato antes pueda acceder el bebé al mundo ‘mental, para orientarse en é, mejor. La perspectiva de tecera persona, en cambio, 7. Porejemplo, Ban, 1992 [alist eahaustva es objeto de dtcsion peso suse incl miedo, ler tte y enc 8. Dr Sous (987) ditingue en las emeciones: caus, objeto, contenig,fuerea motivaional, linens eualiatva (enter) y expres. El objeto ex aqello alo gue se dine la emocion je ‘contenido remite a Ts acttudes Proposionales que ln emocion presupone. La cxpaciad dela pst eat de segunda persons pr tabu attudesproposcionals en ganerl se tara postesocmente 9. Muy esquemidcoment, el paon de dessrolo ex el sgulete intersubjedvided primera (iseiminacon de pereonss).4 meses, nterseividadsecundart (comuaicacion emociona), 810 meses atenlén cnjunaysferecia socal, 9-12 meses ueposimbieoy felon, 18-24 nese, com Drension de deseos, aos, creenca lls, 4s, Para una intodocelGn a ete catipo, Lz ‘Menu, 1994 Pod lesese cualquier de esas conducts como bse Inv prs spar la pers pectva de segunda persona 1 Baones Universidad de Satarmanca ‘ate, Rev. los 4, 2002, 9p. 125138 aston conta 135 “LAPERSEHETA DF SEGUNDA PERSONA DELA ATUBUCLON METAL pare6e requerir de la aparicion dellenguaje, ptiesco que el criterio asumido como determinante de laadquisicién de la weorta de la mente es la superacién del test de {ereencia falsayque indica la comprensiGn della distincién entre como son las cosas ¥ cOmo selas representa un agente, y qué no se supera hasta os 4 aos, Es raz0- able stiponef que e! mecanismo metarrepresentacional implicado en tal distineién dependa det poder representacional propio del lenguaje (Gomila, 1996). Esta priotidad ontogenética, sin embargo, no debe llevar a la imagen errénea de una sucesién de estadios, de modo que la perspectiva de segunda persona, tras ‘una fugaz.aparicin inicial, desaparece y es susttuida por la de tercera (y la de pri- mera). La perspectiva dé segunda persona constituye la perspectiva natural y ‘espontinea con que inferactuamos/c0n otras personas. Pero aunque no hace fala saber que uno esté atribuyendo estados mentales para atribuislos, cuando uno se a cuenta suxgela/posibilidad de modular y enriquecer esas atribuciones. No voy aentras; tema de las zelaciones entre las diferentes perspectivas, pero qui- ssiera tetminar presentando algunas reflexions sobre su presencia en el Smbito de a comunicacién inteneional por medio del lenguaje EN Paso is 1a ides que quiero explora pad naar conflate watt sno dl dig como palin de stone ecm tube Aisi on ener on are eager ppt de see et conn comin aja de Ouron eles ene arcalo The seca person: C995 aaa Onn ct Bos me posienene do gion ere comere de gamete Che el engine cs nace El plaesnicnedeavltn es tascendenl a condi de posbiidad de sigalg dcendoalgoradiesen qc el abanse pene sur edi soc, ghelnerace conti emehves a inenconaind oe ig ere publi y ade ve rele soildnd, puesio gp se sed hes er preable,y plato cs prea in ineaction con og Ia mtr, ra Bavidsoay Bite en una angles primers patones dete se gic lesen en frets salon gine, hosts popes pa. nese expat on ls stocons teow agus gu eeoercrn crue nuests respuesta deeply hecho de use Ce sma tan ene naar isons eon encrestanis pais sou pt tite a intr ender Glo que es hablando uintocutor Poot mis cae dec de nt, overdo ch npr desu ean come neo, pris Gus segin Davide, nla comuntezonlingttea no base tangulce, Sino qu alo gue parllpan encase den cuena Je que forman pte det (© Ediciones Universi de Salamanca Azafea. Re. fs. 4 2002, pp. 123438 sete ne 136 asTocona {UPuRSPUCTIA DE SEGUNDA PERSONA DE LA ATRIBUCION MENTAL triangulacidn, de que lo que va a interpretar el ot depende de que la proferen- ‘cia mantenga esa semejanza™, 1a tesis de Davidson es metafisica se refiere a las condiciones necesaras y suficientes para que se dé el significado. Sin embargo, puede ser lei tambien en clave psicologica, como las condiciones deinterpretacion efectiva,no en principio, Desde esta perspectiva, sive para generar inmediatamente la distincion ence ‘segunda ytercera persona: en la segunda persona, lainterpretaciGn refleja la per. pectiva de quien forma parte de esa tiangulacin, de quien paticips de hecho en lnsituacion comunicatva; lade tercera, lade alguien que trata de entender lo dicho sin participa efecivamente dela ineraecion, La distincion ene la perspectiva det participante y a del observador. 1a analogia, pues, parce funcionar bastante bien: en la siuacibn de logo ¢ada uno de los participants auibuye estados mentaes a otto en base a sa com, ducta expresiva lo que dice, incluyendo gestos, entonacién, etc, entendiendo la proferencia linguistica como expresiva~, lo que orienta su propia feaccion pict una nueva proferencia-, teniendo en cuenta que la propia acttud y expresic es alo que reacciona ef otro, Laeiangulacion.de Davidson, por tanto, pareve corres. pponderse-con la estructura triidica con que hemos caracterizado las ainbuiciones de segum-persona. Por supuesio, para que ello funcione es preciso que las pro- feféficias sear captadas en su valor simbélico, como signos linglsticos, y no como sonidos, como parece que ocurre. Ea tal caso, el interlocutor atribuye los estado ‘mentales que las emisiones expresan desde la segunda persona, con todos ss recursos para establecee la sinceridad del emisor. Este Glkimo aspecto nos le le ls stuaciones de dit- logo son también siuaciones de interaccién emocional, aspecio que, aunque sete set pasaclo por alto por los pragmiticos, es cbjeto de atencion preferente de los Geaninilpon (7 ss cents polio ta caveb ene aes es ie ean amo ao que se die (estos omens sce del bes, contac visit) anode maben cont semtende ieaiseenis come falta de respeto, una broma) de ahi los esfuetzos por mejorar el control de estos aspectos, normalmente involuntatios. 6. Creme 4sonsere Si el planteamiento desarrollado hasta aqui tiene alguna plausibilidad, y cabe tomar en consideracion la perspectiva de segunda persona, Ia tarea siguiente es tatar de perfil su relaciGn y contraste con las de primera y tercera, Me gustaria terminae 10, En relia, Davidson parece estar reformulando cepicamentee equso de -conceimlento ‘tuo: de a semsnca intencionalisa. Se ono come, tienen et cso la esiucera de Ta Fnuclon es rida, Inclayea uno mismoen reac al ntrprete yal dicho, (© Balcones Universidad de Saanca rates Rey los 4, 2002, pp, 125138 wrest costa 137 ‘a atsvicTIVN e SEGUNDA RRSONA DE LA ATRBUCION MENTAL con dos breves sugerencixs sobre el modo en que ambas podrian resular,deri- ‘vase, dela de segunda persona; la primera en el desarrollo infantil, Sobre com i sobre la base de esta comprension prictica de lo mental, creo quc puede soste. nerse con ciena solidez jetva, dis tanciada, radica, por una parte, en la posibilidad de controlar nuestras reacciones ‘emocionales, de adoptar ia acttud del crtco de cine, en lugar de la del especta- dor panicipante; y por otra, en nuestra capacidad reflexiva, de to ‘nuestos propos pensamieto inferences uestosconcepioysupuene par someterlosa reglas de validez mis exigentes. Pero me parece que se trata de aspec- tos conectados entre sf, y en cualquier caso, menos cantenciosos, y mejor conoci- «los, Ahora bien, me parece que tienen consecuencias fructiferas: el planteamiento adoptaclo aqui excluye actitudes como el cientificismo en general, o el eliminacio- rnismo en el caso de lo mental, al retener siempre como trasfondo de validez nes- ‘ra comprensién experiencial (sin que eso excluya su revisién, su entiquecimiento osu wansformacién). al atibuido a reaceionar a su vez a su reconocimiento de al reaci6n, fo que puede aleciarde nuevo al primer atribuyente. El chantaje moral, por ejemplo, parece basarse «en una dependenciareciproca de est tipo, Pero puede ser simplemente que alguien se sienta agradecido por elapoyo recibido de otro al compar su duelo, Esta dind- ‘mica puede dar lugara que me dé cuenta de mi propio estado emocional a través del reconocimiento de la reacciOn ajena a mi estado, elicltada por una expresion ormalmente involuntaria, ¥ por tanto, no conscience, Puedo llegar a darme cuenta dle oni sesentimiento hacia alguien por Ia amargura de ea reaccion que tanto me irota. De este énodo, puede decire, como sefalé Austin (1979), que podemos conocer nuestras propias mentes través de nuestro conocimiento de las de otros, © como dijo Hume; she minds of men are migrors to one another. 1 Eaciones Universidad de Salamanca cafe, Rev. os. 4, 2002, pp. 125-188 138 xqoNtcorma {A PERSPECTIA DE SEGUNDA PEISONA DEA ATRIBUCION MENTAL Biouosearta ‘Aust, J. 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Se discute Ja contrbucién erginal hecha ndlogos (mas alli de la Ontologia Personal) y se introduce as al fenomenologta dela vida emocional, su esructurs, e) papel que rucion del etbos de la persona, La Fenomenologia en esta veri ‘conocida ofrece un poder de andlist no sonado ai siquiera por sal menos en el momento present de ideas topicas sobre Ia fenomenolagia husserliana y no-bussed Palabras clave. fenomenologi, realism, Mentidad personal nes, sentimientos, estads de anim, valores, ete, realism emo + Trndcido del francés por Jess VegsEncabo, © Baiclones Universidad de Satan rate. Rey fos

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