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Gerardo Escobar Galindo


Nacionalismos: concepciones de la cultura elitista
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Gerardo Escobar Galindo


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cultura elitista

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GOBIERNO DEL ESTADO DE VERACRUZ

Miguel Ángel Yunes Linares


GOBERNADOR DEL ESTADO

Enrique Pérez Rodríguez Rogelio Franco Castán


SECRETARIO DE EDUCACIÓN SECRETARIO DE GOBIERNO

Jorge Flores Lara Elideth Eloss Soto


SUBSECRETARIO DE EDUCACIÓN BÁSICA ENCARGADA DE LA EDITORA
DE GOBIERNO DEL ESTADO
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SUBSECRETARIO DE EDUCACIÓN MEDIA
SUPERIOR Y SUPERIOR

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SUBSECRETARIO DE DESARROLLO EDUCATIVO

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OFICIAL MAYOR

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COORDINADORA DE DELEGACIONES
REGIONALES

EL COLEGIO DE VERACRUZ
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RECTOR

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SUBDIRECTORA ACADÉMICA

Mauricio Lascurain Fernández


SUBDIRECTOR DE EDUCACIÓN CONTINUA Y A DISTANCIA

Álvaro Merlín Ochoa


SUBDIRECTOR ADMINISTRATIVO

Yuliana Bautista Gutiérrez


TITULAR DEL ÓRGANO INTERNO DE CONTROL
COORDINACIÓN PARA LA DIFUSIÓN
DEPARTAMENTO DE APOYO EDITORIAL
CONTENIDO
David Felipe Moreno Mendoza
COORDINADOR PARA LA DIFUSIÓN

Blanca Estela Hernández García


JEFA DEL DEPARTAMENTO DE APOYO EDITORIAL 07 Prólogo

Elizabeth Polanco Galindo


13 Introducción
JEFA DE LA OFICINA DE COLECCIONES

Jorge Riveros Lajud 19 Primer capítulo


Guadalupe Baxin Baxin
CORRECCIÓN DE ESTILO
Cultura antropológica y cultura elitista

Milena Gómez Castro 51 Segundo capítulo


DISEÑO
La cultura elitista en los nacionalismos
Jennefer Malpica Guzmán occidentales del siglo XX
Reyna Velasco López
FORMACIÓN
85 Tercer capítulo
Laura Quetzalli García Zamora Posmodernidad, ¿derrota del
CAPTURA
pensamiento?
Nacionalismos: concepciones de la cultura elitista

103
© 2018 Secretaría de Educación de Veracruz
km 4.5 carretera federal Xalapa-Veracruz Epílogo
C.P. 91190, Xalapa, Veracruz, México
1a edición, 2018
ISBN 978-607-725-348-8
109 Bibliografía
Impreso en México

Nacionalismos: concepciones de la cultura elitista es un texto editado por la Secretaría de Educación de Veracruz.
El contenido es responsabilidad del autor. Se autoriza la reproducción total o parcial de la obra, siempre y cuando se
cite fuente. Toda correspondencia dirigirla al Departamento de Apoyo Editorial de la Coordinación para la Difusión,
av. Araucarias, N.° 5, Edificio Orense II, tercer piso, col. Esther Badillo, C.P. 91190, Xalapa, Veracruz. Tels. 813 98 61 y
813 99 44. Correo electrónico dae.sev016@gmail.com
PRÓLOGO

Hablar de nacionalismos es puntualizar una condicionante que


parecía superada a partir de la caída del muro de Berlín, donde
todo nos señalaba que los procesos de integración política,
social y económica se volverían una circunstancia que perviviría
por largo tiempo, sin embargo, durante las últimas décadas el
fenómeno se vuelve a poner en la mesa de debate.
Conceptos como modernidad, civilización y etnocentris-
mo, se reconfiguran en un mundo cada vez más interconectado
y, por tanto, la figura de dominio nacional −en más de una
ocasión− toma nuevos matices que se deben interpretar con
el lente de nuestro tiempo, ya que la experiencia histórica nos
debería permitir no cometer los errores del pasado nuevamente.
De forma permanente, en uno u otro lugar, se generan
confrontaciones de mayor o menor escala entre distintos
grupos, cuyo objetivo es hacerse del control de un territorio,
de los recursos existentes o, con más frecuencia, del control
sobre los otros. Tales conflictos pueden surgir por distintas
motivaciones, mismas que, al parecer, evolucionan con el paso

6 7
de los siglos y los milenios, no obstante, la naturaleza beligerante como el nacionalismo inspirado en la base filosófica de la
del hombre se anida en nuestro ser y parece no dar tregua. Ilustración y el nacionalismo sobre el basamento del historicismo
En esa tesitura, el ser humano, una vez considerado un romántico.
zoon politikon, tal parece que puede entenderse mejor como Estas ideas germinan en la Europa del siglo XVIII y
un animal de guerra o dominio. Si bien la política conlleva un se potencializan con el paso del tiempo a través de distintas
grado de conflicto y disputa, ésta siempre será preferible a la expresiones ideológicas. Por un lado, el nacional socialismo
contienda armada; sin embargo, el ser humano se inclina con alemán encarna la versión particularista de la realidad, y, por
peligrosa fuerza por la segunda opción. el otro, el universalismo o nacionalismo de las Luces se expresa
A partir de lo anterior, esta obra titulada Nacionalismos: a través de dos vertientes, el imperialismo y el expansionismo,
concepciones de la cultura elitista del Dr. Gerardo Escobar que en el siglo XX se trasmutan al capitalismo desarrollado y al
Galindo, nos da luz sobre ese debate permanente con sustentos socialismo institucionalizado, decantando en la Guerra Fría. En
y referencias teóricas y analíticas pertinentes, trasladándonos a suma, tanto la postura particularista como la universalista son
un plano más amplio y complejo, aparejado de construcciones negadoras de la diversidad y tienden a la batalla de las ideas o
ideo-estructurales como los nacionalismos, esos discursos los dogmas.
modernos que buscan aglutinar a los hombres a través de dos En esa carrera ideológica, son las culturas elitistas las
hilos de pensamiento, el particularista y el universalista, pero al que se encargan de generar proyectos sociales para dirigir los
fin con un mismo objetivo: articular a los unos contra los otros fenómenos contemporáneos desde la esfera de su influencia
dentro de una dialéctica de batalla. dictaminadora, donde los individuos son cooptados o integra-
Sobre los pilares del pensamiento antropológico de dos desde una perspectiva que los hace homogéneos y deja de
Claude Lévi-Strauss y las ideas de Alain Finkielkraut, así como lado la diversidad o pluralidad que, en realidad, es propia del ser
el legado de muchos otros intelectuales de talla histórica, el humano. La cultura es la autopista a través de la cual se suscitan
autor construye un enfoque analítico argumentativo, alejado de esos hechos y no es, para nada, un fenómeno independiente
la historiografía y el historicismo, pero que abreva lo necesario de la realidad. Los nacionalismos como construcciones decons-
de ambas disciplinas para forjar un modelo de comprensión truibles parten del contenido cultural, ya sea con una u otra
explicativo estructural que concibe a la cultura, más como un filosofía de la historia, para forjar modelos de competencia
elemento de influencia que como un mero óleo, un eje formador frente a sus antagonistas. No podemos dejar de hablar de la
de las ideas expuestas y los eventos narrados. La cultura tiene historia del conflicto.
un lugar preponderante dentro del encuentro entre el ser cultu- La decadencia del hombre surge cuando ve cercenada
ral antropológico y el ser cultural elitista, una contienda descrita su capacidad de comunicarse, de abrir el diálogo y transmitir
a través de las páginas de la obra en tratamiento. sus ideas para construir, en conjunto, mejores espacios
Con dicha lucidez y fortaleza técnica, el escritor trae de convivencia. Cuando las sociedades y los individuos se
a la mesa el discernimiento sobre la cultura como un motor enfrascan en proyectos cerrados que privilegian el aislamiento
de construcción social que da lugar a otras concepciones o sobre la apertura, que forman grupos con la mirada reducida
categorías. El manejo de las ideas a través de una cultura a sus creaciones, pensamientos y perspectivas, ausentándose
prediseñada, le permite a la cultura de élites generar proyectos del concierto global, es cuando afloran las visiones torcidas

8 9
del mundo, cuando se perturban los principios de igualdad y Finalmente, es preciso resaltar que esta publicación
libertad y, desafortunadamente, cuando suenan con mayor representa, además, la cosecha y fruto de los alcances aca-
frecuencia los cornos y las trompetas que convocan a la batalla. démicos y científicos de El Colegio de Veracruz, a través de la
No obstante, ante la posibilidad de que la libertad y cer- obra del Dr. Gerardo Escobar Galindo, como parte institucional
canía sean el nuevo metarrelato del siglo XXI, promovido por de la divulgación del conocimiento en el estado de Veracruz y la
la cultura elitista, nos damos cuenta de que la lucha entre el República mexicana.
Ser definido por sí mismo y el Ser definido por el contenido
cultural de la élite se esgrime como la lucha posmoderna
que mantiene vigente la confrontación en la esfera humana. Mtro. Eugenio A. Vásquez Muñoz
Ante tal situación, la cultura y las estructuras, universalistas o Rector de El Colegio de Veracruz
particularistas, se entrelazan como las arenas donde se efectúa
tal enfrentamiento, avituallado por conceptos pretéritos que
parecen seguir presentes en nuestro contexto ideológico,
político y social.
En el acontecer diario podemos ver, cada vez con más
fuerza, expresiones de radicalización que nos recuerdan lo frágil
de nuestro sistema de cosas. Por un lado, los grupos −e incluso
partidos− de derecha afianzan posiciones en los sistemas
políticos europeos. Por otro lado, los discursos populistas de
izquierda, centro o derecha, avivan la llama del odio y abren
agendas políticas labradas por el cincel de la intolerancia y la
irresponsabilidad. Como ejemplo podemos aludir al de Donald
Trump en los Estados Unidos de América y su slogan de cam-
paña Make America Great Again, que bien puede circunscribirse
en las construcciones particularistas o universalistas.
Así, nos encontramos en un mundo lleno de tribulacio-
nes donde la fatal sentencia de Fukuyama, que dictaminó que
la historia había arribado a su fin, parece haber sido rebasada
por esos relatos que han definido nuestro proceso civilizatorio,
siempre, a través de una dialéctica permanente y la existencia de
dicotomías que nos permiten escribir los pasajes de la historia,
de acuerdo con nuestra forma de ver el mundo y de concebir
nuestra posición y papel en él.

10 11
INTRODUCCIÓN

Algunos de los principales conceptos relacionados con la cul-


tura y los nacionalismos contemporáneos son mejor explicados
desde la escuela del pensamiento estructuralista, principal-
mente, la concebida en el núcleo de la antropología social y
política.
Por eso el interés de Nacionalismos: concepciones
de la cultura elitista yace en construir un análisis de los
nacionalismos a la sombra de las implicaciones culturales
que hay en su interior. En ese sentido, se prioriza una línea
argumental apartada de visiones historiográficas, ya que en
ellas el tema de la cultura no ocupa un lugar central.
El primer capítulo inicia con la definición de cultura a
partir del punto de vista etnológico, e incluye las abstracciones
nacionalistas de la modernidad, discernidas como el resultado
ideológico de una cultura de élite que logró consolidar a
Occidente en un discurso etnocentrista. De esa forma se expone
la separación que producen las culturas antropológica y elitista.
Este libro, además, demarca la interpretación antropológica de
la cultura para después asimilar de mejor manera los órdenes
elitistas de la misma. Lo anterior se muestra mediante dos
visiones al interior del campo antropológico: la de Bronislaw

12 13
Malinowski y la de Claude Lévi-Strauss; aunque en el caso (aquellas filosofías que pretenden abarcar la totalidad de
particular se apuesta por la recuperación de la segunda la historia) de la modernidad. En tanto, el nacionalismo es
concepción. concebido bajo una noción de visión del mundo que depende
Con la incorporación de los preceptos de Lévi-Strauss al de las exigencias requeridas por la construcción elitista. Por
contenido de este ejemplar, se confirma que la división de dos lo anterior, los grandes nacionalismos del siglo XX no se
tipos de cultura es necesaria para diferenciar las actividades encuentran separados de la idea que los define como proyectos
artísticas y creativas del hombre (a saber, estilos de vida o “culturales” dirigidos.
capacidades virtuales) de las acciones que no le pertenecen Las apreciaciones sobre el arraigo de las dos ideas
al individuo, o sea, los roles dictaminados por una élite, por europeas de Nación del siglo XVIII se hacen a la sombra de las
ejemplo, comportamientos encaminados a la definición de una nuevas fachadas que tomaron durante dos periodos históricos:
supuesta “identidad”. el primero abarca del inicio del siglo XX al término de la Segunda
Las figuras usadas para comprender mejor esa dialéctica Guerra Mundial, y el otro comienza con la segunda posguerra
son la contraposición concebida en los personajes del ser y se prolonga hasta el ascenso de las llamadas sociedades
cultural antropológico —individuo que sale de su animalidad posmodernas, las cuales, se dice, siguen vigentes en el siglo XXI.
por la simple actividad primaria de pensar racionalmente— y Respecto a sus primeras etapas de revaloración, el Volksgeist
el ser cultural elitista —sujeto que recibe de fuera un proyecto llega a su punto cumbre con el nazismo y las Luces con el
de vida político, social, económico y cultural—. liberalismo capitalista. Cabe mencionar que el antagonismo
La construcción de las críticas a la cultura por parte entre ellas, representado por las dos guerras mundiales, es
de las élites de Occidente se realizó por medio de una genea- consecuencia de las prácticas expansionistas de dominio global.
logía que la cultura, en sus dos vertientes, tiene con los En esa fase de antagonismos bélicos, los elementos
nacionalismos encarnados en dos máscaras surgidas durante ideológicos de defensa serán una herencia chovinista, en una
el siglo XVIII: la de la filosofía de las Luces (universalistas) y el primera etapa y, después, el irracionalismo del racismo para el
Volksgeist (particularistas). Todo ello, a fin de responder: ¿hay Volksgeist; mientras, en las Luces, a través de la recuperación
una disolución de la cultura a secas vía nacionalismos de la de un tipo de humanismo se buscará revalorar el universalismo.
modernidad y prácticas de la posmodernidad? Esto último tiene mayor predominio al término de la Segunda
En el segundo capítulo de este texto se plantean Guerra Mundial porque allí arranca la tónica que predeterminará
reflexiones a partir de la influencia de esos dos proyectos toda la etapa pluriculturalista (exacerbamiento del relativismo
en los diferentes órdenes mundiales del siglo XX y lo que cultural: todas las culturas son iguales siempre y cuando se
va del XXI. Tales postulados están más cerca de los tipos adecúen a los marcos de Occidente) de la posguerra, aunque
de totalidades nacionales contemporáneas (capitalismo, hasta ese momento se abordará la dirección de las políticas
nazismo, socialismo y descolonización) en su relación con internacionales, representadas por la ONU, las cuales tienen
los principios particularistas y universalistas. Con antelación un carácter etnocéntrico y diseminador de diferencias, siempre
se explica la correspondencia conceptual entre “civilización” bajo sus parámetros.
y “nacionalismo”. Civilización es entendida a manera de una Tales indicadores son los formulados por el univer-
categoría antropológica, es decir, un mundo; no un metarrelato salismo, cuya pretensión radica en que la humanidad se decline

14 15
en plural hacia las conveniencias de los poderosos. Al término defensa de algún proyecto elitista conducente a la autodeni-
de la última guerra mundial aparecen autores colectivos, quienes gración de la humanidad. En cierto modo, en este trabajo se
encarnan ideas particularistas y universalistas. El espíritu del critica al posmodernismo bajo las mismas armas con que este
Volksgeist es encontrado de nueva cuenta en los movimientos último atacó a la modernidad: al caer en la contradicción de
de liberación de países no desarrollados o descolonizados algunos “posmodernos” respecto a convertir la posmodernidad
(algunas naciones fluctúan entre las dos formas nacionalistas, en el último gran metarrelato de Occidente. El individuo
teniendo, así, un carácter mixto) que desde ese instante no pensante se encierra en una región donde su accionar diverso
tienen que preocuparse por una sola amenaza expansionista. es coartado y, al mismo tiempo, esa región sería la máscara del
En efecto, al intervencionismo de la economía capitalista se multiculturalismo en cuyo supuesto permiso de acceso a todo,
suma el expansionismo del socialismo “emancipador” de las en los hechos, no permite nada.
clases explotadas.
Sin embargo, el arreglo mundial de naciones imperia-
listas y de países descolonizados tampoco permite, en el interior
de cada bando, la rehabilitación del ser cultural antropológico
y de su vida guiada por el pensamiento. Resulta verosímil el
postulado acerca de que esas construcciones nacionales se
basan en sumar fanáticos alienados, quienes defienden las
causas del todo (sectarismos, fundamentalismos, nuevas
derechas o nuevas utopías socialistas). Asimismo, esa idea del
súbdito fanático se contrapone a la del súbdito zombi que
buscan las sociedades posmodernas.
Por ende, el último capítulo se ocupa de acotar, de
manera breve, algunas líneas explicativas sobre el choque
de la defensa de la cultura a secas con algunas proclamas
posmodernas, las cuales dictan que todo y nada es cultural.
Se vislumbra, hipotéticamente, una nueva forma de contra-
posición entre la cultura antropológica y la elitista. La primera
sin variar en sus ideas, pero la segunda se enmarca bajo los
preceptos de las denominadas sociedades posmodernas.
Así, se encuentra que la oposición a la vida guiada por el
pensamiento de la cultura no dirigida es hoy en día el llamado
multiculturalismo posmoderno, el cual afirma que todo y nada
es cultural.
Además, se resaltan los elementos proclives a verificar
que los del posmodernismo (no artístico) también tienden a la

16 17
PRIMER CAPÍTULO

Cultura antropológica
y cultura elitista
Gravedad Creciente del Mundo.- Cuanto más
se eleva la cultura de un hombre, más cosas va
sustrayendo a la burla y a la ironía [...] Cuanto más
profundamente comprende la vida de un hombre,
menos ironiza, a no ser que tal vez ironice la
“profundidad de su comprensión”.
Friedrich Nietzsche
Humano, demasiado humano, 1980

A
ntes de abordar los conceptos modernos de nacionalismo,
entendidos bajo la dialéctica de dos grandes ideologías
occidentales que, por un lado, evocan la universalidad
y, por el otro, la particularidad, se requiere matizar a la cultura
dentro de parámetros antropológicos, pues dará una base de
apoyo para la teorización elitista de su concepto.
El gran debate iniciado con el fin de cuestionar las posturas
nacionalistas contemporáneas lo entabla Claude Lévi-Strauss en
su discurso “Raza e historia”,1 en el que formula Lévi-Strauss, Claude, “Raza e
1

la necesidad de contemplar a las culturas bajo historia”, Antropología estruc-


otros parámetros de estudio, con respeto a la tural, 3. ed., Ed. Siglo XXI,
a

México, 1983, pp. 304-339.


diversidad y el rechazo tanto de la biologización
como de la jerarquización de las diferencias. Ello permite contemplar
el basamento teórico sobre la cultura dentro de la antropología, la

19
cual se ejerce como uno de los mejores ataques a los discursos La concepción evolucionista, inspirada por el éxito de las
fanáticos en los que se fundan la mayoría de los nacionalismos interpretaciones darwinianas del desarrollo biológico; la
contemporáneos. que pone énfasis en la difusión, es decir, en el proceso en
En la búsqueda de una definición antropológica de la virtud del cual una cultura adopta diversos recursos de otra;
la escuela Funcionalista, de la cual cada autor es responsable
cultura se han destacado dos posiciones consideradas clásicas:
de su enfoque particular, para alcanzar la comprensión de un
la de Claude Lévi-Strauss y la de Bronislaw Malinowski. Es
proceso cultural; y sobre todo, el método comparativo.5
interesante notar que más que una contraposición, en ambas
perspectivas hay una complementación teórica entre lo reali- Malinowski se instaura en el análisis funcional, sobra decir que
zado por Lévi-Strauss y lo acotado por Malinowski. este texto no sigue tal ruta, empero, su obra permite visualizar
Se destaca la importancia de la antropología en el el método comparativo como un instrumento de apoyo para
estudio de la cultura porque esta disciplina humanística fue resaltar diferencias entre los nacionalismos inspirados en la
prácticamente la primera en elaborar una teoría de la misma,2 cultura elitista.
2
Giambattista Vico ya había lo-
constatando con ello la preeminencia que Lévi-Strauss, a diferencia de Malinowski, enfatiza
grado avances en el siglo XVIII. guarda lo cultural en el área antropológica. De el estudio antropológico de la cultura a partir del método
Al respecto, Isaiah Berlin dice: hecho, como afirma Malinowski,3 la cultura
estructural, separado de las versiones historiográficas; dicho
“Vico es el verdadero padre
tanto del moderno concepto
se ha convertido en el asunto legítimo de la método “consiste en discernir formas invariantes en el seno
de cultura como de lo que antropología. de contenidos diferentes. El análisis estructural se basa en
podríamos llamar el pluralismo Es relevante precisar que el estudio de la buscar detrás de las formas variables contenidos recurrentes”.6
cultural, según el cual cada
auténtica cultura tiene su pro-
cultura casi siempre se ha elaborado compara- Entonces, Lévi-Strauss contrapone las comunidades de indivi-
pia, exclusiva visión [...]. Vico tivamente. Las contribuciones contemporáneas duos −entendidas como totalidades estructurales− para el
empleó fundamentalmente el en ese campo, según Malinowski, inician con
estudio de cada singularidad cultural.
mismo tipo de método que usa
la mayoría de los antropólogos teorizaciones de Herbert Spencer, Adolf Bastian, En Malinowski la cultura se manifiesta Ibid., pp. 26-48.
5

sociales modernos”. Berlin, Edward Burnett Tylor, Lewis Henry Morgan, Pitt como un “conjunto integral constituido por los Lévi-Strauss, Claude. Antropo-
6

Isaiah, Árbol que crece torcido, logía estructural, 3. ed., Ed. Siglo
a
Rivers, Frederick Ratzel, William Graham Sumner, utensilios y bienes de los consumidores, por el XXI, México,1983, p. 260.
Ed. Vuelta, México, 1992, p. 82.
Malinowski, Bronislaw, Una teoría Émile Durkheim y Albert B. Keller, entre otros. cuerpo de normas que rige a los diversos gru- Malinowski, op. cit., p. 49.
3 7

científica de la cultura y otros La amplitud del tema sobre la cultura pos sociales, por las ideas y artesanías, creencias
ensayos, Ed. Sudamericana,
está dada por su relación con todas las disciplinas y costumbres”;7 características que para él, en diversos grados,
Argentina, 1970, p. 12.
4
Malinowski, op. cit., p. 16. humanistas. “La cultura, por ser el contenido son inherentes tanto a las llamadas culturas primitivas como a
más amplio de la conducta humana, es tan im- las desarrolladas.
portante para el psicólogo como para el investigador de lo Las complicaciones de tal idea se dan cuando se
social, para el historiador como para el lingüista”.4 cuestiona la implicación de realizar, de manera egocéntrica,
La antropología ha adoptado diferentes formas de una jerarquización del ser que teoriza las diferentes culturas.
estudio de la cultura; en la obra de Malinowski se trazan: Lévi-Strauss polemiza esta idea al señalar su oposición a la
biologización y jerarquización de las diferencias culturales. Esto

20 21
significa que el sujeto cognoscente necesariamente construye son colocados en unidades de organización humana conocidos
sus pesquisas o estudios desde una escena en la que él forma bajo el término institución, incluso para Malinowski la cultura
parte de un segmento cultural único, en el cual debe dejar de aparece como un concepto integral de instituciones: “El rasgo
lado toda visión espuria de jerarquía o superioridad. En ese esencial de la cultura tal como la vivimos y experimentamos, y
sentido, a raíz de sus costumbres un pueblo puede analizar y como la podemos observar científicamente, es la organización
visualizar conocimientos generados por algún antropólogo; de los seres humanos en grupos permanentes (instituciones)”.8
quien estudia a otra sociedad en tanto fenómeno cultural y no En un análisis que considere lo anterior, el vocablo
por ello la califica como superior o inferior, sino diversa respecto institución sería la legítima unidad aislable en el estudio de la
a su propio universo. cultura. Dicha idea se rescata cuando se abordan las institucio-
Al entablar una discusión sobre la cultura en términos nes emanadas del nacionalismo, inspiradas por la filosofía de
antropológicos se deben abordar, básicamente, aspectos refe- las Luces en el siglo XVIII europeo, pues se desglosan distintos
rentes a hechos biológicos, tanto de la fisiología interna del principios de integración, en los que cada uno tiene, a su vez, dife-
hombre como del entorno que le rodea. Las culturas encuentran rentes tipos de instituciones. Malinowski señala los siguientes:
así un tipo de predeterminación que, por otra parte, no debe
[…] la reproducción (institución familiar); territorio (provincias,
generalizarse para la teorización de sus diferencias. La cultura
ciudades, urbes); biológico (grupos sexuales totémicos);
deviene, según Malinowski, del surgimiento de un ambiente asociaciones voluntarias (clubes, equipos); ocupaciones y
secundario creado por el hombre como respuesta a sus impe- profesiones (oficios y gremios); rango y “status” (nobleza, clero,
rativos biológicos. Aquí se confirma, según el análisis funcional, siervos); y principio inclusivo (integración por comunidad de
la relación que la cultura tiene con los hechos biológicos. cultura o poder político).9
Sin embargo, para Lévi-Strauss y Finkielkraut tal idea de la
Lo anterior refiere la implantación institucional Ibid., p. 56. 8
biologización no debe pretextar, como pretenden algunos,
como aquello que le da forma orgánica a la satis- Ibid., pp. 66-82.
9

el llamado a la superioridad de alguna cultura, apoyados en Ibid., p. 109.


10
facción de las necesidades básicas de los individuos.
pseudoteorías racistas.
Hace falta, sin embargo, precisar un poco más el análisis funcional
Una vez que Malinowski traza su idea mínima de cultu-
de Malinowski, sobre todo en lo que respecta a la delimitación de
ra, enseguida delinea una segunda premisa de cultura inmersa
las necesidades culturales primarias y su relación intrínseca con
en los parámetros de su misma reproducción, conservación y
los impulsos, las actitudes y las satisfacciones de los individuos.
administración, debido a ello el concepto de cultura aumenta
Por ello las separa como se muestra a continuación:
en vertientes y complejidad.
Ahora bien, la renovación constante de las necesidades A. Necesidades básicas B. Concomitantes culturales
es un condicionamiento de algunas formas de organización 1. Metabolismo 1. Abasto
económica. Aparecen imperativos instrumentales −derivados 2. Reproducción 2. Parentesco
de los nuevos requerimientos culturales− caracterizados por 3. Bienestar corporal 3. Abrigo
4. Seguridad 4. Protección
actividades económicas, normativas, educacionales y políticas; 5. Movimiento 5. Actividades
surgen también imperativos integrativos que, a saber por Ma- 6. Crecimiento 6. Ejercitación
linowski, son el conocimiento, la religión y la magia. Todos ellos 7. Salud 7. Higiene10

22 23
La correspondencia entre necesidades básicas y concomitantes El análisis de Malinowski sobre las necesidades derivadas, se
culturales es enfocada por Malinowski bajo un análisis funcional, presenta de manera esquemática, mostrando por un lado im-
así la relación entre A y B se infiere como una unidad funcional perativos, y por el otro, concomitantes.
concreta, mediante la cual se estudia de forma aislada a los tipos Descrita la categorización antropológica de la cultura
de satisfacciones requeridos por determinadas necesidades de Malinowski, conviene señalar brevemente la teorización de
básicas. Claude Lévi-Strauss sobre la cultura, la cual enmarca más la
Además, se caracteriza, de manera somera, el aspecto de relación de las culturas (entendidas como estructuras totales)
las necesidades derivadas y su satisfacción porque Malinowski que la definición funcional interna de alguna de ellas.
construye un segundo plano de unidades funcionales en las que La cultura en el estudio estructural de Lévi-Strauss se
aparecen propiamente los aspectos que se relacionarán con las debe ver como una razón social, no desde los enfoques funcio-
principales argumentaciones de este texto, ya que los impera- nalistas, donde se le asimila con la suma de utensilios y objetos.
tivos y las concomitantes de este segundo plano definen más a En Lévi-Strauss lo cultural es un sistema total de relaciones que
las totalidades aparecidas en la figura de los países que acuden engloba los aspectos material, jurídico, religioso y artístico, y
a la construcción ideológica de los nacionalismos y no tanto a cuando se sirve, por ejemplo, de la lingüística, concibe la cultura a
las comunidades primitivas conceptualizadas en el análisis del manera de un conjunto de signos que conforman una estructura.
primer plano. Tiene razón Octavio Paz cuando afirma que, a partir de
esa concepción, Claude Lévi-Strauss rompe con el funcionalismo,
11
Ibid., p. 147. el historicismo y la fenomenología.
Aquí es oportuno esbozar, de paso, sus afinidades [de
Imperativos Concomitantes
Lévi-Strauss] y diferencias con los puntos de vista de Ma-
l. El patrimonio cultural constituido por los linowski. [...] Malinowski tuvo el gran mérito de mostrar
utensilios y bienes de los consumidores debe l. Economía
ser producido, usado, mantenido y reem- experimentalmente que las ideas que tiene una sociedad de
plazado por nueva producción. sí misma son parte inseparable de la misma sociedad y de esta
2. La conducta humana, en cuanto se refiere a manera revalorizó la noción de significado en el hecho
la prescripción técnica, consuetudinaria, legal 2. Control social social; pero redujo la significación de los fenómenos sociales
o moral debe ser codificada y regulada en
a la categoría de función. [...] La originalidad de Lévi-Strauss
acción y sanción.
reside en ver a la estructura no únicamente como un
3. El elemento humano gracias al cual se
mantiene toda institución debe ser renovado, 3. Educación fenómeno resultante de la asociación de los hombres, sino
formado, disciplinado y provisto de pleno como un sistema regido por una cohesión interna. […] Lévi-
conocimiento de la tradición de grupo. -Strauss piensa que la estructura es un sistema en 12 Paz, Octavio, Claude Lévi-
4. Dentro de cada institución, la autoridad debe que cada sistema está regido por un código que -Strauss o el nuevo festín de
ser definida, equipada con poderes y dotada de 4. Organización política11 permite, si el antropólogo logra descifrarlo, su Esopo, Ed. Joaquín Mortíz, México,
los medios para la ejecución compulsiva de sus 1987, pp. 14-16.
traducción a otro sistema.12
mandatos.

24 25
Separado del funcionalismo, Lévi-Strauss enfoca a los signos del afirmaciones, cómo esa idea antropológica de la cultura será
lenguaje no como algo que existe para llenar una función, sino defendida por Lévi-Strauss para cada sistema social; defensa
como una noción de relación estructural. que se muestra, de manera efusiva, en su discurso “Raza e historia”.
Pero, ¿cómo diferencia Lévi-Strauss el paso que da el in- Con ese discurso pronunciado en la Unesco, Lévi-Strauss
dividuo del mundo de la naturaleza al de la cultura? Afirmando reabrió el debate sobre las culturas, el cual gira en torno al
que el hombre pasa de un estado natural a uno cultural porque concepto raza dentro de la definición de las culturas, sobre todo,
en el primero hay una ausencia de reglas: en la confusión entre la noción puramente biológica de raza
y las producciones sociológicas y psicológicas de las culturas
En efecto, se cae en un círculo vicioso al buscar en la naturaleza
humanas. No obstante, en el raciocinio de Lévi-Strauss, el error
el origen de reglas institucionales que suponen la cultura y
cuya instauración en el seno de un grupo difícilmente pueden
de la antropología fue no percatarse de que hay más culturas
concebirse sin la intervención del lenguaje. La constancia y la que razas humanas, por lo tanto, cuando se intenta resolver el
regularidad existen, es cierto, tanto en la naturaleza como en problema de la desigualdad de las razas, el antropólogo debe
la cultura. No obstante, en el seno de la naturaleza aparecen primero ocuparse de la diversidad de las culturas humanas.
precisamente en el dominio en que dentro de la cultura se Para Lévi-Strauss la necesidad de establecer un inven-
manifiestan de modo más débil, y viceversa.13 tario de las culturas es el elemento clave para discernir la
diferencia de las mismas; pero no concibe ese inventario a partir
Al entender la naturaleza en el orden de lo universal y la cultura
de una idea estática de la diversidad, sino de las relaciones que
en el de la norma o la regla, Claude Lévi-Strauss establece una
unen a las culturas con otras.
forma de análisis que las comprende contrapuestas. Esto es:
Pero, ¿qué se necesita? Lévi-Strauss contesta que la de-
En todas partes donde se presentan las reglas sabemos con gradación del etnocentrismo; actitud que instaura una noción
certeza que estamos en el estadío de la cultura. Simétri- de humanidad tardía, con poca expansión y sin reconocer la
camente es fácil reconocer en lo universal el criterio de la paradoja del relativismo cultural; en lo cual Finkielkraut acuerda
naturaleza, puesto que la constante en todos los hombres y afirma al respecto:
escapa necesariamente al dominio de las costumbres, de
las técnicas y de las instituciones por las que sus grupos se Verdad es que no hay nada peor que erigir nuestro propio
distinguen y oponen. Sostenemos, pues, que todo lo que es modo de ser en norma universal y negar el nombre de seres
humanos a aquellos cuyas costumbres nos son extrañas o que
13
Lévi-Strauss, Claude, Las universal en el hombre corresponde al orden de la
estructuras elementales naturaleza y se caracteriza por la espontaneidad, exhiben otro color de piel. Ciertamente la diversidad de las
del parentesco, Ed. Paidós, mientras que todo lo que está sujeto a una norma culturas debe ser defendida sin cansancio contra 15
Finkielkraut, Alain, La sabidu-
México, 1983, p. 41. ría del amor, Ed. Gedisa, México,
pertenece a la cultura y presenta los atributos de lo las pretensiones del etnocentrismo.15
14
Ibid. 1988, p. 31.
relativo y lo particular.14
Por eso Lévi-Strauss distribuye a las culturas “en tres categorías:
Basándose en esos elementos, Lévi-Strauss dice que la primera las que son contemporáneas pero residen en otro lugar del
regla de toda comunidad, con excepciones que no rompen su globo; las que se han manifestado aproximadamente en el
universalidad, es la prohibición del incesto. No interesa relatar mismo espacio, pero la han precedido en el tiempo; aquellas,
los pormenores de esa teoría, sino examinar, a la luz de esas por último, que han existido a la vez en un tiempo anterior al

26 27
suyo y en un espacio diferente de aquel donde ella reside”.16 cuenta de la situación específica de la respectiva mediación que
Distribución realizada con las reservas que implica conocer: a cada uno atañe. De lo contrario se corre el riesgo, tal como lo
indica Lévi-Strauss, de percibir más activas a las culturas cuando
dos clases de historias: una historia progresiva, adquisitiva,
se desplazan en el sentido de la nuestra y más estacionarias
que acumula los hallazgos y las invenciones para construir
grandes civilizaciones, y otra historia, quizás igualmente
cuando su orientación diverge.
activa y que haría intervenir otros tantos talentos, pero donde Se retoman los argumentos anteriores para combatir las
faltaría el don sintético que es privilegio de la primera.17 ideas de la occidentalización etnocéntrica, aunque de ningún
modo ello implica que en esta obra se proponga un nuevo tipo
De ese modo, el investigador de la cultura no tiene por qué de ideología con la cual se pretenda apelar la desoccidentali-
sucumbir al etnocentrismo; tendrá que asimilar las disparidades zación del mundo, pues tampoco esta última se preocupa por
culturales a partir de recuperar la idea de que ni todas las co- señalar sus diferencias de enfoques respecto de otras estructuras.
munidades sociales tienen los mismos condicionamientos ni la De hecho, lo que Lévi-Strauss acota es el relato de los
misma base histórica. errores de Occidente, donde sus dos ideas de Nación involucran
Elaborar la genealogía antropológica de la cultura ha al Volksgeist y a la filosofía de las Luces, ambas concepciones
sido el intento de muchos etnólogos, pero se ha visto entorpe- han pretendido absorber a las culturas bajo sus parámetros, re-
cido por las anteojeras que les impone su propia cultura. chazando aquellas identidades que no les son similares. Aparece
Persuadido por la búsqueda de una variación en los análisis así la fuente de las guerras y el racismo.
antropológicos, Lévi-Strauss reubica la idea de progreso hacia Entre los parámetros de medición de las culturas, según
una concepción más prudente: “El progreso no es ni necesario ni la antropología de Lévi-Strauss, se encuentra que la originalidad
continuo; procede por saltos. Estos saltos no consisten en llegar de cada una reside en su modo particular de resolver problemas
cada vez más lejos en la misma dirección; van acompañados de y de situar sus valores; asunto que lleva de inmediato a pregun-
cambios de orientación, un poco al modo del caballo de ajedrez. tar cuál es el lugar que atañe a la llamada civilización occidental.
Sólo de vez en cuando es acumulativa la historia”.18 Sin necesidad de un gran raciocinio se entiende que las culturas
En tal idea de progreso cada estructura cultural tiene no occidentales le han otorgado a Occidente un reconocimien-
su propia noción del devenir. Por tanto, Lévi-Strauss les otorga to de superioridad, sin embargo, resultaría aún más ingenuo si
nombres específicos: historia estacionaria e historia acumu- no se capta que ese reconocimiento ha sido auspiciado por el
lativa, con la intención de ubicar una mediación entre ellas, en propio Occidente, y que esa asunción de superioridad no ha sido
este caso una diferencia de enfoque, la cual se la primera en la historia de las civilizaciones.
16
Lévi-Strauss, Claude, “Raza e
historia”, p. 312. presenta según la situación particular en la que se Con base en lo anterior, Lévi-Strauss deduce que el
17
Ibid., p. 315. encuentre el sujeto cognoscente y en consonancia lugar de la civilización occidental es equivalente al de las
18
Ibid., p. 317.
con los acontecimientos de un proceso cultural. demás civilizaciones, pero con distinciones de grado (distintas
Los seres humanos como portadores de cultura son religiones, costumbres, cosmogonías); por tanto, el discurso
aprehensibles y en absoluto pueden dejar de lado sus intereses; legitimador es entendido como historia acumulativa (idea de
sin embargo, para un análisis menos viciado, corresponde dar progreso), la cual jamás funciona para efectos de comparación
con otras culturas: “La diferencia entre historia acumulativa e

28 29
historia no acumulativa, no se da nunca; toda historia es acu- El pensamiento ideológico juega un papel importante
mulativa con diferencia de grado”.19 en ambas justificaciones, aun cuando no tienen las mismas
Para Lévi-Strauss es absurdo calificar una cultura como acepciones. La idea de pensamiento en el sustrato cultural
19
Ibid., p. 331. superior a otra debido a que ninguna de ellas está sola; elitista se asume bajo diferentes parámetros, algunos de los
20
Ibid., p. 336. todas se encuentran en coalición, pero ninguna de la forma cuales originan la violencia y los antagonismos entre los países.
propuesta por la noción de civilización mundial, que a este res- Aunque el principal peligro de los discursos nacionalistas es
pecto resulta pobre. Por eso el antropólogo francés apunta que que pueden llevar, en sí, al desprestigio de la política como bien
la “contribución de las culturas no consiste en la lista de sus apunta Bernard Crick:
invenciones particulares sino en la separación diferencial que
En nuestro tiempo es posible que el nacionalismo sea el motivo
exhiben entre ellas. La civilización mundial no podría ser otra
que más fuerza tiene para empujar a los hombres a abandonar
cosa más que la coalición, en escala mundial, de culturas, cada
o despreciar la política. La lucha de un pueblo oprimido por
una de las cuales preservaría su originalidad”.20
liberarse despierta el sentimiento de generosidad humana.
Tal originalidad tampoco está relacionada con las afir-
Nada podrá argumentar una comunidad que siente ser una
maciones del historicismo romántico que si bien hablaba del nación más que su creencia de que lo es y de que es preferible
rescate de la originalidad, lo hacía en el sentido de una función ser oprimido por su propia gente que por extranjeros.22
legitimadora de élite, lo cual, en algunos casos, llegó a engendrar “Las comunidades no deben
los regímenes de terror más perversos del totalitarismo fascista. Cuando se señala el papel trascendental del distinguirse por su falsedad o
Aclarados ciertos aspectos de la cultura antropológica, por su legitimidad, sino por el
pensamiento en la cultura se abarca práctica-
estilo en el que son imaginadas
se explica la gestación de las ideas nacionalistas del siglo XVIII en mente toda la historia del hombre, por eso es [...] Se imagina como comunidad
Europa bajo la premisa de que son el antecedente inmediato de conveniente enfatizar que la delimitación de este porque, independientemente de la
los dos conceptos modernos de la cultura elitista en Occidente. libro radica en la cultura elitista iniciada con las desigualdad que en efecto pue-
dan prevalecer en cada caso, la
Châtelet señala en su libro Las concepciones políticas del dos vertientes de Nación del siglo XVIII y finali- Nación se concibe siempre como
siglo XX que antes de hablar de imperialismos es vital tratar el zada con las llamadas sociedades posmodernas. un compañerismo profundo,
tema de la formación de Estados nacionales, y abordar su estudio El papel del pensamiento, en tanto horizontal”. Anderson, Benedict,
Comunidades imaginadas, Refle-
a partir del triunfo de la idea de Estado, concebido como Estado concepción ideológica, es trascendental para xiones sobre el orígen y la difusión
nación. En efecto, al discutir sobre política internacional en comprender los cambios que ha tenido la del nacionalismo. FCE, México,
correspondencia con los Estados, la particularidad esencial de los cultura en el Occidente moderno. La derrota 1993, pp. 24-25. El problema de
este autor es que no asume que
análisis es la concepción de Nación. En ese momento aparecen del pensamiento, del filósofo francés Alain esa imaginaria ha sido propuesta
las ideas de la cultura elitista y también las consecuentes disputas Finkielkraut, es una obra influyente para entender por alguien, ya sean políticos o
21
Idea que no comparte Benedict de esas pseudoculturas. el correlato de la manipulación del pensamiento intelectuales de la élite de las
mismas sociedades.
Anderson, ya que, según él, los Si en el interior de los aparatos estatales en la generación de discursos de dominio 22
Crick, Bernard, En defensa de la po-
nacionalismos son comunidades
imaginadas en las cuales estaría
confluyen justificaciones como la racionalidad (y en totalizadores que buscan la negación de las dife- lítica, Tusquets, México, 2003, p. 83.

ausente el discurso de Finkielkraut, algunos otros, tal como lo señala Lukács, la irraciona- rencias por parte de las élites; inclusive su propio autor la ubica
quien los entiende como el resul- lidad), en la gestación y relación de los nacionalismos, la
como el relato de la ascensión y el triunfo del pensamiento
tado del establecimiento de una
cultura elitista. Anderson dice:
variable justificante es una cultura dirigida.21 dirigido por la cultura elitista occidental, en aras de la derrota

30 31
del pensamiento del “ser cultural antropológico”, definido con define la transmutación de la cultura a mi cultura aludiendo
el auxilio de Claude Lévi-Strauss. que la cultura es el ámbito en el que se desarrolla la actividad
La vida guiada por el pensamiento dirigido aparece espiritual y creadora del hombre, mientras mi cultura es “el es-
como la premisa fundadora de la cultura elitista occidental, píritu del pueblo al que pertenezco y que impregna a la vez
pero su ascenso ha tenido fragilidad y contestación. Desde la mi pensamiento más elevado y los gestos más sencillos de mi
colonización y la ascensión de los imperialismos occidentales, existencia cotidiana”.25
23
Finkielkraut, Alain, La derrota los conflictos inherentes a esta jerarquía se han Con esa tajante separación de dos tipos de cultura, en el
del pensamiento, Ed. Anagra- sucedido, aunque adversarios y partidarios de mismo plano de la modernidad se engendra una de las visiones
ma, 4. ed., España, l988, p. 5.
a

24
“La oposición a las ideas cen-
la vida guiada por ese tipo de pensamiento no elitistas más temibles, la cual, a su vez, pretenderá constituirse
trales de la Ilustración francesa, y dejan de reivindicar su “auténtica” cultura. en un paradigma a seguir. Así, para entender el proceso de
a sus aliados y discípulos en otros Hasta el momento el presente texto ha surgimiento de esos discursos del pensamiento elitista que
países europeos, es tan vieja como
el movimiento mismo [...] esta
manejado la idea de dos conceptos modernos intentan venderse en términos de únicos proyectos culturales
postura en contra de la razón ya de cultura elitista que tienen su origen en la válidos es necesario ubicarlos cronológicamente, y tratando
se remontaba hasta los sofistas disputa por el control de sus intereses, y lo único primero lo referente al Volksgeist, también denominado “espíritu
griegos Protágoras, Antifón y
Critias, de que las creencias
alterable son sus programas, entendidos bajo su del pueblo“ o “genio nacional”; principalmente la crítica a éste,
que envolvían juicios de valor concepción particular de cultura. Todo esto se pues con ella se puede generar un tratamiento alterno de las
y las instituciones fundadas de radicaliza aún más con nociones posmodernas, dos concepciones nacionalistas, tanto de la particularista,
éstos, no descansaban sobre
descubrimientos de hechos natu-
como lo afirma el propio Finkielkraut: “En que emerge de ese recurso conceptual, y su contraparte, la
rales objetivos e inalterables, sino efecto el término cultura tiene actualmente dos universalista, que se construirá a contrapelo de conceptuar
en la opinión humana, que era significados. El primero afirma la preeminencia Nación como un destino de sangre o de raza. Finkielkraut, Alain, La derrota
25

variable y difería en diferentes


sociedades y en tiempos diferen-
de la vida guiada por el pensamiento; el segundo En primera instancia, en el “espíritu del del pensamiento, pp. 9-10.
“La relación del pensamiento
26

tes [...] esta tradición se reafirmó la rechaza: desde los gestos elementales a las pueblo” figura un significado de la cultura como consigo mismo, que se hace
sólidamente en los escritos de grandes creaciones del espíritu, ¿acaso no es mi cultura, pero lo anterior es una construcción presente en la reflexión, es
escépticos del siglo XVI tales como
Cornelio Agrippa, Montaigne
todo cultural?”.23 ideológica que, como tal, forzosamente tiende contemplada como la más in-
mediata para el pensamiento
y Charron, cuya influencia es Pero, ¿cuándo y cómo surgen estas dos a ser pensada por alguna fuente intelectual, así en general. La reflexión es el
discernible en los sentimientos visiones culturales negadoras del pensamiento que la fuente ideológico-intelectual del “genio modelo más frecuente en el
de los pensadores y poetas de
la época isabelina y jacobea”.
del ser cultural antropológico? A partir de la nacional” es legado del romanticismo alemán, pensamiento de los primeros
románticos”. Benjamin, Walter,
Berlin, Isaiah, Contra la corriente, división entre el sentimiento de lo universal y urdido de la reflexión de sí mismo,26 que evoca El concepto de crítica de arte
FCE, México, 1986, pp. 59-60. el del particularismo, es que Alain Finkielkraut de forma clara la idea de particularidad. Noción en el romanticismo alemán, Ed.
caracteriza al primero según los principios de la filosofía de las que representa la versión del pensamiento con- Península, España, 1988, p. 41.
Luces y el segundo bajo la definición del Volksgeist. trapuesto a las ideas inspiradas en las Luces, las cuales dotaban
El Volksgeist se gesta como crítica a las Luces y tam- a todo hombre de derechos universales inalienables.
bién parte de una añeja herencia de enfrentamientos entre El término Volksgeist hace su aparición −tal lo señala
lo considerado razonable y lo que no,24 acorde con uno de los Finkielkraut− en 1774 en Otra filosofía de la historia de Her-
distintivos de la era moderna. Además, dicho autor francés der, como contraparte teórica de El espíritu de las leyes de

32 33
Montesquieu. Para Herder, ni las máximas ni las leyes son lo tan siquiera racional, sino que la razón es histórica”.28 Por su
único que gobierna a los hombres, ya que, en su opinión, cada parte, en la propuesta de las Luces la razón, representada
Nación en la tierra tiene un modo de ser único e insustituible. Con emblemáticamente por Voltaire, se rechaza a causa de la de-
ello, la idea de Nación desde el particularismo entra a la disputa fensa de la diversidad auspiciada por el Volksgeist (no es la
de los nacionalismos que afirman su existir por y para el Todo.27 misma que solicitan Lévi-Strauss y Finkielkraut); momento en
Pese a que el ideal del Volksgeist es acabar con el el que se afianza la idea de orgullo nacional incomparable.
error secular de descontextualizar las obras humanas de su Al respecto, Isaiah Berlin29 señala que ese principio de
particularidad para implantar un absoluto, su propio programa, identidad conoce su máximo apogeo poco después de la derrota
inspirado en los valores regionales y principios adquiridos, no de Jena y la ocupación napoleónica, cuando se convierte en
deja de convertirse también en un absoluto. La diferencia entre imperativo predominante contraponer a la derrota militar
esos absolutos o “Todos” (caracterizados con los dos frentes alguna justificación de resistencia. Por eso, una de las principales
nacionales de Occidente) es que uno se construye con una funciones que asumen poetas y pensadores es defender el
pretensión universal y el otro con una particular. Por lo demás, “genio nacional”; tarea que el Volksgeist sigue tomando como
cabe decir que en los antagonismos de los dos programas se bandera de identidad, desplegándola por las regiones del mundo
han presentado, con frecuencia, mezclas entre ellos, es decir, los en las que hay conflictos contra el universalismo totalizante.
programas culturales han cambiado de bando. La paradoja de esos defensores consiste en no ser conscientes
27
Se retoma esta idea de En la explicación del Volksgeist es ne- de que tanto ellos como los defensores de la
Finkielkraut, Alain, La derrota
28
Fernando Savater, cuando señala razón y el progreso de las Luces son servidores del pensamiento, p. 11.
cesario discutir la idea de progreso porque,
que el Todo, entendido como
cualquier tipo de Estado, es quien en primer lugar, dicha idea no tiene la misma
de ideologías cuya búsqueda de totalitarismo “Este ánimo se hizo fiebre
29

manda. En ese sentido, las dos equivalencia en los dos proyectos y, en segundo aplasta a los individuos, incluso no sorprende durante la resistencia nacional
contra Napoleón, y constituyó
ideas de Nación que se analizan que la defensa de la idea de Nación particularista en efecto el modelo original
lugar, cada concepción tiene una versión
se comprenden como totalidades
que buscan apresar a las partes que diferente de la filosofía de la historia. Así, en el
haya degenerado, en ocasiones, en regímenes de la reacción de una sociedad
atrasada, explotada o en todo
las componen en una idea unitaria. proyecto cultural del Volksgeist, presentado por totalitarios y autoritarios.
caso tutelada que, resentida por
Con ello se construye su identidad; En lo concerniente a los principios cul- su aparente condición inferior,
Herder, hay una apuesta a favor de la inteligi-
la diferencia entre ellas sólo
serían sus formas respectivas de bilidad del tiempo y no una racionalización del
turales de Nación sustentada por la doctrina de respondió volviendo la vista a
gestión autoritaria. Savater, Fer- devenir. Cabe mencionar que, en términos de las Luces, la mayoría de los filósofos y teóricos pasadas glorias y triunfos reales
o imaginarios, y a los atributos
nando, Panfleto contra el todo, políticos coinciden en que el alma mater de esa loables de su carácter nacional
cultura y justificación política, principalmente en
Primer capítulo, Alianza Editorial,
3.ª reimpresión, España, 1989, pp. el plano de la economía y la técnica industrial,
concepción es Francia, específicamente porque allí y cultural”. Berlin, Isaiah, Árbol
17-27. fue adoptado también al interior de países surge el proyecto de las Luces y su Revolución, en que crece torcido, pp. 300-301.
defensores del historicismo romántico, debido a que existe en cuyos núcleos se dan principios que buscan la emancipación de
ellos una apuesta por el progreso. los individuos con un uso retórico de la ideología universalista,
Ambos proyectos fueron y son parte de la modernidad, misma a la que, por cierto, se intenta dotar de atributos del llama-
la diferencia radica en que el Volksgeist no pretende justifi- do derecho a la razón y la sabiduría de todos los actores sociales.
carse bajo la noción de progreso de las Luces, pues su filosofía ¿A partir de qué preceptos aparece la idea de Nación
de la historia argumenta: “La historia no es razonable ni fundada en las Luces? De la revisión de los conflictos históricos

34 35
previos a la detonación de esa filosofía podría interpretarse que el ser de las naciones en Occidente, y si el interés por el otro
lo acontecido en Francia durante el siglo XVIII es, como apunta se caracteriza por el acecho y la defensa, la presencia de la
Fernando Savater en Panfleto contra el todo, el aparecer de violencia se le acerca.
la crítica ilustrada que socavó los fundamentos ideológicos La violencia constreñida por estos nuevos parámetros
en el cual se apoyaba el consenso de respeto a la Iglesia y la nacionales tiene su punto de arranque en la connotación
nobleza. Esto es, la crítica ilustrada emerge a manera de primer filosófica de que el amor al prójimo no es inherente al hombre,
detonante para el nacimiento de un nuevo tipo de Estado en por ende, el deber que el otro impone al ser no puede sustraerse
el que se pregona la legalidad y el derecho, no como lo que porque es una imposición no coactiva: una imposición óntica
da una respuesta a las confrontaciones con el exterior; así la a partir del no aislamiento a la percepción física del otro. La
Revolución francesa es la búsqueda de una respuesta para violencia es el intento de ese abandono, la deserción buscada
solucionar conflictos internos. pero no encontrada.
Las teorías contractualistas y la defensa de la voluntad En consonancia con los usos de la violencia, tanto en
general pregonada por el ginebrino Rousseau pretendían minar un su amague como en su puesta en práctica, la filosofía de las
poder monárquico y, consecuencia de ello, fundar una nueva idea Luces crea un nuevo tipo de orden que se intenta implantar a
de Nación, pero sin parámetros de evocación universalista que sólo las demás totalidades nacionales. Sus filósofos se definían a sí
aparecería y se consolidaría con el ascenso del Imperio de Napoleón. mismos apacibles legisladores de la razón, esta última integrada
Queda claro que el proyecto de la modernidad no siempre por la vida guiada por el pensamiento, donde se conceptualiza
ha sido el mismo. De hecho, el proyecto de la colonización del “como ser social o como individuo pensante […] al hombre
Renacimiento es diferente al de universalización reflejado con que no se pertenece a sí mismo; que se articula previamente a
la puesta en práctica del imperialismo napoleónico. Por tanto, cualquier experiencia, sobre algo que le es ajeno”.30
las categorizaciones deben derivarse de los requerimientos del De lo anterior emerge la interrogante de cómo situar
hecho político específico. al ser individual en la concepción nacional de las Luces, en vis-
Respecto a esto último, al reconocer el interés por las ta de que el Volksgeist, según sus detractores, lo emplaza en
disputas de las élites en el plano internacional se abarca la parámetros del prejuicio; es decir, encontrar las Finkielkraut, Alain, La derrota
30

conceptualización de la segunda versión nacional surgida del motivaciones que llevan al hombre a la delegación del pensamiento, p. 21.
De La Boètie, Etienne, Discurso de la
31

pleno establecimiento de la filosofía de las Luces. La República de su querer individual por un querer colectivo servidumbre voluntaria o el Con-
instaurada en sí, no su proyecto, es lo que interesa para la sin consentimiento necesariamente. Un análisis tra uno, Ed. Tecnos, España, 1986.
disertación sobre las concepciones culturales de la modernidad, exhaustivo de esto no apremia tanto como extraer “La primera razón por la que
32

los hombres sirven voluntaria-


por lo que a esta segunda versión nacional, al igual que la primera, sólo aquellas indicaciones que permitan esbozar el mente es porque nacen siervos
se le concibe como un todo contrapuesto a su exterioridad. argumento de esa identidad nacional. y son educados como tales”. De
La contraposición de estas dos totalidades resultaría en De acuerdo con Etienne De La Boètie, el La Boètie, op. cit., p. 32.
la noción metafísica de Occidente. Esto es: a partir de la violencia sometimiento individual para con el “Uno” representado por
o la comunión de los contrarios se definen las identidades el monarca (en Savater es el “Todo” simbolizado por el Estado)
(aplicadas para este caso en las dos nociones culturales de élite será llamado servidumbre voluntaria,31 la cual encuentra su
que cada nacionalismo tuvo). La fascinación por el otro afirma causa primera en la costumbre.32 Esas premisas se originan

36 37
en 1576 durante un discurso de De La Boètie, mismas que Humanidad, aquel tendrá que perecer por mandato de la mayoría
siguen vigentes cada vez que se aborda la problemática de la que, por otra parte, siempre es silenciosa para dirimir los asuntos
servidumbre y la libertad. De allí que para este estudio no sólo de un ente individual.
sea necesario entender como parte integral de una Nación los Con la manifestación de la idea de un nuevo sujeto
grados de servidumbre, sino los grados de libertad. Paradoja de colectivo, en la Francia del siglo XVIII se pregonó en lugar de la
la filosofía abordada por Finkielkraut de la manera que sigue: originalidad particular (destacada por el Volksgeist), la igualdad
“Quien impone la servidumbre original es, no el otro, sino el ser, que prevalecía entre sus miembros. Esta igualdad, fundada en
pues el primer amo es el sí mismo que estorba sin remisión al yo, el derecho, sería la base de la versión de libertad que ese tipo
y el lazo inicial en el que la conciencia se descubre cautiva es el de naciones sostendrían. La irrupción contra el absolutismo
lazo de la identidad”.33 real en aras de esa traslación de la libertad deviene, según Sieyès,
La coincidencia entre De La Boètie y Finkielkraut es en el concepto de “asociados” representados por una misma
notable, pues mientras en el primero, la servidumbre es una legislatura. Así, el humanismo de esa identidad nacional se
imposición de las costumbres mezquinas del mismo sirviente convierte en contraparte del “genio nacional”, pues al cambiar
al no adquirir la responsabilidad de generar y hacer respetar su de sentido el arraigo de los individuos, “pillando a contrapié su
propia libertad, aun con la salida radical de preferir la muerte propia etimología (nascor, en latín quiere decir nacer), la Nación
a la esclavitud; en el segundo la servidumbre es la imposición revolucionaria desarraigaba a los individuos y los definía más
de la propia mismidad del ser.34 En cuanto a la libertad, Savater por su humanidad que por su nacimiento”.36
33
Finkielkraut, Alain, La sabi- explica que De La Boètie la entiende como la Paradójicamente, de vuelta al antagonismo entre estas
duría del amor, p. 21.
34
Idea acuñada en la línea que
capacidad de dirigir y potenciar las propias inicia- dos identidades de Nación elitista se encuentra que la influencia
Lévinas retoma de la distinción tivas, y no padecer que otros determinen lo que entre una y otra no deja de presentarse, incluso, en sus propias
Heideggeriana entre el estar aquí
ha de hacerse.35 Esa idea se puede trasladar a las gestaciones. Sin sorpresa alguna, dentro del propio mundo
y el ser. En donde el estar
aquí posibilita la aparición de argumentaciones hasta aquí presentadas, ya que intelectual francés hubo posiciones encontradas sobre los
la mismidad, como elemento la defensa de la cultura a secas, la deslindada principios igualitarios del tipo de humanismo que enaltecía la
que revive la experiencia del
mundo. Por tanto, según de la cultura de élites, precisamente rechaza el filosofía de las Luces, por lo que la división de los Finkielkraut, Alain, La derrota
36

Finkielkraut: la mismidad es el etnocentrismo dictado por algunas naciones por- denominados conservadores no se comprende si del pensamiento, p. 15.
evento del ser. Ibid., p. 16.
37
35
Savater, Fernando, Panfleto contra que impide la autodeterminación de los pueblos. no se observan algunos de sus argumentos.
el todo. Segundo capítulo. Lo anterior ubica como maniquea la línea El “gobierno”, parte representante del cuerpo de la
de la filosofía de las Luces sobre la libertad, a la cual posiciona a Nación, era concebido por los revolucionarios franceses como
modo de una base o terreno en el que se construye el edificio de un instrumento de la propia Nación; por lo tanto, ésta tenía el
la justicia. La noción de justicia pregonada por los filósofos de la derecho de relevar a todo aquel gobierno que no cumpliera con
Ilustración, mayoritariamente, tiende a considerar que importa sus requerimientos, lo cual constituía, para los defensores de la
más la injusticia individual de cualquier hombre particular (así tradición, un pecado original: “La presunción fatal de la que se
con minúsculas) que la del Hombre representando al conjunto desprende inexorablemente la disolución del conjunto social, el
de la Humanidad (los dos conceptos con mayúsculas). Bajo esa terror y para terminar, la dictadura napoleónica”.37
égida, si el hombre particular se contrapone a la justicia de la

38 39
Las dos vertientes intelectuales internas de la Francia del siglo templan su particularidad como elemento de defensa y ataque
XVIII, las Luces y la contrarrevolución, tienen una concepción al interior de los planos internacionales. La perspectiva de los
diferente de las libertades. Los detractores del “progreso” argüían medios va dirigida a los fines específicos que tienen unos y otros
que jamás había existido un contrato, ya que un ciudadano no detractores.
pertenecía a la Nación en virtud de un decreto; mientras Joseph Al buscar establecer alguna noción vinculada a las dos
de Maistre afirmaba que una asamblea cualquiera de hombres concepciones culturales de Nación en Occidente, a modo de
no podía constituir una Nación. Esas ideas de los conservadores mediación en sus conjunciones y disyunciones, se puede vis-
franceses del siglo XVIII encuentran esta justificación: “La sociedad lumbrar la idea de prejuicio con la connotación de herramienta
no nace del hombre, él es quien nace en una sociedad determi- que permite analizar la dicotomía presente en los nacionalismos.
nada [...] el hombre entra en un juego que no le corresponde En efecto, el prejuicio es encontrado en el paso de ambas
determinar, sino aprender y respetar sus reglas”.38 concepciones, de diferente modo.
Se puede notar que tal argumento tiene relación en El prejuicio, en sus múltiples singularidades, es uno de los
alguna forma con la propuesta de la servidumbre voluntaria de elementos del basamento cultural de los individuos, de hecho, a
De La Boètie, consecuencia de que en las identidades nacionales nivel antropológico, da origen a muchos mitos de comunidades:
del Volksgeist y de la filosofía de las Luces han existido el mito fundador de las sociedades permite al hombre rebasar su
posiciones encontradas dentro de sus propias justificaciones y pura animalidad. Por tanto, es posible afirmar el prejuicio deviene
las construcciones de sus identidades no se han hecho con la del pensamiento y en su rechazo y exaltación funda diferentes
unanimidad de las opiniones de sus integrantes. tipos de abstracciones culturales particulares. Por eso, está
La defensa de la tradición no es únicamente del interés presente en las discusiones ideológicas entre el Volksgeist y la
del Volksgeist. Los conservadores en Francia ya hablaban de una filosofía de las Luces; en el primero se destaca como un elemento
traición a la identidad nacional, cometida por los revolucionarios: inherente al tipo de identidad nacional que se vislumbra y en
Nación contra Nación, los tradicionalistas combaten la idea el segundo, se niega en aras de instaurar una razón última
de libre asociación con la totalidad globalizante, y al modelo despojada de ilusiones, dentro de la cual triunfará Al respecto, Nietzsche expresa:
40

“¡Oh Voltaire! ¡Oh humanitaris-


rousseauniano de la voluntad general oponen, aunque sin la “verdad”40 por sobre todas las cosas. mo! ¡Oh imbecilidad! La verdad, la
emplear todavía la expresión, el concepto de inconsciente ¿Se necesita un prejuicio para borrar otro búsqueda de la verdad son cosas
colectivo. Al ser el hombre la obra de su Nación, la humanidad prejuicio? De esta interrogante no se da cuenta difíciles, y si el hombre se com-
porta aquí de un modo demasiado
debe declinarse en plural: no es otra cosa que la suma de los la filosofía de las Luces, ya que al intentar negar humano —(no busca la verdad
particularismos que pueblan la tierra.39 a toda costa el prejuicio clerical y monárquico más que para hacer el bien)—
La crítica a la filosofía de las Luces es llevada por los establece otro prejuicio que no admite la ¡apuesto a que no encuentra
nada! Nietzsche, Friedrich, Más
conservadores y los defensores del Volksgeist al punto de singularidad de la verdad y los pueblos. Todo esto allá del bien y del mal, Alianza
concebir la particularidad como el sustento de la identidad. no significa que se deba defender a ultranza el Editorial, España 1989, p. 61.
Pese a ello, el ideal cultural de cada crítica no es idéntico; los prejuicio, como lo hicieron los ideólogos del Volksgeist, sino
conservadores fundamentan su defensa en la particularidad por comprender la existencia de una diversidad en las formas
38
Ibid., p. 17. requerimientos políticos a nivel interno de un de pensar y respetarlas. De esta manera, la idea de fijar otro
39
Ibid., pp. 19-20. país, en tanto los seguidores del Volkgeist con- prejuicio como la parte ordenadora de una sociedad y el ideal

40 41
universalizador de las diferencias, en una jerarquía, constituye de otros gobiernos. En los casos universalistas y particularistas
un error de fondo. no se excluye la manipulación de estos ideales, tanto en su apoyo
¿Qué define a lo mexicano, lo alemán o lo inglés? En como rechazo, para fines de gobierno en el ámbito interno.
todo caso, lo determina todo y nada. No lo definen ni cien mil En los ataques ideológicos de estas élites aparecen
prejuicios ni uno, tampoco lo hace la negación del prejuicio: diversas formas de concebir a la cultura; aparentemente no es
“Cada pueblo tiene su tartufería propia, y la denomina sus vir- tanto la cultura, entendida bajo sus parámetros antropológicos,
tudes.—Lo mejor que uno es, eso él no lo conoce—, no puede la fundadora de las ideologías, sino éstas son las que instauran
conocerlo”.41 diversas categorías culturales. Ello, desde luego, no es del todo
Hay una relación del prejuicio con las dos concepciones acertado (aunque tiene asertividad en lo concerniente a las
nacionales analizadas en esta obra. Herder concibe que el prejui- disputas entre los nacionalismos entendidos como totalidades de
cio constituye una felicidad de los hombres, dado que devuelve la cultura elitista) porque, como se mencionó, toda teorización
a los pueblos a su centro, vinculándolos sólidamente a su ideológica se desprende del ser cultural antropológico, es decir,
origen. Finkielkraut retoma de Herder, de su libro Otra filosofía del hombre capaz de pensar y construir necesidades secundarias.
de la historia, que “La nación más ignorante, la más repleta de Las ideologías sí fundan categorías culturales, pero a veces son
prejuicios, es muchas veces, a ese respecto, la primera”.42 En la elitistas.
reflexión de lo aseverado anteriormente se encuentra que se Cuando los herederos del romanticismo alemán ata-
consideran como definiciones intercambiables “nación ignoran- can a los encargados de difundir la filosofía de las Luces y así
te” y “prejuicios”. Con tal posición, aunque sea enaltecida, el suprimir el prejuicio identitario no hacen otra cosa que defender
propio Herder complementa a los pensadores de las Luces. su proyecto privado de cultura e instaurar su prejuicio, pues los
De Maistre manifestó una posición, en apariencia, filósofos de las Luces consideraban que uno de los mayores
menos riesgosa al hablar específicamente de “prejuicios útiles”. prejuicios era el constituido por la influencia de la religión
41
Ibid., p. 204. No todos los prejuicios detonan actitudes po- en el pensamiento, ésta en tanto aliada de la monarquía en
42
Finkielkraut, Alain, La de- sitivas en los integrantes de la comunidad. El la opresión de los hombres. La lucha contra los prejuicios de la
rrota del pensamiento, p. 25.
prejuicio no se guía por alguna lógica específica, ideología religiosa aparece como fundamento para un nuevo
por lo tanto, su posible utilidad a los ojos de algunos puede orden del pensamiento y, por ende, de la cultura: “El siglo XVIII
constituir un estigma a borrar para otros. se esforzaba por sustraer el trabajo del pensamiento a toda
Los ideólogos del Volksgeist y los contrarrevolucionarios jurisdicción religiosa”.43
franceses apuestan por la recuperación del prejuicio, desgra- Al dar razón a la “sinrazón” religiosa, el propio proyecto
ciadamente pretenden elevarlo a la dignidad de cultura. En de las Luces se convierte en un prejuicio. En efecto, si se asemeja
esta parte cabe preguntarse cuántos y cuáles prejuicios son la época de las Luces a un siglo metafísico, entonces puede
específicamente los necesarios para construir el tesoro cultural concebírsele como una proclamación de principios abstractos
de un pueblo. Evidentemente no existe respuesta para tal encaminados a destruir el prejuicio religioso, los
Finkielkraut, Alain, La sabi-
43

interrogante. La especulación en la exaltación de los prejuicios cuales, sin embargo, buscaban en el fondo otro duría del amor, p. 67.
es conducida y programada por la élite gobernante para sometimiento que, por ser tal, constituye un
contraponerse a los programas culturales lanzados por las élites nuevo estigma o prejuicio de y para los hombres:

42 43
El siglo siguiente (XIX), desalentado, comprueba la inanidad La dialéctica entre los estados origina las identidades
de ese esfuerzo. La lucha contra el oscurantismo, del cual se nacionales. En ese sentido resulta importante abordar los conflictos
esperaba una maduración del hombre, no condujo en realidad entre Francia y Alemania por los territorios de Alsacia-Lorena;
más que a un cambio de tutela. En lugar de estar la revelación episodio que, aparte de ser un ejemplo de las exaltaciones naciona-
sometida al trabajo destructor de la razón es la razón la que
les, representa el litigio entre la Nación-genio y la Nación-contrato.
llega a convertirse y petrificarse en verdad revelada.44
Dicho conflicto, acaecido en 1870, consolida la dicotomía
Tal cambio de tutela albergó sus detractores. Ellos, enemigos de las dos ideas de Nación surgidas en la Europa del siglo XVIII
del “progreso”, atacan a aquellos filósofos que intentan vaciar y reviste importancia para entender las problemáticas dentro
de su ser al hombre o a quienes alejan el pensamiento de su de los nacionalismos aparecidos en el mundo contemporáneo,
fuente primigenia, es decir, del prejuicio. El “yo” en su opinión porque si bien en el siglo XVIII surge la filosofía de las Luces co-
no puede erigirse sin los valores culturales propios mo una preocupación por dar respuesta a los mecanismos de la
44
Ibid., p. 67.
de la tierra en la que se nace, aunque sean re- sociedad que el orden anterior (supuestamente) había vedado,
45
Finkielkraut, Alain, La derro-
es hasta el siglo XIX cuando se puede hablar de la existencia
ta del pensamiento, pp. 28-29. trógrados. Se dice: se deben defender los usos y
las costumbres de la gente. de nacionalismos arraigados y de una construcción teórica de
Estas disputas originan, sin duda, posturas paradigmáticas discursos ideológicos genéricos, fundados en una cientificidad
sobre el pensamiento como basamento cultural. Así, detractores y social: positivismo, socialismo, sociología.
simpatizantes del “progreso” de las Luces fundan su pensamiento La conflagración Alsacia-Lorena se convierte entonces
cultural a partir de una raigambre moderna: la razón. en una ejemplificación del nivel práctico en el que yacían los
antagonismos entre el Volksgeist y el nacionalismo ilustrado.
Tanto los románticos alemanes como los teócratas franceses De hecho, es una etapa trascendente para la “[...] la relación entre los términos
46

realizan una auténtica revolución epistemológica. Su odio a diseminación de los mismos por todo el mundo. “nacionalismo” y “patriotismo”,
la modernidad engendra una concepción del mundo radi-
Aparece el imperialismo occidental (no confundirlo siendo este último la versión
calmente nueva [...] son a pesar suyo, inventores [...] fundan sentimental y exaltada, algo así
con el colonialismo del Renacimiento) con todos como pasionalmente rumbosa,
las ciencias humanas [...] el racionalismo cambia de campo.45
sus proyectos integrativos. de lo que ideológicamente el

En los dos proyectos nacionales al interior de la Europa del si- La guerra entre Francia y Alemania del nacionalismo sustenta. Savater,
Fernando, “Las víctimas del patrio-
glo XVIII, pese a sus diferencias radicales, reside una condición siglo XIX reavivó la añeja controversia filosófica tismo”, en Para la anarquía y
sine qua non por la que no dejan de ser un producto del progra- del siglo XVIII entre universalistas y particularistas, otros enfrentamientos, Ed. Orbis,
ma de la modernidad de Occidente, y en sus ataques mutuos en cuyas justificaciones de sus intelectuales, en- España, 1984, p. 137.
reflejan sus disimilitudes en tanto cultura de élites. La cuestión cargados de salvaguardar sus respectivos proyectos, aparece ya
de los prejuicios está presente en ambas; ya que en la crítica un discurso más exacerbado de la identidad nacional con tintes
a las Luces, por parte del humanismo conservador, se catalogan de patriotismo:46
las ideas filosóficas de Contrato Social y Derecho Natural como
A partir del cese de los combates, los más importantes historia-
nuevas mitologías que sólo redimensionan al hombre bajo otro dores alemanes se dedican a justificar la anexión de los nuevos
complejo de opresión; crítica después desarrollada de forma territorios con argumentos científicos [...] Los alsacianos son
más extensa por la filosofía de la posmodernidad.

44 45
de los nuestros y por tanto son nuestros —afirman sustancial- siglo XX, será el nazismo, tendiente no sólo al ostracismo, sino
mente Strauss y Mommsen— La apropiación se sustenta en al inicio de los ataques al exterior con vías imperialistas. Esto
la comunidad cultural [...] sus homólogos franceses se sienten último no es exclusivo del proyecto de las Luces, lo que cambia
inmediatamente en la obligación de responder [...] conceden es la particularidad de cada Estado en su conformación, tanto
de entrada a sus interlocutores que Alsacia es alemana de raza
en tiempo de integración como en la entrada al reparto del
y de lengua. Pero —dice Renan— no desea formar parte del
mundo, a lo que el Estado alemán llegó tarde.51 Además, la visión
Estado alemán; eso zanja la cuestión.47
del pensamiento en estos dos proyectos, una vez que sucede
Lo nacional enmarcado en esos terrenos engendra un cambio de su transgresión mutua en 1870, está vinculado al trascendente
posición de lo concebido como pensamiento. Ambas partes con- papel del prejuicio como basamento ideológico.
tendientes construyen un racionalismo diferente a los asumidos Respecto al nacionalismo inspirado en la filosofía de las
cuando fundaron sus proyectos, aun cuando a esas alturas el Luces, pasa del pensamiento que rechaza el prejuicio (más no lo
pensamiento ya había rebasado los límites de la interioridad de olvida), como arma de ataque, al pensamiento emancipador de
los países y se presentaba ante la disyuntiva de amalgamar ra- un derecho universal. Su proyecto ya no es sólo para un nivel
47
Finkielkraut, Alain, La derrota del cionalizaciones que justificaran la relación con o interno, sino también para niveles externos. Se insta a habitantes
pensamiento, pp. 31-32.
contra la exterioridad en un terreno real, tal como de otras regiones a tomar partido únicamente por aquel poder
48
Esta idea no significa que el pen-
samiento no haya sido presentado lo es el trastrocamiento de las fronteras.
48 que ellos hayan consentido. Con esto aparece la otra vertiente
con una función de justificación Los proyectos nacidos en el siglo XVIII del imperialismo occidental moderno, en el que se apela a no-
entre los antagonismos; al con-
no habían tenido la oportunidad de enfrentarse, ciones universalistas inspiradas en ideales democráticos a los
trario, el pensamiento, con estos
parámetros, se da por nuevas pese a los conflictos de la conquista napoleónica,
que el individuo “libre” tiene derecho. En relación a lo anterior,
exigencias de los antagonismos, de forma equiparable fuera de los terrenos teó- Finkielkraut describe la opinión de Renan sobre el o las fuerzas del progreso, esta
ya no entre regiones, sino entre
ricos; así, cuando surge el acontecimiento bélico, tema: “Existe en el hombre, un poder de ruptura: familia de concepciones políticas
totalidades nacionales dentro del
marco de la modernidad. las respectivas élites aceleran la construcción de las es capaz de escapar a su contexto, de evadirse de y morales son otras tantas
expresiones de una doctrina de
49
“Nunca varios lograrían ser identidades culturales que a sus intereses convenían. la esfera nacional, de hablar, de pensar y de crear realización propia basada en un
Uno si no existiese la posibilidad
A partir de una esfera transgrediendo a sin dar muestras inmediatamente de la totalidad desafiante rechazo de las tesis
de enfrentarse a otros que,
a su vez, constituyen o son la otra (físicamente), aparecen los nacionalismos
de la que emana. Antes que la cultura francesa, la centrales de la Ilustración”. Berlin,
Isaiah, Contra la corriente, p. 78.
constituidos desde fuera como basados en el rechazo del otro: el odio al cultura alemana, la cultura italiana, está la cultura En este trabajo se ha indicado
51

Otro”. Savater, Fernando, “Las


extranjero;49 ello enarbolado con la violencia y el humana”.52 que Nación y Estado no son si-
víctimas del patriotismo”, p. 130.
50
Debe aclararse que, coincidien- deseo de sometimiento.
Ese cambio de mentalidad busca ab- nónimos, ya que, en cuestión de
proyectos nacionales, Francia y
do con Isaiah Berlin, racismo no Hacia el final de la crítica a las Luces, sorber las diferencias en un modelo universal, Alemania sí van emparejados, no
es sinónimo de nacionalismo,
el propio Volksgeist había fundado las ciencias pero, al igual que su contraparte, evoca todavía así, en conformación de Estados.
puesto que el primer concepto
un nacionalismo con tintes de patriotismo. Finkielkraut, Alain, La derrota
52

sólo ha sido, en algunas ocasiones, humanas y hecho del supuesto irracionalismo del del pensamiento, p. 37.
parte del recorrido histórico de prejuicio un argumento racional, el cual llega a La diferencia de este patriotismo (cuyo mejor
las estructuras nacionalistas: “Los
una mayor exaltación con el conflicto de Alsacia- representante es EE.UU.) radica en concebir su identidad no bajo
nacionalismos agresivos, la auto-
identificación con los intereses -Lorena, dado que se le utiliza a manera de arma
una misma raza o lengua de una nación, sino bajo el apego a las
de clase, la cultura de la raza, xenofóbica,50 cuyo punto más álgido para el mismas ideas, afectos y esperanzas que supuestamente comparte

46 47
un pueblo. Sin embargo, este tipo de patriotismo continúa siendo manifiesto que de algún modo el proyecto de la filosofía de
segregativo porque aquellos individuos que no compartan tales las Luces estaría más cerca de considerar al Estado sinónimo
ideales y esperanzas son también estigmatizados y tachados de Nación, pues entiende la identidad cultural de su proyecto
de traidores. Por tanto, en ambos proyectos hay sujeción de los nacional como aquella que respeta el mismo contrato que da
individuos al modelo cultural que marcan sus respectivas élites. origen al aparato estatal regulador de sus leyes. Aunque, por
Los particularismos y el universalismo de estas identidades supuesto, van inmersos otros ideales y no se da una interdepen-
nacionales persiguen fines políticos.53 dencia única entre Estado y Nación.
El nacionalismo es idea, no lo que tácita y fielmente Con Alsacia-Lorena se inicia la confrontación entre estos
representa una comunidad, por ende, se le debe tomar con dos proyectos nacionalistas, y a partir de allí el modelo paradig-
53
“En cuanto empeño político, cierta cautela. Tiene razón Fernando Savater mático que aún corre en cada disputa entre nacionalismos.
el nacionalismo puede servir para cuando caracteriza al nacionalismo sin virtud
Obviamente, en ellas ha habido diversos intereses y cada una
emancipar a una comunidad
de una tutela gravosa o de una
redentora alguna y aclara que tampoco es una representa una caja de Pandora para el análisis.
explotación imperial, así como lacra irracional entre las diversas opciones Antes de transitar al siguiente capítulo, es manifiesto
puede reducir sus expectativas políticas. El análisis de las identidades culturales
referir que en el umbral del siglo XX las dos concepciones na-
culturales. Savater, Fernando, “Las
en los nacionalismos debe poner atención a tal cionalistas modernas se encontraban listas para interpretar los
víctimas del patriotismo”, p. 134.
54
“Nacionalismo”, no “Nación”. El advertencia, aunque sin olvidar que el término episodios más sangrientos de los tiempos contemporáneos. Al
segundo término es más antiguo. “nacionalismo” es joven, por tanto, le es imposible
final del siglo XIX, el Volksgeist había triunfado y revelado sus
55
Savater, Fernando, “Las vícti-
abarcar todo lo que de cultural tiene el hombre. potencialidades totalitarias. Penosamente no iba a quedar allí su
mas del patriotismo”, p. 133.
56
Para ahondar más en la Conviene considerar la connotación his- influencia, pues:
diferencia entre Nación y Estado, toriográfica del término nacionalismo; el cual,
54

Gellner presenta la definición de según Carl Schmitt, acuñó el librero Rudolph […] el genio nacional suprime a un tiempo al individuo
nacionalismo y de la violación
Zacharias Becker, quien al ser detenido en 1812 (agazapado en su grupo de origen) y a la humanidad (dividida
del mismo: “Fundamentalmente,
el nacionalismo es un principio por las fuerzas napoleónicas y acusado de
en esencias estereotipadas, pulverizada en una multitud de
político que sostiene que debe actividades pro germánicas, se defendió diciendo personalidades étnicas encerradas en sí mismas). Y con la
haber congruencia entre la
que la nación germánica no se componía de un dislocación del género humano nace la guerra total.57
unidad nacional y la política. El
principio nacionalista puede ser Estado único y, al estar repartida entre varios
violado de múltiples maneras. territorios, necesariamente debía existir una ¿Es la razón luminosa la que rige al mundo o bien es la
Puede ocurrir que los límites fidelidad hacia el Estado que dominara a alguna fuerza oscura de lo irracional, la misteriosa presencia de los
políticos de un Estado no incluyan
región alemana determinada. La distinción de tal antepasados en el alma de los vivos? ¿Es el instinto 57 Finkielkraut, Alain, La derrota
a todos los miembros de lo que
lo que domina a los hombres o bien éstos están del pensamiento, p. 45.
es la Nación, o puede que se den fidelidad se inscribía en términos patrióticos, no
ambas situaciones: que no todos en nacionalistas, ya que el vocablo nacionalismo
sujetos a la evolución impersonal de una historia 58 Finkielkraut, Alain, La sabidu-
los miembros de la Nación formen se inventa para designar un sentimiento de que obedece a la razón? En verdad, poco importa.58 ría del amor, p. 78.
parte de un Estado y que éste
pertenencia étnica netamente deslindado de la
incluya gente no perteneciente a Este detonante o explosivo se hace más peligroso cuando se
esa nacionalidad”. Gellner, Ernest, adscripción estatal.
55
toman como sinónimos Raza y Nación para fundar una ideología
Naciones y nacionalismos. Alianza Todo lo anterior remarca la diferencia
Editorial, México, 1988, p. 13. nacionalista. Práctica hecha, desafortunadamente, en la tierra
entre Nación y Estado.56 pero también pone de

48 49
del Volksgeist que se aclimató en Francia, y en la de la filosofía
de las Luces. El odio al otro, a partir de la no pertenencia a una
SEGUNDO CAPÍTULO
raza determinada, engendra en el Uno el deseo de la destruc-
ción, pero eso es también el vehículo para una idea similar en
el Otro.
La cultura elitista en
los nacionalismos
occidentales del siglo XX
Hitler intentó, mediante la barbarie, salvar
a toda una civilización. Su empresa fue un
fracaso; no por ello dejará de ser, sin embargo,
la última iniciativa de Occidente.
Sin duda este continente hubiera merecido algo
mejor. ¿De quién es la culpa si no ha sabido
producir un monstruo de calidad diferente?
Emil Michel Cioran
Silogismos de la amargura, 1952

La tónica de los nacionalismos en el siglo XX 59


Según Châtelet, el Estado
en el siglo XX (aunque tenga
ha sido la creciente expansión de la hegemonía sus vertientes administrativas,
occidental.59 Los parámetros del conflicto han ten- partidistas, tecnicistas o cientifi-
dido a concentrarse en otras concepciones, tales cistas), bajo su vertiente de
Nación, sigue siendo la realidad
como la idea de civilización, la polarización de política esencial. Comprueba,
países colonizados y descolonizados (propensos además, que los más fuertes y
a dependencia), el expansionismo de los llamados avanzados han desarrollado su
política colonial como expansio-
países desarrollados y la integración de bloques nismo imperial. Châtelet, François,
para aspectos económicos y políticos. Todo lo Las concepciones políticas del
anterior refleja una mayor interdependencia entre siglo XX, Ed. Espasa-Calpe, Es-
paña, 1986, p. 255.
las naciones, que anteriormente no se daba en las 60
“Creo que no sería una exagera-
mismas proporciones.60 ción decir que ningún movimiento
político actual, en todo caso fuera

50 51
del mundo occidental, sería ca- El internacionalismo se ha agudizado profundizar tal comparación, conviene detenerse un poco en
paz de triunfar a menos que esté y han crecido los conflictos relacionados a las la idea de civilización como mundo y reflexionar si también se
aliado a un sentimiento nacional”.
Berlin, Isaiah, p. 438.
identidades culturales de cada país. Nuevos puede decir lo mismo del nacionalismo, ¿será que éste es una
61
Ver García Canclini, Néstor, Culturas y más variados nacionalismos se originan en visión más del mundo?
híbridas, Ed. Grijalbo, México, 1991. los antagonismos de las identidades culturales
62
Huntington, Samuel, “The clash of
civilizations?”, Foreign Affairs, Vol 72,
primarias (diferenciación de Malinowski), lo cual, Análisis comparativo de “civilización” y
N.° 3 (summer, 1993), pp. 22-49. más que un sincretismo, es una hibridación.61 Antes “nacionalismo” desde la cultura como mediaciónn
63
Ver Paz, Octavio, Las trampas de la de abordar esos puntos, es necesario analizar los
fe, 1.ª parte, 3.ª ed., FCE, México, 1983.
nacionalismos en el Occidente contemporáneo. Las connotaciones de la cultura a partir de los conceptos de
El imperialismo contra el antiimperialismo es una de civilización y nacionalismo son distintas. En el primero se define la
las vertientes de la disputa entre los nacionalismos del siglo cultura en términos antropológicos; mientras, en el segundo
XX, pero no la única. Han ocurrido conflictos entre naciones la cultura denota una versión más bien elitista. Aunque interesa
imperialistas, denominados también del primer mundo, o más delimitar el papel que juegan las élites en la conformación
entre las naciones consideradas del tercer mundo. Ejemplos de de una identidad cultural en los nacionalismos, y debatir si por
ellos son las dos guerras mundiales del siglo XX, y las llamadas ser una cultura dirigida merece el adjetivo de “cultural”.
guerras santas, respectivamente. Por tanto, es preciso cuidar las En las civilizaciones la cultura tiene una propiedad más
generalizaciones tendenciosas. intrínseca, esto es, una caracterización derivada de las nece-
Una de las concepciones con frecuencia utilizada sidades primarias y propia de la naturalidad del hombre. La
a modo de contraposición de los parámetros nacionalistas, civilización no se constituye desde un caso de política pública
por considerársele más específica y definitoria, es la idea de social, sino de la comunión necesaria del hombre con sus
civilización, presente en las políticas contemporáneas, pues semejantes. La paradoja comienza cuando se confunden los
de acuerdo con algunos autores como Samuel Huntington, el parámetros de la civilización con los vinculados más a la defi-
choque entre civilizaciones dominará la escena de la política nición de un Estado nación. Esto forma el fondo de las disputas
mundial,62 más de lo que lo harán los antagonismos naciona- nacionales contemporáneas, ejemplificadas específicamente con
listas. Pero al margen de aceptar o no tal hipótesis, conviene las guerras iniciadas a raíz de diferencias étnicas o religiosas.
vislumbrar primero cuáles son las ligas entre las civilizaciones y En su justificación nacionalista, la cultura deviene
los nacionalismos, a fin de encontrar si hay distancia entre ellas. más de la formulación de una voluntad de poder, inclinada
Octavio Paz63 refiere que más que una visión del mun- a borrar las diferencias que impone la exterioridad, lo cual es
do, una civilización es un mundo, y en correspondencia con una tergiversación de lo que en el fondo representa la palabra
los términos de la modernidad se le ha contrapuesto a otra cultura. A fin de aclarar esa idea, Rudolf Rocker construye un
concepción: la idea de barbarie. El debate abierto con ello discurso cuyo origen es la separación tajante de los fines que
resulta de singular importancia para la posterior justificación persiguen el poder y la cultura. Así, la cultura acaecida de una
de los nacionalismos, de hecho, las diferencias entre civilización civilización no puede perseguir los mismos fines (objetivos de
y barbarie, de alguna forma, recuerdan a la separación entre creación) conseguidos una vez que aparece su trasplantación en
la filosofía de las Luces y el Volksgeist. Sin embargo, antes de un nacionalismo específico:

52 53
Nada es más engañoso que reconocer en el Estado el verda- Los nacionalismos, a raíz del ascenso de la modernidad,
dero creador del proceso cultural. Precisamente lo contrario es han llegado a su punto más alto al convertirse en construcciones
verdad: el Estado fue desde el comienzo la energía paralizadora teóricas representantes de colectividades; tal cual lo demuestra
que estuvo con manifiesta hostilidad frente al desarrollo de su proliferación mundial. En consecuencia, la primera preocu-
toda forma superior de cultura. Poder y cultura, en el más
pación de las regiones, ya sea para unificarse, separarse u
profundo sentido, son contradicciones insuperables.64
obtener su independencia, es erigirse como naciones porque les
Por tanto, los fines posiblemente perseguidos por la cultura en permite ganarse el respeto de las demás zonas que previamente
el nacionalismo tenderían a la legitimidad del grupo específico lo han logrado.
y dirigente de una determinada colectividad. El dilema filosófico Existen intelectuales quienes para entender los actua-
arribaría ante la pregunta: ¿si la cultura como sustancia de un les conflictos de los países del globo terráqueo separan el
nacionalismo surge a partir de las conveniencias de una élite, mundo en civilizaciones y lo entienden a partir de ese ejercicio,
merece que se le siga llamando cultura? pero en relación con los nacionalismos dicha secesión, como
Sin la separación de cultura en términos antropológicos entidad cultural, no es tan tajante.
y en términos elitistas, la respuesta sería no. Aunque también Otra forma de comprender la dialéctica de civilización y
afirmar lo contrario acarrea una serie de dificultades, en las nacionalismo es el empleo de elementos jurídicos, sobre todo la
cuales está la confusión entre civilización y nacionalismo. diferenciación entre derecho natural y derecho positivo. Según
Evidentemente, tampoco se trata de que la cultura deba estar Rocker, en el primero se enmarcan las civilizaciones antiguas
ausente de las construcciones nacionales; de lo que sí, de porque albergan sociedades aún no políticamente organizadas
algún modo, tendría que carecer (como lo aprecia Rocker) es (por lo menos en términos estatales complejos) y la estratifi-
64
Rocker, Rudolf, Nacionalismo de la función del Gobierno, pues la “cultura no cación social se da por matriarcado o respeto a los mayores.
y cultura, Ed. La Piqueta, España, se crea por decreto; se crea a sí misma y surge El segundo se desarrolla a manera de cuadros políticos del Es-
1977, p. 94. espontáneamente de las necesidades de los seres tado, donde la separación se hace para la regulación de los
65
Ibid., p. 94.
humanos y de su cooperación social”.65 diversos intereses de los hombres. Este último, se referiría más
El Gobierno en una Nación es la propiedad más a la Nación, empero, esta opinión es arriesgada, principalmente
definitoria de las capacidades que tienen las élites. Por ende, si se toma en cuenta que la civilización no es una categoría
no sorprende que los planes y programas culturales propensos en desuso; existen y han existido civilizaciones estructuradas
a la regulación política de la colectividad lleven el sello de los bajo un derecho positivo, además de nacionalismos (como el
intereses de las mismas. Además, la actualización que ciertos de las Luces) fundados a partir de una idea jusnaturalista. Por
nacionalismos han hecho de las civilizaciones es más producto eso, al utilizar esta vertiente de análisis se deben ponderar las
de una actitud etnocéntrica que de un respeto a la diversidad. condiciones intrínsecas a cada civilización o nacionalismo.
En el estudio del mundo actual se presenta la necesidad, Los problemas conceptuales de civilización y na-
no de separar al nacionalismo de la civilización, sino de mediar cionalismo se agudizan cuando se les añade el adjetivo
sus diferencias y relaciones: afirmar la civilización como mundo occidental; consecuencia de que para cada caso no aplica
y el nacionalismo como una visión de éste sin que signifique su una generalización total, es decir, ni hay sólo una civilización
separación y antagonismo total.

54 55
occidental66 ni sólo un nacionalismo occidental. Existen varias nacionalismo sin raíces en el ideal democrático. Tal tendencia
civilizaciones en Occidente y, por lo menos, dos tipos de regresa y se acentúa con el ascenso del fascismo y el nazismo
nacionalismos que aquí se han enfatizado. en los años treinta de la misma centuria.
Ahora bien, si la generalización anterior no procede, Antes del arraigo de los Estados totalitarios creados
menos lo hace la que señala la posibilidad de una civilización en el Volksgeist —en ese siglo también coexiste otra versión de
mundial, pues alude a uno de los más gastados discursos Estado totalitario: el nacido en el socialismo, de igual forma
etnocéntricos de Occidente. En efecto, cuando Lévi-Strauss y vástago del nacionalismo universalista—, los nacionalismos
Finkielkraut critican la cultura etnocéntrica, al mismo tiempo habían obtenido éxito con la difusión de las ideas democráticas
manifiestan que la idea de civilización mundial es un discurso de en Europa y, posteriormente, América. La democracia se había
parte de las élites de algunos países, unidas por la mezquindad, convertido en el gran metarrelato de las élites que dirigían el
para conseguir el control del orbe. nacionalismo ilustrado, por lo cual resulta lógico que al final
De allí que sea preciso establecer cuál ha sido la de las hostilidades y con el bando universalista vencedor dicho
trasplantación de los dos nacionalismos del siglo XVIII en los metarrelato reapareciera con más vehemencia en la segunda
antagonismos de política internacional sucedidos a lo largo posguerra de ese siglo.
del siglo XX y el escenario actual. Se deja de lado el tema de Por su parte, el nacionalismo del Volksgeist, en calidad
la civilización para retomarlo cuando se haga el análisis de las de programa elitista, tampoco deparó durante el siglo XX sobre
66
“Consolación de un progreso políticas de la ONU, en donde, por supuesto, la separación entre ideología nacional y cultura antropológica.
desesperado. Nuestro tiempo
nuevamente Occidente ha querido imponer su De hecho, en ese nacionalismo cultural, apelativo otorgado
nos hace el efecto de una
situación interina; las antiguas visión. En ese sentido, la ONU y, particularmente,
por Rocker, pasa inadvertida la contradicción entre lo cultural
concepciones del mundo, las la Unesco han hecho poco por abandonar el y lo nacional, aun cuando esto último tiene connotaciones
viejas civilizaciones; existen relacionadas con el poder (en la concepción de Rocker, poder y
etnocentrismo que, a su vez, les ha otorgado su
aún parcialmente, mientras que
las nuevas no están todavía coartada de existencia.
cultura son ideas separadas). De esa manera se muestra que el
aseguradas ni transformadas El nacionalismo fundado dentro del susodicho nacionalismo cultural es una justificación ideológica
en hábitos, y por eso carecen para las élites de ese tipo de Estados. Así lo enfatiza Rudolf
Volksgeist arriba al siglo XX con una ligera
de decisión y de importancia”.
Nietzsche, Friedrich, Humano, ventaja sobre el universalismo de la filosofía de Rocker:
demasiado humano, Ed. EDAF, las Luces. Los Estados nación, por ejemplo, el
España, 1980, p. 177. El nacionalismo aspira a una unidad ficticia. En ese aspecto,
alemán, tenían una reciente integración (1871)
67
Occidente no es una categoría el llamado “nacionalismo cultural” no se diferencia en algún
que defina a alguna civilización; y un gran interés por incorporarse al mando modo del nacionalismo político. Ambos son inseparables
es más aquel principio dentro de los países líderes de Occidente,67 por eso no
y representan sólo dos formas distintas de las mismas
del cual se enmarcan los
asombra la detonación, antes del primer cuarto pretensiones. Ya que el concepto de Nación se basa en un
nacionalismos en la modernidad.
del siglo XX, de la primera conflagración mundial principio negativo, tras el cual se ocultan finalidades bien
(considerada de esa manera por el hecho, entonces inédito, positivas. [...] Pues tras todo lo “nacional” está siempre la
de que en una guerra entre países europeos interviniera un voluntad de poder de pequeñas minorías y el inte- 68 Rocker, Rudolf, op. cit., pp. 252
país del continente americano: EE.UU.) En ella se presenta el rés particular de castas y clases privilegiadas del y 266.
primer intento de establecer en Occidente el liderazgo de un Estado.68

56 57
El llamado genio nacional, al igual que todos aquellos progra- El nazismo es la bandera nacionalista de una nueva élite que
mas culturales de élites, intentaba no sólo quitarse el yugo vio en la recuperación del romanticismo histórico una revalori-
extranjero, sino actuar por sí mismo como potencia nacional. zación del Volksgeist durante el siglo XX. Así, esa ideología llega
Circunstancia que lo obliga a irrumpir en la política internacional al poder en 1933, cuando el Partido Obrero Nacional Socialista
con elementos de beligerancia. Alemán y su jefe Adolf Hitler persuaden en un principio y
El nazismo en Alemania (más que el fascismo en Italia) después obligan a que la sociedad alemana erija el chovinismo,
es el ejemplo prototípico de los nacionalismos modernos de la y su consecuente racismo en el nuevo corolario de identidad, sin
primera mitad del siglo XX. Inclusive, el nacional-socialismo importarles tergiversar para sus propios fines políticos el arte y
representa aquella vertiente de política nacionalista de Occi- la cultura, los cuales, según ellos, sí defienden la prevalencia del
dente (sin ser necesariamente económica) con mayor enemistad hombre ario por encima del resto de la humanidad. Desafortu-
hacia todo pensamiento liberal. Pensamiento considerado nadamente, con ese Estado maniqueísta toma forma una de las
el causante de que el individuo se niegue a ser circunscrito y más efectivas manipulaciones para convertir, artificialmente,
utilizado por el Estado, pues en la vertiente liberal de las Luces una auténtica cultura antropológica en una cultura elitista.71
se origina la idea de que el Estado debe servir al individuo, En el desarrollo del nazismo se identifican dos fases: la
olvidando hacerlo cumplir sus deberes con el Estado mismo. primera inició con el rescate del ideal del espíritu alemán y en
De regreso a la Alemania de la primera mitad del siglo ella se reabre el campo ya abordado por poetas y pensadores
69
“Las condiciones especiales de XX, sobre todo la del periodo del Tercer Reich, del siglo XVIII y XIX; y la segunda es resultado del fragor de la
desarrollo de Alemania: la guerra
Georg Lukács realiza una apreciación de ella en la batalla de la Segunda Guerra Mundial, cuando se agotan las
de los Treinta Años, el absolu-
tismo de los pequeños Estados, que caracteriza su fascismo en términos de una posibilidades de la autojustificación a partir de “Pero con el hitlerismo, el
71

el desarrollo tardío del capitalis- condensación ecléctica de todas las tendencias la pura defensa de las tradiciones, por lo cual se orgullo nacional toma una
mo, la fundación del Imperio dimensión racista en el sentido
reaccionarias.69 Después de su derrota en la desarrolla el ataque a un grupo particular sólo más mortífero del término.
de Bismarck con el predominio de
los junkers prusianos, el pseudo Primera Guerra Mundial, Alemania se pone al día porque, de acuerdo con ellos, esa colectividad El racismo se convirtió en
parlamentarismo, etc., trajeron sobre las consignas del Volksgeist, pero extrae cultural representaba lo más antinómico del doctrina de Estado y práctica
como consecuencia que el fascis- política. [...] Tenemos como ejes
una tendencia más extremista, planeada para “auténtico” espíritu alemán. y programas del nazismo: la raza
mo recogiera la herencia global
del desarrollo reaccionario de ganar a las desencantadas mayorías populares y El antisemitismo se sustentó bajo un (y el exterminio de la otra raza),
Alemania, y se valiera de ella encaminada hacia la causa imperial de Hitler. principio identitario para hacer frente a la lucha el alma alemana (y su cerrazón
para fundar un bestial imperia- como pueblo que implica, la
contra los otros nacionalismos occidentales en la exclusión por principio de los
lismo hacia el interior y hacia el
Ni lo universal razonable ni lo universal etapa más avanzada de la guerra. Este renacimiento que son diferentes), el espacio
exterior. El nacional-socialismo
es la gran apelación a los peores proletario habían sabido prever, y mucho del racismo llevó a los hombres a reflexionar sobre vital (y la obligación de conquista
instintos del pueblo alemán”. menos combatir, a Hitler. Fue en el sabio como prueba de supervitalidad)”.
su existencia, lo que hizo que reconsideraran su Châtelet, François, op. cit., pp.
Lukács, Georg, El asalto a la y moderno occidente de los filósofos y de
razón, Ed. Grijalbo, México, 1987, posición metafísica. 243 y 246.
la técnica, donde irrumpieron los brutos
pp. 580-581.
70
Finkielkraut, Alain, El judío rubios: ahí fue donde establecieron su reino Antes de Hitler, reinaba la confianza: no se creía que la hu-
imaginario, Ed. Anagrama, Es- y perpetraron una fechoría sin ejemplo ni manidad pudiera morir. Ciertamente, decía la metafísica
paña, 1982, p. 127. precedentes en la historia de los hombres.70 corriente, los individuos mueren, ya sea solos o en masa, de

58 59
muerte violenta o natural, de enfermedad o en accidente, pero Por supuesto, la respuesta del nacionalismo heredero de
la especie humana rebrota, como las otras especies vivientes y, la filosofía de las Luces se presentó de inmediato y opuso al
por añadidura, la historia humana avanza.72 irracionalismo del racismo la recuperación del humanismo. Sin
En esos antagonismos nacionalistas se siguieron constatando embargo, tal discurso no deja de perseguir un fin político:
las influencias de los programas ideológicos: particularistas y Siente uno la tentación de oponer a la violencia totalitaria
universalistas. Si bien en la Alemania de esa época el sentimien- la generosidad del humanismo. Mientras que el concepto
to xenofóbico alcanzó el paroxismo de la violencia, tampoco totalitario de crimen objetivo permite condenar a los indi-
deja de ser real la existencia del racismo atemperado —ubicado viduos por lo que no hicieron, el abogado humanista excusa
en el etnocentrismo— de otros nacionalismos. De hecho, las los crímenes efectivos atribuyendo la culpa a la historia o a
propias políticas de defensa del universalismo, enmarcado bajo la sociedad.75
los principios humanistas de civilización, para “los bárbaros”
Al final de la Segunda Guerra Mundial comienza el ascenso del
constituye un racismo que, como aclara Châtelet, intenta tener
universalismo en contraposición al particularismo segmentario.
una expresión más bondadosa.
De ese modo, en Occidente se afirma otra vez Finkielkraut, Alain, La sabiduría
75
Es necesario remarcar que los nacionalismos son, ante
el metadiscurso del nacionalismo progresista y del amor, p. 83.
72
Finkielkraut, Alain, La memoria todo, discursos ideológicos que, en términos vis-
las dificultades se tornan mayúsculas, ya que “Al saqueo irracional y a la
76

vana, Ed. Anagrama, España, tos por Hannah Arendt, intentaron explicar a la arbitrariedad de conquistadores
1990, pp. 56-57. el dominio occidental adopta otros matices y la y pioneros sucede una adminis-
historia como un proceso único y coherente.73
73
De acuerdo con Arendt en esa cuestión nacional se afianza al paso ascendente tración cada vez más sistemática
acepción de proceso coherente Por esa razón, la misma pensadora judía jamás dejó
de los procesos científicos y del crecimiento indus- que, según las circunstancias,
desarrollado únicamente para es- fuera de su análisis un amplio estudio de lo que procede al rechazo y sometimiento
tablecer las fases intervencionistas trial. Se acciona de nuevo el discurso legitimador o al exterminio de los indígenas.
significan e implican los totalitarismos (siempre
y expansionistas de los nacionalis- del progresismo legado del siglo de las Luces.76 La operación se lleva a cabo en
mos no se establece una distinción en calidad de estructuras de cultura elitista, no de
El etnocentrismo con pretensión de enar- nombre de la civilización”. Châtelet,
notable. Aunque, en su sustento filosofías específicas de la concepción humana) para François, op. cit., p. 227.
programador de la vida individual bolar la bandera del universalismo europeo en
sí hay distinciones.
ayudar a los metadiscursos nacionalistas. Al fin y al aras de la educación para las diversas capas de la humanidad es,
74
Rocker, Rudolf, op. cit., pp. 317-18. cabo, tal cual lo afirma Rocker, bajo el manto de la al mismo tiempo, un discurso inmerso en la paradoja de absorber
Nación se puede esconder todo lo que se quiera: las diferencias de otras totalidades, pero, a la vez, no permite
La Nación como “egoísmo organizado” [no se debe olvidar la absorción de sus identidades nacionales. Los problemas
nunca que en esta obra se trata siempre del egoísmo acaecidos después de la Segunda Guerra Mundial giraron en
organizado de minorías privilegiadas, oculto tras el cortinaje torno a ese dilema. Efectivamente, el fenómeno de polarización
de la Nación] habla de intereses nacionales, de capital nacio- del orbe en tres bloques que caracterizó el desarrollo de la
nal, de mercados nacionales, de honor nacional y de espíritu política internacional en la posguerra encuentra su ejemplo más
nacional; pero se olvida que detrás de todo sólo están los claro en la llamada Guerra Fría.
intereses egoístas de políticos sedientos de poder y de Derivado de lo anterior, es ineludible retomar el uso
comerciantes deseosos de botín, para quienes la Nación es un de la dicotomía cultura antropológica y cultura de élites para
medio cómodo que disimula a los ojos del mundo su codicia entender el “orden mundial” sobrevenido durante la segunda
personal y sus intrigas políticas.74

60 61
mitad del siglo XX. A raíz del fracaso de la Primera Liga de las adopción entra en conflicto cuando dichos países se niegan a
Naciones, las potencias ganadoras de la segunda contienda se desprenderse de sus tradiciones.
vieron en la necesidad de establecer una nueva organización Las anteriores situaciones plantearon una nueva
internacional capaz de contrarrestar los peligros que en adelante problemática entre los nacionalismos occidentales, ya que a
acecharan a la humanidad. Por tal motivo: esas alturas los conflictos ocurrían por el reparto del mundo y
también eran provocados por una lucha contra otras regiones
En noviembre de 1945, en Londres, se realizó el acto cons-
no occidentales, las cuales, en algunos casos, habían adoptado
titutivo de la Organización de las Naciones Unidas para la
Ciencia y la Cultura [...] Se trataba de abordar en la historia
modelos nacionalistas de corte europeo (discursos socialistas,
humana una era distinta de la que acababa de terminar [...] populares, democráticos o totalitarios). No se trataba solamente
Una época en la que reinaría un auténtico espíritu de paz de una tarea de sometimiento, se precisaba de una defensa de
porque las ideas circularían libremente de una Nación a otra Occidente, aunque, ¿cómo se lograría? La estrategia radicó en
[...] los individuos serían educados para servirse de su razón.77 “convertir al otro” al occidentalismo sin necesidad de elimi-
narlo. La custodia de Occidente (o mejor dicho, de algunos
Aparece una vez más la idea de que el papel de la cultura, nacionalismos occidentales) y su engrandecimiento es la
más bien, el del pensamiento, va a ser determinante para la occidentalización del mundo, proyecto que complicó, todavía
77
Finkielkraut, Alain, La derrota del discusión de los nacionalismos emergentes en
pensamiento, p. 55.
más, las interrelaciones mundiales.78
la segunda posguerra. Incluso los discursos de 78
En el siglo XX, “el número
la modernización surgen con el fin de solventar la base del La nueva expansión de la filosofía de de Estados soberanos no cesa de
pensamiento racional en esos nacionalismos progresistas. Por las Luces, a partir de la segunda mitad del siglo acrecentarse y los conflictos debi-
dos a los nacionalismos y los
lo que la disertación del ascenso de las formas de vida por me- XX, no hizo olvidar el proyecto del Volksgeist. imperialismos locales no cesan
dio del derecho al desarrollo y el progreso se emplea tanto en Al respecto, una parte considerable de los de multiplicarse. Ninguna de las
la legitimación de una élite al interior de su totalidad como países, generalmente los no desarrollados, que filosofías de la historia propuesta
resulta apta para dar cuenta de
para trascender otras totalidades. El expansionismo político en la actualidad buscan defenderse del proyecto esta realidad: ni la progresista
de Occidente ha conocido numerosas formas de permear en la universalista vendido ahora por Occidente en liberal, ni la marxista leninista,
mayoría de los pueblos, sin embargo, es a través de las arengas términos de globalización, plantean como ideolo- ni la humanista tercermundista.
Sólo logran apenas proporcionar
de modernización con las que ha obtenido mejores resultados. gía aglutinante toda una raigambre particularista justificaciones, cuando no se
Las grandes naciones tenían derecho al progreso y que apela al tradicionalismo de sus respectivas reducen a imágenes vacías”.
también lo poseían aquellas regiones aisladas en las cuales culturas. Antes de emitir algún juicio sobre Châtelet, François, op. cit., p. 231.
no existía aún alguna conformación nacional. La presencia la implicación del Volksgeist en el orden internacional de la
de Estado racional (desprendida de la versión nacionalista de segunda posguerra, es conveniente enfatizar la iniciativa de
las Luces) se convirtió en modelo único más por imposición las Luces en el siglo XX, sobre todo en la vertiente univer-
violenta que por necesidad. De tal forma, la alineación de los salizadora que caracteriza de manera emblemática a la ONU (en
llamados países no desarrollados a ese modelo fue un modo particular a la Unesco):
de evitar quedar aislados de ese nuevo orden. No obstante, esa Al unir el progreso moral de la humanidad con su progreso
intelectual y situarse en el doble terreno “político” —defensa

62 63
de las libertades— y “cultural” —de la formación de los que estandariza y separa lo bárbaro (también, se quiera o no, es
individuos— los responsables gubernamentales y las grandes una manifestación de otras civilizaciones) y lo supuestamente
autoridades intelectuales reunidas en Londres volvían a civilizado.
enlazar espontáneamente con el espíritu de las Luces.79 La redefinición de la civilización gira en torno a aceptar
El escenario previamente descrito origina otro problema: la la diversidad, pero no de forma jerárquica. En cambio, es
estratificación y sumisión de los individuos a la totalidad admitir su concepto sin que sea una categoría a utilizarse para
mediante la utilización de otra arma: la educación. Paradoja que un proyecto privado. Para la mayoría de los antropólogos no
Finkielkraut expresa así, “si la libertad era un derecho universal, existe una civilización única, hay muchas, las cuales, a su vez,
sólo podía ser llamado libre un hombre ilustrado”.80 Contra tal producen múltiples y variadas culturas. Dichas culturas nunca
79
Finkielkraut, Alain, La derrota puesta en práctica del humanismo jerarquizante, serán proyectos elitistas dirigidos por oligarquías que controlen
del pensamiento., p. 56.
Claude Lévi-Strauss le lanza un ataque en su a los gobiernos de su país, por ejemplo, a los de las naciones
80
Ibid., p. 56.
discurso “Raza e historia”. más ricas del planeta. Las culturas antropológicas subsisten
Lévi-Strauss critica el etnocentrismo expresado a modo pese a los proyectos etnocéntricos de la cultura de élites. En
de defensa de la diversidad porque es una diversidad sin asumir- términos de Lévi-Strauss, deberían ser estilos de vida especiales
se como base para el discurso legitimador de algunas élites; en y capacidades virtuales:
ese sentido, ni se inscribe al discurso que propone un combate Y en el momento en que la Unesco se propone abordar un
a la biologización de las diferencias, ni plantea el combate a la nuevo capítulo de la historia humana, Lévi-Strauss recuerda,
jerarquización de las mismas. En él hay un rechazo al racismo en nombre de su disciplina, que la guerra de la que se trata de
en su forma más cruda y, a su vez, al racismo atemperado del salir está tan marcada por la guerra como por la colonización,
discurso de las Luces. Finalmente, las argumentaciones de esos tanto por la afirmación nazi de una jerarquía natural entre los
nacionalismos tampoco dejan de clasificar al otro en un orden de seres como por la soberbia de Occidente, tanto por el delirio
81
Ibid., p. 60.
perfección creciente, jerarquía en el que ellos ocupan la cumbre. biológico como por la megalomanía del progreso.81
Con el anterior programa se terminan de redefinir al-
De la Guerra Fría a la actualidad, lo que predomina en las
gunas posiciones en torno al concepto civilización, el cual, al
disputas de los nacionalismos es el interés por el llamado
ser reintroducido en este tema, se trae a colación en su noción
control global de sus élites, más que una reivindicación de la
de un mundo. Esto es, cuando la civilización, en términos
cultura como manifestación artística del hombre. Por supuesto,
antropológicos, se habilita en el sentido de aquella construcción
la modernización política, con todo y sus versiones instru-
primigenia de una colectividad de hombres se dice que se
mentalistas de opción racional y comportamentismo, es una
constituye como mundo, en tanto no puede ser entendido, en
abstracción teórica que enfatiza las superaciones de los hom-
algunos casos, si no se tiene correspondencia idiosincrática entre
bres a partir de una cultura construida por una tecno-ciencia,
la gente que conforma la misma comunidad. Sin embargo, los
en realidad pseudociencia, a la cual han apostado la mayoría de
problemas empiezan (he allí la cuestión de redefinir la posición
los altos centros de estudio de los países más “desarrollados” del
particular de cada individuo o sociedad) cuando la civilización
planeta y la han usado a manera de gran metarrelato desde la
es entendida analógicamente a aquel parámetro que mide otras
segunda mitad del siglo XX y lo que va del XXI.
colectividades, es decir, cuando se le toma como concepto único

64 65
Esto resulta evidente en los llamados modelos desarro- Se trata de garantizar la comunicación universal de los
llistas de la modernización política propuestos por las naciones conocimientos y de aportar las Luces a los que están privados
“avanzadas”, los cuales entran en una franca contradicción de ellas. Hermoso proyecto, pero oculta, a los ojos del sociólogo,
con los estilos de vida de las personas de otras regiones y sus una operación en dos tiempos mucho menos esplendorosa:
en primer lugar, “desarraigo”, extracción de los seres de la
capacidades virtuales. Por ello, discursos como el de Huntington,
trama de costumbres y actitudes que constituye su identidad
quien considera que un orden social tomado de los modelos de
colectiva; después “doma”, inculcación de los valores domi-
EE.UU. y de algunos países europeos puede ser vehículo de la
nantes elevados a la dignidad de significaciones ideales.84
modernización de los países “atrasados”,82 además de maniqueos
que resultan alejados de la realidad intrínseca a cada región. Polarizando la educación obligada por los parámetros occi-
Ahora bien, este aparente ataque a Huntington se dentales, la escuela vendría a ser un lugar donde se ejerce la
apacigua si se toma en cuenta que casi todas las ciencias huma- violencia simbólica, pues sería la plaza en la cual se pretende
82
Al imponer el parámetro de nas persiguen en algún modo el etnocentrismo. que con la mirada igualadora de la ciencia queden abolidas
que “una modernización política En ese sentido, los intelectuales son individuos las jerarquías y se lleve a todos a la homogeneización de la
implica la racionalización de la
con límites impuestos por sus propios estilos de falsa perorata igualitaria. Con ello, el discurso del humanismo
autoridad, la diferenciación de
las estructuras y la expansión vida especiales y capacidades virtuales inheren- enarbolado por la Unesco es un proyecto en el que un “grupo
de la participación política”, tes. Aun cuando se hable de neutralidad valorativa dominante prescribe su visión del mundo al conjunto social”.85
Huntington no se desprende de los
o de apego a las leyes científicas, el problema Carece de precisión aquel espíritu de comparación que
discursos egocéntricos de las élites
intelectuales de Occidente. Y pese a de las humanidades permanece sin resolución, introduce el humanismo a partir del descubrimiento del Nuevo
que este autor hace la advertencia lo cual tampoco significa que se les abandone Mundo, ya que las mismas fuentes teóricas de la modernidad
de los límites que pueden tener
totalmente por la construcción del sueño nihilis- surgen a modo de un nuevo dogma opresor de la inteligencia
las sociedades subdesarrolladas,
no deja de ver como proyecto ta, al contrario, se insta a recorrerlas a la sombra humana. En efecto, el discurso emancipatorio de la Ibid., pp. 64-65. 84
único para el alcance de la de su implicación como justificaciones culturales.
escuela en absoluto se desprende del absurdo dogmático Ibid., p. 66. 85
modernización política, a las
El etnocentrismo explicado anteriormente de describir lo producido por otras culturas como una Finkielkraut, Alain, La
86
categorías arriba mencionadas. Ver
Huntington, Samuel, “Cap. 2”, en El puede ser hallado en las disciplinas humanísticas,
sabiduría del amor,
tontería, alimentando su permanencia de una institución p. 68.
orden político en las sociedades en verbi gratia, la historia y la sociología. En la
cuyo fin es eliminar para siempre dichos absurdos:
cambio, Ed. Paidós, España, 1988,
primera hay un enfrentamiento de la misma
pp. 93-130.
¿Qué es la tontería? Es el irónico desquite del oscurantismo
83
Finkielkraut, Alain, La derrota del con “su vocación tradicional que consistía en
pensamiento, p. 62. devolvernos la memoria de nuestro pasado, y religioso sobre los discursos que intentaron hacerlo desa-
parecer [...] Tontería religiosa, tontería burguesa, tontería
ahora lo ocultan de nuestro dominio”.83 Mientras, la sociología,
revolucionaria: es siempre el mismo esquema el que la causa.
se ha empeñado en sacar a la luz el proyecto erróneo: si bien
Se obedece en lugar de reflexionar [...] Frente a la obstinación
acepta que los europeos no son una civilización sino una
religiosa de la necesidad, los tiempos modernos confiesan
cultura especial, presupone el entendimiento de una cultura
su fracaso.86
pretendidamente unitaria y, a su vez, plural. El trabajo de algunos
sociólogos ha radicalizado la lucha anticolonial, pero con la Los tiempos modernos han adoptado al paso de su acontecer
construcción al mismo tiempo de un discurso etnocéntrico: diferentes discursos. Uno de ellos es el de la descolonización, con

66 67
sus vertientes independentistas. Empero, el problema de tales anteriores en las cuales se contemplaron elementos exteriores
filosofías no reside tanto en sus ambiciosos programas,87 sino porque se revisaron antagonismos internacionales.
en que la mayoría de ellos se olvida que “si ahora se pretende Ese carácter endógeno se manifiesta por el interés de
que la ballena occidental devuelva lo que se ha incorporado, no rescatar los discursos legitimadores del dominio de los individuos
basta con otorgar la independencia a los pueblos dominados, al interior de cada nacionalismo. Una herramienta de análisis
hay que dictar asimismo la equivalencia de las culturas”.88 con similitud en cuanto a característica endógena de estos dos
La filosofía de la descolonización rechaza la violencia proyectos nacionales es el concepto pueblo.
simbólica de la escuela, paradójicamente con ello reanima Esa concepción de pueblo ha tenido un aspecto trascen-
un retorno a la noción romántica de la identidad. Los dente en diversos discursos legitimadores para la élite, sobre
87
Isaiah Berlin lo explica así: “Es
antihumanistas contemporáneos rescatan, al todo internamente para los nacionalismos occidentales en los
verdad que a veces los movimientos igual que los ideólogos del Volksgeist, el cuerpo, tiempos modernos. Pese a ello, tales alegatos de defensa del
de independencia nacional llevan la identidad y la historia del sujeto; la diferencia
pueblo (entidad máxima de la soberanía) son Finkielkraut, Alain, La sabiduría
89
a la creación de grupos más
amplios, a la centralización y,
estriba en que los pensadores del genio nacional falacias en las naciones ilustradas, autonombra- del amor, pp. 136-137.
das liberales, y en los países totalitarios. Estas Cioran, en torno al concepto
90
frecuentemente, a la represión hablan por los suyos, mientras los filósofos de
pueblo, expresa: “¿Y el pueblo?,
por parte de una nueva élite de la descolonización lo hacen por el otro. Ambas
aseveraciones se justifican al otorgarles las se preguntarán. El pensador
conciudadanos, y que pueden
conducir al aplastamiento de las
disertaciones se parecen en la rehabilitación siguientes connotaciones democráticas: o el historiador que emplea
esta palabra sin ironía se
diversas minorías étnicas, políticas del particularismo como programa existencial;
La ambigüedad de la palabra “pueblo” revela las dos desacredita. ‘El pueblo’ se sabe ya
y religiosas. En otras ocasiones sólo los fines del segundo buscan lo contrario al
concepciones de la democracia forjadas en nues- a qué está destinado: a sufrir los
se inspiran en el ideal opuesto en
evadir la imponente autoridad
primero: la rehabilitación del extranjero. tra modernidad después de la revolución francesa.
acontecimientos y las fantasías
de los gobernantes, presentándose
personal que ignora las diferencias Lo anterior remarca una vez más la En la primera concepción, el término “pueblo”, re- a los designios que lo invalidan
étnicas, regionales y religiosas, con existencia de momentos en los cuales se dan
servado despectivamente por las clases dirigentes y lo abruman [...] Como ningún
un afán alternativo de establecer
grupo dirigentes naturales, de
conjunciones entre el proyecto universalista y el para designar a las gentes de baja extracción, se régimen le asegura su salvación,
el pueblo se amolda a todos y
proporción humana”. Berlin, Isaiah, particularista. En ocasiones, el exaltamiento de amplió hasta abarcar a todos los miembros de la
a ninguno. Y desde el Diluvio
Árbol que crece torcido, p. 314. los particularismos, por parte de los filósofos de la ciudadanía sin excepción. En la otra concepción, hasta el Juicio Final, a lo único a
88
Finkielkraut, Alain, La derrota del
pensamiento, p. 67.
descolonización, es simplemente una herramien- las disparidades imponen a la proximidad, la des- que puede aspirar es a cumplir
igualdad de las condiciones suprime de nuevo la honestamente con su misión de
ta con tendencias universalistas, pese al discurso
vencido”. Cioran, Emil M., Historia y
contemporáneo de las ideologías universalistas de no residir en comunidad de pertenecer a un cuerpo y entonces
utopía, Ed. Tusquets, España, 1988,
la supresión del otro, sino en su rescate, y la aceptación de su hay dos humanidades: la plebe y sus enemigos.89 pp. 72-73.

particularidad ocurre bajo el supuesto afán de encontrar una


Fundamentado en lo anterior, el discurso de los nacionalismos
armonía universal.
tiene consecuencias exógenas y endógenas, es decir, uno como el
Es pertinente construir una delimitación reflexiva
de “el pueblo contra el Estado” es orientado para la lucha contra
sobre las conjunciones o los parecidos entre los dos proyectos
otras totalidades y también para legitimar las posibilidades de
nacionales analizados, a fin de enfatizar su carácter de
acción política de las élites. Se fomenta la lucha de clases con
discursos elitistas. Dicha reflexión tratará en lo concerniente a
intereses mezquinos y de ese modo entra el uso ideológico de la
sus similitudes más endógenas, a diferencia de las reflexiones
palabra pueblo90 en otros dos proyectos nacionales:

68 69
El pueblo contra el Estado, la comunión contra la deliberación: ser consideradas prejuicios, principalmente porque resultan del
ese es el programa totalitario fascista o comunista. Para los pri- intento de cada proyecto por evadir al otro. Una manifestación
meros [fascistas], se trata de doblegar las instituciones jurídicas a de ese fenómeno es la alternancia de posturas ideológicas de
la afirmación de la voluntad popular; los otros [comunistas] por derecha tendientes al Volksgeist con aquellas de inclinación
su parte, quieren colocar el partido de los oprimidos en el lugar
liberal que en su radicalidad pueden aterrizar en izquierdas
del Estado y fundar una civilización sin derecho.91
dentro de un mismo país. El Brexit y el ascenso de Donald Trump,
En torno a los usos del pueblo, parte de un alegato manipulado, se igual que en otra época lo fue el de Ronald Reagan, son casos
puede descubrir otra senda poco explorada: la del error en el que concretos de ello y no meras coincidencias.
caen los discursos filosóficos cuando generalizan las aptitudes En la negación de sus diferencias se unen más los
de los individuos y las constriñen a una totalidad conceptual. En programas opuestos y es donde son utilizados como coartadas,
ese sentido, las nociones de democracia y masas se suman a la según convenga a los intereses de la élite en turno. Por eso, si
de pueblo en su función exterminadora de las diferencias. hubiese que inscribirse en alguna línea ideológica, debiese ser la
Nietzsche recuerda en El Viajero y su sombra que la de la cultura en su significado de diversidad no jerarquizada:
democracia sólo puede existir con la unanimidad de todos los
En la negación de la diferencia se reúnen el particularismo
91
Finkielkraut, Alain, La sabiduría sufragios y que la contradicción de una pequeña
estrecho y el universalismo mentiroso, y precisamente a esta
del amor, p. 145. minoría basta para volverla impracticable. Por
92
Ver Loaeza, Soledad; Gilly, coalición tenebrosa opone una parte del pensamiento europeo
su parte, François Xavier Guerra92 considera que
Adolfo y Aguilar Camín, Héctor, “La —de Montaigne a Lévi-Strauss— la apología del pluralismo
modernidad como utopía. Entrevista las masas, en su acepción de actor social único, cultural [...] Esta crítica al etnocentrismo culmina en la década
con François Xavier Guerra”, Revista no existen y sólo son utilizadas para legitimar
de 1960 en la descolonización [...] En virtud del cotejo con periodos
Nexos, N. 134, 1 de febrero de 1989.
o
la acción de las élites. Por tanto, todos esos anteriores o con culturas remotas, nuestro presente —saludable
términos deben disgregarse para afianzar la diversidad de los humillación— queda restituido a su verdadera dimensión.93
actores sociales.
La acción ideológica de esas discursivas ha ido más allá El tratamiento de la cultura no ha pretendido Finkielkraut, Alain, La sabiduría
93

de lo que representan al interior de cada Nación; de hecho, establecer que ella devenga de hechos políticos del amor, p. 112.
De Ventós, Xavier Rubert,
94

sus respectivos establecimientos internos han generado los (eso sólo algunas élites lo intentan). Así, hablar Filosofía y/o política, Ed. Península,
diferentes órdenes del mundo contemporáneo. El ascenso y de giros culturales es referir los discursos que España, 1984, pp. 126 y 128.
abandono de ideales democráticos, totalitaristas o socialistas resaltan a la cultura en calidad de legitimidad identitaria para un
han corrido a la par del ordenamiento del mundo en materia programa político. A ese respecto, es interesante la relación que
política y económica. Rubert de Ventós encuentra entre política y cultura: “La actividad
Si se visualizan los nacionalismos de la segunda cultural o la reflexión filosófica, en efecto, buscan siempre la otra
mitad del siglo XX, junto a las categorías de particularismo y cara de las verdades socialmente establecidas y políticamente
de universalismo, conviene aclarar que en sus interrelaciones formuladas [...] La función cultural ha de ser en consecuencia,
ambas no se anulan. En cierto grado, la existencia de uno origina puramente crítica”. Deducido de lo anterior, la cultura más
la del otro; de ese modo, las oposiciones entre el realismo de las que ser utilizada para legitimar discursos políticos, debe ser
Luces y el moralismo de las sociedades particularistas llegan a mantenida en una posición separada de los mismos.94 De esa

70 71
forma, en absoluto resulta alejado de los discursos legitimadores universalistas con dos modos de producción económica distin-
el tratamiento ideológico hecho por algunos intelectuales de la tos, a saber, el socialismo y el capitalismo, comienzan a repartirse
cultura, entre otros, los filósofos de la descolonización. el mundo. Ambos proyectos jamás tuvieron la intención
Se ingresa en el terreno mítico de los discursos políticos de respetar la diversidad planetaria, en vez, depreciaron la
cuando la cultura no es utilizada para dar explicación a la particularidad y la orillaron al olvido porque para ellos no era un
identidad colectiva de los hombres, sino para justificar alguna programa obligado. Estaban más preocupados por sus relaciones
totalidad dominante. Para el caso, André Reszler explica que y conflictos mutuos que por algún acercamiento hacia otras
estos discursos nacionalistas pueden catalogarse dentro de regiones. Las relaciones entre los dos “súper grandes”, según las
los mitos políticos modernos,95 pues, según él, son modernos políticas norteamericanas, pueden apuntarse así:
porque se apoyan de otras categorías ausentes (al menos en
1947: convencido de que la Unión Soviética no respeta las
95
“Es de los archivos del mito de la misma forma) en la Antigüedad. Dichos mitos,
reglas del juego de Yalta, Truman dispone una nueva estrategia
donde el político, el hombre
además, tienen otra caracterología ligada más militar llamada del containment [...] La intervención americana
de partido o el teórico, extraen
los relatos, las leyendas o los con el predominio de los mitos revolucionarios en Corea se desprende directamente de dicha doctrina [...]
hechos históricos, que les sobre los mitos fundacionales o con los mitos 1968: Nixon [...] atacará el containment por su debilidad y su
permiten fundar su cultura —la
construidos a partir de una futurología, por ambición defensiva [...] Comprobando el efecto de desánimo
cultura política— y darle al
poder con que cuentan o al que ejemplo, la marxista. de la guerra de Vietnam [...] delega a unos sustitutos súper
aspiran, su legitimidad. Cada La acotación anterior permite introducir equipados la tarea de asegurar Occidente [...] 1976: Carter,
época, cada sociedad, repiensa,
de lleno los tópicos sobre las dos esferas concep- presidente de la decadencia, se declara liberado del miedo
rescribe el mito en función de
irrazonado del comunismo [...] Y la historia culmina en pesadilla
su sensibilidad, adaptándola a tuales que polarizaron el debate ideológico de
los modos culturales, sociales las relaciones internacionales desde el inicio [...] Y un mundo en cuyo seno la Unión Soviética gozará de un
y políticos que predominan
de la Guerra Fría hasta la caída del socialismo poder suficiente para apoderarse de los campos de petróleo
en ella”. Reszler, André, Mitos árabes [...] hizo que Reagan llegara a la Casa Blanca.96
políticos modernos, FCE, México, en los años noventa del siglo XX: el mundo
1984, pp. 282-283. rojo y el mundo de las barras y las estrellas. Esa Todas las circunstancias anteriores condujeron Finkielkraut, Alain, La nueva
96

polarización dual no significa la inexistencia de otros órdenes, al a un culto de la bipolaridad, en donde todo se derecha norteamericana, Ed.
contrario, simplemente refleja las apariencias buscadas por las enfocaba en dos polos, la Unión de Repúblicas
Anagrama, España, 1982, p. 13.

propias élites. Socialistas Soviéticas (URSS) y los Estados Unidos de América


Tales antagónicos nacionalistas representaron las dos (EE.UU.), y no se concedía autonomía a otras realidades
grandes versiones de nacionalismo universalista y la diferencia regionales. Las únicas motivaciones sobre la mesa de discusión
entre ellos estribó en sus respectivas bases ideológicas de las políticas norteamericanas giraban en torno al avance
contrapuestas, a su vez, a la versión particularista del llamado del comunismo y la defensa de Occidente. Por su parte, el
tercer mundo. Empero, antes de pasar a esto último es socialismo proponía la defensa de sus ideales como el arma
preciso atender las relaciones de los dos bloques políticos que de emancipación de las clases explotadas, porque su programa
protagonizaron la Guerra Fría. consistía en llevar la conciencia de clase al mundo, sin limitarse
El término de la Segunda Guerra Mundial enmarca sólo a un ámbito interno, y siempre guiado por la Nación de
el inicio del periodo en el que dos corrientes ideológicas

72 73
naciones: la URSS. En ello, evidentemente, había una tendencia en el siglo XX, EE.UU. se constituyó en el máximo heredero
de nacionalismo universalista. de la filosofía de las Luces, por supuesto, sin ser el unilineal
Asimismo, en las tentativas de la URSS también yacían aplicador de dicho proyecto, pues la modernización no tiene las
contradicciones teóricas de fondo; por un lado, se olvidaban del mismas proporciones que la tierra donde nació la Ilustración. El
historicismo marxista97 y, por el otro, aceptaban el programa típico ejemplo diferenciador de las naciones con ese principio
marxista, aun sin seguir al pie de la letra lo que postuló respecto universalista es:
a la propia autodestrucción del capitalismo al no poder hacer
Los norteamericanos no se consideran súbditos del Estado. Los
frente a sus contradicciones internas. “Por eso, el mismo Marx
europeos oscilan continuamente entre la devoción [el Estado
se habría ofuscado sin duda con esas nupcias contra natura lo puede todo] y la rebelión [el Estado es el Mal]. Por otra
con el nacionalismo. Para el autor del Manifiesto comunista, la parte, los americanos jamás utilizan la palabra “Estado”; dicen
sentencia estaba dictada: los proletarios no tenían patria”.98 “Administración”.100
Durante la Guerra Fría, EE.UU. representa la versión más
conocida y acabada de un imperialismo simbólico, es decir, el tipo El sociólogo francés Jean Baudrillard acuñó la frase “lo que se
de imperio que no necesariamente requiere del dominio militar piensa en Europa se realiza en América”101 para ilustrar aspectos
o político sobre sus zonas de influencia, sino de una serie de diferenciales entre EE.UU. y algunos países europeos, pese a
mecanismos que condicionan el accionar de países subordinados tener ambos la misma fuente ideológica. Otra idea del mismo
a dictados económicos de quienes, ya para entonces, son sus autor refiere a EE.UU. en términos de la versión original de la
acreedores. Ese imperialismo de corte económico deviene de la modernidad, ya que lo considera un país sin una historia añeja,
supremacía que adquiere EE.UU. frente a una Europa en crisis cuyos habitantes viven siempre en el presente. No obstante,
97
El historicismo pretende por la Segunda Guerra Mundial; situación que,
también en tal planteamiento se debe tener cuidado, porque
sustentarse en suministrarnos
incluso, lo posiciona como el país salvador de la puede ser etnocéntrico. Ibid., p. 42
100

profecías históricas a largo Baudrillard, Jean, América, Ed.


101
Ahora bien, es necesario advertir más Anagrama, España, 1987, p. 116.
plazo. Karl R. Popper considera libertad y de la democracia:
que el marxismo es la forma sobre el otro gran proyecto de la modernidad, “Genio y Estado ideal en
102

En 1944, nació el imperialismo para completar a


más pura y más desarrollada del del cual la URSS, sin personificar la versión contradicción.- Los socialistas
historicismo. Su crítica no sólo escala mundial la política que había demostrado desean establecer el bienestar
original, al menos representó otra de sus caras: el para el mayor número posible
se refiere a la profecía, sino a la su plena eficacia en los Estados Unidos. Un único
base de ésta, que es la creencia socialismo. Éste estandarizó y separó al individuo si la patria perdurable de este
mundo, bajo la dirección americana, era lo que
en el pasado (materialismo de sus diversidades; contrajo nupcias con las bienestar, el Estado perfecto,
histórico), lo cual la hace un
se necesitaba según Roosevelt y la izquierda fuese realmente alcanzada, el
liberal para evitar para siempre la reaparición
prácticas totalitarias (consideradas regímenes bienestar destruiría el terreno
determinismo rígido. Popper
señala que en Marx hay un de la guerra y de las graves crisis económicas.99 totalitarios de izquierda) y el culto al partido donde la gran inteligencia y,
determinismo sociológico. Véase único, y se acercó, bajo el mote de bienestar generalmente, la individualidad
Popper, Karl, La sociedad abierta Tal proyecto imperialista ha recibido críticas poderosa: me refiero a la
universal, al deseo irrefrenable de abarcar todo energía recia. La humanidad
y sus enemigos, Ed. Paidós,
desde varios ángulos de las ciencias sociales y el orden global. Esto último se convirtió en su sería demasiado inerte, una
España, 1982.
98
Finkielkraut, Alain, La derrota por parte de diversos autores; aquí solamente mayor peligro, su propia bomba de tiempo, que a vez realizado este Estado, para
del pensamiento, p. 76. se presentan las que juzgan el etnocentrismo la larga lo llevó al fracaso.102
producir aún el genio”. Nietzsche,
99
Finkielkraut, Alain, La nueva Friedrich, Humano, demasiado
occidentalista. Por eso, nunca sobra decir que
derecha norteamericana, p. 56. humano, p. 169.

74 75
El socialismo se instaura como un lugar proclive conflictos Occidente-Oriente o Norte-Sur), desde la posguerra,
hacia prácticas colonialistas y, lo más grave, en su afán de se buscó generar, no a partir de la milicia exacerbada, sino de
emancipación universal, se abocó al apoderamiento, con base la globalización económica por regímenes o continentes. Aun
en el adoctrinamiento, de una gran parte de los países de cuando por supuesto, en esa búsqueda concurren intereses e
Europa del Este. Las consecuencias de aquellas imposiciones se intenciones ventajistas de unas élites hacia otras, y las élites de
reflejaron en la caída de sus regímenes durante los últimos años los llamados países periféricos se convirtieron en subsidiarias
del siglo XX. de las de los países poderosos.
103
“El capitalismo es una ideo-
La diferencia entre el universalismo socia- Puntualizando lo anterior —y recordando que no es
logía débil, a causa de que no lista y el universalismo capitalista estriba en que de interés primigenio el desmenuzamiento de la problemática
exige una fe total. No creo que el segundo no quebrantó totalmente la libertad
que acaeció y sigue acaeciendo entre el mundo capitalista y
el capitalismo sea un fenómeno
unitario que haga un corte en
de acción de los individuos;103 sus prácticas de el socialista (casos concretos de Cuba y China)—, una última
todos los estratos de la socie- sujeción fueron y son sutiles (sin darse cuenta, reflexión sobre las dos corrientes universalistas del siglo XXI:
dad”. Bell, Daniel, “Las nuevas el individuo es más presa del control estatal) y
las ideologías liberales y socialistas son hijas de Occidente,
ideologías”, [Entrevista por Héc-
tor Tajonar], en La experiencia de
sofisticadas. Sus elementos de control están más por tal motivo, la mayoría de sus respectivos discursos
la libertad. Miradas al futuro, Ed. relacionados con los instrumentos económicos emancipatorios se presentaron y presentan, casi siempre, con
Vuelta, 1991, p. 14. que con los políticos, aunque, de ningún modo fines expansionistas para marcar su influencia en la mayor parte
104
Ver Castoriadis, Cornelius,
[Entrevista por Julián Meza],
olvidan lo político, sobre todo en su aspecto de posible del planeta.106 Profundizando esa compara-
106

“Por una sociedad autónoma”, control social. Si las dos ideologías anteriores repre- ción, Castoriadis explica: “El
en La experiencia de la libertad. Aumentan las relaciones entre las na- drama de nuestra época es que
miradas al futuro, Ed. Vuelta,
sentaron y representan el cuerpo del discurso esos dos hermanos gemelos
1991, p. 14.
ciones no a causa de antagonismos políticos, universalista, conviene, sobre todo después del y enemigos (el liberalismo y
105
“En la Unión Soviética se sino de la búsqueda de nuevos principios de ordenamiento mundial de la segunda posguerra, el marxismo), que tienen una
usa abiertamente la coerción ordenamiento. En ese sentido, algunos sistemas misma madre (el capitalismo
para acumular capital y de ello
cuestionar en qué regiones o naciones se desarro- occidental), se encuentran al final
se ha beneficiado una nueva
socialistas —los cuales Castoriadis104 consideraba lló la otra vertiente discursiva surgida también en de su camino. Ni los liberales ni
clase burocrática. La Unión So- capitalistas porque llevaban al extremo la con- los marxistas tienen nada que
Occidente durante el siglo XVIII: el Volksgeist.
viética ha podido lograr esto centración de capital a manos del Estado y decir sobre lo que realmente
a causa de la combinación de Una posible respuesta se encuentra en importa hoy en día. Ni sobre lo
engendraban una nueva clase explotadora—
ideología (la promesa de una el tema de los llamados países descolonizados que debe hacerse con la socie-
utopía comunista) y terror cayeron más por el factor económico que por el
(políticamente) o los que buscan la autonomía, dad ni sobre cómo enfrentar el
(la policía secreta) que puede bélico. Asimismo, las naciones socialistas se vie- peligro de una guerra. Son dos
emplear un Estado totalitario o esa demanda de generar su propia autosuficiencia ideologías fracasadas”. Torres
ron inmersas en la construcción de un sistema
casi totalitario”. Bell, Daniel, Las y autarquía (partes indisociables de cualquier Fierro, Danubio, “Hacia la guerra
contradicciones culturales del contradictorio que, lejos de utilizar sus recursos
principio de autonomía respecto al orbe mundial) total. Entrevista a Cornelius
capitalismo, Alianza Editorial, para satisfacciones internas, los destinaban a la Castoriadis”, Revista de la
España, 1977, p. 114. que normalmente ha tendido a gestarse en el Universidad de México, Vol. 38,
fábrica de armamentos y de un Estado burocrático
terreno de las ideologías particularistas. Por ello, N.° 15, julio de 1982, pp. 2-7.
totalitario, cuyo propósito era controlar a la demás población.105
es permisible afirmar que la oposición a los universalismos
Resulta evidente que el enfrentamiento de los antago-
imperialistas, a partir de la posguerra, se ha llevado a cabo desde
nismos nacionales (a excepción de los fundamentalismos y los

76 77
los países del tercer mundo o no desarrollados. Denominación soviético y rechazaron el programa socialista. Aunado, la deca-
despectiva otorgada por los seguidores del discurso inclinado dencia del mundo socialista, en el sentido de modelo a imitar,
a imaginar un orden planetario bipolar, es decir, dos “súper se ha producido más por su falta de generación de convicciones
grandes” muy diferenciados y contrapuestos a aquellos países ideológicas que por su carácter totalitario. Por ejemplo, la
atrasados, por tanto, sumidos en una tercera esfera parecida a República Checa, en ese entonces Checoslovaquia, jamás fue
un purgatorio: el tercer mundo. consecuente con las importaciones de la URSS, situación ilus-
Los movimientos de liberación (en algunos casos trada en su revolución denominada Primavera de Praga (1968).
auspiciados por los nacionalismos ilustrados) han encarnado el Los grandes proyectos universalistas emancipatorios,
Volksgeist en antagonismo total a las naciones inspiradas en las en los cuales se pregonaba la superación del individuo,
Luces, pues observan en estas últimas la contradicción de ser son considerados por algunas naciones como “débiles” y
llamadas Estados de Derecho cuando normalmente tienden a entorpecedores del verdadero principio individual, a saber: la
coartar las principales libertades de los ciudadanos. cultura. Sin embargo, tal proclama en contra no percibe que una
Dichos movimientos modernizan la concepción del defensa de la cultura individual, en realidad, limita la libertad
Volksgeist, ya no en su acepción de genio nacional, sino de individual. Surge así la obligación de defender las aparentes
identidad cultural, que busca oponer lo que habitualmente identidades culturales por el simple hecho de haber nacido en
etiquetan como programas imperialistas, mismos que absorben ese terruño. Cuando las élites de los países descolonizados se
la capacidad de desarrollo de los países pobres. Pero surge otro afirman en las identidades culturales, someten también a toda
problema dado que esa llamada identidad cultural de ningún su pluralidad de individuos a la defensa de una colectividad
modo representa los auténticos valores artísticos de la cultura ficticia y mítica. “En efecto, en el mismo momento en que se
intrínseca a los pueblos, en cambio, casi siempre se presenta devuelve al otro hombre su cultura, se le quita su libertad: su
bajo un proyecto elitista con arreglo a intereses que derivan en nombre propio desaparece en nombre de su comunidad”.108 108
Ibid., p. 79.

crueles regímenes de opresión: Un estudioso de los nacionalismos sin conocimiento de


lo propuesto por Lévi-Strauss puede pensar que el tercer mundo
Los movimientos de liberación han secretado unos regímenes
eligió, hacia finales del siglo XX, masivamente el peor de los dos
de opresión con una regularidad sin excepciones precisa-
mente porque, a ejemplo del romanticismo político, han
modelos europeos de Nación: el Volksgeist. Dicha presuposición
fundado las relaciones interhumanas en el modelo místico es debatible, ya que primero se necesita una especificación sobre
de la fusión, y no en el —jurídico— del contrato, y han con- a qué países haría referencia; no es lo mismo un país árabe con
cebido la libertad como un atributo colectivo, nunca como una alta tradición religiosa que uno como México, en el cual
una propiedad individual.107 difícilmente puede haber una exaltación de una sola tradición
debido a su gran cantidad de grupos étnicos.
107
Los movimientos de liberación aparecieron en
Finkielkraut, Alain, La derrota
Un segundo punto ilustrativo de lo aventurado de
del pensamiento, p. 75. el momento en que se renuncia a los modelos
generalizar que todos los países no desarrollados han tendido a
universalistas, no sólo el representado por EE.UU. Acerca de la la utilización del Volksgeist sería que cada vez son más los países
problemática nacionalista actual, muchos países del llamado “débiles” con intenciones de emular los programas “democráticos”
tercer mundo percibieron la voracidad del universalismo de los países poderosos o con pretensiones de adherirse a algún

78 79
proyecto global comercial (el caso de la incorporación de México Dentro de esta nueva perspectiva, la razón individual no es
al TLC en los años noventa del siglo XX). Las consideraciones en más que una función de la inteligencia colectiva. El “nosotros”
torno a lo anterior debiesen ser cuidadosas, pues la tendencia incluye constantemente al “yo”; nadie se escapa de su
entorno, todo sujeto es actor, pero haga lo que haga es la
hacia la tecnocracia de los gobiernos de países “débiles” ha sido
sociedad en que vive la que le define su papel y, como si fuera
una constante desde finales del siglo XX y lo que va de éste.
su apuntador, le indica sus entradas en escena.109
Las dos ideas europeas de Nación, en su influencia
sobre los llamados países de economías emergentes, se tienen Por eso, la aparente democratización de la cultura, por parte de
que ver a la luz de las prácticas políticas desplegadas por el la Unesco, es sólo una fascinación. Ese organismo de la ONU in-
propio Occidente hacia ellos. Una clave para la comprensión, sin tenta reafirmar las posturas universalistas presentando la identidad
la intención de darle validez universal, reposaría en identificar cultural universal desde las identidades individuales, lo cual, por
los grados de las acciones ofensivas de Occidente hacia otras supuesto, solamente es un ambicioso proyecto etnocéntrico.
regiones del mundo. De esa manera, se percibiría que las visiones Organizaciones de seguridad bélicas, inclusive las que
particularistas se dan más en donde hay una elevada incidencia buscan la “democratización” en la cultura, se lanzan contra el
coactiva y por lo general bajo la égida de los fundamentalismos repliegue particularista de algunas regiones no occidentales. Se
religiosos. En las zonas de menor ataque, incluso, llegan a invade el terreno creador y artístico por la bús- Finkielkraut, Alain, “La
109

concebirse como inspiración de desarrollo; los embates varían queda de la estética universal que, por lo demás, es disolución de la cultura”, trad.
Gabriel Favela, Revista Vuelta,
según los grados de cooperación que las otras regiones tengan exclusivamente el capricho de unos cuantos. Vol. 12, N.° 133-134, diciembre
o no hacia las políticas de los poderosos. Las consideraciones concurrentes a singu- 1987-enero 1988, p. 39.
lar problema de creación de una cultura dirigida, Finkielkraut, Alain, La derrota
110

Para aterrizar las ideas precedentes, se llega a considerar del pensamiento, pp. 80-81.
por parte de las élites que dominan en los dos tipos
que el discurso emancipatorio de Occidente ordena a los indi-
de nacionalismo, es que ninguna se desprende de la palabra
viduos como servidores de la totalidad tanto o más que los
racismo para construir sus discursos. Al utilizarse el racismo,
discursos particularistas. Idea encontrada ya en los dos discursos
en calidad de legitimador, se insertan dos vertientes: la de los
nacionalistas de la Europa del siglo XVIII y, pese a que en la
universalistas, que es inequitativa, y la del descolonizado, cuya
actualidad los nacionalismos se han complejizado, no deja de
base es la diferencia:
estar presente en ellos esas figuras trasplantadas de la tierra
de los mitos, específicamente, en los del hemisferio occidental. La palabra racismo es engañosa: reúne [...] dos comportamien-
La existencia de sólo una construcción ideológica en tos [...] diferentes. El primero sitúa en una misma escala de
la “identidad cultural” dirigida, a partir de los nacionalismos valores el conjunto de las naciones que pueblan la tierra; el
segundo proclama la inconmensurabilidad de las maneras
particularistas o universalistas, es poco factible, de hecho, en
del ser; el primero jerarquiza las mentalidades, el segundo
su seno hay otras, para ser precisos, dos “bestias negras”, las
pulveriza la unidad del género humano; el primero clasifica,
que Finkielkraut encuentra en las figuras del individualismo y el
el segundo separa.110
cosmopolitismo, pero no como entidades aisladas, ya que están
unidas por su sometimiento a la colectividad. Aparece así la justificación de por qué se piensa que la filosofía
de la descolonización usó las armas del Volksgeist para atacar el

80 81
etnocentrismo. Pero lo interesante de todo eso radica en el hecho nulo en el que sólo está presente la “razón” de quien juzga. En
de que cultura y raza (derivada en racismo) son diferentes. Ya consonancia, debe entenderse el discurso cultural de la Unesco
se dijo, cuando se habló de Lévi-Strauss, que hay más culturas como un doble lenguaje, en cuya idea que le da origen, se
que razas; por tanto, ni la separación total de las culturas (del encuentran tergiversaciones para otros fines: los de la política
segundo tipo de racismo), ni la unificación de todas para los del poderoso, a quien la Unesco no deja de servir:
beneficios de algunos es la solución. Además, resulta ingenuo
De ahí que sea ridículo el contraste que existe entre lo
clasificar a las culturas mediante dos tipos de racismo. El error
desmesurado de los objetivos y la pobreza de las realizaciones.
principal de los dos discursos nacionalistas de la modernidad Todo sucede como si la Unesco compensara la ausencia de
occidental es el hacer a un lado tales contradicciones. resultados con el vértigo de las palabras. Ese ministerio
Los individuos y falsos académicos que razonan par- mundial del hombre mantiene (fastuosamente) a una
tiendo de la idea de que con el desuso del argumento racista aristocracia de funcionarios internacionales para difundir en
biológico todo es cultural, deben ser criticados. Esa represen- el mundo un evangelio hechizante y vacío.113
113
Finkielkraut, Alain, “La diso-
tación de lo pluricultural, diferente a lo multicultural, cuya
¿Cuáles son entonces los niveles por donde se lución de la cultura”, p. 37.
tendencia es englobar las culturas en una y que necesariamente
puede manifestar la libre acción de los individuos? Quizá no
se sesgará a una dirigida por la élite, sólo destruye a las culturas
haya respuesta filosófica a tal cuestionamiento, pero tampoco
auténticas bajo el estigma de la jerarquización de la multiplicidad.
existe una total anarquía para partir hacia su búsqueda. Por
Con la sustitución del argumento biológico por el argumento eso, un basamento por el que tal vez se deba empezar es el de
culturalista, el racismo no ha sido eliminado: ha regresado poner en duda la idea dirigida de la colectividad y de la falsa
simplemente a la casilla de salida [...] Nacido del combate individualidad, las cuales persiguen los mismos fines.
en favor de la emancipación de los pueblos, el relativismo Si bien es cierto ese basamento no termina con las
desemboca en el elogio de la servidumbre.111
ideologías, al menos sí constituye un cambio de mentalidad.
El racismo culturalista, pese a ser más tenue, no deja de sustraer Esta última permitió a Lévi-Strauss percibir que la cultura no es
las posibilidades de acción de los individuos, por tanto, resulta función de la raza, al contrario, la raza es función de la cultura.
risible que un sector de Occidente, encabezado por EE.UU., Aunado, el término racismo es función de la cultura construida
se sienta con la autoridad moral de erigirse en redentor de a partir de un proyecto elitista. Respecto al balance que se debe
los crímenes contra la humanidad que contrajo el racismo hacer del siglo XX en su relación con los cambios del mundo
segmentario: “Esta vez, nadie se conmovió. Y, sin embargo, actual, Finkielkraut apunta:
¡qué fiasco! En principio no era la humanidad la que juzgaba y [El discurso nacionalista] es uno de los grandes problemas de
sancionaba a los nazis, sino únicamente sus víctimas”.112 la época. No digo que hay que tener un discurso nacionalista.
La “ética de la convicción”, con la que se inviste el Hay que hacer la par de las cosas. Hay que emancipar el
culturalismo universalista, se alimenta de lo que Finkielkraut sentimiento nacional de sus locuras inquisitoriales, que hace
111
Ibid., pp. 83 y 111. llama memoria vana; la cual, sin pagar la deuda el juicio de las generaciones muertas [...] Hay que tratar de
112
Finkielkraut, Alain, La memo- con los muertos, pone el pasado a disposición de reconciliar los dos dolores de Europa: el dolor del fascismo,
ria vana, p. 31.
los vivos. Es vana porque se nutre de un recuerdo

82 83
cuya memoria se mantiene en Europa del Oeste, y el dolor del
comunismo, cuya memoria se mantiene en Europa del Este.114
TERCER CAPÍTULO
El cuestionamiento de los proyectos elitistas de la cultura
no termina allí, también hay que desmitificar el relato de la
diseminación de la cultura pregonada por algunos teóricos de
114
Antaki, Ikram, “Alain la posmodernidad. De algún modo, las ideas de la
Finkielkraut o las máscaras posmodernidad pueden atacar a la cultura, lo cual
Posmodernidad,
de la democracia” [entrevista,
segunda parte], Dominical
en absoluto deja de ser un proyecto ideológico ¿derrota del pensamiento?
[suplemento de El Nacional], N.° que también atenta contra los alcances del
183, 21 de noviembre de 1993. pensamiento puro: el que tiene su origen en la
cultura a secas.
Durante mucho tiempo se ha denunciado la explo-
tación capitalista y económica de la miseria del
“otro mundo”. Hoy en día hay que denunciar su
explotación moral y sentimental, ya que el cani-
balismo caritativo es peor que la violencia opresiva.
Extracción y tratamiento humanitario de la miseria,
el equivalente de los yacimientos petrolíferos y
de las minas de oro. Extorsión del espectáculo
de la miseria, y al mismo tiempo de nuestra
condescendencia caritativa: plusvalía mundial de
buenos sentimientos y de mala conciencia.
Jean Baudrillard
La ilusión del fin, 1997

Hacia finales del siglo XX, y con el advenimiento de nuevos


paradigmas reflexivos, el tema de los nacionalismos se
recubrió con la capa de la posmodernidad. En las mentalidades
contemporáneas de Occidente se presenta una forma diferente
de concebir el mundo de lo cultural, lo cual incide en que los
tópicos de la política y de los nacionalismos se acomoden
dentro de los debates y las discusiones de la ahora noción
posmoderna.

84 85
La vertiente multicultural de la posmodernidad permite del libre pensamiento. Por eso, en las justificaciones de sus
observar que también en ella el ser cultural antropológico argumentos rechazan totalmente los nacionalismos coartadores
pretende ser absorbido. La relación de la posmodernidad con de las diferencias y las posturas derrotistas posmodernas, las
la cultura, a la sombra de su implicación en el “pensamiento” cuales a la larga se convierten en un discurso legitimador que
del ser cultural antropológico, arroja luces respecto a la nueva suprime la individualidad a favor de la totalidad, que en las
construcción de las identidades nacionales del siglo XXI. sociedades posmodernas vendría a ser la construcción del
¿En dónde y en qué momento aparece la influencia de acontecer a partir de la idea de lo multicultural.
las corrientes posmodernas en el ámbito de la cultura, y cómo Cabe acotar que la posmodernidad suele ser entendi-
incide, a su vez, en las concepciones nacionales actuales? El da como la crítica a los grandes metarrelatos de la modernidad,
propósito de tal interrogante es reflexionar y confrontar la pos- en vista de que esta última es la versión que difiere de lo anti-
tura de pensadores posmodernos que profetizan la disolución guo desde una preeminencia de los discursos ideológicos y a
de la cultura como basamento ideológico de sus corrientes; sin contraluz de los discursos míticos, en tanto convierte los usos
embargo, tal confrontación no indica un alegato en pro de los de la razón humana en un vasto culto a las ideologías. Algunos
proyectos nacionalistas de la modernidad, sino una defensa autores, verbi gratia Xavier Rubert de Ventós,116 han encontrado
de las diferencias de pensamiento de los grupos de hombres que la primera y principal ideología de la modernidad es la del
autónomos (por ejemplo, grupos con usos y costumbres que progreso y el futuro; por ende, la posmodernidad Ver De Ventós, Xavier Rubert,
116

los distinguen, como las etnias). entredice la veracidad de esa ideología. Cap. 2, “Hacia una filosofía post-

La defensa de las diferencias no necesariamente debe Si la crítica a los metarrelatos define moderna”, en Filosofía y/o política,
Ed. Península, España, 1984.
recaer en la disolución de la cultura, pues se requiere más más claramente a la posmodernidad, lo hace
respeto a lo cultural en su veta antropológica (la acción sin homogenizarlos en una sola vertiente discursiva. Empero,
primaria de pensar) que a los proyectos de cultura o descultura el significado que Lyotard le otorga en su libro La condición
de ciertas élites políticas e intelectuales. Una cita del libro La postmoderna no necesariamente sirve para asimilar todos los
aventura a la vuelta de la esquina, escrito por Finkielkraut en desprendimientos del pensamiento posmoderno, dado que la
colaboración con Pascal Bruckner, lo ilustra: posmodernidad de ningún modo representa lo mismo en el
arte, la filosofía, la política y la cultura.
Todos murmuramos, horrorizados que nuestro siglo mori-
Derivado de lo anterior, en la presente obra se aborda
bundo ya no permite vivir la aventura [...] Cada cual en
la posmodernidad bajo la relación que guarda con la cultura, esto
lo más profundo de su corazón descubre una idéntica y
es, un acercamiento a la influencia de la llamada cultura pos-
generalizada mediocridad tanto sobre el destino de las na-
moderna en los nacionalismos occidentales actuales, sin que
ciones como el de los individuos [...] El comportamiento
derrotista se convierte en la auténtica causa de la derrota
ello denote la negación de los vínculos. Esta delimitación no
que, a su vez, justifica ese pesimismo.115 significa que la posmodernidad en el arte (el posmodernismo
acuñado por unos círculos artísticos de principios del siglo XX)
115
Bruckner, Pascal y Finkielkraut, Lo anterior, además, pone de manifiesto el gran y la filosofía no tengan que ver con la cultura en general.
Alain, La aventura a la vuelta de
la esquina, Ed. Anagrama, Espa-
interés de los autores franceses por reivindicar Pensadores como Gianni Vattimo vislumbran el fin de
ña, 1980, pp. 7-8. la aventura, en el sentido de la acción derivada la modernidad (e inicio con ello de la posmodernidad) a raíz

86 87
de las reflexiones de dos filósofos alemanes, uno del siglo El resultado de ese cambio de mentalidad se denomina
XIX y otro del siglo pasado: Friedrich Nietzsche y Martin condición posmoderna,119 es decir, la incredulidad ante los
Heidegger, respectivamente. Vattimo, específicamente, se basa metarrelatos. Dicha condición conduciría a quien la asume a
en la depreciación de los valores supremos (muerte de Dios) presentar otras versiones del saber como nuevas vías para las
de Nietzsche y el rebasamiento de la metafísica de Heidegger, transformaciones culturales. Ahora bien, tales transformacio-
elementos mediante los cuales pone en predicamento la nes originan un malentendido que utilizan distintos teóricos
herencia del pensamiento europeo, en su sentido de una para cubrirse con el vestido de la posmodernidad y dar forma
progresiva “iluminación” desarrollada sobre el soporte del así a otros discursos legitimadores de dominio. Por tal razón, en
fundamento racional: este trabajo se despliega una línea argumental de desacuerdo
y se afirma que la posmodernidad en absoluto debe significar
Pero precisamente la noción de fundamento, y del pensa-
“desaparición de la cultura”.
miento como base y acceso al fundamento, es puesta
radicalmente en tela de juicio por Nietzsche y Heidegger. En
En el ataque a los pseudoposmodernos surge la si-
efecto, el post de postmoderno indica una despedida de la guiente pregunta: ¿cómo entender la negativa al desuso de la
modernidad, que en la medida en que quiere sustraerse a sus cultura que algunas vertientes posmodernas promueven? A fin
lógicas de desarrollo y sobre todo de la idea de la superación de responder, es necesario abordar las diversas connotaciones
crítica en la dirección de un nuevo fundamento, torna a que la cultura tiene en ese tipo de discursos posmodernos.
buscar precisamente lo que Nietzsche y Heidegger buscaron En esa línea, algunos pensadores de la posmodernidad
en su particular relación “crítica” respecto del pensamiento consideran que a la par del desarrollo de las relaciones in-
occidental.117 terhumanas ha crecido el ambiente donde nada parece
importar; emergiendo de ese modo un aumento Ver Lyotard, Jean, La condi-
117
Vattimo, Gianni, El fin de laLa crítica a los grandes relatos se extrapola 119

modernidad, Ed. Gedisa, México, de la indiferencia y la inconsciencia. Esos presu- ción postmoderna, Ed. Cátedra,
cuando Jean François Lyotard en su obra se aleja
1985, p. 10. puestos encaminaron a Gilles Lipovetsky a España, 1987.
118 de la creencia de la emancipación progresiva de
Lyotard, Jean François, La pos- Ver Lipovetsky, Gilles, La era
120

definir la posmodernidad en términos de “la del vacío, Ed. Anagrama, España,


modernidad explicada a los la razón y la libertad como proyecto de la mo-
niños, Ed. Gedisa, España, 1992, democratización del hedonismo”.120 Noción bajo 1986.
dernidad y, más bien, establece cuáles son los
la que surge un posmodernismo con pretensión Heller, Agnes y Fehér, Ferenc,
121
pp. 29-30.
componentes de esos relatos para denotar contradicciones Políticas de la postmodernidad,
de negar los principios de acción del ser cultural Ed. Península, España, 1989,
en ellos, a saber, la del futurismo, retomada del arma de
antropológico; tal como afirman Agnes Heller y pp. 239-240.
sometimiento en la que se convierte el credo en el progreso:
Ferenc Fehér:
Estos relatos no son mitos en el sentido de las fábulas. Es
El postmodernismo como movimiento cultural tenía un
cierto que al igual que los mitos su finalidad es legitimar
mensaje lo suficientemente sencillo: “todo vale” [...] el
las instituciones y las prácticas sociales y políticas, las
postmodernismo permite todo tipo de rebelión [...] esto es
legislaciones, las éticas, las maneras de pensar. Pero a
así no porque el postmodernismo sea apolítico o antipolítico,
diferencia de los mitos estos relatos no buscan la referida
sino porque el postmodernismo no presenta ningún tipo de
legitimidad en un acto originario fundacional, sino en el
política. El relativismo cultural ha triunfado.121
futuro que se ha de producir.118

88 89
Detrás de la figura del relativismo cultural germinan las Queda claro que las tierras donde echó raíces este
retóricas de lo multicultural o la exaltación del absurdo en el tipo de pensamiento “cultural” posmoderno no fueron las de
pensamiento, en cuyas intenciones de desprender y desligar al las sociedades democráticas avanzadas, como pretende Gilles
individuo de sus posibilidades de acción estaría el de ejercer Lipovetsky, cuya afirmación de que los procesos de perso-
su vida reflexiva. Resultado de ello es que, en el mundo nalización son sólo inherentes a las sociedades altamente
contemporáneo, se da un ascenso del pensamiento técnico (la democráticas es errónea, porque conlleva a la negación, en sí,
tecnocracia, en la cual se busca el eficientismo no reflexivo ni del proyecto posmoderno y no a su ratificación:
humanista), en detrimento del pensamiento reflexivo.
A medida que se desarrollan las sociedades democráticas
Antes de establecer los detalles de esto último, es
avanzadas, éstas encuentran su inteligibilidad a la luz
conveniente manifestar algo concerniente a la llamada de una lógica nueva que llamamos aquí el proceso de
multicultura posmoderna, proceso mediante el que se puede personalización, que no cesa de remodelar en profundidad
situar al actor social posmoderno: el conjunto de los sectores de la vida social [...] La anexión
cada vez más ostensible de las esferas de la vida social por
El actor social postmoderno sustituye los antiguos exclusi-
el proceso de personalización y el retroceso concomitante
vismos por el eclecticismo negándose a la brutalidad de
del proceso disciplinario es lo que nos ha llevado a hablar de
la alternativa entre academicismo e innovación, mezcla
sociedad postmoderna.123
soberanamente los estilos; en lugar de ser esto o aquello,
clásico o de vanguardia, burgués o bohemio, junta a su Es una contradicción que el discurso posmoderno emerja
antojo los entusiasmos más disparados, las inspiraciones más
de la democracia cuando esta última es uno de los grandes
contradictorias; ligero móvil, y no envarado en un credo ni metarrelatos hacia el cual dirige su ataque. Lipovetsky, Gilles, op. cit., pp. 5-9.
123

esclerotizado en un ámbito cultural, le gusta poder pasar sin Además, varias de las actitudes posmodernas descritas por
trabas [...] del jogging a la religión.122
Lipovetsky en su libro se encuentran en sociedades como
A todo esto, aún falta definir cuáles son los marcos culturales la mexicana (sobre todo en su parte urbana), la cual no se
122
Finkielkraut, Alain, La derrota en los que se desenvuelve el actor social posmo- caracteriza por ser altamente democrática.
del pensamiento, p. 115. derno, es decir, encontrar las comunidades o Con los elementos anteriores, la posmodernidad evi-
sociedades que han dado pie a la creencia de la multicultura o a dentemente no es consecuencia de determinados regímenes
la disolución de la cultura. políticos, ni de estilos de vida derivados de algún ordenamiento
Si la posmodernidad es detractora del discurso filosófico jurídico. Por otra parte, sería más creíble —si se atiende a los
de la modernidad, entonces su arraigo sólo puede acaecer en las programas etnocéntricos— posicionar a los países no desarro-
sociedades donde se ejercían (y se siguen ejerciendo) los proyec- llados más cerca de la multiculturalidad del posmodernismo,
tos de dicha fase histórica. Por tanto, los discursos nacionalistas al no ser aludidos entre las naciones “cultivadas” dentro de
emergidos de Occidente son los primeros en resentir los embates la modernidad; aunque, por supuesto, tal idea también sería
de la multiculturalidad posmoderna; la filosofía de la Ilustración equivocada, pues procede del falso argumento donde el progreso
es el caso más obvio, pues critica sus metarrelatos del progreso es resultado de la educación dirigida.
y la razón, mientras que el Volksgeist pone en entredicho la
cultura particularista generada de su romanticismo.

90 91
[…] multicultura significa para ellos [los seudoposmodernos] Además, si la posmodernidad pretende ser el rebase de la mo-
bien surtido, lo que aprecian no son las culturas como tales dernidad, los países latinoamericanos de ninguna manera han
sino su versión edulcorada, la parte de ellas que pueden superado por completo ese nicho previo. En ese sentido, es
probar, saborear y arrojar después del uso [...] “todas las pertinente el llamado de Octavio Paz a no perderse vanamente
culturas son igualmente legítimas y todo es cultural”, afirman
en esa búsqueda de lo nacional:
al unísono los niños mimados de la sociedad de la abundancia
y los detractores de Occidente. Y ese lenguaje común ampara ¿Qué somos y cómo realizamos eso que somos? Muchas
dos programas rigurosamente antinómicos.124 veces las respuestas que damos a esas preguntas son
desmentidas por la historia, acaso porque eso que llaman
En pocas palabras, lo multicultural es el acceso al punto no- el “genio de los pueblos” sólo es un complejo de reacciones
-cultura, al cual aspiran algunos individuos de las sociedades ante un estímulo dado: frente a circunstancias diversas, las
124
Finkielkraut, Alain, La derrota imperialistas y también los detractores de Occi- respuestas pueden variar y con ellas el carácter nacional que
del pensamiento, p. 116. dente, es decir, los países descolonizados a los que se pretendía inmutable.126
125
García Canclini, Néstor, Cul-
turas híbridas, Ed. Grijalbo,
nunca llegó la modernidad por completo y donde
tampoco los tradicionalismos se extinguieron. Tampoco puede haber una negación, sugerida por algunos,
México,1991, p. 23.
de la identidad cultural en términos antropológicos bajo la
Respecto a estos últimos, pensadores como Néstor García
implicación de que, al no realizar la separación Paz, Octavio, El laberinto de la
126
Canclini abordan la posmodernidad a partir de la dialéctica
entre cultura antropológica y cultura de élites, soledad, FCE, México, 1930, p. 9.
entre tradicionalismo y modernismo:
todo lo cultural —como sería el caso de México—se ha construido
En esta línea, concebimos la postmodernidad no como una por una élite (política e intelectual) para dar soporte al carácter
etapa o tendencia que reemplazaría el mundo moderno, sino nacional. Que deba existir una negación de las visiones del
como una manera de problematizar los vínculos equívocos mundo en tanto proyectos elitistas no significa negar los mun-
que éste armó con las tradiciones que quiso excluir o superar dos en sí (estructuras primarias de cultura antropológica) y,
para constituirse.125
menos, afirmar que tal oposición del todo cultural denota la
No obstante, una posmodernidad construida desde una cate- posmodernidad no buscada.
gorización, por ejemplo, la de García Canclini, dista de ser un En suma, ni la identidad constituida a partir de pro-
elemento idiosincrático cultural de los países latinoamericanos. cesos de hibridación ni la negación del todo cultural forman
Definir el llamado carácter nacional en calidad de proyecto sociedades posmodernas, en la acepción cultural del término.
elitista es difícil, así como lo es aplicar a la generalidad de las Así, con “posmoderno” se pretende justificar todo y nada,
civilizaciones latinas el rasgo de posmodernas sólo por ser inclusive, a la larga los intelectuales quienes indagan en él
híbridas, esto es, compuestas de diversos elementos culturales y un modo de vida tácito terminan construyendo otro discurso
antropológicos en convivencia. De hecho, sí hay hibridación en ideológico dirigido a la vida social, lo cual se contradice con el
las sociedades latinoamericanas, pero no se les puede asociar pensamiento posmoderno fidedigno. Aunado, posmodernidad
con tendencias multiculturalistas posmodernas porque su y tercer mundo no se llevan:
asistencia hacia tales directrices sería únicamente una más de Aunque las palabras sean las mismas, el pensamiento
las tantas copias ideológicas a las que se les ha acostumbrado. postmoderno aparece en total ruptura con la filosofía de la

92 93
descolonización. A sus ojos, los tercermundistas son unos también a los programas universalistas y particularistas. En
viudos desconsolados de la era autoritaria, al igual que efecto, las referencias culturales ofrecidas por los proyectos
los humanistas y los defensores de la pureza racial o de la elitistas de las Luces y del Volksgeist no son el problema de la
integridad cultural.127 supeditación a sólo dos opciones, dado que existen varias refe-
La implicación del posmodernismo pregonador de lo multi- rencias que aceptan el híbrido de los dos nacionalismos del siglo
cultural intenta manifestarse con el reciente ascenso de los XVIII. El actor social posmoderno puede ser particularista en su
127
Finkielkraut, Alain, La derrota mass/media, los cuales dirigen a las mayorías ente individual y, al mismo tiempo, en su unión con los otros de
del pensamiento, p. 118. silenciosas y, como bien señala Baudrillard, no su género examinar dentro del emblema de los mass/media una
128
Baudrillard, Jean, A la sombra
son buenos conductores, ni de lo político, ni de lo aspiración hacia el universalismo.
de las mayorías silenciosas, Ed.
Kairós, España, 1978, pp. 6, 23 y 24. social y tampoco del sentido. El triunfo de la indiferencia posiblemente sea tomado
con ironía, pues los individuos que lo sostienen en realidad
[…] No tienen energías virtuales que liberar, ni deseo que engendran una nueva forma de estigma para quienes no lo
cumplir: su potencia es actual, está aquí intacta, y es la de su aprueban:
silencio [...] El único referente que funciona todavía, es el de
la mayoría silenciosa. Todos los sistemas actuales funcionan Si no queréis, aunque uno sea blanco y otro negro, poner
sobre esta entidad nebulosa [...]; ha dejado de haber una un signo de igualdad entre Beethoven y Bob Marley, es que
representación de ella.128 pertenecéis al campo de los canallas y de los mojigatos [...] No
tenéis más que un deseo: frenar la marcha de la humanidad
La representación de los mass/media se busca a través del hacia la autonomía.129
sondeo o la estadística, la cual es posible manipular con el fin
de simular resultados. En ese terreno, la cultura a secas ya no La marcha hacia la autonomía trae, consecuentemente, la
sólo pierde ante los discursos nacionalistas, particularistas y afluencia de esnobs a los escaparates de la libre elección de
universalistas, sino frente a las sociedades de la representación llegar al estado pleno de la participación en Finkielkraut, Alain, La derrota
129

virtual, que jamás dejan de ser dirigidas bajo las conveniencias todos los órdenes de la vida. El escape a la libre del pensamiento, pp. 119-120.
Bruckner, Pascal y Finkielkraut,
130

de programas elitistas. elección se busca a toda costa, aunque sea sólo Alain, La aventura a la vuelta de
Se desprende, entonces, que al “pensamiento” tanto se por dos semanas al año. De ese modo, el turista la esquina, p. 35.
le busca encerrar en los preceptos nacionalistas como disgregar emergente de ese tipo de sociedades es quien mejor representa
por medio de la estandarización de las cualidades creativas a la mayoría silenciosa en persecución de la libertad, ya que:
y artísticas. La justa medida del respeto a la diversidad no Al visitar las pirámides, piensa en Napoleón y exclama, igual
desaparece mediante el pregonar de discursos etnocéntricos, que delante de una estrella de la pantalla vista en carne y
ya que en su lugar se propone la liberación de las fronteras hueso por primera vez: ¡Caramba, me las imaginaba mayores!
entre las diversidades culturales, pero sin la puesta en práctica Le gustan las cosas poco usables [...] Con su nueva cámara,
del pensamiento reflexivo; lo hace, en cambio, con el ascenso del colecciona puestas de sol, acumula panoramas.130
pensamiento técnico.
Los grados de libertad atribuibles al actor social posmoderno no
El problema se complica porque la noción de lo multi-
tienen puntos de comparación con los estilos de vida especiales,
cultural se opone, como ya se acotó, a la cultura a secas y
tampoco con las capacidades virtuales que ofrece la cultura a

94 95
secas; por el contrario, esos elementos constitutivos del ser Luces, independice al hombre y le trate como adulto, es decir,
pensante son rechazados por estimárseles un obstáculo al libre en su elección.
derecho a la indiferencia y a la libertad de elegir. El inconveniente de la cultura queda rebasado y, con
Con la nueva derecha, la mayoría silenciosa encarnó ello, el ascenso de la indeterminación se presenta bajo la égida
la posibilidad de encontrar acción a partir del despliegue de de la sociedad de los medios de comunicación,133 siendo estos
políticas reivindicativas de su condición. De esa manera, a últimos instrumentos de una nueva forma de “Por una especie de perversión
133

finales de los años setenta se presentó el despertar de la mayo- esquizofrenia y de pastiche (término asimilado de la lógica interna, el mundo de
ría silenciosa ante las prácticas posmodernas del esnobismo. a la parodia, sin embargo, diferente porque los objetos mesurables y mani-
pulables por la ciencia técnica
Una década antes (1960), el flower power inundaba el campo realiza la imitación con un lenguaje muerto, sin (el mundo de lo real, según la
del activismo: impulso satírico).134 El ámbito del pensamiento, metafísica) ha venido a ser el
mediante tales alteraciones, sufre el colapso que mundo de las mercaderías, de
Durante todo ese tiempo la clase media callaba [...], así nació las imágenes, el mundo fan-
busca su derrota. La explicación de la derrota del tasmagórico de los medios de
el concepto de mayoría silenciosa [...]: la voz corresponde a
la antigua mayoría silenciosa que ha abandonado las mudas
pensamiento en palabras de Finkielkraut: comunicación”. Vattimo, Gianni
et al., En torno a la postmo-
recriminaciones por un ruidoso activismo y ha descubierto Con el matiz suplementario de que la cultura dernidad, Ed. Anthropos, España,
las virtudes de la movilización.131 ya no se considera como el instrumento de la
1990, p. 16.
134
Para profundizar la relación de
emancipación, sino como una de las instancias
Actualmente, la actividad que realiza la mayoría silenciosa con los medios de comunicación
que la obstaculizan. Bajo dicha perspectiva, los con la esquizofrenia y el pasti-
el uso de las redes sociales, las cuales posibilitan el empleo ma-
individuos habrán realizado un paso decisivo hacia che, se sugiere revisar Jameson,
sivo del anonimato bajo la pretensión de una falsa opinocracia, Frederich, “Posmodernismo y
su mayoría de edad el día en que el pensamiento
131
Finkielkraut, Alain, La nueva de- suele considerársele un simple acceso a la tec- sociedad de consumo”, en Fos-
deje de ser un valor supremo.135 ter, Habermas, Baudrillard et al.,
recha norteamericana, pp. 35-36.
nología sin sustento en propuestas reflexivas. Así,
132
Ibid., p. 37. La posmodernidad, Ed. Colofón,
su activismo tiende a satisfacer la inmediatez, Se llega a la idea del no pensamiento como la México, 1988, pp. 165-186.
con base en reacciones intuitivas o impulsivas. Lo interesante base de una nueva democracia que pregona 135
Finkielkraut, Alain, La derrota
del pensamiento, p. 120.
de ello es que el plan de las élites se ha inclinado al cambio más la utilización de las culturas según la elección
por el tono con el que ahora las naciones occidentales buscan del interés individual, lo cual es únicamente un intento
su consenso que por su deseo de sometimiento, lo cual no in- fallido de un discurso elitista al disponer de las capacidades
dica que los mass/media hayan tomado realmente el poder, es virtuales de los hombres de acuerdo con sus intereses.
sólo que su supuesta presencia propicia una variación de tono Fallido porque el rechazo de la cultura a secas implica una
al proyecto discursivo. “El político ya no manipula a la base, en contradicción: la de refutar el paso que el hombre dio para
este caso la clase media impone al político su propia retórica”.132 salir de su estado natural no reflexivo, aun cuando la ne-
En el Occidente contemporáneo, asumido posmoderno, gación del pensamiento nunca deja de ser producto de la
la nueva fórmula de los discursos elitistas es la alimentación reflexión del ser antropológico:
del mito mass/media, en la actualidad culto a las redes sociales,
Seamos claros: esta disolución de la cultura en el todo
para plantar la semilla de la indiferencia en el todo cultural y
cultural no pone fin ni al pensamiento ni al arte [...] el
buscar que el pensamiento posmoderno, al igual que el de las
problema con el que simultáneamente nos hemos tropezado

96 97
es diferente, y más grave: las obras existen, pero [...] cuando Dichas consideraciones evidencian que pese a la
el odio a la cultura pasa a su vez a ser cultural, la vida guiada condición ácrata138 de estas generaciones, en cierto modo ellas
por el intelecto pierde toda significación.136 prosiguieron el proyecto de la modernidad que contempla el
¿Qué se desprende de lo anterior? Evidentemente que el ataque cambio y avance: “al responder entre sí, cada oleada continúa
la pluralización del universo cultural en la El término ácrata (sin gobier-
138
hacia el pensamiento de ninguna forma puede resultar en
modernidad, así como la destrucción de las no), refiere a la forma de pensar
su aniquilación porque implicaría la destrucción del hombre que busca la emancipación de la
culturas de clase. Además, cada oleada otorga tutela gubernamental.
136
Ibid., p. 122. pensante (zoon politikon). Por tanto, dicha
137
Castoriadis, Cornelius, Cap. III, un nuevo estímulo al cambio estructural en las Heller, Agnes y Fehér, Ferenc,
139

en La institución imaginaria de
embestida sólo ha frenado la labor que la
relaciones intergeneracionales”.139 op. cit., p. 236.
la sociedad, t. I., Ed. Tusquets, reflexión desempeñaba en él. El significado de lo
No es que continúen la lógica cultural moderna, al
España, 1984, p. 228. artístico y lo creativo disminuye con el ascenso
contrario, al ser esta última parte del todo cultural, las críticas
de los tecnicismos, pero sin converger en la desaparición de la
encaminadas a su disolución también pertenecen a ese mismo
vida guiada por el pensamiento.
todo, por lo cual, la negación del todo cultural los llevaría a su
Al respecto, es interesante considerar en el embate
autoaniquilación.
del multiculturalismo una nueva institución imaginaria, a la
La oleada de la multiculturalidad posmoderna, en el
manera de Castoriadis:
sentido de actitud, es diferente de los criterios filosóficos proce-
La institución es una red simbólica, socialmente sancionada, dentes de las reflexiones sobre las sociedades posindustriales, de
en la que se combinan en proporción y relación variables capitalismo tardío o multinacional. Aunado, en la influencia de
un componente funcional y un componente imaginario. La la posmodernidad hay grados y es distinta la entendida como
alienación es la autonomización y el predominio del momento supuestas actitudes de comportamiento de la que posee una
imaginario en la institución, que implica la autonomización y crítica teórica y filosófica sobre los recorridos conceptuales del
el predominio de la institución relativamente a la sociedad.137
individuo. Es paradójico atribuir comportamientos posmoder-
De hecho, tal lo explica Agnes Heller, aparecen las oleadas nos a individuos que ni siquiera tienen idea de la implicación
y los movimientos culturales o desculturales cuando cada filosófica de tal paradigma; en consecuencia, quien lo hace en
generación intenta llegar a la mayoría de edad y trata de realidad alimenta un mito discursivo elitista.
formular su mito existencial. Por ello, continúa Heller, a partir La propuesta del respeto a la diversidad no pasa por
de la Segunda Guerra Mundial nacen tres oleadas representadas una derrota del pensamiento ni por el relativismo cultural del
por la generación existencialista, la de la alienación y la etnocentrismo y, menos, por la disolución del todo cultural en
posmodernista. La primera inicia al término de la guerra y su lo multicultural. La convicción de esta obra es respetar todas
cúspide se da a principios de los años cincuenta; mientras, la las actividades artísticas y creativas, producto de la mente del
segunda comienza a mediados de los sesenta y su cumbre lle- hombre, a modo de guía para la autoconservación de la especie
ga en 1968; la última surge a finales de los setenta y se dice humana.
que aún persiste.

98 99
Un espacio colectivo se alza contra el orden que quería Es rechazando el reclamo del mundo occidental por iden-
borrarlo, pero el territorio así reconstruido no tiene nada en tificarse con la modernidad, y el reclamo de muchos otros
común con una vanguardia. El grupo que se congrega en él no países, por identificarse con la modernización, que podemos
tiene una cita con la historia, no prepara ni espera el momento empezar por reconstruir una visión y un programa de
en que pasará a ser mayoritario. La afirmación inmediata transformaciones históricas evitando todos los riesgos
de la diferencia no está subordinada a la conquista lejana de del absolutismo y de las deformaciones ideológicas de la
la norma; el presente se emancipa de su colonización me- realidad.141 141
Touraine, Alain, “Modernity and
diante el futuro. En suma, las minorías abandonan el valor cultural specificities”, International
religioso de la esperanza, pero al dejar de esperar, no cesan Por tanto, las actitudes posmodernas que se presen- Social Science Journal, Vol. 40, No.

de emprender.140 tan en términos de modelos revisten el mismo 4 (1988), pp. 444.


142
Bruckner, Pascal y Finkielkraut,
desinterés que hubo y hay por las grandes ideologías
140
Bruckner, Pascal y Finkielkraut, Alain, La aventura a la vuelta de
Tampoco el punto de reflexión está relacionado de finales del siglo pasado y lo que va del XXI.
Alain, El nuevo desorden amoro- la esquina, p. 20.
con las estandarizaciones de alguna especie,
so, 4.ª ed., Ed. Anagrama, España,
1989, p. 342. llámese universalismo, particularismo, pluricul- Uno de los hechos fundamentales de la historia occidental,
tura o multicultura. De esa forma los discursos nacionalistas, a partir de la última guerra, es que nuestras sociedades
aun cuando tengan su origen en el Volksgeist, las Luces o el están doblemente bloqueadas: en su propio proyecto y en
posmodernismo, quedan enmarcados en los programas de la el proyecto de superación, o sea que, globalmente, tanto el
cultura elitista. Asimismo, no por ello la acción del ser pensante capitalismo como el socialismo son dos ilusiones sin futuro [...]
las sociedades que ya no aplican sus energías a la conquista
permanece coartada, ya que la negación de la cultura elitista
de un bien exterior sino a la experimentación de modos de
nunca acaba con el todo cultural antropológico. A pesar del
vida múltiples.142
ataque posmoderno, la labor del pensamiento continúa,
aunque tapizado bajo el rubro de otros ambientes propios de la ¿Cómo pueden entenderse esos modos de vida múltiples?
oleada en turno. La respuesta radica en que son simplemente las capacidades
Ahora bien, después de explicar que la negación de virtuales que le brinda la cultura a secas al individuo. Idea que
algunas actitudes posmodernas de ninguna manera significa la ha recorrido el presente texto, y por lo que se intentó resaltar
absorción por entero de la filosofía posmoderna, falta esclarecer la vida guiada por el pensamiento a través de sus cambios y
que la no alineación a los pensamientos derrotistas en absoluto ataques a los proyectos nacionales de la modernidad, y en las
debe llevar al individuo a parapetarse en los discursos de la actitudes del llamado actor social posmoderno.
modernidad. En pocas palabras, lo que no se asimila son De ese último personaje sólo resta decir que su influen-
aquellos proyectos proclives a alinear al individuo en un todo cia se deja sentir más por el desprendimiento intelectual que
de cultura elitista, sean modernos o posmodernos, racionales o sus metáforas imaginarias realizan en el pensamiento reflexivo
irracionales. que por su existencia real. Atracción del multiculturalismo
Tiene razón Alain Touraine cuando afirma que ningún posmoderno mantenida porque el pensamiento reflexivo es
país o continente puede presentarse como modelo a ser imitado aproximado a la esfera de la diversión. Aunque conforme a las
por el resto del mundo, pues: propuestas argumentadas sería incorrecto confundir diversión

100 101
con diversidad, debido a que la primera puede resultar de una
manipulación elitista, mientras la segunda es consustancial al
hombre: él es diverso por naturaleza; el enfrentamiento a la
otredad se da porque el “yo” no es idéntico a su “otro”.
Para concluir este último capítulo, a pesar de las dife-
rencias del posmodernismo con la Ilustración, concernientes a
las relaciones entre individuo y libertad, cuando se dice que en
la posmodernidad el ignorante es libre, lo único que se pregona
es la necedad por posmodernizar todo. El exacerbamiento del EPÍLOGO
uso de las costumbres de los jóvenes o adolescentes, en tanto
forma de enfatizar que la cultura sirve exclusivamente para
acartonar al individuo, es el más reciente discurso “liberador”
de las élites posmodernas, cuyo destino de acción y el de los
discursos nacionalistas dependerá del desprendimiento que
logre, o no, el ser cultural antropológico de los zombis y los Indiscutiblemente el tercer milenio en Occidente ha iniciado
fanáticos; figuras que, metafóricamente, representan mejor a con varias interrogantes para los círculos políticos, económicos
los derrotistas del pensamiento que quieren vivir en la eterna y académicos que forman parte de ese hemisferio cultural. Una
adolescencia. de las preguntas más frecuentes versa sobre cuáles son las
oportunidades de encontrar un mundo equilibrado, prudente y
más justo no sólo respecto a la convivencia con otras culturas
no occidentales, sino con las propias que conforman ese
universo imaginario, relativamente reciente en la historia de la
humanidad, producto de la fusión de las tradiciones grecolatinas
y las judeocristianas.
La búsqueda de respuestas a tal cuestionamiento preva-
lece, a pesar de la cada vez más enarbolada bandera de que la
humanidad ha accedido a la mejor era de su historia porque
en la actualidad cuenta con usos (y abusos) de artefactos e
ingenios generados con una tecnología que, supuestamente,
está acercando más a los seres humanos al conocimiento de
unos y otros dentro de una pactada convivencia, la cual, aun
cuando en algunos casos es virtual, tendría la posibilidad
de unir a las culturas globales y así fincar el monumento del
respeto a la diversidad. Lo anterior ha radicalizado de mayor
forma la pseudocultura de la sociedad zombi, promovida por

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las élites políticas y económicas de los años ochenta del siglo los hombres, dará acceso al jardín de la concordia en el que ya
XX y presentada a modo de una sociedad posmoderna librada no habrá malos entendidos respecto al prójimo.
de prejuicios ancestrales. Pensando en todas las buenas intenciones dictadas por
Luego de vivir un siglo XX convulso por la división del profetas, sabios y filósofos, llama la atención que nada más con
mundo, precisamente, en una pléyade de ideologías donde dirigir la mirada a los casi 2500 años de filosofía —sin contar
las tradiciones de cada pueblo apuntalaban tales visiones mitos y sabidurías previas y coetáneas a los saberes o epistemes
separadas, resulta poco prudente echar las campanas al que legó esa filosofía occidental— es posible advertir que no ha
vuelo sobre la posibilidad de llegar a una tercera revolución surgido esa piedra de toque que elimine los llamados “malos
humanística —la primera acontecida en la Grecia Clásica y la hábitos” del hombre. Todo lo contrario, la historia ha mostrado
segunda en el Renacimiento europeo— que dé fin a todas las ciclos intercalados en los que se presenta, a veces, apego, y
desavenencias del género humano. Como bien indica el mismo en otras ocasiones odio al sentido de tolerancia y respeto del
Finkielkraut en su libro telonero del siglo XX, parece más bien hombre para con sus congéneres.
que el sentido de “humanidad” se ha perdido: En terminología política, cuando los grupos humanos
no están en estado de gobierno (recto o desviado, pero
Lo que sostiene el edificio social ya no es la fe, sino la
gobierno al fin) significa que irremediablemente se encuentran
credulidad. El artificio reina donde el Eterno imprimía su
sello. En suma, una vez el Todopoderoso ha abandonado
en estado de guerra o anarquía, afortunadamente o, más bien,
el escenario, el espejismo sustituye al milagro, el imperio por falta de recursos este último estado no puede sostener-
de la ilusión óptica remplaza el esplendor de la Verdad y la se de modo indefinido. Sin embargo, justo aquí entra una
Divina Comedia se esfuma en beneficio de la gran comedia especie de contrasentido en el comportamiento humano, muy
humana.143 bien entendido por los antropólogos y pensadores estudiados
en este libro: ninguna conciencia (incluso subconciencia) es
La búsqueda de la defensa y el amor por la humanidad —a manera enteramente uniforme en sus pensamientos y acciones.
de un colectivo que debe salvarse, pues en ella hay virtudes Desde niños, sin importar género, los humanos juegan
143
Finkielkraut, Alain, La huma- a rescatar— no es una teleología que sólo haya
nidad perdida. Ensayo sobre el a ser amigos, a la guerra y a perdonar (o no) a quien consideran
inquietado a los filósofos de las dos revoluciones
siglo XX, Ed. Anagrama, España, su antagonista, por lo que, si ello es volátil en el universo
1998, p. 29. humanísticas aludidas. Existen registros de que,
infantil, menos complicado es entender que conforme se hacen
desde el Neolítico, diversos mitos han narrado el intento de
mayores, inclusive con una alta educación de por medio, la
llevar la luz del buen juicio a los hombres. Casos concretos son
toma de decisiones en amistad o beligerancia no provenga, en
la figura de Prometeo en la cultura griega y Jesucristo en la
muchos casos, de estados de ánimo, circunstancias, deseos o
hebrea: los grandes redentores de ovejas descarriadas a las que
necesidades.
únicamente les falta la guía moral del buen juicio, misma
Pretender una humanidad homologada a partir de un
que ofrece una educación apegada a la sabiduría y vinculada
buen comportamiento dictado por alguien que se cree capaz de
a un modo de vida conducido por las virtudes, lejos de vicios y
entender mejor que nadie a sus congéneres, ya sea porque su
defectos. Dicha sabiduría, la cual esgrime al pensamiento como
sapiencia le vino de ejercitar el dominio de su mente o porque
arma que acaba con las fantasías y los prejuicios que dividen a

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alguna deidad lo dotó con el correcto juicio del entendimiento, en vez de acercar a las partes que integran una polis o Estado
es un argumento falaz a través del cual se ha mandado a la termina por dividirlas en falsos debates guiados por oligarquías
muerte a miles de hombres, mujeres y niños. Esa base de económicas vividoras del desprestigio de la política y la inacción
“legitimidad” intelectual ha sido semilla de ideologías cerradas real de los ciudadanos.
y totalitarias que han ocupado fachadas particularistas, pero La propuesta es provocar un conocimiento, real y a
también universalistas, sin menoscabo de dar por descontado fondo, en lo que nos conforma como pueblos, sociedades o
que si se elimina a los oponentes se conseguirá el camino al culturas; saber qué nos hace diferentes de otros grupos y así
edén de la uniformidad de quienes “sí son como nosotros”. tener claro que somos el complemento y el aporte para otro
Nacionalismos: concepciones de la cultura elitista ha gran número de colectivos humanos que, en apariencia y
intentado esclarecer la reflexión sobre el falso debate que plantea costumbres, superficialmente son distintos a nosotros. Este
la cultura de élites, en la que predominan las ideologías de ejercicio no se debe proyectar sólo en el orbe, puesto que ese es
dominio porque precisamente con su expansión se van cerrando el error de no asimilar la existencia de la pluralidad en nuestros
los caminos a la pura y primigenia cultura antropológica, la cual ámbitos más cercanos, por ejemplo, la familia, el barrio, la
sí entiende y atiende a la complejidad, no sólo de los grupos ciudad, los estados o el país. Las desavenencias y los prejuicios
humanos, sino de la propia mente humana. Existen varios casos que más daño hacen son los que se producen en el ámbito de la
en las vastas eras de la humanidad donde grupos étnicos o cotidianeidad: insultar a un musulmán o judío desde la religión
culturas han convivido sin rebasar alevosamente a sus vecinos, o a un mexicano o negro desde la xenofobia en la red virtual es
debido a que han privilegiado el uso de la auténtica política. un acto de autocomplacencia, e ignorar a un integrante de la
Esta última no es otra que la política de la búsqueda del bien comunidad más cercana por su color de piel, condición social o
común y las negociaciones, en cuyo núcleo la mayoría de las económica es un acto de cobardía.
partes encuentra el bien y no el mal. En absoluto se trata de
aquella falsa política que exacerba las mentes de los gobernados
en el odio al prójimo para tener acceso a los bienes y recursos de
los que carecen por no buscarlos y elaborarlos ellos mismos.
Es menester recalcar que la fe en la tecnología por medio
de la cual los coloquialmente llamados millennials están siendo
invadidos para generar nuevos comportamientos sociales o de
vida no es, necesariamente, la panacea que se quiere presentar.
El uso de las redes sociales no implica —de manera obligada—
una convivencia social, y confundir ésta con la convivencia
virtual es el camino más rápido para ser dirigido por una cultura
de élites que busca despersonalizar al individuo en aras de una
nueva reificación en la que ya sólo va a importar el avatar que
se elija en la red. Se busca seguir derrotando al pensamiento con
tecnologías que, en lugar de informar, desinforman, así como

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Nacionalismos: concepciones de la cultura elitista se terminó de imprimir en
octubre de 2018, siendo gobernador del Estado Miguel Ángel Yunes Linares
y secretario de Educación Enrique Pérez Rodríguez. El tiraje consta de 500
ejemplares.

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