Golpe de 1930

El 6 de septiembre de 1930 fue la primera ocasión en que se interrumpió el orden democrático

en Argentina: el presidente Hipólito Yrigoyen, elegido por el voto popular dos años antes, fue
derrocado. 

Encabezado por el teniente general José Félix Uriburu, fue el primer golpe cívico militar
argentino y contó con el apoyo de una parte del ejército, las élites conservadoras y los factores
de poder dominantes, que estaban en contra de las medidas políticas y económicas llevadas
adelante por la gestión de Yrigoyen.

Este golpe de estado se enmarca en un contexto mundial de crisis económica, debido al

quiebre de la bolsa de Wall Street en 1929.

Esta crisis afectó fuertemente al segundo gobierno de Yrigoyen, quien ya sufría el desprestigio
de los medios de comunicación, sumado esto al repudio que muchos sectores políticos
profesaban hacia sus políticas estatistas y nacionalistas.

Los historiadores coinciden en afirmar que este hecho de interrupción constitucional fue el
inicio de una serie de golpes de Estado que azotaron a la democracia y que habrían de
repetirse en 1943, 1955, 1962, 1966 y 1976.