Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Escuela de Letras.
C.I: 27.035.352
Ejercicio N°1
Un bosquejo es una línea general, un trazado que nos permite vislumbrar una idea, como
del siglo XIX, cansada y maltratada de las luchas independentistas y en búsqueda de reclamar la
calma y paz por la cual se sacrificó en los días de revolución, entonces nace luego del estallido del
con la revolución industrial, el cambio del campo a la ciudad como sus costumbres se transforman.
personalidad del ciudadano, de sus diversos paisajes y hasta de la flora y fauna local. Acompañado
de una narrativa anecdótica en vez de documentaria, sin aislar el hecho lingüístico ni literario, un
Cagigal, un relato corto sobre la odisea del autor al arribar en Caracas, ciudad testigo de grandes
acontecimientos o en palabras de Cagigal (1958) “La ilustre cuna del héroe de la América del Sur,
la capital de la ínclita Venezuela” (pag.16) El primer artículo da la bienvenida al lector,
posicionándose en la piel del autor y su llegada a Caracas; en los ojos del que retorna a la ciudad,
tenemos una visión de pez fuera del agua. Caracas es el paraíso prometido, el Eden, que hasta su
autor ofrece escribir a su amigo sobre su estado actual, pero a medida que se profundiza el relato,
como Cagigal advirtió al comienzo, los viajes, el carnaval y los martes hacen que Caracas se
transforme en su antagonista.
Sin más se demuestra los desvalidos de un viajero que vuelve a su patria, pero no de una
lírica poética como así lo hubiera preferido Bonalde, al visitar el lugar de descanso de su madre,
muerta en su ausencia, y ver la luz de sol reflejada en el mar de las playas. El costumbrismo no
deja cavidad para lo sublime, en sus días libres Cagigal deja de ser un ingeniero o matemático y
se sumerge en el río de lo cotidiano, cumpliendo su papel de divulgador, que para esas épocas los
periódicos funcionaban más como órgano de opinión a través de la crónica. Entonces el escritor
de costumbres hacía las veces de periodista cuando deseaba denunciar, en un matiz de humor y
burla, algún desliz de las autoridades o rasgos del carácter citadino de sus vecinos.
La nueva manera de relacionarse del siglo XIX era un mestizaje entre la tradición y la
modernidad, conjugándose en el periodo la pintura del ambiente rural a lo urbano. Y esto se puede
y las une con su característico estilo, que compagina con la corriente moderna. Tiene la intención
de reformar e infiltrarse en el ámbito político social, tratando de copiar o asemejar la realidad con
escenas algunas veces crudas y un vocabulario rudo y grosero, que puede disfrazarse con
elocuencia “Díjome, creyendo sin duda consolarme, que se invertiría en el camino; mas el camino
está como estaba y todos los años lo reparan; parodia exacta del tonel de las Danaides.” (Cagigal,
1958, pag.20)
Es un escrito basado en una experiencia mundana y cómica innovada al campo literario,
componiéndolo de una red compleja donde el trayecto con una mula de carga se puede rememorar
Montaigne. Todo es válido, todas las herramientas pueden ser utilizadas por el autor con la excusa
de notificar a su sincero amigo su retraso. Muestra lo transparente y tosco de la ciudad que hasta
de apariencia se debe vivir “Al contrario, aparenté ser filósofo (porque has de saber que para vivir
aquí es menester ser filósofo, cuanto más aparentarlo)” (Cagigal, 1958, pag.16)
Es de este fenómeno que Caracas se convierte en némesis contra el bienestar del autor. Su
cristiano, vestigio del entrelace de la antigua ocupación de la corona católica española, y luego
abruptamente en sus calles se reciba con globos de agua y huevos para brindar honores al martes
Humboldt, explorador considerado cofundador de la geografía como ciencia empírica, que tiempos
atrás de Cagigal había residido en Caracas y dejado una huella en su historia, puede sentirse la
Humboldt asienta que está a 1323 varas sobre el nivel del mar; bien que para mí
estuvo bajo la influencia perturbatriz de alguna atmósfera local; pues yo afirmo, juzgando
por lo que subí, que la tal cumbre puede disputársela al mismo Chimborazo. (Cagigal,
1958, pag.18).
Es la tierra que Humboldt bosquejó en Cartas Americanas como la parada idónea para
mundo, a cuyo clima me he habituado de tal manera que parecería que nunca hubiera
habitado en Europa. Quizás no exista en todo el universo un país donde se pueda vivir de
modo más agradable y más tranquilo que en las colonias españolas, que recorro desde hace
quince meses. El clima es muy saludable, el calor comienza a ser intenso sólo por la mañana
a partir de las 9 horas y no dura más que hasta las 7 horas de la tarde. Por la noche y por la
mañana, hace mucho más fresco que en Europa. La naturaleza es rica, variada, inmensa y
majestuosa por encima de toda expresión. Los habitantes son dulces, buenos y
Mientras que Cagigal admiraba, desde su lente costumbrista, a Caracas renovada con dolor,
después de ver alzarse el grito de la independencia en 1810, de sufrir los estragos del terremoto de
1812, a coronar con laureles de héroes a los próceres, para después exiliarlos y dejarlos retornar
nada más en un cuerpo muerto. ¿Dónde ha ido a parar la sociedad? ¿cuál es el ambiente que
naturalmente se enlazan con los diversos estados por donde ha ido pasando la sociedad
viajero. No es, pues, la esterilidad del asunto lo que me ha impedido escribirte; otro ha sido
Para la ola del costumbrismo Caracas es una ciudad en vía de mutar sus tradiciones
citadinas a modernas, sea para marcar la calidad del espacio nacional, para diseñar pactos
nacionalistas o para afianzar la memoria colectiva de sus ciudadanos. Creando una nueva
generación venezolana que da muerte a lo histórico y va con esperanza en aras del futuro industrial,
formándose una identidad comprometida con la imagen que proyecta como cuna de la revolución
en toda América. Por ende, Caracas debe cumplir un papel con sus ciudadanos y visitantes, debe
verse actual, ajetreada, desbordada de trabajo, ser un mosaico de oportunidades y puertas abiertas.
En este sentido Caracas es todo puertas. Sitúate en la gran plaza del mercado, toma
a tu arbitrio una cualquiera de las calles que a ella se dirigen, síguela sin cambiar de rumbo,
y pronto respirarás el aire puro de los campos sin haber tropezado con ningún linaje de
obstáculos (pag.20).
ganarse enemigos, irá creciendo llegando por medio de periódicos y sus cronistas, teniendo los
Referencias