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ANTOLOGIA

ALUMNA: Hernandez Aguilar Diana Monserrat


ESCUELA: Preparatoria Sor Juana Ines De La Cruz
PROFESORA: Rodriguez Jimenez Marcela
MATERIA: Historia Universal
GRUPO: 601
CAPACITACIÓN: Turismo

GUERRA FRIA
Entre 1946 y 1991, Estados
Unidos, la Unión Soviética y
sus aliados se enzarzaron en
un largo y tenso conflicto
conocido como la Guerra
Fría. Aunque las partes
estaban técnicamente en
paz, el periodo se
caracterizó por una agresiva
carrera armamentística,
guerras subsidiarias y pujas
ideológicas por el dominio
del mundo.

Los orígenes de la "Guerra Fría"


El término guerra fría existía desde la década de 1930, cuando se utilizaba para describir
las relaciones cada vez más tensas entre los países europeos. En 1945, poco después de
que Estados Unidos utilizara la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki, el escritor
George Orwell utilizó el término en un ensayo que exploraba lo que la bomba atómica
significaba para las relaciones internacionales. La bomba era una amenaza tan grande que
probablemente acabaría con las guerras a gran escala, escribió Orwell, creando "un estado
que era a la vez inconquistable y en un estado permanente de 'guerra fría' con sus
vecinos".

La predicción de Orwell de una "paz que no es paz" se hizo realidad en pocos meses. Con
la intención de conservar el poder tras la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y la
URSS se miraban con recelo y se apresuraban a crear y consolidar aliados. La "Guerra Fría"
pronto ganó popularidad gracias al afamado periodista Walter Lippmann, que exploró su
significado mientras el mundo elegía rápidamente un bando en una lucha ideológica entre
el capitalismo y el comunismo.

La ideología (y el poderío militar) cobró cada vez más importancia para ambos países a
partir de 1947, cuando el presidente Harry Truman solicitó al Congreso fondos para
reforzar las economías en dificultades de Turquía y Grecia en un intento de contener la
influencia soviética. La Doctrina Truman, como se denominó, fue la primera salva de una
política de contención que duró décadas y en la que Estados Unidos apoyó e intervino en
Estados no comunistas.

La carrera armamentística
Mientras un "telón de acero" ideológico
separaba a la Unión Soviética y sus estados
satélites del resto de Europa, Estados Unidos y
la URSS se embarcaron en una carrera
armamentística, invirtiendo billones de dólares
en la acumulación de arsenales nucleares y
compitiendo por la exploración del espacio. En
1962, ambos países tenían defensas antimisiles
apuntando el uno al otro. Ese año, la crisis de
los misiles en Cuba acercó a ambos países al
conflicto real más que cualquier otro
acontecimiento de la Guerra Fría.
(Relacionado: La humanidad sigue estando a
100 segundos del apocalípsis)
Múltiples guerras indirectas sustituyeron al
conflicto real entre Estados Unidos y la Unión
Soviética. La Guerra de Corea, la Guerra de
Vietnam y una serie de otros conflictos
armados, durante los cuales ambos bandos
financiaron un bando de la guerra o lucharon
directamente contra una fuerza comunista o
capitalista, se consideran todos ellos conflictos
colaterales de la Guerra Fría. Ambos bandos
también financiaron revoluciones, insurgencias
y asesinatos políticos en América Central,
África, Asia y Oriente Medio.
Aunque la Guerra Fría terminó con la disolución del bloque soviético en la década de 1980
y la caída de la Unión Soviética en 1991, sigue afectando a la geopolítica moderna. Como
última superpotencia que queda, Estados Unidos mantiene alianzas de gran alcance,
grandes inversiones en armamento y puestos militares internacionales. La OTAN, una
alianza entre Estados Unidos y los países de Europa Occidental, creada al principio de la
Guerra Fría, sigue teniendo poder político. En la actualidad, el aumento de las tensiones
entre Rusia y Occidente ha sido calificado como una segunda Guerra Fría.
GUERRA DE COREA

La península de Corea se convirtió en colonia japonesa desde la primera década del siglo
XX, y fue a partir de entonces que Japón trató de aniquilar todo intento de aspiración
nacionalista y de autonomía política. Se buscó imponer el idioma japonés en las escuelas
de modo que se prohibió a los coreanos comunicarse en su lengua nativa, en pocas
palabras, los japoneses pretendieron acabar con las costumbres y la cultura coreana para
implantar la suya a través de un férreo control militar.

En la Conferencia de El Cairo (1° de diciembre de 1943), los Estados Unidos, Gran Bretaña
y China se comprometen a restaurar la autonomía de Corea. La rendición japonesa ante
las tropas soviéticas en el norte y el ejército estadounidense en el sur (agosto y
septiembre de 1945 respectivamente), abría la posibilidad, a través de una consulta con
las organizaciones sociales y los partidos democráticos existentes, del establecimiento de
un gobierno provisional representativo de toda la península para conquistar su
independencia.

La decisión de este propósito político quedó en manos de los ministros de asuntos


extranjeros de Estados Unidos, la URSS, Gran Bretaña y China reunidos en Moscú
(diciembre de 1945). Sin embargo, las posiciones discordantes entre soviéticos y
estadounidenses orillaron a que el asunto de Corea fuera llevado a la Asamblea General
de la ONU para mediar y promover elecciones libres con el afán de unificar al país sin éxito
alguno, debido a la oposición soviética de negar el acceso a los representantes del
organismo mundial (noviembre de 1947).

Desde entonces el paralelo 38° se erige como frontera entre las dos zonas de ocupación.
Es importante subrayar que en este periodo las superpotencias desencadenan, al interior
de cada zona, fuerzas políticas e instalan instituciones que obstaculizan la unidad política y
territorial, alimentan el antagonismo al formar parte de su área de influencia, capitalista o
comunista.

Bajo la anuencia de los Estados


Unidos y la supervisión de la ONU,
se celebran elecciones generales
en la zona sur (10 de mayo de
1948). De esta forma la Asamblea
Nacional Constituyente promulga
una Constitución que avala un
régimen presidencial con amplias
facultades. Asume la presidencia
de la república el viejo
nacionalista Sygman Rhee –en
1919 se había investido de
presidente del Gobierno
Provisional de Corea-, quien
proclama la República de Corea
del Sur, con capital en Seúl (15 de
agosto de 1948), y cuyo gobierno
es reconocido como el único legal
de Corea por parte de la
Asamblea General de la ONU; éste contó, además, con el respaldo del gobierno de los
Estados Unidos.

Sygman Rhee instaura un gobierno militar que mantiene estrecha relación con la
burocracia y la policía adiestradas durante la ocupación japonesa, es decir, mostraron un
servilismo pro-colonialista. La estructura social y la tenencia de la propiedad casi se
mantuvieron intactas.
En la zona norte, desde el arribo de las fuerzas soviéticas, se organizan comités populares
que reemplazan a los órganos de administración japonesa hasta transitar hacia una
confederación bajo el control de la Unión Soviética.

Seguidamente, se funda la Oficina Administrativa de las Cinco Provincias con sede en


Pyongyang (octubre de 1945) y se instituye el Partido de los Trabajadores de Corea del
Norte (julio de 1946) liderado por Kim Il-sung que había comandado el Ejército
Revolucionario del Pueblo Coreano en la lucha contra los japoneses en la frontera entre
China y Corea.

También se efectuaron elecciones generales para nombrar a los miembros de los comités
provinciales y municipales, y de esta forma establecer la Asamblea Popular Norcoreana
que tendría la facultad de designar un Comité Constitucional Provisional encargado de
elaborar un borrador constitucional, el cual se aprobó con el título de “Constitución de la
República Popular” (28 de abril de 1948).

El territorio del norte era el menos poblado. Pero en contraste con el sur disponía de
recursos mineros, energéticos e hidráulicos, y contaba con industrias y una agricultura
redituable. El gobierno aplicó una reforma agraria que benefició a los campesinos y
trastocó los bienes de los terratenientes.
Oficialmente la Asamblea Popular
Suprema proclama la República
Democrática del Corea del Norte
con capital en Pyongyang,
asumiendo la presidencia Kim Il-
sung (9 de septiembre de 1948).
Recibió el reconocimiento del
gobierno soviético.

La península coreana sería uno de


los escenarios de la guerra fría
situada en un espacio geográfico
propicio para la irradiación comunista proveniente de China y de la URSS, y de la política
de contención de los Estados Unidos para dispersar el efecto dominó en el Este asiático.
Sygman Rhee y Kim Il-sung reclamaban el derecho de gobernar todo el país.

Corea del Norte, aprovisionada de armamento soviético, tomó la iniciativa al invadir Corea
del Sur (25 de junio de 1950). El Consejo de Seguridad de la ONU condena la irrupción
norcoreana, y ante la ausencia de la URSS en protesta por la representación de la China
nacionalista en el máximo organismo pacifista en lugar de la República Popular China,
autoriza a los Estados Unidos comandar una fuerza internacional integrada por tropas de
Australia, Gran Bretaña, Canadá, Nueva Zelanda, China Nacionalista, Francia, Holanda,
Colombia, Grecia, Turquía, Panamá, Filipinas y Tailandia para apoyar a Corea del Sur. El
general Douglas MacArthur dirige el mando unificado de las fuerzas de la ONU, y dispone
de las tropas estadounidenses asentadas en Japón y en Taiwán (China Nacionalista) para
desembarcar en las costas de Corea del sur. En septiembre de 1950 el territorio queda
despejado de comunistas

.Desde la perspectiva del presidente estadounidense Harry S. Truman la invasión


norcoreana era un plan soviético para extender el comunismo, y la mejor estrategia para
su contención era impulsar una contraofensiva. En octubre de 1950 las tropas bajo la
bandera de la ONU - mayoritariamente estadounidenses-, cruzaron el paralelo 38°
logrando apoderarse de Pyongyang, ejerciendo el control de dos tercios de Corea del
Norte hasta las inmediaciones del río Yalú en la frontera con la China comunista. Tal
situación, según los dirigentes comunistas chinos, representaba una amenaza para la
integridad territorial ante un posible ataque de los Estados Unidos con el apoyo de los
nacionalistas chinos refugiados en Taiwán, por lo que esta nación decide intervenir en la
guerra con un ejército masivo expulsando de norcorea al ejército multinacional,
franqueando el paralelo 38° y culminando con el asalto de Seúl (enero de 1951).

Douglas MacArthur exhorta a Truman a llevar


a cabo el bombardeo atómico sobre China,
solicitud que no es aceptada ante el peligro
de desatar un conflicto mundial. MacArthur
fue destituido relevándolo el general
Matthew Bunker Ridgway quien logra
desalojar a los comunistas de Corea del Sur
(junio de 1951) estabilizando el frente y
fortificando el paralelo limítrofe de las zonas
norte y sur del territorio. Después de ataques
y contrataques entre los bandos se
celebraron una serie de negociaciones que
culminan el 27 de julio de 1953 con la firma
del armisticio de Panmunjon, lo que en la
práctica consagra la división de Corea en dos
estados separados por el paralelo 38°.

La guerra de Corea, rememorada como la guerra caliente de la fría, confirmó que Estados
Unidos no iba a aceptar la instauración de nuevos regímenes comunistas en Asia, pero
también lo arriesgado de emplear la bomba atómica como arma práctica, y la necesidad
de llegar a algún tipo de coexistencia entre los bloques capitalista y comunista.
CONFLICTO ARABE-ISRAELI

Entre los antecedentes significativos del conflicto árabe-israelí, sobresalen:

La fundación de la Organización Sionista Mundial en Basilea, Suiza por algunos judíos


europeos (1897) liderados por Theodor Herzl con el propósito de instalar colonias judías
en Palestina con la autorización del sultán turco.

Las promesas
británicas expresadas
a los árabes de la
zona a través de su
agente Lawrence de
Arabia de quien
obtendrían su
independencia para
crear un Estado
árabe unido que
comprendería todo
Medio Oriente por su
colaboración durante
la Primera Guerra
Mundial.

La declaratoria del primer ministro británico Arthur James Balfour en la que compromete
el apoyo de su país para la creación de un “hogar nacional” judío en Palestina (noviembre
de 1917).

Posteriormente, en la Conferencia de San Remo, Italia se dictamina la desintegración del


Imperio Turco Otomano, y con ello la asignación del Mandato de Palestina a la Gran
Bretaña (24-25 de abril de1920). Dos años después, el Congreso de los Estados Unidos y el
Consejo de la Liga de las Naciones ratifican el establecimiento de “un hogar nacional para
el pueblo judío” en Palestina, sin contravenir las disposiciones que regulaban el mandato
con respecto al territorio de Transjordania.
Durante esta década de los 20´s se promueve la migración judía hacia “el hogar nacional”
financiado por el movimiento sionista. Los disturbios entre árabes y judíos comenzaron a
escenificarse con tintes cada vez más graves y violentos.

A pesar de la publicación de los Libros Blancos (informes oficiales de una comisión


investigadora del gobierno británico) para restringir el éxodo judío hacia el Mandato de
Palestina, tal pretensión no fue posible. La persecución nazi incentivó el desplazamiento,
de tal forma que se estima que en 1935 un cuarto de la población total de Palestina era de
ascendencia judía, situación que generaba la indignación y las manifestaciones de protesta
de los árabes, y alimentaba los brotes de violencia entre ambas comunidades.

La corona británica envió una Comisión real de


investigación para indagar sobre las raíces del
conflicto árabe–judío encabezada por Lord
Robert Peel con la finalidad de erradicar las
olas de violencia. Recomendó abolir el
mandato y dividir Palestina en dos estados
separados como solución a la rivalidad; sin
embargo, ante el rechazo por los dos bandos la
propuesta de partición fue archivada.

Al concluir la Segunda Guerra Mundial se


descubrió el holocausto de cientos de miles de
judíos llevado a cabo por los nazis. Tal
situación acrecentó la idea de crear un estado
judío en el Medio Oriente, mientras el flujo
migratorio clandestino de judíos continuó a
pesar del cerco de vigilancia de las tropas británicas. Gran Bretaña, debilitada por la
guerra, no estaba en condiciones de afrontar el problema palestino y lo lleva a la ONU,
instancia que crea el Comité de las Naciones Unidas para Palestina (UNSCOP) y que
aprueba dividir este país, separando aproximadamente la mitad del territorio para formar
un estado judío independiente (resolución 181, noviembre de 1947).

A fines de 1947 estalla la guerra árabe-israelita en Palestina y a principios de 1948 los


británicos retiran sus tropas del territorio renunciando a su mandato. El 14 de mayo de
1948 se proclama el Estado independiente de Israel y se designa a David Ben Gurión
presidente, acto rechazado por los países árabes al considerar que los palestinos eran
violentamente expulsados de su territorio.

Revisa el siguiente fichero en el que se muestran las 4 guerras que han ocurrido entre
árabes e israelís por la lucha de su independencia y la defensa de su territorio.

Primera guerra árabe-israelí o “guerra de independencia” (1948-1949)

Inmediatamente después de proclamada su independencia, Israel es atacado por Egipto,


Siria, Jordania, Iraq y Líbano (15 de mayo). Con la victoria israelí, no sólo el nuevo Estado
se consolida, sino que ocupan una mayor porción de Palestina, incluyendo el puerto de
Eliat sobre el mar Rojo que le quitaron a Egipto, con lo que aumenta en un 40% el
territorio que le correspondía según la partición de la ONU y controla el 78% del territorio
de Palestina. Además, se intensifica la política migratoria de judíos de todo el mundo a su
hogar nacional (Ley de Retorno).

La Palestina árabe desaparece. El territorio se reparte entre Israel, Transjordania (se


anexiona el este de Jerusalén y la ribera occidental del río Jordán) y Egipto (administra la
franja de Gaza). Más de 900 000 palestinos fueron obligados a exiliarse a Líbano, Egipto,
Siria y Jordania, mientras que otros miles de personas se quedaron en territorio ocupado
por israelíes, confinados en campamentos miserables. La cuestión Palestina queda en
manos de un grupo de resistencia de varios países árabes: el Movimiento Nacionalista
Árabe. Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia garantizaban las fronteras de Israel.
GUERRA DE VIETNAM

Tras diez años de permanencia y combates, el 29 de marzo de 1973, Estados Unidos


completo la retirada de los últimos 4.300 soldados norteamericanos que combatieron en
Vietnam. Aquel día se celebró en Saigón la ceremonia de retirada de la bandera
estadounidense como símbolo del fin de la presencia militar americana en Vietnam.
Debido a que la participación en la guerra se reveló como cruel e interminable, dividió a la
opinión pública norteamericana y esto sirvió como base para el nacimiento de un
movimiento pacifista entre la sociedad civil. Lo anterior debido a que el saldo en vidas de
esta guerra fue de 500.000 civiles y 200.000 soldados vietnamitas por 57.000 soldados
norteamericanos.

La Guerra de Vietnam comenzó en la década de 1960, se tuvo por protagonistas, por un


lado, a la República de Vietnam o Vietnam del Sur, y su aliado Estados Unidos. En
contraposición, el Ejército de la República Democrática de Vietnam o Vietnam del Norte,
aliado con el Frente Nacional de Liberación de Vietnam o Viet Cong, y respaldados por la
República Popular China y la Unión Soviética. Como causa principal del conflicto
encontramos que fue la de intentar derrocar el gobierno de Vietnam de Sur. Esta era la
pretensión de algunas guerrillas comunistas de esta zona como el Vietcong o el Frente de
Liberación Nacional. Este intento de golpe de estado fue apoyado por Vietnam del Norte,
y derivó en una guerra entre ambos países. El objetivo era crear un único país comunista
que fuese aliado de China y la URSS.
Derivado de esta guerra se suscitaron diversas
violaciones a derechos humanos, como ejemplo
de ello encontramos que el 16 de marzo de 1968
soldados de Estados Unidos atacaron un pueblo
en el sur de Vietnam, en la región de Son My, con
el fin de aniquilar a los combatientes del Viet
Cong. En aquel lugar solo encontraron civiles a los
que violaron y asesinaron. El pelotón que mando
el teniente William L. Calley Jr. arrasó Son My y
acabó con la vida de 182 mujeres, 173 niños
(entre ellos 56 bebés) y 60 ancianos, además de
destruir 247 viviendas, matar todo el ganado y
quemar los arrozales. El Ejército de Estados
Unidos lo calificó entonces de victoria hasta que
el reportero Seymour Hersh publicó la verdad de
los hechos y, desde entonces, la Matanza de My
Lai se convirtió en el símbolo de las masacres de
los estadounidenses en el extranjero.

La retirada de las tropas estadounidenses facilitó el derrumbe inmediato del Sur. La


ofensiva final comunista tuvo lugar en la primavera de 1975. El 30 de abril, los comunistas
tomaron Saigón y forzaron la rendición de los survietnamistas. El 2 de julio de 1976, se
reunificó el país bajo el nombre de la República Socialista de Vietnam. La guerra había
terminado. Más allá de la lucha por los territorios, este conflicto fue una lucha de
superpotencias, del capitalismo contra el comunismo. Dentro del orden mundial de la
época, la derrota de los Estados Unidos significó un fuerte golpe a su poderío militar e
internacional, que hasta entonces gozaba de total inmunidad. China y la URSS fueron las
más favorecidas. Sin embargo, el efecto más significativo fue la reconstrucción del propio
Vietnam, que tuvo que acoger a los distintos grupos sociales y políticos en una sola
nación[4].
CRISIS DE LOS MISILES

La crisis de los misiles, también llamada crisis de octubre o crisis del Caribe, fue un
conflicto entre los Estados Unidos, la Unión Soviética y Cuba, que tuvo lugar en 1962.

La crisis se inició con el descubrimiento de rampas de misiles soviéticos en Cuba, el 15 de


octubre, y se extendió hasta el anuncio de su desmantelamiento y traslado fuera del
continente americano, el 28 de octubre. Sin embargo, la tensión se mantuvo hasta el 20
de noviembre, cuando los Estados Unidos pusieron fin a los patrullajes navales alrededor
de Cuba.

Los historiadores la consideran como una de las mayores crisis de la Guerra Fría, ya que se
estuvo muy cerca del inicio de una guerra nuclear.

En 1959, luego de derribar a la dictadura de Fulgencio Batista, insurgentes cubanos


instauraron un gobierno revolucionario encabezado por Fidel Castro. La puesta en marcha
de una reforma agraria, que incluyó la nacionalización de tierras y empresas, provocó la
oposición de los Estados Unidos, que decretaron un embargo comercial, económico y
financiero para impedir que Cuba pudiera comprar o vender productos. Debido a esta
hostilidad, el gobierno de Castro se declaró socialista y se alineó con la Unión Soviética.
El 3 de enero de 1961, el presidente de los
Estados Unidos, Dwight Eisenhower rompió
relaciones diplomáticas con el gobierno de
Cuba. Tres meses después, tuvo lugar la invasión
de playa Girón, protagonizada por unos 1.500
militares que habían sido entrenados por la
Agencia Central de Inteligencia (CIA) en
Guatemala; pero en menos de 72 horas el
ejército cubano logró repeler el ataque.

Tras el fracaso de la agresión militar, la CIA puso


en marcha la Operación Mangosta, con el fin de
organizar actos de sabotaje, infiltraciones y
atentados que desestabilizaran al gobierno
cubano. La ofensiva contra el régimen castrista
continuó en enero de 1962 cuando la
Organización de los Estados Americanos (OEA),
presionada por los Estados Unidos, decidió
expulsar de su seno a Cuba.

En junio de 1962 Cuba y la Unión Soviética acordaron instalar misiles nucleares en


territorio cubano, con la convicción de que era el único medio de disuadir a los Estados
Unidos de invadir la isla.

El lunes 22 de octubre, Kennedy dirigió un mensaje televisado en el que informó al pueblo


estadounidense de la existencia de misiles soviéticos en Cuba y de su decisión de imponer
un cerco naval alrededor de la isla. Al día siguiente, gran cantidad de barcos y aviones de
guerra estadounidenses se desplegaron en la zona del mar Caribe.

El miércoles 24, el líder soviético, Nikita Jrushchov, comunicó a Kennedy que su país
consideraba al bloqueo como una agresión.

El jueves 25, la OEA impuso sanciones al gobierno cubano y estableció un bloqueo naval
para impedir la llegada de buques soviéticos a la isla. De ese bloqueo participaron dos
destructores argentinos, dos venezolanos y uno estadounidense, además de dos fragatas
dominicanas.

Ante la perspectiva del inicio de una guerra abierta, el viernes 26 Jrushchov le comunicó a
Kennedy que retiraría sus buques del Caribe si el gobierno estadounidense renunciaba a
derrocar al régimen castrista.

El sábado 27, las defensas antiaéreas soviéticas derribaron un avión espía estadounidense
que sobrevolaba la isla. Enterado del incidente, Jrushchov propuso a Kennedy el
desmantelamiento de las rampas soviéticas en Cuba, a cambio de la garantía de que los
Estados Unidos no realizarían ni apoyarían una invasión a la isla del Caribe y que
desmantelarían las bases de misiles de la OTAN situadas en Turquía.

Los diplomáticos soviéticos y estadounidenses realizaron negociaciones secretas durante


todo el día 27. De esas negociaciones, Jrushchov excluyó al gobierno cubano, que tenía
una posición muy belicista. Kennedy y su gabinete aceptaron la oferta soviética el
domingo 28, con lo que se llegó a un acuerdo y se logró superar la crisis.

En los primeros días de noviembre, el espionaje aéreo estadounidense constató que


buques soviéticos retiraban el armamento nuclear desplegado en Cuba. El 20 de
noviembre el gobierno de los Estados Unidos puso fin a sus patrullajes navales. Dos días
después, el Kremlin informó al régimen de Castro que su presencia militar en la isla
quedaría limitada al uso de armas convencionales.
Causas

 La firme decisión del gobierno de los Estados Unidos de evitar que Cuba fuera un
foco de irradiación de ideas revolucionarias en el continente americano.
 Los reiterados intentos del gobierno de los Estados Unidos de derrocar al gobierno
castrista.
 El embargo comercial y económico que los Estados Unidos habían impuesto al
gobierno de La Habana.
 Las rivalidades entre la Unión Soviética y los Estados Unidos, en el contexto de la
Guerra Fría.
 La alianza entre los gobiernos de Cuba y la Unión Soviética y la promesa realizaba
por el bloque socialista de comprar el azúcar cubano que habían dejado de adquirir
los estadounidenses.
 La instalación en Turquía de misiles de la OTAN apuntando a las principales
ciudades soviéticas.

Consecuencias

 Las principales consecuencias de la crisis de los misiles fueron las siguientes:


 La muerte del piloto estadounidense que conducía el avión espía derribado por las
defensas antiaéreas soviéticas.
 El inicio de diferencias en las relaciones entre la Unión Soviética y el gobierno de
Cuba, que manifestó públicamente su disgusto ante el desmantelamiento de las
bases misilísticas soviéticas.
 El desmantelamiento de los misiles que la OTAN había instalado en Turquía, que
tuvo lugar seis meses después de la crisis de octubre.
 La instalación del llamado teléfono rojo, una línea que ponía en comunicación
directa a los líderes de los Estados Unidos y la Unión Soviética para que llegaran a
acuerdos diplomáticos de manera rápida ante eventuales crisis.

Protagonistas de la crisis de los misiles


 Nikita Jrushchov (1894-1971): líder de la Unión Soviética durante la crisis de los
misiles. Impulsó la instalación de misiles en Cuba y aceptó desmantelarlos para
alejar la posibilidad de una guerra nuclear.
 John F. Kennedy (1917-1963): presidente de los Estados Unidos entre 1961 y su
asesinato en 1963. Presionó a la Unión Soviética para que retirara los misiles de
Cuba.
 Fidel Castro (1926-2016): militar y dirigente político cubano, a cargo del gobierno
de la isla durante la crisis de los misiles.
 Ernesto «Che» Guevara (1928-1967): médico, escritor y dirigente político nacido en
Argentina, que tuvo una activa participación en la revolución cubana. En agosto de
1962 concluyó el acuerdo entre Cuba y la Unión Soviética para instalar bases
misilísticas en la isla. Al igual que Castro, expresó su molestia por el acuerdo
alcanzado entre Kennedy y Jrushchov.
CAIDA DEL BLOQUE SOCIALISTA

Después de la guerra el mundo ha cambiado


radicalmente. Desaparecen cuatro imperios:
Rusia, Alemania, Austria-Hungría y el
otomano. Aparecen muchos pequeños
países: como los países bálticos, los Balcanes
o Yugoslavia, crecen muchos países
nacionalistas como Hungría, Polonia y
Checoslovaquia.

La paz no se firma en un tratado único, sino


que se negocia una serie de ellos que tienen
lugar en torno a París, y que se alargan
mucho en el tiempo, algunos entran en vigor
en 1920.

Las ideologías triunfantes en la guerra son el


liberalismo democrático y el nacionalismo
separatista, que obtiene unas bases
territoriales en sus países, y se afianza ideológicamente. La guerra supone el fin de la
diplomacia secreta, y se crea la Sociedad de Naciones para regular las relaciones
internacionales.

Las pérdidas humanas en la guerra son impresionantes, unos nueve millones de personas:
unas cifras que angustian a muchos intelectuales y artistas, que toman partido por las
actitudes pacifistas.

Las pérdidas económicas directas son también enormes. El Estado asume las cargas que
suponen los numerosos excombatientes. Pero mayores son las cargas económicas que
tienen los vencidos, que han de pagar los gastos de la guerra. Por último, los estados
Unidos se revelan como una gran potencia mundial imperialista.
El mundo de la posguerra

Al terminar la guerra se tiene una sensación de euforia, de equilibrio y triunfo perpetuo.


Las economías de los países que han estado en guerra se reconstruyen rápidamente.

Sin embargo, no todos los


conflictos internacionales
quedaron resueltos. Turquía
pretende reconstruir su
imperio. Alemania se siente
agraviada por las numerosas
pérdidas territoriales. Los
conflictos entre Italia y
Yugoslavia son graves. Irlanda
se independiza después de una
guerra, entre 1919 y 1923.

La revolución soviética se
convierte en una guerra civil
con implicaciones de otros
países. La gran burguesía tiene
miedo y apoya a los grupos
antiobreros violentos, que
terminan formando el
fascismo. En muchos de los
países se instalan dictaduras
militares y fascistas, durante
los años veinte.
Caída de la URSS

La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas fue fundada en 1922 como un Estado federal
marxista-leninista, tras la Revolución de 1917. Con la muerte de Lenin, Stalin consiguió el
poder y dirigió el país durante 31 años con una industria a gran escala, una economía
centralizada y una extrema represión política. Tras 69 años de existencia, en 1991, bajo la
presidencia de Mijaíl Gorbachov, las políticas de Glásnost (transparencia social y política) y
Perestroika (reestructuración económica), diseñadas para modernizar el país, fueron parte
de la causa de la desaparición, dando paso al “oso ruso”.

La muerte de Lenin en enero de 1924, desencadenó una dura lucha por el poder entre
Trotski y Stalin, ganando éste la lucha por el control del aparato del partido. Iósif Stalin
construyó la gran dictadura del siglo XX hasta su muerte en 1953. Su sucesor Nikita
Jruschov, presentó al pleno del XX congreso del Partido Comunista en 1956, un informe
con los errores políticos y los crímenes cometidos por el stalinismo, dando paso a una
campaña nacional de desestalinización.

La Perestroika produjo una gran descentralización de la economía, que comenzó a


privatizarse, bajo el control de los gobiernos regionales. La participación política permitió
el multipartidismo, el nacionalismo, cuestiones contrarias al régimen comunista. “Son
propiedad del Estado, es decir, patrimonio de todo el pueblo, la tierra, el subsuelo, las
aguas, los bosques, las fábricas, las minas, el transporte ferroviario, acuático y aéreo, los
bancos, los medios de comunicación y las grandes empresas agropecuarias organizadas
por el Estado, así como las empresas de servicios municipales y el fondo fundamental de
viviendas en las ciudades y localidades industriales”. (Artículo 6, Constitución soviética
1936). Las políticas de Gorbachov no siguieron el rumbo esperado y en 1991 la Unión
Soviética se disolvió ante la secesión de sus repúblicas, convertidas en estados
independientes.

El 8 de diciembre de 1991, los presidentes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia (Borís Yeltsin,


Leonid Kravchuk y Stanislav Shushkiévich), en la reserva natural de Belavézhskaya
Pushcha, se firmó el acta de defunción de la URSS, que quedó disuelta de facto el 26 de
diciembre. El día anterior Mijaíl Gorbachov había dimitido y traspasado sus poderes a
Borís Yeltsin, presidente de la Federación Rusa. El Soviet de las Repúblicas del Soviet
Supremo de la URSS firmó su propia disolución, naciendo en su lugar la Comunidad de
Estados Independientes (CEI), organización supranacional configurada por 10 de las 15 ex
repúblicas soviéticas.”Ni un país, ni una alianza militar ni una zona de libre comercio, sino
un signo de interrogación“ (Stephen Kotkin).

La URSS se desplomó y sin control. Había fracasado el experimento comunista. El


capitalismo de Estado se encargó de estrangular la libertad del pueblo. La guerra fría había
desangrado a la URSS, al gastar grandes cantidades de recursos en armamento y
tecnología improductiva y mantener gran cantidad de hombres en armas. La corrupción,
una lacra atribuida al capitalismo, se desarrolló en la enorme burocracia del Estado y en
las repúblicas que lo conformaban. Los planes de desarrollo y producción también
fracasaron. Habían sido mal enfocados, gestionados y los objetivos nunca se lograron.

El fracaso del comunismo en la URSS, no desvirtúa la crítica al sistema antagónico. La


URSS, con todos sus errores, consiguió grandes logros. Fu el primer país en el mundo
capaz de garantizar a todos sus ciudadanos, una vivienda, un trabajo, una educación y una
sanidad universal y de calidad; una jubilación adecuada al tipo de trabajo realizado,
vacaciones pagadas, derecho a baja remunerada con el 100% del salario y la igualdad
salarial entre mujeres y hombres.

La enorme burocracia, el exceso de normas y reglamentos en las empresas y la carencia


de medios modernos de gestión, fueron algunas de las causas de la caída de la URSS. Las
cuotas de producción se fijaban en términos cuantitativos, lo que dio lugar a una
producción de baja calidad. Como los salarios, bonos y promociones, dependían de que se
alcanzaran los objetivos fijados por los planes del sistema central de planificación, se
inducía a falsear los resultados. Con todo, por la falta de libertades y democracia, y por la
presión occidental.

La Revolución rusa fue la primera que ganó el proletariado. La Revolución francesa, dejó
intacta la propiedad privada capitalista de los medios de producción como sistema
económico imperante. En cambio, la Revolución soviética, fue la prueba tangible que
necesitaban los parias de la tierra para estar seguros de que el sueño de Marx no era
irreal. La Gran Revolución Socialista de Octubre abrió para la Humanidad una nueva era, la
del socialismo científico a la práctica humana del socialismo.

La Revolución de Octubre fue desde su primer momento un referente del movimiento


obrero internacional e internacionalista y de las organizaciones socialistas que no
claudicaron al belicismo y las ansias de conquista de los poderosos. El criterio para valorar
los hechos históricos, debería ser por la bondad o maldad de su esencia. Y la esencia de la
Revolución Socialista fue mejorar la suerte de los parias de la tierra.

Responsabilizar del fin de la URSS exclusivamente a Mijaíl Gorbachov, por su acción u


omisión, sería simplificar la cuestión, El colapso de las llamadas democracias populares en
Europa oriental acabó golpeando a la propia URSS; los dirigentes de la perestroika,
alteraron el equilibrio político económico y social existente, sin tener alternativas
consolidadas.
El parlamento surgido en 1989 en la URSS, enmendó la Constitución, que establecía el
papel dirigente del Partido Comunista. La consecuencia fue el desmoronamiento de la
columna vertebral del Estado. Ese mismo parlamento y ese mismo año eligió a Mijail
Gorbachov como presidente de la URSS, que significó el principio del fin, porque le privó
de la legitimidad que hubiera tenido si hubiera sido elegido por sufragio universal. El
entierro del artículo 6 es la medida más trascendental adoptada en los cinco años de
perestroika, ya que el papel dirigente del PCUS era la piedra de toque para definir el
socialismo real. Una vez aceptada la pluralidad de partidos y el juego democrático, todo se
ponía en cuestión, incluso si la URSS debería seguir siendo o no socialista.

Un intento de golpe de estado por parte de los comunistas radicales, fue impedido por los
sectores reformistas, que exigieron la disolución del PCUS. Impotente y abandonado por
casi todos, el día 25 de diciembre de 1991, Gorbachov renunció a la presidencia de un
Estado ya desintegrado. Entregó el maletín nuclear a Boris Yeltsin y ordenó arriar la
bandera roja de la torre del Kremlin.
CAIDA DEL MURO DE BERLIN

El 9 de noviembre de 1989, de manera pacífica y sin derramar sangre o disparar un arma


de fuego, la población alemana derribó el Muro de Berlín. Esta estructura dividió la capital
alemana por casi tres décadas. Su demolición posibilitó la reunificación de Alemania y
simbolizó, con ello, el fin de la Guerra Fría y la construcción de un nuevo orden mundial,
cuyas consecuencias aún acontecen. Después de que el bando de los Aliados ―grupo de
países occidentales, incluidos Reino Unido, los Estados Unidos, Francia y la Unión
Soviética― consiguió derrotar al régimen nazi y, con ello, poner fin a la Segunda Guerra
Mundial (1939-1945), se llevaron a cabo las conferencias de Yalta y Potsdam. Las
potencias vencedoras acordaron dividir a Alemania en cuatro zonas de ocupación: Gran
Bretaña, Francia y los Estados Unidos ocuparon el oeste, el noroeste y porciones del sur, y
la Unión Soviética tomó posición de la región este. Las secciones ocupadas por Gran
Bretaña, Francia y Estados Unidos se convierten en la Alemania Occidental ―República
Federal de Alemania (RFA)― y para escudarse militarmente crearon la Organización del
Atlántico del Norte (OTAN). La región de influencia soviética, la Alemania Oriental pasó a
llamarse la República Democrática Alemana (RDA). En la Alemania Occidental se concretó
el modelo capitalista impulsado por los Estados Unidos, el cual favoreció a las empresas y
a la economía privada bajo un sistema político democrático liberal de gobierno. En la
Alemania Oriental se organizó un sistema socialista y se propulsó una economía
centralizada con modelo en la Unión Soviética, donde el Estado controlaba todos los
servicios y los medios de producción.
La ciudad de Berlín quedó enclavada dentro del territorio soviético, por lo que también
fue dividida en las zonas este y oeste, quedando como una célula capitalista en el recién
formado estado socialista, lo cual generó las primeras inconformidades del gobierno de la
RDA y sentó las bases de la Guerra Fría. Con ello, se aceleró la división de dos bloques en
el mundo: el occidental-capitalista y el oriental-comunista. La vida resultó muy diferente
en ambos lados. En la Alemania Occidental se alcanzó un alto nivel de desarrollo
rápidamente debido a la ayuda del Plan Marshall (1948-1961) promulgado por los Estados
Unidos. En el lado oriental, inicialmente, la política de nacionalización y planificación de la
economía logró un satisfactorio desarrollo industrial y la recuperación de los daños
ocasionados por la guerra. Además, garantizó a la población el acceso general al trabajo, a
la educación y a la salud, así como una posición más igualitaria de las mujeres; sin
embargo, la diferencia en el desarrollo, del lado capitalista con la ayuda económica de los
EEUU era superior al de la RDA, el gobierno de corte estalinista autoritario impidió la
organización de los obreros y su participación en la planificación económica y socialista,
ejerciendo un fuerte control sobre la población.

Mientras en el resto de la RDA estaba prohibido el libre tránsito hacia la RFA, en Berlín,
debido a los acuerdos de Potsdam, el paso era prácticamente libre: era una frontera
abierta dentro de la llamada Cortina de Hierro. El paso llevaba una gran cantidad de
trabajadores obreros y profesionistas de la RDA al lado occidental, de tal manera que las
dos Alemanias decidieron la construcción de un muro material: la RFA para detener la
caída de capital humano; y la RDA para evitar que los alemanes orientales fueran en
búsqueda del “progreso”. El 13 de agosto de 1961, ambas Alemanias ordenaron a la
policía y al ejército levantar una cerca de alambre de púas. En los siguientes días inició la
construcción de barricadas de concreto a lo largo de los 45 kilómetros que dividían en dos
partes a Berlín y los 115 kilómetros que rodeaban la parte oeste que la separaba de la
RFA. Se prohibió a los berlineses occidentales ingresar al Berlín oriental, salvo con permiso
especial. Tiempo más tarde, el 3 de septiembre de 1971, las conversaciones entre los
Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y la Unión Soviética condujeron al Acuerdo de
Cuatro Potencias sobre Berlín, un decreto para mejorar las condiciones para los berlineses
occidentales y facilitar el viaje hacia y desde Alemania occidental y el Berlín occidental, así
como los viajes de los berlineses occidentales al este. Entre 1961 y 1988 más de cien mil
ciudadanos de la RDA intentaron saltar el muro para escapar al sector occidental. Según la
página web oficial de la ciudad de Berlín, alrededor de unas ciento cuarenta personas
fallecieron al intentar huir a causa de los disparos de la policía.

El 9 de octubre de 1989, una multitud de


alrededor de setenta mil personas se
manifiesto pacíficamente en el centro de
Leipzig exigiendo libertad de paso. Estas
personas se atrevieron a pasar por primera
vez por la temida sede de la Stasi, la policía
secreta de la República Democrática
Alemana. "Wir sind das Volk!", cantaban:
"¡Somos el pueblo!". Una semana después,
más de cien mil personas abarrotaron de
nuevo el centro de Leipzig. Las protestas
pronto se extendieron por toda Alemania
oriental. El 4 de noviembre, otros cientos de
miles de personas se manifestaron en
Alexanderplatz, Berlín oriental, pidiendo una
reforma democrática: esta fue una de las
movilizaciones más importantes en la RDA
por su capacidad de congregación.
Finalmente, cinco días después, el 9 de
noviembre, un militar de alta graduación
anunció que se darían pases para cruzar
hacia la república Federal de Alemania. “La gente puede ir, no hay problema”, declaró. Un
periodista le preguntó: “¿A partir de cuándo, señor?”, cuya respuesta fue: “A partir de
ahora”. En poco menos de dos horas, una multitud se volcó hacia el muro. Los guardias se
vieron superados por el entusiasmo, por lo que simplemente no hicieron nada.

Un año más tarde, el 3 de octubre del año 1990 se hizo efectiva la Reunificación de
Alemania, poniendo fin a un país dividido por la Guerra Fría. Se firmó el Tratado de
Unificación, que hizo que las cuatro potencias (los Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y
la Unión Soviética) renunciaran a sus derechos en el país germano. De esta manera se
logró la reunificación definitiva y la constitución nuevamente de una sola nación. A raíz de
este acontecimiento, cada 3 de octubre se celebra en el país el Día de la Unidad Alemana.

La Caída del Muro de Berlín es uno de los


principales sucesos del siglo XX y de los
últimos tiempos. Marcó el fin de una era
tanto en la historia alemana como en la
historia europea y mundial. Este cambio
tan radical después de casi tres décadas
de división impulsó decisivos cambios en
el rumbo ideológico, político y económico
no únicamente de Alemania, sino también
de muchos países europeos. En la primera
elección conjunta a finales de 1990 resultó
ganador el político Helmut Kohl. La
unificación trajo consigo la disminución de
la tensión militar de la zona y la reducción
de los gastos en esa área por la salida de
los ejércitos extranjeros y las
representaciones militares en territorio
alemán. En el plano económico, se
iniciaron las privatizaciones de empresas
estatales en la RDA y se generaron
cuantiosos subsidios para paliar las debilidades en la economía y para mejorar el nivel de
vida de los alemanes radicados en la RDA. Todo esto implicó un periodo de transición muy
difícil para las finanzas de la naciente república ya reunificada: se elevó la tasa de
desempleo y la inflación, así como el Producto Interno Bruto cayó de manera significativa.
Durante los años siguientes, la diferencia de los trabajadores alemanes continuó. Por
ejemplo, en la ex RDA persistió la inflación, la desocupación y la diferencia salarial en
relación con la parte occidental. Las condiciones laborales y económicas de los
trabajadores de ambas áreas permitieron a los países imperialistas (sobre todo a Gran
Bretaña y a los Estados Unidos) imponer lo que se denomina ahora como
“neoliberalismo”.

Las transformaciones políticas en Alemania continúan. Aún puede notarse una división
invisible que dejó el antiguo muro; sin embargo, la sociedad ha apostado por el
reencuentro de ambas partes, aun cuando en la actualidad han surgido de manera
preocupante expresiones nacionalistas afines a las que tanto dolor causaron en el pasado.
Grandes sectores de la sociedad todavía resienten las cicatrices de la división; no
obstante, han encarado las dificultades actuales con resiliencia y buscando una
convivencia pacífica entre ellos, como con el resto de Europa y el mundo.
BIBLIOGRAFIA
https://www.nationalgeographic.es/historia/que-fue-la-guerra-fria
https://e1.portalacademico.cch.unam.mx/alumno/historiauniversal2/unidad3/principales-
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ejercito-de-eua-despues-de-10-anos-de
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https://www.elplural.com/opinion/la-desaparicion-de-la-urss_97350102
https://www.politicaexterior.com/articulo/la-guerra-fria-y-la-crisis-de-los-misiles-en-
cuba/

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