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Introducción
6
Ibídem.Pág. 193.
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Carlos R. Fernández Liesa; Emilio Borque Lafuente. El conflicto de Corea. Pág. 32
8
Ibídem, Pág. 32
de abril de 1950, desclasificado en los años 70, en la que se analizaba el
peligro que representaba la URSS9, sobre todo por el desarrollo de estos de
artefactos nucleares en 1949, y se solicitaba un incremento del 350% anual en
defensa para contrarrestar la amenaza mediante el uso de fuerzas militares. La
invasión norcoreana al sur de la península se dio 2 meses después de
aprobado el documento de seguridad.
9
ídem
10
Victor Sánchez. El proceso reunificatorio de la península coreana después de la política del “Sol
radiante” Pág. 62
11
Javier Caro Gonzalez. La península coreana: Entre el armisticio y el tratado de paz. ¿Un camino
transitable? en http://www.isri.cu/Paginas/Boletin/boletitulares_3.htm
Como afirma el historiador Bernard Reich, aunque la narrativa usual al
discutir la División de Corea es la de un Sur democrático y un Norte totalitario,
por la mayor parte de la existencia de ambos Estados esta distinción no fue tan
clara. Hasta la década de 1980, la República de Corea fue gobernada por
gobiernos autocráticos; la represión política, la censura y la corrupción fueron
una constante12. En esto, fueron respaldados por los Estados Unidos, como
parte de su política de contención contra la Unión Soviética y sus aliados.
El gobierno de Syngman Rhee se caracterizó por el uso de
organizaciones paramilitares y la policía para acosar a sus oponentes, fraude
electoral, y corrupción. Usando la amenaza de los comunistas como pretexto,
purga a cualquier oposición potencial en el ejército, la prensa, e incluso la
Asamblea Nacional13. Sin embargo, el estado de la economía, devastada por la
guerra, y el desencanto de la creciente población educada de las ciudades
provoca un estallido social en 1960 que desemboca en la renuncia de Rhee y
su salida al exilio. Se instala un gobierno provisional democrático, que sólo
dura once meses; el General Park Chung-hee usa la inestabilidad política como
pretexto para tomar el poder en un golpe de estado.
Park Chung-hee continuó con las políticas represivas de Rhee, creando
una nueva policía secreta para este fin: la Agencia Central de Inteligencia
Coreana (KCIA). Park, sin embargo, tiene la ambición de convertir a su país en
una potencia económica, menos dependiente de la ayuda estadounidense (que
equivalía en aquel entonces a la mitad del presupuesto nacional 14). Basándose
en el modelo económico japonés, y con el apoyo de las compañías
estadounidenses, el gobierno invierte directamente en ciertas áreas,
estimulando la creación de grandes conglomerados industriales (los llamados
chaebol) en una especie de capitalismo planificado. La estrategia da frutos: el
crecimiento económico del país se dispara, y se inicia el proceso que llevará a
Corea del Sur a convertirse, a pesar de una seria crisis a finales de los años
90, en una de las principales economías del mundo. Sin embargo, esto es a un
alto costo para los trabajadores, que lidiaban con condiciones de trabajo,
sueldos miserables, y sin derecho a formar sindicatos o hacer huelga 15. El
12
Peterson, Mark; Margulies Philip. Ob.cit. Pág. 209.
13
Ibídem. Pág. 211-213.
14
Ibídem. Pág. 210.
15
Peterson, Mark; Margulies, Philip.Op. Cit. Pág. 224.
control de los chaebolsobre la economía y sus conexiones con el gobierno
también han sido una continua fuente de corrupción 16.
Finalmente, se acumula el descontento, debido a factores como la
proclamación de una nueva constitución otorgándole máximos poderes al
presidente y el malestar de los trabajadores. Estallan grandes manifestaciones
en 1979, en medio de las cuales Park es asesinado por su propio jefe de
inteligencia. Se produce un nuevo golpe de estado poco tiempo después; el
Mayor General ChunDoo-hwan vuelve a declarar la ley marcial, disuelve la
Asamblea Nacional y prohíbe las actividades políticas. Más de 200
manifestantes son masacrados en la ciudad de Gwangju y miles son arrestados
y enviados a “campos de purificación” en zonas montañosas 17. Sin embargo, es
ampliamente impopular y no cuenta con una base de apoyo amplia, que lo
obliga a hacer concesiones, como elecciones parlamentarias en 1985, que
abren la puerta a la creciente oposición en su contra.
Chun, cuyo periodo constitucional llega a su fin en 1987, planea cederle
el poder a uno de sus allegados, Roh Tae-woo. Sin embargo el anuncio
nuevamente impulsa a los surcoreanos, cansados de décadas de represión, a
salir a las calles. Esta vez, gracias en parte al hecho de que la opinión pública
mundial se enfocaba en el país debido a las próximas Olimpiadas de Seúl
198818, el gobierno cede y permite la elección directa del presidente. Roh sale
vencedor, debido a las divisiones de la oposición, pero la transición
democrática es ya indetenible. El sucesor de Roh, Kim Young-sam, purga al
ejército y la burocracia de los aliados del viejo régimen, y enjuicia a sus dos
predecesores por sus crímenes (aunque serían más tarde perdonados). En
1997, es electo el líder opositor Kim Dae-jung; por primera vez, se produce en
Corea una transición de poder pacífica entre partidos de distinta inclinación
política, consolidando el nuevo sistema democrático.
16
Ibídem. Pág. 220.
17
Ibídem. Pág. 227-228.
18
Ibídem. Pág. 230-231.
Posterior a la guerra, Kim Il Sung se enfocó en reorganizar los
fundamentos del Estado norcoreano a fin de garantizar el control, su régimen
se enfocó en el servilismo, el culto a la personalidad del líder, y el uso de la
violencia para controlar la disidencia. Comenzaron purgas dentro del partido
priorizando los remanentes del Partido Comunista de Corea del Sur; se
construyó un sistema filosófico llamado “Juche” (autonomía) basado en una
comprensión del comunismo con principios de la filosofía confuciana,
respetando las tradiciones coreanas. Buscaba esencialmente una absoluta
independencia a la influencia China y se oponía a los principios occidentales de
EE.UU.19 Según los autores Carlos Fernández y Emilio Borque “establecer el
Juche significa tener las riendas de la revolución y la reconstrucción del propio
país. Significa mantener a toda costa una actitud independiente” 20
19
Carlos R. Fernández Liesa; Emilio Borque Lafuente. Ob.cit. Pág. 69
20
Ibídem, Pág. 70
21
Ibídem, Pág. 60
Conclusiones.
La península coreana ha atravesado continuos procesos divisionistas
que han lesionado su independencia y su soberanía, sin embargo, su sociedad
conserva sus rasgos característicos, el idioma y las tradiciones culturales.
Durante todo el siglo XX, a nivel político, la península camina por dos caminos
opuestos, son constantes las dictaduras militares, las tensiones, la corrupción
generalizada y el uso de la violencia para fines políticos, sin embargo, a nivel
económico, las dos repúblicas desarrollaron modelos de estado que han
generado niveles de prosperidad en la población, con una rápida
industrialización por lo menos hasta finales del siglo donde comienza una crisis
en la economía norcoreana. Las crisis a nivel político continúan y permanecen
por el desarrollo del programa nuclear norcoreano y las políticas de sanciones
aplicadas por Corea del Sur y EE.UU en respuesta, por lo que la divisón y los
conflictos continúan hasta la actualidad.
Bibliografía.