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CENTRO DE ESTUDIOS FILOSÓFICOS Y TEOLÓGICOS

Materia: Misionología
Curso: 5 año ciclo B
Profesora: Hna. Vivian Arce, MSI
Alumno: Frt. Gustavo Federico Jaimes, svd
____________________________________________________________________________
VIDA CONSAGRADA Y MISIÓN
Algunas reflexiones sobre la actividad misionera de la Iglesia y la identidad de la vida
consagrada

INTRODUCCIÓN

Este presente trabajo tiene como objetivo presentar algunas reflexiones sobre la misión y sus
derivaciones pastorales en la actividad apostólica 1 de la vida consagrada. Para hacer un
abordaje más amplio, es pertinente plantearnos esta problemática a la luz del Magisterio y de
algunas consideraciones sobre el anuncio y la inculturación del Evangelio, frente a los
diferentes modelos de Iglesia misionera. Nos proponemos a partir de la reflexión teológica
sobre la misión, iluminar la realidad de la misma, para así considerar una nueva eclesiología
donde la vida consagrada se inserte, cada vez más, en comunión con la Iglesia local y en
fidelidad a su carisma fundacional.

REFLEXIÓN TEOLÓGICA

“¿Cómo se relacionan vida consagrada y misión? ¿Es la misión una consecuencia de la


vocación a la vida consagrada, siguiendo el clásico principio escolástico del «agere sequitur
esse»(la acción sigue al ser)? ¿O determinan las formas de misión las formas y orientaciones
de la vida consagrada? ¿ Es la misión algo constitutivo de la vida consagrada o es algo
añadido a ella de acuerdo a las necesidades y circunstancias?” 2
Estos cuestionamientos son los que se hace el teólogo Amaladoss 3 cuando analiza los tópicos
elegidos para el congreso sobre vida consagrada antes de la realización del Sínodo romano que
se realizó sobre este tema. Los tópicos elegidos fueron: identidad, comunión y misión.
Partiendo de la complejidad para abordar estos tópicos, nos encontramos, frente a lo que
Amaladoss, nos comenta sobre la preferencia de ordenarlos de acuerdo a la lógica escolástica
(identidad-comunión-misión)4 o de forma inversa (misón-comunión-identidad)5. Si bien se optó
por el segundo acercamiento, nos encontramos ante una realidad, donde su abordaje no esta tan
claro para la vida religiosa. Este acercamiento en relación con el primero, “no es sólo una
1
Entendemos actividad apostólica, a la actividad pastoral que nace de un carisma específico de un instituto
religioso y que responde a una necesidad de la Iglesia en fidelidad al carisma fundacional.
2
Vida Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus. año 38/4 Nº 149.
Diciembre de 1997. pág. 45.
3
Jesuita de la India doctorado en teología por el Instituto Catholique de Paris.
4
“Algunos prefirieron el acercamiento lógico y pensaron que antes de todo debería estar claro qué mismo es la
vida consagrada, después como se la vive en la comunidad, y finalmente se exploraría qué hacer o que se debería
hacer.” Vida Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus. año 38/4 Nº
149. Diciembre de 1997. pág. 46.
5
“Otro grupo propuso que deberíamos comenzar con los desafíos del mundo actual que las personas de la vida
consagrada están llamadas a sumir, después explorar qué estructuras de la comunidad están aptas para una
misión tal, y finalmente determinar la identidad de la vida religiosa en su contexto.” Vida Consagrada y misión.
Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus. año 38/4 Nº 149. Diciembre de 1997. pág. 46.
2

cuestión de método que ubica en un orden diferente los mismos elementos de base” 6, sino que
atañe a la actual constitución de la vida religiosa, su actividad apostólica y su misión.

 De la identidad a la misión

Partir desde este “acercamiento define a la vida consagrada y sus estructuras comunitarias
«en sí» como un genus o un núcleo universal del cual las diferentes formas serían species o
realizaciones concretas que varían solo en los accidentes. Podemos establecer que la actividad
misionera no afecta la identidad de los miembros o de las estructuras de la comunidad.
Cualquier adaptación sería apartarse del carisma. Es un repliegue, que pretende restaurar la
concepción de los consejos evangélicos como “«virtudes» en sí mismas como valores que le
llevan a uno al estado perfecto de la vida.” 7 Es indudable que este es un tipo de concepción y
discurso de la vida consagrada (p.e. el monástico/contemplativo) 8, pero en el marco del tercer
milenio esta postura dista de tener una respuesta acorde con los signos de los tiempos.

Antes de continuar con el segundo acercamiento, es importante tener en cuenta los distintos
ámbitos y aproximarnos a los posibles desafíos de la misión, a través de la Encíclica
Redemptoris Missio.

 Ambitos de la misión

Dadas las caracteristicas de la actividad misionera de la Iglesia, la misión se encuentra ante el


fenómeno de la mundialización, donde “la homogenización funcional expande uniformismo
mundial de comportamientos causalistas, mecanicistas o computerizados. Una especie de
mundialización de usos y costumbres instrumentales que van implantando una lógica funcional
y un modo objetivista de ver la realidad que deseca las tradiciones y el sentido. La
mundialización de las mentes va a la par de la mundialización del mercado y del consumo...
Pero otro fenómeno no menos universal y efectivo tiene lugar mediante la expansión de los
mass-media. El “efecto a distancia”, la expansión de modas y gustos y la toma de conciencia
de nuestro provincianismo, merced al pluralismo de culturas y estilos de vida.” 9

Redemptoris Missio, al hablar del ámbito de la misión, establece que, “La misión Ad Gentes en
virtud del mandato universal de Cristo no conoce confines.” 10 pero inserta en un mundo con
fenómenos culturales nuevos: rápidas y profundas transformaciones en el mundo,
particularmente en el Sur, influyen grandemente en el campo misionero: marginación,
exclusión social, aumento de la urbanización convirtiendo las ciudades en megalópolis
“...donde los problemas humanos a menudo se agravan incluso por el anonimato en que se ven
sumergidas las masas humanas.”

6
Vida Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus. año 38/4 Nº 149.
Diciembre de 1997. pág. 46.
7
Vida Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus. año 38/4 Nº 149.
Diciembre de 1997. pág. 46.
8
“...se pueden encontrar estos elementos en cierto tipo de discurso sobre la vida consagrada. El modelo ideal de
la vida consagrada sería entonces la vida monástica/contemplativa. Es significativo que lis «Lineamenta» antes
del Sínodo sobre la vida consagrada ni siquiera mencionen la vida religiosa apostólica en la lista de las varias
formas posibles.” Vida Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus. año
38/4 Nº 149. Diciembre de 1997. pp. 46-47.
9
Mardones, José María. “Utopía en la sociedad neoliberal”. Ed. Sal Terrae. 1997. Bilbao. p. 24
10
Redemptoris Missio Nº 37
3

Ya que para los dos tercios “de la humanidad que no participan de esta nueva sociedad. Sus
necesidades fundamentales están ligadas a la supervivencia y el trabajo diarios. Necesitan la
ciencia clásica y la técnica tradicional...”(modernidad)para “introducir el progreso necesario
para alcanzar los mínimos de una vida digna.” Por otro lado las elites modernas
neoconservadoras quieren a todo precio sostener el modelo de modernización económica y
social capitalista, teniendo como propuesta la prioridad del crecimiento económico protegido
por el compromiso del estado social, que es más ficticio que real, o que en estos últimos años
ha ido en franco detrimento. Además,“...promueven la sociedad de la información y la
comunicación, creando para sí islas donde participan selectivamente de la nueva etapa
cultural” 11

Es por eso que, “hoy la imagen de la misión ad gentes esta cambiando: lugares privilegiados
deberían ser las grandes ciudades, donde surgen nuevas costumbres y modelos de vida, nuevas
formas de cultura, que luego influyen en la población.” Aconseja, además que la “opción por
lo últimos” no debe olvidar los grupos humanos más marginados y aislados; y “evangelizar las
personas o pequeños grupos descuidando... los centros donde nace una humanidad nueva con
nuevos modelos de desarrollo. El futuro de las jóvenes naciones se esta formando en las
ciudades” . Cuando se refiere a la situación de los jóvenes dice que para llegar a ellos no bastan
los medios tradicionales de pastoral. Donde se percibe el peligro de que “contra las
consecuencias socialmente desintegradoras de este crecimiento, buscan refugio en las
tradiciones ya sin savia, pero retóricamente evocadas, de una cultura chata y de sala de estar.
No se ve por qué había de esperarse un nuevo impulso desviando de nuevo hacia el mercado
problemas que durante el siglo XIX, por muy buenas razones se vieron desplazados del
mercado al Estado” 12, a esto se enfrenta una crítica postmoderna que con ribetes antimodernos
critica el crecimiento, y la acción, ejerciendo una oposición radical desde una mirada holística,
sin diferenciar estructuralmente el potencial de racionalidad que no “puede ser reducido a la
categoría de incremento de la complejidad sistemática” 13.

La carta encíclica, en el nº 37 continua y cuando se refiere a las áreas culturales o areópagos


modernos, nos dice que “El primer areópago del tiempo moderno es el mundo de la
comunicación, que está unificando a la humanidad y transformándola – como suele decirse –
en una «aldea global».” “Quizás se ha descuidado un poco este areópago: generalmente se
privilegian otros instrumentos para el anuncio evangélico y para la formación cristiana,
mientras que los medios de comunicación social se dejan a la iniciativa de individuos o de
pequeños grupos, y entran en la programación pastoral sólo a nivel secundario. El trabajo en
estos medios, sin embargo, no tiene solamente el objetivo de multiplicar el anuncio. Se trata de
un hecho más profundo... No basta, pues, usarlos para difundir el mensaje cristiano y el
Magisterio de la Iglesia, sino que conviene integrar el mensaje mismo en esta “nueva
cultura”... existen nuevos modos de comunicar con nuevos lenguajes, nuevas técnicas, nuevos
comportamientos psicológicos.” Los areópagos del mundo moderno hacia los cuales se debe
orientarse la actividad misionera de la Iglesia: el compromiso por la paz, el desarrollo y la
liberación de los pueblos, los derechos del hombre y de los pueblos, la promoción de la mujer y
del niño, la salvaguardia de la creación, la cultura, de la ciencia, las relaciones internacionales.
11
“Boff, Leonardo. Nueva Era: La civilización planetaria. Verbo Divino. Estella. 1995.pp. 26-27” Mardones, José María.
“Utopía en la sociedad neoliberal”. Ed. Sal Terrae. 1997. Bilbao. p. 20.
12
Habermas, Jurgen. Teoría de la Acción Comunicativa. Tomo I. Racionalidad de la acción y racionalización social. Ed.
Taurus.1987. Madrid. p. 12.
13
Habermas, Jurgen. Teoría de la Acción Comunicativa. Tomo I. Racionalidad de la acción y racionalización social. Ed.
Taurus.1987. Madrid. p. 12.
4

Sin olvidar que hay que estar alerta ante la antinomia de ”...la integración mundial capitalista,
con el rostro temible del predominio de las relaciones comerciales... que reducen a objeto o
mercancía casi todo lo humano” o, la “imagen postmoderna... de un sistema que se dice global
y plural de economía y política: de vigilancia de la paz y el consumo.” 14

Además, como vida consagrada misionera, Juan Pablo II nos recuerda, en su discurso en el
Simposio con ocasión del X aniversario de la «Redemptoris Missio» (20 de Enero), que “«sin
la misión ad gentes- escribí a este respecto en la encíclica que hoy recordamos -, la misma
dimensión misionera de la Iglesia estaría privada de su significado fundamental y de actuación
ejemplar»(n. 34)” donde “es evidente que esto implica para la misión ad gentes un nuevo
vigor, una renovación de métodos pastorales.” ya que “la Iglesia enraizada en el amor
trinitario, es misionera por su misma naturaleza, pero es preciso que llegue a serlo
efectivamente en todas sus actividades. Y lo será si vive plenamente la caridad que el Espíritu
difunde en el corazón de los creyentes y que – como enseñan los Padres – es «el único criterio
según el cual todo debe hacerse y no hacerse, y cambiarse y no cambiarse. es el principio que
debe dirigir toda acción y el fin al que debe tender»RM, 60” 15

 De la misión a la identidad

Continuando nuestro itinerario, contando con los límites del primer acercamiento y abiertos al
soplo del Espíritu, Amaladoss nos dice que este “segundo acercamiento parte de la experiencia
de la vida consagrada como la vive una multiplicidad de grupos. Es sensitiva a nuevas formas
que emergen en varios contextos históricos y culturales. Mirando esta variedad, busca
identificar los elementos básicos que caracterizan la vida religiosa. No intenta reducir estas
caracteristicas a un solo patrón común y universal. Está abierto a una variedad en la unidad.
Está dispuesto a considerar nuevas formas en nuevas circunstancias. Este acercamiento es más
contextual. No es funcional, sino que toma la historia en serio. Un acercamiento así es muy útil
para entender la vida religiosa apostólica, pero también otras formas...” 16 Aquí nos
encontramos con un triple salto cualitativo dentro de la vida consagrada en relación con la
misión:

 de la vivencia de un “estado de perfección” y una actividad apostólica a posteriori a ser


sensibles a las necesidades de la sociedad y dar una respuesta (dimensión social).
 de comunidades “en sí” a comunidades donde las estructuras comunitarias y la forma de
vida están en función al trabajo que los convoca (dimensión comunitaria).
 de lo meramente local a trascender las propias fronteras (dimensión kerygmática)

Esta aproximación no es sólo contextual, ya que pone de relieve la dimensión misionera en su


plenitud (ad gentes- ad extra) sino que, además, denota una mayor profundidad teológica.
Pues cuando hablamos de misión, no sólo estamos hablando de una actividad de la Iglesia, sino
que a la luz del Concilio Vaticano II, la misión determina la identidad misma de la Iglesia. 17 En
14
Mardones, José María. “Utopía en la sociedad neoliberal”. Ed. Sal Terrae. 1997. Bilbao. p. 13.
15
Es preciso reanudar el camino misionero renovando los métodos pastorales. Juan Pablo II. Simposio con
ocasión del X aniversario de la «Redemptoris Missio» (20 de Enero). Revista Omnis Terra. n. 308. año 23. Marzo
2001.pp. 96-97.
16
Vida Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus. año 38/4 Nº 149.
Diciembre de 1997. pág. 47.
17
“La Iglesia peregrinante es misionera por su naturaleza, puesto que procede de la misión del Hijo y de la
misión del Espíritu Santo, según el designio de Dios Padre. Pero este designio dimana del “amor fontal” o de la
5

donde Amaladoss, continua su reflexión desde la Lumen Gentium nº 1 desgajando del término
“sacramento”18 dos conceptos que son fundamentales para el llamado a la misión a todo
cristiano y para la naturaleza misma de la vida religiosa en la misión de la Iglesia: ser símbolo y
siervo del Reino de Dios, ya que “...la Iglesia es llamada a personificar en ella misma, como
comunidad, las caracteristicas del Reino y a través de su testimonio y actuación promover la
llegada del Reino en el mundo.”19

En esta misma línea, por la naturaleza misionera de la Iglesia, los sacramentos, y


específicamente el sacramento del bautismo, cobra otra dimensión ya no siendo un “pasaporte
hacia la salvación individual, sino como un llamado a hacerse discípulo en la misión. Es un
llamado a hacerse discípulo de Jesús en su misión en el mundo.” 20 Teniendo en cuenta lo
anterior, cuando hablamos de vida religiosa, nos damos cuenta que “para los religiosos y
religiosas consagradas no es que la misión sea algo - como una consecuencia de lo posible-
añadido a su indemnidad de personas que viven un especial “estado de perfección”. Es su
propia identidad.” 21 Pues la vocación de la vida consagrada, que nace del don de la gracia del
bautismo, nos llama a que nos comprometamos con el proyecto del Padre, desde “los polos de
la identidad de la Iglesia como símbolo y siervo del Reino. Pero, mientras las formas
contemplativas de la vida consagrada pueden dar testimonio más del polo de “símbolo”, las
formas activas personifican más el polo de “siervo”. El servicio de los contemplativos y las
contemplativas toma la forma de testimonio de y oración por el Reino. Las formas más
apostólicas de la vida consagrada, además de promover el Reino a través de su servicio activo
en el mundo, también lo testimonian en su forma de vivir. 22 Podemos decir, que los peligros de
perderse en el activismo o del ensimismamiento por la búsqueda de la perfección personal, son
sólo desviaciones cuando se confunden los medios con los fines. O mejor dicho cuando no
tenemos presente el horizonte de nuestra consagración como religiosos: el de la misión de
Jesús. Es ser discípulos de Jesús, el “que caminaba por los caminos de la Palestina
proclamando la Buena Nueva a los pobres y que personificaba la Buena Nueva en su vida con
los pobres y los publicanos, las prostitutas y los marginados. De hecho se retiró a la soledad o
a los cerros para tiempos de oración. Pero su vida la realizó con la gente en el mundo.” 23

caridad de Dios Padre, que, siendo principio sin principio, que engendra al Hijo, y del que procede el Espíritu
Santo por el Hijo, por su excesiva y misericordiosa benignidad, creándonos libremente y llamándonos además
graciosamente a participar con El en la vida y en la gloria, difundió con generosidad la bondad divina y no cesa
de difundirla, de forma que el que es Creador del universo haga por fin “todo en todas las cosas”(1Cor 15,28),
procurando a un tiempo su gloria y nuestra felicidad...” Concilio Vaticano II. Decreto Ad Gentes, nº 2. Ediciones
Paulinas. Colombia. 19915. pág. 222
18
“...Y ya que la Iglesia es en Cristo como un sacramento o signo e instrumento de la íntima unión con Dios y de
la unidad de todo el género humano, insistiendo en el ejemplo de los concilios anteriores, se propone declarar con
mayor precisión a sus fieles y a todo el mundo su naturaleza y su misión universal....” Concilio Vaticano II.
Constitución Dogmática Lumen Gentium, nº 1. Ediciones Paulinas. Colombia. 19915. pág. 17
19
Vida Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus. año 38/4 Nº 149.
Diciembre de 1997. pág. 48.
20
Vida Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus. año 38/4 Nº 149.
Diciembre de 1997. pág. 48.
21
Vida Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus. año 38/4 Nº 149.
Diciembre de 1997. pág. 49.
22
Vida Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus. año 38/4 Nº 149.
Diciembre de 1997. pág. 48.
23
Vida Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus. año 38/4 Nº 149.
Diciembre de 1997. pág. 49.
6

Es indudable que para llegar a este punto, Amaladoss hace una pequeña revisión histórica de
las caracteristicas de la misión en la Iglesia: “En la historia de la Iglesia, las formas de la vida
consagrada parecen haber surgido no solo como concreciones especiales de la misión de la
Iglesia en el mundo, sino también como grupos de personas que tenían una misión profética
dentro de la misma Iglesia.” 24 Es un proceso cuantitativo y cualitativo, ya que en los primeros
siglos eran pequeñas comunidades pobres, y paulatinamente fueron creciendo en número y
redefiniendo su rol: ser “testimonios auténticos de una vida cristiana estructurada de acuerdo
con los ideales del Reino” 25, frente a la cristiandad a partir de Constantino. Luego, “los
monasterios no sólo proyectan una forma ideal de la vida cristiana, sino que promueven en su
alrrededor, y algunos inclusive se hicieron misioneros para proclamar la Buena Nueva”,
donde “...el aspecto del servicio adquiere un aspecto mucho más importante que el aspecto del
testimonio.” Nos encontramos ante ”el servicio activo del Reino tanto dentro de la Iglesia
como en el mundo”, que va conformando grupos de personas que se sienten llamadas a la
misión “ad gentes y ad extra” 26, generando un dinamismo misionero dentro de la vida
consagrada donde recrea y flexibiliza sus estructuras.

“Por eso, según Amaladoss, es útil comprender la misión como la base esencial de la vida
consagrada, y la variedad de exigencias y situaciones de la misión como lo que produce una
variedad de formas de vida consagrada (riqueza). Lo común a la vida consagrada no es una
forma compartida de vida, sino un compromiso compartido hacia la misión en sus diferentes
formas.” 27, y a ellas mismas por su naturaleza denotan como base la misión de Jesús y de la
Iglesia: “la misión precisamente de ser el símbolo y el siervo del Reino de Dios.“ Donde “la
misión en el mundo en el horizonte del Reino puede describirse como profecía.” 28 Ya que la
vida consagrada tiene “un rol profético tanto en el mundo como en la Iglesia” 29 donde este
doble rol profético es diferente de la misión de la Iglesia, por que “es una expresión particular
de la misión de la Iglesia. Es uno entre muchos carismas que contribuyen a la vida continua de
la Iglesia. Pero a diferencia del carisma de gobierno o ministerio, que pertenecen a la misma
estructura de la Iglesia, el «carisma religioso tiene un carácter liminal». Estos carismas están
en los límites de la Iglesia. Igual que la Iglesia está «en», pero «no»del mundo, las religiosas y
religiosos están, adicionalmente, dentro, pero no del todo de la Iglesia como cuerpo
institucional. Aunque reconocidos por la Iglesia, ellos y ellas reciben su vocación del Espíritu
que les da cierta autonomía. Desde luego, siempre está dentro y a favor del servicio del Reino

24
Vida Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus. año 38/4 Nº 149.
Diciembre de 1997. pág. 49.
25
Vida Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus. año 38/4 Nº 149.
Diciembre de 1997. pág. 49.
26
Amaladoss con respecto a estos términos aclara en una nota al final del artículo: ”Entiendo como « misión ad
gentes» la proclamación de la Buena Nueva de Jesús a personas que no la han oído. Hoy se puede encontrar a
estas personas también en Occidente y en el Norte. La «misión ad extra» se refiere al llamado a salir y proclamar
la Buena Nueva o de ayudar a la Iglesia local en un área cultural diferente de la propia. Cfr. Amaladoss 1998.” -
Vida Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus. año 38/4 Nº 149.
Diciembre de 1997. pág. 49.
27
Vida Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus. año 38/4 Nº 149.
Diciembre de 1997. pág. 50.
28
“(cfr. Chenu 1997; Amaladoss 1992)” Vida Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss.
Revista Spiritus. año 38/4 Nº 149. Diciembre de 1997. pág. 50.
29
Vida Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus. año 38/4 Nº 149.
Diciembre de 1997. pág. 51.
7

y de la Iglesia, pero no por eso es menos real su cierta autonomía. Es la autonomía del profeta
llamado y enviado por el Espíritu de cara a cualquier institución.” 30

 Misión – Inculturación – Evangelización

Ante el desafío para abordar la realidad de la misión, en la perspectiva que presenta Amaladoss,
donde nos invita a mirar el “desde donde” de la misión en la vida religiosa, no podemos
separarla de la evangelización en un mundo que es religioso y pluricultural, no se puede dejar
de la lado, la inculturación.

Cuando uno habla de inculturación, se encuentra ante un sin número de planteos, donde la
evangelización, muchas veces queda fragmentada. En este dinamismo evangelizador, se puede
caer en una de las dimensiones de la evangelización. El anuncio del evangelio posee el límite
de ser reducido en una de las dimensiones, desequilibrando el papel que juegan, en la cultura. Y
es así que se puede ignorar, el medio natural, geográfico (el hombre en relación con la
creación), la idiosincrasia típica de cada habitante (el hombre en relación con sí mismo); su
aspecto etnográfico y sociológico (el hombre en relación con los demás) y las mutuas
influencias que ejercen entre sí estos factores, sumada la relación del hombre con lo
trascendente (el hombre en relación con Dios).

Por eso es importante tener en cuenta, y retomar lo que Amaladoss denomina como una de las
caracteristicas de la vida religiosa: su carácter liminal, de frontera. Esta realidad nos abre a las
otras religiones, ya que hay una similitud ”en el seguimiento inmediato junto con otros grupos
parecidos de otras religiones. Dios hace surgir estos grupos liminales en todas las
religiones31...Se puede decir que todos ellos comparten una vocación profética común en la
relación al mundo. Se ha observado en sesiones de diálogo que estas personas descubren un
compañerismo más profundo y experiencial que los ministros y los teólogos. Cuando toman
conciencia de su vocación profética común, sus encuentros pueden ser más fructíferos y
efectivos en la promoción del Reino en la humanidad nueva.” 32 Esta constatación, nos abre a
una de las necesidades que como vida religiosa, la CLAR (Conferencia Latinoamericana de
Religiosos) lo reconoce y lo pide, que desde la diversidad de carismas, recorrer un camino de
espiritualidad encarnada, liberadora e inculturada.

Como podemos ver, la misión ilumina la evangelización a través de la inculturación y a su vez


enriquece a la Iglesia. Mons. Luis A. Castro Quiroga, cuando habla de los modelos de la Iglesia
misionera, cita, el emergente paradigma ecuménico misionero 33 donde según él, hay trece
aspectos que lo caracterizan. En el número ocho se plantea la misión como inculturación, donde
establece: “Abandonando el estilo de la acomodación y de la adaptación de la Iglesia de
occidente a las del tercer mundo, se empezó a descubrir la necesidad de la inculturación. La
diferencia con el estilo anterior es clara: El agente principal no es el misionero que vine de
30
Vida Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus. año 38/4 Nº 149.
Diciembre de 1997. págs. 51-52.
31
“Los budistas tienen sus monjes, los hindúes sus sannyasis, los musulmanes su hermandad sufí.” Vida
Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus. año 38/4 Nº 149. Diciembre
de 1997. pág.52.
32
Vida Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus. Año 38/4 Nº 149.
Diciembre de 1997. pág. 52.
33
Se basa en David Bosch y su obra Transforming Mission ,donde aclara que Bosch no utiliza la palabra
“modelo” sino paradigma
8

fuera sino el Espíritu Santo y la Iglesia local, especialmente los laicos. El énfasis no es en la
Iglesia universal sino en la local pues es allí que tiene lugar el encuentro fe y cultura. Pero
siempre con apertura hacia contextos más amplios. El modelo inspirador es la encarnación del
Hijo de Dios pero el punto de llegada es la transformación en una realidad nueva, en un
hombre nuevo, en una nueva creación.” 34

Debemos agregar que lo que propone Amaladoss, esta en consonancia con esta disponibilidad
profética a dialogar, en un éxodo permanente donde la vida religiosa debe ser símbolo y
servicio del Reino en el compromiso con la Iglesia de anunciar la Buena Nueva de Jesús.

 Conclusión

A modo de una breve y sintética conclusión quisiéramos citar a Mons. Castro Quiroga 35, donde
señala cuatro exigencias actuales, desde ya muy originales en su concepción y descripción,
pero sin desmerecer que influyen en la concepción de los diferentes paradigmas de la Iglesia
misionera, que son:

 Función kerygmática de casa sobre la arena a casa sobre la roca.


 Función litúrgica de Banano a huerta casera.
 Función de comunión (koinonia) de casa iluminada a faro siempre en acción.
 Función de servicio (diakonia) de conferencista invitado a Mesa redonda incluyente.

Creemos que es un realidad en la cual asumiendo la reflexión teológica de Amaladoss y el


aporte de Mons. Castro Quiroga, la vida religiosa sigue siendo llamada a tener un compromiso
solidario y profético con el mundo y la Iglesia, como dice la canción: “Siendo fieles a la vida
que de Dios nos viene dada, es de vida consagrada revivir la profecía y defender con valentía a
la vida amenazada”. Estamos en camino, la misión de Jesús es nuestra misión, en un dialogo
encarnado, liberador e inculturado.

 Bibliografía

 Vida Consagrada y misión. Reflexiones teológicas. Michaël Amaladoss. Revista Spiritus.


año 38/4 Nº 149. Diciembre de 1997.
 Modelos de la Iglesia misionera y su impacto para nosotros hoy. S.E. Mons. Luis A. Castro
Quiroga. Revista Omnis Terra. Marzo 2001.
 Mardones, José María. “Utopía en la sociedad neoliberal”. Ed. Sal Terrae. 1997. Bilbao.
 Redemptoris Missio

34
“Modelos de la Iglesia misionera y su impacto para nosotros hoy”. S.E. Mons. Luis A. Castro Quiroga. Revista
Omnis Terra .marzo 2001. pag.105
35
“Modelos de la Iglesia misionera y su impacto para nosotros hoy”. S.E. Mons. Luis A. Castro Quiroga. Revista
Omnis Terra .marzo 2001. págs.108-114.

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