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VIOLENCIA PSICOLOGICA

"Cuando tenía 14 años, conocí a este chico en el cumpleaños de una


amiga. Los tres primeros meses fueron bastante bien, pero después
empezó a alejarme de mis amigas y de mi familia y solo podía salir si él
me daba permiso. Me ponía horarios y me decía 'hoy quedamos de 4.30 a
6.30, yo luego me voy con mis amigos y tú te vas a casa'", relata Pilar, que
describe a su novio como el "malote que tanto gusta" con cierta ironía.
Durante los primeros meses de los dos años que duró la relación, y
siempre según el testimonio de Pilar, ella veía esos comportamientos
como algo normal: "En la adolescencia tenemos el concepto del amor
bastante equivocado, nos creemos que porque sea celoso nos quiere más.
Yo pensaba 'es mi novio y como me quiere mucho, me quiere solo para
él".
En ese momento, Pilar no se identificaba como una
mujer maltratada porque su novio nunca le había pegado, pero sí confiesa
que tenía miedo a sus reacciones: "Yo salía a las cinco y media del instituto
y sabía que tenía que irme corriendo porque si a y 35 no estaba en mi
casa, me esperaba una discusión", relata la joven. Durante esos meses le
dijo tantas veces que ella no valía para nada, que al final acabó
creyéndoselo, según afirma hoy Pilar. Dejó de salir con sus amigas y sus
notas cayeron en picado. "Hay chicas que piensan que sus parejas no son
maltratadores porque nunca les han puesto la mano encima.
VIOLENCIA FISICA

Madre de un niño de cinco años de edad, María vivía con su pareja Luis
Alberto Lozada García, de 25 años, en una vivienda sencilla ubicada en
la región peruana de Piura, donde ambos habían iniciado una familia.
La ilusión poco a poco llegó a su fin con discusiones y peleas que dieron
paso a una ruptura definitiva de la relación por parte de María.

Luis no aceptó esta nueva realidad e insistía en una nueva oportunidad,


pero ella se mantenía firme. María lo había denunciado en varias
ocasiones por agresiones en su contra. El peligro era latente.

Los celos fueron la excusa de Luis para acabar con la vida de María
durante la noche del 20 de noviembre. Otra discusión, otra pelea y
reclamos injustificados que lo llevaron a tomar un cuchillo y apuñalarla
más de diez veces.

María suplicó, sus gritos se escucharon por toda la zona y los vecinos
intentaron ayudar, pero sus esfuerzos no evitaron la tragedia que se
avecinaba. Luis intentó suicidarse minutos después, sin embargo, la
Policía lo evitó y ahora está en un hospital, donde se encuentra
custodiado y a la espera de pagar por el atroz crimen.

VIOLENCIA ECONOMICA

A Sonia, su pareja le negó el derecho a un salario y hasta intentó quitarle el negocio


que habían construido juntos. El esposo de Janeth amenazó con quitarla como
beneficiaria del Seguro Social si no cumplía con sus demandas machistas. A Julia le
costó huir porque su pareja proveía la manutención de sus hijos.
VIOLENCIA FISICA SEXUAL

Rosa es colombiana. En el año 2000, fue atrapada por paramilitares,


que la amenazaron con pistolas y la obligaron a subirse a una
camioneta. Amarrada la condujeron a un lugar, donde le ofrecieron
comida y le aseguraron que la iban a investigar. Ella no hacía más que
llorar y pedirle a Dios.
Mientras estuvo bajo la custodia de sus secuestradores, fue violada
todas las noches. Uno de ellos, llegó a prometerle que la ayudaría a
escapar si tenía sexo con él. Lo complació. Tiempo después, en su
pueblo, fue otra vez requerida por los paramilitares, que la obligaron a
tener relaciones, bajo la amenaza de que si no lo hacía matarían a su
familia. Por miedo no le contó a nadie ni hizo la denuncia.

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