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Corporación de Asistencia Judicial R.M.

Centro de Atención Jurídico y Social LA FLORIDA


Domicilio y teléfono: Doctor Sótero del Río Nº 132, La Florida, 2817935
Correo electrónico cajfamilialaflorida@gmail.com
CVH
NDG

Tipo de Recurso: Casación En La Forma y Apelación Sentencia Definitiva


Parte Recurrente: Juana Isabel Castillo Rodríguez
Nombre Abogado: Jeannette Natalia Huerta Díaz
RUT: 15.452.410-K

***

EN LO PRINCIPAL: Deduce Recurso de Casación en la Forma por la Causal que


Indica. Subsidiariamente se Case de Oficio. PRIMER OTROSÍ: Apela. SEGUNDO
OTROSÍ: Asume Patrocinio para los Efectos que Señala.

S.J. DE FAMILIA DE SANTIAGO (4°)

JEANNETTE NATALIA HUERTA DÍAZ, abogada de la Corporación de


Asistencia Judicial, Centro de Atención Jurídico y Social de La Florida, por la
demandada doña JUANA ISABEL CASTILLO RODRÍGUEZ, en autos sobre divorcio
unilateral, caratulados “SAN MARTÍN CON CASTILLO”, RIT C-6925-2011, a US.,
respetuosamente, digo:

En la representación que invisto y en uso del derecho que me confieren los


artículos 67 N° 6 de la Ley N° 19.968 que Crea los Tribunales de Familia, 766 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil, deduzco recurso de casación en la forma
en contra de la sentencia definitiva de primera instancia de fecha 1° de marzo de
2012, notificada a esta parte en audiencia de la misma fecha, para que la I. Corte de
Apelaciones de Santiago, a petición de esta parte o de oficio, anule la sentencia
recurrida, subsanando el vicio observado que se indica y retrotraiga la tramitación de
este proceso al estado de fijar nuevo día y hora para la celebración de la audiencia

1
preparatoria a fin de que se brinde a la demandada la posibilidad de ejercer su derecho
a reclamar compensación económica y se proceda a conocer en su caso, de dicha
acción, conjuntamente con la de divorcio intentada, debiendo ser tramitado el proceso
por un juez no inhabilitado.

Es del caso señalar que la Ley N° 19.968 que Crea los Tribunales de Familia, en
su artículo 67, consagra de manera expresa, en su numeral 6°, la procedencia del
recurso de casación en la forma en contra de las sentencias definitivas de primera
instancia dictadas por dichos tribunales especiales, el que sólo podrá fundarse en
ciertas causales expresadas en el artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, entre
la que se encuentra aquélla aplicable en la especie.

De esta manera y dando cumplimiento a las exigencias indicadas en las normas


pertinentes, se mencionarán expresa y determinadamente los requisitos indispensables
que hacen procedente el recurso que se interpone por este acto, todos los cuales se
cumplen en el caso de marras. De conformidad a lo señalado en el artículo 772, inciso
2° del Código de Procedimiento Civil, se mencionará expresa y determinadamente el
vicio o defecto en que se funda el recurso y la ley que lo concede por la causal que se
invoca:

I. Ley que concede el recurso por la causal que se invoca.

La ley que concede el recurso es el literal b) del numeral 6° del artículo 67 de la


Ley N° 19.968 que Crea los Tribunales de Familia, en relación con el artículo 768 N° 9
del Código de Procedimiento Civil y éste a su vez, relacionado con el artículo 64 de la
Ley N° 19.947 de Matrimonio Civil.

II. Vicios o defectos en que se fundamenta el presente recurso.

La causal del recurso de casación en la forma que se interpone consiste en el


vicio que afectó el desarrollo del proceso por haberse faltado a algún trámite o
diligencia declarados esenciales por la ley. Esta causal, alude a la existencia de vicios
producidos durante la tramitación del procedimiento y que tienen su origen en una
grave omisión por parte del tribunal, de trámites declarados por la ley como
esenciales.
El artículo 795 del Código de Procedimiento Civil señala, “en general”, cuales
son los trámites esenciales en la primera o en la única instancia, en los juicios de
mayor o de menor cuantía y en los juicios especiales.
A partir de esta aparente taxatividad, el profesor Eduardo Jara Castro plantea la
siguiente interrogante: ¿Son trámites esenciales en los procedimientos especiales,
otras diligencias, además de las señaladas en el art. 795 del C. de P.C? “Por ejemplo,

2
si en la audiencia preparatoria no se fijó el objeto del juicio, o señalándose éste no se
fijaron los hechos que debían ser probados. En el art. 795 del C. de P.C no se
contemplan estos trámites como esenciales. Por el contrario, los que en dicha
disposición legal se señalan, en general no se contemplan en el procedimiento
ordinario ante los Tribunales de Familia1”.

Frente a dicha problemática, sin duda, deben ser los tribunales de justicia los
que conforme a la base fundamental del ejercicio de la jurisdicción de la
inexcusabilidad (artículos 76, inciso 2° de la Constitución Política de la República y 10,
inciso 2° del Código Orgánico de Tribunales), precisen qué trámites o diligencias
deben ser estimadas como esenciales en el procedimiento de familia. Así, por lo
demás, ha ocurrido.

En los procesos de divorcio o nulidad de matrimonio, la oportunidad procesal


para solicitar compensación económica es conjuntamente con la demanda, en escrito
complementario de la demanda o en la reconvención (artículo 64, inciso final de la Ley
N° 19.947 de Matrimonio Civil). Si el derecho no se solicita en la demanda, el juez
informará a los cónyuges la existencia de este derecho durante la audiencia
preparatoria (artículo 64, inciso 2° de la Ley N° 19.947 de Matrimonio Civil). La
doctrina sostiene que “lógicamente se entiende que el juez tiene igual obligación,
aunque la norma no lo dice expresamente, cuando no hay petición de compensación
en la demanda reconvencional (…)2”.

La obligación de informar a los cónyuges la existencia del derecho a la


compensación económica durante la audiencia preparatoria, impuesta al juez por el
artículo 64 inciso segundo de la Ley N° 19.947 de Matrimonio Civil ha sido estimada,
tanto por la doctrina como por la jurisprudencia mayoritaria, como un trámite esencial
en el juicio de divorcio. Se precisa también que “la esencialidad del deber del juez,
supone no sólo el dar el aviso o hacer la advertencia allí consagrada o impuesta, sino
que efectivamente, dado que de esa es la única forma que la norma adquiere sentido,
debe franquearse por el Tribunal el acceso a demandar, pedir o impetrar la
compensación económica, no pudiendo constituir límite a ello el sostener como se hace
por el Tribunal de Primera Instancia, que el imperativo legal cesa con el aviso, como se
infiere de la resolución a la reposición interpuesta en audiencia 3”.

En el mismo sentido que el fallo ya citado de la Corte de Apelaciones de


Copiapó, un autora nacional, Marcela Acuña San Martín, precisa que “en la audiencia
1
Derecho Procesal de Familia. Principios formativos, reglas generales, procedimiento ordinario. JARA
CASTRO, Eduardo. Editorial Jurídica de Chile. Primera Edición, 2011. Página 235.
2
Efectos jurídicos del divorcio. ACUÑA SAN MARTÍN, Marcela. Editorial Legal Publishing. Primera
Edición, 2011. Página 349.
3
Corte de Apelaciones de Copiapó en sentencia de 27 de abril de 2011, en autos rol N° 22-2011, caratulados
Barrera Zambra, Marco Antonio con Barría Tirado, Jeanette (disponible en www.microjuris.com, cita:
MJCH_MJJ27299).

3
preparatoria el juez debe informar sobre la existencia del derecho y el cumplimiento
de dicha obligación no tiene una finalidad meramente ilustrativa sino que pretende
posibilitar la protección del cónyuge más débil por medio del ejercicio de su derecho
(…). Se trata de una obligación legal para el juez, que tiene como finalidad proteger al
cónyuge más débil, incluso de su propia ignorancia y que evita que la caducidad sea
consecuencia de ella. Si el juez no cumple con esta obligación legal, puede perseguirse
la nulidad de la audiencia.

Recapitulando, entonces, para evitar la caducidad, si el beneficiario es el


demandante del divorcio, deberá reclamar su derecho en la demanda, en escrito
complementario de la demanda luego de informada la existencia del derecho por el
juez en la audiencia preparatoria. Si el beneficiario es el demandado, debe ejercitar su
derecho, conforme al artículo 58 de la ley N° 19.968 en la reconvención que debe
presentar conjuntamente con la contestación escrita a la demanda, esto es, con al
menos cinco días de anticipación a la fecha de realización de la audiencia preparatoria,
pudiendo en casos calificados y por resolución fundada ser autorizado para reconvenir
oralmente; o puede ejercerlo luego de informada la existencia del derecho por el juez
en la audiencia preparatoria incluso mediante reconvención oral4”.

Idéntica interpretación dan los profesores Carlos Pizarro Wilson y Álvaro Vidal
Olivares, quienes señalan que “la solicitud, si quien se pretende beneficiario inicia el
procedimiento, puede verificarse en la demanda de divorcio. Si el posible requirente
es el demandado de divorcio o nulidad matrimonial, tiene la posibilidad de solicitarla
en la contestación de la demanda. Todavía es posible que lo haga mediante una
demanda reconvencional. Incluso, puede demandarla en un otrosí de la contestación
en forma específica. Todavía queda la posibilidad que sea reclamada en la audiencia
preparatoria del juicio de familia, si no se ha incluido en la contestación. Si no se ha
demandado, el juez debe informar sobre la posibilidad de demandarla. Aquí podrán
hacerlo en escrito complementario a la demanda, a la contestación o por vía oral en la
propia audiencia5”.

Por su parte, el profesor Hernán Corral Talciani, indica que la Ley N° 19.947 de
Matrimonio Civil pide que el juez informe del derecho a solicitar compensación
económica en la audiencia preparatoria cuando ya no es posible demandar ni
reconvenir. “Como este resultado es absurdo, mientras no se modifique la norma,
puede entenderse que el escrito complementario a la demanda a que hace referencia
el art. 64 inc. 3° LMC incluye también un escrito complementario a la contestación de
la demanda. De este modo, el cónyuge demandado que es informado de este derecho
por el juez, podría complementar la contestación mediante una reconvención de
4
Efectos jurídicos del divorcio. ACUÑA SAN MARTÍN, Marcela. Editorial Legal Publishing. Primera
Edición, 2011. Páginas 350 y 351.
5
La compensación económica por divorcio o nulidad matrimonial. PIZARRO WILSON, Carlos y VIDAL
OLIVARES, Álvaro. Editorial Legal Publishing. Tercera Edición, enero de 2010. Página 129.

4
compensación ya sea verbalmente durante la audiencia preparatoria (dejándose acta
escrita) o en el plazo que le fije el tribunal6”.

La jurisprudencia ha sentenciado que si se estimare que caduca el derecho a la


compensación económica al no ejercerse en la demanda, o en escrito complementario
o al reconvenir, junto con contestar la demanda, la obligación que el inciso 2° del
artículo 64 de la Ley N° 19.947 de Matrimonio Civil impone al juez carecería de
sentido, porque resulta ilógico que este artículo ya citado no tenga aplicación,
considerando además que no fue derogado por la Ley N° 20.286 de 15 de septiembre
de 2008. Así, la Corte de Apelaciones de Concepción declaró que “la omisión en que se
ha incurrido de privar a la demandada de ejercer su derecho a compensación
económica en la audiencia preparatoria de 13 de enero pasado, tanto porque no se le
aceptó la reconvención presentada por estimarse extemporánea cuanto porque no se
le otorgó la posibilidad de reconvenir en audiencia, configuran vicios que hacen
procedente la casación formal del fallo de primer grado, ya que se ha omitido un
trámite esencial en materia de divorcio7”

“En caso de conflicto entre lo preceptuado por el art. 58 de la ley N° 19.968 y el


art. 64 de la LMC debe primar esta última disposición, dada la finalidad de especial
protección perseguida y los principios que informan el derecho y el procedimiento de
familia. Si se estima, conforme al art. 58 de la ley N° 19.968, extemporánea la acción
reconvencional intentada por el cónyuge demandado de divorcio, por la que reclama el
derecho a obtener compensación económica, en razón de no haber sido deducida con
la antelación que dicha norma prevé para la contestación de la demanda (al menos,
cinco días antes de la audiencia preparatoria), y en razón de ello no se permite el
ejercicio posterior del derecho, ello resulta contradictorio con lo que a su vez plantea
el artículo 64 inc. 2° LMC, en cuanto impone al juez de la causa, la obligación de
informar a las partes la existencia de dicho derecho, durante la audiencia
preparatoria8”.

Conociendo de un recurso de casación en el fondo en autos donde se había


dado aquella tramitación a la reconvención, la Corte Suprema invalidó de oficio lo
obrado, retrotrayendo la causa al estado de que se realice una nueva audiencia
preparatoria, a fin de que se brinde a la demanda la posibilidad de ejercer su derecho
a reclamar compensación económica y se proceda a conocer en su caso, dicha acción,
conjuntamente con la de divorcio intentada9. El Máximo Tribunal sienta la doctrina
consistente en que “la resolución del conflicto debe buscarse atendiendo a los
6
Separación, nulidad y divorcio. Análisis desde los principios y las reglas de la Ley de Matrimonio Civil .
CORRAL TALCIANI, Hernán. Editorial Legal Publishing. Primera Edición, 2011. Página112.
7
Corte de Apelaciones de Concepción, sentencia de 10 de noviembre de 2010, en autos rol N° 295-2010,
caratulados “Ulloa con Jaure Santibáñez, Sergio H.”. Disponible en www.microjuris.com, cita:
MJCH_MJJ25588
8
Efectos jurídicos del divorcio. ACUÑA SAN MARTÍN, Marcela. Editorial Legal Publishing. Primera
Edición, 2011. Página 352.

5
principios que informan el derecho y el procedimiento de Familia y, en este sentido,
cabe considerar lo dispuesto por el artículo 9º de la ley Nº 19.968, que hace aplicables
en la especie la oralidad, concentración, desformalización, inmediatez, actuación de
oficio y búsqueda de soluciones colaborativas. Así, si el legislador ha establecido
expresamente la obligación del juez del grado de informar a la demandada sobre la
existencia del derecho a compensación económica, permitiéndole incluso la posibilidad
de hacerlo a través de reconvención oral –en la audiencia preparatoria–, no puede
desconocerse la especial preocupación e interés de la ley de brindar la debida
protección procesal a aquella parte más débil de la relación matrimonial de cuya
terminación se trata”. (Considerando sexto). Concluye que “la correcta aplicación e
interpretación de las normas citadas, impone conciliar aquella finalidad de especial
protección, que permite hacer efectivo el derecho a impetrar o reclamar la
compensación económica por sobre aquella otra que, haciendo extensivas exigencias
previstas en normas procesales generales, no lo permite” (Considerando séptimo).
Agrega el Tribunal de Casación que “así las cosas, la decisión de no permitir la
materialización del derecho a reclamar compensación económica, no obstante haber
manifestado la demandada su intención de hacerlo, al ser informada en este sentido
por el tribunal, desconoce el legítimo derecho de la parte de ejercer una acción y a
que ésta se conocida y resuelta por el tribunal previsto por el ordenamiento jurídico,
todo lo cual afecta al debido curso del proceso” (Considerando Noveno).

Ahora bien, en el caso sub-lite, luego que la jueza de familia informó la


existencia del derecho a pedir compensación económica en la audiencia preparatoria
de 23 de enero de 2012, esta parte intento exigir el derecho aludido mediante
demanda reconvencional oral. Sin embargo, pese a la abundante jurisprudencia y
doctrina referente a la correcta aplicación del artículo 64, inciso 2° de la Ley N°
19.947 de Matrimonio Civil, la magistrado doña Paula Iturría Jara, niega tal posibilidad
al sostener que el procedimiento “es de derecho estricto”. Frente a ello, esta parte
deduce recurso de reposición fundado en que los tribunales superiores de justicia han
estimado uniformemente que la obligación legal de informar no se agota con la mera
ilustración, sino que es preciso permitir ejercer el derecho, pues, de lo contrario, el
artículo 64 de la Ley N° 19.947 sería letra muerta, omitiéndose de paso un trámite o
diligencia esencial en los procesos de divorcio. Frente a ello, la jueza titular del Cuarto
Juzgado de Familia, además de limitar severamente el derecho a la defensa
interrumpiendo al apoderado de la demandada, cada vez que intentó fundamentar el
recurso de marras, lo rechaza porque, a su juicio, ella ha cumplido con el deber legal
aun cuando – acto seguido – prive a una de ellas de ejercitarlo.

De lo expuesto, queda de manifiesto que no se dio cumplimiento a lo dispuesto


por el inciso 2° del artículo 64 de la Ley N° 19.947 de Matrimonio Civil, pues el
9
Corte Suprema, sentencia de 23 de mayo de 2011, en autos rol N° 1.413-2011, caratulados “Durán Espinoza,
Iván con Miranda Bustos, Alejandra E.”. Disponible en www.microjuris.com, cita: MJCH_MJJ27494.

6
tribunal a quo, contrariando las reglas más elementales de hermenéutica legal, le
indicó a mi representada que tenía derecho a pedir una compensación económica,
pero cuando su apoderado pretendió ejercer tal facultad le indicó que carecía de ella.
“Debe rechazarse – dicen tres distinguidos autores – toda interpretación que conduzca
al absurdo, esto es, cualquiera conclusión contraria a la lógica 10”. Indicar que se tiene
un derecho que no puede ejercerse equivale a proveer de un derecho vacío de
contenido, un no-derecho, conclusión que debe desestimarse por absurda.

Es así como el procedimiento de autos se sustanció con un grave vicio por


cuanto la audiencia preparatoria de divorcio se practicó sin sujeción a lo prescrito por
la ley; esto es, sin otorgarle a esta parte la posibilidad de ejercer el derecho a pedir
una compensación económica en dicho estadio procesal, con el perjuicio consecuencial
de una insuficiente defensa en el juicio.

Por consiguiente, se ha afectado gravemente el derecho fundamental del


artículo 19 N° 3, inciso 6° en lo relativo al debido proceso, definido por el profesor
Eduardo Couture como “una garantía constitucional consistente en asegurar a los
individuos la necesidad de ser escuchados en el proceso en que se juzga su conducta,
con razonables posibilidades para la exposición y prueba de sus derechos 11”. La
Constitución alude a él empleando la expresión “procedimiento racional y justo”, sin
desarrollar su contenido, el que queda entregado al legislador. Existe consenso en la
doctrina en que algunas de estas garantías, en lo atingente al caso en cuestión, son la
existencia de una sentencia destinada a resolver el conflicto, sentencia que debe
fundarse en un proceso previo legalmente tramitado y la existencia de un recurso
procesal que permita impugnar las sentencias que no emanan de un debido proceso12.

En la especie, el proceso desarrollado ante el Cuarto Juzgado de Familia no fue


legalmente tramitado, violándose gravemente una de las garantías del debido
proceso. En efecto, la jueza a quo impidió que se dedujera acción reconvencional de
compensación económica en la audiencia preparatoria, contraviniendo el precepto del
artículo 64, inciso 2° de la Ley N° 19.947 de Matrimonio Civil. Si quiere evitarse una
nueva vulneración del debido proceso, se hace necesario que se acoja el recurso que
tiene como finalidad impugnar las sentencias que no emanan de un debido proceso, a
saber: el recurso de casación en la forma.

Como US. sabrá, el recurso de casación en la forma “tiene como fundamento


velar por resguardar el respeto por las formas del procedimiento establecidas por el

10
Curso de Derecho Civil. Tomo I. Parte General. ALESSANDRI RODRÍGUEZ, Arturo; SOMARRIVA
UNDURRAGA, Manuel; y VODANOVIC HAKLICKA, Antonio. Editorial Nascimento. Tercera Edición,
1961. Página 148.
11
Vocabulario jurídico. COUTURE, Eduardo. Buenos Aires, 1988. Página 199.
12
Disposiciones comunes a todo procedimiento. MATURANA MIQUEL, Cristián. Separatas de Derecho
Procesal. Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, 2009. Páginas 22 y 23.

7
legislador y la igualdad de las partes dentro de él 13”, es decir, el objeto del recurso de
casación en la forma es custodiar el respeto a las normas del debido proceso de
derecho. En efecto, una de sus finalidades es “velar por que los juicios se tramiten
previa observancia de todos los trámites o diligencias prescritos como esenciales por
la ley, en atención a que en ellos va envuelta la igualdad en la defensa de los
derechos de las partes y la seguridad de que sean declarados o reconocidos 14”.

III. El vicio ha influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo.

El vicio señalado, además, ha influido decisivamente en lo dispositivo del fallo


de US., debido a que, de no haber incurrido el tribunal en él, habría admitido al menos
a tramitación la demanda reconvencional de compensación económica haciendo lugar
a ella – muy probablemente - en todas sus partes, atendida la prueba de que dispone
esta parte para acreditar los requisitos legales que prescribe el artículo 61 de la Ley
N° 19.947 de Matrimonio Civil.

Efectivamente, mi representada, durante los dieciocho años que


aproximadamente ha durado la convivencia, se dedicó exclusivamente al cuidado de
los hijos y a las labores propias del hogar común, no desarrollando actividad lucrativa
o remunerada alguna, ocasionándole el divorcio un menoscabo económico relevante.

En consecuencia, de los antecedentes aportados por esta parte, US. habría


tenido por acreditado que existió el referido menoscabo, por lo que procedía condenar
al demandado al pago de una compensación económica; y no habría resuelto
omitiendo en su sentencia definitiva un pronunciamiento en este sentido, como ha
ocurrido.

IV. Existencia de un perjuicio para el recurrente.

El artículo 768, inciso 3° del Código de Procedimiento Civil exige como requisito
para la interposición del recurso de casación en la forma, la existencia de un perjuicio
en contra del recurrente (principio de trascendencia o protección, cuya antigua
máxima es “pas de nullité sans grief”, es decir, “no hay nulidad sin perjucio”),
producto de la omisión en una diligencia del procedimiento, que la ley declare como
esencial. Sin embargo, este perjuicio debe tratarse de uno de aquellos cuya
reparación puede obtenerse, únicamente mediante la invalidación del fallo.

13
Los recursos. MATURANA MIQUEL, Cristián. Separatas de Derecho Procesal. Facultad de Derecho de la
Universidad de Chile, 2009. Página 181.
14
Manual de Derecho Procesal. Derecho Procesal Civil. Tomo IV. CASARINO VITERBO, Mario. Editorial
Jurídica de Chile. Quinta edición, 1997. Página 288.

8
En la especie, el perjuicio derivado del vicio que se invoca – consistente en
haber faltado un trámite esencial – es la imposibilidad de que la cónyuge más
débil pueda impetrar la compensación económica que le asiste por haberse
dedicado exclusivamente al cuidado de los hijos y a las labores propias del
hogar común sin haber podido desarrollar una actividad remunerada o
lucrativa, no pudiéndose compensar el menoscabo económico que el divorcio
le cause.

La imposibilidad de que la cónyuge más débil pueda impetrar la compensación


económica que le asiste por el menoscabo económico que la causa el divorcio, se
manifiesta en el hecho de que al momento de que el apoderado de mi representada
intentó deducir reconvención en la audiencia preparatoria, la jueza a quo le impidió
ejercer tal derecho. Esto configura a todas luces un error de derecho (error in
procedendo) y, en consecuencia, este vicio dejó a mi representada en la más absoluta
indefensión, atendido el derecho involucrado y los bienes jurídicos protegidos en el
caso de autos, tales como la protección del cónyuge más débil, conforme lo dispone el
artículo 3° de la Ley N° 19.947 de Matrimonio Civil.

Es menester por último precisar, que a fin de subsanar el perjuicio descrito


anteriormente, no cabe sino invalidar la sentencia, dado que el único modo de que la
demandada pueda impetrar la compensación económica es declarando la nulidad de
todo lo obrado, retrotrayéndose los autos al estado de fijar una nueva fecha de
audiencia preparatoria a fin de que se establezca como objeto del juicio la procedencia
de la compensación económica y su cuantía.

V. Preparación del recurso.

El artículo 769, inciso 1° del Código de Procedimiento Civil señala que para que
pueda ser admitido el recurso de casación es indispensable que quien lo entabla haya
reclamado de la falta, ejerciendo oportunamente y en todos sus grados los recursos
establecidos por la ley. De esta disposición se desprende que el recurso se entenderá
preparado cuando:

1. Se ha reclamado previamente el vicio que configura la causal.


2. El reclamo se haya verificado ejerciendo los recursos establecidos por la
ley.

Respecto del cumplimiento de estos requisitos, se debe consignar que esta


parte, luego de intentar reconvenir verbalmente de compensación económica en la
audiencia preparatoria, interpuso recurso de reposición frente a la negativa del tribunal
a quo en orden a admitir que en dicha oportunidad procesal se podía accionar por el

9
referido concepto, señalando expresamente que la deducción de tal recurso de
retractación se hacía con la mira de preparar el recurso de casación en la forma, toda
vez que se estaba omitiendo un trámite o diligencia esencial. Se trata del mismo error
de derecho que se alega en el presente recurso, y que siendo alegado a través de la
reposición fue desestimado con fecha 23 de enero de 2012 en la misma audiencia
preparatoria, por considerar la señora jueza de familia que no estaba incurriendo en la
omisión de un trámite esencial, sin entregar mayores argumentos a este respecto.

De acuerdo a lo expuesto en este acápite, no cabe sino concluir que


efectivamente esta parte realizó todo intento destinado a reclamar del vicio que
configura la causal, en atención a la omisión de un trámite esencial como lo es la
posibilidad de ejercer la pretensión de compensación económica, mas ninguno de ellos
se acogió, otorgando a esta parte la vía judicial de la cual se hace uso.

POR TANTO,

en mérito de lo expuesto, disposiciones legales citadas y conforme a lo preceptuado


en los artículo 67 N° 6 de la Ley N° 19.968 que Crea los Tribunales de Familia y
artículos 764 y siguientes del Código de Procedimiento Civil,

RUEGO A US.: Se sirva tener por deducido el presente recurso de casación en la


forma en contra de la sentencia definitiva dictada con fecha 1° de marzo de 2012 y
notificada a esta parte en audiencia de la misma fecha, declararlo admisible y ordenar
se eleven los autos a la Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago, a fin de que dicho
tribunal superior lo conozca, lo declare admisible y – en definitiva – en virtud de esta
petición, o de oficio, lo acoja, anulando la sentencia recurrida, y – en mérito de lo
preceptuado en el inciso 1° del artículo 786 del Código de Procedimiento Civil –
retrotraiga la causa al estado de fijar nuevo día y hora para la celebración de la
audiencia preparatoria a fin de que se brinde a esta parte la posibilidad de ejercer el
derecho a reclamar compensación económica; y subsidiariamente a esta petición, case
de oficio el tribunal superior, formulando iguales declaraciones que las antes
solicitadas.

PRIMER OTROSÍ. JEANNETTE NATALIA HUERTA DÍAZ, abogada de la Corporación


de Asistencia Judicial, Centro de Atención Jurídico y Social de La Florida, por la
demandada doña JUANA ISABEL CASTILLO RODRÍGUEZ, en autos sobre divorcio
unilateral, caratulados “SAN MARTÍN CON CASTILLO”, RIT C-6925-2011, a US.,
respetuosamente, digo:

10
De manera subsidiaria al recurso de casación en la forma deducido en lo
principal de esta presentación, vengo en apelar de la sentencia definitiva de primer
grado dictada por US. con fecha 1° de marzo de 2012, por ser agraviante a los
derechos de mi parte.

Fundo mi apelación en los siguientes hechos:


1. Con fecha 21 de noviembre de 2011 fue presentada la demanda de divorcio
unilateral por don HUGO DEL CARMEN SAN MARTÍN AGUILERA, la cual fue
proveída el día 22 del mismo mes y año.

2. La contestación de la demanda y la demanda reconvencional de


compensación económica fueron interpuestas con fecha 17 de enero de 2012.
Teniendo en cuenta que la audiencia preparatoria estaba agendada para el día 23 de
enero del mismo año, el tribunal las tuvo por no presentadas atendido que no se dio
cumplimiento al plazo del artículo 58 de la Ley N° 19.968 que Crea los Tribunales de
Familia.

3. Durante el desarrollo de la audiencia preparatoria, la magistrado informó la


existencia del derecho a la compensación económica, sin embargo no permitió a esta
parte deducir demanda reconvencional verbal por este concepto. Frente a ello, el
apoderado de la demandada deduce recurso de reposición, el cual fue desestimado,
atendido que a juicio del tribunal se cumplió con la obligación legal impuesta por el
inciso 2° del artículo 64 de la Ley N° 19.947 de Matrimonio Civil con la sola ilustración
a las partes de la existencia del referido derecho, aun cuando éste no pudo – de hecho
– ejercerse.
En consecuencia, la sentencia interlocutoria de segunda clase que cita a las
partes a la audiencia de juicio, no fijó como objeto del mismo la procedencia y
cuantía de la compensación económica.

4. Con fecha 1° de marzo de 2012, se celebra la audiencia de juicio, dictándose


sentencia definitiva en esta causa, la que contiene los errores que se detallan a
continuación:
a) El fallo recurrido, en su considerando segundo indica que consta en el acta
de la audiencia preparatoria de 23 de enero de 2012 “que se informó a los
comparecientes sobre el derecho a la compensación económica, conforme lo dispone el
inciso segundo del artículo 64 de la Ley Nº 19.947”. Lo anteriormente aseverado no es
exacto, toda vez que, como se señaló en lo principal de esta presentación, la jueza
titular del Cuarto Juzgado de Familia, doña Paula Iturría Jara, sólo ilustró a las partes
sobre la existencia de este derecho, pero no permitió – de hecho – ejercerlo. Esto
demuestra que el tribunal a quo no cumplió con el deber legal que le impone el inciso
2° del artículo 64 de la Ley N° 19.947.

11
b) En segundo término, la sentencia impugnada no se pronuncia sobre la
compensación económica de que es titular mi representada, pese a que da por
establecido que las partes contrajeron matrimonio con fecha 2 de diciembre de 1968
(considerando quinto) y que cesaron en su convivencia en el año 1986 (considerando
sexto), elementos todos que podrían haber sido ponderados para determinar la
procedencia de una compensación económica a favor de doña JUANA ISABEL
CASTILLO RODRÍGUEZ.

Fundamento el recurso en las siguientes disposiciones, que detallo; y en la


equidad:

I. En lo tocante al primer error de derecho contenido en la sentencia definitiva


pronunciada por el tribunal de primera instancia, esto es, el incumplimiento por parte
de la señora jueza de familia del deber de informar a las partes sobre el derecho a
pedir compensación económica, es dable reiterar los argumentos esgrimidos en lo
principal de esta presentación. En efecto, de acuerdo a la jurisprudencia uniforme
emanada de nuestros tribunales superiores de justicia, “la esencialidad del deber del
juez que le impone el inciso segundo del artículo 64, supone no sólo el dar el aviso o
hacer la advertencia allí consagrada o impuesta, sino que efectivamente, dado que de
esa es la única forma que la norma adquiere sentido, debe franquearse por el Tribunal
el acceso a demandar, pedir o impetrar la compensación económica, no pudiendo
constituir límite a ello el sostener como se hace por el Tribunal de Primera Instancia,
que el imperativo legal cesa con el aviso, como se infiere de la resolución a la
reposición interpuesta en audiencia 15”.

En consecuencia, conforme al contenido atribuido por la abundante


jurisprudencia emanada de nuestros tribunales superiores de justicia, el deber de
información que pesa al juez de familia al tenor de lo prescrito en el artículo 64, inciso
2°, ha sido preterido por el tribunal a quo, pues ha entendido que el legislador sólo
obliga a ilustrar a los cónyuges sobre la posibilidad de impetrar la compensación
económica, aunque acto seguido impida su ejercicio, interpretación que debe ser
desechada por absurda al contravenir cualquier hermenéutica teleológica de la norma,
cuyo sentido debe armonizarse con el artículo 3° de la Ley N° 19.947 de Matrimonio
Civil que vela por la protección del cónyuge más débil.

2. En lo que respecta al segundo error de derecho contenido en el fallo


recurrido, esto es, no pronunciarse sobre la compensación económica a que tiene
derecho mi representada, es conveniente precisar que prima facie pudiere estimarse
Corte de Apelaciones de Copiapó en sentencia de 27 de abril de 2011, en autos rol N° 22-2011, caratulados
15

Barrera Zambra, Marco Antonio con Barría Tirado, Jeanette (disponible en www.microjuris.com, cita:
MJCH_MJJ27299).

12
que el aludido yerro se cometió en la sentencia interlocutoria de segunda clase que cita
a audiencia de juicio, mas no en la sentencia definitiva pronunciada con fecha 1° de
marzo de 2012. En efecto, si bien es la resolución que cita a las partes a audiencia de
juicio la que fija su objeto, el tribunal a quo dispone de la facultad general de declarar
de oficio la nulidad de un acto jurídico procesal.

“Esta facultad a que hacemos mención se encuentra contenida en el artículo 84


del Código de Procedimiento Civil, modificado por la Ley N° 18.705, publicada en el
Diario Oficial de 24 de mayo de 1988.

El juez podrá corregir de oficio los errores que observe en la tramitación del
proceso. Agrega que podrá, asimismo, tomar las medidas que tiendan a evitar la
nulidad de los actos del procedimiento (…).

No obstante los términos amplios que tiene su redacción el artículo mencionado,


no a todas las actuaciones o actos que concurren a formar el proceso la ley les
atribuye igual valor, sino solamente a aquellos que comprometen el orden público, a
los que considera como absolutamente necesarios para la estructura de un litigio 16”. La
compensación económica, por su importancia, compromete el orden público, pues para
que se renuncie el juez de familia debe comprobar que el cónyuge renunciante esté en
pleno conocimiento del alcance de la gravedad de este acto.

Aun cuando podría refutarse la afirmación antes desarrollada sosteniendo que el


artículo 84, inciso final del Código de Procedimiento Civil no tiene aplicación en los
juicios de familia, ello debe descartarse, pues el artículo 27 de la Ley N° 19.968 de
Tribunales de Familia hace aplicables supletoriamente las disposiciones comunes a
todo procedimiento del Libro I del Código de Procedimiento Civil, dentro del cual se
halla el aludido precepto relativo a la nulidad procesal. Además, como bien señala un
autor nacional: “Conforme al inciso 2° del art. 13 de la Ley N° 19.968, si el juez en el
curso del juicio observa errores de tramitación y omisiones posibles de ser
subsanadas, puede salvarlos dando curso progresivo al procedimiento. Es decir, no
tiene que esperar que las partes a través de incidentes de nulidad denuncien las
omisiones de forma de los actos procesales; lo puede hacer de oficio y adelantarse a
ello, para que avance el proceso. A mi juicio, el mencionado inciso 2° del artículo 13 de
la Ley N° 19.968 tiene un alcance similar al art. 84 del C. de P.C. 17”

Por consiguiente, el tribunal a quo tenía herramientas legales para corregir el


vicio de nulidad procesal que se alega merced al recurso de casación en la forma
deducido en lo principal de esta presentación; sin embargo, pese al claro tenor del
16
Los actos procesales. Tomo II. COLOMBO CAMPBELL, Juan. Editorial Jurídica de Chile. Primera
edición, 1997. Páginas 505 y 506.
17
Derecho Procesal de Familia. Principios formativos, reglas generales, procedimiento ordinario. JARA
CASTRO, Eduardo. Editorial Jurídica de Chile. Primera Edición, 2011. Página 72.

13
artículo 13, inciso 2° no corrigió el error de derecho consistente en omitir como objeto
del juicio la procedencia y monto de la compensación económica, aun cuando se dio
por establecido que la convivencia de los cónyuges tuvo una duración de
aproximadamente dieciocho años, dato del todo fundamental para tarifar el menoscabo
económico, que – en lo esencial- consiste en la valoración del trabajo doméstico 18. Es
por ello, que el fallo impugnado ocasiona a esta parte un grave perjuicio consistente en
la imposibilidad de demandar compensación económica, cumpliéndose en la especie
todos y cada uno de los requisitos que prescribe el artículo 61 de la Ley N° 19.947 de
Matrimonio Civil.

POR TANTO,

en mérito de lo expuesto, disposiciones legales citadas y lo dispuesto en el artículo 67


N° 2 de la Ley N° 19.968 que Crea los Tribunales de Familia, en relación con los
artículos 186 y siguientes del Código de Procedimiento Civil,

RUEGO A US.: Se sirva tener por interpuesto el presente recurso de apelación que
deduzco en contra de la sentencia definitiva de primera instancia dictada en estos
autos con fecha 1° de marzo de 2012, notificada a esta parte en audiencia de juicio de
la misma fecha, y concederlo a fin de que la I. Corte de Apelaciones de Santiago la
revoque y resuelva, concretamente, que se condena a la contraria a pagar una
compensación económica a favor de mi representada por $19.000.000 (diecinueve
millones de pesos) o el monto que estime en justicia.

SEGUNDO OTROSÍ. En cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 772 del Código de


Procedimiento Civil en mi calidad de abogada habilitada, asumo el patrocinio del
recurso de casación en la forma interpuesto en lo principal de esta presentación,
estando mi domicilio ya consignado en autos.

18
La valoración del trabajo doméstico y su influencia en la compensación económica. Estudios de Derecho
Civil II. TURNER SAELZER, Susan. Editorial LexisNexis, 2006. Página 219.

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