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El 

cálculo diferencial es una parte del cálculo infinitesimal y del análisis matemático que


estudia cómo cambian las funciones continuas según sus variables cambian de estado. El
principal objeto de estudio en el cálculo diferencial es la derivada.1 Una noción estrechamente
relacionada es la de diferencial de una función.

El estudio del cambio de una función es de especial interés para el cálculo diferencial, en
concreto el caso en el que el cambio de las variables es infinitesimal, esto es, cuando dicho
cambio tiende a cero (se hace tan pequeño como se desee). Y es que el cálculo diferencial
se apoya constantemente en el concepto básico del límite. El paso al límite es la principal
herramienta que permite desarrollar la teoría del cálculo diferencial y la que lo diferencia
claramente del álgebra. Desde el punto de vista filosófico de las funciones y la geometría, la
derivada de una función en un cierto punto es una medida de la tasa en la cual una función
cambia conforme un argumento se modifica. Esto es, una derivada involucra, en términos
matemáticos, una tasa de cambio. Una derivada es el cálculo de las pendientes instantáneas
de  en cada punto . Esto se corresponde a las pendientes de las tangentes de la gráfica de dicha
función en sus puntos (una tangente por punto); Las derivadas pueden ser utilizadas para
conocer la concavidad de una función, sus intervalos de crecimiento, sus máximos y mínimos.
La inversa de una derivada se llama primitiva, antiderivada o integral.

Historia[editar]

Los problemas comunes que dieron origen al cálculo infinitesimal comenzaron a plantearse en


la época clásica de la antigua Grecia (Siglo III a.C.), con conceptos de tipo geométrico como
el problema de la tangente a una curva de Apolonio de Perge, pero no se encontraron métodos
sistemáticos de resolución sino hasta el siglo XVII, gracias a los trabajos de Isaac Newton y
de Gottfried Wilhelm Leibniz.

Ellos dos sintetizaron dos conceptos y métodos usados por sus predecesores en lo que hoy
se denomina «diferenciación» e «integración». Desarrollaron reglas para manipular las
derivadas (reglas de derivación) y demostraron que ambos conceptos eran inversos (teorema
fundamental del cálculo).

Desde el siglo XVII, muchos matemáticos han contribuido al cálculo diferencial. En el siglo
XIX, el cálculo tomó un estilo más riguroso, debido a matemáticos como Augustin Louis
Cauchy (1789-1857), Bernhard Riemann (1826-1866), y Karl Weierstrass (1815-1897). Fue
también durante este periodo cuando el cálculo diferencial se generalizó al espacio euclídeo y
al plano complejo.

Uso de las derivadas para realizar gráficos de funciones[editar]

Las derivadas son una herramienta útil para examinar las gráficas de funciones. En particular,
los puntos en el interior de un dominio de una función de valores reales que llevan a dicha
función a un extremo local tendrán una primera derivada de cero. Sin embargo, no todos los
puntos críticos son extremos locales. Por ejemplo, f(x)=x³ tiene un punto crítico en x=0, pero
en ese punto no hay un máximo ni un mínimo. El criterio de la primera derivada y el criterio de la
segunda derivada permiten determinar si los puntos críticos son máximos, mínimos o ninguno.

En el caso de dominios multidimensionales, la función tendrá una derivada parcial de cero


con respecto a cada dimensión en un extremo local. En este caso, la prueba de la segunda
derivada se puede seguir utilizando para caracterizar a los puntos críticos, considerando
el eigenvalor de la matriz Hessiana de las segundas derivadas parciales de la función en el
punto crítico. Si todos los eigenvalores son positivos, entonces el punto es un mínimo local; si
todos son negativos, entonces es un máximo local. Si hay algunos eigenvalores positivos y
algunos negativos, entonces el punto crítico es un punto silla, y si no se cumple ninguno de
estos casos, la prueba es no concluyente (es decir, los engeivalores son 0 y 3).

Una vez que se encuentran los extremos locales, es mucho más fácil hacerse de una burda
idea de la gráfica general de la función, ya que (en el caso del dominio monodimensional) se
incrementará o decrementará uniformemente excepto en los puntos críticos, y por ello
(suponiendo su continuidad) tendrá valores intermedios entre los valores en los puntos críticos
de cada lado.

¿Cuáles son las 3 aplicaciones del cálculo diferencial?

El cálculo diferencial es un método universal, se puede aplicar en física, química, biología,


contabilidad, etc. En cualquier proceso que puede ser traducido a una ecuación, ahí puedes
aplicarlo

¿Cuáles son las aplicaciones del cálculo integral?


El cálculo integral, encuadrado en el cálculo infinitesimal, es una rama de las matemáticas en
el proceso de integración o antiderivación. Es muy común en la ingeniería y en la ciencia; se
utiliza principalmente para el cálculo de áreas y volúmenes de regiones y sólidos de
revolución.

El cálculo diferencial es una rama de la matemática que permite resolver diversos problemas
donde el cambio de las variables se puede modelar en un continuo numérico para
determinar, a partir de ello, la variación de estos elementos en un instante o intervalo
específico.

Al aplicarlo, es posible determinar el momento en que se da una tendencia al alza o a la baja


del mercado a partir de los datos del índice bursátil, determinar la velocidad máxima que un
vehículo puede alcanzar en una carretera, el comportamiento que puede mostrar a largo
plazo la concentración de una mezcla o predecir el número de horas-hombre necesarias para
un nivel de producción industrial; los anteriores son ejemplos de la amplia variedad de
problemas que pueden resolverse gracias a esta disciplina.

Sin embargo, para el surgimiento del cálculo diferencial, la humanidad tuvo que recorrer un
camino largo y tortuoso para dilucidar claramente las ideas que llevaron a la generación de
los conceptos que permitieron su nacimiento. A continuación, se realiza un breve recorrido
por sus orígenes.

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