Está en la página 1de 2

Características del niño de 4 años

Características motrices:
• Alternan los ritmos regulares de su paso.
• Realiza un salto en largo a la carrera o parado.
• Puede saltar con rebote sobre uno y otro pie.
• Le cuesta saltar en un pie, pero si mantiene el equilibrio sobre un pie.
• Le producen placer las pruebas de coordinación fina.
• Ya puede abotonar ropa.
• Realiza el círculo en sentido de las agujas del reloj.
• No puede copiar un rombo de un modelo.
• Puede trepar, balancearse y saltar a los costados.
• Tiene más freno inhibitorio.

Conducta adaptativa:
• Formula muchas y variadas preguntas.
• Es enumerador y clasificador.
• Pueden recortar figuras grandes y simples.
• Empieza a sentirse como uno entre varios.
• Su comprensión del pasado y el futuro es muy escasa.
• Mentalidad más activa.
• Dibujo típico de un hombre: cabeza con las piernas y a veces los ojos.
• Da nombre a lo que hace.
• Su interés se sienta más hacia el sexo opuesto.
• Se esfuerza por cortar recto.
• Puede copiar un cuadrado o un triángulo.

Lenguaje:
• Hace preguntas ¿por qué? ¿Cómo?
• Le gustan los juegos de palabras.
• Combina hechos, ideas y frases para reforzar un dominio de palabras y oraciones.
• No le gusta repetir las cosas.
• Tienen dificultades con los tiempos de verbos.
• Hacen oraciones más largas.

Conducta personal - social:


• Combinación de independencia e inseguridad.
• La competición se hace más objetiva.
• Va al baño solo.
• Se viste y se desnuda solo.
• Confunde sus pensamientos con el exterior.
• Mezcla la fantasía con la realidad.
• Tiene más contactos sociales.
• Sugiere turnos para jugar.
• Tiene arranques repentinos y "tontos".
• Es conversador. Usa mucho el pronombre de 1era persona.
• Sabe encontrar pretextos.
• Autocrítica, y crítica a los demás.
• Tienen algunos miedos.
• Enorme energía.

El niño de 4 años es categóricamente expansivo, su actividad es intensa, tanto en el dominio motriz


como psíquico, tiende a extralimitarse, se encuentra en la etapa del pensamiento intuitivo, fuertemente
ligado a la configuración perceptiva, la cual es menos global en tres años. Comenzando a cobrar
importancia las partes del todo. Si bien continúa siendo animista hace alguna diferencia entre lo real y
lo fantástico.
Estas características determinan conductas peculiares que se expondrán en el desarrollo de los tres
dominios. Es más sociable e independiente que el niño de tres años, tiene más confianza en sí mismo,
se caracteriza por su vulnerabilidad de conducta, motivada por el desdoblamiento de su personalidad y
la de los demás.
Pasa de la cólera a la alegría y de la independencia a la protección, juega en grupos de tres o cuatro,
discriminando por sexo. Tiene gran interés por las diferencias sexuales como la reproducción y el
nacimiento. Va solo al baño, se viste y se desviste casi sin la intervención del adulto. Reconoce y es
responsable del cuidado de su cuerpo, de su ropa y de sus demás pertenencias.
El niño de 4 años, ayudado por la fortaleza que van adquiriendo sus músculos grandes, trata de
asegurar todas las habilidades alcanzadas a los tres años. Puede caminar sobre una línea marcada en
el piso. Se mantiene por sobre un breve tiempo sobre un solo pie y salta en todas sus facetas. No
permanece sentado por mucho tiempo. Debido a la maduración de sus músculos finos logra mayor
éxito en el dominio del pincel y la tijera. Tiene mayor coordinación óculo manual que le permite
abrochar, trasvasar, encajar y enhebrar. La maduración del sistema nervioso del niño le va a permitir
grandes avances en su desarrollo motor. Esto se nota en aspectos tales como: Mejor coordinación de
los movimientos en actividades de saltar, correr, bailar.
El lenguaje es el instrumento propio del pensamiento, florece en esta etapa, es el elemento socializante
por excelencia.
A los cuatro años, el niño habla para atraer la atención por lo cual se convierte en un pequeño
parlanchín. Los interrogativos alcanzan su culminación, sus por qué obedecen más a un sentimiento
finalista que a uno causal. Le gusta mucho hablar de sí mismo.
Le gusta escuchar cuentos y sus preferidos son los fantásticos. Puede realizar clasificaciones por
tamaño, formas, color y uso. Reconoce los cuantificadores ninguno, uno, muchos y pocos, también
reconoce las partes de su cuerpo y en relación con este las posiciones en el espacio, además de
interesarle la relación causa efecto de los hechos.
A partir de los 4 años, coincidiendo con los inicios de la escolarización, es cuando entra en juego otro
aspecto fundamental: el desarrollo de un lenguaje más rico y fluido, con un léxico emocional mucho
más complejo, que le permitirá comprender la realidad, comunicar experiencias y expresar sentimientos
mucho más elaborados. Un desarrollo emocional correcto y dentro de los parámetros considerados
como normales es fundamental para que el niño alcance el nivel suficiente de inteligencia emocional,
que es la habilidad esencial de las personas para atender y percibir los sentimientos de forma
apropiada y precisa. Esta corrección en la gestión de los sentimientos permite asimilarlos y
comprenderlos adecuadamente y tener la destreza suficiente para regular y modificar el propio estado
de ánimo y, en cierta manera, también el de los demás.

También podría gustarte