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En el banquete de platón Eniximaco propone hablar sobre el amor, ya que nadie le ha dado su

debida importancia a este tema.

Aristófanes es el cuarto en dar su opinión sobre este tema. Él decía que hace mucho tiempo
nuestra naturaleza no era la misma. El humano era muy diferente, su espalda y sus costados le
hacían dar la forma de un circulo, tenía cuatro brazos, cuatro piernas, dos rostros sobre un cuello
circular y una sola cabeza, también tenía cuatro orejas y dos órganos genitales.

Existían 3 tipos de sexo, mujer. Hombre y andrógino, este último se combinaba de mujer y
hombre. Aristófanes decía que los hombres eran descendientes del sol, las mujeres de la tierra y
los andróginos de la luna, ya que la luna es parte del sol y de la tierra.

Estos seres eran muy fuertes pero muy arrogantes, tan arrogantes que subieron a los cielos para
enfrentarse a los dioses. Los dioses enojados pensaron en que castigo les podían dar ya que no
podían acabar con su existencia. Zeus decidió partirlos a la mitad para que fueran más débiles. Le
ordeno a Apolo que girara sus cuellos donde estaba el corte para que pudieran ver su fragilidad y
que le curara sus heridas dándole forma de nuestro vientre y ombligo.

Cada mitad anhelaba reunirse con su otra mitad y cuando se encontraban se entrelazaban con sus
piernas y brazos deseando volver a ser uno solo, pero estos se iban extinguiendo y no se
reproducían ya que sus órganos genitales estaban atrás. Esto no les beneficiaba a los dioses,
entonces Zeus porque se quedaban sin quien los alabara, entonces decidió cambiar de lugar sus
órganos genitales hacia adelante y así reproducirse en la unión de genitales de las mitades
diferentes.

Cuando Zeus dividió en dos a los humanos, estos siempre buscaban su mitad, por esta razón se dio
las relaciones entre mujer con mujer, hombre con hombre y mujer con hombre.
Por esta razón, precisamente, cada uno está buscando siempre su propio símbolo.
En consecuencia, cuantos hombres son sección de aquél ser de sexo común que
entonces se llamaba andrógino son aficionados a las mujeres, y pertenece
también a este género la mayoría de los adúlteros; y proceden también de él
cuantas mujeres, a su vez, son aficionadas a los hombres y adúlteras.

Pero cuántas mujeres son sección de mujer, no prestan mucha atención a los
hombres, sino que están inclinadas a las mujeres, y de este género proceden
también las lesbianas.

Cuántos, por el contrario, son sección de varón, persiguen a los varones y


mientras son jóvenes, al ser rodajas de varón, aman a los hombres y se alegran
de acostarse y abrazarse; éstos son los mejores de entre los jóvenes y
adolescentes, ya que son los más viriles por naturalez

Algunos dicen que son unos desvergonzados, pero se equivocan. Pues no hacen esto por
desvergüenza, sino por audacia, hombría y masculinidad, abrazando a lo que es similar a
ellos.
Si realmente quieren esto, quiero fundirlos y soldarlos en uno solo, de suerte que siendo
dos lleguen a ser uno, y mientras vivan, como si fueran uno sólo, vivan los dos en común
y, cuando mueran, también allí en el Hades sean uno en lugar de dos, muertos ambos a
la vez.

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