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Matias Behety
Matias Behety
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Leyendas urbanas
El cementerio de La
Plata fue habilitado
en enero de 1887, y la
primera inhumación
se realizó en noviembre
de ese año
Vivió poco, pero lo suficiente
como para dejar su impronta lite-
raria, y ser recordado como un
valiente que arriesgó su vida para
socorrer a las víctimas de la fiebre multiplicaron tras la muerte de su comentado.
amarilla, que golpeaba a Buenos esposa, María Lamberti- lo llevaron De corazón noble, el Así lo recordó Carlos Antonio Una dedicatoria
Aires. Así lo describía Luis Berisso: a ahogar sus penas en el alcohol, Moncaut en su libro La Plata Se cree que lo que empujó a
“Veo resurgir la pálida imagen de nada menos que su camino al sui-
joven poeta cultivó la Crónicas de un Siglo (1882-1982). Matías Behety al alcoholismo fue
Matías Behety, con sus ojos cidio. amistad y jamás dudó “El 19 de marzo de 1908, el admi- la muerte de su joven amada
pequeños, vivaces y chispeantes, (...) Su desdicha inspiró a Joaquín en ayudar a quienes lo nistrador del cementerio, haciendo María Lamberti, hermana de
Antonio Lamberti.
su frente despejada y marmórea (...) Castellanos, quien esto escribió en necesitaban. Arriesgó revisar el osario, encontró una caja
A este último el poeta dedicó el
la virilidad de su temperamento; su poema El borracho: que por su conservación le despertó
su cuerpo bien proporcionado, su “Ya van tres noches de festín. En su vida por los demás curiosidad. Al destaparla, el deseo de
siguiente escrito:
estatura mediana...” ellas, ávido el corazón de un algo saber se convirtió en asombro. "Hacia tu hogar encaminé mi
Supo cultivar la amistad de per- inmenso, toda una vida en el placer empujaron a este gran hombre a Contenía una momia de cuerpo y paso y me detuve trémulo en su
sonalidades como Julio Argentino condenso, pero aun tengo hambre de buscar una nueva vida aquí, en la máscara intactos, de ojos semicerra- puerta. Se sepultaba el ocaso, y
Roca, Manuel Quintana, Victorino placer y amor. Quiero beber mi juven- naciente capital bonaerense. dos, con la dentadura superior al des- al abrazarte me dijiste: Muerta".
de la Plaza y Olegario Andrade. tud de un sorbo del goce en la frenéti- Debilitado, el pobre de Behety cubierto, en una mueca risueña, atada
También escribió versos que lamen- ca locura, como en el ansia de la sed enfermó de tuberculosis, y el 14 de la cabeza con un pañuelo, cuyas pun-
tablemente se perdieron, culpa de se apura”. agosto de 1885 fue internado en el tas fingíanle la mariposa de una cor- con sus carnes disecadas y total-
su hábito de utilizar numerosos Hospital de Melchor Romero, bata de moño, la cabellera larga y mente entero”.
seudónimos. *** donde se lo registró como abogado descolorida, las ropas interiores y Todos querían verlo y por eso se
Las noches de bohemia -que se Sus problemas en Buenos Aires y se le asignó el número 553. exteriores en perfecto estado...” hizo incesante el largo peregrinar
Sus amigos lo habían llevado hasta Se cuenta que tras el hallazgo lo de los vecinos hacia el cementerio.
ahí, alertados por una hemorragia. sacaron del osario (al que iban a La exposición macabra y dolorosa
Pero los esfuerzos fueron en vano, y parar los restos no reclamados), y le del pobre Behety se prolongó
a los pocos días dejó de existir, mar- construyeron una nueva cripta que durante 20 días, aunque nadie sabía
cando el inicio de otra leyenda: no la fue recubierta con granito. También que se trataba de él, ya que recién
del hombre de letras, sino la de la se dice que su familia erigió un fue identificado tiempo después.
momia. busto de mármol para perpetuar su Y así quedó, el bueno de Behety,
El poeta fue sepultado en el querida memoria. Pero, como suele grabado en la memoria colectiva de
cementerio de Tolosa y a su despe- suceder en estos casos, existe otra varias generaciones que lo cono-
dida final asistieron Leandro N. versión. cieron como un poeta que murió
Alem, Quintana, De la Plaza y otros joven, un borracho que tuvo ami-
amigos. *** gos ilustres, un muerto que no tuvo
Luego, hacia 1888, la necrópolis tumba, y una momia que se hizo
tolosana fue cerrada, y trasladaron Las publicaciones de la época se famosa. Vaya entonces, este mere-
los cuerpos hacia el cementerio hicieron eco del enigmático caso y cido recuerdo para rescatarlo del
platense que acababan de fundar. una de ellas llegó a redactar que ostracismo aunque más no sea por
Fue ahí donde se produjo un “observándolo bien (el cuerpo) es un rato.
Cementerio. Aquí encontraron los restos momificados del poeta hecho insólito y, por cierto, muy exactamente idéntico a un Cristo, Germán Escobar