El oso de anteojos es el único úrsido autóctono de Sudamérica, mide
entre 1.30 y 1.90m de alto, pesa entre 80 y 125kg (Siendo el macho más grande y pesado que la hembra). Tiene un pelaje multicolor con una marca característica de color beige en el pecho y la cabeza, con círculos que forman un «antifaz» alrededor de los ojos. Es omnívoro, su dieta habitual es preferentemente de origen vegetal, también se alimentan (en un pequeño porcentaje de su dieta) de alimentos de origen animal o derivados; tiene hábitos solitarios y mayormente diurnos; el oso de anteojos vive en los bosques secos de Batán Grande, en Lambayeque, región de nuestro diverso país. Hay dos motivos principales por los que el oso de anteojos se encuentra en peligro de extinción, siendo una la destrucción de su hábitat y otra la caza furtiva (las pieles del animal son un producto muy comercializado, e incluso se utiliza su carne como alimento habitual en la celebración de las fiestas locales). Estos animales crean senderos para poder moverse más rápido de una parte a la otra. Al igual que otros tipos de osos, también se comunican a partir de arañazos en árboles o con su olor.