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SOBRE EL AUTOR

El Dr. Néstor Moreno posee un título en Licenciatura en Teología del


Instituto de Superación Ministerial de las Asambleas de Dios, una maestría
en Teología Práctica de la Facultad de Teología de las Asambleas de Dios de
América Latina y un Doctorado en Teología (PhD) por PRODOLA
(Programa Doctoral Latinoamericano) con profesores de la Universidad Libre
de Ámsterdam (Holanda), del Seminario Teológico Fuller (Estados Unidos),
de la Universidad de Birmingham (Inglaterra) y de la Universidad de
Princeton (EEUU).
Posee credenciales de Ministro Ordenado del Concilio General de las
Asambleas de Dios de Panamá. Ha ejercido el ministerio pastoral por más de
treinta años. Es profesor para el nivel de maestría en la Facultad de Teología
de las Asambleas de Dios.
Ha sido miembro de la Junta Directiva Global de la Sociedad Bíblica
Internacional, organización encargada de la Nueva Versión Internacional
(NVI) a nivel mundial.
Es economista y financista. Posee el grado de maestría de American
University, en Washington, D.C. (Magna Cum Laude), en la especialidad de
Banca Internacional de Desarrollo. Ha realizado estudios de post-grado en
Finanzas, en el Fondo Monetario Internacional (Washington, D.C.) y post-
grado en Planificación Regional Integral en Rehovot, Israel.
El Dr. Moreno ha estado relacionado con la banca durante los últimos treinta
y cinco años. Ha desempeñando el cargo de Director Ejecutivo de la
Comisión Bancaría Nacional, actual Superintendencia de Bancos, en la que
fungió previamente como asesor, durante diez anos. Ha sido Subgerente
General del Banco Nacional de Panamá, Gerente Ejecutivo de Planificación
Económica y Financiera y Gerente Ejecutivo de Tesorería.
Ha ocupado posiciones directivas de la empresa privada como: Presidente de
la junta Directiva de Brink’s Panamá, S.A., miembro de la Junta Directiva de
TELERED, S.A., (Tarjeta Clave), Subgerente General de Grupo Felipe
Rodríguez y Director de Finanzas del Hospital Paitilla. Ha ocupado en dos
ocasiones el cargo de Director Ejecutivo de la Asociación Panameña de
Ejecutivos de Empresas (APEDE).
Ha sido miembro de la Comisión Nacional de Valores, Representante ante la
Junta Directiva de la Bolsa de Valores de Panamá y Director de la División
Financiera y de Análisis Económico de Bufete Illueca, firma forense de
prestigio internacional. Ha sido asesor de empresas locales y consultor para
firmas internacionales en finanzas y banca. Ha sido profesor en programas de
maestría en varias universidades locales. Ha sido rector del Instituto Superior
de Ciencias y Tecnología.
El Dr. Moreno actualmente es catedrático en la Facultad de Economía de la
Universidad de Panamá, por más de cuarenta y cinco años y es miembro de la
Junta Directiva de un banco de Licencia Internacional.
MANUAL DE EXÉGESIS BÍBLICA GUÍA
PRÁCTICA PARA LA PREDICACIÓN Y
LA ENSEÑANZA

MANUAL DE EXÉGESIS BÍBLICA GUÍA PRÁCTICA PARA LA PREDICACIÓN Y LA


ENSEÑANZA

Néstor R. Moreno S., PhD.


Copyright 2021 ©
Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida o distribuida
en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias, grabaciones
o por cualquier sistema de almacenamiento o recuperación de información, sin el consentimiento previo
por escrito del autor.

ISBN: 978-9962-13-691-0
PREFACIO

La necesidad de llevar al púlpito, palabras de parte de Dios, que


alimenten de manera balanceada a la congregación, es fuente constante de
preocupación de todo ministro. El presente Manual ha sido diseñado para
hacer frente a este reto.
La hermenéutica, como marco conceptual, la exégesis, como herramienta
práctica, y el método histórico-gramático, como el procedimiento útil y
adecuado, forman parte del acervo necesario para el pastor, evangelista,
maestro, y todo aquel que entrega la Palabra de Dios.
Este Manual trata de cumplir con el propósito de precisar el camino hacia
la Verdad. Los límites de un manual o guía práctica de esta naturaleza, son
inconmensurables. Aunque no se puede pretender cubrir y agotar toda la
temática que el desafío exige, el Manual es una ayuda para interpretar, de
manera correcta, las Escrituras, evitar los errores en su interpretación, y
preparar sermones y enseñanzas correctas.
Esta gran necesidad ministerial reflejada en el inspirado consejo de Pablo
a Timoteo de 2 Tim.2:15, de presentarse a Dios como obrero que usa bien la
palabra de verdad, representa el día a día, para aquel que debe llevar una
palabra pura al púlpito. Este Manual trata de responder a una visión que nace
en esta justa necesidad y en el mandato expresado en Ef.4:11-13.
Nunca será suficiente, la producción de herramientas para facilitar la
labor del ministro, y siempre será necesario que el ministro reconozca su
necesidad de éstas. Todos los encargados de llevar la Palabra en el campo,
reconocen su necesidad de estar en constante preparación. No obstante, la
escasez de tiempo, la rutina, las urgencias y hasta la conformidad, tratan de
interponerse. Urge superar todos estos inconvenientes y obstáculos para
edificación de la Iglesia.
CONTENIDO

PREFACIO
I. INTRODUCCIÓN
II. EL PAPEL DE LA TEOLOGÍA
1. Concepto de teología
2. Contribución de la teología

III. EL PAPEL DE LA HERMENÉUTICA


1. Concepto de hermenéutica.
2. Importancia y contribución.
3. Ideas erróneas acerca de la hermenéutica.

IV. LA EXÉGESIS Y SU PAPEL


1. Concepto de exégesis. Función y utilidad.
2. Relevancia de la exégesis.
3. Conceptos erróneos y otras dificultades.

V. MÉTODOS DE INTERPRETACIÓN BÍBLICA


1. El Método Literal
2. Método alegórico
3. El Método histórico-crítico
4. Método devocional – intuitivo

VI.EL MÉTODO GRAMÁTICO-HISTÓRICO


1. Fases y componentes de la exégesis en el método gramático-histórico
2- Cómo citar el Antiguo Testamento desde el Nuevo Testamento
3- Algunas observaciones críticas al método gramático-histórico

VII. CÓMO INTERPRETAR LOS GÉNEROS BÍBLICOS


1. La narrativa:
2. La poesía:
3. Los libros proféticos:
4. Los libros de sabiduría:
5. La parábola:
6. La apocalíptica:
VIII. CÓMO UTILIZAR LA EXÉGESIS PARA IDENTIFICAR UNA
DOCTRINA ERRÓNEA
1. Alegorización y espiritualización
2. Autoridad textual
3. Literalismo.
4. Conclusiones fuera de contexto
5. Acuñación de nuevos conceptos
6. Atribución de significados inexactos
7. Paralelismo inexacto.
8. Normas apodícticas unilaterales.
9. Teología del poder.
10. La doctrina distorsionada de la honra.

IX. CÓMO CONTEXTUALIZAR UN PASAJE


1. Principio de no contradicción
2. Significado original del texto
3. Grado de universalidad y permanencia del contenido del texto
4. Base sobre la cual el escritor original fundamentó la norma
5. Elemento bíblico-teológico en el pasaje bajo estudio
6. El principio de la analogía de la fe
7. Separación del principio de la situación
8. La conducta del personaje bíblico

X. EJEMPLOS PRÁCTICOS
Ejemplo No.1: Análisis del aparato crítico aplicado a Lc.22:43,44.
Ejemplo No.2: Análisis estructural y paralelismos autorizados. Sal.2:1-12.
Ejemplo No.3: Análisis léxico-sintáctico y diagrama de flujo de Rom.8:10.
Ejemplo No.4: Cómo las figuras retóricas pueden servir para delimitar un párrafo:
Ejemplo No.5: Exégesis aplicada a Hch.8:26-40.
Ejemplo No.6: Exégesis completa de Efesios 1:1-14
Ejemplo No.7: Exégesis de Gálatas 1:6-12
Ejemplo No.8: La relevancia de la aplicación de los análisis: estructural, verbal y del diagrama de
flujo. Jn.21:15-17.
Ejemplo No. 9. Análisis del diagrama de flujo. Col.3:1-4.
Ejemplo No.10. Análisis estructural, análisis verbal y diagrama de flujo. Ampliación del ejemplo
No.8. Jn.21:15-17.

BIBLIOGRAFÍA
XI.ÍNDICE DE DIAGRAMAS
DIAGRAMA No.1 EL PAPEL DE LA HERMENÉUTICA
DIAGRAMA No.2 LA RAZÓN DE SER DE LA HERMENÉUTICA
DIAGRAMA No.3 EL PROCESO Y PROPÓSITO DE LA HERMENÉUTICA
DIAGRAMA No.4 IMPORTANCIA Y UTILIDAD DE LAS CONCLUSIONES
DIAGRAMA No.5 ESTRUCTURA MORFOLÓGICA DEL DIAGRAMA DE FLUJO

XII. ÍNDICE DE CUADROS


CUADRO No.1 ENFOQUES HERMENÉUTICOS A TRAVÉS DE LA HISTORIA
SIGNIFICADO
I. INTRODUCCIÓN

Todo estudioso de la Biblia, y en particular pastores y maestros, pronto


descubren que requieren de herramientas e instrumental para su buen
desempeño, en el desarrollo de sus ministerios. No es eficiente, ni agradable
delante de Dios, confiar en su buen criterio o su extensa experiencia, para
después descubrir que están alimentando a su grey con una dieta rica en
calorías y pobre en proteína espiritual (Kaiser Jr., 1981, p.7). Expresiones
tomadas fuera de contexto como: “la letra mata, pero el espíritu vivifica” y
“Pablo, las muchas letras te vuelven loco”, han servido por muchos años para
negar y rechazar el estudio formal e institucional de la Biblia. El precio de
esta actitud ha sido excesivo.
Mientras que muchas congregaciones son bendecidas con nutrimento
espiritual balanceado, otras han sucumbido al atractivo influjo de doctrinas
con una fuerte apariencia bíblica, doctrinas tentadoras que despiertan el deseo
de poder en el liderazgo y el atractivo a lo material. La pureza de doctrina se
ha diluido y la verdad se ha tergiversado.
Existe un estrecho vínculo entre la teología, la hermenéutica y la
exégesis, las que en armónica relación, resultan en fuentes fidedignas que
nutren la predicación y la enseñanza bíblica. Algunos predicadores y
maestros no conocen o no entienden la relación teología-predicación-
enseñanza, por lo que están expuestos a la influencia de doctrinas torcidas.
La teología y la hermenéutica, como instrumentos, han sido usados para
bendecir. Pero en ocasiones, como cualquier otra herramienta neutra, han
sido utilizadas para desorientar, como el que usa los medios sociales y el
internet. Pero ello no debe servir como argumento para desdecir del mal uso
de un instrumento útil.
El presente Manual busca promover un mayor interés del ministro por el
estudio de la hermenéutica y la exégesis, a la vez que lo provee de
herramientas útiles para el desarrollo de su ministerio. Ofrece criterios
metodológico-prácticos para facilitar el ejercicio de su ministerio, con fiel
apego a la verdad bíblica. No se trata de un tratado metodológico o de
teología, de predicación o de didáctica. Los objetivos de esta obra son, entre
otros, facilitar el ejercicio al atareado predicador y maestro, y crear
conciencia sobre la utilidad práctica de la teología y la hermenéutica. Más
que el qué y el por qué, el libro se orienta hacia el cómo; cómo se hacen las
cosas; con métodos y procedimientos.
En innumerables ocasiones la incorrecta traducción de un texto lleva a la
práctica de liturgias alejadas de la Escritura. La repetición de estos actos
litúrgicos llega a convertirlos en normas. Todo estudiante y ministro de la
Palabra debe conocer y aprovechar las bondades que ofrece la relación
teología-hermenéutica-exégesis-práctica ministerial.
La ignorancia sobre las bondades de la teología y la hermenéutica ha
impedido que los ministros, evangelistas, pastores y maestros, se beneficien
del uso de este instrumental en el desempeño de sus ministerios. La teología
debe contribuir a derribar esos obstáculos y acercar los beneficios a los
ministros. Todavía existen ministros, pastores y evangelistas, que no le ven
valor práctico a la teología y a la hermenéutica.
Si bien es cierto que, algunos llamados teólogos han contribuido a alejar
el pensamiento humano de la verdad escritural, esto no debe opacar las
bondades de la teología y la hermenéutica e impedir que el ministro del
evangelio se beneficie de las ventajas de la teología y la hermenéutica. En
cada ministro responsable de entregar y enseñar la Palabra de Dios, debe
prevalecer el propósito de entregar la doctrina pura, la verdad entregada por
el Señor Jesucristo a sus discípulos.
Toda obra sobre hermenéutica y exégesis debe ser cuidadosa en no caer
en una actitud de crítica pesimista y negativa cuya consecuencia sea el
rechazo. D.A. Carson señala los cuidados que deben observarse en el
señalamiento de los fallos. El negativismo persistente es espiritualmente
peligroso, y prolongado, alimenta el orgullo en el crítico. (Carson, 2012,
p.28).
La corrección y la orientación deben realizarse en un espíritu de respeto
de amor fraternal, bajo la visión entregada a la Iglesia según Ef.4:11-13. El
que enseña y corrige debe entender que lo positivo y edificante es mayor que
las fallas. El cristiano puede adoptar dos posiciones: la de la conformidad,
aceptando todo lo que se le enseñó y lo que imponen las falsas teologías, o
tratar de corregirlas con sabiduría. El exégeta consciente de su misión, tratará
de no caer en ninguna de tales situaciones. Su visión es edificadora. Él
tratará, por los medios adecuados, indicar el camino correcto.
En los últimos sesenta años la iglesia cristiana se ha visto amenazada con
diversificación de movimientos sociológicos y filosóficos cuyas
implicaciones han generado la mezcla de doctrinas. Su influencia
tergiversadora ha sido tan fuerte que requiere una mayor preparación en el
estudio formal. Ya no resulta suficiente un conocimiento superficial en el que
“sólo se necesite predicar a Cristo”. Constantemente se observan y se
escuchan errores y fallas en la predicación y enseñanza actuales.
A esta influencia filosófica posmoderna, se suma una situación de
naturaleza sociológico-cultural, generalizada en muchos países el mundo:
Una creciente animadversión al estudio bíblico formal, la prevalencia de
paradigmas y esquemas de principios del siglo XX y un sistema educativo
formal secular que desalienta y erosiona una actitud crítica e investigadora.
El contexto socio-cultural en que la humanidad vive hoy - caracterizado
por un acelerado y vertiginoso cambio en el clima teológico, como en la
ciencia y tecnología- se tiende a mutar con mayor celeridad que en siglos
anteriores. Cobra mayor importancia hoy día, el mandato de ir y hacer
discípulos y el de “usar bien la palabra de verdad”. (2 Tim.2:15). Hoy más
que nunca, el predicador y maestro deben ser humildes y sabios para recibir
corrección y consejo, y para luego tener autoridad espiritual para corregir.
El capítulo I introduce al lector en el papel que ha jugado y juega la
teología en el devenir cristiano; cómo ha contribuido como marco en la
conformación del pensamiento, la doctrina cristiana; la predicación del
Mensaje y la enseña de las Escrituras. Los capítulos II, III y IV presentan al
lector la utilidad de la teología y la hermenéutica como ciencias y artes de la
interpretación y la exégesis como su herramienta para el predicador y
maestro. Los capítulos V y VI se refieren a los aspectos metodológicos de la
exégesis. Los capítulos VII y VIII se centran en más detalles acerca de la
utilidad práctica de la exégesis en momentos en los que el predicador o
maestro se enfrentan a los desafíos que ofrecen la crítica textual, la
interpretación de los textos bíblicos y la conformación de la doctrina bíblica.
El capítulo IX refleja el aspecto práctico de este manual. El capítulo recoge
detalles metodológicos y ejemplos útiles para la preparación del sermón y de
la enseñanza.
II. EL PAPEL DE LA TEOLOGÍA

A través de los siglos, la teología ha contribuido a transmitir el mensaje


de Dios a la humanidad. Teología es escudriñar, es ocuparse de la lectura
(1Tim.4:13), es preocuparse por entregar el pensamiento de Dios. Como
instrumento neutral ha sido objeto de usos adecuados y unos inapropiados.
Pero el deber de todo genuino cristiano Todo aquel interesado en beber “será
como árbol plantado junto a corrientes de aguas” (Sal.1:3).
1. Concepto de teología
Todavía en el siglo veintiuno reverbera y retiñe el eco de expresiones
surgidas de hace dos siglos: “En la escuela bíblica no se deben dictar cursos
de teología”, “creo más en la oración que en la teología”, “la teología inhibe
el espíritu”, “la teología crea cristianos críticos”, “la teología echa a perder el
mover del Espíritu”. O como señala Leopoldo Cervantes-Ortíz sobre los que
adversan la teología que piensan que: “estudiar teología implica atribuir una
superioridad innecesaria a la razón” (Cervantes-Ortíz, en Roldán, 2011, p.9),
Éstas son expresiones que se adoptan sin reflexión previa y evidencian un
cierto grado de desconocimiento sobre lo que es teología.
La inquietud teológica es un ejercicio que data de inicios del cristianismo.
Ya los Padres de la Iglesia reflejaban un interés que ya había sido sembrado
por los apóstoles. Al respecto, Justo González, teólogo historiador de la
Universidad de Yale, afirma:

Los primeros escritos cristianos que poseemos fuera de los que


hoy forman el canon del Nuevo Testamento son los de los
llamados “Padres Apostólicos”[…] El carácter de estas [sus]
obras es muy variado. Hay entre ellas varias cartas, una especie
de manual de disciplina, un tratado exegético-teológico [… ]
(González, 2010. p.67).
González da cuenta de la inquietud de Clemente de Roma, Ignacio de
Antioquía, Policarpo de Esmirna, Papías de Hierápolis y otros, preocupados
por dar expresión a los dogmas bíblicos, mediante el acercamiento exegético.
Más recientemente, Charles Haddon Spurgeon, evangelista inglés,
expresó la importancia de la teología:

Sed bien instruidos en teología y no hagáis caso del desprecio de


los que se burlan de ella porque la ignoran. Muchos
predicadores no son teólogos, y de ellos proceden los errores
que cometen. En nada puede perjudicar al más dinámico
evangelista el ser también un teólogo sano, y a menudo puede
ser el medio que le salve de cometer enormes disparates.
(Spurgeon, 1964, p.63).
Las palabras de Roland H. Bainton, teólogo e historiador inglés, profesor
de historia eclesiástica por más de cuatro décadas en la Universidad de Yale,
son pertinentes para explicar el origen de la teología como preocupación
genuina por la revelación de Dios al hombre:

La historia del pensamiento cristiano es el testimonio del


esfuerzo humano por comprender y esclarecer las implicaciones
de la autorrevelación de Dios en el hombre Jesucristo […] a
través de toda la historia del cristianismo ha existido una tensión
entre el pasado y el presente, entre lo dado y lo que se busca,
entre la revelación como en cierto sentido un depósito y la
revelación como la meta del esfuerzo, entre la fe que ha de
conservarse y la verdad que ha de descubrirse. (Bainton, 2010,
p.31).

Bainton da testimonio de que la historia del cristianismo está


caracterizada por una genuina inquietud de armonizar el pasado con el
presente, para explicar la revelación de Dios al hombre. A esto también se le
puede llamar teología.
¿Qué es Teología?
Definir el concepto de teología no es una tarea sencilla, porque tratar de
estudiar las cosas de un Dios todopoderoso e infinito en su naturaleza es algo
complejo. No obstante, es un desafío abordable.
José Grau, teólogo español justifica la necesidad de la teología: “Sin la
iniciativa de Dios de darse a conocer, no podría haber teología en el sentido
estricto del vocablo […] existe teología porque tenemos Revelación previa de
parte de Dios”. (Grau, 1973, p.25). Sin el propósito de Dios de enviar su
mensaje, la teología no tendría sentido. Dios comunica y ha ordenado a la
humanidad conocerlo.
James H. Railey y Benny C. Aker, teólogos pentecostales
estadounidenses, profesores del Seminario Teológico de las Asambleas de
Dios, en Springfield, Missouri, definen y explican el propósito de la teología:

La teología, definida de manera sencilla, es un estudio de Dios y


de sus relaciones con todo lo que Él ha creado. Creemos que se
debe derivar de la revelación divina de la Biblia, porque de
ninguna otra manera podría ser un testimonio digno de
confianza para aquellos que buscan la verdad […] La teología
también debe estar vitalmente preocupada por interpretar
correctamente la Biblia y aplicarla adecuadamente. (Railey y
Aker, 1996, p.46).
El señalamiento de Railey y Aker, apoya el fundamento de la teología en
la autoridad de la Escritura y su utilidad práctica, como respuesta a los que
adversan la teología como instrumento de acercamiento a la verdad de Dios
Daniel Migliore, teólogo estadounidense y profesor del Princeton
Theological Seminary, comenta:

Teología no es una mera repetición de doctrinas tradicionales


sino una persistente búsqueda de la verdad que ellas señalan, y
que sólo expresan en forma parcial y fragmentaria. Como
búsqueda continuada, espíritu de la teología es interrogativo
antes que doctrinario; presupone una disposición para cuestionar
y para ser cuestionado.[1] (Miglioire, 1991, p.1).

En su definición, Migliori vincula teología con la doctrina, criterio que a


su vez útil para identificar el ejercicio teológico con la enseñanza en la
iglesia, en virtud de que en la iglesia se transmite la doctrina. En realidad la
teología debe ser un estudio serio y responsable sobre las Escrituras,
destinado a generar las doctrinas más apegadas al texto bíblico y el mensaje
de Dios.
John A. Mackay, teólogo escocés, confirma la función de la teología
como productora de doctrinas. Afirma que la doctrina está llamada a
desempeñar el papel de instrumento para ayudarnos a comprender la realidad
divina. Es comparable al microscopio y al telescopio, que son instrumentos
que muestran el mundo imperceptible a los sentidos. (Mackay,1970, p.34).
George Ernest Wright, teólogo y arqueólogo norteamericano, profesor de
la Harvard Divinity School, vincula la teología con la hermenéutica al señalar
que:
Teología es la disciplina por la cual la iglesia, cuidadosamente y
con pleno conocimiento del riesgo, traduce la fe bíblica en un
lenguaje no bíblico de otra era. La teología hoy es simplemente
reafirmar las nociones bíblicas en un lenguaje accesible al
hombre moderno. (Wright, 1952, p.109).[2]
Wright sustenta la necesidad de la Iglesia de expresar el mensaje de la
Biblia en palabras “accesibles” al cristiano actual. Esta es la función de la
hermenéutica y de la exégesis, instrumentos adecuados para hacer teología y
presentar las doctrinas.
La definición de Migliori complementa la de Stanley Horton, profesor en
el Seminario Teológico de las Asambleas de Dios:

El estudio de las doctrinas bíblicas es muy importante,


especialmente en estos días en que está en aumento el número
de falsos maestros y falsos profetas. Muchos cristianos son
“llevados por doquiera de todo viento de docrina, por
estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia
las artimañas del error”. (Efesios 4: 14). Desafortunadamente,
algunos creyentes (quizás sin percatarse de que doctrina no es
más que otra palabra para referirse a la “enseñanza”) objetan el
estudio de ella, que es precisamente lo que los propagadores de
falsas doctrinas querrían que hiciera una persona.(Horton, 1987,
p.4).
En su comentario, Horton fundamenta la necesidad de un responsable
studio de la doctrina, como defensa y protección contra la proliferación de
doctrinas falsas, lo cual es función de la teología. Vanhoozer describe con
mayor detalle el peligro citado por Horton, como una “zanja turbia”, un
atolladero creado por el reciente movimiento filosófico denominado
“posmodernismo”, con implicaciones en todas las ramas del conocimiento
humano, incluyendo la religión y la fe. (Vanhoozer, 2018, p.17). El
posmodernismo ha trastocado y contaminado el acercamiento teológico-
bíblico del cristianismo.
Teología es el estudio de la Biblia. Es encontrar a Dios y los asuntos de
Dios en las Escrituras inspiradas por Él. Existe un estrecho vínculo entre
teología y doctrina, en el sentido de que el estudio bíblico, la teología bíblica,
es útil para extraer las enseñanzas, verdades y principios divinos contenidos
en los textos bíblicos.
El Dr. Geoffrey W. Bromiley, teólogo estadounidense, comenta:
“Estrictamente hablando, la teología es lo que se piensa y se dice con
respecto a Dios. La verdadera teología es dada así por la Biblia misma como
la revelación de Dios en términos humanos”. (Bromiley, 1993, p.518). Ello
implica decir que leer y estudiar la Biblia es hacer teología. Se trata de
conocer a Dios con la mente y el espíritu. El acto teológico no es un ejercicio
meramente intelectual. Esto es lo que hace diferencia entre el hombre natural
y el espiritual. De acuerdo con Bromiley, todo predicador o maestro que
decide meditar en la Escritura, para luego exponerla, está haciendo teología.
Duffield y Van Cleave, teólogos pentecostales estadounidenses, definen
la teología en sus dos propósitos:

El término “teología” es usado de dos maneras: la primera puede


describir el estudio de toda la verdad bíblica; la segunda puede
más específicamente describir el estudio de Dios, de su
existencia, de su naturaleza, de sus nombres, atributos y obras.
(Duffield y Van Cleave, 2006, p.54).
En el estudio práctico de la teología, las dos maneras de acercarse a la
verdad bíblica implica una fusión de las “dos maneras” de Duffield y Van
Cleave.
La teología ayuda a sustentar y explicar las doctrinas bíblicas
fundamentales, ejercicio de por sí complejo. Sin la disciplina teológica el
proceso de descubrimiento y formulación o de una doctrina sería más
complicado y diverso de lo que ha sido a través de los siglos. Benjamín
Jowett, teólogo británico sostiene “no es fácil decir cuál es el significado de
probar una doctrina de la Escritura”. (Jowett, 1864, pp.27,28). Existe un
amplio expectro de enfoques teológicos que hacen aún más difícil un
acercamiento único al texto bíblico, lo cual hace más necesario un esquema o
marco teológico, su consecuente hermenéutica y su práctica exégesis para
producir doctrinas que hagan justicia al texto. (Kelsey, 1975, p.1).
La teología, como disciplina de estudio, no ha sido bien recibida en
algunos círculos evangélicos. Se estima que todo acercamiento al texto
bíblico deber ser netamente “espiritual”. Existe el temor de que el uso de la
razón o de la mente en el estudio bíblico puede conducir a un pensamiento
crítico o gnóstico, y que ello a su vez, despierta en el estudioso de las
Escrituras, un alejamiento del contenido espiritual de la Palabra de Dios. Este
pensamiento “antiintelectual”, como lo denomina la literatura teológia
evangélica, podría ser más justamente calificado como una animadversión al
estudio teológico formal.
Es cierto que la diversidad de enfoques y corrientes teológicas, ha
invitado a la mente natural a enfocar el texto bíblico como un excelente
antecedente histórico, digno de ser estudiado científicamente, y que esta
actitud ha llevado a la confusión y al interminable debate. Pero ello no se
constituye en suficiente argumento para desechar el sano y responsable
estudio de la Palabra de Dios, mediante el uso de “la mente de Cristo”. (1
Co.2:16). Al respecto, Railey y Aker plantean:

La teología ( y los estudios) no tienen por qué matar el fervor


espiritual. En realidad, no son la teología ni los estudios los que
llenan de desánimo por la obra del Espíritu Santo, sino el marco
de referencia teológico y educativo. Por tanto, es importante
interpretar la Biblia de acuerdo con sus propias condiciones y
dentro del marco de referencia adecuado. Esto nos dará una
teología certificada por la experiencia; una teología que,
mediante la fe y la obediencia, se convierta en una “realidad-
experiencia” fundada en la Biblia, dentro de nuestra vida diaria ,
y no una ideología que se limite a ser algo sobre lo cual
discutimos. (Railey y Aker, 1996, p.59).
Railey y Aker establecen la importancia del papel del marco de referencia
teológico y educativo. Es el esquema teológico el que establece la orientación
de la teología, no es la teología como instrumento para el estudio bíblico. Una
teología puede resaltar el papel del fervor espiritual, como la oración y la
comunión con Dios, mientras que otra puede desalentarlos.
Jürgen Moltmann, teólogo luterano alemán, apunta hacia los efectos
nocivos de una diferenciación entre la teología teórica y la teología práctica.
La teología debe ser un instrumento para la preparación de cristianos para la
obra:
“Teología” significa “conocimiento de Dios”. O más
exactamente: “conocimiento de la Revelación, de la voluntad y
del Espíritu de Dios”. Todo el que cree ya sabe algo de esto. Por
eso, en realidad, todo creyente es un teólogo. Los doctos
teólogos y los profesores de teología deben reconocer esta
fundamental teología de todos los creyentes y buscar la concreta
y especializada teología con la praxis o, mejor, con la base sobre
la que se verifica la propia praxis. De lo contrario, se atrofiarán
y se encerrarán en el aislamiento que ellos mismos se han
fabricado. Las modernas distinciones entre “teología
universitaria” y “teología de la comunidad”, entre “teoría” y
entre “praxis” y “pueblo” son sumamente funestas. De hecho, la
teología existe para reflexionar, a la luz del Evangelio, acerca de
toda la existencia y la práctica cristiana. (Moltmann, 1987,
pp.13,14).[3]
La especialización y diversificación de la teología, ha acarreado
confusión y rechazo. La falta de una adecuada comunicación y enseñanza ha
contribuido a crear posiciones adversas.
2. Contribución de la teología
Si la teología es, entre otras cosas, la expresión del pensamiento de Dios y
generadora de un sistema de doctrinas inmersas en las Escrituras, su
contribución al desarrollo del cristianismo es irrefutable. Geoffrey W.
Bromiley, del Seminario Teológico de Fuller afirma en este sentido: “La
verdadera teología es dada así por la Biblia misma como la revelación de
Dios en términos humanos. Pero la Biblia da pie para la exposición, reflexión
y presentación.” (Bromiley, 1993, p.515). Si la Biblia da pie para la
exposición y la teología es dada por la Biblia, no cabe duda de que la teología
posee un papel importante en la predicación y la enseñanza, entre otras
contribuciones.
José Miguez Bonino, teólogo y profesor argentino, conceptúa que:

La teología es necesaria: sin un conocimiento más profundo y


coherente de la doctrina cristiana mal se puede enseñar,
predicar, evangelizar, traducir la fe en acción. Pero, además de
necesaria, es inevitable: cada vez que, como creyentes, abrimos
la boca, aunque sea sólo para leer un texto, estamos, incluso en
las palabras que realzamos en la simple lectura, interpretando,
diciendo algo de Jesucristo, de Dios, de la fe, de la iglesia […]
No podemos evitarlo: y es una grave responsabilidad. La
teología es un instrumento indispensable, que todos usamos.
(Miguez Bonino, en Roldán 2011).
Miguez Bonino aclara que toda cosecha de la reflexión bíblica es hacer
Teología. Aunque sea de la manera más sencilla a la más compleja, todo
ejercicio de enseñanza, predicación o evangelismo requiere de la teología
como instrumento de trabajo. La teología ayuda a pensar y discurrir en el
texto bíblico. Lo que Miguez Bonino llama “discenir” para entender
“profundidad de comprensión del misterio de la fe--y percepción—ver con
más claridad lo que está ocurriendo a nuestro alrededor (Fil.1:9).” El escritor
inspirado de la epístola a los Hebreos advierte y exhorta que el extraer
alimento sólido de la Palabra de Dios es posible para los maduros que han
ejercitado los sentidos mediante el discernimiento. (He.5:14).
Las labores pastoral y de enseñanza, no son las mismas de las que se
desarrollaban en épocas anteriores. El desarrollo científico y tecnológico han
llevado al conocimiento humano a formularse preguntas inimaginables hace
sólo cien años. En palabras de Alberto Roldán, teólogo argentino,

El trabajo pastoral hoy se ha complicado. El tipo de sociedad en


que está inmersa la iglesia hoy demanda una preparación cada
vez más amplia. La tarea pastoral es múltiple y compleja porque
abarca administración, aconsejamiento, liderazgo, enseñanza
[…] Para una predicación eficiente, además de la guía y el poder
del Espíritu que están fuera de toda discusión, el pastor debe
conocer de Biblia, hermenéutica, homilética, comunicación y,
por supuesto teología. (Roldán, 2011, p.71).
Resulta irrefutable que la predicación del evangelio y la enseñanza en el
siglo veintiuno en adelante, requerirá de una preparación diferente. Los
predicadores y maestros de inicios del siglo veinte no tenían conocimientos
de internet, comunicación por teléfonos celulares, ni viajes privados a la luna.
Los principios y verdades bíblicas son inmutables, pero la forma de
transmitirlas varía con el tiempo, en función de cambios sociales y culturales
en la humanidad. Negarse a este hecho fundamental, es oponerse a la
eficiencia para el logro del mandato divino de ir y hacer discípulos.
Igualmente atinadas son las palabras de Anders Ruuth, teólogo sueco, al
resaltar el papel de la formación teológica en el desempeño del los
ministerios pastoral y de la enseñanza.

No es el estudio en sí lo que convierte a un predicador en un


buen predicador, tal como la dignidad de ser doctor en teología
no garantiza en absoluto ser profeta. Pero el estudio confiere al
predicador los conocimientos formales necesarios para ejercer
su oficio de predicador, tal como el artesano y el profesional
tienen que aprender las técnicas y prácticas propias de sus
profesiones. Cualquiera siente respeto ante la persona que es
capaz en su oficio. Así también el ministro deber hacerse
respetar por los conocimientos que posee. (Ruuth, 1973, p.79).
¿Cómo podrá el predicador o el maestro alimentar a una congregación
que ya no requiere leche, sino alimento sólido? Cuando una congregación es
joven requiere de lo básico; pero a medida que crece, el pastor debe
esmerarse por ofrecer alimento acorde con su nivel de madurez. De igual
manera, El studio teológico provee al ministro de la Palabra del método y del
instrumental necesario para preparar el alimento protéico.
No debe confundirse el llamado divino hacia el ministerio y la
preparación para ésto. Esto nos enseña Ruuth; primero es el llamado y luego
la preparación, y ambos no son mutuamente excluyentes, sino perfectamente
complementarios.
Hoy día, el predicador y el maestro se encuentran con diversos obstáculos
para hacer uso del intrumento exegético. James D. Stuart, teólogo
norteamericano, profesor de Interpretación Bíblica en el Union Theological
Seminary, afirma:

Semana tras semana ellos [los predicadores] se colocan entre


esos antecedentes antiguos de fe y las complejas situaciones de
una comunidad moderna[…] Cuando ellos abren la Biblia ellos
son abrumados por la complejidad de los problemas a los que el
texto los confronta.[4] (Stuart, 1970, p.28).

Stuart señala un factor que explica la adversión de ciertos predicadores y


maestros a la aplicación de métodos hermenéuticos, porque los estiman muy
complejos o extensos y consumidores del escaso tiempo conque cuentan. El
autor describe uno de los aspectos prácticos en la preparación de mensajes y
enseñanzas a los que se enfrenta constantemente el predicador y el maestro.
La labor de interpretación y la posterior transmisión del mensaje, de manera
que el auditorio no versado, pueda entender y asimilar en su propio lenguaje,
no es una tarea fácil. Surge la pregunta, ¿se necesita tanto estudio para
predicar la Palabra? La respuesta no es si se requiere un nivel tal o cual de
estudio, sino que el predicador por falta de un conocimiento básico,
tergiversa, inventa y contextualiza fuera del marco bíblico.
Stuart señala que uno de los factores que explica este predicamento en el
ministro, es el divorcio o falta de coordinación observado entre lo que el
llama “departamentos bíblicos y prácticos” en los seminarios teológicos.
(Stuart, 1970, p.29). La preparación bíblica, muchas veces no va de la mano
con el cómo transmitir y hacer llegar la verdad divina. El predicador y el
maestro muchas veces se siente tentado a inventar interpretaciones y a
realizar aplicaciones alejadas de la verdad bíblica. Stuart lo plantea
claramente: “La hermenéutica es desarrollada en un compartimiento,
mientras la homilética y la educación cristiana van en un camino separado”.[5]
(Stuart, 1970, p.29).
David Alan Black, teólogo estadounidense, afirma:

Una queja común entre pastores es que los seminarios han


hecho poco para realmente ofrecer guía en exégesis, una vez que
el estudiante deja el salón de clases. Ellos podrían ser de mayor
ayuda sobre cómo usar el griego para incrementar su efectividad
como predicadores y maestros.[6] (Black, 1993, p.14).
Tanto Stuart como Black hacen un importante llamado a los seminarios e
institutos bíblicos sobre la coordinación entre hermenéutica y homilética, tan
necesaria para facilitar y hacer más eficiente el desempeño del ministro.
Black es un convencido que el responsable trabajo exegético no tiende a
“socavar” la fe, y que contrario a esta forma de pensar, la exégesis deben
estar orientadas a la aplicación del texto. (Black, 1993, p.68).
Walter C. Kaiser Jr., teólogo norteamericano, especialista en el Antiguo
Testamento, coincide con la opinión de Stuart y Black. Kaiser plantea que
existe un profundo y creciente abismo en la aplicación del instrumental
exegético y el sermón pastoral. En detrimento del adecuado sermón, cada vez
más, no parece enraizarse la convicción de la utilidad práctica de un buen
studio bíblico y la relevancia de un mensaje de fe, de vida y de apego a la
Palabra de Dios. (Kaiser, 1981, p.18). Aún más, por varias décadas en el siglo
veinte, las disciplinas utilizadas en apoyo a la exégesis eran vistas por la
mayoría de los cristianos, como “hostiles al evangelio”. (Kaiser, 1971)
Kaiser concluye:
La competencia en los aspectos técnicos de la homilética y el
arte de la persuasión no es suficiente. En efecto, el proclamador
debe exhibir en una sola persona, la unidad profesional del
profesor exegético y el predicador práctico.[7] (Kaiser, 1981,
p.22).
Kaiser resalta la importancia del equilibrio que debe existir entre la
preparación teológica y la práctica homilética. Los tiempos en los que el
predicador se ubicaba detrás del púlpito, después de revisar una porción de la
Palabra, han quedado atrás. Sin embargo, existen factores que obstaculizan el
ejercicio de una eficiente exégesis al ministro del siglo veintiuno. La escasez
de tiempo puede ser mencionada como uno de estos disuasivos. David
Buttrick, ministro norteamericano de la Iglesia Unidad de Cristo y profesor
de la Escuela de Divinidad de la Universidad de Vanderbilt, describe la
configuración de un estudio de un pastor, lo cual es útil para señalar la
encrucijada en la cua se ubica el ministro:

Una pila de libros de consejería, administración, quizás teología


bíblica. Pero en el mismo escritorio es probable que haya
documentos de servicios de homilía anteriores y en las
estanterías pueden haber comentarios [bíblicos] empolvándose.
(Buttrick, 1981, p.35).
El ministro del siglo veintiuno debe ser un excelente intérprete y
transmisor de la Escritura; pero a la vez debe ser consejero con buena base
psicológica sobre la conducta humana, administración, constructor, músico y
otras especialidades. El ministro se ve impelido por la necesidad de ser
experto en todas estas disciplinas y no posee el tiempo para eso. Esto
conduce al segundo disuasivo: la falta de expertise. El nivel de las
predicaciones se mantiene superficial, en vista de la poca o ninguna
preparación en el instrumental de análisis. Un tercer factor opuesto a la
aplicación es la irrelevancia percibida. Algunos teólogos opuestos a la
aplicación de métodos de estudios bíblicos, han llegado a expresar que el
método histórico-crítico es “el más grande enemigo de la Biblia”, porque
resta, según ellos, autoridad espiritual a las Escrituras. (Lindsell, 1979, 275).
La autoridad básica y fundamental para el que predica es el Espíritu
Santo. La hermenéutica facilita los argumentos para sostener, ampliar y
enriquecer tal autoridad. Esto es lo que expresa el esquema sugerido a
continuación:

DIAGRAMA No. 1
PAPEL DE LA HERMENÉUTICA
Por ser Palabra de Dios, mediante la unción y orientación del Espíritu
Santo, el predicador como mensajero puede llegar a los corazones de los
seres humanos, como lo hizo el apóstol Pedro en Pentecostés. (Hch.2:14-36).
Luego, la teología sirve de marco orientador para el predicador o maestro.
Los principios, verdades y doctrinas se constituyen en guías. Estos principios
y doctrinas pueden ser objeto de evaluación para ampliación y modificación,
en cuyo caso la hermenéutica y la exégesis anteceden a la teología.
El predicador y maestro debe tener cuidado de usar expresiones como
“dice la Biblia” cuando se trata del uso de una versión específica, en pasajes
complicados. Más bien serían más prudentes afirmaciones como “nos traduce
la versión tal”. Una exégesis seria y responsable provee de normas, criterios y
el método adecuado.
III. EL PAPEL DE
LA HERMENÉUTICA

La posibilidad de inyectar o imponer un significado ajeno al verdadero en


un texto, ya sea por ignorancia o malignidad, legitima la necesidad de una
responsable e ilustrada interpretación de la Sagrada Escritura. Robert L.
Plummer, profesor del Southern Baptist Theological Seminary, subraya la
importancia de la hermenéutica:

Es evidente que no basta con decir simplemente: “Creo en la


Biblia”. Una correcta interpretación de la Biblia es esencial.
Participar en la interpretación supone que hay, de hecho, un un
significado propio e impropio de un texto y que debemos tener
cuidado para no tergiversar el significado. En lo que se refiere a
las Escrituras, interpretar correctamente un texto es transmitir
fielmente el significado del texto que el autor humano inspirado
comunicó, pero sin olvidar la intención divina. (Plummer, 2013,
p.99)
La hermenéutica es el instrumento adecuado para dar cumplimiento al
mandato divino: “que usa bien la palabra de verdad”. (2 Tim.2:15, versión
Reina-Valera).
1. Concepto de hermenéutica.
La necesidad y utilidad de la hermenéutica, ha sido confirmada por siglos.
Como disciplina que trata con principios de interpretación, ha sido útil para
precisar el significado de los textos bíblicos y es un instrumento para la
conservación de la doctrina transmitida por Dios al hombre. (Kaiser Jr., y
Silva, 2007, p.17).
Rob Haskell, teólogo estadounidense, plantea: “la falta de Buena
interpretación bíblica es un problema monumental hoy día y es la fuente de
divisiones, conflictos y falta de poder espiritual. También abre la puerta a
herejías que debilitan a la Iglesia e impiden nuestra misión”. (Haskell, 2009,
p.13).
Milton S., Terry, teólogo norteamericano, plantea que la hermenéutica
“tiene por oficio hacer desaparecer las probables diferencias que puedan
existir entre un escritor y sus lectores, de modo que éstos puedan comprender
con exactitud a aquél”. (Terry, 2012, p.1). Terry centra el propósito de la
hermenéutica en el acercamiento entre el sentido que imprime el escritor y su
auditorio. La hermenéutica ayuda a rescatar y preservar el mensaje inspirado
por el escritor original para las generaciones siguientes.
Paul Ricoeur, teólogo y lingüista francés, define hermenéutica como: La
teoría de las operaciones de comprensión en su relación con la interpretación
de textos, en la que la palabra hermenéutica no significa otra cosa que la
experiencia metódica de la interpretación. (Ricoeur, 1991, p.59).[8] Bernard
Ramm, teólogo bautista estadounidense, llama a esta “experiencia metódica”
una ciencia “porque está guiada por reglas dentro de un sistema.” (Ramm,
1956, p.1).
Christian Solís Ramírez, teólogo constarricense, plantea que:

[…] en toda conversación, acto o intercambio de información


que implique una interpretación (entendimiento) de símbolos
(un lenguaje) y mensajes estamos realizando un acto
hermenéutico, ya que procesamos información para compilarla y
relacionarla a fin de obtener un mensaje. (Solís, 2015, p.3).
Todo predicador y maestro, y todo cristiano, que se acerca a la Escritura
con el propósito de que Dios le hable por medio de ésta, con la guía del
Espíritu Santo, está haciendo hermenéutica.
2. Importancia y contribución.
La hermenéutica y sus implicaciones en el proceso educativo.
La hermenéutica es un ejercicio practicado desde el momento en que el
ser humano se preocupó por entender las Escrituras. Que con los siglos haya
adquirido formas y métodos más complejos no implica que no haya sido
practicada por todo aquel interesado en conocer lo que Dios dice en ella o
aún por la mente incrédula, enfocada en ver a la Biblia como una obra de
literatura.
En palabras de Gordon Fee, teólogo pentecostal canadiense: “Todas las
personas ´hacen hermenéutica`, aun cuando no sepan nada acerca de
exégesis.” (Fee y Stuart, 1982, p.57).
Pablo Armero, teólogo de la Universidad de Miami, sustenta la necesidad
e importancia de la hermenéutica:

Con el paso del tiempo, los lectores sucesivos de la Biblia se


van alejando del contexto en el que fue escrito un determinado
libro, sus vivencias no son las mismas, no conocen los motivos e
intenciones que motivaron el escrito, por lo tanto, es necesario,
adoptar un método de interpretación (exégesis), pues al ser otra
la cultura de los lectores, el mensaje comienza a sentirse como
extraño. (Armero, s.f., p.11).

El examen intuitivo,[9] puesto en práctica para preparar el mensaje o la


enseñanza, es útil, pero tiene sus límites. Llega el momento en que el
predicador o maestro se siente tentado a expresar su opinión para ampliar la
presentación del texto. Sino aclara que se trata de su opinión, ésta puede ser
acertada o no, y con ello se cae en desaciertos.
D.A. Carson, teólogo canadiense, invita a la reflexión, mediante las
siguientes preguntas:

Si hay tantas trampas exegéticas, tantos fallos hermenéuticos,


¿cómo puedo estar seguro de que realmente estoy interpretando
y predicando bien las Escrituras? ¿Cómo puedo evitar el terrible
peso de enseñar lo que no es cierto, de poner en la conciencia de
los cristianos cosas que Cristo mismo no impone, o eliminar
cosa que él insiste que debemos soportar? ¿Cuánto daño podría
hacer con mi ignorancia y con mi torpeza exegética? (Carson,
2012, p.29).
Agregar a la doctrina elementos de la experiencia personal, involucra
muchos riesgos. Un ejemplo de esto se puede observar en uno de los
comentarios de Warren Wiersbe, teólogo estadounidense, al afirmar: “Dios a
propósito mantuvo a Pablo separado de los doce para que ninguno pudiera
acusarlo de haber tomado prestado el mensaje”. (Wiersbe, 1995, p.223).
En esta típica interpretación personal, se afirma que Dios a propósito
separó a Pablo del resto de los apóstoles con la finalidad de que ellos no
pudieran acusarlo de apropiarse del mensaje de salvación. No existe
antecedente, ni texto alguno que sirva para sustentar esta afirmación. Pablo
no requería “tomar prestado” un mensaje que fue encargado por el propio
Jesucristo.

DIAGRAMA No.2
LA RAZÓN DE SER DE LA HERMENÉUTICA

César Pedroza, teólogo bautista peruano resalta la necesidad e


importancia de la hermenéutica:

Si la Biblia es la Palabra de Dios y es revelación de Dios al


hombre en el ámbito de la historia del hombre, considerando su
lenguaje, contexto, cultura, etc., requerimos de forma urgente un
marco de referencia que nos permita considerar estos factores
para acercarnos de forma correcta al texto bíblico, y entenderlo
según el propósito original con el cual fue escrito. Este marco lo
provee la hermenéutica. (Pedraza, 2017, p.1).
Las palabras de Pedroza no desdicen la necesidad del Espíritu Santo en
este proceso. La hermenéutica es vista aquí como una herramienta de apoyo,
no como un substituto del Espíritu Santo. Rob Haskell, teólogo
estadounidense, asevera que “los documentos bíblicos fueron inspirados por
el Espíritu Santo, pero fueron realizados por humanos para humanos”,
(Haskell, 2009, p.49), por lo tanto, un lenguaje de siglos atrás, a miles de
kilómetros de distancia y en culturas totalmente diferentes, merece ser
interpretado.
Un pronunciamiento del Chicago Theological Institute, seminario bautista
en Illinois, establece la asiduidad de la hermenéutica en la vida del estudioso
de la Escritura:

Todo cristiano, el algún sentido, se involucra con la


hermenéutica desde el momento en que nadie de nosotros viene
al texto escritural sin pensar. Cada uno de nosotros trae sus
presuposiciones o su conocimiento teológico cuando trata de
entender el mensaje de la Biblia. La real interrogante es:
¿Estamos siguiendo adecuadas guías que que nos ayudarán a
comprender el texto? O estamos leyendo la Biblia con ninguna
dirección real o estamos empleando reglas defectuosas?
(Tabernacle Baptist Church, 1981, p.9)[10]
Todo cristiano debe preocuparse por contar con un método, o al menos
con un procedimiento adecuado, eficiente y responsable para su studio
personal de la Escritura, con la finalidad de que sus conclusiones se acercan
lo más posible al mensaje del texto bíblico.
Milton S., Terry, teólogo estadounidense, plantea que: “la necesidad de la
hermenéutica surge de la diversidad de mente y cultura entre los hombres
[…] diferentes estilos de pensamiento y de expresión. Aún el apóstol Pedro
encontró en las epístolas de Pablo cosas que son difíciles de entender”.
(Terry, 1885, p.20).
3. Ideas erróneas acerca de la hermenéutica.
Un pensamiento contrario al uso de la hermenéutica como sistema de
interpretación, ha surgido como rechazo al pensamiento moderno. Esta
animadversión se origina en la dislocada creencia de que la hermenéutica
promueve el uso del intelecto y el desconocimiento del papel del Espíritu
Santo en la interpretación del texto bíblico.
Al respecto, Herman C. Hanko, teólogo estadounidense asevera:

Desde un cierto punto de vista, el hijo de Dios necesita


instrucción en Hermenéutica. Si la Hermenéutica es la ciencia
de la interpretación bíblica, de la naturaleza de la Escritura
misma, se obtiene que una instrucción formal no es necesaria
para el santo regenerado [el cristiano] para que sea capaz de
entender lo que Dios dice en Su Palabra. Innumerables santos
por los siglos han leído la Palabra de Dios sin nunca conocer
ninguna cosa acerca de Hermenéutica, sin aún haber escuchado
la palabra [hermenéutica]. Ellos han leído la Escritura, han
entendido lo que Dios les dice con rigurosa claridad, y han
recibido esa Palabra dentro de sus corazones. Toda lo que la
Hermenéutica hace es cristalizar, sistematizar y articular
principios que son intuitivos para todo hijo de Dios. (Hanko,
1990, p.1).
Hanko resta importancia a la hermenéutica y plantea el papel marginal de
la instrucción teológica formal. No es rigurosamente ajustada a la realidad, la
afirmación de que por siglos todos los cristianos han entendido “con rigurosa
claridad” las Escrituras. Por siglos, la crítica textual, la traducción y la
interpretación de los textos bíblicos, han demostrado la necesidad de
investigación y del estudio sistemático de la Palabra de Dios, con la finalidad
de acercarse más a su significado original.
Al final, Hanko parece aceptar la validez y utilidad de la hermenéutica al
afirmar que ésta contribuye a sistematizar y articular principios encontrados
en la Biblia, aunque atribuye un papel fundamental a la intuición. Es
irrefutable el papel fundamental del Espíritu Santo en la interpretación de la
Palabra de Dios. No obstante, el cristiano hace uso de la mente de Cristo en
esa intuición.
Christopher A. Stephenson, teólogo pentecostal norteamericano, plantea
que no se le puede señalar a los primeros teólogos pentecostales como
opuestos al estudio bíblico:

La mayoría de los primeros teólogos pentecostales no tuvieron


los beneficios de un entrenamiento académico formal. Esto ha
resultado en que sean (incorrectamente) etiquetados como
antiintelectuales y opuestos al aprendizaje. La mayoría de los
pentecostales no eran opuestos a la educación per se, y muchos
eran incansables estudiantes de la escritura en maneras similares
a los estadounidense populares de aquel tiempo. Sin embargo,
su marginalización social, unida a su deseo de proclamar el
evangelio en el mundo sin tiempo para un estudio académico
formal, resultó en que ninguno de ellos recibiera una educación
teológica. Esta falta de una capacitación teólogica académica
formal necesariamente resultó en las consecuentes
características negativas. (Stephenson, 2013, p.4).[11]
Contrario a lo planteado por Hanko, Stephenson sostiene que la mayoría
de los pentecostales de inicios de siglo eran “incansables estudiantes de la
escritura”. Pero las limitaciones al estudio generaron consecuencias
negativas.
Grandes predicadores como Billy Sunday, Peter Cartwright y Dwight L.
Moody, hicieron grandes contribuciones al evangelio de Cristo. Ninguno de
ellos reconoció el valor de la preparación teológica formal. Peter Cartwright,
predicador metodista, escribió en 1856:

¡Los analfabetos predicadores metodistas en realidad prendieron


fuego al mundo (al mundo estadounidense por lo menos) cuando
estaban encendiendo los fósforos! […] No subestimo la
educación, pero en realidad he visto a tantos de estos
predicadores instruidos que me hace recordar a la lechuga que
crece a la sombra de un duraznero, o a un ansarino que se ha
despatarrado por caminar en el rocío, que me alejo enfermo y
mareado […] ¿Qué ha hecho por el bien del mundo el clero
instruido que ha estudiado la divinidad como una ciencia?
(Hofstadter, 1962, pp.102-103).
Charles Haddon Spurgeon, evangelista inglés, coetáneo de Cartwright, se
expresó en forma contraria, resaltando la importancia de del estudio bíblico
formal:

Sed bien instruidos en teología y no hagáis caso del desprecio de


los que se burlan de ella porque la ignoran. Muchos
predicadores no son teólogos, y de ellos proceden los errores
que cometen. En nada puede perjudicar al más dinámico
evangelista el ser también un teólogo sano, y a menudo puede
ser el medio que le salve de cometer enormes disparates.[12]
(Spurgeon, 1964, p.63).
De acuerdo con Phil Sanders, teólogo estadounidense: “La creencia de
que todo lo que se necesita es la Biblia para entender la Biblia” (Sanders,
2008, p.3), es considerado como una actitud de arrogancia. Este concepto no
debe confundirse con la enseñanza de los reformistas relativa a que sólo la
Biblia es intérprete de la Biblia. El escaso conocimiento bíblico puede llevar
a incurrir en el error de que “casi cualquier cosa que los hombres quieran
hacer, pueden encontrar apoyo en algún texto de la Escritura (si no tienen
cuidado de cómo usan la Biblia). (Sanders, 2008, p.3).
John Piper, teólogo estadounidense, refiere las palabras de Dwight Lyman
Moody, predicador estadounidense: “D.L.Moody desacreditó a la teología
formal. Cuando se le preguntó sobre la suya, dijo: `¡Mi teología! No sabía
que tenía alguna, Ojalá usted me dijera cuál es mi teología”. (Piper, 2011,
p.119). Daniel Vinalay, pastor de la iglesia Casa de Restauración
Renacimiento, plantea: “Siempre decía [Moody] que la iglesia precisa
hombres que puedan pensar mientras están de pie. Moody sólo contaba con
una educación primaria. La mayor parte de su vida luchó por deletrear
correctamente, usar la debida puntuación […]. (Vinalay, s.f., p.1).
No cabe duda que Moody y todos los grandes evangelistas del siglo
diecinueve fueron usados por el Espíritu Santo. Sólo cabe pensar cuál sería el
alcance, si estos hombres de Dios hubiesen tenido un nivel adecuado de
preparación teológica. El mejor ejemplo de ello, se observó en la vida
evangelística del apóstol Pablo, en cuya vida ministerial se conjugó la
preparación teológica y la determinante intervención directa del Espíritu
Santo.
Jonathan Edwards, pastor y teólogo de Nueva Inglaterra, Estados Unidos,
en el siglo dieciocho, afirmó: “cuanto más conocimiento racional de las cosas
divinas se tiene, habrá más oportunidades, cuando cuando el Espíritu sea
infundido en su corazón, para ver la excelencia de estas cosas y para saborear
la dulzura de ellas.” (Piper, 2011, p.176). Las palabras de Edwards equilibran
el uso de la mente de Cristo, como capacidad puesta en el cristiano y el papel
del Espíritu Santo.
IV. LA EXÉGESIS Y SU PAPEL
1. Concepto de exégesis. Función y utilidad.
Phil Sanders, teólogo estadounidense, ofrece una sencilla y útil definición
de exégesis:

Exégesis es la hermenéutica aplicada. La exégesis busca la


investigación histórica en el significado del texto bíblico. La
exégesis contesta la pregunta, “qué quiso decir el autor bíblico?”
Tiene que ver tanto con lo que dijo (el contenido mismo) como
por qué lo dijo en cualquier punto dado (el contexto literario).
Además, Primordialmente la exegesis tiene que ver con la
intención. ¿Qué se propuso el autor que entendieran sus lectores
originales? La exégesis es la aproximación metodológica a la
Escritura, para que uno pueda llegar a comprender lo que el
pasaje significaba cuando el autor lo escribió y cuando los
lectores originales lo entendieron. La exégesis implica que la
explicación del texto ha surgido del análisis cuidadoso y
detallado. El exégeta pone atención tanto al lenguaje del texto
como a las circunstancias históricas y culturales de las que
provino. (Sanders, 2008, p.2).
Sanders resalta el hecho de que la hermenéutica provee del paraguas de
principios y normas a ser aplicadas en la exégesis. Una hermenéutica
responsable, sana y objetiva, servirá de base para una buena exégesis. La
exégesis trata de llevar al lector contemporáneo, el justo y preciso significado
que el inspirado escritor original estableció.
Fee y Stuart, exégetas pentecostales estadounidenses, justifican la
necesidad de una correcta exégesis:

De vez en cuando [sic- de cuando en cuando] encontramos a


alguien que dice con emoción: “No es necesario que interprete
la Biblia; solamente léala y haga lo que dice.” Usualmente, tal
afirmación refleja la protesta del lego contra los “profesionales”:
eruditos, pastores, maestros, o instructores de escuela dominical,
quienes, al “interpretar” parecen quitarles la Biblia a los
“inexpertos” […] El problema de demasiados predicadores y
maestros es que cavan tanto alrededor, que enlodan las aguas.
(Fee y Stuart, 1985, p.11).
David Alan Black, teólogo estadounidense, plantea que el abordaje del
texto, básicamente consiste en un enfoque “encima”, “dentro” y “más allá”,
del texto. Ello implica decir, (encima) estudiar el contexto bíblico e histórico,
(dentro) sus aspectos filológicos y gramaticales, (más allá) su aplicación
actual. (Black, 1993, p.65).
2. Relevancia de la exégesis.
Una vez el predicador o maestro ha descubierto la utilidad de la exégesis,
logra acercarse más a la pureza del texto y su aplicación más acertada para el
auditorio que lo escucha. Bernard Ramm, teólogo estadounidense, antepone
la exégesis como generadora del marco teólogico, contrario a otros teólogos,
quienes afirman que la teología establece el marco de acción a la
hermenéutica y a la exégesis. Ramm afirma: “La exégesis es prioritaria a
cualquier sistema teológico […] Nosotros solo podemos conocer la verdad de
Dios por una correcta exégesis de la Escritura. Por lo tanto, la exégesis es
antes que cualquier sistema de teología”. (Ramm, 1970, p.168).
Heriberto Poganatz, teólogo español, afirma:

Estoy convencido de que el estudio y la enseñanza bíblico-


teológica que apunta a la formación y preparación de obreros en
la iglesia y para el reino de Dios, constituye la base de todos los
demás ministerios en la iglesia. Pues la iglesia nace de la
Palabra, se nutre de la Palabra, crece por la Palabra y sirve al
mundo por y con la Palabra. (Poganatz, 2009, p.9).
En un gran número de iglesias no existe una educación teológica. Sólo se
enseñan las doctrinas seleccionadas por estas iglesias. Aunque esto es
contradictorio, porque hacer teología es hacer doctrina, existe cierto grado de
animadversión contra la enseñanza teológica, producto de varios factores, en
los que resaltan un impreciso concepto de lo que es teología, un temor a que
se despierte un sentido crítico escudriñador de la Palabra y una falta de
preparación teológica de los maestros encargados de enseñar en la escuela
dominical. Los pastores evitan la enseñanza de teología en las iglesias. Esto
ha contribuido a la formación de obreros y cristianos con débil formación
bíblica incapaz de contrarrestar los empujes de filosofías y enseñanzas
torcidas que surgen, muchas veces, dentro de la misma iglesia.
Rob Haskell, teólogo estadounidense, afirma:

Los líderes de la iglesia tienen un llamado especial a conocer


bien las Escrituras, a guardar y enseñar precisamente la doctrina
sana. […] todos los cristianos deben tener también acceso a las
Escrituras porque la Palabra de Dios es para todos, no solo para
los líderes […] Pero muchas veces los líderes no estudian
mucho, no leen la Biblia mucho. Solo predican sermones acerca
de cosas que ya saben o que oyeron en una conferencia. No
saben estudiar la Biblia ellos por sí mismos. Y la iglesia sufre.
(Haskell, 2009, pp.45,46).
David Howard, teólogo estadounidense del siglo diecinueve, da cuenta de
lo señalado por Haskell en el siglo veintiuno. Howard describe la actitud de
los estudiantes de la Biblia de esa época: “Se basan en el conocimiento
derivado (de segunda mano), adquirido de pastores, maestros, padres, libros
sobre la Biblia u otras fuentes secundarias”. (Howard, 1879, pp.450-454).[13]
La actitud señalada describe una alta propensión a la adopción de
conocimiento de terceros y la inexistencia de todo juicio crítico al estilo de
los de Berea. (Hch.17:11). Tal como plantea Howard, “no hay sustituto para
el propio estudio y la experiencia de primera mano con las Escrituras”
(Howard, 1879, pp. 450-454).
El estudioso de las Escrituras debe tener en cuenta que la exégesis
realizada sobre una traducción, en vez de hacerlo directamente del hebreo o
del griego koiné, representa una doble desventaja: se pierden ciertos detalles
recogidos por el escritor original inspirado y el análisis de una traducción
resulta en el análisis del punto de vista léxico-sintáctico del traductor. La
estructura sintáctica de los tres idiomas puede ser diferente:

Existen ayudas (léxicos, diccionarios, comentarios) que pueden contribuir


a disminuir el impacto de estas desventajas. (Stein, 2011, p.206). El pastor o
maestro deberán tener en cuenta, además, la orientación, escuela o corriente
teológica que puedan tener los comentarios, diccionarios o léxicos utilizados.
3. Conceptos erróneos y otras dificultades.
Constantemente se escuchan en el liderazgo de las iglesias expresiones
como: “Creo más en la oración que en la teología”, “por un momento dejaré
la homilética y empezaré a predicar de verdad”. Moisés Silva, teólogo
estadounidense, cita creencias de otros creyentes, frecuentemente escuchadas:
“los cristianos, habiendo recibido la unción del Espíritu, no necesitan un
maestro.” (1 John 2:27). (Silva, 2007, p.18). Rob Haskell, teólogo
estadounidense, añade otras expresiones: “lo que no entiendo es por qué
tenemos que dar tanto énfasis a este asunto de la interpretación. ¿Por qué no
podemos simplemente leer la Biblia, memorizarla y aplicarla?” (Haskell,
2009, p.47). Roy B. Zuck, teólogo estadounidense añade: “Alguno puede
decir, ´para mí este versículo significa esto` y otra persona en el grupo puede
responder, ´para mí el versículo no significa eso; significa esto`. Estudiar la
Biblia en esta forma, sin guías hermenéuticas adecuadas, puede llevar a
confusión e interpretaciones que aun pueden estar en conflictos”. (Zuck,
pp.14,15).
Es evidente de que no se tiene conciencia de las bondades y ventajas de
una buena exégesis. El ministro responsable de transmitir y enseñar los
principios y verdades bíblicos no debe conformarse a un limitado estudio de
dos o tres años. Debe concientizarse de que su congregación va a requerir de
alimento cada vez más nutritivo, a medida que crece espiritualmente. Ello
debe constreñirlo a la búsqueda de una formal y más profunda preparación
bíblica.
El predicador y maestro debe ser consciente de que el uso de Buenos
comentarios, concordancias, diccionarios y léxicos, no es suficiente para un
estudio serio y responsable. Haskell plantea:

Muchas de estas prácticas populares no son malas en sí mismas.


Una lectura devocional, un estudio de concordancia,
memorización de versículos, etc. […] tienen su lugar y no
quiero dar la impresión de que deberíamos rechazar por
completo cada diferente manera de usar la Biblia o
familiarizarse con la Biblia. Pero lo que sí estoy afirmando es
que estas prácticas populares tienen sus problemas y que estos
problemas aumentan cuando no tenemos una base firme en
buenas prácticas de interpretación. (Haskell, 2009, p.105).
Por ejemplo, el uso inadecuado de comentarios, puede inducir al
predicador o maestro, a adoptar las posiciones o corrientes del comentarista.
Débese recordar que un comentario es eso. Es la opinión del comentarista.
Las concordancias están preparadas en función a las palabras que aparecen en
las diversas versiones de la Biblia. En este sentido habrá tantas concordancias
como versiones. No necesariamente pueden encontrarse las mismas palabras
afines en una versión, con relación a otra. Por otro lado, el hecho de que la
misma palabra se presente en varios libros de la Biblia, no implica que
pertenecen a contextos similares, en cuyo caso tendrán significados
diferentes. Los léxicos y los diccionarios, igualmente, están elaborados de
acuerdo con las versiones de la Biblia. Debe tenerse en cuenta, de igual
manera, que como la Escritura fue escrita en hebreo, arameo y griego, la
simple traducción conlleva problemas semánticos, porque muchas palabras
hebreas, griegas o arameas, no tienen exactamente el mismo equivalente en el
idioma español. (Haskell, 2009, p.94).
Surgen a la superficie, nuevamente, cuestionamientos e interrogantes
como: ¿Por qué la hermenéutica no es aceptada por algunos predicadores y
maestros? Aún los egresados de los seminarios e institutos bíblicos no usan
con frecuencia al análisis hermenéutico en sus ejercicios ministeriales de
predicación y enseñanza. Quizás porque ven complicada su aplicación, por
ser excesivamente consumidora de su escaso tiempo, o porque no le ven
utilidad práctica, o porque piensan que ya conocen la correcta interpretación.
Estas interrogantes se constituyen en retos y desafíos a superar.
En las prédicas y enseñanzas existe la proclividad de tergiversar,
distorsionar e inventar interpretaciones. Entre los factores que explican este
fenómeno están: El deseo de entregar algo nuevo, el deseo de impresionar, un
propósito avieso, un genuino pero ingenuo y equivocado deseo.
A toda esta problemática señalada en líneas anteriores, se añade un
fenómeno que ya lleva décadas de crecimiento dentro de la Iglesia y que cada
día toma mayor cuerpo: el postmodernismo. Este tema ha sido ampliamente
abordado por la literatura teológica reciente. Sus implicaciones sobre todas
las corrientes teológicas protestantes han sido importantes. Gordon D. Fee,
teólogo canadiense, afirma que uno de los planteamientos exegéticos del
postmodernismo es la total libertad del lector en la interpretación de los
textos bíblicos. El acercamiento exegético de “la crítica de la respuesta del
lector” hacia la Escritura, es el total olvido de la historia y la gramática del
texto. El lector posee toda la libertad para establecer el significado del texto
fuera de su contexto original. Esto niega el principio de la inspiración de las
Escrituras y da pleno derecho al lector, de ejercer su total precomprensión.
(Fee, 2002, p.184).
V. MÉTODOS DE INTERPRETACIÓN BÍBLICA

Es casi irrefutable la utilidad del uso de métodos para escudriñar y tratar


de descubrir el significado del texto bíblico. Ya sea con conocimiento
explícito o sin él, el intérprete siempre ha utilizado un procedimiento o
proceso sistemático de técnicas para acercarse al texto. La importancia del
método en la búsqueda del significado es tal que de éste depende de aquél. El
método responde a un cuerpo teológico, ideología o filosofía, de allí la
diversidad de interpretaciones de una misma perícopa. Ricoeur resalta la
diversidad de interpretaciones y el reto que la interpretación encierra:

En conclusión si bien es cierto que siempre hay más de una


manera de interpretar un texto, no es verdad que todas las
interpretaciones son equivalentes y corresponden a lo que en
inglés se llama rules of thumb [reglas empíricas]. El texto es un
campo limitado de interpretaciones posibles. (Ricoeur, 2000,
p.186,187).[14]
A través de la historia de la exégesis, han surgido diversos métodos de
interpretación bíblica, con una tendencia perceptible: la búsqueda del
significado se ha venido trasladando del escritor original hacia el lector,
pasando por el texto; y se ha movido del literalismo hacia el más acendrado
subjetivismo.

CUADRO No.1
ENFOQUES HERMENÉUTICOS A TRAVÉS
DE LA HISTORIA SIGNIFICADO
1. El Método Literal
El literalismo fue mayormente utilizado por los rabinos judíos, quienes
interpretaron las Escrituras en forma directa y sencilla, resaltando el
significado llano, simple y natural del texto aplicado a las vidas de las
personas (Peshat). Richard N. Longenecker, teólogo estadounidense, comenta
que tanto la Escuela de Shammai y la de Hillel requerían recitar el Shema y
porciones literales de las Escrituras. (Longenecker, 1975, p.28), evidenciando
su apego a la letra de las Escrituras.
La gran brecha causada por el exilio babilónico distanció a los judíos del
hebreo como su lengua. El pueblo se comunicaba en arameo. Esdras, el
escriba es considerado el primero de los hemeneutas judíos[15] y el fundador
de la escuela literalista o zeterista judía. Esdras se esforzó por acercar al
pueblo a las Escrituras, luego de su retorno del exilio. Esto se conoce como el
primer esfuerzo por hacer hermenéutica, en virtud de la interpretación literal
de las Escrituras. Luego a través de los siglos, surgieron corrientes
hermenéuticas judías como los karaítas, caracterizados por su literalismo y
los cabalistas por su alegorismo.
La escuela de Antioquía de Siria, con sus representantes, Luciano,
Doroteo, Diqdoris, Teodoro de Mopsuesta y Crisóstomos, se inclinó al
literalismo pasando por los Victorinos de París, en el medievo, hasta Lutero y
Calvino en la reforma. (Ramm, 1970, pp. 45-51).
El método literalista fundamenta su acercamiento en que el entendimiento
de un texto debe entenderse en lo que dice la oración, frase y letra sin
considerar el contexto en que se dice, ni su historia. Esto conduce a errores de
interpretación, y contrario al propósito del procedimiento, se presta a la
alegoría. El método es muy útil para el estudio de las lenguas en las que
fueron escritas los textos bíblicos, pero falla en el análisis de tropos y figuras
retóricas.
El rabino Simeon Lowy afirma que:

Los rabíes consideraban la interpretación llana de las leyes,


basados principalmente sobre un entendimiento literal, siendo de
igual valor con las cosas que los saduceos estaban de acuerdo, y
que éstas deberían ser aprendidas en la escuela elemental.
(Lowy, 1968, pp.98-163).[16]
Richard N. Longenecker, teólogo estadounidense, profesor en el Wycliff
College, en Toronto, plantea que dentro de los primeros cuatro siglos de la
era cristiana, la palabra “peshat” que definía el más sobrio, llano y simple
método de interpretación judía, (Kaiser, 1981, p.53) era empleado en los
escritos tanaíticos con una explicación más sencilla y natural que cualquiera
otra alternativa de interpretación. (Longenecker, 1975, p.31). Kaiser informa
que:

Tres principales sistemas de hermenéutica fueron desarrollados


en la literatura rabínica: las famosas siete reglas de Hillel (30
a.C. – 9 d.C.), las trece reglas del Rabí Ishmael (60-121 d.C.),
las cuales sirvieron como los principales instrumentos en el
desarrollo del método midráshico de la exposición de los textos
Halágicos (leyes religiosas y civiles); y las treinta y dos reglas
del Rabbi Eliezer (segundo siglo d.C.) las cuales fueron usadas
en la interpretación de los textos Hagádicos (homilías populares,
(Kaiser Jr., 1981, p.52).
Las mencionadas siete reglas de Hillel reflejan, más que todo, el método
literal:

1) Uso de la Escritura para interpretar la Escritura.


2) Inferencia de la analogía. Las palabras que tienen connotaciones
idénticas o similares pueden ser tratadas en igual forma, aunque
estén en declaraciones que son diferentes. Los textos iguales
comparados se entienden generalmente de las palabras, no los
contenidos.
3) Deducción de lo especial a lo general. Implicaciones generales son
deducidas de un pasaje. Se deduce de lo menor lo mayor y no lo
contrario.
4) Deducciones de pasajes varios, leyes deducidas por implicación de
más de un pasaje. Establecimiento de textos emparentados a partir
de un texto que se considera originante, con cuyo sentido se
interpretan los demás textos.
5) Deducciones de lo particular a lo general y viceversa. Si se
encuentra un texto con sentido general, su extensión se precisará
exactamente por los términos textos particulares que le continúen, y
viceversa, cuando se presenten uno o varios textos con sentido
particular y sigue alguno con sentido general, el primero no limita el
sentido del último término.
6) Uso del contexto para determinar el sentido del texto.
7) Por vía de la analogía se trata de iluminar un texto por un contexto
semejante. (Kaiser Jr., 1981, pp.53-55 y Pérez-Fernández, 1986,
p.287).
José M. Martínez, teólogo español, señala que la idea de que la Escritura
fue inspirada en forma mecánica, hacía perder de vista el carácter histórico
del texto. Esta percepción, observada todavía hoy, provoca el uso de frases o
palabras de la Escritura para sacar enseñanzas espirituales “que no
contradicen las enseñanzas bíblicas, pero no se ajustan al verdadero
significado del texto”. (Martínez, 1984, pp.66,67).
Aunque no pueden ser clasificadas de manera definida como puramente
literalistas, las denominadas interpretaciones judías prevalecientes durante los
primeros siglos del cristianismo, Midráshica y Pesher, (esta última de los
esenios en Qumrán), poseían fuerte contenido literal. El midrash como
proceso de interpretación, es la búsqueda de lo que está latente en el texto, es
decir, la búsqueda de lo que está más allá de lo literal en la superficie.
Con relación a este enfoque, Kevin Jon Vanhoozer, teólogo
estadounidense, plantea que “muchas veces el comentario rabínico es creativo
en vez de interpretativo”. (Vanhoozer, 1998, p. 115). De acuerdo con
Alphonse Desjardins, teólogo canadiense, la literatura rabínica midráshica,
aunque importante, no puede ser considerada como el estándar por la cual la
exégesis judía debe ser entendida. (Desjardins, 1972, p.53). De allí que el
método literal y el alegórico son dos puntos de vista representativos.
2. Método alegórico
El método alegórico de interpretación nació entre los judíos de
Alejandría. El representante más conspicuo fue Filón, de Alejandría. Su
origen fue la mezcla de la filosofía griega con las concepciones bíblicas
judías acerca de Dios. Filón heredó de las ideas de los estoicos y de Platón.
(Longenecker, 1975, p.45). Milton Spenser Terry, pastor y teólogo metodista
estadounidense, plantea que:
Muchas de las teofanías y los antropomorfismos del Antiguo
Testamento repugnaban a las mentes filosóficas de la época; de
allí el esfuerzo por descubrir detrás de la forma exterior una
sustancia interna de verdad. A menudo se trataron las
narraciones bíblicas como los mitos griegos, explicándolas, ora
como una incorporación histórica, ora como una incorporación
enigmática de las lecciones morales y religiosas. (Terry, 1974,
p.609).
El método alegórico se caracteriza por el uso figuras de ilusión para
representar un hecho o situación como una cosa distinta. José M. Martínez,
teólogo y pastor español, plantea que el método alegórico aplicado a los
textos con significado literal “han se interpretarse sacando de ellos un
significado distinto, oculto a simple vista, pretendidamente más rico y
profundo”. (Martínez, 1984, p.68).
El movimiento cabalísta del siglo doce practicó los siguientes
procedimientos exegéticos (Berkhof, 1969, p.17)[17]:

a) Gematría: De acuerdo con este principio, ellos podían substituir una


palabra bíblica por otra si poseía el mismo valor numérico. A las
letras se le computaban ciertos valores numéricos.
b) Notrikon: Consistía en formar palabras por la combinación de las
letras iniciales y terminales de las palabras.
c) Temoorah: Estudio de nuevos significados por el intercambio de
letras.
Aristóbulo y Filón se reconocen como los iniciadores del alegorismo: Sin
embargo, son Clemente de Alejandría y Orígenes quienes desarrollaron e
institucionalizaron el método alegórico en la segunda parte del siglo segundo
y la primera parte del tercero. (Kaiser Jr., 1981, p.58).
Martínez ofrece una evaluación del método:

El método se distingue […] por una ausencia casi total de


preocupación respecto a lo que el autor sagrado deseó
comunicar y por la libertad con que se abren las puertas al
subjetivismo del intérprete. Lo que importa, en el fondo, no es
lo que el hagiógrado quiso expresar, sino lo que el intérprete
quiere decir. Como consecuencia, el producto de la exégesis
puede variar adaptándola, según convenga, a las formas
cambiantes del pensamiento de cada época. (Martínez, 1984,
p.68).
3. El Método histórico-crítico
En defensa del método de estudio histórico-teológico R.D. Dreus, teólogo
evangélico estadounidense, plantea:

La Biblia no ha caído del cielo, sino se ha originado y


desarrollado en la iglesia de Dios. Los libros de la Biblia fueron
escritos de acuerdo con las demandas y las exigencias de los
tiempos. En la Biblia nada es mecánico, o artificial, o inhumano.
(Dreus, 1964, p.113).
George Laad, teólogo bautista estadounidense, concluye que “nuestra
tesis es que esta dimensión humana e histórica de la Biblia demanda la
formulación y el uso de un método de estudio histórico-teológico” (Laad,
1990, p.13). El método histórico-crítico otorga prioridad al contexto vivido
por los escritores destinatarios originales. El significado del texto se obtiene
del marco histórico dentro del cual escribió el autor original. Se apoya en el
antecedente histórico, información arqueológica, fuentes literarias antiguas,
lo cual es útil si no se le imprime un exagerado tono crítico.
Karl Barth, teólogo reformado suizo, señala algunas ventajas del método
histórico-crítico, aunque no se muestra totalmente inclinado a sus bondades:

El método histórico-crítico para estudiar la Biblia tiene su razón


de ser: Apunta a preparar el conocimiento, que nunca es
superfluo. Pero si yo tuviera que elegir entre ese método y la
antigua doctrina de la inspiración, optaría de plano por esta
última: ella posee el derecho mayor, más profundo, más
importante, porque apunta al trabajo del comprender mismo, sin
el cual todo preparativo carece de valor. Me alegra no tener que
elegir entre ambos. (Barth, 1998, p.45).
Barth postula que la bondad del método crítico es “preparar el
conocimiento” del exégeta. Pero luego se desapega del método y se inclina
hacia la doctrina de la inspiración, con lo cual no parece haber ninguna
mutualidad de exclusión. (Roldán, 2016, p.159). La doctrina de la inspiración
no excluye la aplicación del método. No obstante, Barth reconoce la utilidad,
aunque parcial, del método.
José T. Gaitán, teólogo investigador de la Universidad Pontificia
Bolivariana de Medellín, Colombia, observa que el señalamiento más
frecuente que se le hace al método es “su incapacidad para abrirse a una
interpretación actual del texto, quedándose sólo en su sentido original” y que
esto se convierte en un factor de distanciamiento para el lector, porque
dificulta la “interlocución” entre los dos. (Gaitán, 2006, p.145). Parece loable
la búsqueda del vínculo autor-lector, pero ello no debe lograrse a costa de la
originalidad. El lector debe acercarse al autor y el texto y no el autor y texto
al lector, porque se perdería el significado original.
Por otro lado, Gaitán señala una segunda dificultad: “el estudio científico
de la Escritura no escapa al riesgo de hacerla ver como un documento
humano como cualquier otro, privándola de su espíritu que es el Espíritu de
Dios”. (Gaitán, 2006, 146). Esto es cierto si al método se le ve como fin y no
como medio. Éste debe proveer de información básica complementaria al
exégeta y no constituirse en factor determinante para establecer el significado
del texto.
Guiados por la preocupación de que el método histórico desconoce total o
en parte, la inerrancia o infalibilidad de la Escritura, se han pronunciado en
contra del método. Una de las denominaciones que rechazó el método es el
Sínodo de la Iglesia Luterana de Missouri. Su presidente, Jacob A. O. Preus
“repudió todo el método histórico-crítico, con sus suposiciones, como la raíz
de donde crecen todas las controversias contemporáneas sobre la inerrancia
[…] rechazaron toda investigación en que las presunciones impiden aceptar la
Biblia como cualquier otra cosa que no sea un libro humano”. (Brown, 2008,
p. 45).
Hoy día, el método histórico-crítico como tal ha dado paso a otros
procedimientos. En palabras de Grilli, profesor en la Pontificia Universidad
Gregoriana de Roma:
El lugar que ocupaba en el pasado la investigación sobre la
credibilidad y el desarrollo histórico de los textos ha sido
sustituido en gran parte por el análisis literario del texto y su
función hermenéutica [...] Hasta el año 1960, más o menos, el
método que había dominado a lo largo y ancho de los estudios
bíblicos durante al menos cien años era la ya conocidísimo
método histórico-crítico. La caracterización del método como
histórico-crítico se debe no solo a su marcado interés por la
identificación de autor, de los lectores históricos de los textos y
de los hechos que subyacen a los relatos, sino también a la
investigación crítica de la evolución histórica de dichos textos y
de los distintos estratos subyacentes bajo su aparente unidad.
(Grilli, 2018, pp.14,18).
Grilli contribuye a delinear el cambio significativo que se produjo en los
años sesenta del siglo veinte. Durante esta década se produjo giro importante
en el estudio de la comunicación, “se produjo un cambio de orientación,
desde un paradigma inspirado en la ´semántica del texto´ hacia la ´pragmática
de la lectura´” (Grilli, 2018, p.25), es decir, hacia el uso del lenguaje y su
efecto sobre el lector. Se pasó de un modelo que trataba de analizar la
“codificación y decodificación” de un texto a un “modelo inferencial” de la
llamada teoría de la relevancia.
4. Método devocional – intuitivo
Este procedimiento de acercamiento al texto, está lleno de propósitos de
escuchar de Dios. Sin embargo, no logra recibir el mensaje porque no está
relacionado con el mensaje original del texto. A pesar de su superficialidad e
ingenuidad, todavía se pretende recibir de Dios, basado en lo expresado por
Juan en su primera epístola: “Pero la unción que vosotros recibisteis de él
permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así
como la unción misma os enseña todas las cosas” […] (1 Jn.2:27 en la
version Reina Valera 1960).
José M. Martínez, teólogo español, evalúa el método de la siguiente
manera:

Tal lectura está presidida más por el sentimiento que por el


entendimiento y fácilmente puede inducir a conclusiones
excesivamente osadas. Es frecuente oír a creyentes que usan
frases como “Dios me ha dicho” […], refiriéndose a la
impresión que la lectura de una porción bíblica les ha producido.
Y tan convencidos están de que esa impresión es realmente
“palabra de Dios” que prácticamente la colocan en el mismo
plano que las revelaciones proféticas de la Escritura. Huelga
comentar los peligros que de tal práctica pueden derivarse.
(Martínez, 1984, p.545).
Más que recibir el significado del texto, el método imprime la valoración
intuitiva del lector. Este método fue utilizado por los pentecostales de las
primeras décadas del siglo veinte y todavía se observa, bajo la influencia
neopentecostal.
Bernard Ramm, teólogo bautista estadounidense, ofrece algunas
recomendaciones para el adecuado manejo de este método:

1) Todas las lecciones prácticas, todas las aplicaciones de la Escritura,


todo el material devocional, debe ser administrado por los
dictámenes de la hermenéutica protestante. Todos los usos de la
Biblia deben estar basados en sólidos principios exegéticos.
2) La Biblia es más un libro de principios que un catálogo de
instrucciones específicas. Se debe tener cuidado en la aplicación de
los principios bíblicos a situaciones personales específicas.
3) La Biblia enfatiza el espíritu interno más que la capa religiosa
externa.
4) En algunas declaraciones en el espíritu de la declaración el que debe
ser nuestra guía.
5) Las instrucciones en términos de una cultura deben ser traducidas a
nuestra cultura. (Ramm, 1970, pp.166-171).
VI.EL MÉTODO
GRAMÁTICO-HISTÓRICO

El método de interpretación denominado gramático-histórico es el más


utilizado y defendido por luteranos, calvinistas, arminianos y en general por
los cristianos evangélicos. Con el tiempo y dependiendo del teólogo, este
método ha recibido varios nombres: método filológico, método histórico,
método gramático, histórico-gramático, método literal, sintáctico-histórico-
teólogico, literal-histórico-teológico.[18] (Ramm,1970, p.114). Por ejemplo,
Pablo Hoff, teólogo y misionero estadounidense, director del Instituto Bíblico
de Santiago de Chile, afirma que “debemos emplear el método histórico-
crítico para interpretar ciertas expresiones difíciles”. (Hoff, 2005, p.153).
Aquí Hoff se refiere al método gramático-histórico. Prueba de ello es lo que
Hoff asevera a continuación: “los conceptos bíblicos a menudo están
revestidos del lenguaje, el simbolismo, y aun, la imaginaria mítica de la
cultura antigua”. (Hoff, 2005. P.154).
El método posee sus raíces en el contexto del cristianismo europeo
occidental y fue desarrollado en reacción al método alegórico, adoptado de la
secular interpretación griega literaria y diseminado por Orígenes y Agustín, y
luego adoptado por la Iglesia Católica Romana. (Surburg, 1974, p.278).
Debe aclararse que la animadversión al método alegórico no fue total.
Muchos ortodoxos, aunque no lo adoptaron como método, utilizaron este
acercamiento alegórico para hacer referencia a personas, eventos o doctrinas
que parecían no relacionadas con algún significado literal. El punto de
digresión aparecía cuando se trataba de imponer significados al texto de las
Escrituras, cuando el texto literal los rechazaba. (Ehrman, 1993, p.21).
Teodoro de Mopsuestia y Juan Crisóstomo, de la escuela de
interpretación de Antioquía (Martínez, 1984, p.122) crearon los antecedentes
del método el cual fue adoptado y desarrollado por la Reforma y Post-
Reforma en las figuras de Lutero, Calvino, Zwinglio, John Knox y otros
reformadores (Surburg, 1974, p.278). En 1788, Karl A. G. Keil, luterano,
alemán, utilizó el término “gramático-histórico” como método de exégesis.
No obstante, originalmente, Keil tenía en mente lo literal, en vez de lo que
hoy se entiende como gramático o arreglo de palabras y construcción de
oraciones; y como histórico, el tiempo y la circunstancia en la que escribió el
autor original.(Kaiser, 1981, p.88).
La popularidad del criterio literalista se extendió hasta después de inicios
del siglo veinte. Kenneth Archer, profesor del Seminario de la Iglesia de Dios
en Cleveland, plantea que el método de estudio bíblico más popular usado
por los institutos bíblicos que surgieron en la época, de influencia
dispensacional y keswickiana, era el que él denomina “método sintético”,
desarrollado por James M. Gray desde 1880 hasta principios del siglo veinte.
(Gray, citado por Weber, 1982, pp.101,120). Archer describe el método
sintético de la siguiente manera:

Este acercamiento de interpretación subrayaba la importancia


del método inductivo y de razonamiento. Este enfoque de
interpretación afirmaba que la Biblia debería ser entendida como
un libro unificado antes de descomponerlo en sus partes
individuales. También enfatizaba un estrecho interrogatorio de
la sintaxis en el inglés, la estructura gramatical, la repetición de
palabras e ideas del texto. Antes de estudiar un libro o párrafo,
se necesita poseer una visión o vista panorámica de la Biblia.
(Archer, 2009, p.68)
Este método descrito como “sintético” no posee grandes diferencias con
el histórico-gramático, aunque Kenneth J. Archer, teólogo estadounidense,
enfatiza una digresión en el énfasis. En el acercamiento gramático-histórico,
el énfasis descansa sobre lo gramático, lo cual le ofrece un marco difererente
a lo histórico. (Archer, 2009, p.68). Robert A. Traina, teólogo
estadounidense, desarrolla un poco más este método en la tradición
gramático-histórica con una acentuación en el enfoque inductivo del método,
en su libro Methodical Bible Study: A New Approach to Hermeneutics.
(Traina, 1952, p.180).
Kaiser y Silva[19] definen el método gramático-histórico como “el método
de interpretación que enfatiza la necesidad de tomar en cuenta los lenguajes
originales y el contexto histórico de la Escritura. Porque la frase es usada en
oposición con la exégesis alegórica, es más o menos equivalente a la
interpretación literal”. (Kaiser y Silva, 2007, 335). Kaiser y Silva acercan la
naturaleza del método hacia lo literal.
Corley, Lemke y Lovejoy, teólogos estadounidenses, amplían el concepto
al establecer que “el punto de vista del método histórico-crítico/gramático
busca la idea de interpretación tomando una visión crítica de la historia detrás
del texto […] este acercamiento incluye varias formas del análisis crítico
como la fuente, la redacción, la tradición y la crítica del texto”. (Corley,
Lemke y Lovejoy, 2002, p.21). La definición de estos estudiosos inclina el
concepto hacia lo histórico, dejando de lado su componente lingüístico.
Ryrie y Woods, teólogos dispensacionalistas estadounidenses, vinculan y
defienden la utilidad del método gramático-histórico. En palabras de Ryrie:

La exégesis debe ser gramatical (debe decirnos exactamente lo


que dijo el autor) y debe ser histórica (debe decirnos
exactamente lo que el escritor dijo en su propio tiempo), y esta
interpretación gramático-histórica es la base de la Teología
Bíblica. (Ryrie, 1999, p.15).
Se observa un llamado a la precisión de la exégesis. De acuerdo con
Ryrie, la exégesis gramático-histórica, puede brindar precisión lingüística-
gramatical e histórica. Además el método es fuente para crear teología.
Andrew Woods, teólogo y pastor, presidente del Seminario Teológico Chafer
en Alburquerque, Nuevo México, plantea que lo que hace al
dispensacionalismo único no es solamente la aplicación del método
gramático-histórico, porque otros sistemas teológicos lo utilizan. Lo que lo
hace único es que el dispensacionalismo aplica esta hermenéutica literal a la
totalidad de la revelación bíblica. Woods, caracteriza el método como aquel
que permite que el significado sea determinado desde el texto y que sea
transferida autoridad desde el intérprete al texto en el proceso interpretativo.
(Woods, 2005, pp.8,12).
José M. Martínez ofrece una definición más completa y actualizada:

Tiene por objeto hallar el significado de un texto sobre la base


de lo que sus palabras expresan en su sentido llano y simple a la
luz del contexto histórico en que fueron escritas. La
interpretación se efectúa de acuerdo con las reglas semánticas y
gramaticales comunes a la exégesis de cuaquier texto literario,
en el marco de la situación del autor y de los lectores de su
tiempo. (Martínez, 1984, p.121).
Martínez logra combinar los componentes histórico y gramático y que de
esta armónica mezcla se produzca la exégesis. El estudio de un texto bajo este
análisis involucra un abordaje lingüístico (análisis de las palabras, semántica,
sintáxis de las oraciones y prárrafos, contexto, pasajes paralelos, lenguaje
figurado) y además el fondo histórico que sirve de contexto al texto.
El objetivo básico del método gramático es determinar el sentido o
significado de un texto atendiendo a normas gramaticales y el análisis de la
historia que envuelve el texto. Se le denomina gramático en virtud de que la
Biblia fue escrita en lenguajes humanos, por lo tanto, requiere un análisis
lingüístico para ser entendido. Las Escrituras deben estudiarse bajo normas y
principios del idioma humano. En este sentido John R. Higgins, teólogo
pentecostal estadounidense, opina que “en la revelación especial de las
Escrituras, Dios se reveló a sí mismo de forma antrópica; eso es, dentro del
carácter del lenguaje humano de sus tiempos, usando categorías humanas de
pensamiento y actuación”. (Higgins, 1996, p.77). Se le denomina histórico en
razón de que la Biblia relata la intervención de Dios a lo largo de la historia
de la humanidad.
El propósito fundamental de este método es ubicar el uso específico de
una palabra empleada por el escritor original, prevaleciente en una época
determinada, presuponiendo que las palabras pueden tener un solo
significado en un mismo contexto. Tiene por objeto hallar el significado de
un texto sobre la base de lo que sus palabras expresan en su sentido llano y
simple a la luz del contexto histórico en que fueron escritas. La tarea el
intérprete es determinar con la mayor precisión lo que el hagiógrafo quiso
decir. Walter Kaiser estima que este método ha fallado en establecer un
puente entre el significado original y auténtico de un texto y su explicación.
(Kaiser, 1981, p.88).
Como producto de la Reforma y Post-Reforma, el método histórico-
gramático se fundamenta en criterios originalmente luteranos, calvinistas y de
muchos otros reformadores. Raymond F. Surburg, luterano estadounidense y
profesor de Antiguo Testamento, resume quince criterios y presuposiciones
para el método. (Surburg, 1974, pp.280-287). Estos criterios son pertinentes
dado el hecho de que después de la Reforma, en la época moderna y
posmoderna, desaparecieron muchos de estos supuestos:

1) La Biblia es la Palabra de Dios en su totalidad. No existen


componentes de las Escrituras que no sean producto de la
intervención divina. Es la inspirada e inerrante Palabra de Dios. El
Espíritu Santo es el autor. Por lo tanto, un principio que orienta la
exégesis es que no se debe criticar o juzgar las Escrituras. El
significado del texo bíblico debe buscarse en oración y meditación.
2) Sólo los libros canónicos que fueron empleados por la sinagoga
judía, y que son reflejados en el Nuevo Testamento, deben ser
objeto de exégesis.
3) Sólo se reconocen los textos en sus lenguajes originales.
4) La autoridad final en asuntos teológicos es la Biblia. Su autoridad
no debe ser anulada, calificada o subordinada por la autoridad
eclesiástica.
5) El significado literal es el criterio exegético usual y normal.
6) El texto autógrafo es el texto autoritativo.
7) Los libros bíblicos son documentos literarios. Ello permite la
aplicación de la crítica literaria al texto bíblico.
8) Tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo son una completa
revelación de Dios, no deben ser separados o analizados como si el
Nuevo o el Antiguo Testamentos no existieran. En ocasiones el
Nuevo Testamento se explica en el Antiguo. De igual forma, el
Antiguo Testamento se aclara por el significado explicado en el
Nuevo.
9) Los pasajes paralelos son útiles para la interpretación de textos en
ambos testamentos.
10) La correcta aplicación del método histórico-gramático debe
conducir a la verdad porque la Biblia no posee contradicciones en
virtud de su carácter inerrante.
11) La hermenéutica debe ser orientada a dar a conocer los tesoros y el
correcto conocimiento de Cristo.
12) La Biblia es cristocéntrica. La figura de Cristo está presente en el
Antiguo Testamento. No se puede entender el mensaje del Antiguo
Testamento si no se encuentra a Cristo en el Nuevo Testamento.
13) La aplicación del método histórico-gramático debe hacer
referencia entre la Ley y el Evangelio, sin confusión alguna. Una
doctrina de condenación y la otra de perdón.
14) El Espíritu Santo es el verdadero intérprete de la Biblia. El
intérprete necesita la iluminación del Espíritu de Dios. A menos que
el exégeta nazca de arriba, la Biblia permanecerá como un libro
sellado. El Espíritu Santo abre el intelecto y el corazón del creyente.
La guía del Espíritu no implica que el intérprete inicia en el sentido
literal del texto y recibe un significado diferente, si se ajusta al
método histórico-gramático. El Espíritu guía al intérprete hacia la
intención de Dios en el significado del texto.
15) El método histórico-gramático es útil y por lo tanto debe conducir
a enseñanzas prácticas para la vida cristiana.
Uno de los principios exegéticos más importantes del método histórico-
gramático es la interpretación de la Escritura mediante la Escritura. Al
respecto, Ralph A. Bohlmann, luterano, profesor de teología sistemática y
presidente del Seminario Concordia en Missouri, plantea:

El hecho de que el autor de las Escrituras es Dios, sugiere que


este principio es una extensión del principio hermenéutico
general, de que cualquier pasaje debe ser considerado y
explicado en términos de su contexto. Por lo tanto, el contexto
de cualquier pasaje bíblico es la Escritura completa, en vista de
que el autor de toda la Escritura es el mismo Espíritu Santo. Que
el contexto de la Escritura puede proveernos de una verdadera
explicación de cualquier pasaje, reside en el hecho de su divina
autoría, por virtud de la cual la Escritura se sostiene para estar
en concordancia con ella misma. (Bohlmann, 1968, p.108).
El método gramático-histórico inicia con la consideración de los
antecedentes culturales y contextuales que giran alrededor del texto bajo
estudio, los cuales proveen de fundamento para el componente gramático.
Por medio de éste se trata de encontrar el significado original del texto.
1. Fases y componentes de la exégesis en el método gramático-
histórico
Es útil aclarar que, antes de la fase del análisis histórico-cultural y
contextual, deben realizarse dos pasos fundamentales: la delimitación de la
perícopa a estudiar y el análisis del aparato crítico de la perícopa. El
predicador o maestro debe haber confirmado que son adecuados los límites
de la perícopa. No debe fiarse de la división hecha en la traducción o
traducciones utilizadas. De igual manera, debe haber realizado un estudio
pormenorizado de la fidelidad (existencia) de la perícopa, en los manuscritos
más fidedignos. Para ello, resulta útil el análisis del aparato crítico de la
sección que contiene la perícopa bajo estudio.
Un error en la configuración de los párrafos que conforman una perícopa
puede conducir a fallas en la exégesis. Sirve de ejemplo el caso de 1
Co.12:31, 1 Co.13:1 y siguientes. Algunos teólogos opinan que el capítulo
doce de esta epístola debe continuar en el trece, en el cual se habla de la
preeminencia del amor sobre el resto de los dones. Algunos han llegado a
plantear que ese capítulo trece es un paréntesis. Pero lo cierto es que “es una
parte vital y orgánica del argumento de Pablo” (MacDonald, 1995, p.723).
No considerar 1 Co.12:31 como introducción al capítulo trece, puede
conducir a errores de interpretación.

DIAGRAMA No.3
EL PROCESO Y PROPÓSITO DE LA HERMENÉUTICA
Desde el punto de vista metodológico, es importante generar conclusiones
específicas en cada una de las secciones bajo estudio. Estas conclusiones
deben servir para apoyar las conclusiones del resto de las secciones, de
manera que al final la hipótesis u objetivo o propósito formulado al inicio de
la exégesis sea confirmado. Las conclusiones de cada sección deben ser pues,
coherentes entre sí, de manera que sean útiles para preparar el sermón o
enseñanza.
El siguiente diagrama resalta la importancia utilidad de la formulación de
conclusiones coherentes entre sí, consistentes y concatenadas con el objetivo
de la exégesis.

DIAGRAMA No.4
IMPORTANCIA Y UTILIDAD DE LAS CONCLUSIONES

Cómo seleccionar y limitar un pasaje.


Es importante establecer correctamente los límites de la porción a
estudiar. Este tema es ampliado en la sección sobre ejemplos prácticos. Antes
de seleccionar el pasaje de una traducción específica, se recomienda realizar
una revisión de tres o cuatro traducciones, para analizar las diferencias
existentes entre ellas. Es posible que una versión haya eliminado alguna
conjunción, preposición o artículo útiles para limitar un párrafo. El análisis
del contenido de traducciones, debe ser complementado con el análisis de
variantes textuales, mediante el análisis del aparato crítico del pasaje, para
evitar caer en el uso, en los sermones, de versículos o porciones de versículos
que están bajo debate en la crítica textual. Se recomienda, además, la consulta
a traducciones interlineales, hebreas y griegas. En particular, resulta útil la
lectura del aparato para la segmentación del discurso del Nuevo Testamento
en Griego de las Sociedades Bíblicas Unidas. (Stuart, 1980, p.22,113). La
división de párrafos puede ser diferente en las traducciones al español e
inglés, en virtud de que se hayan obviado partículas léxico-sintácticas
importantes.
Para la selección y limitación de párrafos se sugieren los siguientes pasos
y criterios:
a) Encuentre cláusulas, oraciones o palabras repetidas:
Corley, Lemke y Lovejoy, teólogos estadounidenses, encuentran que la
expresión “para alabanza de su gloria”, se repite en Ef.1:3-14 al final de los
versículos 6,12 y 14, lo cual establece límites a esta porción. (Corley, Lemke
y Lovejoy, 1996, p.15). Esta expresión también aparece en la versión Nueva
Versión Internacional.
Otro ejemplo se encuentra en 1 Jn. 1:6-10, en el cual se repite la
conjunción condicional “si” (εάν) en cada uno de estos versículos establece
un solo cuerpo de ideas: las cosas que debemos considerar para mantener la
comunión con Dios.
En Mateo 5:3-11 se repite la palabra “bienaventurados,” como única
característica d aquellos que son pobres en espíritu, los que lloran, los
mansos, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los de
limpio corazón , los pacificadores, los que padecen persecución y los
vituperados y perseguidos por el Nombre.
La delimitación de un párrafo puede realizarse por la existencia de
interrogantes reflexivas, como el caso de 1 Co. 9:1-18. En esta porción, Pablo
inicia la defensa de su ministerio apostólico, utilizando el recurso retórico de
las preguntas para invitar a la reflexión. Es de notarse que el capítulo nueve
inicia con preguntas, hasta el V.18. Luego de este versículo se observa otra
interrogante en el V.24; no obstante, ésta no guarda relación con la defensa
ministerial de Pablo.

V.1: ¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto[…]? ¿No sois
vosotros?
V.4: ¿Acaso no tenemos derecho?
V.5: ¿No tenemos derecho[…]?
V.6: ¿[…] no tenemos derecho […]?
V.7: ¿Quién fue jamás[…]? ¿Quién planta viña y no come de su fruto?
¿Quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño?
V.8: ¿Digo esto sólo como hombre? ¿No dice esto también la ley?
V.9: ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes?
V.10: ¿O lo dice enteramente por nosotros?
V.11: ¿es gran cosa se segáremos de vosotros lo material
V.12: ¿Cuánto más nosotros?
V.13: ¿No sabías?
V.18: ¿Cuál es pues mi galardón?

Del V.18 al V.19 se produce una transición, lo cual se observa por el


cambio del uso de interrogantes a una cláusula afirmativa que da inicio a otra
idea o tema: “Me he hecho judío a los judíos como judío”. De los versículos
19 al 23 Pablo aborda su estrategia como apóstol para llevar hacia delante su
ministerio evangelístico y de los versículos 24 al 27, Pablo expresa elementos
de su disciplina apostólica.
La porción constituida por los versículos 19 a 23 posee su propio tema.
Se repiten las expresiones “me he hecho”:

V.19: “me he hecho siervo de todos”


V.20: “me he hecho a los judíos como judío”
V.21: “a los que están sin ley , [me he hecho-elipsis] como si yo
estuviera sin ley”
V.22: “me he hecho débil a los débiles”
V.22: “a todos me he hecho de todo”
V.23: y esto hago”

De igual manera, en esta misma porción, se repiten otra expresión que le


proporciona unidad y ayuda delimitarla:

V.19: “para ganar a mayor número”


V.20: “para ganar a los judíos”
V.21: “para ganar a los que están sin ley”
V.22: “para ganar a los débiles”
V.22: “para que de todos modos se salve alguno”
V.23: “para hacerme copartícipe con él”
b) Encuentre conjunciones, adverbios, preposiciones, artículos y
pronombres:
Estos componentes gramaticales, dependiendo de su ubicación en texto,
son útiles para separar párrafos y secciones de un libro. Las conjunciones
unen oraciones o cláusulas principales o subordinadas (explican a las
cláusulas principales). El predicador deberá consultar sobre estas
conjunciones (y, pero, por tanto, aún más, sin embargo, todavía). Los
adverbios son palabras que modifican verbos. Pueden ser mencionados, alto,
pero, allá, ahora, así, como, cuando, por qué. Las preposiciones introducen
términos. Entre las más comunes se pueden mencionar, a, ante, bajo, con,
contra, de, desde, durante, entre, hacia, hasta, mediante, para, por, sin, so,
sobre, tras, versus, vía, antes de, con respecto a, debajo de, delante de, fuera
de, lejos de. También pueden ser útiles expresiones que vinculan cláusulas
principales con subordinadas como: entonces, por lo tanto, sin embargo,
mientras, por lo demás. “Por lo demás” puede dar inicio a un nuevo párrafo,
como en Fil.3:1.
Un ejemplo del uso de conjunciones y preposiciones, para la
determinación de párrafos que componen una perícopa, puede observarse en
Gál.5:16-26:

V.16: “Digo pues […] en el Espíritu” “Reitero que” entra otro tema. Se
inicia la mención de las palabras “Espíritu” y “carne” que luego se
repiten.
V.17: “Porque” indica que la idea del V.16 es causa de lo expresado en
el V.17. Además se repiten las palabras “Espíritu” y “carne”.
V.18: Se repite la palabra “Espíritu”
VV.19,.20 y 21 explican y amplían el V.17.
V.22: Se repite la palabra “Espíritu”,
V.23: Amplía el V.22,
V.24,25: Se repiten las palabras “carne” y “Espíritu”
V.26: Concluye el tarea de la porción.

Puede observarse un cambio de la idea o tema central a partir del


siguiente versículo, el cual rompe la ilación de la idea con la expresión
“hermanos”, la cual introduce otro tema. A partir de Gál. 6:1 y hasta el final
del capítulo sólo aparece la palabra “Espíritu” en el V.8.
Nótese que este criterio es útil, pero no es suficiente, para determinar los
límites de una pericopa. Se requiere la colaboración de otros criterios.
Delimitación de Rom.3:21-28

¿Cómo conocemos que se trata de una perícopa con su propio asunto?


Ello no implica decir que es independiente de todo el contexto. De
ninguna manera. Se trata de otro enfoque sobre la misma temática general del
libro.
El versículo 21 inicia con la frase “pero ahora”, la cual a su vez está
compuesta por la preposición “pero”, conjunción adversativa que contrasta a
lo expuesto en la porción compuesta con los versículos 9 al 20, cuyo tema es
que la inexistencia de seres humanos justos. La conjunción “pero” unida al
adverbio de tiempo “ahora” contrastan lo de antes a lo que prevalece ahora.
Ahora ya no prevalece la ley, sino la justicia de Dios.
El versículo 22 explica la justicia de Dios. Los versículos 23 al 27
explican cómo se produce esa justicia., mediante Jesucristo. El versículo 28
finaliza el tema de la perícopa con el vocablo “concluimos”, el cual cierra con
un principio bíblico: “el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley”.
Nótese que este versículo 28 concluye con la misma idea y expresión del
versículo 20, el cual cerró a la perícopa anterior Rom. 3:9-20.
c) Defina verbos, palabras claves y frases retóricas.
En 1 Tes.5:11-26 la preposición “por lo cual” denota que lo anterior es
causa de lo que sigue, y por lo tanto, inicia una nueva idea y párrafo. En esta
perícopa de dieciséis versículos, los verbos en imperativo ayudan a definir la
idea: la exhortación de Pablo sobre la correcta conducta de los tesalonicenses:
V.11: animaos; V.12: reconozcáis, V.13: tengáis; V.14: amonestéis,
alentéis, sontengáis; V.15: no paguéis; V.16: estad; V.17: orad; V.18:
dad gracias; V.19: no apaguéis; V.20: no menospreciéis; V.21:
examinadlo, retened; V.22: absteneos; V.25: orad; V.26: saludad.

El uso de una frase retórica puede indicar un cambio hacia un nuevo o


diferente tema entre secciones. (Kaiser Jr., 1981, p.72). La repetición de
frases retóricas dentro de un mismo párrafo puede ayudar a definir su tema
central. Ejemplo del uso de frases retóricas para definir un párrafo puede
verse en Prov.8:22-31, en el cual, mediante la figura retórica de la
personificación, se describe a la sabiduría de Dios. En Rom.6:1 se usa una
pregunta retórica para introducir una nueva sección, con un nuevo enfoque de
la gracia justificante, “¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia
abunde?” (Kaiser, Jr., 1981, p.73).
Algunos dichos (hebraísmos) y frases idiomáticas, ya sea por factores
como el tiempo, la distancia y la cultura, hoy día son ininteligibles. En estos
casos resulta válido, un análisis léxico-etimológico inicial. Ejemplos de estos
casos son: Job 30:29: “he venido a ser hermano de chacales y compañero de
avestruces”, y “devoran las casas de la viudas”, Mt.12:40.
d) Defina la idea núcleo o tema principal del párrafo.
Con los antecedentes recabados en los puntos anteriores, es de singular
importancia, determinar la idea principal de la perícopa. Para ello, resulta útil
evaluar cómo se relacionan las oraciones que conforman los párrafos y los
diferentes párrafos que conforman la perícopa. En Gál. 5:16-26 el tema o
núcleo central es “las obras de la carne en contraste con el fruto del Espíritu”.
Ejemplos podemos observarlos en 1 Co.13, en cuyo capítulo se aborda el
tema del amor. En 1 Co.2:1-16, Pablo diserta y enseña acerca de la sabiduría.
(Kaiser Jr., 1981, p.96).
Algunas veces, el núcleo o idea central de una perícopa está expresada en
una oración ubicada el inicio, en el medio o al final de la porción; y ésta
vincula al resto de los párrafos de ésta. Walter C. Kaiser Jr., teólogo
estadounidense, ofrece un ejemplo de cómo una oración puede ayudar a
esclarecer el tema de una porción. Kaiser comenta Núm.12:1-13 en la que la
expresión en el V. 12 puede establecer el propósito de la narración en el
desierto en Cades: “Por cuanto” (en consecuencia de que) no creísteis en mí,
para santificarme delante de los hijos de Israel”.[20] Si bien es cierto que el
V.10 registra el acto de desobediencia e ira de parte de Moisés, la
culminación y enseñanza de este acto ser concluye en el V.12. Con este acto
de desobediencia e ira, Moisés no santificó la dignidad y autoridad de Dios
ante el pueblo. No se trataba de hablar con palabras fuertes “rebeldes”, ni de
golpear la peña, sino de obedecer lo que Dios había mandado “hablad a la
peña a vista de ellos”. El tema podría ser “consecuencias de la desobediencia
no apegada a la palabra de Dios”.
e) Encuentre expresiones o verdades doctrinales.
En Gál.2:16-21 “el hombre no es justificado por las obras de la ley”, esta
expresión define una doctrina cristiana importante en este texto. Oposición de
la carne y el Espíritu Santo, es clara en Gál.5:16-26.
Gordon D. Fee, teólogo y exégeta canadiense, ofrece un breve análisis de
1 Co. 14:1- 4, en la cual se enseña una verdad doctrinal a la iglesia en
Corinto.(Fee, 1992, pp.66-68). Quizás es más conveniente para el análisis,
incorporar a la perícopa el versículo 5, el cual es concluyente. La
delimitación de esta porción obedece a los siguientes criterios:

V.1:”Perseguid el amor”. Reina-Valera 60 utiliza el verbo “seguid”, para


traducir “αιωκετε”, lo cual es impreciso, en virtud, de que el verbo en
el koiné imprime mayor fuerza.
“Pero anhelad las cosas espirituales”,
“y, más bien, que profeticéis.”
En el versículo 13 del capítulo anterior, Pablo concluye diciendo que
existen tres virtudes, la fe, la esperanza y el amor. En el versículo 1 del
capítulo 14 introduce otro tema: la mayor utilidad de la profecía en el culto.

V2: “Porque el que habla en una lengua no a hombres habla, sino a Dios;
porque nadie oye, pero en espíritu habla misterios.
V.3: “Pero el que profetiza, a hombres habla edificación y exhortación y
consolación.”
V.4: “El que habla en lengua, así mismo edifica, pero el que profetiza a la
iglesia edifica.”
En los versículos 2 al 4, Pablo explica las diferencias en el ejercicio de la
profecía y las lenguas en el culto, y su la utilidad espiritual de ambas.

V.5: “Deseo que todos vosotros habléis en lenguas, pero más, que
profeticéis y mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a
no ser que interprete, para que la iglesia reciba edificación.”
El versículo 5 no debe ser separado de los primeros cuatro versículos
anteriores, en virtud de que éste es concluyente. El verbo y la preposición
relativa: “deseo que o quisiera” que profeticen más que hablar en lenguas en
el culto, establece una norma litúrgica con base doctrinal.
El concepto de la analogía de la fe es útil para definir la existencia de
expresiones doctrinales en la perícopa. La analogía de la fe plantea que la
Biblia de su propia intérprete, en el sentido de que si una doctrina es bíblica,
ella tendrá asidero o fundamento en cualquier otra mención, en el Nuevo o
Antiguo testamentos, que la complemente, confirme o amplíe.

Análisis del aparato crítico


La necesidad del análisis del aparato crítico nace del propósito de
encontrar el texto más adecuado para el análisis del exégeta. Se incorpora
este análisis como parte del método gramático-historico para complementar y
fortalecer la exégesis. Ernst Walder Gassman, teólogo y educador suizo,
define la crítica textual de una manera muy sencilla y práctica:

Se denomina crítica textual del Nuevo Testamento (NT) al


trabajo de comparación de los distintos manuscritos con textos
del NT que fueron encontrados a lo largo de los últimos siglos.
No se trata de una crítica del texto en el sentido de emitir una
opinión sobre si es verídico o no su contenido, sino de ver qué
manuscritos contienen cierta palabra, versículo o pasaje y cuáles
no. (Walder,2017, p.7).
El aparato crítico es el conjunto de notas a pie de página del texto
impreso. Éste señala las diferencias o variantes que presentan los diversos
papiros manuscritos, leccionarios, comentarios de los padres apostólicos y
otros testigos. A lo largo de los siglos los eruditos han tratado de disminuir la
diversidad de variantes un proceso llamado revisiones o “recensiones”.
Material para la crítica textual: 88 papiros, 274 manuscritos unciales, 2,795
manuscritos minúsculos, 2,207 leccionarios. Pasos en el análisis textual:
Análisis de manuscritos, papiros, pergaminos unciales y minúsculos,
leccionarios y citas de los padres de la iglesia.
Ejemplo práctico: Análisis de la perícopa Rom.1:7.
Uso de la versión GNT (griego del nuevo testamento) versión Aland y otros,
1975, p.529.[21]
El aparato crítico de este versículo, analiza dos expresiones: “en Roma”
(εν Ρωµα) y “amados de Dios” (αγαπητοις Θεου). Este análisis cubre la
expresión “en Roma”. El aparato crítico es presentado de la siguiente manera:
1 7 /B/ εν Ρωµα p ¹⁰ , ²⁶ ͮ ͥ ͩ ‫ א‬A B C D ͣ ᵇˢ ¹ K P Ψ 33 81 88 104 181 330
436 451 614 629 630 1241 1739 ͭ ͯ ͭ 1877 1881 1962 1984 1985 2127
2492 2495 Byz Lect itar,d , dem, e, x, z vg syrp,h, pal copsa, bo arm Origengr,1at
Ambrosiaster Augustine // omit G 1739mg 1908mg itg Origen
1: llamado a pie de página.
7: número del versículo bajo estudio /B/: indica cierto grado de duda.
εν Ρωµα: en Roma, porción bajo análisis.
p ¹⁰ , ²⁶ ͮ ͥ ͩ: p ¹⁰ indica el papiro no.10, del S.IV. en Cambridge.
26 ͮ ͥ ͩ indica el apoyo del papiro 26 que también contiene las epístolas de
Pablo y algo de Hechos (año 600 d.c.). el exponente “videtur” indica que la
lectura es dudosa.
‫א‬ A B C D ͣ ᵇ ᶜ son manuscritos unciales. Observar que aparece el sinaítico ‫א‬,
el alejandrino A, y el vaticano B, los más fidedignos.
En el caso de D ͣ ᵇ ᶜ el superíndice abc se refiere a manuscritos de los escritos
de un Teofilacto, un padre de la iglesia, del año 1077 d.C.
Manuscritos unciales o mayúsculos 33, 81, 88, 104, 181, 330, 436, 451, 614,
629, 630
1241, 1739 ͭ ͯ ͭ , 1877, 1881, 1912, 1962, 1984, 2127, 2492 y otros menos
antiguos que los papiros.
El superíndice en el 1739 indica que este texto difiere de otro numerado
1739.
Byz: Indica un manuscrito de la tradición bizantina.[k,l,p] se trata de
manuscritos unciales, pero encerrados en corchetes cuadrados, indica que su
validez textual se considera dudosa.
Lect: La porción bajo análisis se encuentra en algunos leccionarios en el
sinaxario y en el menologio sinaxario: año movible que empieza con la
pascua de la resurrección. Menologio: año fijo que empieza el 1 de
septiembre de cada año.
it: Está en un manuscrito de la ítala, vetus latina o versión antigua latina.
particularmente, la porción bajo estudio está en: a) Un manuscrito que tiene
los evangelios del siglo iv llamado “vercelense”, b) Un manuscrito que
contiene los evangelios, del siglo v llamado “veronese”, c) Un manuscrito del
siglo v, que contiene los Evangelios, Hechos, llamado el bezae
cantabrigenses.
(mon): se refiere al manuscrito de monza, del siglo x, que contiene las
epístolas de Pablo.
vg: es la versión antigua Vulgata del siglo iv-v de las versiones Clementina y
Wordsworth-White.
syr, p,h,pal: versión siríaca Peshita referente a las versiones.
p: peshita.
h: harcleana.
pal: palestina.
cop: versión copta, siglo iii-iv.
sa: sahídica.
bo: bohaírica.
arm: versión gótica armenia.
eth: versión etiopía siglo xvi.
geo: versión georgiana.
slav: versión paleoslava.
origen ᵍᵗ, ˡ ͣ ᵗ: Considerado en los comentarios de Orígenes, padre de la iglesia
en el año 254 d.c. los exponentes gt y lat indica la lengua en la que la obra
citada se ha transmitido.
Chrysostomo: crisóstomo año 457 d.c.
Theodoret: Theodoret año 465 d.c.
Pelaguis: manuscrito de pelagio. año 412 d.c.
Augustine: Agustín. año 430 d.c.
//: significa separación entre dos versiones o variantes.
Omit: significa, esta variante se omite. Se omite “en Roma”.
Existen varios tipos de aparatos críticos o textuales útiles para el análisis de
calidad de los manuscritos. los más utilizados son: The Greek New
Testament de Aland - Metzger y el de Nestle-Aland. Existen pocas
diferencias fundamentales entre estos aparatos críticos. Existen revisiones
periódicas que generan diferencias en la simbología para la presentación de
los aparatos. El GNT utiliza letras del alfabeto entre corchetes cuadrados para
indicar la calidad del testigo. Nestle-Aland no lo utiliza.
B.F. Wescott (1825-1901) y F.S.A.Hort (1828-1892) definieron cuatro
tipos de textos de acuerdo con su origen:1) Los textos Sirios o Bizantinos:
Originarios de Antioquía de Siria y después llevados a Constantinopla. Es un
texto tardío, es decir, posterior del siglo III, 2) El tipo Neutro: Considerado el
más puro, representado por el Sinaítico y el Vaticano, 3) el tipo Alejandrino:
Surgido del Neutro. Sus representantes son el códice Ephraemi y c04 del
siglo IV y el mayúsculo l019 del S. VIII, 4) El tipo Occidental del siglo II.
representado por los unciales d05,d06, f010,g012, Vulgata Latina, las Vetus
Latina, la Vetus Siríaca, Ireneo, Tertuliano y Cipriano. También los
representan Hilario, Ambrosio y Jerónimo.
Generalmente, la existencia de variantes textuales no afecta el mensaje, ni
la calidad de la doctrina. Sin embargo, en algunos casos, se recomienda que
el predicador o maestro, revise con cuidado las variantes, porque éstas
pueden influir en el sentido que se le pueda imprimir al sermón o enseñanza.
Un ejemplo de uno se estos casos, se presenta en I Samuel 16:5[22]:
En el texto masorético se traduce:
“santificaos y venid conmigo al sacrificio”
La traducción en la Septuaginta dice:
“santificaos y regocíjense hoy”
En la traducción del texto masorético se incluye una invitación, o una
orden, de Samuel, a los ancianos de Belén; en el texto de la Septuaginta no se
implica la participación de los ancianos en el sacrificio. Sólo se invita al
regocijo. El error puede originarse en esta diferencia. El predicador y maestro
puede aplicar una u otra traducción. Usando la traducción del texto
masorético, el predicador puede lanzar una invitación al pueblo de participar
en “sacrificios”; si utiliza la traducción de la Septuaginta, se sentirá impelido
a invitar al regocijo.
A continuación se presenta un caso en el cual el análisis de variantes y del
aparato crítico contribuyen a conservar la calidad del sermón y la enseñanza:
[23]

Los versículos 44 y 46 del evangelio según Marcos (Mr.9:44,46) no


existen en los manuscritos más antiguos. Tal afirmación debe ser evaluada
utilizando el aparato critico.

1) Primeramente, en la obra de Aland y otros, el Nuevo Testamento en


Griego (NTG), se presentan dos llamadas, a pie de página, No. 8 y
9, al finalizar el versículo 43.
2) Con relación al V.44, la primera mención de aparato crítico, inicia
con la observación “{A} omit verse 44: lo cual indica que los
manuscritos donde no aparece el v.44 poseen una certeza casi total.
3) Luego son mencionados los manuscritos unciales en los que no
aparece el versículo No.44:
‫א‬: Sinaítico del cuarto siglo d.C.
B: Vaticano del siglo IV d.C.
C: Ephraemi Rescriptus, Siglo V. d.C.
L: Regio, siglo VIII d.C.
W: Washington, siglo V d.C.
Δ: San Gall, siglo IX d.C.
Ψ: Athos, siglo VII y IX d.C.
4) Se mencionan familias de manuscritos f ¹
5) Manuscritos minúsculos con los números 28,565,892,1365
6) l²⁶⁰ : leccionario 260, el cual contiene los evangelios. no se posee
fecha segura.
7) Itᵏ: Se encuentra en la Versión Antigua Latina bobiense del siglo
IV-V.
8) Syr⁸: Versión siria sinaítica.
9) cop: Versión copta
10) arm : Versión gótica armenia.
11) geo: Versión georgiana del siglo V d.C.
12) El símbolo //: Indica separación del análisis de los testigos. Otros
testigos que incluyen la perícopa bajo estudio:
13) A: Alejandrino del siglo IV d.C.
14) D: Bezae cantabrigenses, entre los siglos V –VI.
15) K: Moscú, siglo IX d.C.
16) X: Munich, siglo X d.C.
17) θ: Tiflis, siglo IX d.C.
18) II: Leningrado, siglo IX d.C.
19) f¹³13: Familia de minúsculos.
20) Etc.: Se añaden otros.
Conclusión: No se recomienda el uso de los versículos 44 y 46 porque puede
conducir a afirmaciones en debate.
Luciano Jaramillo C. teólogo, traductor y exégeta colombiano, concluye:

Estos dos versículos son repetición de la expresión que aparecen


el versículo 9:48: “su gusano no muere, y el fuego no se apaga”.
La NVI [Nueva Versión Internacional] los coloca además en la
nota al pie de página. Sin embargo, la expresión “su gusano no
muere, y el fuego no se apaga” no aparece, como parte de los
versículos 44 y 46, en ninguno de los manuscritos antiguos
griegos importantes; y evidentemente fue añadido a los
versículos 44 y 46 por copistas posteriores, que lo trajeron del
versículo 48, donde las palabras son genuinas y están
atestiguadas como parte del original por todos los manuscritos y
testigos documentales de autoridad. (Jaramillo, 2001, p.62).
Los manuscritos donde no aparece el V.44 son más fidedignos. Se
recomienda no usarlo para generar aplicaciones en el sermón y/o la
enseñanza. Un análisis similar puede realizarse para comprobar la veracidad
de la existencia del versículo 46.
Otro ejemplo del análisis del aparato crítico de un versículo, que posee
implicaciones doctrinales, es Jn.6:69.[24] Una comparación de algunas
traducciones se obtiene:

1. “el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. Testigos de respaldo: K ( ) Θc


II ψ 0250 f¹³. 28 700 892 1071 1241 Byz itᵖᶠ syᵖ, ͪ. copᵇᵒ (ᵖ ͬ )
2. “el Cristo el Hijo de Dios. Testigos de respaldo: C³ θ* f¹ 33 565 pc
itᵖᵗ sys
3. “el Hijo de Dios”. Testigos de respaldo: itᵇ syᶜ
4. “el Cristo”. Testigo de respaldo: Tertuliano.
5. “el Cristo el Santo de Dios”. Testigos de respaldo: p⁶⁶ copsa(pt),ac2,bo
6. “el Santo de Dios”. Testigos de respaldo: p⁷⁵ ‫א‬ B C* D L W
copsa(1ms),pbo
Las lecturas de 2 a 5 pueden ser decartadas con base en su respaldo en
manuscritos pobres. Estos textos son el resultado de una armonización o
fusión con pasajes paralelos. (Jn.1:49; 11:27, Mr.8:29).
La lectura del texto 1 posee el respaldo de varios manuscritos bizantinos
[K (Δ) II 700 Byz) y algunas versiones como la Itala latina y la Peshita (itᵖᶠ
syᵖ, ͪ .). Algunos manuscritos Alejandrinos ( p ⁷⁵ B C* D L W) de gran certeza
y otros occidentales ( ‫) א‬.
Las traducciones No. 1 y 6 tienen paralelos en Mt.16:16, en la confesión
de los discípulos en Cesarea de Filipos, que es el paralelo en el evangelio
sinóptico para Jn.6:10-71. El texto 6 posee paralelos en Mr.1:24 y Lc.4:34,
donde un espíritu inmundo a punto de ser expulsado reconoce que Jesús es
“el unigénito de Dios”. Es concebible que cualquiera de las dos lecturas
(traducciones 1 y 6) pueden ser explicadas como el resultado de la
asimilación de un pasaje paralelo. Puede ser menos posible que los escribas
pudieran armonizar el texto 6 con Mt.16:16 para remover la discrepancia
entre los dos porque es más difícil eliminar palabras. Más probable es la
adición en el texto 1. Esto es a favor del texto 6 por ser más corto.[25]
En la preparación del sermón, el predicador debe considerar si el pasaje a
utilizar está citado en algún otro libro de la Escritura. Surgen las siguientes
interrogantes útiles para el análisis: ¿qué uso se le da en las citas? ¿qué
contexto cubre la cita? ¿puede usarse esa cita para los fines del sermón?. Las
coincidencias pueden apoyar el tema del sermón. De existir diferencias,
pueden utilizarse para aclarar, profundizar o rechazar la cita.
Algunas veces, en la fase previa de la delimitación de los párrafos, el
analista, predicador o maestro puede encontrarse con diferencias de enfoques,
por lo que deberá “afilar la punta del lápiz” de manera que, tanto los límites
como el tema de los párrafos, sean correctamente definidos; esto establecerá
pautas para las fases siguientes. A continuación se presenta un cuadro
comparativo de dos estructuras diferentes de la epístola a los Hebreos 5:1 a
7:28. Una de ellas es presentada en la traducción de Casiodoro Reina y
Cipriano de Valera, y la de George H. Guthrie, teólogo estadounidense:
DIFERENCIAS EN LA ESTRUCTURACIÓN
DEL PÁRRAFO
Hebreos 5-1 a 7:28

Puede observarse que si bien ambas estructuras posee el mismo


contenido, aun prevalecen diferencias que pueden provocar diferentes
enfoques, al momento la preparación del sermón o enseñanza.
ESQUEMA Y EXPLICACIÓN DE LOS PASOS
PARA LA EXÉGESIS

I. ANÁLISIS HISTÓRICO –
CULTURAL Y CONTEXTUAL
1.1 Análisis del contexto canónico del libro.
Para efectos de la preparación del sermón, no es obligante el análisis del
contexto canónico del libro que contiene la perícopa a estudiar. Ello en virtud
de que si el libro es considerado como parte del canon, no se hace necesario
demostrar su veracidad, a menos que el predicador o maestro desee resaltar
aspectos que establecen la fidelidad del texto.
¿Cuál es el propósito de demostrar el contexto canónico?
Si un libro posee los atributos para estar en el canon, entonces merece ser
recibido como Palabra de Dios y merece ser recibido como fuente de vida y
de ética cristiana. Debe comprobarse que es parte de la Palabra de Dios.
En la preparación consuetudinaria del sermón o de la enseñanza, el
análisis del contexto canónico del libro puede darse por sentado.

1.2 Análisis del contexto histórico-cultural del libro.[26]


El concepto de contexto engloba factores circunstanciales que rodean a
todos los actores del proceso de comunicación, los factores o componentes
culturales que comparten, las interpretaciones comunes que hacen de ciertas
situaciones que pueden ser diferentes de otras regiones o razas.
Este análisis es importante y pertinente a la exégesis, en virtud de que
puede aportar explicaciones sobre expresiones y comportamientos de los
personajes que intervienen en el texto y aspectos culturales que intervienen
en el desarrollo de una narrativa. Por ejemplo, algunas normas casuísticas
formuladas por Pablo en las epístolas a los corintios devienen de normas
coetáneas en el pueblo.
Se debe resaltar la importancia histórica de la ubicación geográfica,
económica, religiosa, cultural, social, política, y otros. Como ejemplo, puede
señalarse que muchas de las conductas de los corintios surgen de su
influencia cosmopolita por ser una ciudad puerto. Los gálatas fueron en su
origen el resultado de una inmigración de un pueblo profano de Europa.
Se debe caracterizar la situación económica, contexto religioso y social
del escritor. Significado del nombre del escritor, su carácter, su
temperamento, su disposición y habitual modo de pensamiento. Por ejemplo,
el estilo del salmista, no puede ser comparado con el de Pablo, y éste a su vez
no debe ser comparado con el estilo de Pedro en sus epístolas.
El análisis del contexto histórico cobra importancia en la interpretación,
entre otras cosas, ayuda a colocar los hechos en su dimensión real y evitar
exageraciones. Sirve de ejemplo, el caso de Job.19:25,26. Al olvidar el
contexto, se interpreta que Job habla de Cristo y es consciente de ello.
(MacDonald, 2000, p.502). En su contexto histórico, Job esperaba la
resurrección de su cuerpo, una esperanza en Dios y en su vindicación. Para
Job, Dios el que se levantaría para defenderlo es el “goel” o “pariente
redentor” o “vindicador”. ( Kaiser y otros, 2011, p.244). Gleason L. Archer,
téologo estadounidense, plantea que “hay muchos críticos que insisten en que
la correcta interpretación del original hebreo [en Job.19:25,26] no indica otra
cosa que la reinvidicación del alma después de la muerte en un estado
perfectamente incorpóreo” (Archer, 1981, p.511). Luciano Jaramillo, teólogo
y exégeta colombiano afirma: “la frase `Yo sé que mi redentor vive´, y que al
final triunfará sobre la muerte” (Job 19:25) no necesariamente se refiere a
Cristo ni a su mediación redentora, tal como lo aprendenos siglos después en
el Nuevo Testamento.” (Jaramillo, 2005, p.88). Sin duda, el contexto
histórico indica que Job se refería a Dios. No se refería a Cristo. No obstante,
al mirar el Antiguo Testamento, desde el Nuevo, es claro que el Redentor al
cual se refería Job es Cristo, sin conocerlo. Por lo tanto, el predicador o
maestro, al predicar o enseñar sobre esto, debe tener el cuidado de no afirmar
que Job profetizó sobre Cristo en pleno conocimiento.
Debe investigarse la naturaleza del auditorio o destinatarios, lugar y fecha
del contexto del auditorio. Situación política, social y religiosa de la sociedad
al momento de la escritura del libro. Investigar todos los datos personales del
escritor y los pasajes que lo revelan en el libro. Si el destinatario es una
persona, investigar todo lo relativo al personaje. Si es una iglesia, investigar
las circunstancias que rodearon su fundación, posterior desarrollo, dinámicas,
problemas o conflictos que existían en la iglesia. Si es una ciudad, investigar
su situación religiosa, cultural, social y política. Prácticas culturales:
costumbres familiares, normas de vestimentas, costumbres sociales,
recreacionales, música y arte. El propósito es investigar si todo este contexto
tuvo algo que ver en la redacción y mensaje de la perícopa.
1.3 Análisis del contexto del libro con respecto a otros libros de la
Escritura.
¿Qué ocurría en la época en la que el escritor redactaba el libro? Relación
con otros libros del canon y otros libros históricos coetáneos no bíblicos.
Existen escritos extrabíblicos que pueden contribuir a completar el escenario
histórico de la época del libro canónico, para explicar situaciones y hechos
bíblicos.
1.4 Análisis del contexto de la sección bajo estudio. Análisis del contexto
inmediato de la perícopa.
Se refiere a la sección donde está ubicada la porción o perícopa
seleccionada. Es un comparación entre secciones. En cuántas secciones se
divide el libro. Este análisis busca identificar los elementos que relacionan las
secciones.
Cuáles son los bloques mayores del material seleccionado y cómo
armoniza con un todo. Cuál es el bosquejo del escritor. Cuál es la conexión
entre el pasaje bajo estudio y los bloques de material precedentes y
subsiguientes. Por lo general hay una conexión teológica entre cualquiera de
los pasajes con el contexto y acontecimientos que rodean a una perícopa. ¿Es
el pasaje una declaración descriptiva o casuística o una verdad prescriptiva o
apodíctica? ¿qué constituye la enseñanza principal del pasaje y cuáles son los
detalles incidentales del pasaje? En este punto anterior resulta muy útil la
definición y limitación previa de la perícopa, vista en el punto “Cómo
seleccionar y limitar un pasaje.”
Presentar conclusiones.
II. ANÁLISIS LÉXICO - SINTÁCTICO[27]
2.1 Análisis del tipo o género literario.
En este análisis, se explican las características generales del género
literario, (epístola, carta, narración, prosa, poesía, profecía, apocalíptica, etc)
del libro bajo estudio. Se comentan las frases características de este género en
el libro.
2.2 Análisis de la sintaxis de los párrafos
La sintaxis estudia el modo en que se combinan las palabras y los grupos
que éstas forman para expresar significados, así como las relaciones que se
establecen entre todas esas unidades. El análisis léxico-sintáctico es el estudio
del significado o sentido de las palabras tomadas aisladamente (lexicología-
semántica) y la manera en que estas palabras están combinadas (sintaxis), a
fin de determinar con mayor precisión el significado que el escritor original
pretendía imprimirles. Se divide la porción o perícopa en párrafos. Se
mencionan los criterios utilizados para dividir los párrafos, divisiones
naturales del texto. Se describe el propósito de cada sección. Se analiza la
sintaxis de las oraciones o frases características de cada sección.
2.3 Análisis de la sintaxis de las oraciones.
Deben analizarse todas las oraciones o frases significativas que componen
la perícopa bajo estudio. Son significativas las oraciones que definen y
caracterizan el mensaje o propósito del libro o sección. Identificar las
palabras conjuntivas o de enlace dentro de los párrafos y oraciones. Las
palabras conjuntivas conjunciones (y, pero, porque, que, pues); preposiciones
(según, sobre, tras, pero); pronombres relativos (que, cuanto); muestran la
relación entre dos o más pensamientos. Las palabras de acuerdo con su
función en la oración o discurso reciben el nombre técnico de morfemas. De
acuerdo con el orden una palabra independiente (lexema) puede adquirir
significados de acuerdo con el orden en la oración o discurso.
Se recomiendan las herramientas, a continuación mencionadas, para el
análisis léxico –sintáctico: Gramática de hebreo, gramática de griego,
diccionario de hebreo y griego, diccionario de teología del AT y del NT,
diccionario léxico – morfológico, Biblia Hebraica Stuttgartensia y The Greek
New Testament.
2.4 Análisis esquemático del pasaje. Análisis del diagrama de flujo.
Se realiza un análisis de las cláusulas u oraciones de la sección. La
cláusula se define como el conjunto de palabras con un sentido completo.
Puede estar compuesta de varias oraciones. Se ubican las oraciones en
“cascada” de acuerdo con su función sintáctico – gramatical en la porción. Se
organizan las oraciones, cláusulas, frases o palabras en un esquema de
izquierda a derecha, utilizando sangrías de diferentes longitudes. El diagrama
No.5, a continuación, presenta un ejemplo de cómo armar un diagrama de
flujo.

DIAGRAMA No.5
ESTRUCTURA MORFOLÓGICA DEL DIAGRAMA DE FLUJO
Versículo No.
Oración principal (se describe su estructura: artículo, pronombre,
preposición, sujeto predicado, complemento directo, indirecto, circunstancial,
etc.
______ (sangría) Oración subordinada. Se explica su función sintáctica.
______ (sangría). Oraciones, frases expositivas.
______(sangría). Frases adicionales.

Procedimiento:
Se inicia separando las oraciones que poseen sujeto, predicado y
complemento. Ej. Diagrama de flujo de la oración: “El niño camina
lentamente con su perro”.
El niño (Sujeto. Artículo y sustantivo).
______camina (Predicado introducido por un verbo).
lentamente Complemento directo. Se introduce con un
adverbio de tiempo que modifica la forma de caminar del sujeto.
______Con su perro: frase adverbial de modo.
En esta fase se usan los verbos, adverbios, frases subordinadas o cláusulas
adverbiales, sustantivas, adjetivas, como se observará en la parte práctica. La
utilidad de este análisis es observar cómo se relacionan e interinfluyen los
componentes de la perícopa. Este análisis es fundamental para identificar
dónde nacen las doctrinas. Dado que la sintaxis del hebreo y griego difieren
entre sí, habrá que ajustar el orden de las oraciones, del hebreo al español, y
del griego al español. De allí la importancia del análisis del diagrama de
flujo.
CÓMO ANALIZAR LA ESTRUCTURA DE UN PÁRRAFO EN EL
ANÁLISIS LÉXICO – SINTÁCTICO.
Para identificar las enseñanzas y verdades contenidas en la perícopa bajo
estudio, es menester conocer los componentes sintácticos (función) y
semánticos (significado) en cada frase, cláusula y oración que integra dicha
perícopa.
En el idioma español, como en el hebreo y griego, las palabras se
clasifican de acuerdo con su función, en:[28]
a) Nombre o sustantivo: Sirve para identificar a personas, animales y
cosas. (Juan, lobo, roca).
b) Verbo: Expresa acción (correr) o estado (está).
c) Pronombre: Utilizado para reemplazar al nombre. (yo, tú, él, usted,
nosotros, vosotros ellos, nos, me, mi, etc.)
d) Artículo: Determina el género, número y define al sustantivo. (El,
la, lo, las, unos).
e) Adjetivo: Sirve para calificar al nombre o sustantivo. (bueno, malo).
f) Adverbio: Modifica al verbo. (corrió demasiado).
g) Preposición: Establece una relación entre dos palabras u oraciones.
Ejemplos de preposiciones: a, ante, bajo, con, contra, de, desde, en,
entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, sobre, tras. Existen frases
preposicionales, muy utilizadas en las traducciones del texto bíblico
en español como: a causa de, fue en, junto a, por encima de.
h) Conjunciones: Sirven para unir dos o más palabras u oraciones.
Existe una variedad de conjunciones:
Conjunciones copulativas: Sólo unen dos o más oraciones.
Ejemplos: y, e, ni, que, Conjunciones disyuntivas: Unen dos
oraciones alternativas diferentes. Ejemplos: o, ahora, ya que.
Conjunciones adversativas: Contraponen las oraciones que unen.
Ejemplos: mas, pero, empero, aunque, sino, sin embargo, antes bien.
Conjunciones causales: Expresan causa, razón o motivo. Ejemplos:
porque, pues, pues que, supuesto que, una vez que.
Conjunciones continuativas: Expresan continuidad entre las
oraciones que unen.
Ejemplos: pues, así que, conque, así mismo, ahora bien.
Conjunciones comparativas: Establecen una comparación entre las
oraciones que unen. Ejemplos: Como, así, así como, así que, cual.
Conjunciones finales: Establecen una finalidad o propósito.
Ejemplos: para que, a fin de que.
Conjunciones consecutivas: Indican una consecuencia. Ejemplos:
conque, luego, pues, por consiguiente, por tanto, por lo tanto.
Las conjunciones juegan un papel importante para analizar un párrafo
bajo estudio. En particular, las oraciones subordinadas que describen o
explican las cláusulas principales o independientes.
Las palabras y oraciones, dentro de un párrafo o perícopa, adquieren
significados cuando se enlazan para generar un mensaje. Sacar o extraer una
palabra u oración de su contexto, puede llevar a cometer errores. Por ejemplo:

Hoy no camino en el parque.


Te hablé del camino.
En la primera oración, la palabra “camino” es un verbo; en la segunda,
esta misma palabra es un sustantivo. Otro elemento léxico-sintáctico a
considerar en el análisis del párrafo o perícopa, es la subordinación u
oraciones subordinadas. En todo párrafo, existen las oraciones principales,
que recogen el núcleo o idea principal del párrafo, y las oraciones
subordinadas, que son dependientes, que explican o detallan a la oración
principal. Ejemplo:

Seremos salvos cuando Tú entres en nuestros corazones.


En este breve ejemplo, existen dos oraciones, una oración principal:
(nosotros) “seremos salvos”, y una segunda oración, “cuando Tú entres en
nuestros corazones”. La segunda oración no tiene significado independiente.
Éste depende de la oración principal.
Un ejemplo sencillo de un diagrama de flujo, puede obtenerse de un solo
versículo de 1Tes. 1:2
DIAGRAMA DE FLUJO DE LAS ORACIONES
1 Tes. 1:2:
(Nosotros) Damos gracias (cláusula)
(sangría) a Dios (complemento directo, sobre el cual recae la
acción de dar gracias).
(sangría) siempre (adverbio de tiempo)
(sangría) no de este siglo (genitivo)
Obsérvense los componentes del versículo separados por sangrías, para su
mejor análisis. El diagrama de flujo clasifica, en el orden sintáctico, los
componentes del versículo o perícopa bajo estudio. De esta manera facilita el
desglose de las ideas y, por lo tanto, la interpretación del texto. Se concluye
de este breve análisis del diagrama de flujo, que Pablo da gracias a Dios en
todo momento.
En el siguiente ejemplo, puede observarse, en mejor forma, el efecto
gradación[29] en el diagrama de flujo:
EJEMPLO DE DIAGRAMA DE FLUJO
SENCILLO CON GRADACIÓN

Os.2:21,22: “En aquel tiempo

Puede observarse la gradación señalada por las líneas verticales. Aquí se


produce una hermosa prosopopeya o personificación (presentar cosas
inanimadas como si fuesen personas). Gn.4:10, 9:5; Lv.19:23. Lo
metodológico en esta gradación es que la palabra repetida “ellos” y el verbo
“respnder” ayudan a construir el diagrama de flujo. Su implicación teológica
es que el Señor escucha el clamor de Israel, quien dará la lluvia que había
cerrado. Con base en (Deut.28:23,24), los productos escuchan a la siembra y
responde a la tierra; la tierra escucha a los productos y le dan respuesta; la
tierra grita a los cielos y ellos escuchan el clamor del pueblo y claman a Dios.
(Jn.1:1,2; Rom.8:29,30;10:14).

Otro ejemplo sencillo:


1 Co. 2:6

Otros ejemplo:
1 Co. 3:16
¿No saben que
ustedes son el templo (complemento directo)
de Dios? (este es un genitivo de pertenencia)
1 Co. 3:1
Y no pude hablar (el verbo en infinitivo sirve para dividir)
a ustedes (complemento directo)
1 Co. 2:2
Me propuse (el verbo es útil para dividir)
no saber ni una cosa (cláusula verbal)
entre ustedes (cláusula adverbial de ubicación)

Otro ejemplo:
1 Tes. 1:2,3

Otro ejemplo con alguna diferencia en su presentación:


1 Co.11:7 (norma casuística)
Otro ejemplo:
1 Tes.5:16-18

A continuación, se presenta un diagrama más completo:


1 Co. 14:1-4
Seguid el amor (imperativo)
y (conjunción)
procurad los dones espirituales (imperativo)
pero sobre todo (conjunción adversativa
que contrapone que (pronombre relativo que introduce)
profeticéis (verbo imperativo)
porque (conjunción causal-causa)
el que habla en lenguas (cláusula afirmativa)
no habla (niega una acción)
a los hombres (complemento directo)
sino a Dios (conjunción adversativa que
contrapone)
pues (conjunción de causa,
motivo o razón)
nadie le entiende (cláusula
de exclusión)
aunque (conjunción
adversativa)
(oración) habla misterios
Por el Espíritu habla
misterios.
(preposición que indica el medio
por el que se ejecuta la acción)
Pero (conjunción adversativa que
contrapone dos cosas)
el que profetiza habla (oración)
a los hombres (complemento directo)
para (preposición que denota propósito)
edificación (propósito)
exhortación (propósito)
y consolación (propósito)
el que habla en lengua extraña (complemento de modo)
se edifica a sí mismo (pronombre personal
con acusativo)
pero (conjunción adversativa)
el que profetiza (oración)
edifica a la iglesia (complemento directo).

A continuación, se presenta el diagrama de flujo correspondiente a 1


Co.9:19-23:
V.19: Por lo cual, (En consecuencia, por lo anterior)
Me he hecho siervo de todos, (Estrategia de adaptación para
el evangelismo)
siendo libre de todos, (no siendo parte)
para ganar a mayor número (propósito)
V.20: Me he hecho a los judíos como judío, (Estrategia de adaptación para el
evangelismo)
para ganar a los judíos; (propósito)
a los que están sujetos a la ley
aunque yo no esté sujeto a la ley como
sujeto de ley (no siendo parte)
para ganar a los que están sujetos a la ley (propósito)
V.21: [Me he hecho – elipsis ] a los que están sin ley.(Estrategia de
adaptación para el evangelismo)
como si estuviera sin ley no estando yo sin
ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo. (no
siendo parte)
para ganar a los que están sin ley (propósito)
V.22: Me he hecho débil a los débiles, (Estrategia de adaptación para el
evangelismo)
para ganar a los débiles, (propósito)
A todos me he hecho de todo, (Estrategia de adaptación para el
evangelismo)
para que de todos modos salve a algunos (propósito)
V.23: Y esto hago por causa del evangelio, (Estrategia de adaptación para el
evangelismo).
para hacerme copartícipe de él (propósito)

Conclusión:
Se observa y se confirma, en todos los versículos de la perícopa bajo
estudio, el propósito: la expresión “me he hecho” (VV.19-22) y “esto hago”
establecen la estrategia evangélica del apóstol.

III. ANÁLISIS VERBAL


3.1 Análisis del significado original de las palabras.
Análisis del significado de las palabras y frases de interés. Usos en su
tiempo y cultura. (Análisis etimológico, sincrónico y diacrónico).
En el análisis verbal, el criterio para seleccionar las palabras a analizar es
su pertinencia teológica. No se trata de analizar todas las palabras que
conforman la perícopa bajo estudio. El analista deberá seleccionar aquellas
lexemas o palabras que guardan relación con le idea principal o núcleo de la
perícopa.
Se recomienda usar diccionarios, traducciones interlineales, el Tanak,
léxicos y realizar una traducción personal, Confeccionar una lista de palabras
claves y repetidas. Se deben buscar palabras únicas (hapax legomena),
repetidas, contrastes, comparaciones, enumeraciones, expresiones de causa –
efecto, figuras retóricas, conjunciones, verbos, preguntas, diálogos, cláusulas,
términos con carga emotiva, lenguaje poético e imágenes (semiótica) par
encontrar palabras claves.
Determinar individualmente el sentido de las palabras. Cualquier palabra
que sobrevive por mucho tiempo en un idioma, tiende a adquirir una gran
variedad de significados. Es necesario investigar los diversos significados
posibles de las palabras antiguas y determinar cuál de los varios significados
posibles es el que el autor tenía la intención de comunicar en un contexto
específico.
En el análisis verbal deberá tenerse cuidado con el estudio etimológico de
la palabra. No todo el tiempo el significado en el origen de la palabra es el
adecuado. La etimología es útil para analizar el origen de las palabras,
rastrear la transmisión de un idioma a otro (arameo-griego), analizar los
componentes de las palabras e identificar términos afines.
De igual manera, deben ser consideradas las palabras que se repiten en la
perícopa con un importante significado teológico, aplicaciones con
importancia teológica, frases características del libro. Ej. en Ef.1:1-12:
“lugares celestiales”, “predestinados”, “adoptados”, “misterio de su
voluntad”, “regiones celestes”. La frase: “consumado es”, frase expresada por
Cristo en la cruz, significa que se ha completado su obra redentora. La mima
frase aplicada en otro contexto: “Octavio Paz es un poeta consumado”, puede
significar que es un poeta completo. Pero la expresión: “es un consumado
granuja”, que significa “un pillo sin remedio”.
Las palabras o frases pueden tener denotaciones populares y técnicas. En
un hospital la frase “estar quebrado” pudiera referirse a alguien que padece
hernia. En el ámbito comercial pudiera referirse a alguien que se ha declarado
en quiebra.
Las denotaciones literales con el tiempo tienden a conducir a
denotaciones metafóricas. Por ejemplo, cuando se emplea en el sentido
literal, “verde” designa un color. Pero empleado figuradamente el significado
puede extenderse del color literal de una manzana sin madurar, a una persona
que no tiene experiencia o un anciano al que le gustan las jóvenes.
Una palabra puede adquirir significados dependiendo de los contextos.
Cuando una palabra adquiere un solo significado por el contexto recibe el
nombre de “término”. Ejemplos: Col.1:27 “esperanza”, 2 Co.1:15 “gracia”; 1
Co.1:30 “justicia”. Logos (λογος) en He.4:12 posee un significado diferente a
la misma palabra en He.5:13.
En He.4:13 se habla de las Escrituras; He.5:13 es un genitivo de relación
u objeto. Logos puede implicar también palabra, doctrina, enseñanza. En
Rom.8:1 (κατακριµα) puede referirse a la liberación de la esclavitud de la
naturaleza pecaminosa; pero en Rom. 5:16,18 puede significar la liberación
del pecador de la pena de sus pecados. En Rom.9:24-26 se dan dos tipos de
llamados con diferentes naturalezas (καλεω). En los VV.24,25 el llamado es a
la salvación; en el V.26 el llamado se refiere a un cambio de naturaleza (hijos
de Dios). En Fil.3:1 y 4:4 siempre se ha interpretado “alegraos” (χαιρετε)
como imperativo, dirigido en segunda persona del presente indicativo plural.
Pero puede interpretarse como una forma de exhortación al aliento. En
Sal.1:1 la palabra “bienaventurado” (dichoso, alegre) está relacionada,
etimológicamente, con “ir derecho hacia delante”. Podría traducirse “camina
firme hacia delante, el hombre que no anduvo en consejo de malos”. Esto
lleva a una diferente interpretación.
El análisis verbal debe incorporar, únicamente, aquellos términos o
vocablos que guardan relación con el tema de la perícopa bajo estudio. Esto
evitará que el predicador o maestro consuma tiempo innecesario en el
estudio.
Un ejemplo del cambio en la orientación y énfasis que una expresión
puede ejercer sobre un texto, se observa en Jn.5:18. Los judíos procuraban
matar a Jesús porque decía que era hijo de Dios y se hacía igual a Dios. Un
análisis del texto ayuda a concluir que el problema no era porque Jesús decía
que era hijo de Dios, porque Jesús era judío y los judíos también se
consideraban hijos de Dios. La clave está en la expresión “su propio” (ιδιος).
Esta expresión implica decir que Dios era su propio y exclusivo Padre, una
posesión especial y única. No se trata de un simple pronombre posesivo. La
expresión equivale a decir que Jesús era divino.
En otros textos como Mt.22:5, 25:14 y Ef.5:22, se usa el mismo
pronombre posesivo; sin embargo, no poseen la misma connotación.
(Greenlee, 1972, p.35).
3.2 Análisis de traducciones o versiones.
Se escogen cuatro o más versiones: Versión de Casiodoro Reina, Biblia
de Jerusalén, Nueva Traducción Viviente, Nueva Versión Internacional, Dios
Habla Hoy, Nacar– Colunga, etc. Se analizan sus similitudes, diferencias y
sus implicaciones teológicas. Tal como se ha comentado, este análisis
comparativo posee el objetivo de resaltar las diferencias por variantes
textuales observadas en las diversas traducciones. Versiones como la de
Casiodoro Reina o Reina – Valera, es una traducción formal o funcional que
tiene como base el Textus Receptus. En cambio, la Nueva Versión
Internacional, es una traducción que utiliza el método de equivalencia
dinámica[30] y cuya base de traducción se encuentra en el Textus Criticus.
Esta comparación se realiza atendiendo los siguientes criterios:

1) Resaltar sólo las diferencias relacionadas con el tema de la perícopa


bajo estudio. Esto evitará realizar un extenso y complejo parangón,
no aplicable al análisis.
2) Resaltar las variantes entre las traducciones que pueden cambiar el
sentido de la predicación, para evitarlas. Se recomienda no utilizar
oraciones, frases o palabras que están en debate, de acuerdo con el
análisis del aparato crítico.
Generalmente, la presencia de variantes textuales en las diversas
traducciones, no conduce a problemas doctrinales. No obstante, en el caso de
la predicación de sermones específicos, pequeñas diferencias se traducen en
graves errores. El predicador puede tomar una palabra o expresión cuya
fidelidad es dudosa y realizar una aplicación errónea. Se recomienda no
predicar sobre textos, expresiones o palabras cuya existencia es dudosa.
Fee y Stuart, dan a conocer caso muy conocido. (Fee y Stuart, 1985,
p.28). Al comparar la versión Reina-Valera (RV 1960) con la Versión
Popular y la Nueva Versión Internacional (NVI), en 1 S 8:16. La version RV
1960 traduce “vuestros mejores jóvenes y vuestros mejores asnos”; las
versiones VP y NVI traducen “sus mejores bueyes y asnos”. El análisis del
aparato crítico del hebreo da a conocer una mayor certeza de la traducción de
la Septuaginta utilizada por VP y NVI, en contraste con la traducción de RV
1960. El incorrecto uso de la palabra “jóvenes” puede hacer que el predicador
incorpore en su sermón, un grupo etáreo, no incluido en las acciones de un
nuevo rey sobre el pueblo.
El análisis de traducciones o versiones debe complementarse con el
análisis del aparato crítico, con la finalidad de determinar el grado de
fidelidad de las variantes y su aplicabilidad en el sermón o enseñanza.
3.3 Análisis de las figuras literarias y modismos.
Se seleccionan y se analizan, símiles, metáforas, proverbios, metonimias,
alegorías, parábolas, hebraísmos y otras figuras retóricas. Se debe tener en
cuenta que el uso de figuras retóricas posee una finalidad en el lenguaje.
Lejos de ser un mero artificio poético, con ellas, el escritor bíblico, llama la
atención, subraya o resalta una idea, la cual debe ser escudriñada por el que
analiza la perícopa.
3.4 Análisis de los usos excepcionales de las palabras.
Se analizan los significados de aquellas palabras que guardan relación
directa con la idea central de la perícopa bajo estudio; aquellas palabras que
contribuyen a explicar el propósito y dar sentido al párrafo.
3.5 Otros criterios de apoyo para identificar el significado.
El análisis puede considerar criterios adicionales extraídos de otros
métodos que pueden ser útiles dependiendo de la perícopa bajo análisis. En
primer lugar, puede tratarse de establecer el referente: Se refiere al objeto,
evento, o proceso en el contexto al cual es dirigida la palabra, frase o
expresión, ¿de qué o de quién se habla? Ej. en Hch.8:34 el etíope pregunta
sobre el referente: “¿de quién dice el profeta esto?” Is.53:7,8. ¿Cuál es el
referente en Jn. 6:53? La “carne” hace referencia en encarnación del Hijo; la
sangre, a su muerte. En 2 Co. 11:13 los “grandes apóstoles” son gnósticos y
judíos helenísticos. En 2 Tes. 2:3,7 los referentes son al anticristo y el
Espíritu Santo. En segundo lugar, puede tratarse de establecer el sentido: se
refiere a lo que se dice del referente. lo que se desea transmitir del referente.
Ej. En Rom.9:30-10:12, el referente es el pueblo judío. el sentido es alcanzar
justicia, que se expresa en un discurso. En tercer lugar, puede tratarse de
identificar la intención del escritor: Debe analizarse cómo se estructura una
afirmación del escritor original, cómo se conjugan las palabras, frases y
oraciones en una pieza literaria para formar significado. Uso literal o
figurativo. uso de figuras retóricas. En Mr.10:25, marcos extiende la
aplicación a todo rico de todos los tiempos; sin embargo no toca la salvación.
En Mr.7:6 la referencia a Isaías alcanza a una audiencia a través de los siglos.
Israel convirtió la justicia en un programa de obras. (Rom.9:32). El celo de
Israel no está basado en un conocimiento que viene de la Palabra de Dios.
(Rom.10:2). Israel perdió el fin o meta de la ley. (Rom.10:3,4).
Conclusiones del análisis verbal.
III. ANÁLISIS TEOLÓGICO
Se sugiere determinar la posición u orientación o mensaje teológico del
libro o perícopa sobre la naturaleza de la relación de Dios con el hombre y la
revelación. Identificar las implicaciones teológico-doctrinales del pasaje bajo
estudio. Determinar el significado que el pasaje tuvo para sus destinatarios
originales a la luz de su conocimiento. Identificar el conocimiento adicional
acerca de este tema que está a nuestro alcance gracias a la revelación
posterior. Evaluar la extensión de conocimiento teológico al alcance de las
personas de ese tiempo. (Moisés vs. Pablo). Se recomienda el análisis
comentarios de estudiosos responsables. Debe considerarse la corriente
teológica a la cual pertenece el comentarista.
Análisis comparativo y de cognados.
Abordar el aspecto teológico de la perícopa bajo estudio, es determinar la
relación de ésta con la doctrina expresada en el resto de las Escrituras. Se
recomienda estudiar cómo se inserta la enseñanza de la perícopa con la
doctrina[31] general del libro y de toda la Escritura. Se aplica el concepto de
analogía de la fe, el cual conceptúa que la Biblia se explica a sí misma en
unidad. Pasajes paralelos o conceptos teológicos similares que aparecen en
otros libros.
Presentar conclusiones.

IV. ANÁLISIS HOMILÉTICO.


Hacer una lista de los principios o enseñanzas que surgen de cada una de
las secciones que componen el análisis del pasaje. Estructurar el bosquejo del
mensaje. Las divisiones principales y secundarias surgen del diagrama de
flujo. Palabra clave, título, tema, introducción, divisiones principales,
divisiones secundarias, oraciones de transición, ilustraciones, conclusiones,
llamado. Cómo volcar el resultado o producto de la exégesis en la
predicación. Tipo de predicación. Análisis del tema. Análisis de los puntos
principales. Análisis de los puntos subordinados. Conclusión. Ilustraciones.
2- Cómo citar el Antiguo Testamento desde el Nuevo
Testamento
Existen innumerables enfoques divergentes en cuanto al uso de la
tipología, el sensus plenior, el paralelismo, la analogía de la fe [32]y otros
conceptos relacionados con el uso del Antiguo Testamento en el Nuevo
Testamento. La rigurosa aplicación del método histórico-gramático inhibe y
limita la posibilidad del abuso de estos conceptos. (Thomas, 2002, p.79).
Algunos de estos conceptos no reconocen normas hermenéuticas para
citar el Antiguo Testamento desde el Nuevo, y en su liberalidad, son
susceptibles a caer en errores de intepretación. (Kaiser, Jr. 1985, pp.36-43).
El predicador o maestro debe ser cuidadoso de conservar la justicia o fiel
apego de la verdad, lo cual asegura el efecto de la Palabra en el corazón
humano. De acuerdo con Lars Hartman, teólogo estadounidense, el escritor
novotestamentario cita el Antiguo Testamento para lograr soporte y
autoridad, como en Mt.4:14, Mr.12:10,11. (Hartman, 1972, p.134). Ronald F.
Youngblood, teólogo estadounidense, opina que los escritores del Nuevo
Testamento citaron del Antiguo porque creían que éste apuntaba al Mesías,
por ejemplo en Lc.24: 25-27, 44-49; Hch.3:17-26; 2 Co.1:20, 3:14.
(Youngblood, 1996, p.204).
Lewis Johnson Jr., teólogo estadounidense, plantea que cuando un
escritor del Nuevo Testamento citaba una profecía del Antiguo Testamento,
no necesariamente afirmaba que el texto del Antiguo Testamento era una
predicción profética a ser cumplida en su propio tiempo. Él era consciente de
un cumplimiento futuro. (Johnson, 1996, p.54). Es posible que en ocasiones
no fuera consciente de tal cumplimiento futuro, por lo cual se estaría
implicando el sensus plenior.
Uno de los errores más frecuentes, observados en la interpretación es la
creación de tipos en el Antiguo Testamento y su aplicación en el contexto
actual. Walter Kaiser Jr. utiliza los personajes de Jezabel y Acaz, en 1 R 21,
como ejemplos de explotadores de grupos minoritarios y de empleados que
son explotados y subpagados. La correcta interpretación y la aplicación de
este relato es otra. (Kaiser Jr., 1981, p.187). Se sugieren los siguientes pasos
para evitar caer en las fallas mencionadas:
1) Identifique la intención original del escritor inspirado en la perícopa
en el Antiguo Testamento.
2) Identifique la fidelidad de la porción en los manuscritos más
antiguos.
3) Identifique la fuente de la cual se tomó la cita en el Nuevo
Testamento (Septuaginta, texto masorético, variantes textuales).
4) Observar el uso que el escritor novotestamentario hace de la cita.
Ejemplo: en Jn.3:14, Jesús realiza un parangón entre la serpiente y
Cristo. Se cita un hecho. Núm.21:8,9. En He.11:13 se citan las
palabras de Abraham.
5) Analizar las implicaciones teológicas de la cita. Ejemplos: 1
Pe.3:14,15 cita a Is.8:12,13 y Is.49:8 y 2 Co.6:2. (Snodgrass, 2001,
p.222,223).
6) No realizar comparaciones o citas con implicaciones doctrinales,
sólo por el parecido de las palabras.
7) Verificar si el versículo o porción citados, representan el
cumplimiento de una predicción directa y puede comprobarse
explícitamente en el Antiguo Testamento. Ejemplos, son las
predicciones del nacimiento de Jesús (Mt.1:6 en Miq.5:2 y otros).
(Longenecker, 1987, p.1).
8) Debe ser establecido y aplicado sólo el parangón realizado por el
escritor del Nuevo Testamento. No agregar nuevas comparaciones o
interpretaciones.
9) Seleccionar los comentarios bíblicos de mayor seriedad y prestigio;
no obstante, el analista, predicador o maestro, deberá realizar sus
propias investigaciones.
10) El concepto de doble significado (sensus plenior) en un texto
profético, debe ser minuciosamente verificado. Es posible que, en la
progresividad del mensaje de salvación, puede encontrarse otro
legítimo significado.
11) No deben esperarse múltiples significados o niveles de significados
en una cita novotestamentaria del Antiguo Testamento.
12) El intérprete o lector debe inhibirse de agregar nuevos significados
o nuevas contextualizaciones de una relación de textos, del Nuevo
Testamento hacia el Antiguo Testamento. No se deben “inventar”
significados no sujetos a la intención del escritor original. (Klein,
Blomberg y Hubbard, 1993, pp.131, 132).
3- Algunas observaciones críticas al método gramático-
histórico
Las críticas contra el método gramático-histórico se centran
fundamentalmente sobre su componente histórico. Se señala su relativa
incapacidad para conducir a una interpretación contemporánea o actual del
texto, acercarlo al lector actual. El ubicarse en contextos originales dificulta
la interacción con el lector actual. (Gaitán, 2006, p.145).
Los más ortodoxos afirman que el método se aleja de la Confesión de fe
de Westminster porque no tiene en cuenta dos principios fundamentales: la
suficiencia auto-interpretativa de las Escrituras (la Biblia se auto-interpreta) y
el de interpretación exclusiva (el lector posee suficiente material para la
interpretación dentro de las Escrituras). (McDade, s.f. pp.1,2). Proponen
definir el método como “escritural-gramático”.
Se plantea que cuando se presenta alguna dificultad para delimitar el
contexto de un texto complejo, se utiliza la historia fuera de la Escritura. Ello
implica colocar a la historia secular como explicativo del verdadero
significado de un texto, lo cual puede ser contrario a la verdad bíblica y
puede colocar el principio bíblico en manos de un historiador, geólogo,
arqueólogo, antropólogo o filósofo profesionales. (McDade, s.f. p.2). Para
Paul McDade, teólogo estadounidense y otros, este punto es tan serio, que
lleva a Bernard Ramm, teólogo bautista estadounidense, a afirmar que la
Biblia es errante en ciertos aspectos históricos, factuales y numéricos que no
afectan la fe y la moral. (Ramm, 1970, p.212).
Harold O. Brown, profesor de ética y teología de la Trinity Evangelical
Divinity School, resume este movimiento contemporáneo sobre la inerrancia
e infalibilidad de la Escritura:

Las dudas contemporáneas acerca de la inerrancia e infalibilidad


de la Escritura, de parte de eruditos evangélicos, a menudo
nacen de un deseo de reconocer o de llegar a cierta clase de
arreglo con el método histórico de estudiar la Biblia […]. El
Sínodo de la Iglesia Luterana de Missouri […] identificó y
repudió todo el método histórico-crítico, con sus suposiciones,
como la raíz de donde crecen todas las controversias
contemporáneas sobre la inerrancia […] El caso contra ella [la
inerrancia] parte del prejuicio contra lo sobrenatural. (Brown,
2008, pp.45,46).

Es claro que las observaciones contra el método se orientan hacia el


componente metodológico histórico y pueden llegar a ser utilizadas para
contradecir la inerrancia e infalibilidad de la Biblia.
VII. CÓMO INTERPRETAR
LOS GÉNEROS BÍBLICOS

La Biblia es palabra inspirada por Dios. El mensaje de Dios fue enviado a


la humanidad utilizando el lenguaje humano. Este lenguaje ha sido entregado
en variadas formas literarias. No sólo se trata de narraciones, también se
encuentran: poesía, profecía, parábolas, redacción apocalíptica y otros. La
razón para ello es que los escritores determinaron las vías para lograr que el
mensaje llegara en formas eficientes. Cada forma y estilo literario posee su
propósito y función específica. Descubrir el mensaje inmerso en cada estilo
es, por lo tanto, importante. Esto es materia de exégesis. El predicador o
maestro encontrará, dentro de un solo libro bíblico, varios tipos o géneros
literarios. Un error en la interpretación del género en un texto, puede acarrear
graves desviaciones de la correcta doctrina.
1. La narrativa:
La narrativa son lecciones del pasado con enseñanzas aplicables en el
presente. Es el género más común en la Biblia. Incluye más del cuarenta
porciento del Antiguo Testamento y cerca del sesenta porciento del Nuevo
Testamento. (Stein, 2011, p.79). Incluye la narrativa de hechos históricos y
de narraciones de situaciones específicas, en los que se comunican hechos
reales en forma de relatos.
Las narraciones incorporan una serie de detalles que cubren una verdad.
(Plummer, 2013, p.262). En análisis de las narraciones son útiles las
preguntas ¿qué, cuándo, dónde, y por qué? Entre los libros
veterotestamentarios considerados como libros históricos narrativos se
encuentran los cinco del Pentateuco, Josué, Jueces, Ruth, 1 y 2 de Samuel, 1
y 2 de Reyes, 1 y 2 de Crónicas, Esdras, Nehemías y Ester. En el Nuevo
Testamento se incluyen los cuatro evangelios y Hechos. (Unger, 1976, p.4).
En los evangelios, en su naturaleza narrativa, se pueden observar
componentes históricos, teológicos y tradición oral. (Stein, 2001, p.337).
Plummer advierte sobre la diversidad de la narrativa, con la que el
analista debe tener cuidado, al momento de preparar su sermón o enseñanza:

Los relatos históricos bíblicos están a menudo salpicados de


subgéneros desconocidos, como genealogías (Mt.1:1-17), cantos
(Ex.15:1-18), proverbios (Mt.26:52), profecías (Mr.13:3-37) o
pactos (Jos.24:1-28). (Plummer, 2013, p.262).
Para la exégesis de la narrativa, debe considerarse la observación de Rob
Haskell, teólogo y exégeta estadounidense:
Las epístolas son correspondencia ocasional. Fueron escritas por
razones particulares, para resolver algún problema, para
preparar planes, para dar instrucciones […] anunciar la verdad al
mundo, pero lo hacen por medio de una situación particular.
(Haskell, 2009, p.215).
Haskell describe la naturaleza de las epístolas y cartas, en su característica
narrativa, con un formato definido y estilo directo. El analista deberá tener en
cuenta que, a diferencia de otros estilos o tipos literarios, la narrativa, en
términos generales, no guarda enseñanzas ocultas, es un estilo directo; no
hace juicios morales o éticos, es decir, en la narrativa no se encontrarán
evaluaciones de conductas de si algo está bien o mal; la narración no enseña
doctrinas, más bien las ilustra.
Se sugieren los siguientes criterios prácticos para la exégesis de textos
narrativos:

1) Luego de haber seleccionado y delimitado la perícopa, estudie el


contexto histórico, religioso, social, geográfico y cultural en el cual
se desarrolla la narración. Cuando Jesús se sentó junto al pozo de
Jacob, o a las riberas del Lago Tiberíades, o en el monte, él
establecía el escenario para su sermón, parábola o narrativa. La
reunión en el monte Carmelo (1 R, 18:19) facilitó la congregación
de una multitud y la intervención de Dios. El contexto que rodea
una narrativa puede introducir y ofrecer una idea del mensaje. Para
el estudio del contexto son útiles los comentarios de teólogos y
estudios de historiadores responsables.
2) Separar los párrafos que componen la perícopa. Para ello deben
observarse los mismos criterios que sirven para delimitar la
perícopa.
3) Definir y caracterizar a los destinatarios. En el caso de las epístolas,
es útil conocer cuál era la situación que vivía la iglesia destinataria.
Algunas veces ayuda conocer la composición de la congregación
receptora de la epístola, en virtud de que muchos de los problemas
de las iglesias se debían a diferencias culturales o étnicas.
4) Observar cómo están vinculadas sintácticamente las oraciones que
componen cada párrafo y determinar la idea central. Observar cómo
el escritor vincula las oraciones dentro del párrafo para llevar al
lector a su idea, conclusión o enseñanza final. Es particularmente
útil la sugerencia de Fee y Stuart, de “aprender a pensar en
párrafos”. (Fee y Stuart, 1985, p.43). Este criterio ayuda a definir la
estructura de la perícopa bajo estudio, determinar su núcleo o tema
central, las vinculaciones entre las ideas de cada párrafo.
5) Debe tenerse cuidado de separar los detalles narrativos que no son
normas o señalan elementos doctrinales con los principios que se
desea enseñar.
6) En las epístolas debe tenerse en cuenta, al momento de analizar la
secuencialidad de los temas, que no existe un estricto orden
cronológico entre los hechos presentados.
7) Establecer la intención del escritor inspirado en la narración: ¿cuál
es el mensaje? La última expresión utilizada por el personaje
principal del hecho narrado, puede ser muy orientadora. Por
ejemplo, en el relato de la Transfiguración de Jesús, (Mr.9:2-7), las
palabras que surgen desde la nube en el V.7, establecen la pauta o
motivación de este hecho: “Este es mi Hijo amado; a él oíd.”
8) Se debe considerar la función de cada personaje, su papel y la
importancia que se lo otorga en la narrativa. El espacio que se le
dedica a cada personaje, puede ser un indicador a considerar.
9) En los casos en los que la epístola hace uso de una cita
veterotestamentaria, o una poesía, o una profecía, el intérprete
deberá investigar la relación de estos tipos literarios, con la
narrativa de la epístola.
10) En las epístolas, deberá definirse la situación o circunstancia que
motivó la epístola y la perícopa bajo estudio. En la interpretación de
las epístolas, ricas en narrativas, debe recordarse que su naturaleza
ocasional (escritas para tratar situaciones o circunstancias
específicas de cada congregación), no debe encubrir su autoridad
normativa. (Schreiner, 2001, p.415).
11) La parábola también es un componente de la narrativa.
Generalmente, es una historia no real, extraída de una realidad, de la
que hace uso el escritor para enseñar una lección. (Haskell, 2009,
p.224). De aquí surge el siguiente criterio para interpretar la
parábola: la parábola posee una sola enseñanza fundamental.[33] Este
criterio ayuda a evitar la aplicación múltiple de las parábolas, su
alegorización o su espiritualización. En la parábola se hace uso de
figuras retóricas y de un lenguaje simbólico. De allí que el intérprete
deberá hace uso del instrumental exegético para tratar esos
elementos.
En la interpretación de las parábolas debe evitarse la excesiva
contextualización. En ocasiones se aplican, de manera incorrecta,
conceptos sociológicos, psicológicos, políticos y económicos, de
una parábola, a una situación actual. Es el ejemplo, de la parábola
del buen samaritano, de la cual se han exprimido enseñanzas como
la necesidad de tolerancia, el peligro del racismo y la exlcusión
económica. Pero Cristo enseñó: “Ama a tu prójimo como a ti
mismo”. Lc.10:27. (Stein, 2011, p.173).
12) El predicador y maestro deberá tener el cuidado de no adicionar
ninguna interpretación a la narrativa, salvo sólo el mensaje
establecido por el mismo escritor. (Kaiser Jr. 1981, p.205).
13) Un elemento a considerar en la narrativa del libro de los Hechos,
es el uso de los discursos o intervenciones de los personajes del
libro. De acuerdo con Polhill, teólogo estadounidense, el libro de los
Hechos posee diez discursos importantes: Tres de Pedro (2:14-40,
3:12-26, 10:34-43); seis de Pablo, tres misioneros (13:16-41, 17:22-
31, 20:18-35) y tres de defensa del evangelio (22:1-21, 24:10-21,
26:1-29); y uno se Esteban frente al Sanedrín (7:2-53). (Polhill,
2001, p.401). Estos discursos son importantes porque son ricos en
doctrinas para la iglesia.
En algunas narraciones, el escritor introduce o concluye con el tema
principal de la perícopa. Un ejemplo, se encuentra en Deut.34:9-12,
en el cual se concluye y resume el tema de Éxodo y Deuteronomio,
(Stein, 2011, p.89). En Jn.20:31,31 se concluye el evangelio de
Juan. (Stein, 2011, p. 90).
2. La poesía:
La poética puede distinguirse porque se trata de un estilo cuyo escrito
utiliza formas retóricas, con las ideas ordenadas con esquemas definidos y
con propósitos generalmente emotivos. La poesía posee un fuerte contenido
afectivo, emocional, lamentos, alabanzas y acción de gracias, por lo tanto, un
criterio interpretativo importante en este tipo literario, es definir el carácter,
estado anímico y la situación histórica en la que se encuentra el escritor
original y cómo desea llegar al corazón del lector.
En el estilo poético, el escritor trata de grabar en mensaje en el corazón
del lector, utilizando palabras y expresiones pintorescas e idiomáticas.
Entre los libros denominados poéticos pueden mencionarse: Job, Salmos,
Proverbios, Eclesiastés y Cantar de los Cantares. También pueden
encontrarse porciones poéticas en Joel 1:4-8, 17,18 y Amós 3:4-6. Las ayudas
filológicas y el estudio de modismos son útiles en la exégesis de este tipo
literario.
Para interpretar la poesía se sugieren los siguientes criterios:

1) Delimitar el alcance del poema definido en la perícopa seleccionada.


2) Dividir el poema en estrofas o secciones, con ideas paralelas
(paralelismos sinónimos, antitéticos, sintéticos). (Kaiser Jr., 1981,
p.108).
3) Analizar y entender la perícopa bajo estudio en su contexto original,
¿qué significó el pasaje para los receptores de la época?
4) Establecer el estado anímico del escritor inspirado.
5) Determinar cuál es el principio teológico que subyace en el texto.
6) Establecer la relación de la enseñanza de esta porción poética con la
doctrina bíblica. (Duvall y Hays, 2008, p.507).
7) Identificar las figuras retóricas o lenguaje figurativo, utilizadas en el
texto seleccionado y el propósito del uso de éstas en el poema.[34] El
libro de Job, por ejemplo, es poético-profético, rico en expresiones
y figuras retóricas. El análisis de estos recursos retóricos es de gran
ayuda para entender varias porciones del libro.
Expresiones tales como: “he escapado con la piel de mis dientes”
(Job 19:20b) (Jaramillo, 2005, p.88), es decir, “sólo tengo sanas las
encías” (Jamieson, Fausset y Brown, 1994, p. 409); o “quién abrirá
las puertas de su rostro”(Job 41:14) Jaramillo, 2005, p.88), es decir,
“su boca” (Jamieson, Fausset y Brown, 1994, p.495); o “sus ojos
son como los párpados del alba”(Job. 41:18) (Jaramillo, 2005,
p.88), es decir, “se despierta muy temprano” (Jamieson, Fausset y
Brown, 1994, p.435); o “he venido a ser hermano de chacales y
compañero de avestruces” (Job 30:29), es decir, “que lanzan
alaridos tristes”, (Jamieson, Fausset y Brown, 1994, p.422).
8) En el caso específico de los Salmos, el predicador o maestro debe
considerar si los salmos son de alabanzas (Sal.103:1,2), lamentación
(Sal.22:1,2), de acción de gracias (Sal.19:1), de confianza (Sal 23:1)
o sapiencial (Sal.1:1-3). (Kaiser, Jr., 1981, p.219 y Longman. 2000,
p.120).
9) La métrica, es decir, la longitud de los versículos, puede llegar a ser
importante. A diferencia de la narrativa, la poética escribe sus ideas
en oraciones cortas. Ello implica que se requiere de mayor
meticulosidad en el análisis de cada palabra utilizada para expresar
una figura retórica.[35]
3. Los libros proféticos:
Gleason Archer, teólogo estadounidense, define el propósito de la
profecía: “La profecía transmite la revelación de Dios y expresa Su voluntad
para con el hombre.” (Archer, 1981, p.327). En algunos casos, la profecía es
un mensaje dirigido a situaciones coetáneas de la vida de Israel. En otros,
posee dos niveles y hasta tres niveles de proyección de los cuales el
predicador y maestro deben saber distinguir: coetáneo, aplicable a la época
del escritor y/o veterotestamentaria; crístico, aplicable a tiempo
novotestamentario; y escatológico, después de Cristo.
Una profecía es una declaración, inspirada por el Espíritu de Dios, que
incluye predicciones de acontecimientos futuros y exhortaciones para el
pueblo. (Plummer, 2013, 280), pero un texto profético no debe abordarse
como una simple lista de predicciones de acontecimientos futuros. Éstos
incluyen normativas y proclamaciones. (Stein 2011, p.137).
Los libros bíblicos proféticos son los siguientes: Isaías, Jeremías,
Lamentaciones,[36] Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás,
Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y Malaquías.
Para la exégesis de la profecía, se recomienda lo siguiente: (Plummer,
2013) p.282)

1) Investigar el contexto histórico del libro, su fecha, los antecedentes


del escritor inspirado.
2) Identificar la naturaleza de los destinatarios.
3) Identificar el tema y propósito de la profecía.
4) Definir el lenguaje retórico-figurado utilizado en la profecía.
5) Definir si se trata de una profecía condicional o incondicional.
Dependiendo de su naturaleza, pueden ser evaluados las
consecuencias o resultados de la predicción profética.
6) Investigar, si existe, algún contenido tipológico respaldado por el
texto bíblico. Puede ser que se trata de una cita hecha por un escritor
novotestamentario sobre una profecía del Antiguo Testamento. Esto
puede vincular la idea o concepto tipológico del Nuevo al Antiguo
Testamento, con lo cual se respalda. Por ejemplo, en Os. 11:1 sólo
se vincula al Hijo de Dios con Israel, (Plummer, 2013, p. 292), pero
debe tenerse el cuidado de no establecer una relación del hecho
histórico de Israel en Oseas 11: 1 con Cristo. No debe hacerse
ningún vínculo tipológico con el Antiguo Testamento, sin una
mención específica en el Nuevo Testamento.
7) Identificar, dentro de la narrativa inmersa en los mensajes profético-
predictivos, la enseñanza fundamental, vinculada a la historia de la
salvación. Es el ejemplo del libro del libro de Jonás, el cual es
historia típica de predicción, escrita por un profeta y con tema
profético. Como tal prefigura a Cristo como el enviado, sufriendo la
muerte, siendo sepultado y, después resucitado, ministrando
salvación a los gentiles. (Unger, 1976, p.423).
La enseñanza de Jonás es la predicción del acercamiento del evangelio a
los gentiles, Dios ama a todas sus criaturas, a pesar de la oposición de
algunos. El análisis léxico-gramático puede ayudar a esclarecer conductas,
como la de la huida de Jonás. Luego que se le diera una orden, Jonás pretende
huir de Dios, para evitar predicar contra Nínive, el pueblo que odiaba, por
razones religiosas y culturales. Además de que Jonás temía que Dios, en su
misericordia, podría perdonar a ese pueblo (Jon.4:2), el análisis léxico-
sintáctico ayuda a esclarecer la situación. De acuerdo con el erudito judío
Rabí Shlomo Yitzaki, la expresión “será destruida” (Jon.3:4c), literalmente es
“será dada vuelta”. Esta frase tiene doble sentido: sino se arrepienten, será
destruida; pero, si se arrepienten, significa que dieron vuelta a su destino, de
mal a bien. (Huerin, 2018, p.1,233). El significado de esta expresión otorga
significado a la narrativa.
4. Los libros de sabiduría:
El énfasis de los libros sapienciales es invitar al lector a meditar,
reflexionar y pensar en principios morales y espirituales para una conducta
agradable a Dios. Entre éstos se incluyen Proverbios y Eclesiastés. Los
proverbios son verdades que encierran consejos sabios; no son promesas a
cumplir. (Prov.22:6). La literatura sapiencial no recoge temas plenamente
soteriológicos, sin embargo, son fuente de inspiración para una vida espiritual
agradable a Dios.
Robert H. Stein, teólogo estadounidense, identifica criterios importantes
para la exégesis de los proverbios:

Los proverbios no son leyes. No son promesas. Son


generalizaciones aprendidas de una cuidadosa observación y un
sabio análisis de la vida. […] Sin embargo, los proverbios
bíblicos no son un simple pronunciamiento de sabiduría […]
Ellos no han sido formulados simplemente para observar la
vida, sino para observarla a la luz de la divina revelación […]
Los autores de los proverbios bíblicos esperaban que sus
lectores los interpretaran como verdades generales y que
entendieran los principios que buscaban transmitir por medio de
ellos. (Stein, 2011, p.133,135).
Para su exégesis se recomiendan los siguientes pasos:

1) Definir el contexto del escritor y de los lectores originales.


2) Establecer el principio teológico o mensaje principal de la perícopa.
3) Verificar alguna relación entre el principio bíblico de la perícopa
bajo estudio y el resto del libro y de las Escrituras.
4) Identificar y estudiar las figuras retóricas que aparecen.
5. La parábola:
Las parábolas son ilustraciones de la vida cotidiana que Jesús tomó para
hacer entender el significado de algo. (Fee y Stuart, 1985, p.121). Ronald
Wallace, teólogo estadounidense, comenta:

En las parábolas de la Biblia, la atención del que oye u observa


es llevada hacia algún evento o sucesos en la esfera de vida
familiar en este mundo, de modo que al poner atención y al
hacer comparaciones y juicio, el que oye pueda enfrentarse con
la realidad y desafío de su situación delante de la presencia de
Dios y de su reino venidero. (Wallace, 1993, p.393).
Los siguientes criterios exegéticos son útiles para la intepretación de las
parábolas:

1) Describir el auditorio original, ¿por qué y cómo entendieron la


parábola? La parábola está destinada a resaltar necesidades de los
oyentes.
2) Establecer la importancia y función de los personajes mencionados
en la parábola, ¿qué papel juegan en la narración? El personaje con
mayor influencia en la parábola puede llevar el mensaje principal.
3) Encontrar la razón por la cual se pronunció la parábola. (Plummer,
2013, p.393).
4) Determinar el mensaje de la parábola. Los estudiosos no se ponen
de acuerdo sobre el número de enseñanzas o mensajes que se
pueden encontrar en una parábola.[37] Prevalece el criterio de que
cada parábola contiene una sola enseñanza fundamental.
5) No priorizar todos los detalles de la parábola. Ello puede conducir a
un error de alegorización.
6. La apocalíptica:
La apocalíptica es un estilo literario encontrado básicamente en los libros
de Daniel y Apocalipsis. Se observa este tipo literario en Is.24-27, Ez.38-39,
Zac.1-6 y Mr.13. (Plummer, 2013, p.300). G.K. Beale, teólogo
estadounidense, caracteriza el libro de Apocalipsis de manera sencilla y
práctica: “Apocalipsis es una profecía moldeada en un marco apocalíptico y
escrita en forma narrativa”. (Beale, 1999, p.458).
La literatura apocalíptica posee profecía y lenguaje retórico. El análisis de
las imágenes simbólicas debe estar en plena armonía con el contenido de las
Escrituras. En el libro de Apocalípsis puede encontrarse literatura
apocalíptica (escatología), profecía y narrativa. (Luter, 2001, p.458).
A continuación, se sugieren algunos criterios para su exégesis:

1) Definir el mensaje entendido por la audiencia original.


2) Las figuras retóricas, la simbología y la numerología son de crucial
importancia.
3) Estudiar el uso que la perícopa hace del Antiguo Testamento.
4) Adoptar un enfoque combinado preterista-futurista para el análisis
exegético del libro[38]. Este enfoque combinado es el más adecuado
dentro del método histórico-gramático. (Turner, 1989, pp.3-27 y
Luter, 2001, p.461).
VIII. CÓMO UTILIZAR LA EXÉGESIS PARA
IDENTIFICAR UNA DOCTRINA ERRÓNEA

El predicador o maestro debe ser muy cuidadoso y riguroso al entregar


una enseñanza. Esta debe ser lo más apegada a la verdad bíblica. La
recomendación de Pablo a Timoteo, nunca había sido tan actual: ser un
obrero “que usa bien la palabra de verdad”. 2 Tim.2:15.
Pablo confirma la utilidad de las Escrituras, como instrumento para
enseñar, redargüir, corregir e instruir. 2 Tim.3:16. La Palabra debe ser
entregada con pureza y fidelidad. De lo contrario, será como bebida que
refresca, pero que no quita la sed. El predicador o maestro debe tener cuidado
de la doctrina. 1 Tim 4:16.
La exégesis es útil para establecer equilibrio doctrinal. La predicación o la
enseñanza no debe ser intelectualista y árida, creadora de “receptores
pétreos,” ni tampoco debe ser extremadamente sensorial y emotiva, de
manera que no llegue al corazón, al hombre interior. (Ramos, 2015, p.289).
Hoy más que nunca, el predicador o maestro deber ser consciente de su
papel en la Iglesia. Lamentablemente, los extremos son cada vez más
evidentes. Por un lado, se observa un acendrado intelectualismo; por el otro,
el extremo emocionalismo ignorante. El equilibrio es sabio. Hay quienes
opinan que “el intelectualismo teológico, que no se puede traducir en el
lenguaje del púlpito y de la adoración, es una maldición. (Duanne, 1972,
p.89).
Alfonso Ropero, teólogo español, plantea:

[…] no existe una ruptura entre la explicación razonada del


objeto de fe y su valor práctico-existencial. […] la teología está
esencialmente al servicio de la vida, por tanto, están
equivocados algunos de los representantes de la kerigma al creer
que existe una ruptura entre la explicación científica del objeto
de fe y su valor salvífico. (Ropero, 2015, p.19).
Generalmente, el uso de la exégesis para identificar enseñanzas érroneas,
requiere de uno o varios criterios metodológicos. El origen de un error puede
surgir al atribuirle a una oración, frase o palabra, un significado incorrecto, o
un excesivo literalismo, o sacar de contexto una perícopa. Se recomienda
observar, primeramente, la doctrina o enseñanza, “por encima” y hacer un
previo ejercicio mental rápido, aplicándole la metodología a toda la doctrina,
con la finalidad de identificar cuáles aspectos requieren mayor revisión. Se
trata de aplicar preliminarmente cuatro de las cinco fases del método
gramático-histórico (análisis histórico-cultural y contextual, análisis léxico-
sintáctico, análisis verbal y análisis teológico) y seleccionar cuáles serían los
aspectos proclives de errores para identificarlos. Puede ser que una enseñanza
se sustente en una o varias perícopas a lo largo de la Biblia.
Debe identificarse, si existe algún error, y su origen: un problema de
contexto histórico-cultural, de sintáxis, de semántica o teológico. A
continuación, se enumeran algunos de los errores doctrinales originados en
fallas exegéticas:
1. Alegorización y espiritualización
La perícopa delimitada en 2 R 4:1-7 se ha alegorizado. Se ha aplicado el
significado del Espíritu Santo al aceite en este contexto específico. Se ha
hecho uso de una metonimia, metáfora o símbolo del Espíritu Santo. Se
especula de que el aceite es siempre símbolo del Espíritu Santo, por lo tanto,
se concluye que la llenura del Espíritu Santo, en esta porción específica, no se
detuvo hasta que la última vasija no fue llenada. Pero esta alegorización
posee una contradicción. En el V.7, Elías recomienda a la viuda vender el
aceite y pagar sus deudas. Ello equivale a decir que Elías recomendó a la
viuda, vender al Espíritu Santo. (Kaiser Jr., 1981, pp.198-199).
Otro ejemplo, se observa en la alegorización que se hace a Is.10:27: “el
yugo se pudrirá a causa se la unción”. Algunos que la palabra “unción” se
refiere a la figura de Cristo quien pudrió el yugo de la esclavitud el pecado.
Esta expresión ubicada en su debido contexto histórico, se refiere a la nación
de Israel que habría de librarse de la esclavitud asiria, a causa de la fuerza que
el Señor les daría. La traducción que se hace del hebreo “shemen”, a
“unción” en la versión Reina-Valera no es correcta. La palabra “shemen”
significa, aceite de oliva, aceituna, perfume, madera de olivo. Este vocablo
posee cognados en ugarítico, acádico, fenicio, siríaco, arábigo y arameo; y
todos hacen referencia al aceite o grasa líquida. Otras traducciones abren la
posibilidad a la misma interpretación en la cual no se observa, ni concluye,
un paralelismo o tipo de Cristo: NASB (LBLA): “el yugo será quebrado a
causa de la grosura”.
NKJV: “el yugo será destruido debido al aceite de ungir”.
LXX, REB: “El yugo será destruído de sus hombros”.
PESHITA: “El yugo será destruido de su cuello debido a tu fuerza”.
RVA: “El yugo será destruido a causa de la unción”. (Literal: aceite).
RV1995: “Y el yugo se pudrirá por cuanto tu eres mi ungido”.
NVI: “Y a causa de la gordura, se romperá el yugo que llevas en el cuello”.
TANAJ: “Su yugo será quitado de tus hombros, y tu temor de ti; el yugo será
destruído, de tus hombros.
TLA: “Entonces, yo, el Dios de Israel, los libraré de los asirios y de su
terrible dominio.”
LBT: “Y el yugo se pudrirá a causa de tu robustez.”
NTV: “En ese día, el Seño acabará con la servidumbre de su pueblo.”
RVC: “De tu cerviz se quitará el yugo, y éste se pudrirá por tu robustez.”
2. Autoridad textual
En ocasiones, la falta de un adecuado análisis del aparato crítico de una
porción, puede llevar al predicador o al maestro a caer en errores, por el
desconocimiento de la fidelidad del texto. La expresión: “porque tuyo es el
reino, y el poder, y la gloria” en Mt.6:13 […] no existe en los manuscritos
más antiguos. (Jaramillo, 2001, p.55).
Bruce M. Metzger, traductor y crítico textual estadounidense concluye:

La ausencia de alguna inclusión en tempranos e importantes


[manuscritos] Alejandrinos (‫ א‬B). los Occidentales (D y la
mayoría de la Antigua Latina), y otros (fl) tipos de textos,
también como tempranos comentarios patrísticos en la oración
del Señor (aquellos de Tertuliano, Orígenes, Cipriano), sugieren
que […] fueron compuestos (quizás con base en 1 Cr. 29: 11-
13), con el objeto de adaptar la Oración para un uso litúrgico en
la iglesia que iniciaba. (Metzger, 1998-2001, p.14).[39]
En estos casos, la inexistencia de la porción no afecta en nada la doctrina
bíblica. Sin embargo, es recomendable hacer la mención de esta porción, con
fundamento en 1 Cr. 29:11-13.
Existen otros casos en los que su adopción, puede afectar la pureza del
sermon o enseñanza. Son los casos de Jn.5: 3b-4 y 1Jn. 5:7,8. En Jn.5:3b-4 la
expresión: “que esperaban el movimiento del agua. Porque un ángel
descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que
primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba
sano de cualquier enfermedad que tuviese”, no existe en los manuscritos más
antiguos. Es posible que fueron incorporados en siglos posteriores.
(Jaramillo, 2001, p.67). En 1 Jn.5:7b-8a, la porción: “en el cielo: el Padre, el
Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. Y tres son los que dan
testimonio en la tierra” […] Esta porción no existe en los manuscritos más
antiguos. Aunque esta diferencia generada por la adición al texto por algún
copista posterior al original, no afecta la doctrina de la Trinidad, se
recomienda que el predicador o maestro, haga uso de otros versículos
paralelos. Sobre el estudio del aparato crítico, Jaramillo concluye:
En efecto, estas palabras no se encuentran en ningún manuscrito
griego hasta el siglo XVI, y la mayoría de los eruditos están de
acuerdo en que se trata de una adición muy tardía al texto que
por honestidad hacia el lector y respeto al texto de la Biblia debe
retirarse del mismo, para conservar su integridad. Por otra parte
no debemos temer que la doctrina de la Santísima Trinidad se
vea afectada. Esta doctrina está firmemente respaldada en
decenas de textos bíblicos y no necesita el respaldo de un texto
que evidentemente nunca fue parte de los originales del Nuevo
Testamento. (Jaramillo, 2001, p.79) [40]
3. Literalismo.
El literalismo surge cuando se extrae y se adoptan oraciones, frases o
palabras, fuera del contexto de un párrafo y se aplican a una realidad ajena al
contexto original. Un ejemplo de un sinnúmero de casos, puede observarse en
la aplicación de 1 R 17: 13. La expresión: “pero hazme a mí primero”, se
encuentra dentro de un contexto específico. No se conoce con precisión, la
razón por la cual Elías hizo esta petición de ser el primero en ser alimentado.
No obstante, no se trataba de una orden proyectable hacia otras situaciones en
el futuro. No puede colegirse de este solo versículo, la enseñanza de que hoy
día primero se le debe dar al ministro de Dios a costa de la familia, o que si se
obedece esta orden “la harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la
vasija disminuirá”. Un estudio sintáctico y verbal puede ayudar a evitar este
enfoque erróneo.
4. Conclusiones fuera de contexto
En ocasiones se utiliza Sal.2:8 para enseñar que se debe “pensar en
grande” o que el cristiano debe tener grandes visiones. Pero esto implica
sacar el Sal.2:8 de su contexto y aplicarlo al ser humano. El contexto en el
cual se ubica este versículo es divino. Estas son palabras sólo aplicadas y
aplicables a Cristo el Mesías. El Salmo 2 es dedicado a un futuro
escatológico de la segunda venida y el reinado de Jesucristo. La expresión del
verso siete: “mi hijo eres tú; yo te engendré hoy” impone el contexto
únicamente aplicado a Cristo.
Se utiliza Sal.34:8 para enseñar que Dios está dentro de cada cristiano. El
poder “gustarlo” y “ver que Él es bueno” son pruebas de que vive en el
cristiano. Pero el contexto al cual pertenece este verso es de alabanza y
gratitud a Dios. Este salmo no trata de la presencia de Dios en el cristiano.
5. Acuñación de nuevos conceptos
El acuñar nuevos conceptos a la doctrina ya establecida, tiene que ver con
agregar nuevos significados a versículos. Es el ejemplo de la interpretación
literal de 1 Pe. 1.2: “y ser rociados con la sangre de Cristo” o “la sangre de
Cristo tiene poder”. “Cubrirse con la sangre de Cristo” es una expresión que
surge por una interpretación literal. Es aceptar la sangre de cristo como
instrumento de protección y limpieza de los pecados La “sangre de cristo” es
una expresión metafórica que habla de la muerte de Cristo y de sus efectos
redentores. Un análisis de esta expresión como una figura retórica lleva a la
conclusión de que se trata de una metalepsis o doble metonimia. La expresión
está en lugar del “derramamiento de sangre”. La perfecta redención de
nuestros pecados, no fue efectuada por la sangre física derramada
simplemente. Ni siquiera por la muerte, en cuanto al acto de perder la vida,
porque cualquier hombre puede morir desangrado; sino por los méritos de la
expiación, efectuada por medio de esa muerte, de alguien que es el Cordero
de Dios. La expresión:”cubrirse con la sangre de Cristo” no posee
fundamento, por cuanto la perfecta redención de nuestros pecados, no fue
efectuada por la sangre física derramada. Ni siquiera por la muerte, en cuanto
al acto de perder la vida, porque cualquier hombre puede morir desangrado;
sino por los méritos de la expiación, efectuada por medio de esa muerte, de
alguien que era el Cordero de DiosLa misma figura retórica se utiliza en 1
Jn.1:7: “y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”. Con
relación a la interpretación de esta declaración, D.A. Carson acota:

En general se está diciendo que las bendiciones que según las


Escrituras se pueden conseguir o alcanzar mediante la sangre de
Jesús, también se pueden conseguir o alcanzar gracias a la
muerte de Jesús (esto es, la justificación […] la redención.
(Carson, 2012, p.40).
6. Atribución de significados inexactos
La palabra “todo”, tanto en el español como el griego, es un adjetivo
indefinido que significa totalidad. En Fil.4:13 la expresión “todo lo puedo en
Cristo que me fortalece” ha sido utilizada como un absoluto de capacidad y
fortaleza. Pero la expresión en su contexto original se refiere a la capacidad
otorgada por Dios, para “aprender a vivir en todas las circunstancias tanto en
estar saciado como el tener hambre, tener abundancia o padecer escasez”.
(Carson, 2012, p.121). El contexto al concepto de “todo” lo establece
Fil.4:10-12.
Se enseña que el bautismo en el Espíritu Santo provee de poder para estar
más con Cristo, poder primeramente para la vida personal y autoridad para
mandar. Se confunde el propósito fundamental del bautismo en el Espíritu
Santo, con la presencia del Espíritu Santo en el cristiano, luego de su
conversión. Los discípulos de Cristo recibieron el Espíritu Santo, (Jn.20:22) y
con ello, poder para estar en comunión con Cristo, para la vida personal y
autoridad espiritual. Luego, secuencial y posteriormente, los discípulos
fueron “investidos de poder desde lo alto”, (Lc.24:49), para predicar
“arrepentimiento y perdón de pecados, en todas las naciones, comenzando
desde Jerusalén”. (Lc.24:47). En la ocasión del bautismo en el Espíritu Santo,
los discípulos recibieron poder para “ser testigos”. Pero ya gozaban con la
presencia del Espíritu Santo en ellos. En este error de interpretación se
confunden los propósitos de la presencia del Espíritu Santo en el recién
convertido y el poder para ser testigos del bautismo en el Espíriu Santo. Se
atribuyen significados confusos e inexactos.
7. Paralelismo inexacto.
Algunos enseñan una coherencia directa y exacta entre Prov.22:2 y
Prov.29:13, al punto de que llegan a igualar al rico y al usurero como dos
entidades iguales. En ambos versículos, la Escritura establece la igualdad ante
los ojos de Dios, por cuanto ambos son creación de Él, no porque sean dos
conceptos iguales. Prov.22:2 usa la palabra “pobre” ( ‫ )שד ו‬y en Prov.29:13 se
utiliza la palabra “opresor”, ( ‫ )תככ ס‬la cual es traducida como “usurero”.
De igual manera, William Hendriksen, teólogo estadounidense, trata de
establecer un paralelismo entre Is.60:1 y Ef.5:14. Para ello establece que:
a) La situación de Israel y la de la iglesia en Éfeso era similar,
b) Plantea que en ambas situaciones ambos pueblos están sufriendo un
“sueño de muerte” y por lo tanto los insta a levantarse o despertarse.
c) En ambos casos los exhortados reciben aliento.
d) La esencia de este aliento en similar en ambos casos.
e) En Isaías el que imparte esa luz es Jehová y en Efesios es Cristo.
En conclusión, Hendriksen establece que Efesios tiene su base aquí en
Is.60:1.
Esto puede acogerse como un supuesto, pero el predicador no debe darlo
por un hecho, en virtud de que en este, ni ningún otro lugar del Nuevo
Testamento, el escritor hace conexión explícita y estrecha entre estos dos
pasajes. El predicador o maestro debe evitar caer en el error de la
paralelismomanía, en la que todo versículo del Nuevo Testamento, debe tener
su paralelo en el Antiguo Testamento.
Existen excepciones al paralelismo inexacto. Un ejemplo a considerar se
encuentra en Job.19:25, en el cual Job afirma que su redentor vive. Esta
expresión se ha adjudicado automáticamente a Cristo. Se aduce que en el
Nuevo Testamento no existe otro redentor que Cristo, lo cual es
irrefutablemente cierto. No existe ningún versículo en el Nuevo Testamento
que confirme esta aseveración. No obstante, el principio establecido por la
teología de la salvación, que encuentra su origen en el Antiguo Testamento y
se confirma en el Nuevo, da cuenta de la existencia de un único Salvador en
Cristo Jesús, lo cual se constituye en un paralelismo autorizado, aun cuando
se acepta que Job no tenía idea de que a quien se estaba refiriendo a Cristo.
Otros paralelismos con autoridad bíblica, por su concepto teológico, es
decir, relacionados por un criterio teológico similar son, por ejemplo, Ef.4:29
y Mt.15:11; Col.3:8 y Stgo.3:10. (Guthrie, 1998, p.136).
8. Normas apodícticas unilaterales.
Robert L. Plummer, teólogo estadounidense, ilustra una enseñanza,
fundamentada en una normatividad errónea, poco fundamentada. Se presenta
un hecho circunstancial como normativo: Un expositor da por norma, que los
padres no deben dormir con sus niños en la cama. Afirma que es bíblico que
nos niños duerman en sus cunas. Para ello se apoya en Lc.2:7, cuando María
puso al bebé Jesús en el pesebre. Pero el expositor olvida lo que más
adelante, el mismo Lucas enseña en Lc.11:7, el importunado amigo está con
sus hijos en su cama, como reflejo de una costumbre de la época. (Plummer,
2013, p.272).
9. Teología del poder.
Algunas veces se escuchan expresiones, con buena intención, pero con
poca precisión bíblica. Se enseña, por ejemplo, que “hay poder en la
oración”. Se entiende lo que se quiere decir, pero no se dice. Se afirma: “la
oración no es un simple ejercicio espiritual, sino que una causa de efectos
dentro y fuera de nosotros mismos”. (Martínez, 2000, p.83).
El predicador y el maestro deben tener el cuidado de no excederse al
resaltar las bondades de la oración, para no caer en exageraciones. La oración
es un medio, un puente, un vínculo, un vehículo, establecido por Dios, para
que el ser humano se comunique con Él. El “poder” de la oración no radica
en ella. Si fuese así, el que ora no necesitaría de Dios, porque la oración en sí
tiene el poder para hacer que las cosas se realicen. Se ora en el nombre de
Jesús; sin ésto, y la fe que debe conllevar la oración del orante, la oración
pierde propósito y significado. Fil.4:6,7 no dice que la oración trae paz, como
si el origen de la paz estuviera en la oración. El V.7 dice claramente “y la paz
de Dios”, es decir, la paz viene de Dios, no de la oración. No cabe duda que,
en muchos casos, se tiene claro que la “acción poderosa de la oración” viene
por la intervención divina. El problema de interpretación no es ese. Se trata
de otorgar a la oración un poder que no posee. El predicador y el maestro
debe tener presente la máxima de “usar bien la palabra de verdad.” (2 Tim.
2:15).
Un caso de mayor imprecisión se observa en la expresión “hay poder de
sanidad en la danza para Dios.” Esto es más peligroso porque no se trata de
una simple expresión semántica. Se enseña la doctrina del poder de sanidad
de la danza, lo cual es extrabíblico totalmente. No existe sustento bíblico
alguno para sustentar esta afirmación. Es posible que este sea un caso en el
que la experiencia se coloca sobre el principio bíblico. Quizás alguien, que
haya pedido a Dios sanidad para su cuerpo, haya experimentado la sanidad
cuando danzaba, y con ello atribuyó la experiencia a la danza.
10. La doctrina distorsionada de la honra.[41]
Uno de los principios exegéticos a considerar en la conformación de las
doctrinas cristianas es el fiel apego a las Escrituras. La Escritura es su propio
intérprete, no deben existir contradicciones entre uno u otro texto bíblico.
En este análisis específico, sobre la doctrina de la honra, las fallas
observadas en el proceso exegético aplicado a la construcción de la doctrina
de la honra se dividen en dos fases: El análisis intrabíblico, el cual consiste en
la exégesis de versículos utilizados en la construcción de la doctrina y el
análisis extrabíblico, o de expresiones acuñadas, sin fundamento en las
Escrituras. En la primera fase, se observan criterios metodológicos como el
análisis histórico-etimológico y léxico-sintáctico. En la segunda fase, se
analizan cognandos, se aplica la analogía de la fe y el análisis teológico. Se
considera conceptos como la exageración o énfasis, la adición o ampliación y
la dislocación.
La exageración o énfasis se refiere a la selección de uno de los
significados posibles, de una doctrina, de menor importancia, como el único
o el de mayor peso bíblico. La adición o ampliación trata de “estirar” uno de
los significados de una doctrina, para darle un mayor alcance o implicación.
En la dislocación se tuerce un argumento o razonamiento, sacando la idea del
contexto.[42] La dislocación coincide con el deconstruccionismo exegético
posmoderno. El desajuste de la doctrina de la honra nace promovido por el
neopentecostalismo, como apéndice de la doctrina de la prosperidad.

I. ANÁLISIS INTRABÍBLICO
1. Análisis histórico-etimológico.
En el Antiguo Testamento la palabra “honra” tiene que ver con “preferir”
(Ex.23:8), “enaltecerse o ser arrogante” (Prov.25:6). También está vinculada
a la reputación y al poder que otorga la riqueza. Puede resaltar la posición de
respeto y distinción social del que goza la nobleza.
Aplicado a Dios, el vocablo denota dar la importancia y el valor de lo que
Él significa. (Jos.7:19, Sal.29:1). Es reconocer Su soberanía (Is. 40:5;
Ex.16:7; 24:16). Cuando se aplica a la naturaleza de Dios, comunica las ideas
de esplendor, preeminencia y señorío. (Vine, 2007, pp.148-150).
En el Nuevo Testamento, la palabra implica otorgar un precio, ser
alabado o reconocer un valor. Las palabras “doxa” y “timé” expresan el
sentido de dignidad tanto para Dios como para el hombre. Dios en su
santidad debe ser adorado y así recibir la honra debida a su nombre. El
hombre, como hijo de Dios, es precioso a sus ojos, por lo tanto, debe ser
estimado. (McCallum, A.V., en Diccionario Teológico de Harrison, pp.268).
2. Análisis exegético de versículos
Uno de los nuevos enfoques de esta doctrina afirma: “Si honramos a una
persona, recibiremos la recompensa que está sobre la vida de esta persona.
Por ejemplo, recibiremos la misma unción y favor que está sobre ella.”
(Carrasquero, 2016, p.2). Se utiliza Mt.10:40,41 para fundamentar esta
aseveración: “El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a
mí, recibe al que me envió. El que recibe a un profeta por cuanto es profeta,
recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por cuanto es justo,
recompensa de justo recibirá”.
Estos versículos no sustentan la afirmación de que recibirá la misma
unción. Los versículos no hablan específicamente de “unción”, sino de las
bendiciones recibidas de Dios. No se dice que se recibirá la misma
recompensa que está sobre la misma persona que honramos o que la misma
recompensa que está sobre el profeta que honramos, sino que se generaliza:
“recompensa de profeta y recompensa de justo”.
Parte del error interpretativo consiste en otorgar cierto grado de
automatismo al versículo, es decir, si se honra, automáticamente se recibe la
bendición. Además, se estira el concepto de ¨recompensa¨. Esta consiste en
que se amplía el significado de un versículo para enfatizar algo diferente a lo
que el versículo enseña. (Carrasquero, 2016, p.2). Se confunde y se estrecha
el concepto de “recompensa” (µιςθον) con el concepto de unción. Esta
palabra puede traducirse, también, como paga, salario, premio, retribución,
castigo y merced, lo cual amplía su campo semántico. De allí que la
“recompensa” puede ser una bendición, ofrenda, o cualesquiera otras
retribuciones, no necesariamente la unción.
Otro error exegético que se comete, es el relativo a la interpretación del
relato y petición del centurión en Capernaúm, (Mt.8:6-12). Se afirma: “Los
milagros ocurren en una atmósfera de fe y honra¨. Se afirma: “El centurión
entendió y reconoció la unción y autoridad de Jesucristo, lo que desató
Recompensa TOTAL [sic] de parte de Él. El principio de la honra emana la
obediencia a la autoridad y la sumisión”. (De Oliveros, 2014, p.4). No es
bíblico afirmar que honrar a un profeta convierte al que honra en profeta.
El entender y reconocer “la unción y autoridad” de Jesucristo no “desata”
recompensas de Dios. No existe sustento bíblico para ello. No obstante, la fe
puede agradar a Dios y mover su mano a milagros. En Mr.2:3-5, el Señor “al
ver Jesús la fe de ellos”, perdonó y levantó al paralítico. En Mr.10:52 le dijo
al ciego: “Tu fe te ha salvado, Y en seguida recobró la vista”.
En la porción seleccionada, Jesucristo (Mt.8:10): “se maravilló y dijo a
los que le seguían: os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe”. El Señor
alabó y resaltó la fe del centurión. No se menciona la honra. Es cierto que el
que tiene fe, honra a Dios, pero en esta porción el Señor resalta la fe, no la
honra del centurión. La honra que se le profesa a Dios es el resultado de la fe,
no lo contrario. La fe no es consecuencia de la honra. En la interpretación de
este hecho, se sobredimensiona el principio de la honra sobre la fe. Este es un
error de naturaleza teológica.
Tampoco se “desató recompensa total de parte de Jesucristo”. En el V.13,
el Señor le dice al centurión: “y como creíste, te será hecho”, es decir, “tu fe
ha movido mi mano”. La afirmación de que la honra desata recompensas de
Dios causa distorsión en la doctrina y otorga una función bíblicamente
errónea al verbo atar.
El análisis exegético-verbal del vocablo “atar¨ o “desatar” conduce a
conclusiones diferentes a la interpretación dada a esta perícopa. El verbo
“desatar” es frecuentemente utilizado por neopentecostales para describir
actos con implicaciones espirituales. Para ello se citan a Is.58:6, Mt.16:18,
19; 18:18. Pero, en Is.58:6 “atar” se refiere a “soltar toda atadura con que uno
haya injustamente atado a su prójimo”. (Jamieson, Fausset y Brown, 1994,
p.644). Se refiere a la compra o venta por la esclavitud. (Lv.25:47-50). Esto
es soltar las ligaduras del yugo de la esclavitud, es decir, dejar ir libre.
(Neh.5:10-12; Jer.34:9-11, 14,16).
En cuanto a Mt.16:18,19; 18:18) Kaiser Jr., J.J. Bruce y otros nos
comentan:

Atar y desatar eran expresiones idiomáticas utilizadas en el


judaísmo rabínico para denotar la promulgación de reglas tanto
para prohibir como para autorizar diferentes tipos de actividades
[…] la reprensión verbal de Pedro a Ananías y Safira recibió
una ratificación drástica de los cielos (Hch.5:1-11) […] el poder
de atar y desatar fue ejercido en la iglesia en la predicación, la
disciplina y la legislación. (Kaiser Jr. y otros, 2011,
pp.372,373).
El acto de atar y desatar, aunque era confirmado en los cielos, el contexto
explica una práctica rabínica disciplinaria. En la Escritura no se observa
aplicada a la atadura de satanás, o a huestes celestiales, ni enfermedades, ni
para desatar recompensas de Dios. Esto es una distorsión. Sólo el ángel
designado por Dios, tendrá autoridad para atar a Satanás, al inicio del
Milenio. (Ap.20:1,2).
Los que propulsan esta doctrina afirman: “Donde no hay honra no hay
milagros”. “La honra es la llave de los milagros.” (Meza, 2011 p.4). Esta
aseveración la fundamentan en Mt.13:53-58. Se señala: “Lo que Jesús está
enseñando es que no habrá honra y no podrá haber milagros, es decir, no
podrá manifestar lo sobrenatural de Dios”. Pero esta porción no sustenta tal
afirmación. No fue la falta de honra lo que obstaculizó los milagros. El V.56
dice: “Y no hizo allí muchos milagros a causa de la incredulidad de ellos”.
No hubo milagros, no por la falta de honra, sino por la incredulidad o falta de
fe.
En otro intento por sustentar el erróneo enfoque de esta doctina, se toma
como referencia 1 R 17:10-15. Se afirma: “El Señor honró a la viuda con la
provisión permanente, cuando ella dio honra al profeta supliendo sus
necesidades”.
Esta afirmación carece de fundamento. Se afirma que la honra del hombre
conferida a Dios, promueve la honra de Dios al hombre. Fue la fe la que
impulsó la obediencia, no lo contrario. En 1 R 17:3-5 Elías obedece a un
mandato de Dios. Elías debía ir al arroyo de Querit y allí sería sustentado por
cuervos. (VV.3,4). En el V.5 se observa la obediencia de Elías actuando: “Y
él se fue e hizo conforme a la palabra de Jehová”. Luego, en los VV.8-10,
Dios le ordena a Elías que vaya a Sarepta, que more allí, porque Él ya ha
dado “orden allí a una mujer viuda” que lo sustente. Queda claro por el texto,
que la mujer ya había recibido orden de Dios, antes de encontrarse con Elías.
De manera que honró al profeta, pero fue la fe y la obediencia a Dios, la que
previamente actuaron e impulsaron a esta mujer, a bendecir al profeta, por un
mandato previo dado por Dios. Dios no bendijo a la viuda porque “honró” al
profeta, sino porque la viuda obedeció a Dios. El V.14 confirma esto. Elías le
dice a la viuda: “Porque Jehová Dios de Israel, ha dicho así: La harina de la
tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que
Jehová haga llover sobre la faz de la tierra”. La viuda ya era consciente, de
antemano, de que el alimento no faltaría, por orden de Dios. El profeta era
sólo el mensajero. El V.15 confirma que la viuda, por fe, confiando en la
palabra dada por Dios al profeta, “fue e hizo como le dijo Elías, y comió él, y
ella, y su casa, muchos días”. Dios bendijo la fe y la obediencia de esta
mujer. Ella por obediencia bendijo al profeta. En esta historia, no juega papel
importante la honra.
En este análisis se deconstruye la doctrina de la fe porque se la desplaza y
reemplaza por una ampliación distorsionada de la doctrina de la honra.
La doctrina de la honra, tal como se presenta en las Escrituras, ocupa un
papel importante en la historia de la salvación y en la comunión del ser
humano con Dios. En su majestad y santidad, Dios debe ser adorado y recibir
la honra debida a su nombre (Jos.7:19; 1 Co.16:28; Jn.9:24, Hch.16:23).
(Mcallin, 1993, p.268). Se honra al reconocer el valor de otra persona
(Hch.28:10); se honra a los padres (Ex.20:2; se honra a los ancianos
(Lv.19:32; a los reyes (1Pe. 2:17; a las viudas (1Tim.5:3). En las Escrituras
no se vincula la honra con la providencia o milagros de Dios, como se se
hace con la fe. (Vila y Escuain, 1985, p. 506).

II. ANÁLISIS EXTRABÍBLICO


1. Análisis de expresiones vinculadas al tema
El criterio materialista que se le desea imprimir a la doctrina, surge en
expresiones como la siguiente, del apóstol Francisco Carrasquero[43], “La
honra es una moneda altamente cotizada en el Reino de Dios” (Carrasquero,
2016, p.1).
Esta expresión subvalora y desacredita el Reino de Dios como un lugar en
el cual se cotizan las virtudes, como en la bolsa de valores. Se deconstruye el
significado del texto. La expresión revela e imprime cierto énfasis
materialista, no sustentado por el texto bíblico. Un análisis de analogía de la
fe, aplicada a esta afirmación, da cuenta de que no existe antecedente vetero o
novotestamentario, para vincular la idea de la honra como una moneda
cotizada. Quizás se quiso implicar que honrar, reconocer, adorar o alabar la
santidad y dignidad de Dios, es algo agradable y de valor en el Reino de
Dios. Pero esta expresión, por sus implicaciones, no encuentra asidero
bíblico.
Se afirma “[…] si está honrando a Dios, espere recoger su cosecha. Para
ser honrado, amado y estimado por Dios, usted debe primero honrarlo”.
(Carrasquero, 2016, p.1). Esta aseveración expresa el automatismo exegético
inyectado a la doctrina. No es cierto que, si se honra al Dios soberano,
automáticamente se recogerá cosecha. No se honra a Dios con el propósito de
esperar algo a cambio. Se le honra por lo que Él es; es soberano para
bendecirnos. Se le honra por su dignidad, santidad y majestad. Dios no
condiciona la honra, Él ama su creación con amor incondicional. El ama se le
honre o no. Cuando se entregó al mundo, no lo hizo porque el mundo primero
lo amó o lo honró primero.
Se afirma: “Dios no necesita propina ni limosnas. Más bien hágalo socio
de su negocio o de su trabajo y compruebe las excelentes oportunidades de
ganancia que Él le presentará”. (Carrasquero, 2016, p.2). Esta expresión
posee un fuerte componente de la teología de la prosperidad. A Dios no se le
busca porque ofrece ganancias. Dios es Dios, nuestro creador y soberano.
Resulta irreverente tratarlo como “socio”. Dios puede bendecir los proyectos
del hombre, pero no porque está obligado porque previamente fue honrado,
sino porque en su soberanía, se agrada y decide bendecir por su misericordia
y bondad.
Los elementos de la teología de la prosperidad pueden verse más claros y
ligados con la doctrina de la honra neopentecostal. La presbitera Lucy De
Oliveros expresa:

“Es por esto que al honrar (dar, sembrar, ofrecer servicio)


establecemos puntos legales para que Dios desate la bendición
financiera (recompensa) a nuestro favor […] Sé un sembrador
de HONRA [sic], haz depósitos en tu cuenta celestial […] sé
violento, sella la revelación que hayas recibido hoy, aprópiate de
la verdad de esta palabra, ve, prepara tu mejor semilla séllala en
el altar, atrévete a honrar a un ministro de Dios […] la promesa
es tuya, es para ti […] Dios promete que será prosperada en
aquello para lo cual la envió. Te ha hablado, corre, establece tu
punto legal, deja que tu ofrenda hable por ti, Dios lo hará.
Créele a Dios, hónrale y Él te honrará. (De Oliveros, 2014, p.9).
Esta afirmación es rica en distorsiones:

a) ¿Cómo la honra establece “puntos legales”? No existe fundamento


bíblico para esta aseveración. No existe texto bíblico que establezca
que la honra establece algo material o espiritual.
b) ¿Qué son “puntos legales”? ¿De dónde se sustrae tal expresión? Los
“puntos legales”, cuyo significado es desconocido, no son
componentes bíblicos. Esta es una expresión extra-bíblica
construida por neopentecostales que es consecuencia de ofrendar a
Dios.
c) Se establece una relación directa y consecuente entre el honrar, el
establecimiento de “puntos legales” y la liberación (“el desatar”) la
bendición financiera. No existe fundamento bíblico para esta
relación causa-efecto.
d) El darle u ofrendar a Dios no “desata” la bendición o la recompensa
financiera. Este no es un hecho espiritual automático.
e) Se interpreta el honrar a Dios sólo por el dar, el sembrar u ofrecer
servicio, lo cual es un concepto estrecho. Se enfatiza este aspecto
como parte de la teología de la prosperidad.
f) No se puede sembrar la honra, ni se puede ahorrar en cuentas
celestiales inexistentes. Con esta aseveración se postula al Reino de
Dios como un sistema financiero-bancario. La Biblia no respalda
esta enseñanza.
g) La doctrina del sello en el altar no posee base bíblica. Es Teología
de la prosperidad.
h) La expresión “la promesa es tuya, es para ti […] Dios promete que
será prosperada en aquello para lo cual la envió.” Ésta hace
reminiscencia a Is.55:11. De Oliveros establece que si se “sella” una
palabra en el altar se convierte en promesa automáticamente. Pero
Is.55:11 no se refiere a esto. Se refiere a una promesa dada por su
Palabra.
La doctrina de la honra asevera:

Si usted no tiene disciplina de dar, de ofrendar, de honrar no


tenga, el descaro de presentarse ante Dios para pedirle que supla
su necesidad, porque no hay nada en su cuenta celestial […]
Otra recompensa de los inversionistas [los oferentes] que han
entendido esta revelación, es ver a sus pastores que visten bien,
comen bien, saludables, que no andan a pie, etc., ¡Esta clase de
creyentes siempre tendrán la prosperidad a su disposición, saben
el terreno donde han invertido, y en consecuencia reciben la
transferencia! (De Olivero, 2014, p.8).
a) Tal afirmación no posee sustento bíblico para afirmar que los
cristianos pueden abrir cuentas celestiales. Las “cuentas celestiales”
es un concepto no bíblico, construido por la autora.
b) La prosperidad de Dios, sea material o espiritual, nunca se tiene a
disposición o está asegurada. Ningún creyente puede asegurar nada
delante de Dios.
c) El tema de la ofrenda no debe ser tratado desde el punto de vista
financiero o bancario. Ningún cristiano “recibe transferencias”
celestiales. Este lenguaje distorsionado denigra la majestad de Dios.
Se afirma: “Pareciera que el fluir del obrar del Espíritu Santo estaba
condicionado al principio de la honra que la gente le manifestaba a Jesús
mediante el título.” Esta afirmación es inexacta. Se trata de una adición a la
doctrina. Ni el fluir del Espíritu Santo, ni el accionar del Señor Jesucristo
estaba condicionado a la honra del pueblo. (Kim, 2020, contraportada).[44]
Se distorsiona y se disloca la doctrina al aseverar: “Si usted está
esperando un milagro, por qué no comienza por entrar en un mover de la
honra”.
¿Qué es el “mover de la honra? No existe tal expresión, ni enseñanza en
la Escritura. Se entiende esta expresión como la manera en que ésta se
manifiesta, o la forma en la que opera. Esta es una expresión extra-bíblica
construida por los promotores de esta enseñanza. Como parte de la doctrina
se incorpora esta expresión, la cual no aparece en las Escrituras, ni posee
significado bíblico. Por otro lado, se implica que el “mover de la honra”
genera milagros, lo cual no posee fundamento bíblico, como se ha visto en el
punto anterior.
Se deconstruye la doctrina al concluir:

El padre nuestro revela el deseo del corazón de Dios, cuando


dice: Que se haga tu voluntad en el cielo como en la tierra; en el
cielo no se discute la orden del Señor, en el cielo hay reverencia
ante el Señor, así también debemos aprender de lo que sucede en
el cielo para practicarlos aquí en la tierra. (López, 2011, p.8).
Esta conclusión no guarda relación con la enseñanza del Padre Nuestro.
Esta no habla de reverencia en el cielo. Se trata de resaltar que en el cielo hay
reverencia y esto es honra. Afirma: “Así como los gobiernos tienen
principios, el principio de la honra es uno de los principios claves para crecer
en nuestro destino y propósito”. La oración del Padrenuestro no es útil para
fundamentar esta afirmación.
Se vincula la honra con la teología de la prosperidad: “Cuando honramos
a Dios, nada nos hará falta…Muchos dicen honrar a Dios, pero cuando tienen
que sacar su billetera, se resisten. “No tengo nada”, no es excusa. Dios da
semilla al que siembra”. (Danza, 2011, pp.13,14).
En esta afirmación, primeramente, se afirma que honrar a Dios posee una
consecuencia automática: no habrá necesidades. “La vida espiritual es
factible en medio de la pobreza.” (Broomall, 1988, p.415). En Mr.12:42 Jesús
alabó la ofrenda de la viuda pobre. No le prometió riqueza. Cuando el
salmista afirmó que Dios es su pastor y que nada le faltará, el no está
expresando una promesa o un principio, sino una expresión de fe. “Los
cristianos no son inmunes a la pobreza.” (Broomall, 1988, p.415). Existen
millones de cristianos genuinos y sinceros en el mundo que son pobres. Las
iglesias de Macedonia y Acaya recogieron ofrendas para los hermanos de
Jerusalén. Si esto fuera una promesa de Dios, hoy día no existieran cristianos
genuinos pobres. Cuando Pablo se entrevistó con Jacobo, Pedro y Juan en
Jerusalén, estas columnas le pidieron que se acordara de los pobres, cristianos
pobres, en la iglesia en Jerusalén. (Gál.2:9,10).
En segundo lugar, se ubica la doctrina de la honra bajo la égida de la
teología de la prosperidad, la cual vincula y enfatiza la honra con el dar. La
honra es mucho más que darle a los que merecen honra.
3. CONCLUSIONES
La deconstrucción es un criterio exegético posmoderno adoptado por el
neopentecostalismo y observado en este análisis. Este no es un fenómeno
nuevo. Por el año 1,000 a.C. ya David se preguntaba: “Si fueren destruidos
los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo? (Sal.11:3).
La honra en la Escritura tiene su papel establecido por Dios. El otorgarle
papeles no coherentes con el mensaje general de Dios en su Palabra, diluye y
trastoca los fundamentos del cristianismo.
La honra no guarda relación directa con los milagros, es la fe. La honra es
una expresión de amor y fe; no lo contrario, no es la fe una expresión de
honra. Orientar la honra hacia propósitos materialistas es manipular la
doctrina. ¿Cómo pueden los cristianos testificar de las verdades bíblicas, si
los principios están siendo destrozados? (Veith, Jr., 1994, p.226). Prov.22:4
coloca la humildad y el temor de Dios como antecedentes a la riqueza, el
honor y una larga vida y no lo contrario, como lo afirman los ministros, en las
consideraciones de este estudio: “Riquezas, honra y vida, son la
remuneración de la humildad y temor de Jehová”.
La fe es antes que la honra a Dios. La fe es la condición para la salvación.
La fe salvadora puede definirse como “una convicción segura, operada en el
corazón mediante el Espíritu Santo, respecto a la verdad del evangelio”.
(Berkhof, 1993, p.602). Si el ser humano no es salvo, no puede adorar a Dios
correcta y bíblicamente.
Sin fe es imposible agradar a Dios. (He.11:6). Una de las formas de
agradarlo es honrarlo, por lo tanto, sin fe previa es imposible honrar a Dios.
La honra (valorar, estimar, amar, distinguir, ofrendar, obedecer, preferir,
reverenciar, confiar) es reconocimiento de la majestad de Dios, cierto tipo de
adoración. Nadie puede honrar a Dios sin fe. La honra, aplicada al ser
humano es reconocer sus virtudes y su valor.
PROCESO DE DISTORSIÓN DE UNA DOCTRINA BÍBLICA: LA
DOCTRINA DE LA HONRA

MANERAS
DE HONRA DISTORSIÓN

DESTINATARIO
Adoración Sin honra se obstaculiza
el poder para hacer
Reverencia milagros.
La honra condiciona el
Obediencia fluir del Espíritu Santo.
Honrar a Dios atrae una
Ofrenda recompensa material
Desinteresada automática. Se sobre-
enfatiza la honra con el
dar, sembrar y ofrecer a
Dios. Se re-direcciona la
DIOS honra a Dios al enfatizar
la recepción de
recompensa material.
(Teología de la
Prosperidad).
Para ser honrado y amado
por Dios, el cristiano
debe primero honrar a
Dios.

LA
HONRA
Se honra a Dios
haciéndolo su socio.

Obediencia La honra a Dios


Confianza promueve milagros.
LOS
Respeto El que honra a otra
HOMBRES
persona recibirá la
recompensa y la unción
de esa persona.
Ayuda en
necesidades
IX. CÓMO CONTEXTUALIZAR
UN PASAJE

¿Qué significa el texto para mí? Es una interesante interrogante, pero


puede representar un peligro para la aplicación de los principios y verdades
bíblicas, en las prédicas y enseñanzas. La pregunta refleja toda una diversidad
de enfoques hermenéuticos que van desde la genuina preocupación sobre cuál
es el significado que Dios le entregó al escritor original, hasta el deseo del
lector o intérprete de imponer el significado según su necesidad.
La contextualización implica aplicación o indigenización[45]. Es el proceso
de entender y explicar un texto o doctrina, tomando en consideración el
contexto histórico del intérprete o su situación de vida. (Kaiser Jr. y Silva,
2007, p.333). El criterio hermenéutico va ligado a lo que el escritor original
quiso decir, y no a la libre interpretación del lector. El principio y la verdad
escritural de Dios no cambia en el tiempo, o por la influencia de la cultura. El
principio es universal y eterno.
Históricamente, se ha observado un abuso inmisericorde de la
contextualización. Su uso poco fundamentado en las Escrituras, ha provocado
el nacimiento y la diseminación de doctrinas anti y extra bíblicas. Un correcto
método es necesario. El método más generalizado y aceptado dentro del
movimiento evangélico es el histórico-gramático, aunque se le señala la
debilidad de ignorar la influencia del contexto de modernas culturas, sobre el
intérprete actual. (Sánchez, 1996, p.296).
A continuación, se proponen algunos criterios para una adecuada
aplicación del texto:
1. Principio de no contradicción

La primera y más importante norma, es que todo esfuerzo de


contextualización debe observar que la Escritura no se contradice y que un
solo texto no puede tener múltiples significados. (Musasiwa, 2007, p.70).
Sirve como ejemplo, el principio de la heterosexualidad, inicialmente
establecido en Génesis 1:27, 5:2, “varón y hembra los creó,” y confirmado
por el Hijo de Dios en Mateo 19:4 y en Mr.10:6, “varón y hembra los hizo.”
2. Significado original del texto
Se trata de determinar, con la mayor certeza posible, el significado
establecido por el escritor original. Es lo que la teología denomina la
“intención del autor”. Para ello, es útil identificar la situación o contexto en la
que se motivó el mensaje divino; el contexto que vivió el escritor original.
(McQuilkin, 1980, p.113). Ejemplos sobre este criterio, pueden observarse en
Os.6:6, “misericordia quiero y no sacrificio”, usado por Jesús en Mt.9:10-13
para justificar la comida de sus discípulos con pecadores y publicanos, y para
jsutificar la acción de comer grano en sábado, en Mt.12:1-7. También puede
observarse en Mr.10:25, en el que Jesús aplica este principio a los ricos de su
época y puede ser aplicado a los ricos de todos los tiempos. (Kaiser Jr. y
Silva, 2007, p.40,44).
3. Grado de universalidad y permanencia del contenido del
texto

Determinar si la norma puede ser aplicada en el mismo sentido del


contexto original al contexto actual. Deberá diferenciarse entre lo que es de
naturaleza cultural y lo que es permanentemente normativo. (Martínez, 1984,
p.554). Débese diferenciar entre lo temporal y circunstancial, de lo válido
para todas las edades. Esto es la diferencia entre una norma casuística,
aplicable a una situación específica, sobre un grupo cultural y en un tiempo
definido, y una norma apodíctica, aquella aplicable y útil para normar una
situación común para la humanidad, en todas las edades. Por ejemplo, la
recomendación de Pablo a Timoteo, de tomar vino para sus problemas
estomacales (1 Tim.5:23), es de tinte casuístico; y la norma de no matar a
ningún ser humano, (Ex.20:13, Deut.5:14) es de orden apodíctico; aunque
después esta norma fue ampliada por Jesucristo, continuó en su naturaleza
apodíctica. (Mt.5:21,22).
4. Base sobre la cual el escritor original fundamentó la norma

¿Posee la norma algún atributo moral o asemeja una característica de la


naturaleza de Dios? (vida, verdad, amor, misericordia, igualdad, etc.). Sólo si
el fundamento es sobre lo moral de Dios, la norma puede tener una aplicación
sobre el tiempo y la cultura. Un ejemplo, puede observarse en 1 Co.11:5,6.
En el contexto, la tradición y costumbres que vivía la congregación en
Corinto, era necesario que las mujeres se cubrieran la cabeza para mostrar
sujeción a la autoridad, aspecto que estaba trastocado en esa congregación. El
aspecto moral aquí es el sometimiento a la autoridad de Dios. La base moral
de Dios está en la igualdad hombre-mujer, no en que la mujer se cubra cada
vez que se reúne con el hombre, en la iglesia. La norma del cubrimiento de la
cabeza es por lo tanto casuística y no tiene base en la moral de Dios. Se trata
de una actitud de sometimiento a Dios, tanto de la mujer como el hombre, y
no de cubrirse o no. McDowell y McDowell, 2017, p.290).
5. Elemento bíblico-teológico en el pasaje bajo estudio

Cada texto o perícopa, debidamente delimitada, posee una sola idea o


núcleo principal. La aplicación debe ir, primordialmente dirigida en este
mismo sentido, es decir, de acuerdo con la idea central. Las parábolas,
narraciones, y figuras escatológicas, se encuentran dentro de los elementos
que se prestan para errores interpretativos y, por ende, para fallas en la
aplicación. En Lc.22.19, Jesús estableció la práctica de la Santa Cena, como
un ejercicio para la Iglesia; pero cuando lavó los pies de los discípulos, y
luego dijo: “ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros
también hagáis” no estableció esta práctica para todas las edades, en la
Iglesia. (Jn.13:5). La parábola que se ha denominado de “los labradores
malvados”, se presta para aplicar conductas de cada uno de los labradores, y
se olvida el propósito central de la parábola, registrado en Mr.12:10,11.
6. El principio de la analogía de la fe

La verdad o enseñanza, observada en la perícopa bajo estudio, no debe


contradecir y debe confirmar la misma en otros lugares en la Escritura. El
principio y la verdad de Dios, permanecen incólumes e inmutables a través de
todo el texto bíblico y su aplicación, para todos los tiempos, culturas y
coordenadas. La Biblia posee un cuerpo o sistema de verdades y principios
que se complementan y se sustentan entre sí. Romper con esta norma es
romper con la unidad e integridad de la Palabra de Dios. Los criterios útiles
para establecer la analogía de la fe son: La repetición de la enseñanza en otros
textos y su armonía con otras enseñanzas, es decir, que la amplían o explican.
(Fasold, 2017, p.344). El principio del amor de Dios para con la humanidad,
(/Jn.3:16), el amor de los seres humanos para con Dios (Mt.22:37), el amor
entre los seres humanos, (Mt.5:43,44) y los atributos del carácter de Dios
(santidad, justicia, rectitud y misericordia), son elementos inmutables en la
analogía de la fe, que son útiles para la aplicación de la Palabra de Dios.
7. Separación del principio de la situación

Un ejemplo es el principio de la humildad, explicado en el lavado de los


pies (Jn.13:4-15). En esta porción, el lavado de los pies resulta en un modo o
manera, de muchos que pueden ser usados para explicar el principio, pero el
principio es uno sólo. En Stgo.2:1-4, se presenta el principio de
imparcialidad. (Kaiser Jr. y Silva, 2007, p.235).
8. La conducta del personaje bíblico

El comportamiento o conducta de un personaje bíblico, dentro de un


contexto determinado, no debe adaptarse como normativo, a menos que sea
establecido bíblicamente. Se debe tener en cuenta el caso de la narrativa.
Como tipo literario ésta no establece normas, ni califica la conducta de los
personajes que forman parte de la narrativa. (McQuilkin, 1980, p.122). Como
ejemplo, si se toma como normativo el comportamiento de Jezabel en 1 R
21:7, se rompe con el principio de igualdad establecido en Ef.5:21.33, 1
Co.7:34, 11:11,12.
X. EJEMPLOS PRÁCTICOS

¿Cómo realizar una exégesis rápida y sencilla para la predicación o


enseñanza? Ésta es una de las necesidades diarias del predicador y maestro.
Uno de los factores que inhiben al ministro, en particular a los pastores, es la
limitación del tiempo. La rigurosa aplicación de la metodología completa
sugerida para realizar una exégesis puede resultar, además de desafiante,
desalentadora, porque puede ser consumidora de tiempo. Para superar este
escollo, se presentan a continuación, ejemplos de exégesis útiles, prácticas y
no superficiales, que ayudarán al ministro en su responsable búsqueda del
mensaje, apegado a la Palabra de Dios.
Ejemplo No.1: Análisis del aparato crítico aplicado a
Lc.22:43,44.
Como ha sido expresado en líneas anteriores, una vez seleccionada la
perícopa, debe realizarse el análisis del aparato crítico con el objeto de
constatar o confirmar la fidelidad de los versículos que la conforman. Se
recomienda que, si se demuestra una fuerte probabilidad de inexistencia, de
uno o más versículos en la perícopa seleccionada, tales versículos deben ser
excluidos del sermón o enseñanza. Si el análisis conduce a dudas razonables,
el predicador o maestro debe dar a conocer las salvedades, a fin de guardar la
pureza de la Escritura.
Uno de los primeros indicios a evaluar, es la existencia de la perícopa en
diferentes versiones o traducciones. En el caso de Lc.22:43,44, la porción
aparece en las versiones cuya traducción se basa en el Textus Receptus[46]
(Reina-Valera, King James). En las versiones que traducen el Textus
Criticus[47] (NVI, NTV), la porción aparece con anotaciones que advierten al
lector de su inexistencia en los manuscritos más antiguos. Este es un
elemento que se constituye en objeto para el análisis del aparato crítico. Se
recomienda que, además de consultar con documentación de exégetas de
reconocido prestigio y seriedad, el ministro realice su propia investigación.
Bajo un enfoque metodológico, el análisis del aparato crítico consiste en
dos fases: El análisis de la evidencia externa y el análisis de la evidencia
interna. La primera fase se encarga de revisar la existencia de la perícopa en
los principales testigos (papiros, manuscritos, leccionarios y comentarios de
los padres apostólicos). La segunda fase analiza más a fondo el texto de
manera de identificar su originalidad. Dos de los criterios utilizados en el
análisis de la evidencia interna están la brevedad del texto (lecto brevior) y la
lectura más difícil (lectio difficilior). Se considera que, a mayor brevedad y
mayor dificultad, el texto es más confiable. Este elemento metodológico
descansa en el criterio de que el escritor original hizo uso del menor número
de palabras y en un lenguaje más apegado a su tiempo y cultura, por lo que
aparenta ser más complicado para el lector posterior. El escriba quizás pensó
en agregar palabras para una mayor y mejor explicación, a los lectores
posteriores.
Análisis de la evidencia externa de Lc.22:43,44:
De acuerdo con Wescott y Hort, los versículos 43 y 44 se encuentran en
los manuscritos Occidentales, pero son inexistentes en los testigos de mayor
antigüedad (Sinaítico, Vaticano y Alejandrinos). Entre los testigos
occidentales que incluyen estos vesículos se encuentran los manuscritos
unciales: D K X Θ Ψ, todos de los siglos VIII a X d.C.[48] (Wescott y Hort,
1896, p.266).

Manuscrito Letra / Número Ubicación Siglo


K 017 París IX
X 033 Munich. X
Θ 038 Tiflis: Koridethi IX
Ψ 044. Athos. VIII / IX

Algunos de los papiros y textos alejandrinos que los excluyen son:


p69vid, p75 (del siglo II d.C.) y ‫ א‬A B N R T W (de principios del siglo IV a
VI d.C.). (Wescott y Hort, 1896, p.266).

Manuscrito Letra / Número Ubicación Siglo


‫א‬ 01 Londres: Sinaítico IV
A 02 Londres: Alejandrino V
B 03 Roma: Vaticano IV
N 022 Leningrado VI
R 027 Londres VI
T 029 Roma V
W 032 Washington V

Si se consideran las fechas de origen de los manuscritos, puede concluirse


que la omisión es más plausible, es decir, Lc.22:43, 44 fue adicionado;
aunque existen manuscritos alejandrinos que contienen estos versículos, y
manuscritos occidentales que los omiten. (Ehrman y Plunkett, 2006, p.182).
Los que rechazan la existencia de Lc.22:43,44, argumentan que los
versículos fueron interpolados por escribas, bajo criterios anti-docéticos. El
docetismo es una doctrina que enseña que Cristo no vino en carne; no se
encarnó, sino que únicamente tenía la apariencia de hombre. Se afirma que
los versículos fueron interpolados para defender la doctrina de la naturaleza
humana de Cristo. En el siglo II d.C., el clima teológico era a favor de la
interpolación, es decir, su previa inexistencia, para afirmar la humanidad de
Cristo. (Blummell, 2014, p.35). Algunos estudiosos plantean que la
interpolación de los versículos, humillaba la naturaleza humana de Cristo,
porque Él estaba manejando la prueba de manera equilibrada, como ser
humano, y no requería la ayuda, ni la fortaleza del ángel.
Evidencia Interna
Lyder Brun, teólogo noruego, defiende la inexistencia de los versículos,
esgrimiendo los siguientes argumentos:
1) Lucas cita la intervención de ángeles, pero en ninguno de sus
escritos utiliza la frase “ángel del cielo” (αγγελος απ ουρανου). Sólo
se observa en esta porción. No parece ser una expresión genuina de
Lucas.
2) Lc.22:43-44 contiene tres hapax legomena[49] que dan indicios de
que no pertenecen al estilo propio del médico Lucas.
3) No puede compararse a Lc.22:43-44 con Hch.9:19, como se afirma
frecuentemente. En Hch.9:19, el verbo “confortar” (ενισχνειν) es
referido al fortalecimiento físico; en tanto que en Lc.22:43-44 se
refiere al soporte emocional. (Brun, 1933, pp.266,267).
Ehrman y Plunkett se inclinan a aceptar la interpolación de
Lc.22:43-44 por lo siguiente:
1) Evidencia externa: Los versículos no existen en los
manuscritos más antiguos y fidedignos: los manuscritos
alejandrinos.
2) Evidencia interna: Existe una posibilidad de una interpolación
por razones doctrinales anti-docéticas.
3) Evidencia teológica: La representación de Jesús es estos
versículos no está de acuerdo con el resto de la narrativa de la
pasión de Cristo en Lucas, en la cual se describe a Cristo
como emocionalmente controlado, encarando la muerte con
ecuanimidad. (Ehrman y Plunkett, 2006, p.194).
A pesar de esta conclusión, Ehrman y Plunkett reconocen que existen
suficientes dudas como para no cerrar todas las posibilidades, como otros
estudiosos. (Morris, 2005, p.312).[50] Se recomienda que, en casos semejantes,
el analista incorpore otros criterios exegéticos como el teológico, el cual
brinda elementos sustentarios adicionales. (Comfort, 2005, p.288).
Ejemplo No.2: Análisis estructural y paralelismos autorizados.
Sal.2:1-12.
Primeramente, se observa una separación entre el Salmo 1:6 y el Sal.2:1,
en vista de que el Salmo 2 inicia con una interrogante no relacionada con el
subtema del Salmo 1 (los justos y pecadores): ¿Por qué se amotinan las
gentes, y los pueblos piensan cosas vanas?
Estructura de Sal.2:1-12
VV. 1-5. El primer bloque del Salmo 2, está
constituido por los versículos 1-5 que
tratan de las consecuencias de los que
se oponen a Jehová y a su ungido.
VV. 6-9. Trata del decreto sobre el hijo. La
preposición de contraste, “pero”,
introduce esta idea.
VV.10-12 El adverbio “ahora” y la conjunción
“pues” que indica “por las razones
anteriores”, introducen esta idea. Se
exhorta a los reyes.

Un paralelismo con Hch.4:25, 26 autoriza a interpretar que la palabra


“ungido” del V.2 se refiere a Cristo. Hch.13:33 confirma que la expresión
“mi hijo eres tú” se refiere a Cristo.
Ejemplo No.3: Análisis léxico-sintáctico y diagrama de flujo de
Rom.8:10.
El análisis léxico-sintáctico tiene como objetivo fundamental, estudiar las
funciones de los componentes de la perícopa bajo estudio y su significado
gramatical. Las conclusiones de este ejercicio, son útiles para alimentar el
análisis teológico. Se analizan los componentes gramaticales (cláusulas,
oraciones, frases, artículos, pronombres, adjetivos, adverbios, complementos
y otros).

“Pero”: Conjunción adversativa. Introduce el versículo 10.


Tiene la función de unir este versículo con la idea de los
versículos anteriores: la vida en la carne en oposición a la vida
en el Espíritu.
“Si Cristo está en vosotros”: Cláusula condicional. Establece la
condición de que Cristo debe estar en ellos.
“El cuerpo en verdad está muerto”: Complemento directo.
Cláusula principal. La condición caída o naturaleza pecaminosa
de los cristianos mantiene al cuerpo en muerte, es decir, sin
capacidad de agradar a Dios. (Hendriksen, 2001, p.281).
“A causa del pecado”: Cláusula subordinada. Señala un factor
que hace diferencia entre las cláusulas principales.
“Mas (pero) el espíritu vive”: Cláusula principal. La conjunción
adversativa “pero” introduce la idea. Señala que a diferencia del
cuerpo, el espíritu vive.
“A causa de la justicia”: Cláusula subordinada. Ambas cláusulas
subordinadas, introducidas por la locución proposicional “a
causa”, que establecen “pecado” y “justicia,” con causas de
muerte y vida espiritual.
El diagrama de flujo correspondiente al análisis léxico-sintáctico de
Rom.8:10 es el siguiente:
El diagrama de flujo ayuda a concluir que la presencia de Cristo conlleva
justicia, lo cual es causa de vida del espíritu en el cristiano. El análisis léxico-
sintáctico y el diagrama de flujo son herramientas útiles para: Establecer la
relación teológico-doctrinal con el resto del libro e identificar factores
explicativos y consecuencias. En este ejemplo específico se observa la
función de la presencia de Cristo en el cristiano y sus bondades.[51]
Ejemplo No.4: Cómo las figuras retóricas pueden servir para
delimitar un párrafo:
En He.1:5 el escritor inspirado introduce el párrafo utilizando una
pregunta retórica: ¿A cuál de los ángeles dijo Dios jamás? Luego, en el V.13
se utiliza la misma pregunta para cerrar el párrafo. El tema de esta perícopa
es la superioridad de Jesús sobre los ángeles. Puede apreciarse, de igual
manera, que el escritor se fundamenta en versículos del Antiguo Testamento
para sustentar la idea. (Sal.2:7, 104:4, 45:6,7, 102:25-27, 110:1; 2 S 7:14;
Deut. 32:43). (Guthrie, 1998, p.126).
Ejemplo No.5: Exégesis aplicada a Hch.8:26-40.
Delimitación de la perícopa.
Determinar los limites de la perícopa es útil para circunscribir el mensaje
del sermón o de la enseñanza. El capítulo 8 inicia con la persecución de la
Iglesia, lo cual tuvo su origen con la muerte de Esteban. Esta persecución
genera una actividad evangelística. La porción de Hch.8:26-40 se encuentra
en este contexto histórico. La expresión “en aquel día hubo una gran
persecución contra la iglesia,” de Hch.8:1, sirve de introducción para la
narrativa. La perícopa bajo estudio inicia en el V.26. Esto se observa por la
diferencia entre dos contextos. El V.25 termina la narrativa sobre el retorno
de Pedro y Juan a Jerusalén, y el V.26, inicia con la instrucción del ángel a
Felipe y el evangelismo del eunuco. Son dos contextos diferentes.
Análisis estructural de Hch. 8
El análisis estructural es pertinente en virtud de que ayuda a fijar las
ideas, que luego se convertirán en las divisiones principales y secundarias,
del sermón o enseñanza. El análisis estructural consiste en la división por
versículos del capítulo, en función de los subtemas que encierra cada párrafo.

ANÁLISIS ESTRUCTURAL DE Hch.8


Tema Versículos
Inicio de la persecución 1–4
Inicio del proceso evangelístico 6–8
de Felipe en Samaria.
Falsa conversión de Simón. 9-13
Intervención de Pedro y Juan. 14-17
La realidad de Simón 18–25
El encuentro Felipe - etíope. 26-29
Declaración de la necesidad de la 30–34
Palabra
Anuncio del evangelio 35
Confirmación y evidencia de la 36–39
fe
Felipe continúa evangelizando 40
Identificación el tema de la perícopa
El análisis estructural de la porción bajo estudio sirve de insumo para
identificar el tema, núcleo o mensaje. No existe duda de que el mensaje
contenido en los VV.26-40 se refiere a un acto de evangelismo inducido y
orientado por Dios, en cumplimiento a su anterior mandato de Mt. 28:19 de ir
y hacer discípulos. Toda la porción revela el tema “el evangelismo en
obediencia.”
Análisis de los versículos principales de la estructura
Cuando no se pueda armar un análisis léxico-sintáctico pormenorizado
del diagrama de flujo, el predicador o maestro puede seleccionar aquellos
versículos más vinculados al tema de la perícopa para analizarlos. En este
caso, los VV.26, 27, 29, 34 y 35 ofrecen la información más importante:
V.26, 29 : “Un ángel del Señor habló a Felipe”; “y el Espíritu le dijo a Felipe”. Estas expresiones
implican que lo que sigue es un acto, inducido y orientado directamente por Dios.
V.27: “Él se levantó y se fue.” El evangelismo debe hacerse en obediencia, según la
voluntad de Dios.
VV.34,35: “Te ruego que me digas”; “le anunció el evangelio de Jesús”. El evangelio abre los
ojos al mundo.

Análisis del aparato crítico


Un breve vistazo al aparato crítico de esta perícopa, da cuenta de que el
V.37 no se encuentra en los manuscritos más antiguos.[52] Este versículo
aparece en manuscritos medievales. (Kistemaker, 2007, p.342). Por lo tanto,
el predicador o maestro deben tener cuidado de no hacer énfasis en este
versículo, sin descuidar que existen otros que sustenten esta misma idea; de
allí que no se afecta la doctrina correspondiente.
Análisis teológico. Cognados y analogía de la fe.
V. 26: El evangelismo es un mandato divino que debe realizarse en obediencia.
V.29: “Acércate y júntate a ese carro”. En ese carro iba un etíope eunuco. El mensaje de Dios
rompe barreras de fronteras geográficas, condición étnica y libra al ser humano de la
esclavitud del pecado. La aplicación del concepto de analogía de la fe y de cognados ayuda
a encontrar paralelos útiles que fundamentan la intervención divina en esa porción. (Is.
53:7,8; 1 R 8:41-43; Mt.28:19,20).
V.32: El centro del mensaje evangelístico es Cristo. (Is.53:7,8). El mensaje debe ser mesiánico.
(Mt.26:60-63).

Análisis homilético
Las conclusiones de todas las fases anteriores deben desembocar en la
preparación del sermón o enseñanza. Este es el propósito final de la exégesis.
Un tema (no necesariamente el título) del sermón podría ser: “El evangelismo
en obediencia” o “el propósito del mensaje evangelístico”. De las fases,
análisis estructural y análisis del diagrama de flujo surgen las divisiones
principales y secundarias del sermón o enseñanza. Estas podrían ser:
ESQUEMA DEL SERMÓN
I. Naturaleza del evangelismo
1. Mandato divino V.26
2. Mensaje cristocéntrico y mesiánico VV.32,33.
II. El papel de la obediencia
1. Sensibilidad espiritual VV.26,29
2. Disposición y motivación V.27-
III.Reconocimiento y necesidad
1. Reconocer la ignorancia espiritual.V.30.
2. Cómo podré si alguno no me enseñare. VV.31,34.
IV. Confirmación y evidencia de fe.
1. Confirmación. V.36.
2. Evidencia V.37,39.
V.Conclusión
Ejemplo No.6: Exégesis completa de Efesios 1:1-14
La importancia de la epístola a los Efesios es evidente, por su riqueza
doctrinal. El propósito y el rol de la epístola en el contexto no sólo del Nuevo
Testamento, sino también del Antiguo Testamento, es clave.
La carta a los Efesios posee gran actualidad por la respuesta que provee al
ser humano acerca de su necesidad de reconciliarse con Dios. Es una obra
genuina de Dios por medio de la mano del apóstol Pablo. No es producto de
una ampliación de la carta dirigida a los Colosenses, ni es producto de un
hábil imitador de otras epístolas de Pablo. Tampoco contradice las
enseñanzas de los Evangelios, sino que las complementa perfectamente. No
existe ningún vestigio de contradicción con las doctrinas presentadas en las
cartas juaninas.
En Efesios capítulo uno y los catorce primeros versículos (Ef.1:1-14), se
observa claramente el tema de la Iglesia bendecida y gloriosa, representada
por los creyentes en la congregación de Éfeso.
Asuntos tales como las bendiciones del Padre y del Hijo de Dios, el
misterio de la voluntad de Dios, la elección, la adopción, predestinación,
perdón y la redención, son abordados por Pablo en la epístola. Los doce
primeros versículos de la epístola anuncian las grandes bendiciones para la
humanidad de parte de Dios, para todo aquel que cree y se entrega al Hijo de
Dios.
1. Delimitación de la perícopa a estudiar.
Para establecer los límites a la porción bajo estudio, debe tenerse claro el
propósito u objetivo del estudio: ¿qué se desea demostrar? Se desea
demostrar las bendiciones de Cristo para su Iglesia. El objetivo es el primer
elemento útil.
En este caso el límite inicial está determinado por el inicio de la epístola.
Los versículos 1 y 2 incorporan el saludo introductorio de la epístola. El V.3
establece el tema de la porción: “nos bendijo con toda bendición espiritual”.
Las palabras o expresiones que dan continuidad y conservan la unidad del
tema, se encuentran en los siguientes versículos:

V.4: “nos escogió”


V.5: “para ser adoptados”
V. 6: “nos hizo aceptos”
V.7: “tenemos redención” y “perdón de pecados”
V.8: “hizo sobreabundar”
V.9: “dándonos a conocer el misterio de su voluntad”
V.11: “tuvimos herencia”
V.13: “fuisteis sellados con el Espíritu Santo”

El versículo 14 debe ser incluido en la perícopa, en virtud de que define o


explica la bendición señalada en el versículo 13: el sello del Espíritu Santo
“es las arras de nuestra herencia”.
Puede observarse que el versículo catorce crea el límite para el párrafo
anterior y el versículo quince inicio para el siguiente párrafo. El uso de la
expresión con la preposición “por esta causa” (por estas razones) señala, que
a partir del versículo 15, Pablo señala los efectos de las bendiciones recibidas
por Cristo para la iglesia. Dentro de éstas se mencionan: V16: “no ceso de dar
gracias” y Pablo ora por los efesios, para que Dios les otorgue “espíritu de
sabiduría y de conocimiento de él” (V.17), y otras bendiciones contenidas en
los VV.18 y 19.
2. Análisis del aparato crítico
El análisis del aparato crítico no arroja ninguna observación que ponga en
duda la existencia de Ef.1:1-14.
3. Análisis histórico – cultural y contextual.
3.1 Análisis del contexto canónico del libro
La autenticidad de los libros que conforman la Biblia encuentra base en el
concepto de inspiración. La autenticidad se fundamenta en que fue Dios
quien inspiró a muchos hombres para que escribieran estas Sagradas
Escrituras. La Palabra de Dios no es un mero acto de la inteligencia humana.
Si ello fuera así, sencillamente la Biblia perdería todo valor. Lo sobrenatural
es un elemento más que esencial en la discusión de la autenticidad de la
Biblia.
El Nuevo Testamento no escapa a esta observación, como componente
fundamental de la Sagrada Escritura. El Nuevo Testamento es igualmente
inspirado como el Antiguo Testamento. La demostración de su inspiración
descansa en varios criterios esgrimidos a través de los siglos. Según Pablo
Hoff la inspiración de los libros del Antiguo Testamento puede ser sustentada
en el testimonio de los profetas. Estos eran conscientes de que Dios hablaba
por medio de ellos. (Hoff, 2005, p.95). En el Nuevo Testamento se agrega el
testimonio de Cristo que no sólo validó el Antiguo Testamento sino también
el Nuevo.
Calvino, plantea que un criterio válido para fundamentar la inspiración de
los libros de la Biblia es que el testimonio del Espíritu es superior a toda
razón. En sus propias palabras: “A lo cual respondo que el testimonio que da
el Espíritu Santo es mucho más excelente que cualquier otra razón.”
(Calvino, 1988, p.33). Sin duda, este es un criterio devastador e irrefutable
desde el punto de vista espiritual. Nadie que no haya conocido a Dios puede
entenderlo.
Hoff sugiere que “por ser palabra de Dios, satisfaría las necesidades
espirituales del pueblo.” (Hoff, 2005, p.96). De esta manera, el pueblo
confirmaba la veracidad de la inspiración de Dios en el Nuevo Testamento.
El testimonio de Jesucristo acerca del Nuevo Testamento es calificado por
Hoff como un criterio “decisivo.” (Hoff, 2005, p.98).
Duffield y Van Cleave introducen dos argumentos que en algún sentido
hacen referencia o son consecuencia de los anteriores. La “veracidad
doctrinal” y la “utilidad” (Duffield y Van Cleave, 2006, p.13) son criterios
más bien prácticos. El primero se refiere a la naturaleza del contenido del
libro, es decir, que éste debería ser apegado a la sana doctrina. Cualquier
elemento hereje o que era contrario a los libros canónicos aceptados era
objeto de rechazo por la iglesia como cuerpo, no como organización. El
criterio de la utilidad estaba referido al uso generalmente aceptado por los
padres de la iglesia, es decir, la aplicabilidad del principio a situaciones
reales.
Relacionado con el argumento calvinista, Thiessen plantea que para
determinar la canonicidad de la Sagrada Escritura, el libro bajo escrutinio
debería dar “verdadera evidencia de inspiración divina. (Thiessen,1948,
p.10). Thiessen califica este criterio como prueba fundamental, de lo cual
pocos teólogos parecen tener duda. Sólo que para efectos externos el criterio
pierde fuerza en vista de que es netamente espiritual. Sin embargo, de cara a
1 Co.2:14 es imposible que el hombre natural pueda darle validez a este
criterio, porque no lo puede entender.
Grau introduce algunos elementos adicionales interesantes. Adiciona la
apostolicidad, en el sentido de que Dios convirtió a los apóstoles en
mensajeros, divinamente comisionados y equipados para Su Revelación.
(Grau, 1973, p.215). Aquellos textos que no fueron escritos por apóstoles, lo
hicieron bajo autoridad apostólica, como por ejemplo el evangelio según
Lucas.
Mucho se ha discutido a través de muchos años, la autoridad de la Iglesia
para determinar la canonicidad de los libros bíblicos. El clero Católico-
Romano se atribuye la autoridad para seleccionar los libros que pertenecen al
canon. Sin embargo, eso no es lo que parece indicar la misma Escritura. Grau
ofrece un excelente resumen de lo que debe ser la relación entre la Iglesia y la
Escritura como Palabra de Dios.
Fue la Iglesia, históricamente hablando, la que confirmó, no designó la
canonicidad de los libros inspirados. La iglesia no fue llamada para establecer
los fundamentos para establecer la canonicidad, fue en realidad la misma
Escritura. La Iglesia ha sido la administradora del canon y no la autora. La
Iglesia no formó sino que reconoció la inspiración. “El canon debe controlar
la Iglesia, no la Iglesia al canon.” (Grau, 1973, p.217). De esta afirmación, se
desprenden otras conclusiones muy importantes como que es el canon quien
debe dictar pautas a la Iglesia y no lo contrario y los libros bíblicos están en
el canon porque son inspirados, no es que tienen autoridad divina porque
están en el canon.
La canonicidad de la epístola a los efesios es poco adversada. La iglesia
primitiva desde el siglo primero hasta los padres de la iglesia en su mayoría
está básicamente de acuerdo con la autenticidad de la carta. Hendriksen
plantea que “tan pronto como la iglesia comenzó a asignar los escritos del
Nuevo Testamento a autores definidos, 'bajo un acuerdo designó a Pablo
como el escritor de Efesios.” (Hendriksen, 2007, p.59). Existen fuertes
indicios de que la carta es auténtica. Clemente de Roma en su Primera
Epístola de Clemente a los corintios, hace uso de citas de Efesios dando fe de
su autenticidad. (Hendriksen, 2007, p.58). Así, otros escritores con autoridad
hacen referencia a la carta. Entre éstos se mencionan a Ignacio y su Epístola
a los efesios, Policarpo, en su Carta a los filipenses cita a Efesios, El Pastor
de Hermas, La Enseñanza de los apóstoles, la Epístola a Bernabé, al final del
segundo siglo, reconocen la existencia de la carta. (Hendriksen, 2007, p.58).
Más adelante alrededor de los años 180 y 200 El Fragmento Muratorio
menciona al mismo Pablo como escritor de la carta. También Ireneo,
Clemente de Alejandría, Tertuliano y Orígenes se suman a este grupo.
Eusebio a principios del siglo cuarto toma en cuenta a Efesios como parte de
las catorce cartas aceptadas en la época. (Hendriksen, 2007, p.57).
La evidencia externa es casi irrefutable en cuanto a la autenticidad de esta
carta.
La evidencia interna encuentra algunos escollos, en particular por el
hecho de que los documentos más antiguos, Sinaítico y el Vaticano, no tienen
la expresión “en Éfeso” en el primer versículo del capítulo primero. Se
plantea que esta expresión fue adicionada en manuscritos posteriores. En
contraposición, se plantea que la naturaleza encíclica explica la ausencia de
nombres de destinatarios.54 (Robertson, 2003, p.499).Como explicación para
aquellos que adversan la idea de que la epístola no fue dirigida a los Efesios y
por lo tanto no escrita por Pablo, una copia fue probablemente dirigida a los
de Laodicea y a otras iglesias. (Carroll, 1913, sp.). No obstante la existencia o
no, de la expresión “en Éfeso,” la canonicidad del libro no se ve afectada.
Conclusión
La epístola ha sido aprobada por la iglesia inicial (“primitiva”).[53] Posee
fuertes incidios internos y externos que sustentan su canonicidad. Como libro
inspirado, es casi irrefutable. Por lo tanto, se concluye que procede la
exégesis parcial o total del libro.

i. Análisis del contexto histórico-geográfico[54] cultural


La ciudad de Éfeso estaba ubicada en el occidente de Asia menor. Fue un
centro portuario importante en la época de Pablo. (Nelson, 1998, p.307) y en
la iglesia denominada “primitiva”.[55] Estaba ubicada en un puerto muy activo
y próspero, situado al final de la ruta de las caravanas de Asia. Desde allí se
enviaban mercancías hacia otros puertos del Mediterráneo. Esta enorme
ciudad tenía una gran plaza (ágora) que servía de mercado de bienes. Poseía
baños públicos, una biblioteca y varios templos. (Van der Maas, 2002,
pp.803-804).
La ciudad estaba construida cerca del santuario de una antigua diosa de la
fertilidad, Anatolia. Esta diosa era importante para este pueblo en vista de su
vocación agrícola, al punto que llegó a ser el centro donde se adoraba a esta
diosa. Los griegos le llamaban Artemisa y los romanos Diana. (Van der
Maas, 2002, p.804).
El culto a Diana generaba mucho comercio. Éfeso se convirtió en un
lugar de peregrinación para sus colaboradores. En el siglo I, Éfeso era una
ciudad moribunda debido a que el puerto que alimentaba el comercio y la
venta de altares e imágenes de plata, se vio obstruido por sedimentos
concentrados a orillas del puerto.
Cuando la epístola fue escrita Pablo estaba en la cárcel. La epístola
contiene tres notas que indican que Pablo estaba preso cuando la escribió. En
Ef.3:1 y en 4:1 el apóstol habla de sí mismo como “prisionero.” En 6:20 se
describe a sí mismo como un “embajador en cadenas.” (Purkiser, 1946,
p.143). Al analizar el libro de los Hechos, en las tres porciones que hacen
referencia a los encarcelamientos de Pablo, puede verse el lugar donde estaba
Pablo al momento de escribir la carta. En Filipos (Hch.16:19-34), en Cesarea
(Hch. 25) y en Roma (Hch.28:16 y ss.). En vista de que en Filipos el
encarcelamiento duró sólo una noche, puede eliminarse inmediatamente
como el sitio en que la carta haya sido escrita. En Cesarea fue más largo, más
de dos años, (Hch.24:26,27), sin embargo, los estudiosos no lo ven como el
sitio donde Pablo escribió la epístola. Las epístolas de la prisión indican que
Pablo esperaba ser puesto en libertad muy pronto (Flm.22; Fil.2:24).
La mayoría de los estudiosos plantean que la posición más razonable
acerca del lugar donde fue escrita la epístola, al igual que las enviadas a los
Filipenses, a los Colosenses y a Filemón, es que fueron escritas mientras
Pablo estaba prisionero en Roma. Para fundamentar esta afirmación, Taylor
expresa que “las referencias a 'todo pretorio' (Fil.1:13,NVI) y a los santos
[…] que pertenecen a la casa de César” (Fil.4:22, NVI) definitivamente
sugieren un escenario romano. Lo que es más, Pablo vivió en relativa libertad
en Roma mientras que esperaba ser juzgado (Hch.28:30). Durante un período
de dos años vivió en su propia casa y de esa manera pudo darle atención a
cualquier correspondencia necesaria con las iglesias en la región del mar
Egeo.” (Purkiser, 1946, p.144).
El propósito de la epístola es definido por Jamieson, Fausset y Brown
como: “presentar el fundamento, el curso, el propósito y el fin de la Iglesia”
(Jamieson, Faucett y Brown, 1997, p. 467). Este objetivo de Pablo en la
epístola es correcto en vista de que Dios busca la unidad entre los dos
pueblos, pero al final la unidad entre Dios y su iglesia. La epístola a los
Efesios trata el tema de la Iglesia más que cualquier libro de Pablo, en
términos proporcionales.
Durante toda su vida Pablo enseñó a los gentiles que no era necesario
convertirse en prosélitos o conversos judíos para ser cristianos. En realidad
era muy desagradable para los gentiles sentirse obligados. Tampoco quería
Pablo que entre los gentiles se desarrollara prejuicios en contra de los judíos,
sino que fueran considerados hermanos en Cristo. El apóstol no quería ver
dos iglesias, una gentil y otra judía, sino una sola en unidad.
Lacy resume muy bien los propósitos de Pablo en la epístola. El apóstol
tiene como propósito ayudar a los gentiles a apreciar el plan de salvación
propuesto por Dios desde que antes de la fundación del mundo y hacerles
reconocer la grandeza de las bendiciones que gozaban en ser participantes de
los beneficios de la redención. De igual forma, Pablo desea presentar un
sistema que desconocía las distinciones entre los judíos y gentiles e inducirlos
a la dignidad de hijos de Dios. (Lacy, 1970, p.8). La esperanza del apóstol era
que toda diferencia creada por razones de razas, puntos de vista y prejuicios
fueran superados en unidad y armonía en la iglesia del Señor.
Contrario a la claridad establecida por Jamieson, Fausset y Brown,
Carson y Moo opinan que no hay unanimidad en el objetivo, en virtud de que
mientras que algunos proponen que existían diferencias entre cristianos de
origen judío y gentiles, otros opinan que la carta fue concebida para enseñar a
los gentiles en temas de fe. Aun otros sugieren que se trata de exponer
verdades importantes entre los primeros cristianos. (Carson y Moo, 2008, p.
421).
Es evidente que la epístola no fue escrita para neófitos. Tal como plantea
Tenney, en la época en que Pablo escribió la epístola estaban con él,
Aristarco, Epafras, Lucas y Demas. Es de notar que todos estos hermanos
sean mencionados en la epístola, al igual que la en la de Filemón y
Colosenses, indica que fueron escritas durante la misma época. (Tenney,
1989, p.377). Esto resulta también en un antecedente para afirmar que
Efesios fue escrita después de que habían sido fundadas numerosas iglesias.
Efesios es la única epístola del Nuevo Testamento en la que la palabra
“iglesia” significa el cuerpo universal más bien que un grupo local. (Tenney,
1989, p.377).
Conclusión
Como ciudad portuaria y comercial, Éfeso recibió la influencia de
diversas culturas y creencias religiosas. Esto quizás imprime al escrito un
llamado a la unidad. La epístola fue escrita por Pablo, desde la cárcel de
Roma. Esto lo ayuda a autodefinirse como “prisionero de Cristo” en Ef.3:1 y
“preso en el Señor” en 4:1, y en 6:20 se describe a sí mismo como un
“embajador en cadenas”. Efesios es la única epístola del Nuevo Testamento
en la que la palabra “iglesia” significa cuero universal más que un grupo de
cristianos, pertenecientes a una comunidad local.

3.2 Análisis del contexto del libro


Tal como ha sido comentado arriba, al momento de la escritura de la
epístola Pablo se encontraba en su primer encarcelamiento en Roma, quizás
en el 60 d.C., antes del incendio que destruyó a Roma en el año 64 d.C. Una
“repugnante maldad” y una falta de esperanzas era la característica del
mundo de Pablo en sus días. (Hendriksen, 2007, p.11). Se trata de una carta
circular o encíclica destinada a las iglesias de Éfeso y sus alrededores, con el
propósito de hablarle a la Iglesias para expresar su satisfacción por su fe
centrada en Cristo, enseñarles sobre la gracia redentora de Dios a la iglesia y
establecer la diferencia entre el imperio romano y la Iglesia de Cristo.
(Hendriksen, 2007, pp.66,67).
Cuando Pablo escribe la epístola estaba en la cárcel. Efesios forma parte
de varias epístolas que forman la llamada “literatura bíblica carcelaria”. Él se
llama a sí mismo “prisionero de Cristo Jesús” (3:1), “preso en el Señor” (4:1),
y embajador en cadenas” (6:20). (Vaughan, 1987, p.10). Los eruditos
conservadores concuerdan que todas estas expresiones se refieren al período
del primer encarcelamiento de Pablo en Roma. Si admitimos esta opinión
como correcta, la fecha de Efesios debe fijarse alrededor de los años 61-63
d.C. (Vaughan, 1987, p.10).
Existe un alto nivel de semejanzas entre las epístolas a los Colosenses y
Efesios. Hendriksen plantea que noventa y cinco versículos de Colosenses
están repetidos en Efesios y que Efesios contiene ciento cincuenta y cinco
versículos de los cuales cerca del cincuenta por ciento están total o
parcialmente en Colosenses. (Vaughan, 1987, pp.28,31). De allí que es
indudable la relación entre estas dos cartas. Sin embargo, Hendriksen
concluye que a pesar de tal semejanza, existen diferencias significativas que
llevan al concepto de que la epístola a los no es el producto de una copia
ampliada de Colosenses.
La epístola también encuentra contexto, en pensamiento y fraseología,
con el resto de las epístolas de Pablo, incluyendo las pastorales. Las “palabras
y frases de las otras epístolas […] se repiten con mayor frecuencia en
Efesios”. (Hendriksen, 2007, p.35). De igual forma, existe relación con la
primera epístola de Pedro en aspectos tales como la esperanza del cristiano, la
armadura de Dios y otras. (Hendriksen, 2007, p.40).
Existen, de igual manera, ciertas similitudes entre Efesios, Lucas y
Hechos, los escritos juaninos y Hebreos. Encuentra también cierta relación
con Levítico en la idea del perdón de nuestras transgresiones, Salmos 103:12,
Isaías 44:12, Jeremías 31:34 y Miqueas 7:19.
Conclusión
La epístola encuentra contexto o similitudes en la epístola a los
Colosenses. De allí su estrecha relación. Existe alguna relación con la
primera epístola de Pedro en temas como la esperanza del cristiano y la
armadura de Dios. De igual manera, la epístola a los Efesios encuentra
paralelos doctrinales en el evangelio de Lucas, Hechos y Hebreos; y algunas
similitudes con Salmos, Isaías, Jeremías y Miqueas.
3.2 Análisis del contexto de la sección
La carta a los Efesios se divide en dos secciones claramente establecidas.
De acuerdo con Stott y MacDonald, Efesios se divide en: La posición del
creyente en Cristo (capítulos 1-3) y la práctica de los creyentes en el Señor
(capítulos 4-6). (Mac Donald, 1995, 851). La inicial que incluye esta exégesis
(1:3-14) describe la nueva vida que Dios ha dado a su Iglesia en Cristo. A su
vez, la división en mención se divide en dos partes. La primera consiste en
una salutación (1:1,2) y la segunda, una alabanza a Dios (1:3-14). (Stott,
2006, p.27). Básicamente, en la primera sección que cubre los tres primeros
capítulos se refiere a lo que hace Dios entre el pueblo judío convertido al
cristianismo y la segunda parte lo que Dios hace con los gentiles y la Iglesia
unida.
3.3 Análisis del contexto inmediato
El contexto inmediato de la porción seleccionada para el análisis (Ef.1:1-
14) se encuentra en la epístola a los Colosenses, lo cual funciona como el
contexto inmediato anterior - aunque en la práctica lo no tenga, por ser los
primeros versículos de la epístola-y la misma carta a los Efesios, la cual
determina el contexto posterior.
La carta a los Efesios, en conjunto con la epístola a los Colosenses, tratan
sobre la Iglesia como el cuerpo de Cristo. La carta a los Romanos en su
capítulo doce y la carta a los Corintios, también en el capítulo doce, abordan
este mismo tema. Sin embargo, las dos cartas en mención, Efesios y
Colosenses, desarrollan el tema con mayor amplitud.
El tema básico del primer capítulo de la carta a los Efesios es el
testimonio de Cristo sobre el pueblo judío. Pablo aborda el plan de Dios, el
cual involucra la adopción (v.5), la aceptación (v.6), la redención y el perdón
de Dios (v.7). El propósito de Dios, determinado desde la eternidad, es
otorgarnos bendiciones espirituales (vv.3-5). Pablo enseña que ahora Dios lo
lleva a cabo y su inicio se da con la venida de Cristo al mundo y la
consumación de su ministerio en la tierra.
En los versículos cinco y once Pablo trata el tema de la soberanía de Dios,
en el sentido de que es Dios quien en su eterna soberanía predestinó a la
humanidad a la salvación proveyéndola de su redención por medio de Cristo.
Esto es a título de promesa no de una predeterminación calvinista, sino para
que todos sepan que si se recibe a Cristo como Señor y Salvador y se
persevera en santidad, el creyente está destinado a la vida eterna.
Los primeros doce versículos del capítulo primero de la epístola a los
Efesios también señalan los resultados de la salvación de Cristo. Pablo
plantea que es testimonio sobre el pueblo judío al utilizar la expresión
“nosotros” y la contrapone con el “vosotros” que involucra a los gentiles.
(Ver la diferencia entre “nosotros y vosotros” en los versículos 12 y 13). Por
ello Pablo afirma que Cristo les proveyó de bendición espiritual en Cristo
desde los lugares celestiales (v.3), los escogió para que fueran santos (v.4),
los adoptó como hijos (v.5), los redimió (v.7), les dio a conocer su voluntad
(v.9), y los destinó para su alabanza (v.12).
Es interesante comentar la posición de algunos estudiosos que se oponen
a la idea de que Pablo se refiere a los cristianos judíos en la perícopa que va
de desde el versículo tres al doce, cuando usa el “nosotros” y a los creyentes
gentiles luego del versículo trece.
Hendriksen plantea que la diferencia entre el “nosotros” y el “vosotros”
es una “interpretación artificial” (Hendriksen, 2007, p.96) porque en realidad
se trata de referencias que incluyen a Pablo y a los hermanos a quienes
escribe. Para Hendriksen parece contradictorio decir que Pablo está
afirmando que los judíos cristianos solamente fueron destinados para la
alabanza de la gloria de Dios y que la estructura del participio perfecto
utilizado en el versículo doce, el cual es traducido “nosotros que antes
habíamos centrado nuestra esperanza en Cristo”, bien podría significar
“habiendo esperado antes que otros lo hiciesen o habiendo esperado antes de
haber logrado enteramente”, lo cual excluye la posibilidad de que Pablo haya
escrito diferenciando dos grupos étnicos. (Hendriksen, 2007, p.96).
Contexto anterior:
En el versículo primero de Efesios y de Colosenses, Pablo se define como
apóstol por la voluntad de Dios. En el versículo tres de Efesios los creyentes
son escogidos así también en Col. 3:12. En Efesios 1:7 y Colosenses 1:14 los
hijos de Dios han recibido redención. En Efesios 1:8 y Colosenses 1:9 se
observa a los creyentes recibiendo sabiduría y discernimiento espiritual. En
Efesios 1:9 y Colosenses 2:2 y 4:3, se aborda el misterio ocultado por las
edades. En Efesios 1:.1 y Col.1:12 se toca el tema sobre la herencia de los
santos en la luz. En Efesios 1:12 y Colosenses 1:23 se aborda el concepto de
esperanza en Cristo.
Contexto posterior:
El contexto posterior de la porción bajo estudio puede definirse en los
versículos que componen el resto del capítulo primero (VV.13-23). En los
versículos trece y catorce Pablo aborda el tema del sello del Espíritu Santo. El
Espíritu Santo estimula la fe para obtener la salvación y es el Espíritu el que
pone el sello sobre el creyente. (Unger, 1976, p.691). No obstante, esta
porción también sirve de base para un contexto posterior que se extiende
hasta el final del libro. Son abordados temas tales como el creyente como un
miembro del cuerpo de Cristo, el camino de salvación en el cuerpo, el cuerpo
hecho uno por la sangre de Cristo, el creyente como edificio de Dios
(capítulo dos), el poder de Dios (capítulo tres), el andar digno en Cristo
(capítulo cuatro), las relaciones matrimoniales, familiares y sociales (capítulo
5) y los recursos del guerrero espiritual (capítulo sexto).
Conclusión
Tanto el contexto inmediato de la sección, como su contexto posterior,
tratan de la Iglesia como cuerpo de Cristo. Tenemos como bendiciones de
Cristo para su Iglesia: redención, sabiduría y discernimiento espiritual, la
herencia a los santos, el estímulo y el poder del Espíritu Santo a la fe, entre
otros. Estos son temas que ayudan a establecer el mensaje en la perícopa
seleccionada.
4. Análisis léxico-sintáctico
4.1 Análisis del tipo literario
Efesios pertenece al género literario de la epístola. Una epístola consta del
nombre y rango de los corresponsales y destinatarios, con un saludo con una
acción de gracias. Pablo dictaba sus cartas, pero a veces usaba amanuenses,
los cuales a veces tenían parte importante en la redacción. (Obstat, 1963,
p.74)
Efesios se caracteriza por un tono de universalidad. Una indicación de
ello es la ausencia de referencias personales, alusiones locales y saludos
finales. Efesios tiene una perspectiva extensa de sus temas. El pensamiento
de Pablo abarca a los judíos y a gentiles, al cielo y la tierra, lo pasado, lo
presente y aun las edades venideras. (Vaughan, 1987, p10). Esta visión
universal en la epístola puede descubrirse en las expresiones “hace todas las
cosas según el designio de su voluntad”, Él es “sobre todos” y “en todos”. Él
“creó todas las cosas”, reúne “todas las cosas en Cristo” y “es poderoso para
hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o
entendemos”. También Pablo usa esta frase característica de que Cristo está
sentado “en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder
y señorío y sobre todo nombre que se nombra”. Otras frases características
frases se pueden mencionar como “sometió todas las cosas bajo sus pies” y
“todo lo llena en todo”.
4.2 Análisis de la sintaxis de los párrafos. Análisis estructural.
Primera sección: Compuesta por los versículos 1 y 2. El versículo
primero está compuesto a su vez por la presentación del escritor: Pablo; luego
su descripción: “apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios” y luego los
destinatarios: a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Éfeso. El
versículo dos incluye una bendición apostólica: “Gracia y paz a vosotros, de
Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.”
Segunda sección: Incluye alabanzas a Dios en el versículo tres: “Bendito
sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.”
Tercera sección: Va de los versículos cuatro al doce. En esta sección
Pablo describe las bendiciones de Dios sobre el pueblo judío.

V.4: “Nos escogió en él antes de la fundación del mundo”.


V.5:”Habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos”.
V.7 “En quien tenemos redención por su sangre”.
V.8 “…hizo sobreabundar…en toda sabiduría e inteligencia.”
V.9 “…dándonos a conocer el misterio de su voluntad”.
V.11 “En él tuvimos herencia”.
VV.6,12: Aquí vemos el propósito de Dios: “…para que seamos para
alabanza de su Gloria.
La perícopa posee el saludo de Pablo (1:1,2). Esta empieza con el nombre
del que dirige la carta, a quiénes se dirige y el saludo de “gracia y paz.”
Luego, Pablo bendice a Dios por las bendiciones recibidas como pueblo judío
y las enumera: a) Explica que fueron bendecidos en “los lugares celestiales”
(1:3-10), b) que los escogió antes de la fundación del mundo, c) que los
predestinó d) que fueron adoptados como hijos e) los hizo aceptos, f) en
Cristo tuvieron redención, y g) les hizo conocer el misterio de su voluntad.
En tercer lugar, (“asimismo”) Pablo les hace saber a los judíos que fueron
predestinados según el designio de su voluntad, para que alaben su gloria.
4.3 Análisis de la sintaxis de las oraciones. (Harrison, 1971, pp.354-356).
“Nos bendijo […] en los lugares celestiales”: La estructura de esta
oración señala que la bendición del Padre recae sobre “nosotros” en
o desde un lugar o dimensión denominada “celestial”. La palabra
“lugares” no está en el original. “Los celestiales” denota las esferas
o ámbitos donde reside el Padre. “Nosotros”, de acuerdo con el V.1
recae sobre los destinatarios “los santos y creyentes que están en
Éfeso”, pero puede expandirse hacia la Iglesia.
“Nos escogió en él”: En voz media en griego; es decir, nos escogió
para sí.
Habiéndonos predestinado para ser adoptados”: Dios predestinó a
los judíos en Abraham. Se refiere al ser colocados en la posición de
hijos. No es la misma idea moderna de adopción, sino el colocar a
un niño en la posición de hijo adulto. El propósito de Dios es que
todos los creyentes sean hijos adultos en su familia, en la que Cristo
es el “primogénito.”
“Nos hizo aceptos en el Amado”: Más literalmente, “que nos ha
otorgado libremente”. Hay otro juego de palabras en el original “su
gracia nos gratificó”. Esta concesión es en el Amado, a saber, el
Señor Jesucristo.
“Tenemos redención por su sangre”: La Escritura presenta la sangre
de Cristo como el precio infinito de compra de nuestra redención.
“En Cristo”: Expresión muy importante en esta carta. Sea cual fuere
la posición geográfica de los santos, su verdadera posición a los
ojos de Dios es en Cristo Jesús. Han sido puestos en una unión vital
con él de modo que están identificados con él. Sólo en él podemos
recibir bendiciones.
“La dispensación del cumplimiento de los tiempos”: La palabra
dispensación significa “administración.” Se emplea en el Nuevo
Testamento para referirse a las diferentes administraciones de las
bendiciones divinas. La dispensación del cumplimiento de los
tiempos es la última dada a los hombres, la cual hará que los
propósitos divinos se disfruten en la historia humana.
“De reunir todas las cosas en Cristo”: Todas las cosas incluye toda
la creación. Robertson dice que es una observación literaria “para
que pueda encabezarlo todo en Cristo.” Puesto que Cristo ocupa un
lugar preeminente está del todo desarmonizados respecto al
propósito del Padre.

2.4 Análisis esquemático del pasaje o análisis del diagrama de flujo.[56]


1. Pablo, apóstol de Jesucristo (oración subordinada adjetiva. Explica
la condición y autoridad de Pablo) por la voluntad de Dios, (frase
subordinada causal. Establece la fuente de la autoridad de Pablo.
Explica por qué es apóstol). a los santos y fieles en Cristo Jesús
que están en Éfeso: (Complemento directo. Explica a quiénes es
dirigida la epístola).
2. Gracia y paz a vosotros, (Bendición de Pablo) de Dios nuestro
Padre (Genitivo de origen) y del Señor Jesucristo.(Genitivo de
origen. Pablo explica la procedencia de la gracia y la paz)
3. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
(Expresión doxológica) que nos bendijo con toda bendición
espiritual (Claúsula subordinada sustantiva. Explica un acción del
sujeto) en los lugares celestiales en Cristo, (cláusula adverbial de
lugar)
4. según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, (Cláusula
subordinada adverbial de modo y de tiempo. Indica el cómo y el
cuándo). Para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en
amor. (Cláusula adverbial de modo. Indica el cómo)
5. habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por
medio de Jesucristo, (Claúsula subordinada sustantiva. Explica un
acción del sujeto). según el puro afecto de su voluntad, Cláusula
subordinada adverbial de modo. Indica el cómo).
6. para alabanza de la gloria de su gracia, (Cláusula que indica
propósito por ser hijos) con la cual nos hizo aceptos en el Amado (
La preposición “con” introduce la función de la gracia. La gracia
nos hace aceptos)
7. en quien tenemos redención por su sangre, (Bendición de la gracia
de Dios) el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
(Bendición de la gracia de Dios)
8. que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e
inteligencia, (Bendición de la gracia de Dios)
9. dándonos a conocer el misterio de su voluntad, (Bendición de la
gracia de Dios) según su beneplácito, (Cláusula subordinada
adverbial de modo. Indica el cómo). el cual se había propuesto en
sí mismo, (Cláusula subordinada de pronombre relativo. Explica el
propósito de Dios)
10. de reunir todas las cosas en Cristo, (Cláusula adverbial de modo.
Indica la forma y propósito de Dios). en la dispensación del
cumplimiento de los tiempos, (Cláusula de adverbial de tiempo) así
las que están en los cielos, (Cláusula adverbial de modo). como las
que estén en la tierra. (Cláusula adverbial de modo).
11. En él asimismo tuvimos herencia, (Bendición de la gracia de Dios)
habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace
todas las cosas (Claúsula subordinada sustantiva. Explica un acción
del sujeto). según el designio de su voluntad (Cláusula subordinada
adverbial de modo. Indica el cómo).
12. a fin de que seamos para alabanza de su gloria, (La cláusula “a fin
de que” denota propósito de Dios) nosotros los que primeramente
esperábamos en Cristo. (Complemento directo. Describe quiénes
son para alabanza de la gloria de Dios.)
13. Fuisteis sellados. (Bendición de la gracia de Dios)
14. Se repite la cláusula de propósito “para alabanza de su gloria”.
Denota propósito de Dios).
Conclusión:
El análisis del diagrama de flujo es muy útil para determinar las
subdivisiones principales y secundarias del bosquejo del sermón. Las
cláusulas principales y subordinadas ayudan a ese propósito. En este ejemplo,
se confirma el tema de la perícopa bajo estudio: las bendiciones de Dios, de
la siguiente manera:

V.4: “Nos escogió en él […] para que fuésemos santos y sin mancha delante
de él.”
V.6: “Nos hizo aceptos en el amado.”
V.7: “redención y perdón de pecados.”
V.8: “que hizo sobreabundar [su gracia] sobre nosotros.”
V.9: “dándonos a conocer el misterio de su voluntad.”
V.11: “tuvimos herencia.”
V. 13: “fuisteis sellados”.
Éstas afirmaciones pueden constituirse en subdivisiones principales del
sermón o enseñanza, en tanto que, las cláusulas subordinadas, constituyen
divisiones secundarias que explican o exponen a las principales.
4. EL ANÁLISIS VERBAL
4.1 Análisis del significado original de las palabras
Palabras y frases de interés:
Toda bendición espiritual v.3: Eulogia. Relacionado el buen hablar,
la alabanza. Se usa de Dios y Cristo. De una bendición o de otorgar
un beneficio (Rom. 15:29; Gál.3:14; Ef.1:3; He.6:7.
Lugares celestiales v.3, 1:2;2:6;Col.1:13. Topos. De donde se
derivan los términos castellanos: tópico, topografía, etc., se usa de
una región o localidad.
En Cristo v.3: En conexión o en íntima relación con Cristo.
Predestinados vv.5,11. Proorizo. Denota determinar por anticipado,
ordenar por adelantado. Se aplica en Ef.1:5. El verbo predestinar
debe ser distinguido de “proginosko”, conocer con antelación. Este
último se refiere especialmente a las personas conocidas por Dios
con antelación; proorizo se especialmente a aquello a lo que son
predestinados los objetos de su conocimiento anticipado.
Adoptados v.5: Juiothesia. Relacionado con colocar. Significa el
lugar y la condición de un hijo dado a alguien a quien no le
pertenece de forma natural. Esta palabra la utiliza únicamente el
apóstol Pablo. En Ef.1.5 se dice que han sido ordenados de
antemano a la “adopción de hijos” mediante Jesucristo. Aquí hay
dos términos en griego que se tiene que distinguir, y que la
traducción castellana no distingue, y es el de “niños” y el de
“hijos”. Los creyentes son engendrados como “niños” por el
Espíritu Santo mediante la fe. En el caso de la adopción, se usa el
término “hijo”, que involucra la dignidad de la relación de los
creyentes como hijos; no es la entrada en la familia mediante el
nacimiento espiritual, sino el ser situado en la posición de hijos.
Aceptos v.6. Decomai. Significa aceptar, por una recepción
deliberada y bien dispuesta a lo que se ofrece.
Redención v.7: En Ef.1:7 es definida como “el perdón de pecados”,
indicándose con ello tanto la liberación de la culpa y de la
condenación contra el pecado, como la entrada de una vida de
libertad “novedad de vida.”
Sabiduría v.8: Sofía. En Ef.1:8 se utiliza con referencia a sabiduría
humana en asuntos espirituales.
Inteligencia v.8. En Ef.1:8 es frunesis. Entendimiento prudencia;
esto es un uso recto de la mente.
Misterio de su voluntad v.9: Musterion Ef.1.9. Denota no lo que es
misterioso, como sucede con el término castellano, sino aquello
que, estando más allá de la posibilidad de ser conocido por medios
naturales, solo puede llegarse a saber por revelación divina, y se
hace saber de una manera y en un tiempo señalados por Dios, y solo
a aquellos que están iluminados por su Espíritu. En un sentido
ordinario, un misterio significa conocimiento retenido; su
significado bíblico es verdad revelada. De Ahí que los términos
especialmente asociados con este tema sean “dado a conocer,”
“revelado”, “declarado.”
Designios de su voluntad v.11: Boule. Decisión, acuerdo. En el
Nuevo Testamento el punto principal es el plan divino. En Efesios y
siguientes, culmina con la afirmación que Dios lo hace todo
conforme al plan de su voluntad, que abarca la elección y
destinación de los vv.4,5, y pone en marcha toda la gracia presente
en Cristo y otorgada a la iglesia como realidad de salvación.
Conclusión:
Esta fase apoya al resto de los componentes de la exégesis. Se explican
con mayor detalle, las palabras que involucran las bendiciones de Dios.
4.2 Análisis de las varias traducciones y versiones
Comparación entre Reina Valera 1960 y la Biblia de Jerusalén
Vers. Reina Valera Biblia de Jerusalén
1:1 Santos y fieles en Cristo Santos y fieles en
Jesús que están en Éfeso. Cristo Jesús
1:3 en los lugares celestiales en los cielos
1:4 según nos escogió en él por cuanto nos ha
elegido él
1:4 para que fuésemos santos para ser santos e
y sin mancha delante de inmaculados en su
él presencia,
1:5 habiéndonos eligiéndonos de
predestinado para ser antemano para ser sus
adoptados hijos suyos hijos adoptivos
1:5 según el puro afecto de según el beneplácito de
su voluntad su voluntad
1:7 el perdón de los pecados el perdón de los delitos
1:8 que hizo sobreabundar que ha prodigado
1:9 según su beneplácito, el Según el benévolo
cual se había propuesto designio que en él se
en sí mismo propuso de antemano
1:10 en la dispensación del Para realizarlo en la
cumplimiento de los plenitude de los
tiempos tiempos
1:11 habiendo sido elegidos de antemano
predestinados conforme según el previo
al propósito del que hace designio del que realiza
todas las cosas todo.
Nota: Se observa en el V.7 una diferencia con efectos teológicos. La
versión Reina-Valera utiliza el vocablo “pecados” y la versión de la Biblia
Jerusalén traduce “delitos”. El término “pecados” es más fiel al texto del
koiné. Aunque la palabra “παραπτοµατων” puede traducirse pecado o delito,
el contexto inmediato índica que es más exacto que Jesucristo redimió los
pecados de la humanidad, más que sólo los delitos, cuyo rango es más
amplio.
Comparación entre Reina Valera 1960 y Nueva Traducción Viviente
Vers. RV NTV
1:1 A los santos y fieles en Cristo Jesús que están Escribo esta carta el pueblo santo de Dios en
en Éfeso. Éfeso.[57]
1:2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Que Dios nuestro Padre y el Señor
Padre y del Señor Jesucristo Jesucristo les den gracia y paz.
1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de
Jesucristo, que nos bendijo con toda nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha
bendición espiritual en los lugares celestiales bendecido con toda clase de bendiciones en
en Cristo. los lugares celestiales, porque estamos
unidos a Cristo.
1:4 Para que fuésemos santos y sin mancha Para que seamos santos e intachables a sus
delante de él ojos
1:5 Habiéndonos predestinado para ser adoptados adoptarnos como miembros de su familia
hijos suyos
1:6 para la alabanza y gloria de su gracia, con la de manera que alabamos a Dios por la
cual nos hizo aceptos abundante gracia que derramó sobre
nosotros
1:7 en quien tenemos redención por su sangre que compró nuestra libertad con la sangre de
su Hijo
1:7 según las riquezas de su gloria Dios es tan rico en gracia y bondad
1:8 que hizo sobreabundar para con nosotros en Él desbordó su bondad sobre nosotros junto
toda sabiduría e inteligencia con toda la sabiduría y el entendimiento
1:9 dándonos a conocer el misterio de su Ahora Dios nos ha dado a conocer sus
voluntad misterioso plan acerca de Cristo
1:10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la Y el plan es el siguiente: a su debido tiempo,
dispensación del cumplimiento de los Dios reunirá todas las cosas que están en el
tiempos, así los que están en los cielos, como cielo y también las que están en la tierra
los que están en la tierra
1:11 En él tuvimos herencia hemos recibido una herencia de parte de
Dios.
1:12 nosotros los que primeramente esperábamos nosotros los judíos
en Cristo
1:13 En él también vosotros […] y habiendo Y ahora ustedes, los gentiles […] cuando
creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu creyeron en Cristo Dios los identificó como
Santo de la promesa, suyos al darles el Espíritu Santo, el cual
había prometido tiempo atrás.
1:14 Que es las arras de nuestra herencia, El Espíritu es la garantía que tenemos de
parte de Dios de que nos dará la herencia
que nos prometió y de que nos ha comprado
para que seamos su pueblo.

Nota: Los versículos 12 y 13 establecen una diferencia fundamental: ¿a


quién se refiere la palabra “nosotros”? La Nueva Traducción Viviente habla
de judíos y gentiles, lo cual conduce a un análisis diferente, sino existieran
diferencias. Comparación entre Reina Valera 1960 y Nueva Versión
Internacional

Vers. RV NVI
1:3 en los lugares celestiales en las regiones celestes
1:4 para que fuésemos santos y sin mancha para ser santos e irreprochables delante de él
delante de él
1:6 para la alabanza de la gloria de su gracia, con para alabanza de su gloriosa gracia, que nos
la cual nos hizo aceptos en el Amado ha dado gratuitamente en su Amado
1:8 que hizo sobreabundar para con nosotros en que prodigó sobre nosotros con toda
toda sabiduría e inteligencia sabiduría y entendimiento
1:10 de reunir todas las cosas en Cristo en la para que se pusiera en vigor cuando los
dispensación del cumplimiento de los tiempos tiempos hayan alcanzado su cumplimiento,
para unir todas las cosas en el cielo y en la
tierra bajo la sola dirección de Cristo
1:11 En él asimismo tuvimos herencia En él fuimos también escogidos

Nota: No existen diferencias fundamentales entre estas dos versiones, en


esta perícopa en Particular.
Comparación entre Reina Valera 1960 y Dios Habla Hoy

Vers. RV DHH
1:1 A los santos y fieles A quienes pertenecen a Dios y creen
1:2 No guarda diferencias sustanciales, pertinentes a este particular análisis de la perícopa. Esta
es una observación válida para todos los versículos que no aparecen en esta comparación.
1:3 que nos bendijo con toda bendición en nuestra unión con Cristo nos ha bendecido
espiritual en los lugares celestiales en en los cielos con toda clase de bendiciones
Cristo. espirituales
1:4 santos y sin mancha delante de él consagrados a él y sin culpa
1:6 con la cual nos hizo aceptos en el Amado con la cual nos bendijo mediante su amado
Hijo
1:8 que hizo sobreabundar para con nosotros en Dios nos ha mostrado de su amor dándonos
toda sabiduría e inteligencia toda sabiduría y entendímiento.
1:9 dándonos a conocer el misterio de su y nos ha hecho conocer su voluntad secreta
voluntad
1:10 en la dispensación del cumplimiento de los que se cumplirá fielmente a su debido tiempo
tiempos
1:11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo Dios nos había escogido de ante-mano para
sido predestinados que, por nuestra unión con Cristo,
recibiéramos nuestra parte en la herencia.
1:12 nosotros los que primeramente esperábamos Nosotros, que fuimos los primeros en confiar
en Cristo en Cristo

Nota: No existen diferencias fundamentales entre estas dos versiones en


el análisis de esta perícopa específica.
Comparación entre Reina Valera 1960 y el Nuevo Testamento Interlineal
Griego Español
Vers. RV NTIGE
1:4 Santos y sin mancha Santos y sin tacha
1:6 con la cual nos hizo aceptos con la que colmó de favores
1:7 el perdón de pecados el perdón de las caídas
1:10 en la dispensación del cumplimiento de los para la administración de la plenitude de los
tiempos tiempos
1:10 de reunir para recapitular
1:2 los que primeramente esperábamos los que previamente hemos esperado

Nota: No existen diferencias fundamentales, salvo el versículo 7 ya


explicado.
4.3 Análisis de las figuras literarias y modismos

Versículo RV 1960 Figura Literaria o Modismo


1:1 “santos y fieles” Metonimia. “Tropo que se
usa para designar una cosa
con el nombre de otra que
le sirve de signo o que
indica una relación de causa
a efecto”. (Martínez, 1984,
p.167). Aquí, “ los santos y
fieles” hace referencia a los
creyentes judíos.
1:3 “en los lugares Metonimia. “Es la
celestiales” substitución de la cosa
significada por algo
estrechamente asociado”.
(Gallardo, 2006, p.32).
Hace referencia a el lugar
donde está sentado con
Cristo.
1:4 “sin mancha” Metonimia. Hace referencia
al comportamiento
irreprensible del cristiano.
1:5,6 “para ser adoptados Alegoría. Significa el poder
hijos suyos” ser participantes de la
naturaleza divina.
1:6 “para la alabanza de Modismo. Puede
la Gloria de su simplificarse: “para su
gracia”. alabanza”.
1:6 “en el Amado” Metonimia. En Jesucristo.
1:7 “por su sangre” Metonimia. Por su
sacrificio en la cruz.
1:9 “el misterio de su Metonimia. La verdad para
voluntad” algunos oculta de su
voluntad.
1:11 “tuvimos herencia” Metonimia. Su heredad
puede también representa las bendiciones
traducirse: “fuimos correspondientes a la
escogidos según su salvación de Cristo Jesús.
heredad” (La
Cueva, 1984,
p.759).
Conclusión:
En cuanto al tema analizado en la exégesis, relativo a las bendiciones del
Padre, las diferencias encontradas en las versiones no ofrecen dificultades.
4.4 Análisis de los usos excepcionales de las palabras
En la porción bajo estudio (Ef.1:1-14) se encuentran los siguientes usos
excepcionales de las palabras:
1) Lugares celestiales: Esta expresión se usa cinco veces en la epístola
con los siguientes significados: (MacDonald, 1995, p.853).
a) La esfera de nuestra bendición espiritual. (Ef.1:3).
b) La escena de la actual entronización de Cristo. (Ef.1:20).
c) La escena de nuestra actual entronización con Cristo.
(Ef.2:6).
d) La situación desde la que los ángeles son testigos de la
sabiduría de Dios exhibida en la iglesia (Ef.3:10).
e) La región que es el origen de nuestro presente conflicto con
malos espíritus. (Ef. 6:12)
2) Predestinados: Dios determinó por adelantado que todos los salvos
serían también adoptados en Su familia como hijos. (MacDonald,
1995, p.855).
3) Escogidos: Dios salva universalmente; pero cada cual según su
sumisión por Cristo es elegido por Él.
4) En Cristo: Es una de las expresiones claves de Efesios. Se refiere a
la posición y a la verdad en él.
5. Análisis teológico
A pesar de que la porción bajo análisis consta de sólo catorce versículos
(Ef.1:1-14) es rica en conceptos teológicos. Vaughan los presenta muy bien la
contribución de Efesios a la teología y en particular la contribución del pasaje
bajo estudio, cuando asevera que Efesios posee la última discusión teológica
amplia. Plantea Vaughan que Efesios “tiene mucho que decir acerca del
misterio (el secreto revelado) de la redención y del propósito divino para el
género humano. Trata también de temas majestuosos como la gracia de Dios,
la plenitud de Dios, la predestinación, la unión con Cristo, y de la iglesia
como cuerpo de Cristo.” (Vaughan, 1987, p.10).
5.1 Análisis del uso teológico antecedente de los términos
El pasaje bajo estudio armoniza perfectamente con el modelo total de la
revelación de Dios en virtud de que desde muy temprano, en el libro de
Génesis ya se observa el plan redentor de Dios como fundamento del
propósito divino. Y esta revelación progresiva se observa prácticamente a lo
largo de todos los libros de la Sagrada Escritura.
Si se adopta un enfoque dispensacional, puede verse claramente cómo
armoniza esta porción con su contexto. La carta empieza tratando aspectos
sobre salvación. Pablo presenta las bendiciones espirituales en Cristo para los
creyentes y que han sido escogidos desde antes de la creación del mundo
(1:4,11). Introduce el concepto de gracia salvadora cuando comenta que la
salvación del hombre no se produce por merecimiento, sino porque Dios la
planeó. Pablo relaciona esta verdad con la predestinación vinculada, a su vez,
con la voluntad y el beneplácito de Dios (1:5), y su plan (1:11). En esta
primera porción, Pablo también toca conceptos claves como la adopción por
medio de Cristo y la redención por su sangre (1:5,7). (Carson y Moo, 2008, p.
422).
Si consideramos a los destinatarios originales del texto bajo análisis (1:1-
12) , siendo que éstos son judíos convertidos al cristianismo en la iglesia de
Éfeso, se hace entendible que Pablo está alentando al pueblo judío por las
situaciones y ataques contra la fe que este grupo estaba experimentando.
Las palabras y expresiones claves como: “nos escogió”(1:4),
“habiéndonos predestinado” (1:5), “para ser adoptados (1:5), “tenemos
redención” (1:7), y “misterio de su voluntad”, recogen toda un planteamiento
teológico, muy acorde con el plan de redención del hombre y deben ser
objeto de análisis en esta sección.
En Efesios 1:3-12 Pablo recoge, en forma excelente, el concepto de la
elección en forma de teología de la historia. Pablo plantea que el propósito y
anhelo de Dios para sus hijos es unirlos a todos en Cristo (Ef.1:4) y de reunir
todas las cosas en Cristo. (Ef.1:10). Predestinó a los creyentes para ser
adoptados hijos suyos en el Amado (Ef.1:5,6). Esto demuestra que para Pablo
la doctrina de la elección es un elemento importante en la teología de la
gracia y de la salvación. (Nelson, 1998, p.324). En Efesios 1:5 por la
afirmación de Pablo se colige que la adopción es un acto soberano de Dios,
por el que sin mérito humano y con base en la redención consumada en la
cruz, llegamos a ser hijos de Dios. Por la adopción se da al creyente en Cristo
la posición de hijo suyo. (Nelson, 1998, p.19). En forma similar, Rand
propone que la adopción es “un acto de libre gracia de Dios, por el cual
justificándonos por la fe, somos recibidos en la familia de Dios, y
constituidos herederos del patrimonio celestial”. (Rand, 1978, p.21).
5.2 Análisis descriptivo y análisis de varios comentarios
El Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado comenta, con relación al concepto
de predestinación usado por Pablo en Ef.1:5, que “la elección es el
señalamiento que Dios hace de individuos” mientras que la predestinación es
la bendición donde los creyentes son predestinados a ser adoptados hijos,
según el propósito de Dios.” (Vila y Escuain, 1985, p.950). Con un tinte algo
calvinista, Vila y Escuain afirman que si no fuera por la elección y por la
gracia irresistible, nadie sería salvo. Pero luego se manifiestan en contra de la
predestinación doble, cuando aclaran que el hecho de que la elección de
muchos es para vida eterna, no significa que otros estén destinados por Dios
para perdición. (Vila y Escuain, 1985, p.298)
Dios tiene un plan de creación y un propósito para la humanidad. Es lo
que Pablo llama “designio de su voluntad” en Ef.1:1,11 y que también
denomina el “beneplácito misericordioso” en Ef.1:9. Desde una perspectiva
no calvinista, se entiende que Jesús murió por todos, pero sólo el hombre que
se entrega a Cristo como su Señor y Salvador y vive una vida digna de su
vocación con libertad para escoger.
En contraposición a las opiniones de católicorromanos, luteranos,
arminianos y metodistas, Berkhof define la elección como “el acto eterno de
Dios por el cual, en su soberano beneplácito, y sin tomar en cuenta ningún
merito visto de antemano en ellos, elige cierto número de hombres para
hacerlos recipientes de gracia especial y de eterna salvación.” (Berkhof,
1988, p.134).
Barclay dedica un buen espacio a definir y explicar la relación existente
entre predestinación y adopción de Ef.1:5. Plantea que el ser humano estaba
totalmente en poder del pecado y del mundo. Que Dios por medio de Jesús,
ha dado liberación y su adopción borra el pasado y convierte al hombre en
nueva criatura. Barclay establece que la persona adoptada tenía todos los
derechos de un hijo legítimo. (Barclay, 1995, p.107).
Boettner plantea, en cuanto a la doctrina de la elección que debe mirarse
como una aplicación particular de la doctrina general de la predestinación
cuando se relaciona con la salvación de los pecadores. (Boettner, 1993,
p.419).
En términos generales los arminianos entienden que la elección es el acto
de Dios por el cual según su gracia y soberana voluntad, y con base en
mérito, él escoge a su pueblo para tener una relación. Grudem opina, en este
sentido, que la elección es “la decisión de elegir para ser salvos desde antes
de la fundación del mundo. Dios decidió otorgar la salvación por medio de
Cristo. No es que él escoge a personas para que sean salvos.” (Grudem, 2007,
p.701). Esta elección puede ser a un pueblo (Deut.7:6-8) o sea, de impacto
nacional, o individual o personal. (1S10:24; Hch. 1:24). El término se usa
aplicado al Mesías. (Lc.23:35; 1 Pe.2:4,6). La elección con relación a los
hombres tiene que ver con su salvación en Cristo. (2 Tes.2.13; Ef.1:4).
Mientras que en el Antiguo Testamento se refiere a la elección con el pueblo
hebreo, el Nuevo Testamento lleva la elección hasta antes de la fundación del
mundo. En el Nuevo Testamento se habla de la elección de Cristo, de los
apóstoles, de Israel, de la Iglesia y de los ángeles. La elección no es un
concepto fatalista o exclusivista como piensan los calvinistas. Nadie sabe si
es elegido o no. Los elegidos son aquellos que son fieles.
En cuanto a la presciencia, otro concepto ligado a Efesios en sus primeros
doce versículos, es el conocimiento anticipado de Dios con respecto a todos
los sucesos futuros. Dios sabe todas las cosas de antemano (Sal.139:3,4).
Dios vive un eterno presente, para él no existe pasado, presente o futuro.
(Is.57:15; Sal.90:4).
La Biblia enseña que Dios es soberano y que él actúa según un plan
perfecto (Dn.4:35; Sal.33.11). También enseña que con su presciencia
predestina lo que va a pasar según su voluntad (Hch.2:23; Rom.8:29; 1 Pe.
1:2). Pero si Dios predestina entonces ¿cómo el hombre puede tomar sus
decisiones? Si se le limita en conocimiento y si los actos del hombre son
inciertos, entonces Dios no es omnisciente. Si se reconoce la presciencia de
Dios sobre todas las cosas, pero no la predeterminación, entonces los actos
del hombre se hacen tan ciertos como si se hubieran ordenado
anticipadamente.
La predestinación es la doctrina escatológica asociada con el calvinismo
que afirma que Dios ha pre-ordenado todas las cosas desde la eternidad,
incluyendo la salvación. Calvino y Lutero defendieron esa doctrina. La
confesión de Westminster afirma la doctrina así: “Dios desde la eternidad
ordenó libre e inalterablemente todo lo que sucede. Sin embargo, lo hizo de
tal manera que Dios no es el autor del pecado; ni hace ninguna violencia al
libre albedrío de sus criaturas inteligentes.” (Kent, 1981, p.21).
La predestinación se refiere básicamente a la soberanía de Dios en la vida
de cada hombre. La elección se refiere fundamentalmente a la salvación de la
persona. Dios, por su presciencia, elige a aquellos que por su libre albedrío
reciben a Cristo en su corazón, luego, estos elegidos son destinados a hacerse
semejantes a su Hijo (Rom.8:29; Ef.1:5). La predestinación se la desdicha de
los malvados. Él les da oportunidad para el arrepentimiento (Rom.2:4; 3:35; 2
Pe.3:9,15). En desacuerdo con el planteamiento calvinista, Pinnok asevera
que “No hay predestinación para la salvación o condenación en la Biblia.
Sólo una predestinación para los que ya son hijos de Dios con respecto a
ciertos privilegios que tienen por delante. (Pinnok, 1988, p.18).
El concepto “lugares celestiales” es usado como adjetivo en otras
porciones de la Escritura. Sólo en Efesios se encuentra como expresión única
y ocurre cinco veces con diferentes significados (1:3, 20; 2:6; 3:10; 6:12).
Kent opina que el significado de estos pasajes es la esfera de bendición
espiritual en que los creyentes participan actualmente (:3; 2:6). Kent asevera
que en esta esfera el dominio de Cristo es “supremo” (1:20). En esta misma
esfera residen también (3:10) y aun fuerzas malignas existen en “los
celestiales” y hacen frente a los creyentes en la tierra. (Kent, 1981, p.21).
Bonnet y Schroeder, en cambio, son de la opinión de que en la expresión
“en los celestiales” el apóstol indica “el origen de todas las bendiciones por
las cuales da gracias a Dios; vienen del cielo, todos cuyos tesoros nos están
abiertos; ellas nos ponen en comunión con el cielo y con todos los espíritus
celestiales que contemplan el rostro de Dios.” (Bonnet y Schroeder,1982,
p.474).
5.3 Análisis homilético
Análisis del tema
A juzgar por el contenido de Ef.1:1-14 se puede inferir que el tema de
esta perícopa son las bendiciones de Dios y de Jesucristo para su Iglesia,
representada por los judíos cristianos, en virtud de que en Ef.1:1-14 Pablo se
refiere a los judíos creyentes radicados en Éfeso. Pablo en términos generales
se refiere a que los hermanos judíos han sido bendecidos en los lugares
celestiales, escogidos, predestinados, adoptados, aceptados, redimidos y se le
ha dado a conocer el misterio de Cristo.
Análisis de los puntos principales
La porción bajo estudio (Ef.1:1-14) puede dividirse en dos puntos
principales, a saber, la elección del Padre (Ef.1: 1-6) y la redención del Hijo
(Ef.1:7-14). Análisis de los puntos subordinados
Los puntos subordinados están en función de los puntos principales. El
primer punto desarrolla la elección del Padre, en dos partes: el saludo de
Pablo y las bendiciones del Padre propiamente dichas. El segundo punto
posee tres puntos subordinados, los cuales guardan relación con la redención
del Hijo, a saber, comprados por la sangre de Cristo, iluminados por su gracia
y bendecidos con su herencia. Conclusión
El análisis exegético demuestra que Efesios es una obra genuina de Dios
por medio de la mano del apóstol Pablo. No es producto de una ampliación
de la carta dirigida a los Colosenses, ni es producto de un hábil imitador de
otras epístolas de Pablo. La exegesis confirma de igual manera que tampoco
contradice las enseñanzas de los Evangelios, sino que las complementa
perfectamente y que no existe ningún vestigio de contradicción con las
doctrinas presentadas en las cartas juaninas.
La igualdad entre judío y gentil en unidad en el cuerpo de Cristo, el
propósito y la voluntad de Dios, la gracia, amor, santidad y misterio son
vocablos constantes en la epístola.
En cuanto a la perícopa bajo estudio, Efesios capítulo uno y los catorce
primeros versículos (Ef.1:1-14), se observa claramente el tema de la Iglesia
bendecida y gloriosa, representada por los creyentes en la congregación de
Éfeso. En términos más específicos y relacionados con la porción analizada,
puede concluirse que asuntos tales como las bendiciones del Padre y del Hijo
de Dios, el misterio de la voluntad de Dios, la elección, la adopción,
predestinación, perdón y la redención, complementa con gran maestría, a los
mismos tópicos tratados en otros libros de la Biblia tales como Gálatas,
Romanos, Romanos y hasta el mismo Apocalípsis. Los doce primeros
versículos de la epístola anuncian las grandes bendiciones para la humanidad
de parte de Dios, para todo aquel que cree y se entrega al Hijo de Dios.
BOSQUEJO DE EFESIOS 1: 1-14
I. LA ELECCIÓN DEL PADRE - Ef. 1:1-6

A. Saludos - Ef..1:1,2
1. Remitente y destinatarios - Ef.1:1
2. Bendición de Pablo - Ef.1:2

B. Las bendiciones del Padre - Ef.1:3-6


1. Bendecidos en los lugares celestiales - Ef.1:3
2. Hemos sido escogidos - Ef..1:4
3. Hemos sido predestinados - Ef.1:5,6

II. LA REDENCIÓN DEL HIJO - Ef.1:7-12

A. Comprados por la sangre de Cristo - Ef..1:7


1. Nos ha redimido - Ef.1:7a
2. Nos ha perdonado - Ef.1:7b

B. Iluminados por su gracia - Ef.1:8-


1. Nos dio a conocer su voluntad - Ef.1:8,9
2. Reunió todo en Cristo - Ef.1:10
C. Bendecidos con su herencia - Ef..1:11-14
1. Nos hizo su herencia - Ef.1:11
2. Somos para alabanza de Dios - Ef.1:12-14
Ejemplo No.7: Exégesis de Gálatas 1:6-12
En este ejemplo se aplica con menor rigurosidad el método exegético para
beneficio del pastor o maestro que cuenta con poco tiempo. El primer paso de
la exégesis es determinar los límites de la perícopa a estudiar. Al delimitarla,
el predicador o maestro debe preguntarse la relevancia del análisis: ¿en qué
contribuye la exégesis del tema que encierra la perícopa? Debe recordarse
que el objetivo final de la exégesis es que sus conclusiones sirvan para
preparar el sermón o enseñanza.

Delimitación del párrafo:


1: 1-5 Los versículos uno al cinco, son dedicados a la introducción de la epístola. El
versículo cinco cierra la introducción con una alabanza o doxología y la palabra “así
sea” o “amén”.
1:6-12 La expresión “estoy maravillado” introduce esta porción. Tema de la perícopa:
Advertencia contra un evangelio diferente. Nótese que la frase “evangelio diferente”
se repite en los versículos 6, 8, 9 y la palabra evangelio se reitera en los versículos 7
y 11.
V.6: En este versículo, la expresión “estoy maravillado” o “estoy asombrado”, introduce
un tema diferente a los versículos 1-5: la iglesia en Galacia está siguiendo un
evangelio diferente.
1: 7 La iglesia está siguiendo otro evangelio por la influencia de pervertidores del
mensaje.
1:8,9 Los versículos 8 y 9 están vinculados por la conjunción condicional “si” y la
calificación de “anatema” para los que distorsionan el evangelio.
1:10 Pablo aclara que el evangelio que proclama no es para agradar a hombres.
1: 11-12 La revelación del evangelio a Pablo no proviene de hombre, sino de Jesucristo. En
esta porción biversicular, habla de un evangelio diferente.
1:13-24 El versículo 13 introduce un nuevo tema: el testimonio o conducta de Pablo en en el
evangelio. La expresión “ya habéis oido acerca de mi conducta en otro tiempo”,
provee la idea principal de esta porción.

Análisis del contexto de la sección


El Apóstol Pablo es muy explícito cuando declara que se vio motivado a
escribir la carta porque los gálatas estaban en camino de desertar del
evangelio (1:6, 7). Los gálatas habían vuelto a prácticas ritualistas de su
anterior costumbre pagana (4:9, 10). El escritor brinda la primera sección de
su epístola para defender el origen divino del mensaje que les había dado a
los creyentes de Galacia (caps. 1–2; 1:1, 11, 12; 2:6–9).
Análisis léxico – sintáctico. Análisis de la sintaxis de las oraciones.
Análisis del diagrama de flujo. Tema: Advertencia contra un evangelio
diferente.

Análisis de los usos excepcionales de palabras pertinentes en la perícopa.


Alejado: µετατίθεµί; metatithemi En la voz media significa cambiarse a
uno mismo, y se usa en este sentido en Gál 1:6. Sugiere que el apartarse de la
verdad o cambio de postura. La voz media indica que ellos eran responsables
de su propio alejamiento y no los judaizantes que los habían influenciado.
(Vine, 1999, p.41).
Perturban: tarasso; ταράσσω. Se traduce como turbar, agitar, conmover,
conturbar, inquietar, perturbar, turbar. En Gál 1:7 se traduce con el verbo
perturbar; se usa en el sentido de subvertir las almas de los creyentes, con
malas doctrinas. (Vine, 1999, p.659).
Pervertir: metastrefo; µεταστρέφω, transformar en algo de carácter
opuesto (meta) significando un cambio, y strefo, torcer, hacer dar la vuelta o
revertir de la manera en que los judaizantes intentaban pervertir el evangelio
de Cristo Gál 1:7 (Vine, 1999, 660). literalmente volver, apartar, convertirse.
Darse vuelta, volverse, cambiar interiormente transformar en algo de carácter
opuesto.
Anathema; ἀνάθεµα, transliteración del griego. El objeto sobre el que se
arroja la maldición, maldito como en Gál 1:8-9. El apóstol declara en los
términos más enérgicos posibles que el evangelio que él predicaba era el
único y exclusivo camino de la salvación, y que predicar otro equivalía a
hacer nula la muerte de Cristo. (Vine, 1999, p.54).
Siervo doulos; δουλος esclavo; originalmente el término más inferior en
la escala de la servidumbre. Vino también a significar uno que se entrega a la
voluntad de otro.(Vine, 1999, p.837).
Otro: alos y Jeteros tienen una diferencia de significado que, a pesar de la
tendencia a perderse, se debe observar en numerosos pasajes. Alos, expresa
una diferencia numérica y denota otro de la misma clase. Jeteros expresa una
diferencia cualitativa y denota otro de una clase diferente. (Vine, 1999,
p.615).

Análisis de las figuras retóricas o literarias.


1:6 Estoy maravillado, es una ironía en el sentido que el apóstol Pablo
está asombrado como si fuera algo espectacular que ellos se hayan vuelto, en
realidad el apóstol estaba disgustado.
1:10 Pregunta retórica: “busco ahora el favor de los hombres, o el de
Dios? ¿O trato de agradar a los hombres?. Con esta pregunta, llama la
atención sobre la correcta conducta de un mensajero del evangelio. En los
siguientes versículos él mismo responde sobre el propósito de Dios en su
ministerio.
Análisis teológico
Análisis comparativos y de cognados
La perícopa seleccionada para el estudio exegético (1:6-12) guarda una
relación con el capítulo 5:1-8. Guarda de igual forma relación con la segunda
carta a los corintios 11:4, así también en 1 Timoteo 1:3 donde también señala
que las doctrinas apostólicas eran cambiadas por mensajes distintos. Los
versículos 8 y 9 tienen un comparativo con Romanos 16:17. Señalan que
algunas personas crean división en la iglesia introduciendo doctrinas que van
conforme a los enseñado por el apóstol. Algunos místicos de esa época
pretendían tener revelaciones de ángeles especialmente en la literatura
apocalíptica, los juramentos y las maldiciones eran comunes en las religiones
antiguas, en la magia y en la vida cotidiana, es probable que Pablo haya
hecho alusión a los que incumplían en pacto mosaico de Dt 27-28. La palabra
anatema es utiliza con mayor énfasis de Dt. 13 donde dice que los falsos
profetas y sus seguidores serían destruidos.
El V.10 guarda cierta similitud con 1 Corintios 10:33 y 1Tes 2:4. El tema
en estos versículo es aclaratoria en cuanto a la característica del mensajero.
Los versículos 7 y 9 tienen guardan cierto parecido con el Antiguo
Testamento, en Dt.18:20 y Jeremías 23:16. En estos versículos se aborda el
asunto de los falsos maestros o profetas que cambian el mensaje de Dios de
acuerdo a su conveniencia, de los cuales dice que sufrirán castigo y los que
los siguen.
Aplicación al contexto actual
El contenido de la perícopa estudiada ayuda a responder a las
interrogantes como: ¿Qué tipo de mensajes están recibiendo los creyentes
hoy día? ¿Cómo se puede reconocer si el mensaje es del verdadero evangelio
o es diferente en su contenido? No existe otro evangelio, sino que hay
mensajeros que cambian el contenido del mensaje y lo enseñan como si fuera
genuino.
Análisis Homiletico
Tema: Un mensaje diferente
El peligro de recibir un evangelio adulterado es muy grave. La verdad del
Evangelio predicado por Pablo, estaba siendo puesto en duda entre los
cristianos de Galacia (1: 6-10). En defensa de su mensaje, el apóstol afirmó
que recibió el evangelio del mismo Cristo.
A la iglesia en Galacia habían entrado hombres que enseñaban que los
creyentes debían guardar la ley indefectiblemente. El apóstol Pablo emitió
palabras duras para arremeter contra aquellos hombres que estaban
adulterando el verdadero mensaje de la cruz que es el fundamento del
mensaje del evangelio.

Sermón Homilético
Tema: El mensaje diferente
Título del sermón: Características del mensaje diferente
Proposición
Existe un mensaje diferente hoy día en las diferentes congregaciones o
nominaciones del mundo evangélico.
Puntos Principales
1. Todo evangelio diferente es falso 1:6-7
2. El evangelio diferente trae consecuencias al que lo anuncia 1:8-
9
3. El evangelio diferente busca agradar a los hombres 1:10-12
Los hermanos de la iglesia en Galacia, adolecían de una adecuada
comprensión del verdadero evangelio. Había personas que no comprendían el
verdadero significado de la gracia, entregada por medio de un mensaje
transformador. Hoy día, se escuchan mensajes que no confrontan al ser
humano para persuadirlos a salir de su mala manera de vivir.
Algunos mensajes de hoy son de verdades relativas y ajustadas, y en los
cuales la iglesia cae por falta del conocimiento del verdadero significado del
evangelio. El verdadero evangelio no impone ninguna obra como lo hace las
falsas enseñanzas 1:8-10. El mensaje verdadero es de origen divino como lo
manifiesta el apóstol Pablo y no busca agradar a los hombres sino a Dios.
1:11-12
La iglesia de hoy está cayendo en un letargo espiritual porque reciben el
mensaje que no es conforme a la Palabra y no lo denuncian estos mensajes
que no llevan al conocimiento verdadero del Hijo de Dios.
Ejemplo No.8: La relevancia de la aplicación de los análisis:
estructural, verbal y del diagrama de flujo. Jn.21:15-17.
A continuación, se ilustra el procedimiento para delimitar la perícopa de
Jn.21:15-17, en la traducción de Reina-Valera, para armar y analizar el
diagrama de flujo. Se resalta la utilidad del análisis verbal en la exégesis de
esta porción. Se ha seleccionado este texto por sus implicaciones teológicas.
El tema para esta breve porción podría ser: “La restauración de Pedro”.
(Morris, 2005, p.501).

Delimitación de la perícopa. Análisis de su estructura.


V.14: “Ya esta era la tercera vez” sugiere el cierre de la narración anterior.
V.15: “Cuando hubieron comido”. El adverbio relativo de tiempo, “cuando” unido al pretérito
perfecto de comido “hubieron comido” implica una acción ya realizada y se inicia otra
narración. Por lo tanto, se trata de un nuevo párrafo. Puede traducirse “después de haber
comido” o “cuando terminaron de desayunar” como indica la traducción de la NVI.
V.16: La segunda pregunta de Cristo, vincula el V.16 con el 15 y el 17, los cuales guardan la
primera y tercera preguntas.
V.18-19: Trata otro tema referido al anuncio sobre el tipo de muerte que le espera a Pedro.

Análisis verbal.
El análisis verbal en esta exégesis, encierra la discusión de un debate de
siglos: ¿existen diferencias entre los verbos “φιλεω” (fileo) y “αγαπε”
(agape)? En el idioma español sólo existe un verbo para “amar”, pero en el
griego, por lo menos existen cuatro palabras, dos de las cuales, ofrecen
ciertas dificultades.
La palabra traducida como “sabes” en los versículos 15,16 y 17 también
ofrece ciertas dificultades. Surge cierta controversia en cuanto a la
interpretación de los verbos “apacentar” y “pastorear” que aparecen en los
tres versículos bajo análisis.
En los versículos 15 y 16 Jesús utiliza el verbo “agape”, pero en el
versículo 17 usa el verbo “fileo”, para preguntar a Pedro “¿me amas?”. En
cambio, Pedro, en las tres ocasiones que responde al Señor, lo hace usando el
verbo “fileo”. Para algunos exégetas y filólogos esto no es casual. Se implica
que, en las dos primeras ocasiones, el Señor preguntó a Pedro si lo amaba con
el amor de Dios (agape), pero en la tercera ocasión, el Señor usa el verbo
fileo, el cual, para algunos, posee un nivel inferior, un amor de amigos,
diferente al agape. Para algunos, esto posee un significado espiritual, en
virtud de que se trataba de una especie de “terapia”, para limpiar a Pedro de
su pecado por haberlo negado tres veces.[58] Para otros, no existe diferencia
entre fileo y agape.[59] Plantean que, si bien es cierto que el Señor estaba
dando oportunidad a Pedro para reestablecer su comunión con Él, no existe
ninguna implicación teológica adicional por diferencias entre los dos
lexemas. Atribuyen la diferencia en el uso de estas palabras, al estilo de Juan,
quien usaba varias palabras, para evitar la repetición, pero el significado es el
mismo.
Lo más adecuado es pensar que Juan no inventó las palabras, ni se trata
de una cuestión de estilo. Esta escena es muy importante y el uso de las
palabras, en este caso también lo son. Si el Señor usó un deliberado cambio
de palabras, era porque deseaba provocar un cambio en Pedro. Pedro debía
entender el mensaje. Este análisis es de gran utilidad, en virtud de que el
predicador debe profundizar y llegar a una conclusión. De lo contrario estará
predicando y aplicando sobre bases no bíblicas.
Con relación a la palabra “οιδας”, traducida como “sabes” en los
versículos 15,16 y 17, la única diferencia se observa en el versículo 17, en el
que Pedro agrega a “tú sabes,” la expresión “tú conoces” que te amo, para
implicar el atributo divino de Cristo. Si bien es cierto que los significados de
los verbos “apacentar” y “pastorear” son diferentes, no establecen diferencias
significativas al sentido de la narrativa. Tampoco la diferencia entre los
significados de “corderos” y “ovejas”.
Análisis del diagrama de flujo:
V.15: Cuando hubieron comido. (Al terminar de comer. Se inicia una nueva
narración).
Jesús dijo (frase: sujeto – verbo)
A Simón Pedro (complemento directo, acusativo)
Simón, hijo de Jonás (expresión que enfatiza lo que sigue)
¿me amas más que estos? (pregunta. Se usa un
adverbio comparativo)
Sí, Señor, tú sabes que te amo (primera respuesta
afirmativa)
Él le dijo: (pronombre personal en tercera
persona, dativo)
Apacienta mis corderos (verbo en
imperativo)

V.16: Volvió a decirle la segunda vez: (se repite la acción del V.15).
Simón, hijo de Jonás, (expresión que enfatiza lo que sigue)
¿me amas? (pregunta)
Pedro le respondió: (dativo)
Sí, Señor; tú sabes que te amo (segunda respuesta
afirmativa)
Le dijo: (pronombre personal en tercera persona,
dativo)
Pastorea mis ovejas (verbo en imperativo)

V.17: Le dijo la tercera vez: (se repite la acción del V.16)


Simón, hijo de Jonás, (expresión que enfatiza lo que sigue)
¿me amas? (pregunta)
Pedro entristeció de que le dijese la tercera vez ¿me amas? y le
respondió:
(la preposición “de que” explica el origen de la tristeza).
Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo (tercera
respuesta afirmativa, Pedro resalta la divinidad de
Cristo)
Jesús le dijo: (oración en dativo).
Apacienta mis ovejas. (verbo en imperativo)
Nota: El análisis del diagrama de flujo resalta los siguientes elementos,
para su estudio teológico. Esto ayuda al predicador o maestro a preparar el
sermón o enseñanza:
a) Resaltar la necesidad de explicar el propósito de la expresión “hijo
de Jonás”
b) Explicar el origen de la tristeza de Pedro.
c) Resaltar tres preguntas de Cristo y tres respuestas de Pedro, con
propósitos.
d) Se observa que en la traducción al español no se advierte la
diferencias en el uso del verbo amar.
e) Se observan tres imperativos en las observaciones de Jesús, luego
de la respuesta de Pedro: “apacienta” y “pastorea”.
Ejemplo No. 9. Análisis del diagrama de flujo. Col.3:1-4.[60]
El análisis del diagrama de flujo contribuye a identificar las relaciones
entre los componentes de la perícopa. De estas relaciones (causa-efecto,
explicaciones, etc.) se constituyen las doctrinas. He allí la utilidad e
importancia de este análisis. En el análisis se: 1) Identifica el único mensaje
de la perícopa bajo estudio, 2) determina el papel de los argumentos
alrededor de la idea o núcleo principal, 3) encuentran las cláusulas que
implican factores, causas o consecuencias de las cláusulas principales.[61]
Paso 1:
Para confirmar la fidelidad y precisión de la perícopa seleccionada, debe
realizarse un análisis estructural al capítulo donde se ubica la perícopa bajo
estudio. El capítulo 3 de Colosenses puede estructurarse de la siguiente
manera:
División en versículos Contenido
1-4 Esta porción se inicia con una frase orientada a los que han
resucitado con Cristo.
5-7 Inicia con el imperativo “haced” y termina con “vivíais en ella”.
Se refiere a la condición pecaminosa.
8-11 Inicia con la preposición adversativa “pero”. Exhorta a despojarse
del viejo hombre.
12-7 Inicia con el verbo en imperativo “vestíos”, hasta la exhortación a
llenarse de la palabra de Dios.
18-22 Mandamientos para la familia y los siervos.
23-25. Inicia con la exhortación de hacer todo de corazón y la
recompensa de Dios.
Paso 2:
Armar el diagrama de flujo:

Análisis del diagrama:

1) El diagrama ordena las afirmaciones que sustentan y describen la


idea principal o núcleo de la perícopa. En esta porción, compuesta
por cuatro versículos, se exhorta al cristiano a conducirse en función
de las bendiciones de la resurrección de Cristo. La idea principal es
la exhortación para la nueva vida en Cristo.
2) La traducción el español reordena la sintaxis del griego koiné. No
obstante, este reordenamiento no afecta la organización de las ideas.
3) Puede observarse que la perícopa conformada por los versículos 1-4,
sirve de introducción a todo el capítulo.
4) Se observan tres conjunciones: “pues” (ουν), “porque” (γαρ) e “y”
(και), que unen las oraciones.
5) Se observan tres cláusulas principales en los versículos 2a, 3a y 4b.
Estas cláusulas establecen las bases de la idea principal.
6) La cláusula condicional “Si, pues, habéis resucitado con Cristo”,
condiciona y explica las cláusulas principales.
7) Las cláusulas subordinadas explican a las principales: “con Cristo”,
“de arriba”, “donde está Cristo”, “sentado a la diestra de Dios”, “no
en las de la tierra”, “con Cristo en Dios”, “vosotros seréis
manifestado.
8) En el V.1 la frase “con Cristo” explica a la frase: “si habéis
resucitado”. La resurrección es con Cristo.
9) La cláusula subordinada en 2b, “no en las de la tierra”, coloca en
oposición “las cosas de arriba” con las “cosas de la tierra”.
10) Las conjunciones “pues” y “porque” tienen la función de unir las
cláusulas principales en los versículos 2a, 3a y 4b.
11) Las frases preposicionales “con Cristo en Dios” (3b) modifican el
verbo “está escondida” en participio pasivo (κεκρυπτιται)
12) Las líneas verticales señalan, con mayor claridad, las sangrías que
separan las cláusulas principales de las subordinadas y del resto de
los componentes de la perícopa. El mensaje o idea principal de la
perícopa descansa sobre las cláusulas principales y subordinadas. La
nueva vida por la resurrección es Cristo.
13) Teológica y doctrinalmente, en la porción se enseña que, como
consecuencia de la nueva condición de vida, estar muertos con
Cristo por vía de la resurrección de Cristo, se exhorta a buscar y
poner la mira en las cosas divinas. Porque cuando Cristo se
manifieste, los que viven en nueva vida serán manifestados con Él,
en gloria.
14) Las cláusulas principales y las cláusulas subordinadas, son fuentes
o materia prima para las divisiones principales y subordinadas del
sermón.
15) El diagrama de flujo es un orientador para encontrar porciones
paralelas dentro del mismo libro o en la Escritura.
Ejemplo No.10. Análisis estructural, análisis verbal y diagrama
de flujo. Ampliación del ejemplo No.8. Jn.21:15-17.
En esta perícopa, el Señor introduce a Pedro de un proceso espiritual de
restauración. Primero, le devuelve a Pedro su nivel de confianza y su
posición de liderazgo (Morris, 2005, p.508), y luego, lo más importante, le
retorna su autoridad para el ministerio que debía desarrollar. Los análisis:
estructural, verbal y el diagrama de flujo contribuyen a fijar las enseñanzas de
esta porción.
Análisis estructural de Jn.21
Versículos Comentario
1-14 Esta perícopa inicia con la expresión “Después de esto”, la que a su vez separa los
hechos que terminan en el Jn.20:31.
15-19 “Cuando hubieron comido”, es decir, cuando habían acabado de desayunar o
después de esto. Esta expresión separa la escena de los versículos anteriores y abre
otra escena, que termina en el V19 cuando el Señor cierra el proceso de
restauración con la orden “sígueme”. Para efectos del análisis de esta perícopa,
sólo se incluyen los versículos 15-17.
20-23 El verbo en gerundio “volviéndose” introduce una acción de Pedro que a su vez
abre otra escena: el encuentro con el discípulo a quien Jesús amaba. Esta escena
culmina con la afirmación de la extensión del dicho de Jesús en el V.23.
24-25 Estos versículos concluyen el evangelio.

El análisis estructural es un excelente antecedente e insumo


metodológico, para armar el diagrama de flujo presentado a continuación:
Diagrama de flujo. Jn.21:15-17
Conclusiones del análisis del diagrama de flujo:
1) De acuerdo con el diagrama, el tema adecuado para esta porción
sería: “La restauración de Pedro”, con el propósito de reestablecer
en Pedro una posición de autoridad y vuelta al ministerio otorgado
por Jesús. Pueden tres observarse tres mandatos al ministerio:
“Apacienta mis ovejas” y “apacienta mis corderos”.
2) El análisis verbal cobra importancia, al observar la diferencia entre
los dos verbos usados por Jesús y Pedro: “amar” (αγαπας) y
“querer” (Φιλω).
3) Jesús preguntó tres veces; igual número de las veces que Pedro lo
negó. Esto puede guardar relación con proceso de restauración.
4) Tanto la expresión “hijo de Jonás”, como “sabes” se usan tres
veces implicando un énfasis.
5) Pedro aparentemente no conocía lo que Jesús estaba haciendo con
él, en este proceso de restauración: Pedro se entristeció de que le
preguntara por tercera vez, lo mismo.
Análisis verbal
El análisis verbal puede centrarse en la revisión de los verbos utilizados
por Jesús y Pedro. Primeramente, si existe diferencia entre ambos verbos, y la
implicación de esta diferencia. Luego, si existe diferencia entre los verbos
“apacentar” (βοσκε) y “pastorear” (ποιµαινεy) sus implicaciones. Y las
implicaciones teológicas entre las palabras “ovejitas” (προβατια) y
“corderos.” (αρνια).
Con relación a la posible diferencia entre los verbos “amar” y “querer”,
aunque algunos teólogos no le otorgan importancia a esta diferencia,
arguyendo que en otras porciones son utilizados de manera indiferente, en
este contexto, la diferencia parece guardar relevancia teológica, en virtud de
que se trata de un proceso restaurador en el que Pedro debe ser conducido de
una fase de “querer” como hermano hacia “amar” con el amor de Dios.
La diferencia entre los verbos “apacentar” y “pastorear” puede guardar
alguna implicación teológica al considerar le duración de los verbos.
Apacentar se refiere a dar de comer a los corderos u ovejas en un tiempo
determinado; en tanto que pastorear, tiene que ver con el atender y cuidar en
una actividad permanente y continua. (Jamieson, Fausset y Brown, 1995,
p.232).
La diferencia entre “corderos” y “ovejas” parece no tener mayor
implicación teológica en virtud de que de acuedo con la usanza de la época,
los corderos representan a los “discípulos jóvenes y tiernos en edad o en
experiencia”. Ver Is.40:11; 1 Jn.2.12,13. Las ovejas son los más maduros.
(Jamieson, Fausset y Brown, 1995, p.232).
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[1] Traducido por el autor.


[2] Traducido por el autor.
[3]
Citado por Heriberto Poganatz, en La Iglesia y la educación bíblico-teológica de sus miembros: Su
importancia y su alcance. Ver bibliografía.
[4] Traducido por el autor.
[5] Traducido por el autor.
[6] Traducido por el autor.
[7] Traducido por el autor.
[8]Traducción de Jorge Enrique González, en Cuadernos de Filosofía Latinoamericana/ ISSN 0120-
8462/ Vol.34/ No.109/ 2013/ pp.57.70)
[9] Implica tratar de entender el texto bíblico mediante un acercamiento superficial.
[10] Traducción del autor.
[11] Traducción del autor.
[12] Traducido por el autor.
[13] Citado por John Piper, Piense, p.222.
[14] Citado por Alberto F. Roldán en Atenas y Jerusalén en Diálogo, p.86.
[15]
Virkler plantea que los defensores de la crítica de la redacción sugieren que la interpretación de las
Escrituras inició antes de Esdras. (Virkler, 1994, p.42).
[16] Citado por Longenecker, p.29. Traducido por el autor.
[17]Algunos eruditos como Richard Longenecker, atribuye estas y otras “moddoth” o normas al Rabi
Eliezer, representante de la corriente midráshica de interpretación. (Longenecker, 1975, p.36).
[18] Walter C. Kaiser Jr. considera el método gramático-histórico algo “engañoso” por lo que ha
propuesto lo que denomina el método sintáctico-teólogico, con el cual trata de desarrollar y precisar al
gramático-histórico. Ver Kaiser Jr., Walter C, Introduction to Biblical Hermeneutics pp.34-35 citado en
esta obra. El autor se siente en deuda con Kaiser y Silva, por el excelente abordaje sobre el método
gramático-histórico realizado en las dos obras citadas.
[19]El Dr. Walter C. Kaiser Jr. Es profesor de Antiguo Testamento y presidente emérito en el
Seminario Teológico Gordon-Conwell, Massachusetts. Ha enseñado en Wheaton College y Trinity
Evangelical Divinity School. El Dr. Moisés Silva es editor en la Enciclopedia Zondervan de la Biblia,
autor de varios libros de hermenéutica. Ha enseñado en el Seminario Teológico de Westminster yen el
Seminario Teológico Gordon-Conwell.
[20]Kaiser Jr. plantea que la expresión que determina el tema de la perícopa, se encuentra en el V.10:
“¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña? Creemos que la expresión señalada
en el V.12 señala de mejor forma, el tema de la narración.
[21] Ver bibliografía.
[22] Este ejemplo amplía y aplica el comentario realizado por Ralph Klein p.74. Ver bibliografía.
[23]
En este análisis se hace uso del Nuevo Testamento en griego de Aland, Black, Martini , Metzger y
Wikgreen, p.162.
[24]Este comentario ha sido sugerido por Michael W. Holmes, teólogo estadounidense, en Interpreting
the New Testament, Essays on Methods and Issues, p.60. Ver bibliografía.
[25]El análisis de la evidencia interna, dentro del capítulo de Jn.6 también lleva a la conclusión de que
la expresión del Textus Criticus es la más adecuada: “el santo de Dios”.
[26] Además de las obras citadas, se sugiere la lectura de las siguientes: El mundo del Nuevo
Testamento de J.I. Packer, Merril C. Tenney y William White Jr.; Jesús a Través de los Ojos del Medio
Oriente de Kenneth E. Bailey; Comentario del Contexto Cultural de la Biblia. Antiguo Testamento de
John H. Walton, Víctor H. Mathews y Mark W. Chavalas; y Comentario del Contexto Cultural de la
Biblia. Nuevo Testamento de Craig S. Keener; e Introducción a la Biblia hebrea de Samuel Pagán. (Ver
bibliografía).
[27]Además de la bibliografía citada, se recomienda la lectura de: “Tesoros léxicos de la Palabra de
Dios” de Anthony D. Palma. (Ver bibliografía).
[28] Adaptado de Añorga, 1969, pp.16,17.
[29]El efecto gradación se refiere al ordenamiento de los componentes, desde los principales hacia los
secundarios; desde las cláusulas que contienen el núcleo o idea principal, hacia las subordinadas que
explican a las principales.
[30]El método de traducción de equivalencia dinámica trata de traducir la idea del escritor original, en
tanto que la traducción funcional o formal traduce literalmente.
[31] La palabra doctrina es definida así: “Doctrina es la enseñanza de la Escritura en términos
teológicos”. (Harrison, Bromiley y Henry, 1993, p.176). Menzies y Horton definen doctrina como “otra
palabra para referirse a la `enseñanza´”. (Menzies y Horton, 1987, p.4).
[32] Tipología: observa a las personas, eventos u objetos, en el Antiguo Testamento, como patrones o
tipos del Nuevo Testamentos; sensus plenior: significado completo establecido por Dios, pero no
totalmente claro para el escritor humano o entendido por los lectores u el auditorio original;
paralelismo: palabra, idea o construcción gramatical similar, en sus puntos esenciales, a otra idea,
dentro del Antiguo o Nuevo; analogía de la fe: su principio es que la Escritura se interpreta a sí misma;
asume que un pasaje deber ser visto en el contexto completo de la Escritura y que la Biblia posee una
unidad subyacente. (Corley, Lemke y Lovejoy, 1996, pp. 355,374, 379, 382). Según R.E. Murphy, la
tipología envuelve dos factores: una correspondencia entre objetos o acciones en los dos testamentos, y
una indicación de que esas interrelaciones representan el propósito de Dios. (Murphy, 1996, p.205).
[33] Algunos teólogos no están de acuerdo con esta opinión. Craig L. Blomberg, teólogo
estadounidense, sugiere el análisis de las parábolas como alegorías y con más de una enseñanza.
Blomberg, 1990, pp. 255-288). Véase la sección sobre las parábolas.
[34] Además del apoyo que el predicador o maestro puede obtener de libros sobre gramática y
lingüística hebrea y griega, se sugiere el libro Bullinger, E.W. (2003). Figures of speech used in the
Bible. Grand Rapids, Michigan: Baker, p.837 y ss.
[35]La esticometría es la práctica de contar las líneas que forman cada párrafo. La esticografía es la
práctica de diseñar textos de manera que cada versículo poético inicie con una expresión retórica.
[36] Algunos autores incluyen al libro de Lamentaciones como uno poético.
[37]Craig L. Blomberg, teólogo estadounidense, sugiere el análisis de las parábolas como alegorías y
con más de una enseñanza. Blomberg, 1990, pp. 255-288).
[38]El enfoque historicista se ubica en el desarrollo de la historia de la Iglesia, desde los días
apostólicos hasta la segunda venida de Cristo, y el futurista en el contexto de los hechos escatológicos o
tiempos del fin Existen otros enfoques, como el preterista el cual se enraiza en el contexto del primer
siglo y el idealista el cual ubica toda la profecía apocalíptica en un contexto atemporal. (Martínez,
1984, p.527-529).
[39] Traducción del autor.
[40] Ver también Walder, 2017, p.106.
[41] Tomado y adaptado de Moreno. 2021, pp. 375-385.

[42] Real Academia Española de la Lengua.


[43] Apóstol Fracisco Carrasquero, pastor de la Iglesia Fe Apostólica y Profética, Valencia, Venezuela.
[44]
Ariel Kim es un pastor coreano de las Asambleas de Dios, radicado en Argentina, discípulo de
David Yonngi Cho,
[45]Proceso mediante el cual los originarios de un lugar, toman alguna costumbre externa y la hacen
suya.
[46]El Textus Receptus o texto recibido es el texto griego del Nuevo Testamento organizado por
Erasmo de Rotterdam en 1516, con manuscritos que datan del siglo XII d.C. (Sánchez, 2001, p.42)
[47]El Textus Criticus o texto crítico reproduce manuscritos de tipo Alejandrinos o egipcios, del siglo
IV. (Dupont-Roc y Mercier, 2000, p.7)
[48] Existen otros testigos unciales designados con números arábigos, manuscritos griegos en
minúsculas, leccionarios, testigos patrísticos, y otros testigos no mencionados, menos importantes,
tanto en los manuscritos que incluyen Lc.22:43.44, como los que los excluyen.
[49] Hapax legomena: palabras que aparecen en la Biblia una sola vez.
[50]Existen otros autores a favor de la inclusión de Lc.22.43-44: Dirk Jongkind, Brent Nongbri y en
contra como Joseph Fitzmyer. Algunos prefieren adoptar una posición equilibrada como Juan
Hernández.Ver bibliografía.
[51] Desarrollado por el autor, de Guthrie, 1998, p.123.
[52] El V.37 es heredado de la Vulgata Latina, una traducción de Jerónimo del siglo IX d.C. Los
manuscritos griegos que poseen este versículo datan del siglo VI d.C. Erasmo lo adoptó y lo incluyó en
el Textus Receptus. (Jaramillo, 2001, p.70). El aparato crítico de Bruce M. Metzger informa que es una
adición en los manuscritos Occidentales. No aparece en los papiros 45 y 74, ni en los manuscritos más
antiguos ‫ א‬A, B, CA 33 81 614 y otros. (Metzger, 1998-2001, p.316).
[53]El término “primitivo” hoy día está adquiriendo una connotación de rudimentario o elemental, lo
cual imprime un significado diferente a lo que era la Iglesia que iniciaba. Por ello se prefiere el vocablo
“inicial” a “primitiva.”
[54]En este análisis exegético en particular, se resalta el aspecto geográfico, en virtud de que por ser
una ciudad portuaria, Éfeso recibió gran influencia religiosa externa, con sus correspondientes
consecuencias: Ef.3:5-7.
[55]
La acepción de “Iglesia Primitiva” a nuestro modo de ver ha sido útil hasta ahora. Sin embargo, el
vocablo adquiere con el tiempo una connotación de viejo o que ha perdido vigencia.
[56] La información entre paréntesis explica la función sintáctica de la oración o frase.
[57] Los manuscritos más antiguos no incluyen la frase “en Éfeso”.
[58]
Entre éstos pueden ser mencionados: William Hendriksen, Brooke Foss Westcott, William Temple,
R.C.H.Lenski y A.Plummer.
[59]
Entre éstos pueden ser mencionados: Richard C.Trench, William Barclay, C.B. Williams, y G.H.C.
Mac Gregor.
[60] Adaptado de Guthrie y Duvall, 1998, pp. 35-37.
[61] La sintaxis busca entender cómo funcionan las palabras dentro de la oración y cómo se
interrelacionan las palabras, frases y oraciones. (Guthrie y Duvall, 1998, p.93).

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