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¿A QUIÉN LE IMPORTA SI UN PECADOR SE VA AL

INFIERNO?
SERIE SOBRE LA EVANGELIZACIÓN
(Lucas 16:19-31)
I. Introducción
A. UN TEXTO QUE ASUSTA Y QUE A MENUDO ES
OLVIDADO
1. Que asusta debido al temar: el Infierno.
2. Que asusta debido al que habla: Jesús.
3. Olvidado porque han escogido textos más
placenteros
a. El objetivo actual es 'hacer qué la gente se
sienta bien; con éxito.
b. Pocos sermones tienen que ver con salvar a las
almas del infierno.
B. ¿A quién le importa si un pecador se va al
infierno?
II. CUERPO
A. A Dios el Padre le importa
1. Al Padre le importa y envió a su Hijo
(Juan 3:16). (16) Porque de tal manera amó Dios
al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para
que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna.
a. El establo de Belén dama: «AL PADRE LE
IMPORTA.»
b. La cruz del Calvario dama: «AL PADRE. LE
IMPORTA.»
2. El que se interesa por el gorrión que cae, se
interesa porque las almas estén fuera del
infierno.
B. A JESÚS EL HIJO LE IMPORTA
1. «A buscar y a salvar lo que se había perdido»
(Lc. 19:10). (10) Porque el Hijo del Hombre vino
a buscar y a salvar lo que se había perdido.
2. Observe a Jesús alcanzando a los pecadores y
sabrá que a Él le importa.
a. Mezclándose con pecadores y ministrándoles.
b. «Este a los pecadores recibe»
(Lc. 15:2). (2) y los fariseos y los escribas
murmuraban, diciendo: Este a los pecadores
recibe, y con ellos come.
c. Alcanzando a un pecador más desde la cruz
(Lc. 23:39-43). (39 ) Y uno de los malhechores
que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú
eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.
(40) Respondiendo el otro, le reprendió,
diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la
misma condenación? (41) Nosotros, a la verdad,
justamente padecemos, porque recibimos lo que
merecieron nuestros hechos; mas este ningún
mal hizo. (42) Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí
cuando vengas en tu reino. (43) Entonces Jesús
le dijo: De cierto te digo que hoy estarás
conmigo en el paraíso.
3. Óigalo enviar a sus discípulos a todo el mundo
(Mt. 28:18-20). (18) Y Jesús se acercó y les habló
diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la
tierra. (19) Por tanto, id, y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo; (20) enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí
yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén.
C. AL ESPÍRITU SANTO LE IMPORTA
1. El Espíritu Santo vino en el Día de
Pentecostés (Hch. 2:1-4). (1) Cuando llegó el día
de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
(2) Y de repente vino del cielo un estruendo
como de un viento recio que soplaba, el cual
llenó toda la casa donde estaban sentados; (3) y
se les aparecieron lenguas repartidas, como de
fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. (4)
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y
comenzaron a hablar en otras lenguas, según el
Espíritu les daba que hablasen.
a. Dando poder a los creyentes para testificar.
b. Tres mil salvados en un día.
c. Todavía habla por medio de los cristianos para
alcanzar a los perdidos.
2. El Espíritu Santo es el Señor de la cosecha.
a. Trae convicción a los pecadores.
b. Revela a Cristo al corazón arrepentido.
c. Regenera a los que confían en Cristo
(Tito. 3:5). (5) nos salvó, no por obras de justicia
que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia, por el lavamiento de la
regeneración y por la renovación en el Espíritu
Santo,
D. Al cielo le importa
1. Hay gozo en el cielo por un pecador que se
arrepiente
(Lc. 15:10). (10) Así os digo que hay gozo delante
de los ángeles de Dios por un pecador que se
arrepiente.
2. Cada convertido hace que el cielo cante
alabanzas.
3. Podemos alegrar al cielo cuando llevamos
personas a Cristo. E. Al infierno le importa
1. Compare al rico y a Lázaro cuando vivían
(Lucas 16: 19-21). (19) Había un hombre rico, que
se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada
día banquete con esplendidez. (20) Había
también un mendigo llamado Lázaro, que estaba
echado a la puerta de aquel, lleno de llagas, (21)
y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la
mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían
las llagas.
2. Compárelos después de morir
(Lucas 16: 22). (22) Aconteció que murió el
mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de
Abraham; y murió también el rico, y fue
sepultado.
3. El clamor del rico en el infierno: «Envía a
Lázaro.»
4. Cinco minutos en el infierno nos harían
preocuparnos por las almas.
III. Conclusión
A. ¿Le importa a usted?
B. Los que les importa están prestos para hablar
del evangelio.
C. Los que les importa oran y testifican para traer
pecadores a Cristo.
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PASAJE BIBLICO
(Lucas 16:19-31)
El rico y Lázaro
(19) Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y
de lino fino, y hacía cada día banquete con
esplendidez. (20) Había también un mendigo llamado
Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquel, lleno
de llagas, (21) y ansiaba saciarse de las migajas que
caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le
lamían las llagas. (22) Aconteció que murió el
mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de
Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.
(23) Y en el Hades alzó sus ojos, estando en
tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su
seno. (24) Entonces él, dando voces, dijo: Padre
Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro
para que moje la punta de su dedo en agua, y
refresque mi lengua; porque estoy atormentado en
esta llama. (25) Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate
que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también
males; pero ahora este es consolado aquí, y tú
atormentado. (26) Además de todo esto, una gran
sima está puesta entre nosotros y vosotros, de
manera que los que quisieren pasar de aquí a
vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. (27)
Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes
a la casa de mi padre, (28) porque tengo cinco
hermanos, para que les testifique, a fin de que no
vengan ellos también a este lugar de tormento. (29) Y
Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen;
óiganlos. (30) Él entonces dijo: No, padre Abraham;
pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se
arrepentirán. (31) Mas Abraham le dijo: Si no oyen a
Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán,
aunque alguno se levantare de los muertos.

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