Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cáncer
Diabetes
Enfermedades cardiovasculares
Según los datos cuantificados por la OMS el 75% de los 163 países encuestados
informaron que los servicios destinados a la atención de enfermedades no
transmisibles se habían visto afectados total o parcialmente debido a la crisis sanitaria.
La desigualdad provocada por la pandemia se está haciendo especial eco en el ámbito
de la enfermedades no transmisibles, de forma que el COVID-19 y las enfermedades
no transmisibles se presenta como una sindemia .
Uno de los aspectos que hay que entender sobre la COVID-19 es que todavía estamos
en la etapa de aprendizaje y seguimos descubriendo más. Algo que sí sabemos es que
parece que las personas con diabetes desarrollan una enfermedad por COVID más
grave. No es que las personas con diabetes tengan más probabilidades de contraer la
COVID. Pero si lo hacen, la enfermedad resulta más grave y parece empeorar más
rápido. Esto parece que ocurre tanto con la diabetes tipo 1 como la diabetes tipo 2.
Ambos casos parecen más propensos a desarrollar una enfermedad grave, pero los
pacientes con tipo 1 pueden atravesarla mejor porque son más jóvenes.
Dado que la infección viral puede causar una fluctuación aguda del nivel de glucosa en
sangre de los pacientes con diabetes, lo que afecta negativamente su recuperación,
existe una razón para sospechar que la diabetes combinada con la neumonía por
SARS CoV-2 puede formar un círculo vicioso, lo que es perjudicial para el pronóstico
de la COVID-19. Las dosis de insulina aumentaron después de que los pacientes se
infectaron con SARS CoV-2, lo que demuestra que el virus tiene un impacto en el
metabolismo de la glucosa. La desregulación del metabolismo de la glucosa agrava la
diabetes y luego afecta la gravedad de la neumonía.(41) Otros estudios encontraron
que la inmunotinción de la proteína ACE2 es fuerte en los islotes pancreáticos, pero
débil en los tejidos exocrinos, lo que significa que el coronavirus puede causar diabetes
al dañar seriamente los islotes en pacientes que no lo eran, así como empeorar la
diabetes en los ya diagnosticados al disminuir considerablemente las reservas
insulínicas.
A las personas que tienen el sistema inmunitario debilitado, a veces se las llama
personas inmunodeprimidas, inmunodeficientes o inmunocomprometidas.
Es posible que las personas con cáncer de la sangre tengan un riesgo más alto de
infección prolongada y muerte por COVID-19 que las personas con tumores sólidos.
Esto ocurre porque las personas con cáncer de la sangre suelen tener una
concentración de células inmunitarias anormal o baja y no crean suficientes anticuerpos
contra los virus.
La COVID-19 ataca los pulmones, así que es más probable que presentes síntomas
graves si ya tienes problemas pulmonares, tales como:
El problema para estos pacientes no solo radica en los cambios anatómicos de las
unidades respiratorias de los pulmones, sino también en las legiones de vasos
sanguíneos que transportan la sangre a través de ellos. Normalmente, cuando una
parte del pulmón se daña, los pequeños vasos sanguíneos se contraen para redirigir la
sangre a áreas del pulmón que aún funcionan. Este mecanismo protege al cuerpo de
una caída repentina de oxígeno. Pero en pulmones ya dañados como las patologías
señaladas con insuficiencia respiratoria crónica y a elementos de hipertensión
pulmonar, esto no puede funcionar así Tener en cuenta la tormenta de marcadores
inflamatorios y los trastornos vasculares y de la coagulación señalados en la patogenia
de la enfermedad. Por ello en conclusión se reporta una mortalidad elevada entre 90 y
96 % en los pacientes con SARS Cov 2.
Miocardiopatía
Hipertensión pulmonar
Enfermedad cardíaca congénita
Insuficiencia cardíaca
Enfermedad de las arterias coronarias