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Capítulo 7

SÉPTIMO DÍA : MARTES HISTORIAS,


METÁFORAS Y TÍTERES

DEMOSTRACIÓN CON UNA NIÑA: TRABAJO DE ELISA CON


VIOLET

El martes en la mañana, los integrantes aún están impresionados por


las experiencias vividas el día de la bandeja de arena. La primera media
hora se va en más discusiones y preguntas sobre esta técnica. Cerca de
las 9:30 am, Violet nos cuenta el caso de Elisa, una niña de 14 años
que vendrá para una sesión de demostración a las 10:00 am.
Al igual que muchos de los casos de niños que Violet ha trata-
do, su historia no es fácil de escuchar: Elisa, a punto de cumplir 15
años, fue abandonada por su madre y encontrada en un estado de
completo abandono junto a sus dos hermanos. Luego de ser hallada
por asistentes sociales, Elisa y sus hermanos pasaron un tiempo
con una madre adoptiva a quien Elisa le tomó mucho cariño. A
los 6 años de edad, Elisa tuvo que separarse de esta madre, pues fue
adoptada por otros padres. Sufrió mucho con esta separación, ya
que ella fue adoptada, pero no sus hermanos. En un principio, se
pensó que Elisa padecía algún retardo del desarrollo, pues no ha-
blaba ni parecía entender lo que se le decía. En definitiva, ella y sus
padres adoptivos han tenido dificultades para crear vínculos afecti-
vos entre sí.

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152 El Método Oaklander

Violet les cuenta a los participantes que ha atendido a Elisa du-


rante un año, estableciendo una buena relación con ella en poco tiem-
po. Muestra su dibujo casa-árbol-persona. También enseña un dibujo
de un corazón roto que la niña hizo luego del divorcio de sus padres
adoptivos, señalando que a Elisa "le encanta dibujar y tiene dotes artís-
ticas". Violet también explica que uno de los temas más difíciles en la
terapia de Elisa es el dolor por estar separada de sus hermanos, quienes
se encuentran en instituciones asistenciales para menores. Cuenta que
Elisa está emocionada porque hoy vendrá para una sesión de demos-
tración y sabe que 24 participantes observarán su trabajo con Violet.
Después de esta presentación de 20 minutos y tras un breve des-
canso, Elisa llega acompañada de su madre. Violet las saluda afuera
de la sala de conferencias. Le pregunta a Elisa si quiere que su ma-
dre se quede, a lo cual responde que sí. Una vez en la sala, Elisa se
sienta en el suelo con Violet. A su alrededor hay títeres, materiales de
dibujo y un mesón con un trozo de arcilla gris y herramientas para
trabajarla. Violet les pide a los participantes que digan su nombre y
de dónde vienen. A Elisa le sorprende que tanta gente venga "de tan
lejos". Luego Violet le cuenta que "todas estas personas están aquí para
aprender cómo trabajo con niños y jóvenes. Ahora nos vamos a olvidar
de ellas, ¿de acuerdo?". Violet le pregunta con qué le gustaría trabajar y
señala los títeres, la arcilla y los materiales de dibujo.
Elisa comienza a revisar el montón de títeres y luego sigue la indi-
cación de Violet: "Toma uno que te llame la atención". Elige un títere
con cara de estrella y Violet toma uno de un águila de cabeza blanca.
A continuación se inicia un diálogo en que el águila le hace muchas
preguntas a la estrella (p.ej., "¿Conoces a Elisa?", "¿Las estrellas tienen
sentimientos?"). Elisa responde de una manera juguetona y precisa.
Al igual que en el trabajo con Ben en el video, Violet le pide a
Elisa que escoja títeres que representen a cada miembro de su familia
y les diga "lo que quiera". Durante este ejercicio, Elisa menciona a
sus dos hermanos y cuánto los extraña. Luego Violet le pide que
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haga un dibujo de cómo se siente por esto, y se desarrolla el siguiente


diálogo:

Violet: Ya que mencionaste a tus hermanos, Matthew y Jason,


me gustaría que pudieras dibujar ese sentimiento que
tienes al extrañarlos. Ya sabes que puede ser a través de
colores, líneas y figuras...
Elisa: Bueno. Con Jason...
Violet: ¿Qué sientes al no tener cerca a tus hermanos?...
Elisa: Con Jason viví más tiempo y por eso a veces siento como
si, justo cuando estoy sentada ahí [mmm], hubiera un
inmenso túnel oscuro [Elisa dibuja un círculo oscuro].
Nunca había hablado de esto con nadie, pero es como si
me faltara un gran pedazo. Porque Jason tenía... era mu-
cho de mí. La gente a veces no entiende por qué lo ex-
traño tanto. Pero en la vida, él era... era parte importante
de mí. Entonces, cuando se fue, como que me derrumbé.
Si yo fuera una mesa, Jason sería una de las patas [Elisa
dibuja una mesa con tres patas]...
Violet: Ah...
Elisa: .. .y se fue y yo me quedé ahí toda chueca...
Violet: Ah... Entiendo...
Elisa: ...y me costó mucho seguir mi vida sin él, porque Jason
siempre era parte de mí cuando yo tomaba decisiones:
también era una parte suya. Por eso, ehhh... [Elisa em-
pieza a llorar despacio y se suena] era como si toda mi
vida dependiera de él, aunque también tenía sus propios
sentimientos. Pero tampoco le he contado esto a él: que
era parte importante de mí... pero...
Violet: Mmm...
Elisa: Por eso, cuando pienso en él, es como si...
Violet: ¿Qué edad tiene ahora?
154 El Método Oaklander

Elisa: Cumplirá 16 años en septiembre. Entonces él va hacia


arriba [Elisa dibuja una línea ascendente] y yo me es-
toy quedando aquí abajo [dibuja una línea descendente].
Entonces, como que él vive su vida, sigue adelante, pero
yo continúo aquí abajo tratando de ver qué hacer, en-
tonces [pausa]...
Violet: Mmm... Si él estuviera aquí, ¿qué sería distinto para ti?
Elisa: En realidad, es probable que siguiera siendo la misma.
Tendría que adaptarme a tenerlo de vuelta conmigo. Y
supongo que pasaría algún tiempo antes de que volviera
a ser parte de mí. Como he vivido uno o dos años sin él,
entonces me he acostumbrado a estar sola. Me he acos-
tumbrado a tomar decisiones sin preguntarle: "Jason,
¿y tú qué piensas?". Yo hacía esto porque él me ayuda-
ba. Entonces, si volviera, me acostumbraría a tenerlo de
nuevo ahí. Pero no creo que vuelva a estar con él nunca
más.
Violet: Y tal vez has aprendido. Has tenido que aprender a ser
independiente, ¿o no?
Elisa: Sí... mucho. Hago mi vida, sin tener aquí a Jason...

En las notas reflexivas de este capítulo, destinaré más tiempo a este


primer trabajo de Violet con Elisa sobre su hermano Jason. Me parece
un trabajo distinto, con una clara sensación de cierre. Elisa empieza
sintiéndose desamparada por la pérdida de sus hermanos, pero termina
dándose cuenta de cuan lejos ha llegado desde su partida. En las notas
reflexivas, me centraré en el papel que juega la narrativa cuando Elisa
le da sentido a esta pérdida. Ahora describiré el resto del trabajo de
Violet con Elisa. A diferencia de otros capítulos, intercalaré "co-
mentarios reflexivos".
Poco después de que Elisa termina este primer trabajo, espon-
táneamente comienza un dibujo sobre sus sentimientos hacia su
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otro hermano, Matthew, con quien no vivió tanto tiempo como con
Jason:

Figura 9: Dibujo de un árbol hecho por Elisa

Elisa: ...Pienso en un árbol con sus ramas y todo eso [dibuja la


imagen de la Figura 9]. Cuando pienso en Matthew, es
como una pequeña parte cortada [dibuja una hendidura
en el árbol]. Si hubiera vivido más tiempo con él, pro-
bablemente habría sido como el árbol completo. Pero
como no fue así, sólo es como una pequeña parte que
desapareció. Cuando lloro, siempre es por Jason...

Curiosamente, después de dibujar y hablar sobre esta imagen del árbol,


Elisa expresa inquietud por el hecho de que ahora no llora tanto por
la pérdida de sus hermanos. Le preocupa que esto pueda significar que
han dejado de importarle: "Siempre pienso... que soy una mala persona
porque ya no lloro como antes". Este nuevo problema es un buen ejem-
plo de la teoría de la Gestalt puesta en práctica. Es decir, a medida que
Elisa se aproxima al cierre de su primer asunto inconcluso (extrañar a
156 El Método Oaklander

su hermano Jason), surge uno nuevo (echar de menos el sentimiento


de extrañar a sus hermanos). En el próximo trabajo, Violet le propone
a Elisa una reformulación de esta inquietud, sugiriéndole que ahora
se está convirtiendo en una "persona más completa". Elisa toma esta
idea, concuerda con Violet y luego amplía la metáfora de la
"comple-titud":

Violet: Creo que no lloras tanto no sólo porque ahora com-


prendes mejor y no es tan doloroso, sino porque eres
una persona más completa...
Elisa: Sí, es cierto...
Violet: Cuando se fueron, eran como parte de ti...
Elisa: [interrumpiendo] Sí, pero ahora he crecido, y es cierto.
Es una herida como cuando te cortas...
Violet: ¡Claro!
Elisa: ...y echas de menos esa parte de tu piel. Pero luego te
sale una costra y ¡has sanado! Entonces, cuando Jason
se fue, era como una gran herida, pero ahora está sa-
nando...
Violet: Es porque tú te has convertido en una persona más
completa...

En su trabajo con Violet, cabe destacar cómo las metáforas de Elisa se


transforman para reflejar el cambio emocional en su autopercepción.
Empezó usando imágenes tales como un "inmenso túnel oscuro", una
mesa "toda chueca" y un árbol con "una pequeña parte que desapare-
ció". A medida que avanza su trabajo con Violet, las metáforas que
utiliza tienen un tono emocional distinto. En este último pasaje, usa
la imagen de una costra que cubre una "gran herida". Después, cuando
Violet le pide que piense en una imagen que represente cómo se ha
"convertido en una persona más completa", Elisa crea una nueva me-
táfora:
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Elisa: Supongo que podría ser como una manzana [dibuja la


primera de cuatro manzanas en la Figura 10]. Cuando
Jason se fue, siempre estaba esta parte del centro que
parecía que ¡nunca se llenaba! Pero gradualmente fue
disminuyendo [dibuja la segunda manzana]...

Figura 10: Dibujo de cuatro manzanas hecho por Elisa

Violet: Disminuyendo...
Elisa: Y finalmente llego a esta parte en que ya no lo extraño
tanto [dibuja la tercera manzana]. Y después llego a la
parte en que [dibuja la cuarta manzana] es ¡una manzana
completa! ¡Yupi!

Después que Elisa ha dibujado y descrito las cuatro manzanas, Violet


se ríe ante su entusiasmo, pero luego le recuerda que probablemente
vengan tiempos en que no se sentirá tan "completa", lo cual es "bas-
tante normal". Al igual que con la metáfora de la costra, Elisa toma las
ideas de Violet y agrega una nueva metáfora:

Elisa: Sí. Es como si estuvieras casado con alguien y esa perso-


na se muere...
Violet: Mmm.
Elisa: Y sientes que perdiste a alguien que siempre ha estado
ahí; pero después de un tiempo, te acostumbras a su au-
sencia...
158 El Método Oaklander

Violet: Mmm.
Elisa: Es muy parecido a eso... ¡Y también se parece mucho a
perder a una mascota! Yo me sentí así cuando perdí a mi
perro...
Violet: Sí, me acuerdo... Elisa: ...y partió, y ya no
venía a saludarme y lamerme cuando
yo salía... y eso me ponía triste...

En poco más de media hora y frente a un numeroso grupo de perso-


nas, Violet y Elisa han recorrido un largo trecho juntas. Aunque su
trabajo se centró en los asuntos relativos a la pérdida de sus hermanos,
fue posible tratar distintos aspectos del tema mayor. En sus dos pri-
meros dibujos, el túnel oscuro y las líneas ascendente y descendente,
Elisa abordó sus sentimientos de pérdida por su hermano Jason. En
su tercer dibujo, el árbol con una "pequeña parte cortada", comenzó a
explorar cómo se sentía en relación a extrañar a su hermano Matthew.
Curiosamente, lo que surgió fue cómo se sentía frente al hecho de no
extrañar a sus hermanos. En su cuarto dibujo, las manzanas, representó
una incipiente sensación de totalidad y recuperación luego de su pér-
dida traumática.
Quisiera destacar dos aspectos del trabajo de Elisa con Violet:
(1) éste es un buen ejemplo del movimiento fluido a través de temas
nuevos o "asuntos inconclusos", que es parte esencial del enfoque tera-
péutico de Violet centrado en la Gestalt; y (2) el trabajo muestra cla-
ramente cómo Violet utiliza en forma recursiva los cuatro pasos de sus
Experiencias Terapéuticas. Este movimiento recursivo, analizado en las
notas reflexivas del Capítulo 5, le permite a Elisa quedarse en un tema,
pero explorando asuntos a un nivel más profundo. En un breve pero
productivo lapso de tiempo, Violet la guía a través de múltiples expe-
riencias sensoriales e imaginativas con títeres y dibujos. Estas expe-
riencias ayudan a Elisa a crear poderosas metáforas e historias que usa
para dar sentido a sus experiencias del pasado y a su situación actual.
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Para finalizar, Violet le pregunta a Elisa si quiere hacer algo más


con los títeres o "cualquier cosa que se te ocurra". Elisa responde: "No,
nada más". Entonces Violet procede a cerrar la sesión cambiando a
un tema más liviano: le pregunta cómo lo pasó en las vacaciones de
verano y adonde fue. Después de unos minutos, Violet le dice que es
hora de terminar y le agradece por haber venido esa mañana. Elisa se
pone de pie, se acerca a su mamá, sonríe y se despide de los participan-
tes, muchos de los cuales le agradecen haber venido y luego Violet las
acompaña hasta la salida.
Cuando Violet regresa a la sala, inicia la conversación para que los
participantes hagan preguntas o comentarios: "Hablemos acerca de lo
que vieron". Algunos agradecen el haber podido observar su trabajo
con Elisa (p.ej., "Fue muy provechoso verte trabajar en una misma se-
sión con dos medios de expresión: materiales de dibujo y títeres"). A
otros les inquieta que Elisa se pueda haber sentido demasiado vulnera-
ble frente a tantos observadores. Violet reitera que Elisa tenía muchas
ganas de venir y entendía el contexto en que iba a estar. Agrega que en
los diez años en que ha traído niños a los talleres, nunca ha recibido
una reacción negativa de parte de alguno de ellos: "Pienso que, al ha-
ber realizado este trabajo frente al grupo, Elisa se fue de aquí con un
profundo sentido de sí misma".
Casi al final de la discusión, poco antes del almuerzo, un partici-
pante dice: "Para mí fue un verdadero aprendizaje ver que no intentaste
'arreglar' sus malos sentimientos durante la sesión". Violet responde:
"El objetivo es expresar lo que están sintiendo, exagerándolo. Nuestro
objetivo es hacer salir esos sentimientos. Eso es lo sanador".

NARRACIÓN DE CUENTOS , FUNCIONES DE TÍTERES Y


METÁFORAS TERAPÉUTICAS

Después de almuerzo, los participantes regresan a la sala y ya no hay


títeres, ni arcilla, ni materiales de dibujo en el suelo. Ahora Violet está
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sentada y rodeada de un montón de libros. Cuando todos se han aco-


modado, Violet comienza a describir la forma en que combina la na-
rración de cuentos, las funciones de títeres y las metáforas en el proce-
so terapéutico.
Violet empieza mostrando un libro llamado Dinosaurs Divorce (El
divorcio de los dinosaurios) (Brown y Brown, 1988) y dice: "¡Es di-
vertido! Pero trata un asunto muy serio". Este mismo tema de abordar
asuntos serios en forma lúdica está representado en A Very Touching
Book...for Little People andfor Big People (Un libro muy conmovedor
para chicos y grandes) (Hindman, 1983), que es sobre ayudar a los ni-
ños a distinguir entre caricias sanas y caricias abusivas. En esencia, dice
Violet, las historias que sirven como metáforas de las experiencias de
los niños les ayudan a sentir que éstas son comprendidas y ratificadas.
Agrega que suele leerle un libro a un niño cuando se da cuenta de que
la historia refleja un tema que él está viviendo.
Otra forma de usar las historias y metáforas en terapia, sugiere
Violet, es realizar funciones de títeres en que se representen historias o
escenas que tengan un significado importante para el niño. Agachada
detrás de una silla, a modo de un simple teatro de títeres, Violet mues-
tra un ejemplo de una función que hizo para una niña extremadamente
tímida que luchaba para poder ser asertiva. Violet cuenta que esta
función, llamada "Voy al parque", trata de las aventuras y desventuras
de una niñita que le ruega a su mamá que la deje ir sola al parque, pues
cree tener edad suficiente para hacerlo.
Escondida detrás de la silla, Violet comienza la función con un
títere niñita que va brincando y cantando feliz: "¡Mi mamá dijo que
puedo ir sola al parque porque ya soy grande! ¡Voy al parque! ¡Voy al
parque!". De pronto se encuentra con un títere cocodrilo que le cuenta
que anda perdido y "buscando el pantano". Luego que ella afirma con
vehemencia que no sabe dónde está el pantano, el cocodrilo dice que
tiene mucha hambre y se acerca a la niñita, quien da un alarido, sale
corriendo y se esconde hasta que el cocodrilo se ha ido. Cuando la niña
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vuelve a aparecer, duda si regresar a casa o demostrarle a su mamá que


es capaz de ir sola al parque. Con renovado valor, reinicia su caminata
cantando: "Voy al parque", pero su voz suena menos entusiasta que la
primera vez y lanza miradas de desconfianza a diestra y siniestra.
Nuevamente el camino al parque es bloqueado. Esta vez por un
títere tiburón que aparece de pronto y dice que anda perdido y buscan-
do el mar. "¿Has visto el mar?", le pregunta con hipócrita ingenuidad.
Cuando la niñita responde que no, el tiburón se acerca para comérsela,
tal como hizo el cocodrilo. Entonces ella vuelve a dar un alarido, sale
corriendo y se esconde. Esta vez, cuando reaparece, luego que el tibu-
rón se ha ido, está llorando y diciéndose que debería regresar a casa.
"Pero entonces mi mamá nunca me dejará ir sola al parque", se queja
la niña. Y una vez más se arma de valor para seguir adelante. Mira a su
alrededor cautelosamente y empieza a cantar: "Voy al parque", pero lo
hace sin ningún entusiasmo y apenas avanza. (Aquí los participantes
murmuran empáticos "Ohhh" y "Ahhh" ante la situación de la niñita).
Cuando entra en escena el último títere villano, un lobo de apa-
riencia aterradora, y comienza a moverse en dirección a la niña, ella lo
golpea en la nariz con rabia y firmeza y dice: "¡Sal de mi camino y dé-
jame tranquila! ¡Voy al parque!". El lobo aulla de dolor y dice enojado:
"¡No tenías para qué golpearme!". En los últimos minutos de la fun-
ción, la niñita se da vuelta hacia el público y con orgullo y seguridad
declara: "¡Pues bien, ahora me voy al parque!", y parte.
Cuando Violet reaparece desde atrás de la silla, los participantes
estallan en aplausos. Luego de una breve discusión, y como una especie
de bis, Violet muestra otra función de títeres que utilizó con un niño.
En la primera escena hay una "mamá" que cocina afanosamente la cena
y un "papá" impaciente que termina golpeando a la mamá cuando des-
cubre que la comida aún no está lista. En este punto, Violet sale de
atrás de la silla por un momento para contarles a los participantes que
la primera vez que su joven cliente vio esta escena exclamó: "¡Es
igua-lito a mi vida!".
162 El Método Oaklander

En las siguientes escenas de esta segunda función, Violet presenta


a un títere niñito que en realidad es un cachorro. (Luego Violet cuenta
que tiende a usar títeres de animales o de caricaturas en vez de títeres
con apariencia humana, ya que prefiere no ser demasiado literal). Este
títere que representa a un niño habla sobre lo que presenció entre la
mamá y el papá con su hermano (un títere monito): "¡No me gusta que
mi papi lastime a mi mami! ¡Me asusta y no me gusta!". Su hermano
lo insta a enfrentar al papá y decirle cómo se siente. En la última esce-
na, el papá al principio rebate cuando el niñito dice: "No me gusta que
golpees a mi mami. ¡Me asusta!". Pero luego reconoce que el hijo tiene
razón, y asegura que dejará de ser malo con la mamá.
Violet asoma la cabeza desde atrás de la silla para explicar que el
objetivo de esta función era dar voz, a través de los títeres, a los senti-
mientos que ella suponía que el niño tenía, pero que no podía identifi-
car o expresar.
Luego muestra otra función que creó para este joven cliente,
en que el títere cachorro le dice al títere mamá: "Mami, quiero de-
cirte algo, pero temo que te enojes conmigo". La mamá responde:
"Continúa, hijo, que no me enojaré". El cachorro le explica: "Sé que no
quieres ver a mi papi de nuevo ahora que se fue, pero yo sí". Aunque
esto pone nerviosa a la mamá, ella intenta aceptarlo de buena manera
y termina abrazando al hijo y agradeciéndole que le haya contado lo
que siente. La mamá le dice que tendrá que pensar en su petición de
ver al papá.
Al salir desde atrás de la silla, Violet explica que este niño realizó
una versión de esa última función de títeres para su madre, lo cual los
ayudó a conversar sobre la situación posteriormente.
Durante las tres funciones de Violet, los participantes permane-
cieron muy atentos y luego muchos describieron cuan increíblemente
interesantes y potentes habían sido las presentaciones. Alguien co-
mentó:
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Yo pensaba que para realizar funciones de títeres, tenías que hacer


todas esas voces graciosas y extrañas para cada personaje. Por eso
nunca quise hacer funciones de títeres. Me parecía una tontería.
Te vi hablar con una voz que sonaba más natural para todos los
personajes. Tu voz transmitía verdadera emoción, sin caer en to-
das esas entonaciones ridiculas. Me gustó mucho eso y lo encon-
tré más eficaz.

DEMOSTRACIÓN CON UN ADULTO: LARK Y LAS CARTAS


MEDICINALES

Tras un breve descanso en la tarde, Violet muestra otras técnicas na-


rrativas y metafóricas que ha usado con niños. Por ejemplo, utiliza un
mazo de naipes tipo tarot llamado La rueda medicinal (Sams y Carson,
1997). Cada carta tiene un dibujo detallado de una serie de animales,
insectos y aves significativos en la tradición espiritual de las tribus na-
tivas norteamericanas. En el libro que acompaña al mazo, se describen
las costumbres y habitat de cada animal y lo que representan en el fo-
lklore de estos pueblos. Por ejemplo, respecto a la carta del ratón, dice:
"Prestar atención a los detalles es un buen remedio y masticar todo
hasta molerlo es un mal remedio".
Para demostrar cómo utilizaría las cartas medicinales con un niño,
Violet se sienta en el suelo con una voluntaria y le pide que escoja
tres naipes: "Uno que represente quién eres ahora, otro que represente
quién eras y otro que represente quién te gustaría ser en el futuro".
Lark, terapeuta infantil y familiar neozelandesa, escoge una ma-
riposa para representar quién es ahora. Sobre esta carta, Lark dice:
"Siento que me han crecido alas y puedo volar. Puedo apreciar mi co-
lor y mi diferencia". Luego elige un ratón para representar quién era:
"Como que correteaba y me escondía". Por último, escoge un buho
para representar quién será: "Me gusta su capacidad de alejarse para
observar y su capacidad de acercarse cuando es necesario".
164 El Método Oaklander

Estas tres cartas, ricas metáforas de la experiencia de Lark, se


convierten en el punto de partida para un mayor análisis entre Lark y
Violet. En determinado momento, Violet le pregunta: "¿Qué necesi-
tas hacer para parecerte más al buho?". La respuesta de Lark revela su
propia sorpresa ante la identificación emocional que siente con la carta
de la mariposa:

Lark: Bueno, supongo que soy un poco... ¡Oh! Mmm... [se


atraganta y le tiembla la voz] Soy un poco como la ma-
riposa...
Violet: ¿Qué ocurrió?
Lark: Bueno, acabo de darme cuenta de lo que hace la ma-
riposa. Como que vive demasiado rápido y luego como
que... [pausa]...
Violet: Ah... Y te entristece pensar en ello...
Lark: Sí...

Debido a las limitaciones de tiempo, esta demostración es breve (unos


10 minutos) y Violet no profundiza en la identificación de Lark con la
metáfora de la mariposa. Sin embargo, describe qué haría si estuviera
trabajando con un niño:

Violet: Esto no lo voy a hacer, pero el próximo paso sería que


hicieras un dibujo con estas tres figuras. No copiándo-
las, sino usándolas de alguna manera en una escena. ¿Te
gustaría hacerlo?
Lark: En realidad, podría hacerlo sola en mi casa...
Violet: Bueno. Entonces, lo interesante es observar el dibujo y
hacer conversar a los animales entre sí, y tú serías cada
uno de ellos, y ver dónde los ubicas, cuan cerca o cuan
lejos. Siempre es muy interesante ver eso...
7. Séptimo Día: Martes. Historias, Metáforas y Títeres 165

Violet repasa esto con Lark y luego le agradece su participación. Por


último, destaca un método más de las "numerosas formas de usar las
historias y metáforas". Describe la "técnica de narración mutua", que
adaptó del trabajo de Richard Gardener (1971). A modo de ejemplo,
Violet se describe sosteniéndole un micrófono a Adam, de 6 años,
para que hable como un "invitado" a una hora del cuento en una es-
tación de radio. Le dice a Adam que la narración tiene ciertas reglas:
"La historia debe tener un principio, un desarrollo y un final". Luego
Violet describe cómo empezó la historia con Adam ("Érase una vez,
hace mucho tiempo, había un..."). Después describe cómo observaba
a Adam con expectación y se detenía. Adam captó de inmediato y
contribuye a la construcción de la historia respondiendo: "...un tibu-
rón que se comió a algunas personas". Violet le pide a Adam que le
cuente más sobre el tiburón y luego, basándose en las respuestas del
niño, hila una historia que se refiere metafóricamente a sus experien-
cias en la vida real.
Adam había llegado a terapia debido a las frecuentes peleas con
otros niños, lo cual le impedía conservar amigos (de hecho, le había
tirado huevos a unos niños que fueron a su casa para jugar con él). En
el relato metafórico de Violet, el tiburón no tiene a nadie con quien
jugar, ya que todos los pescadores temen ser devorados por él. Aunque
al final del cuento, sí encuentra a un niño con quien jugar, "porque
el tiburón fue amable con él". Violet le dice a Adam: "Creo que esta
historia cuenta que el tiburón necesitaba ser amistoso si quería tener
amigos". Este relato —que mencionaban frecuentemente y Adam pe-
día que contaran una y otra vez— se convirtió en el eje del trabajo de
Adam con Violet.
Al terminar este ejemplo, Violet se da cuenta de que son pasadas
las 4:30, y por lo tanto, hora de irse. Mañana será el día de experiencia
práctica en que "podrán utilizar y practicar con todos los medios de los
cuales hemos estado hablando. Nos vemos".
166 El Método Oaklander

NOTAS REFLEXIVAS SOBRE EL SÉPTIMO DÍA

En las notas reflexivas de los capítulos anteriores, me centré en tres as-


pectos de las Experiencias Terapéuticas de Violet: experiencia imagi-
nativa, expresión sensorial y dar sentido metafórico. Aquí me abocaré
a la narrativa y su papel en el dar sentido. Empiezo con "Las histo-
rias son más que sólo historias" y sigo con una sección sobre el trabajo
de Violet con Elisa como un ejemplo del papel que desempeña el dar
sentido narrativo en el enfoque de Violet.

LAS HISTORIAS SON MÁS QUE SÓLO HISTORIAS

Cuando inicié mi investigación sobre los talleres de formación de


Violet, me interesaba mucho descubrir la respuesta a una pregunta bá-
sica: ¿qué hace Violet en estos talleres que atrae cada año a gente de
todo el mundo para venir a estudiar con ella? El método que utilicé
para responder esta pregunta fue básicamente antropológico: asistía a
los talleres de Violet como si estuviera visitando una cultura extranjera
y veía qué podía aprender. Grabé y filmé los acontecimientos de cada
día, realicé entrevistas y tomé notas detalladas. Presté mucha atención
a las interacciones y transiciones de cada momento, para descubrir los
temas, prácticas y pautas de esta minicultura. Al hacer esto, podía to-
mar distancia y observar lo que Violet realmente hacía en los talleres
en momentos específicos y en general. En otras palabras, pude com-
prender las estructuras y procesos que conformaban el contenido de
los talleres de Violet y que aportaban una experiencia valiosa y signifi-
cativa a los participantes.
Muchos de los temas y pautas sobre los que he escrito en estas
notas reflexivas provienen de los descubrimientos que hice en este pro-
ceso de tratar de entender la figura, forma y contenido de los talleres
de Violet. Estos temas y patrones incluyen las "semejanzas entre ca-
pacitación y práctica" (Cap. 1), el "tema de conversación" (Cap. 2), la
7. Séptimo Día: Martes. Historias, Metáforas y Títeres 167

"estructura de cuatro pasos de los Ejercicios Terapéuticos de Violet"


(Caps. 3 y 4), y las imágenes, expresión sensorial y metáforas (Caps. 5
y 6).
Algunos temas del programa de formación de Violet quedaron al
descubierto casi de inmediato (p.ej., las semejanzas entre capacitación
y terapia), pero otros temas y patrones no fueron tan fáciles de iden-
tificar, aun cuando los tenía enfrente. Uno de esos temas era el papel
de las historias y la narrativa en el trabajo de Violet. Durante años ob-
servé sus talleres y a menudo escribía al margen de mis notas: "Violet
relata otro caso", "Jan cuenta una historia sobre su niñez durante su
sesión de demostración con Violet" o "Violet dice que quiere ayudar al
niño a construir la metáfora o historia".
No presté mucha atención a estas notas porque no consideraba
que tales relatos fueran importantes. En parte, me enseñaron (como
a la mayoría de la gente) a pensar que las historias son una forma de
diversión o quizás de pasar el rato, pero definitivamente no algo digno
de estudio en un proyecto de investigación. Ahora también creo que,
al igual que la mayoría, estaba tan acostumbrado a las historias de la
vida cotidiana —que me llegaban a través de amigos, la radio, diarios,
novelas, películas, canciones, etc.— que eran invisibles para mí, como
el agua es invisible para un pez.
Un día, despertó mi lado antropológico cultural y dijo: "¡En, las
historias son obviamente una parte significativa de los talleres de
Violet! ¡Deberías estudiar bien esto!". Entonces empecé a leer al res-
pecto y me sorprendió aprender que la narrativa es un amplio campo
de estudio en disciplinas tan diversas como desarrollo cognitivo, estu-
dios religiosos, derecho y educación. Aprendí que, en los últimos treinta
años, los estudios narrativos han llegado a ser fundamentales para el
proceso de investigación de muchas de estas disciplinas, luego de ser
ignorados por cientos de años. Donald Polkinghorne (1988) señala
que, después de la Revolución Científica, "se pensaba que las figuras
del discurso, incluyendo las metáforas y las narraciones, no contribuían
168 El Método Oaklander

en nada a la comprensión cognitiva de una persona". En resumen, se


consideraba que el lenguaje figurado, como las historias y las metá-
foras, era un adorno, mientras que la razón, la lógica y la matemática
eran lo importante.
De un tiempo a esta parte, los estudios narrativos han llegado
a ser clave para que muchos investigadores de las ciencias humanas
en particular aprendan sobre las formas en que la gente comprende
su vida y construye su identidad, como individuos y seres sociales.
Efectivamente, las historias son fundamentales para la forma en que
nos entendemos a nosotros mismos y el mundo en que vivimos.
Piensen en todas las historias que sirven como telón de fondo y base
para nuestra vida (p.ej., de dónde son nuestros padres o cómo fue nues-
tra niñez). Consideren las historias que nos ayudan a definir y pensar
en quiénes somos (p.ej., qué profesión elegimos y por qué, o cómo co-
nocimos a nuestra pareja). Tales historias nos ayudan a descifrar temas
y hechos significativos y vernos a nosotros mismos y a los demás en un
contexto más amplio.
Las historias les sirven a los individuos y a los grupos grandes: hay
historias personales de superación de dificultades, historias de nues-
tras congregaciones religiosas que nos ayudan a identificar el bien y
el mal e historias nacionales sobre lo que representamos como pueblo.
Todos escuchamos y contamos historias, reafirmándolas cada vez que
las compartimos. Como plantea Toni Morrison (1993): "La narrativa
es radical, nos crea en el preciso instante en que está siendo creada".

DAR SENTIDO NARRATIVO : ABORDAR EL PROBLEMA

En esta sección mostraré un ejemplo de cómo la narrativa puede ayu-


dar a niños y adultos a darle sentido a sus experiencias y construir su
identidad a medida que crecen y cambian en un mundo que también
va cambiando. Específicamente, primero mostraré cómo Violet, a tra-
vés del uso de una Experiencia Terapéutica que implica dibujar, invita
7. Séptimo Día: Martes. Historias, Metáforas y Títeres 169

a Elisa a construir metáforas y contar una historia que describe y pone


en vividas imágenes cargadas de emoción la dificultad que ha experi-
mentado al perder a sus hermanos. En segundo lugar, mostraré cómo
Violet ayuda a Elisa a darle sentido a esa narrativa y su experiencia
de una forma que le permita vivenciar un nuevo sentido de sí misma,
uno que refleje verdaderamente quién es en el presente, y no quién era
en el pasado. De este modo, quiero destacar cómo el aspecto narrativo
de las Experiencias Terapéuticas de Violet (junto con aspectos que in-
volucran la imaginación, expresión sensorial y metáforas) cumple una
función esencial en su trabajo: ayudar a niños y adultos a darle sentido
a problemas previos o actuales en su experiencia y llegar a una nueva
comprensión sobre sí mismos y su mundo. Entonces, en esta sección
examinamos más a fondo el dar sentido narrativo.
Como ha dicho Violet anteriormente en el programa, a veces le
pide a un niño que se centre en un tema específico en su trabajo si ella
siente que explorarlo será beneficioso para el niño. Cuando Elisa plan-
tea el asunto de "la pérdida de sus dos hermanos" luego que Violet la
hace dialogar con los títeres "como si" fueran miembros de su familia,
Violet la invita a dibujar una imagen del sentimiento por la pérdida
de sus hermanos usando colores, líneas y formas. Así, conduce a Elisa
a una Experiencia Terapéutica que seguirá recursivamente la secuencia
de cuatro partes analizada en capítulos anteriores. Es decir, guiará a
Elisa a través de múltiples rondas de los siguientes cuatro pasos: (1)
experiencia imaginativa o fantástica, (2) expresión sensorial de esa
experiencia, (3) descripción narrativa y/o metafórica de esa expresión y
(4) expresión significativa, que incluye todos los pasos anteriores.
Para resumir sus pasos hasta ahora, Violet juega con Elisa uti-
lizando títeres y luego le pide que imaginativamente dé forma a sus
sentimientos usando la expresión sensorial de los pasteles y el papel. A
diferencia de algunos niños, Elisa necesita poca estimulación de Violet
para construir la historia y la metáfora, y de hecho, empieza a contar
una historia y usar metáforas mientras aún está dibujando el "inmenso
170 El Método Oaklander

túnel oscuro" que representa sus sentimientos ante la pérdida de sus


hermanos.
En poco tiempo, Elisa ha descrito un vivido conjunto de imágenes
que ayudan a contar la historia de cómo se sentía antes y después de
que se fuera su hermano Jason. Repite frases a lo largo de esta primera
parte de su historia para expresarle a Violet lo mucho que significaba
Jason para ella:

"Era mucho de mí".


"Era parte importante de mí".
"Era parte de mí".
"Mi vida dependía de él".
"Era mucho de mí".

De esta manera, Elisa hace lo que la mayoría de nosotros hacemos


al contar una historia. Primero describimos y enfatizamos cómo eran
las cosas antes de que ocurriera algo significativo. En su caso, estas
normas del pasado incluían una estrecha e importante relación con
su hermano Jason. Su partida produjo un brusco desequilibrio en la
vida de Elisa. Para describir cómo se sintió después de este perturba-
dor vuelco de los acontecimientos, utiliza un conjunto de vividas pero
deprimentes metáforas habladas y, en la mayoría de los casos, también
escritas:

"Hay un inmenso túnel oscuro".


"Falta un gran pedazo".
"Cuando se fue, como que me derrumbé".
"Si yo fuera una mesa, Jason sería una de las patas... y se fue y yo
me quedé ahí toda chueca...".

Los teóricos de la narrativa (Bruner, 2006; Labov y Fanshel, 1977;


Propp, 1985) tienen un nombre para lo que Elisa describe en esta
7. Séptimo Día: Martes. Historias, Metáforas y Títeres 171

parte de su historia: "problema" o "desequilibrio", y aparece en el cen-


tro de la mayoría de las historias que contamos. Es decir, tendemos a
contar historias sobre cosas "inusuales", positivas o negativas, que nos
ocurren. Este problema o desequilibrio en nuestra historia contrasta
fuertemente con las normas que solemos describir al comienzo de ella.
En el caso de Elisa, sus sentimientos luego de la partida de Jason están
en agudo contraste con su forma de experimentar la vida cuando Jason
era alguien en quien podía confiar.
Los teóricos de la narrativa también identifican una "tercera parte"
constante en nuestras historias que normalmente sigue a las primeras
dos partes, donde se describen las normas y el problema. Esta tercera
parte de una historia es donde intentamos darle sentido a nuestra nueva
situación a la luz del problema que nos ha ocurrido. En resumen, la
primera parte de la historia trata cómo solíamos ser; la segunda parte
aborda el problema o hecho inusual que ha sucedido; y la tercera parte
es un esfuerzo para describir quiénes somos ahora y cómo hemos cam-
biado: "Solía ser así, luego ocurrió aquello y ahora soy...".
En esta tercera parte de nuestras historias a menudo describimos
cómo vemos o experimentamos cosas en forma diferente debido al
problema o desafío que hemos enfrentado. Ya que no podemos igno-
rar que ha ocurrido un cambio, debemos "volver a tejer" un relato que
explique eso, que aborde estos cambios y de algún modo los integre a
nuestra actual historia de vida.
Algo interesante: para empezar esta tercera parte de una historia,
se suele utilizar la sencilla palabra "entonces": "Entonces, esto es lo que
aprendí" o "Entonces, ahora estoy mucho mejor que antes". En el caso
de Elisa, comienza esta tercera parte usando el "entonces", pero la for-
ma en que le da sentido al problema que ha enfrentado al perder a su
hermano no es particularmente positiva. Aunque han transcurrido casi
dos años desde que Jason se fue, Elisa aún siente que no ha superado
esta difícil experiencia:
172 El Me todo Oaklander

"Entonces él va hacia arriba y yo me estoy quedando aquí abajo".


"Entonces, como que él vive su vida, sigue adelante, pero yo con-
tinúo aquí abajo tratando de ver qué hacer, entonces...".

Es importante lo que ocurre después entre Violet y Elisa. Violet le


hace una sencilla pero intrigante pregunta: "Si él estuviera aquí, ¿cuan
diferente sería tu vida?". En respuesta a esta pregunta aparentemente
simple, Elisa corrige e invierte casi completamente el sentido de la
"tercera parte" de lo narrado a Violet. De pronto parece darse cuenta
de que ahora está distinta, que ha pasado mucha agua bajo el puente y
que ha aprendido a valerse por sí misma en el tiempo que ha vivido sin
Jason. Reinicia esta tercera parte corregida con muchas oraciones que
empiezan con "entonces"y de nuevo repite ciertas frases:

"Entonces me he acostumbrado a estar sola".


"Me he acostumbrado a tomar decisiones".
"Entonces, si volviera, me acostumbraría a tenerlo de nuevo aquí.
Pero no creo que vuelva a estar con él nunca más".
"Entonces... hago mi vida, sin tener aquí a Jason".

Es imposible decir con exactitud qué inspira a Elisa a reconsiderar tan


esencialmente su experiencia y su historia en este punto de su trabajo
con Violet. Pero una cosa es cierta: ninguna historia es contada por
separado, y cómo la contamos depende de quién esté escuchando y
cuál es su respuesta. Generalmente no compartimos nuestras historias
personales con alguien en quien no confiamos, porque esa persona po-
dría evaluarnos o juzgarnos negativamente en base a lo que escucha o
le interesa en nuestra historia. Por otro lado, cuando le contamos una
historia personal a alguien en quien confiamos y con el cual tenemos
una buena relación, estamos dispuestos a escuchar y considerar lo que
piensa de nuestra historia. De hecho, un oyente de confianza a me-
nudo nos ayuda a ver cosas acerca de nuestras propias historias y de
7. Séptimo Día: Martes. Historias, Metáforas y Títeres 173

nosotros mismos que quizás hayamos perdido (Capps y Ochs, 1995).


Así, las historias suelen ser la "co-construcción" del narrador y de un
oyente de confianza.
En el caso de Elisa, sospecho que repentinamente es capaz de mi-
rarse con otros ojos cuando Violet insinúa en su pregunta que ha pasa-
do mucho tiempo desde que Jason se fue y que ahora Elisa quizás sea
una persona distinta. De pronto parece darse cuenta de que ya no es la
que era y que quizás su habitual forma de terminar esta historia ya no
calza con ella. La sencilla pregunta de Violet parece invitarla a volver
al "aquí y ahora" en vez de vivir en el "allá y entonces". Así, esa pregun-
ta prácticamente la obliga a idear una nueva versión de su historia, o al
menos un nuevo final que describa más acertadamente quién es ahora
y qué sabe sobre sí misma en el presente. Quizás este sea el mayor
aporte de Violet a la historia de Elisa: como "coeditora", ayuda a Elisa
a recorrer la distancia desde "en ese entonces" hasta "ahora", y en ese
proceso, se libera de una historia antigua y reescribe una nueva que se
ajusta mejor a su experiencia actual.
En este caso, encuentro fascinante la conexión entre la teoría de la
Gestalt, fundamental para el modelo de trabajo de Violet, y la teoría
narrativa, con la cual Violet no estaba familiarizada cuando realizó este
trabajo con Elisa. Como señalé en las notas reflexivas del Capítulo 6,
en la teoría de la Gestalt, las imágenes cargadas de emoción que son
creadas con diversos medios permiten que asuntos inconclusos salten
al primer plano y que las personas los aborden (p.ej., el guante de béis-
bol en arcilla permitió que emergiera el asunto inconcluso de Sabina
en relación a su imagen corporal). Lo interesante es que, en la teoría
narrativa, las evidencias indican que las historias cumplen la misma
función. Es decir, las historias también nos ayudan a crear vividas
imágenes cargadas de emoción que reflejan asuntos inconclusos.
Contamos historias acerca de cosas con las que aún estamos lidiando,
cosas a las que aún estamos tratando de darles sentido (p.ej., la historia
de Elisa sobre la pérdida de sus hermanos). Por lo tanto, las historias
174 El Método Oaklander

son contadas para cerrar algo en nuestro pasado y así poder movernos
hacia el presente y el futuro, comprendiendo mejor quiénes y qué so-
mos.
En este día con Violet, Elisa se va con un claro sentido de quién y
qué es ahora, distinto al que tenía cuando entró a la sala. En su trabajo
con Violet, se le dio la oportunidad de crear imágenes personales y
poderosas que hicieron aflorar algunas dificultades que estaba viviendo,
pero que al abordarlas y enfrentarlas con la ayuda de Violet, pudo
verse de otro modo a sí misma y su experiencia.
Más adelante ese mismo día, Violet les presentó a los participantes
otras formas de usar las historias para ayudarle a un niño a ver y darle
sentido a su vida y experiencia de otra manera. A través de las funcio-
nes de títeres que Violet mostró, los niños son capaces de ver su propio
conjunto de experiencias en forma de una narración que les ofrece un
nuevo modo de darle sentido a sus preocupaciones. Con las cartas me-
dicinales, niños y adultos son capaces de contar una historia, en tres
partes, compuesta de quiénes eran, quiénes son ahora y quiénes desean
llegar a ser. Este enfoque le da al niño o al adulto práctica para ver su
vida como una historia en desarrollo donde él es una fuerza creativa y
narrativa fundamental.
Para resumir esta sección, he dado ejemplos de cómo la narrativa
y el dar sentido constituyen la esencia de las Experiencias Terapéuticas
que Violet usa con niños en terapia y adultos en capacitación. Junto
con los ámbitos imaginativo, sensorial y metafórico que he analizado
en estas notas reflexivas, la narrativa parece ser "el lugar más profundo
del tazón", donde gran parte del trabajo es realizado por quienes parti-
cipan en estas Experiencias Terapéuticas. Cabe destacar que Violet in-
vita a los individuos a utilizar este rico juego de palabras y dar sentido
verbal sólo después de que tuvieron la oportunidad de usar su imagina-
ción y sentidos para crear imágenes con las cuales trabajar. Elisa cuenta
su difícil historia de pérdida y de recobrar las fuerzas sólo después de
jugar un poco con Violet y algunos títeres. Elisa también usa pasteles
7. Séptimo Día: Martes. Historias, Metáforas y Títeres 175

y papel para dibujar imágenes de túneles oscuros, líneas ascendentes y


descendentes y árboles con partes faltantes.
Para mí, esto es una evidencia más de que los dos primeros pasos
de las Experiencias Terapéuticas de Violet que incluyen la imagina-
ción y los sentidos, brindan un familiar tipo de apoyo y base a partir
del cual el trabajo cognitivo y emocional más difícil se puede hacer en
los pasos posteriores y más verbales de las experiencias. Así, Violet se
fundamenta en las fortalezas del desarrollo infantil y la seguridad de la
relación que establece con los niños antes de llevarlos a los desafiantes
ámbitos del trabajo terapéutico más profundo. A través de este enfo-
que de su trabajo, Violet actúa como maestra de la teoría del apego
(Bowlby, 1989), ya que constantemente está verificando que los apoyos
necesarios —o "bases seguras", como dice Bowlby— estén en su sitio,
para poder asumir y enfrentar con éxito el siguiente nivel de riesgo.
Mañana, durante el día de experiencia práctica, los participantes
tendrán la valiosa oportunidad de asumir nuevos niveles de desafío
usando todo lo que han aprendido hasta ahora en los talleres.

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