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Entrevista a Okwui Enwezor África y Latinoamérica: Paralelismos y Divergencias

Article · October 2002

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Miguel A Gonzalez Virgen


KU Leuven
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Okwui Enwezor
África y Latinoamérica: Paralelismos y Divergencias

Miguel González Virgen ©


[Interview to Okwui Enwezor. Documenta 11: Africa and Latin America: Paralell and
Divergent Issues].
In: Movimiento Actual, Revista de Arte y Literatura [Journal of Art and Literature],
Issue No. 128, October 2002, 7-14.
Monterrey, Mexico.

Por primera vez en la historia de Documenta un curador de origen no europeo se ha


encargado del programa artístico de la muestra: Okwui Enwezor, Nigeriano de 38
años. Se trata sin duda de una puerta que la globalización misma abre para
reconsiderar, críticamente, las relaciones de las culturas consideradas como
periféricas con los centros intelectuales de la globalización artística.

En el contexto de los puntos críticos que DOCUMENTA 11 toca, destacan aquellos


relativos a los mecanismos de colonización cultural y las maneras como se han
aplicado y experimentado en las diferentes regiones del mundo. Un tema
apasionante para Enwezor, que ya en 2001 curó la exposición “El Siglo Abreviado: Los
Movimientos de Liberación e Independencia en Africa, 1945-1994”, (Museo Villa Stuck,
Munich) y cuyo foco era el de “reinventar otro tipo de perspectiva histórica” sobre los
procesos de de-colonización. Para DOCUMENTA 11, Enwezor ha echado mano a lo
que él llama una constelación de artistas europeos y no europeos para considerar
“cómo las especificidades locales crean nuevas orientaciones en el discurso global”,
según reporta Brian Wallis en Artforum de Mayo 2002.

Desde dentro del mismo discurso que Enwezor inicia sobre las especificidades locales
ante la globalización, surge como una cuestión de importancia crítica el discernir
hasta qué punto las culturas periféricas asimilan la globalización como una
experiencia colonizadora o como un proceso crítico de confrontación y auto-
afirmación. En la resolución de esta cuestión, la comparación entre los paralelismos y
las divergencias en las experiencias Africanas y Latinoamericanas de aculturación
colonial es una tarea necesaria y de enorme valor. El proceso puede empezar a
señalarnos áreas obscuras de nuestras convenciones culturales latinoamericanas, o
bien subrayar situaciones de importancia crítica que no hemos sido capaces de
valorar en su verdadera dimensión.

Como lo muestra la entrevista, puede ser que en esta tarea crítica África, como
región multicultural, se nos esté adelantando.
1. Usted ha mencionado antes que, en el proceso de confrontar la globalización, la
duda tiene un valor positivo en tanto que permite un momento de reflexión crítica.
La duda es una condición que compartimos África y Latinoamérica. Sin embargo,
pareciera a veces que nuestras mismas dudas nos alejan del proceso de la
globalización. ¿Considera esta doble percepción de la duda como una
contradicción que se puede resolver?

Especialmente para las economías en desarrollo, dentro del contexto del sistema
capitalista, la duda provee un espacio de análisis critico sobre cuáles son los
beneficios o los no beneficios de la globalización. Yo creo que en la situación tan
frágil del contexto político, económico, y social en el que, por ejemplo, se
encuentra África, creo que la duda es una herramienta crítica, indispensable para
analizar la relación que tiene con el mundo occidental ... En este sentido para mi la
duda no se trata de un tipo de cinismo sino mas bien de un saludable escepticismo
ante las recetas que se nos dan como si fueran la cura para todos los problemas
imaginables del mundo no desarrollado.

2. Nuestras dudas como latinoamericanos son de una naturaleza diferente a las de


ustedes en África. Nosotros nos sentimos muchas veces como el hijo no
reconocido, no muy aceptados y cargando con la esperanza de la vuelta al regazo,
algún día. Las dudas de África, por otra parte, parecen tener que ver más bien con
la manera de redefinir su relación con la madrastra. ¿Podría comentar sobre esto?

Que Latinoamérica sea parte del mundo occidental—claro que ustedes se sienten
así, pero para mí se trata de un punto histórico en el que la cuestión es analizar si
se trata de un punto verdadero. Es obvio que ustedes son un producto de
regimenes coloniales y muchas partes de Latinoamérica parecerían tener
implícitamente estructuras occidentales de pensamiento; pero creo que cuando
uno se empieza a fijar en un numero de movimientos por todas las Américas,
quiero decir no solamente en Latinoamérica, sino también en lo que pasa en
Canadá, en los Estados Unidos, en ciertas regiones de México, etc., o aún si te fijas
en lo que pasa en el Caribe, por ejemplo, yo creo que es muy, muy claro, que uno
tiene que pensar y estar muy consciente del complejo campo de relaciones en el
que Latinoamérica existe dentro de su propia región y vis a vis Europa. Por todo
esto no puedo estar seguro que uno pueda decir estrictamente que Latinoamérica
pertenece al universo occidental propiamente dicho en la manera en como tú lo
estas expresando. Tomemos, por ejemplo, lo que pasa en Brasil: creo que Brasil
para mi contrasta con tu expresión de que su cultura sea una extensión del mundo
occidental. Considero que uno tiene que pensar mas productivamente sobre esta
convergencia de un gran numero de diferencias políticas, culturales, y sociales, que
para mi constituyen el modelo de identidad que Latinoamérica ha constituido para
si misma históricamente, y sobre lo que quiere ser en el presente con relación a
Europa, Estados Unidos u otras partes del mundo. En relación con África,
ciertamente es muy claro que la relación de África con Europa es muy diferente a la
que tiene Latinoamérica con el viejo continente. En primer lugar, la cultura
contemporánea de Africa es mucho más antigua que la de Europa, y su relación
con el colonialismo también es muy diferente de la que tiene Latinoamérica; en
relación con los fundamentos epistemológicos de su filosofía también son muy
diferentes de los del occidente—todo eso es muy claro, por lo que uno tiene que
tomar eso como un hecho, y no tiene sentido, por tanto, poner a todo el mundo en
desarrollo en la misma categoría. Pero de todas maneras pienso en relación con
Latinoamérica que este tema tiene que ver con un tipo de ansiedad. Me parece que
en el momento en el que la cultura europea u occidental contempla a
Latinoamérica, a ustedes les sobreviene una ansiedad, una inquietud que puede ser
expresada como un “Oye, nosotros somos todos iguales, parte de nuestra herencia
es también el patrimonio de ustedes, del mundo occidental—porque no nos han
acomodado o invitado en los mismos términos como, por ejemplo, a otras partes
de Europa?” Para mi esta es una ansiedad de importancia crítica que debe ser
superada de una manera u otra.

3. Si, veo lo que usted dice; en una entrevista que le hizo Carlos Basualdo usted
habló ya de esta ansiedad latinoamericana respecto a su identidad. Es parte de una
necesidad que tenemos de sentirnos, como decirlo, aceptados…

Conviene ver el caso de Argentina, por ejemplo, que no comparte la misma historia
de imperialismo y colonialismo que Brasil, que a su vez tiene una serie de conflictos
regionales de poder económico y político, y que no son los mismos que los de
Chile… Pero si viéramos una imagen global de las Américas, por ejemplo, nos
daríamos cuenta que esta visión esta conformada por una topografía cultural
mucho mas compleja de lo que aparece dentro de los contextos metropolitanos de
Latinoamérica. Pero tampoco quiero hacer el caso a favor de un concepto de lo
latinoamericano o de lo africano porque también existe una contradicción en el
otro lado, que es la contradicción de lo que constituye el occidente. Si uno quiere
pensar solo desde la perspectiva técnica, entonces todos nosotros somos parte del
occidente, sino culturalmente, si institucionalmente, dado de que el occidente
quiere establecer relaciones desde perspectivas políticas, sociales, geográficas, y
económicas que unen a todos los países en lo que llamamos un sistema global, de
manera que, en este sentido, no creo que sea posible establecer diferencias
categóricas entre aquellas culturas que se perciben como pertenecientes
propiamente al occidente y aquellas que no se perciben como parte de este; claro,
siempre hay un espacio o intervalo que queda que arroja luz sobre las relaciones
entre los diferentes sectores. Pero creo que lo que tenemos es un orden político,
jurídico, en el que cada uno de los países, cada país maduro, ya sea democrático o
con otro sistema, deben necesariamente de seguir. Para mí, este es mi
comprensión tecnocrática de lo que significa el occidente.

4 ¿Usted cree que Latinoamérica debería de conformar una especie de bloc


cultural ante estas cuestiones o que más bien deberíamos responder como
unidades culturales regionales? Para nosotros este es un tema muy importante, el
de asumir una gran identidad latinoamericana y la resistencia de culturas locales a
esta identidad. Y me pregunto si África no está pasando por el mismo dilema.

Personalmente, yo quiero creer en la política de la multiplicidad, más que en la


política de una sola cultura. Sin embargo, creo que debemos de preguntarnos por
qué estos sistemas de identificación se encuentran –y esto es muy claro- instalados,
preguntarse ¿son efectivos? si no surgen de nuevas instituciones, ¿cuáles son sus
modelos? y qué tipo de estrategias o métodos tienen para constituirse como un
intermediario crítico entre toda una gama de diferentes posiciones y perspectivas
que uno encuentra en una región particular. Creo que no hay una receta perfecta
que uno pueda dar para este problema en relación con lo que uno encuentra en
África y Latinoamérica, pero creo que el fascismo de un solo espacio “auténtico”,
culturalmente delimitado, es algo que tenemos que resistir.

5. Uno de los puntos más fascinantes que han tocado algunas de las exposiciones
que usted ha curado anteriormente es aquel respecto a la necesidad de rescatar las
memorias perdidas del pasado colonial para poder re-definir el presente. Otros
críticos, sin embargo, han mencionado también la necesidad nuestra de que los
propios países colonialistas recuperen las memorias que tienen de nosotros. En
otras palabras, que para poder construir una identidad post-colonial necesitamos
tanto recuperar nuestro difícil pasado como hacer conciente a los países Europeos
de un pasado en el que ya no quieren pensar.
Y aquí quisiera tocar el tema de tener que asumir los conceptos epistemológicos
del occidente en este proceso; quiero decir, si no hay un riesgo en definirnos de
acuerdo a estos paradigmas o, si cree que se trata de un paso necesario para lograr
una autonomía de pensamiento ante el occidente.
En una de esas exposiciones podíamos encontrar la figura de lo que llamaríamos el
intelectual del tercer mundo, que era mucho más crítico en su análisis de la relación
del mundo en desarrollo con el bloc internacional. Creo que lo que era muy claro
es que en esta figura del intelectual del tercer mundo no había un rechazo del
mundo intelectual occidental como tal sino mas bien este intelectual buscaba
encontrar maneras de reinterpretar las relaciones asimétricas propiamente nuestras,
pero que uno siempre encuentra ya dentro del contexto de la epistemología
occidental. Yo no veo, no creo necesariamente, que la epistemología occidental sea
el principal culpable sino más bien el valor heurístico que uno decide imponerle
sobre lo que puede comunicar a aquellas culturas que se encuentran fuera del
occidente. Creo que este proceso esta sucediendo ahora mismo en muchos
lugares, por lo que no quiero hablar de un rechazo del occidente o de Europa—eso
sería muy simplista. Creo que es muy claro, que mientras produzcamos criticas
acertadas sobre los excesos de la epistemología occidental y otros conceptos,
también deberemos ser capaces de producir nuevos modelos críticos que no
necesariamente tienen que superar aquellos del occidente, pero pueden dar un
punto de interacción crítica con lo que, ya es muy claro, son los aspectos
productivos del occidente como tal.

6. Algunas de las reacciones críticas a DOCUMENTA 11, especialmente aquellas


provenientes de los Estados Unidos, han señalado que esta versión del evento es
más una discusión política que una exploración de temas estéticos. Sin embargo,
esta reacción podría apuntar a un tipo de incomodidad ante lo que se podría
percibir como la trasgresión del arte hacia fuera de su pre-designada autonomía
estética. ¿Consideraría usted esta incomodidad crítica como un tipo de éxito de
DOCUMENTA 11?

(Risas)… Encuentro las críticas provenientes de los Estados Unidos, sinceramente, no


muy maduras. Las encuentro inmaduras, las encuentro fuera de contexto dada la
complejidad del proyecto que tratamos de hacer, la complejidad del ambiente
global en el que tiene lugar. No quiero ser arrogante y decir algo como aquello de
que si nuestros “enemigos” nos critican, entonces significa que estamos haciendo
un buen trabajo. Pero creo que la lección no se esta leyendo correctamente en las
descripciones no críticas que parecen proliferar en la prensa de los Estados Unidos,
sobre el carácter político de DOCUMENTA 11. Me parece que también debemos de
preguntarnos qué quieren decir por carácter político, puesto que cada vez que
aparece el término político en estos contextos parecen llegar ya con una carga
acusatoria, una carga de condena, una carga negativa. Para mi DOCUMENTA 11 es
política en la manera en que creo que esta siendo críticamente productiva, en la
manera en que esta cuestionando como se dan las categorías artísticas; creo que
tratamos de expandir el foco de esta proyecto para involucrar un numero de otras
geografías complejas y por tanto para poder dar lugar a un debate mucho mas
critico sobre cuál es la posición del arte contemporáneo, en el contexto del
inestable, inquieto, intranquilo dominio global en el que trabajamos.

7. DOCUMENTA 11 ya se aproxima a su fin. ¿Cómo se siente Usted ahora? ¿Podría


hacer una evaluación global de las metas que logró DOCUMENTA 11, tanto a nivel
personal como institucional?

Hay que darnos cuenta de toda la cantidad de tiempo invertido. Podría parecer que
cuatro años no son muchos, mas sin embargo, en una carrera profesional es
bastante… (risas)… para un solo proyecto. Yo creo que uno tiene que, desde mi
perspectiva, invertir mucho tiempo para darse cuenta realmente de todas las
limitaciones y los logros y, obviamente, las frustraciones que uno tiene sobre lo que
se dejó de hacer. Pero en general debo ser muy honesto desde un punto de vista
profesional, y creo que la exhibición y el proyecto han sido increíblemente,
críticamente, importantes. Considero también que uno llega a aprender más de
estos eventos de lo que uno trae consigo como aporte, y esto ha sucedido en mi
caso. He aprendido muchísimo haciendo DOCUMENTA 11, he aprendido de mis
colegas, y esto ha ayudado a crear un nuevo horizonte para el tipo de tarea critica
que nos queda por delante, particularmente para mi como curador. En estos
niveles DOCUMENTA 11 ha sido increíblemente exitosa. Pero yéndonos también a la
muy mundana manera de medir el éxito, considero que ha sido maravillosamente
bien recibida por el publico, y creo que hemos visto un gran numero de nuevos
tipos de visitantes que no habíamos visto antes aquí en Kassel y eso es muy, muy
alentador. Considero también que es muy saludable pensar en el nivel que ha
alcanzado, y creo que es muy importante no despreciar al gran público que atiende
a un evento como este. Si los números significan algo, me parece que el numero de
gente que ha venido a DOCUMENTA 11es muy alentador, sobre todo considerando
lo que se esperaba para la exhibición: se esperaba que viniera poca gente, que a
nadie le interesaría una exposición tan política y tan teoréticamente cargada; sin
embargo, el publico ha probado que estaban totalmente equivocados los que
pensaban de esta manera. Pero ciertamente la constelación que hemos podido
reunir ha trabajado muchísimo, produciendo entre todos excelentes resultados
críticos. Hemos podido publicar las ediciones de los resultados de las dos primeras
Plataformas, y las ediciones de las otras dos están por salir. Creo que tendría muy
poco de que quejarme. Siento que dejo DOCUMENTA 11este 15 de Septiembre muy
satisfecho y muy orgulloso del trabajo que hemos logrado, y muy orgulloso del
hecho de que esta es una DOCUMENTA en la que, si bien no han estado
representadas todas las formas de pensar el arte que uno pudiera imaginar, sí
hemos logrado transmitir al público que ya no es posible pensar en el arte
contemporáneo con los términos exclusivos que se derivan del mundo artístico de
los Estados Unidos y de Europa Occidental.

8. Si, esto es todo un logro, especialmente desde nuestra perspectiva aquí en


México. Pero ¿cómo se ve usted mismo después de DOCUMENTA 11? Parecería que
a su edad ya hubiese alcanzado el pináculo de una carrera, sin embargo, creo que
usted tiene aun mucho por hacer.

Espero que esto no sea el pináculo. Pudiera parecer así, al menos en los términos
estrictos de lo que la gente considera como logros profesionales, pareciera que he
alcanzado un pináculo. Pero como dije antes, dejo DOCUMENTA 11 sintiendo una
renovada y clarificante energía, creo que hay mucho trabajo apasionante aun por
hacer fuera de DOCUMENTA, nuevos públicos a los cuáles dirigirse, nuevas
problemáticas en las que hay que poner atención, nuevas ideas con las que
interactuar, y dado todo esto me cuesta trabajo considerar a DOCUMENTA 11 como
un pináculo en mi carrera. Claro que DOCUMENTA es una institución muy especial
por el tipo de recursos que pone al alcance de uno, con muy pocas restricciones en
cuanto al tipo de proyecto u otras consideraciones…. es como el sueño de todo
profesional. Pero también creo que hay maneras de trabajar crítica y
productivamente en otras escalas, y creo que eso es lo que deseo ver en mi
futuro… no tengo ahora ningún plan concreto, excepto que estoy dispuesto a
escuchar todo tipo de ideas y proyectos, pero usted debería de saber que dirigir
artísticamente a DOCUMENTA es una empresa muy agotadora tanto
intelectualmente como en otras maneras, por lo que primero necesito tomar un
descanso. Necesito un tiempo para pensar en el futuro, pero ciertamente estoy
muy interesado en observar…. Hay un número de preguntas importantes sobre lo
que creo pueda ser mi tarea en el futuro inmediato y que creo que tiene que ver
con situaciones con el mundo en desarrollo.

9. Tenemos muchos lugares en México para vacacionar…

He pensado en México antes. Es un país tan grande, un espacio tan complejo de


ideas, que ciertamente es un lugar que quisiera visitar.

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