Ensayo

Docente

Carolina Ardila Behar

Sandra Lorena Marín Portela

Problemas sociales del tiempo presente en Colombia y el mundo

Universidad Santiago de Cali

Facultad de Ciencias Económicas

Contaduría Pública

2022
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El desarrollo escrito que se presenta a continuación, pretende constituirse como un

ejercicio argumentativo, de opinión y construcción personal, que como elección del autor gira en

torno a los temas de desarrollo sostenible y desarrollo sustentable, más específicamente se

pretende dar resolución desde el punto de vista particular a la pregunta planteada en el curso de

problemas sociales del tiempo presente en Colombia y el mundo, la cual se presenta a

continuación:

¿Cuál es el debate conceptual entre el desarrollo sostenible y el desarrollo sustentable?

Respuesta que no tiene una pretensión diferente a la de suscitar la discusión que permita

la exposición en este texto, del propio punto de vista frente a una segunda pregunta: ¿Cuál de los

dos debe implementarse para la transformación duradera de la relación naturaleza-sociedad?

Dicha dinámica que se plantea, se realiza en este espacio, como un esfuerzo de situarse

en las problemáticas actuales y tomar partido de opinión desde allí, sobre las mismas,

entendiendo a estas cercanas y no ajenas al ejercer de un profesional integral en contaduría

pública, que primeramente se reconoce como sujeto y actor de su propia realidad dentro de una

sociedad con condiciones transversales dentro de su condición humana, entre las cuales el tema

ambiental tiene gran importancia y repercusión, más aún en el contexto actual.

Habiendo dado dicha presentación como punto de partida, el paso siguiente es aclarar que

las dos categorías que se encuentran sobre la mesa en el debate ambiental actual: desarrollo

sostenible y desarrollo sustentable; y los interrogantes que ambas suscitan nace de una discusión

aun mayor, esa que se podría denominar problematización de la relación sociedad-ambiente.

Dicha problematización se hace más fuerte hasta nuestros días gracias al eco producido por

movimientos ambientalistas, quienes catalogan dicha relación como insana y peligrosa, esto a su
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vez, a causa de un desarrollo humano destructivo que entorpece y lastima lo ambiental a gran

escala y que como resultado puede llevar a la extinción de todo lo que se conoce hasta hoy.

Dicha problematización es la que da cabida a los dos conceptos que se plantearon en un

principio, los cuales, lejos de ser sinónimos tienen características diferenciales que hacen aun

más interesante esta discusión; siendo esto así, se dará una breve definición de ambas, para no

extenderse demasiado en este punto y darle continuidad al tema central que aquí atañe, que es el

debate alrededor de los dos términos.

Así las cosas, se tiene que, por desarrollo sustentable se comprende todo el entramado de

procesos y practicas con la intencionalidad de proteger y preservar la amplia gama de recursos

naturales, con la finalidad de beneficiar a las generaciones presentes y futuras de manera general

de dichos recursos. Estos procesos y prácticas mencionados, deben cumplirse a cabalidad aun si

esto representa el no goce de la satisfacción de algunas necesidades particulares de los seres

humanos.

Por su parte el desarrollo sostenible, si bien, también busca la preservación de los

distintos recursos naturales para el disfrute de las generaciones presentes y futuras, tiene en

cuenta, además, las diferencias contextuales de los variados grupos societales que conforman el

mundo, es decir, que contempla dentro de esas prácticas y estrategias necesarias de preservación

de recursos, el cumplimiento de las demandas tanto políticas, sociales, culturales, económicas e

individuales que atraviesan a cada individuo.

Si se tiene en cuenta la aparición y evolución de ambos conceptos, se puede evidenciar

como el desarrollo sustentable antecede a la aparición del concepto de desarrollo sostenible, de

allí que el primero no tenga en cuenta dentro del cuidado; que es debido al medio ambiente; el

factor de las necesidades que el ser humano debe satisfacer para el goce en plenitud de su
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existencia, a diferencia de la segunda categoría que si lo contempla; y que además exclama y

abandera dentro de su razón de ser, que el cumplimiento de esas necesidades es garante de un

equilibrio entre ambiente y sociedad, lo cual es necesario para que se geste una transformación

duradera y positiva en dicha relación.

Con lo anterior queda más que claro la respuesta que este autor le hace a la segunda

pregunta planteada en este documento: ¿Cuál de los dos debe implementarse para la

transformación duradera de la relación naturaleza-sociedad?, sin embargo, para expresarlo de

manera explícita, como elaborador de este documento, se considera que la estrategia de

desarrollo sostenible es la más idónea para implementación, seguimiento y posicionamiento,

como un intento de transformación positiva y duradera de la relación naturaleza-sociedad.

Esto puesto que, se atiende de manera igualitaria, las necesidades del planeta en cuanto a

su cuidado y preservación por medio de prácticas eco-amigables, y las necesidades de desarrollo

y realización del ser humano, teniendo en cuenta sus diferencias culturales y contextuales, lo cual

hace variar igualmente la forma que deben tomar los satisfactores de dichas necesidades,

entendiendo que solo de esta manera se garantiza que los diferentes grupos societales re-

aprendan su forma de relacionarse con el mundo, ya que no ven en esas nuevas practicas un

impedimento para su realización personal y crecimiento como sociedad, lo cual impulsa a la

aplicación de las mismas en su forma y estilo de vida.

Pero más allá de ¿Cuál se cree debería ser implementada?, como autor se considera que el

análisis debe ser más profundo, porque planteando que se implemente el desarrollo sostenible,

¿Qué garantiza su cumplimiento? ¿Cómo auditar su trayectoria a la luz del debate eterno entre

los objetivos ambientales y los indicadores económicos de crecimiento? Esta segunda pregunta,

planteada más que todo a la luz de la dificultad que ha supuesto para la economía clásica el
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entender que existen unos límites en cuanto a la extracción de recursos ambientales, pues para

está, siempre se está en crecimiento y la libre demanda es un principio incuestionable desde esa

lógica, la cual ve a los recursos naturales como infinitos y en caso de ser finitos, reemplazables.

Pero el lector pensara, eso ya no es un problema puesto que de ese tipo de economía ya se

trascendió, pero ¿Es dicha transición real? ¿Esta culminada o en proceso? Ubicándose desde lo

practico y no lo escrito en el papel, la sociedad se encuentra bastante lejos de abandonar los

sistemas económicos de extracción indiscriminada, de ahí la latente preocupación de que este

desarrollo sostenible si se lleve a cabo de manera real y responsable, pues su implementación

permea de manera abrupta concepciones societales con las cuales el ser humano a cargado por

décadas tanto así, que se ha arraigado a ese tipo de cosmovisiones las cuales toma tiempo

abandonar y más tiempo aun, apropiarse de nuevas formas de ser y estar en este planeta.

Una muestra latente de lo anterior, es que pese a los múltiples esfuerzos desde las

iniciativas ambientalistas tanto gubernamentales como no gubernamentales, los ecosistemas y

por ende los recursos naturales no paran de luchar contra el impacto negativo que genera sobre

ellos los insostenibles cánones de producción y consumo del ser humano, a esto hay que

agregarle que en la actualidad si bien estos cánones no han disminuido en comparación con años

anteriores, la carga de contaminación si ha variado a la luz de épocas antecesoras, pero en

aumento. Lo cual nos hace más vulnerables a fenómenos naturales que cada vez se presentan con

mayor intensidad e impacto y que amenazan de manera directa nuestra continuidad.

Lo expresado anteriormente, como escritor, solo es un intento de dejar la discusión

abierta; entendiendo que no se posee la verdad absoluta, y de suscitar conciencia en el lector

para que tome parte en este debate que de manera indiscutida afecta a todo ser viviente sobre la

tierra, por lo cual debe ser un tema que no muera o solo se nombre en unas cumbres, sino que
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debe ser llevado a cada rincón de la sociedad, para que desde las practicas cotidianas cada ser

humano, pueda aportar su grano de arena para el establecimiento, desarrollo y continuidad de

una alternativa eco-sostenible.