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Un llamado a la formación espiritual

San Antonio, 2009


La formación espiritual cristiana es el proceso por medio del cual el Espíritu Santo moldea al creyente a
la imagen de Cristo y lo llena de amor por Dios y por el mundo.

Dios nos llama a conformarnos a la imagen de Cristo. Jesús dijo: “Yo he venido Juan 7:37–39
para que tengan vida y la tengan en abundancia”. Experimentamos esta abundancia *Juan 10:10
de vida – aquí y ahora- en la medida que nuestras pasiones, carácter, entendimiento y Romanos 8:29
1 Corintios 11:1
relaciones se alinean cada vez más a las de Cristo. Esta transformación es un proceso
1 Corintios 15:49
interno y externo que dura toda la vida y es un don permanente del Espíritu de Dios.
2 Corintios 3:17–18
Somos llamados a renovarnos para alcanzar la semejanza de Jesús, pero no siempre 2 Corintios 4:16–18
abrazamos completamente este llamamiento. A veces parecemos conformarnos con ser 2 Corintios 5:16–21
llamados “cristianos”, pero sin comprometernos intencionalmente con el trabajo del Gálatas 4:19
Espíritu Santo en nuestra vida. Otras veces ansiamos desesperadamente una nueva Efesios 1:3
manera de vivir y deseamos crecer en nuestro caminar con Jesús, pero necesitamos Efesios 3:16–19
ayuda y ánimo. Entonces nos comprometemos a buscar apasionadamente y a recibir 1 Juan 3:2
gozosamente la gracia de Dios para ser completamente transformados a la imagen de 1 Juan 4:17
Jesucristo.

A medida que nos arraigamos en Jesús y el Reino que Él proclama, somos Génesis 1:26–28
transformados progresivamente. Jesús es el centro de la vida y de la historia, el Génesis 3:1–7
origen y meta de la creación. Dios diseñó este universo como un lugar para que Proverbios 8:22–31
Isaías 42:5–9
floreciera el amor y la vida de Jesús. Debido a que fuimos creados a imagen y
Jeremías 31:33–34
semejanza de Dios, poseemos la capacidad de recibir y expresar esa vida y ese amor.
Marcos12:28–34
Aunque la desobediencia humana corrompe la imagen divina en nosotros, Dios, aún Juan 1:1–18
forma un pueblo capaz de amar al Señor su Dios con todo el corazón, con toda el alma, Juan 13:34–35
con toda su mente y con todas sus fuerzas y capaz de amar a su prójimo como a sí Romanos 5:9–11
mismos. Esto es posible por medio de la vida, la muerte y la resurrección de Jesús. Por Romanos 8:1–11
medio de él experimentamos una relación de amor con Dios y con el prójimo Romanos 8:19–23
restaurada y una transformación continua a su semejanza. Nos convertimos en una Efesios 2:11–22
comunidad reconciliada y renovada, lo cual es la meta y la esencia de la vida en el Colosenses 1:9–23
1 Tesalonicenses 5:23
Reino de Dios. Estas son las buenas noticias que proclamamos con gozo al mundo
1 Juan 2:7–11
entero.

Nuestro compromiso con la gracia transformadora de Dios es vital. La Mateo 5:43–48


renovación a la imagen de Cristo no es un logro humano, es un don de gracia. Dios Mateo 11:29–30
en su misericordia utiliza todas nuestras experiencias, inclusive el sufrimiento y las Lucas 6:40
Juan 7:38
pruebas para enseñarnos y transformarnos. Aun así, la transformación requiere
Juan 15:5–17
nuestra participación y esfuerzo. Es necesario estar dispuestos al trabajo del Espíritu
Romanos 12:1–2
Santo en las experiencias de la vida, particularmente a través de un compromiso Gálatas 5:16–25
intencional con disciplinas cristianas históricas, incluyendo la Palabra y los Filipenses 2:12–13
sacramentos. Estas prácticas nos abren a la presencia y la gracia de Dios. Como Filipenses 3:12–16
resultado, a través del tiempo y las experiencias, llegamos a ser personas que expresan Tito 2:11–14
naturalmente amor, gozo, paz, la paciencia, bondad, benignidad, fe, mansedumbre y Hebreos 5:13–6:1
dominio propio. Hebreos 12:7–13
Santiago 4:7–8
1 Pedro 2:2
1 Pedro 4:1–2
La formación espiritual se desarrolla en comunidad. Cuando anhelamos conocer Mateo 18:20
y seguir a Jesús; cuando buscamos ser transformados a su semejanza; emprendemos Lucas 6:12–19
un viaje en compañía de otros que comparten este mismo anhelo. Dios llama a la Juan 17:20–26
Hechos 2:42–47
iglesia a ser un espacio de transformación. Aquí luchamos por cumplir (responder –
Romanos 12:4–8
obedecer) nuestro llamamiento al amor. Aquí somos dirigidos por la presencia de Dios
1 Corintios 12:1–7
entre nosotros. La comunidad espiritual es el catalizador para nuestra transformación Gálatas 6:1–2
y es la base sobre la cual somos enviados al mundo a nuestra misión de amor. Efesios 4:1–16
Hebreos 10:23–25
1 Pedro 2:4–10

La formación espiritual es, por naturaleza , misionera. Cuando somos formados Isaías 60:1–4
a la semejanza de Cristo, compartimos cada vez más el tierno amor de Dios para con Mateo 5:14–16
otros. Profundizamos en nuestra compasión por los pobres, los quebrantados, y los Mateo 28:18–20
Juan 3:16–21
perdidos. Sufrimos, oramos y trabajamos para otros en una nueva manera, una
Juan 20:21–23
manera generosa, una manera que llena de gozo. Nuestros corazones se abren hacia
2 Corintios 5:20
todas personas y hacia toda la creación. Gálatas 6:10
1 Juan 4:7–21

Invitamos a todas las personas, en todas partes, a responder juntos a este Mateo 5:1–10
llamamiento a transformarnos a la imagen de Jesús. Por la gracia de Dios, Mateo 13:44–46
procuraremos amar: amar a Dios, amar a las demás personas y amar a toda la Marcos 1:15
Lucas 9:23–24
creación. Adoptamos un estilo de vida que está atento y es sensible a la amorosa
Romanos 12:1–2
presencia de Dios. Nos comprometemos con la amada comunidad de Cristo, la iglesia,
2 Corintios 6:1
para que podamos aprender juntos esta manera de amar. Te rogamos que te unas a 1 Timoteo 6:11–12
nosotros. Apocalipsis 21:2
Apocalipsis 22:17

Para firmar y/o bajar “Un llamado a la formación espiritual”, ve a:


http://ACallToSpiritualFormation.info

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