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1. Formar parejas
2. Cuando las parejas están formadas tendrán un tiempo de 5 minutos para
responderse mutuamente algunas preguntas que el dinamizador vaya indicando.
3. Además, con cada un cambio de pregunta la pareja deberá ponerse en la
posición que se le indique.
Pregunta 1: ¿Cuál es uno de tus mayores sueños o metas que no has cumplido y por qué?
Posición: Frente a frente.
La palabra del señor vino a Jeremías por segunda vez, cuando este aún se hallaba preso
en el patio de la guardia: «así dice aquel cuyo nombre es el señor, el que hizo la tierra, y
la formó y la estableció con firmeza: “CLAMA A MÍ Y TE RESPONDERÉ, Y TE DARÉ A
CONOCER COSAS GRANDES Y OCULTAS QUE TÚ NO SABES”.
jeremías 33:1-3
Esta palabra vino a Jeremías durante el terrible final del asedio de los babilonios contra
Jerusalén en los últimos años del reinado del rey Sedequías.
Sedequías puso a Jeremías en la prisión real por predicar en el nombre del Señor que los
babilonios tendrían éxito en su campaña.
Podemos encontrar un entorno en el que jeremías se encontraba, la cárcel, no era un lugar
estable o cómodo.
Las cárceles eran lugares de encierro para las personas que esperaban un juicio
Las antiguas naciones como babilonia se caracterizaban por la crueldad de sus cárceles
Esos lugares eran diseñados para privar a los prisioneros de toda comodidad y con el fin de que
los prisioneros no puedan subsistir por mucho tiempo
Con frecuencia usaban cisternas vacías o con poca agua por lo general en cuevas subterráneas
Aún en medio de este entorno en el que jeremías se encontraba, Dios habló enfocando dos
cosas CLAMA A MI Y YO TE RESPONDERÉ
Como seres humanos podemos pensar en lo difícil que sería comprender estas palabras estando
en la cárcel.
Dentro de la biblia encontramos esa voz de Dios deseando comunicarse con nosotros, pero las
circunstancias o nuestra vida nos frena a escucharlo y conocer sus propósitos.
En esta dinámica que realizamos pudimos darnos cuenta de que la única forma de poner la
mayor atención fue de frente. Y aún así estuvimos un poco distraídos por los demás.
Y con mayor razón estando en posiciones incomodas pudimos darnos cuenta de que la
distracción era mayor, ya que no teníamos a la persona mirando de frente, y solo escuchándola.
Nuestra vida
Nuestra vida puede o no limitar escuchar la voz de Dios, por eso es necesario reflexionar como
es nuestra comunión con él, leemos o no su palabra, oramos o nos cuesta hacerlo, vamos a la
iglesia y somos constantes o nos cuesta ir por muchas razones.
1. El pecado
Cuando el día comenzó a refrescar, el hombre y la mujer oyeron que Dios el Señor andaba
recorriendo el jardín; entonces corrieron a esconderse entre los árboles, para que Dios no
los viera. Pero Dios el Señor llamó al hombre y le dijo: ¿Dónde estás? El hombre contestó:
—Escuché que andabas por el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me
escondí.
Genesis 3:8-10
Estos hablan acerca del pecado de Adán y Eva, y de como al comer el fruto sus ojos fueron
abiertos y la comunión con Dios fue rota.
El pecado produce un rechazo a la voz de Dios, infunde miedo, temor a ser confrontados y
como consecuencia rompe con la comunión que tenemos con él.
Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por su gracia son
justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó.
Romanos 3:23-24
El pecado nos priva de poder comunicarnos con Dios, es por esa razón que el mundo no puede
conocerle.
Es por eso que día a día debemos renovar nuestra vida en él, debemos confesar nuestros
pecados entregar nuestra vida y nuestra naturaleza en Dios.
Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana,
como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como
blanca lana.
Isaías 1:18
Dios nos dice todos los días VEN, y estemos a cuenta, el esta dispuesto a perdonarnos,
limpiarnos transformarnos.
Si dejas de orar y leer la biblia, pones una barrera entre Dios y tu y por lo tanto no podrás
conocer su voluntad.
2. Nuestras emociones
Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y
ser lentos para hablar y para enojarse; pues la ira humana no produce la vida justa que
Dios quiere.
Santiago 1:19-20
Es necesario cuidar nuestras emociones, de modo que no nos impidan desconectarnos con Dios
Claro, eso no implica que no nos enojemos o que tengamos momentos de tristeza, pero eso no
debe pasar por encima de nuestra pasión por Dios.
Mateo 11:28
Dios nos dice todos los días VEN, si te sientes triste, enojado, cansado que el nos quiere dar
descanso y paz
3. Nuestros afanes
Mientras iba de camino con sus discípulos, Jesús entró en una aldea, y una mujer llamada
Marta lo recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María que, sentada a los pies
del Señor, escuchaba lo que él decía. Marta, por su parte, se sentía abrumada porque tenía
mucho que hacer. Así que se acercó a él y le dijo: —Señor, ¿no te importa que mi hermana
me haya dejado sirviendo sola? ¡Dile que me ayude! —Marta, Marta —le contestó Jesús—,
estás inquieta y preocupada por muchas cosas, pero solo una es necesaria. María ha
escogido la mejor, y nadie se la quitará.
Lucas 10:38-41
Nuestro afán nos impide que podamos escuchar lo que Dios quiere hablarnos e incluso
bendecirnos
María comprendía que los momentos con Dios son únicos en la vida y esa es la mejor parte que
podamos escoger en esta vida
Cada día tienes una oportunidad para escoger la mejor parte, o dedicarte a los afanes de esta
vida
Nuestro entorno
Nuestro entorno puede evitar a que escuchemos la voz de Dios, pero es necesario comprender
que nuestro entorno no depende de nosotros siempre.
En nuestro entorno satanás puede intervenir ya sea tentándonos, señalándonos por medio de
personas y es nuestro deber comprender que
Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre
prudente que construyó su casa sobre la roca. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y
soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque
estaba cimentada sobre la roca.
Mateo 7:24-25
Si oyes la voz de Dios, nada te derribará, podrás estar afligido, triste, preocupado, pero eso será
temporal pues tu espíritu te levantará el animo y permanecerás firme hasta el final de la
tormenta
Jeremías comprendió esto, sus circunstancias no definían su fe, su esperanza su amor por Dios
Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré
con él, y él conmigo.
Apocalipsis 3:20
Yo amo al Señor porque él escucha mi voz suplicante. Por cuanto él inclina a mí su oído,
lo invocaré toda mi vida.
Salmos 116:2