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Javier Sandoval Balderas

Teoría Histórica Materialismo


Historicismo
Recreación
Lilia Palos Gómez

Ponte en sus zapatos

Ya había pasado más de una hora y su novia seguía en la reunión. Era un grupo de reciente
creación en el pueblo. Estaba molesto, con ganas de echar pleito a quien se le atravesara. Nicolás
pensaba que, contra su pesar, debía darle la razón a su padrino: las muchachas estaban
aprendiendo cosas que poco las favorecía y les metían ideas raras.

«Ideas para mal. Sí, señor», pensaba Nicolás. Cada vez más, las muchachas que querían
seguir estudiando cuando terminaban la primaria acababan por irse lejos del pueblo. «O como la
Raquel, que regresó quién sabe con qué ideas locas, como la de formar este grupo». Desde hacía
unos pocos miércoles se reunían, «y ahí aprenden quién sabe qué cosas»

Nicolás estaba decidido a irse cuando el grupo de muchachas comenzó a salir. Lo hacían
lentamente. No como lo habían hecho en otras ocasiones, riendo y apurándose para ver al novio
o comprar helados. Algunas iban tristes, otras cabizbajas. Sofía, al ver al muchacho, le dijo:

—Buenas, Nicolás. Allá viene Irene. Nos entretuvimos un poco más, pero estuvo muy
tremendo lo que nos platicaron. Algunas todavía están comentando con la coordinadora qué hacer.

—¿Qué hacer de qué? —preguntó Nicolás—. ¡Caray! Como si no fuera más importante ser
puntual. ¡Me va a oír! No fuera yo quien la plantara porque se arranca contra mí. Con esas ideas
del feminismo y quesque el rol de género y esas cosas…

—Buenas, Nico. ¡Ya te enojaste! Se te ve en la cara —dijo Irene—. Pero deja, te cuento
en la nevería. Es más, yo invito los helados. Vente Sofía, vamos a platicarle lo que sucedió en la
reunión.

—Ni hablar, a mí no me disparas nada. Yo pago. Y antes que digas que es machismo, así
me han enseñado en mi casa.

—Yo los acompaño, porque aún no me cae el veinte —expresó Sofía—. Y no quiero
meterme a mi casa sin saber qué decirle a mis hermanas, o cómo explicarles esto tan difícil de
entender.

Para Irene suponía una dificultad comentar con su novio las cosas que estaba aprendiendo
en las reuniones. No solo por ser temas que poco se platicaban en su familia, sino porque eran
asuntos que no se trataban con los hombres. Si llegaba a saberse que las comentaba con su novio,
la calificarían de lo peor.

Llegaron a la nevería y pidieron. Cuando se sentaron, cada uno se concentró en comer su


helado. Estaban en plena canícula y el calor arreciaba. Nicolás dijo a Irene:

—¿Ya ves? Una hora más y me derrito como la nieve. No se vale que te entretengas tanto
y me dejes ahí sin más.

—Lo siento —respondió la chica—. De veras se nos fue el tiempo. Ya sé que no te gusta
que vaya a esas reuniones, pero de verdad hay muchas cosas que no nos dicen en la casa.
Nuestras familias no nos lo enseñan porque no saben o piensan que no es importante.

—Hoy Raquel invitó a unas personas que trajeron a una muchacha que nos comentó cosas
horribles —explicó Sofía.

—Ya lo sabía, ¡nada bueno aprenden en ese grupito! —calificó Nicolás.

Irene lo contuvo:
—Oye primero lo que nos platicaron y luego me dices si es malo o no.

—Yo no sé cómo contarlo. Dile tú, Irene; eres más lista —indicó Sofía.

—¡Pos ora! Ni modo que me dejes picado. ¡Me cuentas o de veras que me enojo! Soy de
los pocos hombres que dejan que su novia ande en esas reuniones.

—Bueno —dijo Irene—, de todas maneras lo vas a saber, porque me quedé más rato para
anotar mi nombre en un programa de apoyo a las víctimas y seguro tendremos actividades, y
tendré que asistir.

—¿Sí te anotaste? —preguntó Sofía asombrada—. ¿Y qué vas a decir en tu casa? Se me


hace que tus hermanos no van a querer que andes en eso.

—¡Seguro! Y más si yo les digo que tampoco estoy de acuerdo… —advirtió Nicolás.

—¡Pero si ni sabes de qué grupo o actividad te está hablando Sofía! —le reclamó Irene.

Nicolás, muy molesto, se levantó para salir de la nevería. Evitaba que la gente lo escuchara
discutir con Irene. No sólo su padrino, sino también sus primos le habían aconsejado que dejara
a Irene por sus ideas raras. Él vivía solo con sus abuelos, porque de sus papás no sabía qué había
sido. Se fueron para el norte con un pollero cuando él era un bebé. Para evitar que alguien
escuchara su plática, propuso:

—Mejor de camino a tu casa me cuentas. Pasamos a encaminar a Sofía.

—Mira, sé que te choca que vaya a lo del grupo, pero si me escuchas, verás que no es
nada malo; solo nos abren los ojos para poder defendernos —Irene trató de suavizar, y continuó—
. La chava que vino hoy nos platicó que hace como tres años salió con otra amiga para ir a la feria
de su pueblo. Se les hizo fácil aceptar un aventón de regreso porque se les había hecho tarde, y
como iba a bordo una señora, no sintieron desconfianza. Pero esa gente que las levantó en la
carretera es lo que se conoce como «tratantes de personas».

—Estuvo junto con la otra muchacha en un antro —agregó Sofía—. Ahí las drogaban para
que no pudieran salirse. Y ya sabrás que las «usaban» cada día varios hombres que les pagaban
a los dueños de ese lugar… Dice que era horrible: las maltrataban, les daban poco de comer, ¡y
hasta el agua que bebían era sucia!

—¡Eso les pasa por andar de locas! —exclamó Nicolás—. ¿A quién se le ocurre pedir
aventón, y más en la carretera? ¡Y sin conocer a la gente que te va a llevar! ¿No te digo? ¿Eso
van a oír? ¿Qué aprenden en ese grupo? ¡Con razón salieron todas agachadas!

—No es lo mismo que sepas de oídas que hay gente que se dedica a la trata de personas
a que escuches y veas directamente a quien lo ha vivido —protestó Irene—. No es lo mismo que
te digan cómo las forzaban, las lastimaban, y nadie de los hombres que iba a ese lugar quería
ayudarlas. En una ocasión, la chica que fue levantada junto con ella logró salirse y anduvo pidiendo
ayuda por ahí. Resulta que otra mujer le dijo que la iba a ayudar. Al final la regresó con la banda.
Es triste, pero a veces las mujeres que ayudan a estas redes les ponen a otras mujeres a las que
engañan. Les dicen que se trata de un empleo decente…

—¡Y que si son tontas… por eso caen en esas redes que dices! —interrumpió Nicolás—.
Que se queden en sus casas, con su familia… ¡si desobedecen, ahí tienes las consecuencias!

—Este es un caso, pero hay más mujeres que no piden aventón —intervino Sofía—. Las
secuestran, las violan, y luego, como a ellas en general no les creen que fue a la fuerza, ya su
familia no las recibe y se quedan en manos de esa gente. Hay que ponerse en sus zapatos para
entender qué piensan y sienten. Porque a veces, por pena de lo que han vivido o no saben a quién
acudir, no pueden salir de ese lugar.

—¡Ajá! Suponiendo que fuera así como dices, ¿qué?, ¿las autoridades no saben? Si son
redes o muchos los que participan, ¿a poco no se dan cuenta y no los persiguen? —objetó Nicolás.
—Es un gran negocio. Deja millones de pesos. Y como dice mi mamá «tanto peca el que
mata la vaca, como el que le agarra la pata». Por eso yo me anoté para formar parte del grupo
contra la trata; poco que haga es algo —sentenció Irene.

—Insisto en que les meten ideas raras. ¿A qué te vas a exponer si son redes? Te van a
callar la boca y te vas a meter en líos —advirtió Nicolás.

—Me dirás metiche —terció Sofía—, pero si fuera alguien de tu familia, a que sí participabas
para acabar con esto. Como te digo: ponte en sus zapatos. ¿Qué sentirías?, ¿cómo reaccionarías
si fueras mujer y te lastimaran o abusaran de ti? Nada más vieras cómo platicó la chava todo lo
que le pasó que, aunque no lo hemos vivido, nos hizo sentirlo con las fotos que llevaba de su
cuerpo lastimado, el acta del médico que la revisó en el Ministerio Público, y otras pruebas…

—Pues la verdad —respondió Nicolás—: ojos que no ven, corazón que no siente. Mejor
ignorar y no andar en esos rollos.

—Nicolás, yo opino distinto. Al conocer la realidad, puedes ayudar a cambiarla.

PLAN DE DISCUSIÓN 1. REVIVIR-RECREAR

1.- ¿Qué es un acontecimiento en tu vida?

2 ¿Cuál ha sido el acontecimiento más importante en tu vida? ¿Cuál en tu familia? ¿Cuál en tu


comunidad?

3.- ¿Cómo valoras los acontecimientos? ¿Qué importa más de un acontecimiento, el impacto en
un individuo o en una comunidad?

4.- ¿Qué acontecimiento impactó a Irene y a Sofía? ¿Cuáles fueron sus reacciones?

5.- ¿Cómo pudieron revivir la situación de las afectadas por la trata de personas? Aunque
compartieron lo escuchado en la sesión con Nicolás, él no reaccionó igual que Irene y Sofía ¿Por
qué?

6.- ¿Cuándo analizas un acontecimiento de tu vida, qué pasa por tu mente? Explica tu respuesta.

7.- ¿Cómo recuerdas un acontecimiento? ¿Te surgen ideas, sentimientos, imágenes?

8.- Tanto Irene como Sofía pudieron ver fotos y escuchar de viva voz lo acontecido a las afectadas
por la trata, Nicolás en cambio expresó: “ojos que no ven, corazón que no siente”. ¿Qué debía
acontecer para que tanto Nicolás como la comunidad donde vive se den cuenta que la trata de
personas existe?

9.- ¿Qué elementos, qué ambiente te ayudan a recrear un acontecimiento?

10.- ¿Qué harías en la situación de Irene ante la oposición de Nicolás? ¿Por qué?
PLAN DE DISCUSIÓN 2. ACONTECIMIENTO

1.- ¿Qué debe ocurrir para que un acontecimiento te afecte?

2.- ¿Cuándo eres testigo de un hecho que afecta a otra persona, cómo reaccionas?

3.- ¿Cuáles fueron las acciones de la líder de grupo al que asisten Irene y Sofía, las de éstas y las
de Nicolás ante el tema de la trata de personas? ¿Con cuál te identificas más y por qué?

4.- Sofía le dice a Nicolás “ponte en sus zapatos” ¿Por qué? ¿Tiene elementos suficientes Nicolás,
para lograrlo? Explica tu respuesta

5.- ¿Cómo te sientes cuando alguien a quien platicas un acontecimiento importante en tu vida, no
le interesa?

6.- ¿Por qué gente de la comunidad de Nicolás están en contra de las reuniones de las jóvenes?
¿Qué opinas al respecto?

7- ¿Te importa lo que acontece fuera de tu entorno, siempre o sólo cuando te afecta directamente?
Explica tu respuesta.

8.- ¿El conocimiento de los acontecimientos que en el presente no te afectan, puede ser útil en el
futuro? ¿Por qué sí o no? y ¿Cómo?

9.- ¿Qué cambiarías para que acontecimientos que te han lastimado o cambiado negativamente
la vida, no les sucedieran a otras personas? ¿Cuál es la propuesta de Irene ante la problemática
que le plantearon?

10.- ¿Puede la experiencia ajena ser compartida? ¿Comprendida? Y en dado caso ¿Ser útil?

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