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La presente reflexión se origina en el contexto de una práctica curricular de Técnico en Educación

Parvularia, realizada en un nivel medio mayor en un jardín ubicado en el sector amanecer de la Región
de la Araucanía. Dicho nivel cuenta con 29 niños y niñas cuyas edades fluctúan entre los 3 años a los 4
años, 9 meses. Por su parte, el equipo educativo que consta, además de la estudiante en práctica, con
tres técnicos en educación de párvulos y una educadora.

Se considera que, dentro de todo lo ocurrido, es fundamental trabajar la participación e


involucramiento pedagógico del equipo en las experiencias, como primer punto de partida para lograr
un trabajo en equipo que sea colaborativo. Esto, porque los principales afectados con todo lo ocurrido
son los niños y niñas del nivel, ya que se ven afectados sus procesos de aprendizajes. Además, las
relaciones han dejado de incurrir en faltas de respeto, debido a que la educadora ha tratado los temas
con el equipo.

Debido a todo lo expuesto anteriormente, es que el foco de reflexión es cómo ser líder para involucrar a
los equipos pedagógicos en las experiencias de aprendizaje. A partir de lo planteado por Hohmann,
Weikart y Epstein (2010), el trabajo colaborativo entre los adultos, promueve el aprendizaje activo.
Dicho trabajo, supone respeto y establecer relaciones de apoyo entre los miembros del equipo
(Hohmann, et al., 2010). También, incluye adoptar decisiones grupales sobre el trabajo en equipo,
discutiendo roles y expectativas de los miembros del equipo, así como también, compartiendo
responsabilidades por el funcionamiento del equipo (Hohmann, et al., 2010).

Por su parte, Echeverría (2009), plantea la conversación para la coordinación de acciones como una
manera de hacerse cargo de los quiebres existentes en los equipos de trabajo para actuar sobre ellos y
poder superarlos. En este tipo de conversaciones, se generan acciones futuras para hacerse cargo de los
quiebres, con el fin de intervenir en el estado actual de las cosas, pudiendo cambiarlo y así, si se tiene
éxito, superar el quiebre (Echeverría, 2009). Sandoval (2012), define este tipo de conversación, como
las conversaciones en contexto, las cuales, menciona, son “aquellas que generan el clima del equipo de
trabajo” (p.34). Asimismo, define las conversaciones de compromisos como “aquellas que permiten
coordinar acciones futuras para alcanzar los resultados buscados” (Sandoval, 2012, p.36).

Al respecto, Kostelnik, Soderman y Whiren (2011), plantean que los niños y niñas se ven más
beneficiados cuando los adultos están familiarizados, tienen entendimiento de los roles y
responsabilidades durante las experiencias. Es por esto, que es importante discutir de antemano el
nivel de participación, las estrategias que se utilizarán para involucrar a los párvulos y promover el
aprendizaje de todos, así como también comunicar con anticipación las expectativas tanto a adultos
como a los mismo infantes (Kostelnik, et al. 2011).

Es por todo lo que se ha planteado que como primera orientación de mejora se plantea reunirse
semanal y diariamente con el equipo educativo para conversar sobre las experiencias a realizar, sus
objetivos de aprendizaje, qué se espera lograr en ellas y cómo promover los aprendizajes y el foco de la
experiencia. Como segunda orientación se plantea coordinar con el equipo técnico, cuando
corresponda, en qué grupo pequeño desean participar según sus intereses y foco de las experiencias.
Por último, se plantea conversar una vez a la semana con el equipo para plantear la temática de la
semana siguiente y si tienen alguna idea o preferencia sobre cómo trabajarla.

Respecto a la implementación de las orientaciones, se registró lo siguiente:


- Lunes 27 de mayo: al finalizar la jornada, se conversa con la educadora sobre la organización de las
experiencias de grupo pequeño de los días martes, miércoles y jueves, definiendo que tanto ella como
la educadora en práctica profesional, se encontrarían en grupos separados y al resto del equipo se le
preguntaría en qué experiencias desean participar.

- Martes 28 de mayo: se conversó de manera separada con las tres técnicos de la sala, comentando los
focos de las experiencia de grupo pequeño a realizar y sus objetivos de aprendizajes para luego
preguntarles en qué experiencia deseaban participar. En primera instancia, dos de ellas dijeron que les
daba lo mismo en qué experiencia participar. La tercera, definió participar en la experiencia de
clasificación (quedando ella a cargo de esta). Luego, la segunda técnico de planta decidió participar en
la experiencia con la educadora. Quedando así la técnico en práctica profesional con la educadora en
formación y la estudiante en práctica dos en la experiencia de clasificación.

- Miércoles 29 de mayo: Se conversa con el equipo educativo, definiendo que la técnico a cargo de la
experiencia de clasificación, la educadora de sala y la educadora en formación, seguirían en las mismas
experiencias. Por su parte, debido a problemas personales la estudiante de técnico solicita trabajar con
la educadora, ya que la experiencia requería de menos apoyo. Luego de conversar con la otra técnico,
se define que también trabajará en la experiencia de clasificación para así, la educadora en formación,
poder trabajar el manejo de grupo.

- Jueves 30 de mayo: al conversar, el equipo de sala decide seguir trabajando de la misma manera,
mientras la estudiante de práctica 2, se suma a la educadora en formación.

- Durante dicha semana, solo una vez una de las técnicos de sala pidió permiso a la educadora para no
participar en la experiencia y seguir preparando otro material.

- Durante el lunes 3, martes 4 y miércoles 5 la educadora se encuentra con licencia, por lo que no asiste
al jardín. Además, el número de párvulos asistiendo se reduce también a la mitad.

- Lunes 3: Se conversa en primera instancia con una de las técnicos de la sala, comentando la
experiencia a realizar (lectura de cuento en grupo grande), comentando el objetivo y foco de la
experiencia. Al llegar a la sala, se tiene la misma conversación con la técnico realizando su práctica
profesional, para, finalmente, tener dicha conversación con la otra técnico cuando se incorpora a la
jornada. Esta última, propone realizar la experiencia en un lado distinto de la sala, al tener pocos niños
y niñas también. Se toma esta propuesta para realizar la experiencia. Una técnico de sala, como la
técnico realizando su práctica participan de la experiencia.

- Martes 4: al seguir con baja asistencia, se conversa con el equipo y se decide realizar dos de las
experiencias planificadas para grupo pequeño en grupo grande, esto con el fin de trabajar
colaborativamente y que los niños y niñas que más conocimientos tienen sobre los animales pudieran
andamiar a otros. Una técnico de sala, como la técnico realizando su práctica participan de la
experiencia. Al finalizar la jornada, se conversa con el equipo respecto a dificultades que se
presentaron con dos niños en particular, definiendo acciones futuras para el manejo de situaciones
desafiantes con el fin de hacerlas más amenas para todo el equipo. Además, se conversa sobre las
posibilidades de experiencias para el día miércoles, con las cuales una de las técnicos de la sala se
muestra muy entusiasmada.
- Miércoles 5: se conversa con cada una de las técnicos los animales que finalmente fueron conseguidos
(jaiba viva y calamares muertos), en donde se define trabajar la jaiba en grupo grande y los calamares
en grupos pequeños. Dos de las técnicos mencionan no tener afinidad con los animales, especialmente
al estar muertos, sin embargo mencionan que igual se involucrarán en las experiencias sin tener que
tocarlos. Todo el equipo técnico participa en las experiencias, promoviendo los aprendizajes de
diversas maneras.

- Jueves 6: se reincorpora la educadora, se realizan 3 grupos chicos en paralelo donde todo el equipo
educativo participa activa y conjuntamente, creando un ambiente no solo que promovió el aprendizaje
de los párvulos, sino que también fue grato y de risas para los adultos. Al finalizar la jornada, se
conversa con las técnicos de la sala sobre la temática a trabajar la semana siguiente, las ideas de
experiencias que se tienen y se les pregunta cómo les gustaría a ellas trabajarlo o qué ideas tienen al
respecto. Las ideas propuestas son incluidas como experiencias de grupo pequeño (trabajar los colores
a partir de los animales y sus hábitats para seguir con los intereses de los niños y niñas en los
animales).

- Lunes 10 de junio: Se conversa de manera separada sobre las experiencias a realizar, sus focos y
objetivos, así como también se definen roles para la experiencia de grupo grande (apoyo con aquellos
niños y niñas con mayores necesidades de movimiento y con menor atención por parte del equipo
técnico, realizar registros que apoyen la experiencia, principalmente el cierre por parte de la
educadora). Todo el equipo participa en ambas experiencias. Al finalizar la jornada se conversa sobre
las experiencias de los días siguientes, definiendo quiénes quieres trabajar en cada grupo pequeño.

Luego de implementar las orientaciones de mejora, se considera que estas sí fueron efectivas, ya que
las conversaciones diarias, las que se llegaron a acuerdos, la definición de roles e incluir lo propuesto
por el equipo hizo que poco a poco se fueran involucrando en las experiencias tanto de grupo pequeño
como de grupo grande. Es decir, se cumplieron los resultados esperando e incluso, mejoró la relación
entre el equipo en sí fuera de las experiencias de aprendizaje, coordinando de mejor manera las
acciones y otras actividades durante la jornada. Respecto a la primera y segunda orientación, se puede
decir que realizar conversaciones para la coordinación de acciones (Echeverría, 2009) y
conversaciones de compromisos (Sandoval, 2012), así como lo planteado por los otros autores
también, promovieron la participación desde un principio del equipo en las experiencias. Si bien, aún
hay que seguir mejorando, se consideran que ambas fueron exitosas. Por su parte, la tercera
orientación se implementó solo una vez por completo y, se puede decir que, un par más al incluir lo
propuesto por las técnicos para experiencias ya planificadas es una orientación que se pretende seguir
trabajando también, ya que de esta manera el equipo se siente considerado y aumenta su participación
también.

Para concluir, se considera importante mencionar que las orientaciones planteadas se seguirán
trabajando y mejorando a lo largo de la práctica para cada vez promover un trabajo más colaborativo y
afianzar el trabajo en equipo, así como las relaciones con y entre el equipo pedagógico. Como primera
mejora, se plantea conversar semanalmente la tercera orientación con el equipo técnico, como se hace
siempre con la educadora, esperando poder conversar con todo el equipo pedagógico en un corto
tiempo y no de manera separada. Como segunda mejora, se propone poder conversar con todo el
equipo de manera conjunta la primera orientación con el fin de llegar a acuerdos entre todas y así
lograr relaciones más fluidas y estar todas en concordancia. El resto de las mejoras se irán haciendo a
medida que se identifiquen nuevas necesidades.

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