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“Alto a la violencia a la mujer”

La violencia contra las mujeres es uno de los principales problemas sociales de nuestro país. Su
origen cultural permite que sea un fenómeno invisible.Las mujeres, sólo por el hecho de ser
mujeres, viven diversas formas de violencia de parte de sus parejas o de su entorno que van
desde el control hasta la agresión física. Esto se justifica porque en muchas culturas, incluida la
chilena, todavía se cree que los hombres tienen derecho a controlar la libertad y la vida de las
mujeres.
La violencia afecta a mujeres de cualquier edad, condición económica y social y de cualquier
religión. Puede ocurrir al interior de la pareja, en el trabajo, en los lugares de estudio y en los
espacios públicos.
Para erradicar la violencia contra las mujeres, el SernamEG ha focalizado sus esfuerzos en la
prevención con campañas nacionales y en la formación de monitoras y monitores a nivel local.
Para la atención de las mujeres que viven violencia están los Centros de la Mujer, las Casas de
Acogida, los Centros Atención Reparatoria a mujeres víctimas de agresiones sexuales. Para los
hombres están los Centros para Hombres que Ejercen Violencia de Pareja.
Violencia contra la mujer: Perú continúa en el tercer lugar a nivel mundial
Pese a disminución de 76,9% a 68,2% entre el 2009 y 2016, niveles de violencia de género
son muy altos
El Perú sigue ocupando el tercer lugar en la relación de países con mayores índices de
violaciones sexuales en el mundo, luego de Bangladesh y Etiopía, según informó a través de un
comunicado el Gobierno de la República. Este fue emitido tras el incremento de casos de
feminicidio, tentativas de feminicidio y violencia contra la mujer reportados los últimos días a
nivel nacional.
En el documento se detalla que, pese a que la violencia física, psicológica y sexual contra la
mujer disminuyó de 76,9% a 68,2% entre el 2009 y 2016, aún el porcentaje sigue siendo alto.
Indican que esto se debe a “factores como la desigual relación de poder entre hombres y
mujeres al interior de las familias y las comunidades, la cual está basada en estereotipos socio
culturales machistas, que se combinan con una alta tolerancia a la violencia familiar en la
sociedad”.
Sostienen que a esto se suma la reproducción en la edad adulta, de conductas violenta contra la
integridad física, psicológica y sexual de las cuales fueron víctimas muchas personas en la
niñez, por parte de quienes estaban a su cuidado.
“Los factores descritos muestran que no basta combatir y sancionar enérgicamente los delitos
individuales de violencia contra la mujer, la niñez y la adolescencia, sin atacar a la vez los
múltiples factores que se encuentran en la raíz de esta problemática”, dice el comunicado.
En ese sentido, resaltan que el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables ha desarrollado
diversas iniciativas para combatir la violencia contra la mujer, así como para el cambio de
estereotipos culturales y condiciones que perpetúan la violencia. Estas se trabajan de la mano
con los ministerios de Justicia, Interior, Educación y Cultura.
Además, precisan que la problemática demanda una acción conjunta entre el Gobierno, el
Congreso, el Poder Judicial, el Ministerio Público, los medios de comunicación y la sociedad.
Ni una menos | Miles de personas marcharon contra la violencia a la mujer
La marcha Ni Una Menos volvió a tomar las calles de Lima este sábado 12 de agosto. Su
convocatoria tiene como objetivo colocar la violencia de género como un tema de debate
público, para disminuir los índices de violencia contra las mujeres en el Perú.
Desde las 2 de tarde miles de mujeres y varones acudieron al Campo de Marte, en el distrito de
Jesús María, para realizar los preparativos para la marcha. A las 4:15 p.m. inició el recorrido de
esta movilización que irá por la avenida Garcilaso de la Vega, Bolivia y Paseo de la República.
El punto final es el Palacio de Justicia. A las 5 de la tarde se tiene previsto que iniciarán una
serie actividades que se extenderán algunas horas.
Nada ha cambiado. En 2016, la primera marcha Ni Una Menos convocó a miles de personas en
todo el país, pero principalmente en Lima. Ha sido hasta ahora la mayor movilización en la
historia del país contra la violencia de género.
Pero al parecer, esta marcha no ha logrado los cambios que esperaba. Según datos del
Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) el número de feminicios creció a 59
en el Perú. Esto es seis más que el año pasado y aún faltan cuatro meses para que acabe el 2017.
Además, las tentativas de homicidio crecieron a 123, hasta fines de julio.

Día de la Mujer: Cifras de violencia contra la mujer aumentaron


En este momento, en algún rincón del país, una mujer está siendo insultada,
minimizada, acosada, golpeada, violada o quizá hasta asesinada. Porque esa es nuestra
realidad, una realidad que, lejos de disminuir, aumentó el año pasado, tal como lo
muestran las cifras del Ministerio de la Mujer (en 2017 hubo 81,009 víctimas de
maltrato físico, psicológico y sexual ; en 2016 fueron 60,589).
Lamentablemente, a nivel de Latinoamérica, también ocupamos los últimos lugares en
defensa de los derechos de la mujer. Así lo demuestra una encuesta elaborada por Win
en 11 países de la región, la misma que recoge la opinión de 5,982 mujeres mayores de
17 años. En Perú, el sondeo fue desarrollado en coordinación con Datum Internacional.

Así, por ejemplo, el 78% de compatriotas considera que en el Perú no se respetan sus

derechos. En este punto, solo nos supera Colombia, país en el que el 80% de sus
mujeres sostiene ese pensamiento.
En lo que se refiere a violencia física o psíquica, el 30% de peruanas –tres de cada diez–
ha confesado que ha sufrido ese tipo de agresiones en el último año. En este caso,
ocupamos el segundo lugar en la región, junto con Chile, con 30%. El primer puesto lo
ocupa Argentina, con 31%.

En cuanto al acoso sexual, el 41% ha padecido algún tipo de hostigamiento en el


trabajo, centro de estudios o en algún otro lugar. Esta es la preocupante realidad de
miles de peruanas, en el Día Internacional de la Mujer.

Cada 28 minutos una mujer es víctima de violencia de género en


Colombia
Un informe realizado por la Facultad de Derecho de la Universidad Libre revela las ciudades y
los días en los que se presentaron mayor número de casos. De 10 casos de maltrato, apenas se
denuncian tres.
En 2018 se han registrado al menos 3.014 casos de violencia de género contra la mujer en
Colombia: es decir, alrededor de 50 cada día. Así lo reveló un informe de la Facultad de
Derecho de la Universidad Libre, tras hacer un análisis de los documentos del Instituto Nacional
de Medicina Legal.
Aunque hay una disminución de 441 casos frente a los registrados durante el primer bimestre de
2017, las cifras no dejan de ser alarmantes.
Respecto a ello, Ángela Gómez Jutinico, docente de Derecho de la universidad, experta en
temas de género y vocera del informe, indicó que es un fenómeno más frecuente de lo que se
cree, pero “actualmente, existe una invisibilización del mismo y una falta de reconocimiento de
que existe un problema social”.
Cada 28 minutos una mujer es víctima de violencia de género en Colombia
Nacional
Un informe realizado por la Facultad de Derecho de la Universidad Libre revela las ciudades y
los días en los que se presentaron mayor número de casos. De 10 casos de maltrato, apenas se
denuncian tres.
En 2018 se han registrado al menos 3.014 casos de violencia de género contra la mujer en
Colombia: es decir, alrededor de 50 cada día. Así lo reveló un informe de la Facultad de
Derecho de la Universidad Libre, tras hacer un análisis de los documentos del Instituto Nacional
de Medicina Legal. (Lea también: Así funcionará la Casa Refugio del Caribe para mujeres
víctimas de violencia de género)
Aunque hay una disminución de 441 casos frente a los registrados durante el primer bimestre de
2017, las cifras no dejan de ser alarmantes.
Respecto a ello, Ángela Gómez Jutinico, docente de Derecho de la universidad, experta en
temas de género y vocera del informe, indicó que es un fenómeno más frecuente de lo que se
cree, pero “actualmente, existe una invisibilización del mismo y una falta de reconocimiento de
que existe un problema social”.
De hecho, el informe reveló que, de 10 casos que se presentan sobre maltrato en una relación de
pareja, solo tres son denunciados ante las autoridades. “Las mujeres no denuncian por miedo,
temen a ser revictimizadas y a que la gente las juzgue como responsables de la violencia que a
ellas mismas las afecta”, señaló Gómez.
Ese miedo, según explicó la docente, se debe a un fenómeno cultural que termina por culpar a la
mujer, asumiendo que “hicieron algo para merecer el castigo”, o señalándolas de “ser cómplices
de la actitud violenta hacia ellas y de no denunciar. Ambos hechos han naturalizado el
problema”.
A eso se suma la inexistencia de políticas públicas que integren varios análisis y estudios sobre
violencia de género, según manifestó Gómez. “Este tema, para muchos trillado, se volvió
paisaje para la sociedad y un asunto de moda para los políticos”.
De acuerdo con el estudio, las mujeres más afectadas por esta problemática son aquellas entre
los 20 y 29 años, con 1.295 denuncias. También se reportaron 81 casos en los que menores de
edad fueron maltratadas por sus parejas.
En cuanto a los presuntos agresores, se han registrado 1.716 actos de violencia por parte de la
pareja y 1.026 en los que los responsables son exnovios o exesposos. Según las denuncias, al
menos 2.858 hechos violentos se desencadenaron tras discusiones sentimentales y 156 por el
estado de alicoramiento de los hombres. Esto, aclarando que la violencia no tiene justificación
alguna.

Respecto a los mecanismos de agresión, predominan las armas contundentes, como palos, bates
o fuertes golpes con manos y piernas, con un total de 1.826 registros, y al menos en 656 casos
se utilizaron mecanismos múltiples, con dos o más armas.
El impacto de tales situaciones de violencia de género se vio reflejado en 2.655 mujeres
incapacitadas por hasta un mes y otras 18 víctimas por más de 30 días.
Sobre los escenarios en los que se desarrollan los hechos, el mayor número de casos se
presentan en las viviendas (2.243), seguido de la calle o la vía pública con 542. Además, la
mayoría de las denuncias indican que los actos de violencia se dan entre las 6:00 y las 9:00 de la
noche (612 hechos), y entre las 10:00 y las 12:00 de la noche (564 hechos).
El informe también evidenció los días de la semana en los que más se registran este tipo de
situaciones, encabezando la lista el lunes, con 666 casos. Luego le sigue el domingo, con 597; el
martes, con 409; el sábado, con 385; el miércoles, con 361; el jueves, con 318; y el viernes, con
278.
Finalmente, el análisis entrega la lista de zonas en las que más se registraron casos de violencia
de género en lo corrido de 2018, siendo Bogotá la primera, con 760 mujeres maltratadas;
seguida de Antioquía, 311; Cundinamarca, 236; Valle del Cauca, 204; Santander, 172;
Atlántico, 136; y Meta, 103.
Y en cuanto a las ciudades aparece Cali (126); Medellín (109); Barranquilla (92); Soacha (89);
Villavicencio (77); y Bucaramanga (39).
Cada 19 días es asesinada una defensora de derechos humanos en Colombia
Entre el 1 de enero de 2016 y 27 de febrero de 2018, se cometieron 40 homicidios de lideresas
en el país.
Luego de que la Defensoría del Pueblo diera cuenta de los 282 asesinatos de líderes sociales y
defensores de derechos humanos ocurridos entre el 1 de enero de 2016 y el 27 de febrero de
2018, se conoció que 40 víctimas de estos homicidios fueron mujeres, dos de ellas trans.
“Es urgente que el Ministerio del Interior cumpla con el Decreto 1314 y expida el Programa
Integral de Garantías para Lideresas y Defensoras de Derechos Humanos, antes de finalizar el
Gobierno sin más dilaciones en la garantía de derechos para las mujeres”, instó el defensor del
Pueblo, Carlos Alfonso Negret. (Lea también: La fotógrafa iraní que retrata a la mujer en la
guerra)
También, expresó su preocupación sobre las medidas de protección que brinda la Unidad
Nacional de Protección (UNP) a las mujeres ya que, en varios casos conocidos por la
Defensoría, estas medidas no cuentan con un enfoque de género, lo cual termina
revictimizándolas.
De acuerdo con las atenciones realizadas por las duplas de género de la Defensoría, en el 58%
de los casos de agresión el presunto victimario es su pareja o un familiar. “Es inaceptable para
la sociedad que el hogar resulte ser el lugar más peligroso tanto para mujeres como para
personas LGBTI”, indicó el defensor.
Prevención a la violencia de género
A partir del diagnóstico presentado, Negret hizo un llamado al Ministerio de Salud para que
expida el Decreto que reglamenta la Ley 1257 para efectuar el otorgamiento de medidas de
alojamiento, alimentación, transporte y atención psicosocial que requieren las víctimas de este
tipo de violencia. Con esto se busca evitar que la tutela sea el único mecanismo que tienen las
afectadas para garantizar su atención.
La Defensoría advirtió también debilidades en la función que cumplen las Comisarías de
Familia en materia de prevención y protección. Por lo anterior, instó al Ministerio de Justicia
para que realice un seguimiento más robusto al desarrollo de esta función. (Le puede interesar:
Porque soy mujer…)
Por otro lado, para garantizar los derechos de la comunidad LGBTI, la entidad consideró
fundamental que el Estado que expida la Política Pública Nacional LGBTI. De igual manera,
reconoció la expedición del Decreto 410 del 1 de marzo de 2018 por el Ministerio del Interior,
sobre prevención de la discriminación por razones de orientación sexual e identidad de género,
promoviendo la campaña “Aquí Entran Todos”
Negret reconoció y agradeció el trabajo permanente de las organizaciones de la sociedad civil
con quienes se mantiene un diálogo constante. Asimismo, agradeció a la cooperación
internacional que, priorizando el tema de género en sus agendas, apoya el fortalecimiento de las
estrategias que se implementan desde la delegada para los Derechos de las Mujeres y los
Asuntos de Género, Diana Rodríguez.
Una de las más devastadoras violaciones de los derechos humanos
En la actualidad, la violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de los
derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo.
La desigualdad entre los géneros persiste en todo el mundo. Acabar con ella requiere esfuerzos
enérgicos para combatir la discriminación profundamente enraizada, que a menudo es
consecuencia de actitudes patriarcales y de las normas sociales que estas conllevan, como
señaló el Secretario General, António Guterres, al informar acerca de la situación del Objetivo
de Desarrollo Sostenible número 5, referido a la igualdad de la mujer, en el marco del informe
sobre los Progresos de la Agenda 2030.
Algunos datos inadmisibles
La violencia contra la mujer es la forma más extrema de discriminación y, en los casos más
graves, esa violencia puede provocar la muerte. Según datos del citado informe, referidos a 87
países y recolectados entre 2005 y 2016, el 19% de las mujeres de entre 15 y 49 años de edad
dijeron que habían experimentado violencia física o sexual, o ambas, a manos de su pareja en
los 12 meses anteriores a ser preguntadas sobre este asunto. En 2012, casi la mitad de las
mujeres víctimas de un homicidio intencional en todo el mundo fueron asesinadas por su pareja
o un familiar, en comparación con el 6% de los varones.
Otro caso extremo de violencia es la ablación. Desde el año 2000, la práctica tradicional nociva
de la mutilación femenina ha disminuido en un 24%. No obstante, la prevalencia sigue siendo
elevada en algunos de los 30 países que disponen de datos representativos, y en los que, según
datos de encuestas realizadas alrededor de 2015, más de 1 de cada 3 niñas de edades
comprendidas entre los 15 y los 19 años habían sufrido esa práctica, en comparación con casi 1
de cada 2 niñas alrededor de 2000.

Además, apenas la mitad de las mujeres de entre 15 y 49 años (un 52%) que están casadas o
viven en pareja toman sus propias decisiones en materia de relaciones sexuales consentidas,
usan anticonceptivos y acuden a los servicios de salud. Esa estadística se basa en datos
disponibles en torno a 2012 sobre 45 países, 43 de ellos de regiones en desarrollo.
Asimismo, la violencia contra la mujer se exacerba en los conflictos armados. En cambio, la
igualdad de género ayuda a evitar conflictos, pese a lo cual las medidas en pos de una mayor
inclusión, liderazgo y protección de las mujeres en las tareas de la consolidación de la paz
siguen siendo insuficientes y, en algunos lugares, incluso se han producido retrocesos en este
sentido, según un reciente artículo de Onu-Mujeres, la agencia de las Naciones Unidas
defensora de mujeres y niñas.
Falta de fondos
Una de las principales dificultades para prevenir y acabar con la violencia contra las mujeres y
las niñas es la marcada insuficiencia de fondos, que determina que los recursos para estas
iniciativas sean sumamente escasos.
Sin embargo, este año se ha producido una buena noticia en este ámbito, ya que la Unión
Europa y las Naciones Unidas acaban de lanzar la Iniciativa Spotlight que, con una provisión de
fodos de 500 millones de euros, busca sacar a la luz pública la cuestión de la violencia contra la
mujer.
Otra iniciativa que contribuye a poner al descubierto esta lacra es ÚNETE para poner fin a la
violencia contra la Mujer, iniciativa que fue lanzada en 2008 por el entonces Secretario General
de nuestra Organización, Ban Ki-moon, y que ha sido respaldada por su sucesor, António
Guterres.
Que nadie se quede atrás
ÚNETE es la responsable de la campaña 16 días de activismo contra la violencia de género que
tiene por objetivo sensibilizar y movilizar al público en todo el mundo para lograr un cambio.
Estos 16 son los que transcurren entre el 25 de noviembre y 10 de diciembre, Día de los
Derechos Humanos. La campaña de este año se celebra bajo el tema: «Que nadie se quede atrás:
pongamos fin a la violencia contras las mujeres y las niñas». Este tema refuerza el compromiso
de la campaña ÚNETE con un mundo sin violencia para todas las mujeres y las niñas, al tiempo
que se ocupa en primer lugar de las personas más marginadas y desatendidas, entre otras, las
personas refugiadas, migrantes, las minorías, los pueblos indígenas y las poblaciones afectadas
por el conflicto y los desastres naturales. Como en años anteriores, ÚNETE invita a «pintar el
mundo de naranja», usando este color como símbolo de un futuro más brillante y sin violencia
de género.

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