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MATERIAL INFORMATIVO

Programa de estudios: Traducción e Interpretación Sesión N° 04


Experiencia curricular: Lingüística Aplicada a la Traducción Semestre 2022-I
Contenido temático: Semántica
Docente: Dra. Telsy Fuentes Aranda
Tipo de material informativo: Lectura

SEMÁNTICA Y SIGNIFICADO

La Semántica es la disciplina que estudia el significado de las expresiones lingüísticas.


Como estrategia metodológica, es común separar el estudio del significado de las palabras
y el de las expresiones más complejas, como sintagmas y oraciones. Distinguimos, en
consecuencia, entre Semántica léxica y Semántica composicional. La Semántica léxica se
ocupa de todo lo relativo al significado de las palabras; la Semántica composicional parte
del supuesto de que las palabras tienen significado y se centran en descubrir cuál es la
contribución que la estructura y las relaciones sintácticas aportan a la construcción de las
expresiones complejas.

¿Qué entendemos por significado? En la lengua común, utilizamos el término significado


para referirnos a relaciones a veces muy diferentes, sin que esto suponga ningún problema.
Por ejemplo, en ocasiones llamamos significado a una relación natural entre causas y
efectos, como cuando alguien dice Estas nubes significan lluvia; en otras palabras, a una
relación convencional entre forma y contenido como en La luz verde significa que se puede
pasar; en otras palabras, a lo que para un individuo concreto representan algo, como
cuando alguien afirma Ella significa mucho para mí. Estas relaciones - que no agotan, ni
mucho menos, la variedad de correspondencias a las que podemos referirnos de manera
informal como significar – están medidas por nuestro conocimiento del mundo, por otros
conocimientos culturales más o menos compartidos, por el contexto, o por la experiencia
individual; y el significado parece depender también de las intenciones comunicativas de
quien emplea una expresión, lo cual indica que es particularmente sensible a los datos de
su entorno…: el resultado es que el significado se presenta como una realidad variable y
heterogénea.
El hecho de que existan vertientes diferentes de lo que comúnmente llamamos significado
sin duda puede ser relevante como objeto de reflexión general, pero esto no quiere decir
que el estudio de todas ellas sea de interés para la Semántica, o que se puede abordar de
la misma forma y con los mismos instrumentos. Una teoría semántica de orientación
lingüística debe manejar una caracterización más precisa de la noción de significado y debe
servirse de un conjunto auxiliar de nociones explícitas y unívocas, es decir, de un
metalenguaje propio y específico.

A. El significado: aproximación clásica

Cuando nos limitamos al estudio del significado de las palabras y lo que denotan en el
mundo real, se trata del subcampo semántico llamado semántica léxica. La semántica
léxica distingue entre el significado denotativo versus el figurado y el connotativo; la
polisemia, la homonimia y otras relaciones semánticas como la hiponimia, la sinonimia y la
antonimia; la ambigüedad y la indeterminación lingüística; y los rasgos semánticos que
permiten el análisis componencial de las palabras. Las palabras son signos lingüísticos que
podemos definir como una combinación de significante y significado. El “significante” se
refiere a la forma lingüística, o a la secuencia de fonemas (consonantes, vocales) que
forman morfemas (unidades mínimas que tienen significado) combinados para formar
palabras. El “Significado”, en cambio, es el referente correspondiente en el mundo real o
conceptual. Los referentes pueden ser, por ejemplo, ideas o conceptos intangibles (por
ejemplo, “política”) o entidades tangibles (“puerta”, “ventana”).

a) Significado denotativo: es el más básico de una palabra e indica el referente en el


mundo real, esto es, el conjunto de rasgos que se atribuyen a un término y que
comparten todos los hablantes. Es objetivo y estable a lo largo del tiempo. Se trata
del significado que aparece en los diccionarios.

b) Significado connotativo: conjunto de matices subjetivos vinculados a un


significado denotativo, con acepciones nacidas de valoraciones personales. Tiene
un carácter inestable y suele cambiar de una época a otra, de una persona a otra.
Este significado no aparece en los diccionarios.

c) Significado léxico y gramatical. El significado léxico es propio de los lexemas,


remite a conceptos de la realidad, los sustantivos, adjetivos y verbos tienen
significado léxico. Y el significado gramatical expresa solo las relaciones
gramaticales que representa, el resto de las palabras y los morfemas tienen
significado gramatical.
Relaciones entre significante y significado
Las relaciones entre el significante y el significado no siempre son sencillas. Existen signos
lingüísticos en los que un significante se corresponde con un único significado; otras veces,
a un significante le corresponden varios significados, o varios significantes se corresponden
con un mismo significado. Estas son las llamadas relaciones de significado o fenómenos
semánticos. Las más importantes son:

- Monosemia: es la relación en la que a un significante le corresponde un único


significado, que es denotativo. Las palabras monosémicas solo tienen un significado
y abundan en el lenguaje científico porque este busca la exactitud y la claridad.

Ej.: Catalepsia

f. Med. Accidente nervioso repentino, de índole histérica, que suspende las


sensaciones e inmoviliza el cuerpo en cualquier postura en que se le coloque.

- Polisemia: existe cuando a un significante le corresponden varios significados. Las


palabras polisémicas son palabras que han adquirido a lo largo del tiempo varios
significados que tienen o han tenido un origen común, por lo que están relacionadas
de alguna forma.

Ej.: Universidad

1. f. Institución de enseñanza superior que comprende diversas facultades, y que


confiere los grados académicos correspondientes. Según las épocas y países puede
comprender colegios, institutos, departamentos, centros de investigación, escuelas
profesionales, etc. Universidad de Salamanca, universidades populares.
2. f. Edificio o conjunto de edificios destinado a las cátedras y oficinas de una
universidad.
3. f. Conjunto de personas que forman una corporación.
4. f. Conjunto de las cosas creadas.
5. f. universalidad (‖ cualidad de universal).
6. f. Instituto público de enseñanza donde se hacían los estudios mayores de
ciencias y letras, y con autoridad para la colación de grados en las facultades
correspondientes.
7. f. Conjunto de poblaciones o de barrios que estaban unidos por intereses
comunes, bajo una misma representación jurídica.

- Homonimia: es el fenómeno semántico que existe entre dos palabras cuando su


significante es el mismo, es decir, cuando se escriben o se pronuncian igual, pero
tienen distinto significado. Pueden ser homógrafas u homófonas.

Eje.: Capital
1. adj. Perteneciente o relativo a la cabeza.
2. adj. Dicho de una población: Principal y cabeza de un Estado, provincia o distrito.
U. m. c. s. f.
3. adj. Principal o muy grande. Enemigo, virtud capital.
4. f. Población que destaca en algún aspecto o actividad. La capital de la música,
del queso.
5. f. letra capital.
6. f. Mil. Línea imaginaria que es bisectriz en un ángulo saliente en el trazado de
una fortificación.

Capital
1. m. Hacienda, caudal, patrimonio.
2. m. Valor de lo que, de manera periódica o accidental, rinde u ocasiona rentas,
intereses o frutos.
3. m. Der. Cantidad de dinero que se presta, se impone o se deja a censo sobre una
o varias fincas, sobre todo cuando es de alguna importancia.
4. m. Econ. Conjunto de activos y bienes económicos destinados a producir mayor
riqueza.

- Sinonimia: relación entre dos o más palabras con un mismo significado pero con
diferentes significantes. Puede haber una sinonimia total (pueden usarse en todos
los contextos): oculista y oftalmólogo, dentista y odontólogo; o una sinonimia parcial:
encendedor y mechero, muerte, fallecimiento y defunción.

- Antonimia: relación entre dos palabras que tienen dos significados opuestos. Las
palabras antónimas no comparten ni significante ni significado; la relación que existe
entre ellas es la de tener significados contrarios. Esta relación puede ser de tres
tipos. Gradual (antonimia propiamente dicha): bonito y feo, viejo y joven.
Complementariedad (la negación de uno de los elementos supone la afirmación del
otro): feliz e infeliz, día y noche. Reciprocidad (un término implica el otro; la
existencia de uno exige necesariamente la existencia del otro): entrega y recepción,
padre e hijo.

- Hiperonimia e hiponimia. La hiperonimia y la hiponimia son dos relaciones


inversas entre una palabra que tiene un significado muy general y otra que tiene un
significado más concreto.

La hiperonimia es la relación entre una palabra cuyo significado es tan general y tan
amplio que abarca el de otras con un significado más concreto. El significado
genérico de las palabras hiperónimas puede aparecer en la definición de las
palabras que tienen un significado más concreto. Ej. Mamífero: perro, hombre, gato,
vaca…

La hiponimia es la relación entre un término con un significado concreto y otro con


un significado más general, que lo engloba. Las palabras hipónimas son las palabras
que tienen significados muy precisos y están incluidas en otras con significados más
genéricos. Eje. Días: lunes, martes, miércoles…

Un hiperónimo puede tener más de un hipónimo, pero no sucede lo mismo a la


inversa. Los cohipónimos son todas las palabras hipónimas que se incluyen dentro
de una palabra hiperónima.

Campo semántico: Es un conjunto de palabras de la misma categoría gramatical


(sustantivos, adjetivos…) con un rasgo significativo (sema) en común; aunque el resto de
las características sean diferentes. No son similares gráficamente. Eje. Yate, buque, barca,
velero, transatlántico (son medios de transporte marítimo); lápiz, bolígrafo, pluma, tiza,
rotulador (son utensilios que sirven para escribir).
Campo léxico: Es un conjunto de palabras con un mismo lexema, que además comparte
un rasgo común en su significado. También se le denomina familia léxica. Ej. Silla, sillón,
ensillar, sillería; panadero, panadería, empanar, empanada.

B. El significado: aproximación cognitiva

Los significados remiten a las clasificaciones mentales y a los conceptos, si bien son
diferentes de ellos. Ellos atribuyen ordenaciones, organizaciones y conexiones a los objetos
y a los acontecimientos a nivel comunicativo.
La categorización consiste en segmentar el flujo continuo de la experiencia en categorías,
o sea, crear clases distintas y, posiblemente, discretas en las que colocar todos los
componentes que tienen rasgos (o propiedades) en común. Este proceso constituye un
vínculo psicológico para el funcionamiento mental de los seres humanos. Sin ello no es
posible el pensamiento. Entre otras cosas, la categorización permite un gran ahorro de
recursos cognitivos (economía) y comporta la organización del mundo percibido de acuerdo
con una serie de criterios (taxonomía). El análisis de las categorías puede realizarse
conforme a dos dimensiones: una vertical (para examinar la estructura intercategorial) y una
horizontal (para verificar la estructura interna de una categoría determinada).

a) La dimensión vertical permite conectar entre sí diversas categorías a través del


proceso de inclusión. Cuanto más inclusiva es una categoría, tanto mayor es su
proceso de abstracción. Hay tres niveles de inclusión: el nivel supraordinado (por
ejemplo, “mueble”); el nivel de base (por ejemplo, “silla”, “mesa”); el nivel
subordinado (por ejemplo, “silla de cocina” y “mecedora”; “mesa de comedor” y
“bufete”). Las categorías de base son las más importantes, ya que los objetos que
pertenecen a una categoría determinada implican la conformidad de un programa
de movimientos unitario (por ejemplo, para sentarse en una silla se ejecuta una
secuencia sustancialmente uniforme de movimientos corporales); presentan
semejanzas precisas en el plano morfológico y perceptivo que dan lugar a una
imagen mental única (las sillas tienen la misma forma en líneas generales);
comparten el número más elevado de atributos comunes y éstos son entendidos
como “partes de” un todo (por ejemplo, en el caso de la silla se puede hablar de
patas, de asiento, de respaldo, etc.), algunos de los cuales se perciben como más
destacados que otros (en el caso de la silla, el asiento es más importante que la
forma de las patas).

b) La dimensión horizontal atañe a la manera en que cada categoría se organiza


internamente y a las relaciones que se establecen entre sus diversos miembros en
términos de pertenencia y representatividad. Por ejemplo, para la categoría “pájaro”
resultan típicas – y son, por tanto, cancelables – propiedades como la capacidad de
volar, tener plumas, tener alas. Entre las propiedades esenciales y típicas existe,
por tanto, una jerarquía de relevancia, en la medida que las primeras son más
importantes que las segundas. Al igual que en el caso de las propiedades
esenciales, las propiedades típicas son establecidas por la cultura de pertenencia.
Además, estas últimas están correlacionadas con el valor de prototipicidad: cuanto
mayor es el número de propiedades típicas presentes en un elemento, tanto
mayores serán su representatividad de la categoría y su diferenciación respecto a
los elementos de otras categorías. Por ejemplo, el gorrión y el águila son pájaros
que tienen el número más elevado de propiedades típicas, como tener plumas,
volar, tener alas, tener forma de S, no ser domesticables. La concepción misma de
prototipo permite, entre otras cosas, entender mejor el fenómeno de la polisemia.

Referencias

Anolli, L. (2012). Iniciación a la psicología de la comunicación. Significado y función de los


procesos comunicativos. Traducción de Pere J. Quetglas. Barcelona: Publicacions i
Edicions de la Universidad de Barcelona.

De los Heros, S. y Niño-Murcia, M. (2012). Fundamentos y modelos del estudio pragmático


y sociopragmático del español. Washington, DC: Georgetown University Press.

Escandell, M. (2011). Apuntes de Semántica léxica. Madrid: UNED.

Rodríguez, B. (2014). Lengua castellana y literatura. Madrid: Editex.

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