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Ubicación geográfica
¿En dónde se encontraban Castilla, León, Aragón y Navarra? Ubíquelos en el siguiente mapa.
Por lo que concierne al orden jurídico, hasta el siglo XII es posible apreciar que los distintos grupos sociales
existentes en la península ibérica, que introdujeron diversas normas, principios e instituciones jurídicas que
incidieron en la consolidación del derecho castellano.
A manera de ejemplo se puede apreciar influencia de los siguientes grupos sociales:
Celtas
Introdujeron los convenios de hospitalidad (ejerciendo un derecho y protección recíproco entre dos iguales)
y clientela (entre una parte débil y otra fuerte)
Fenicios
Introdujeron en la península una cultura civilizada y pacífica, así como el alfabeto. Al tratarse de factorías,
gobernaban sus posesiones territoriales de la península ibérica mediante dos magistrados supremos con
facultades políticas y judiciales (suffetes) y un magistrado con atribuciones de hacienda (sofer) (Esquivel, 2004:
13).
Para saber más…
Las factorías son establecimientos fundados por comerciantes para el intercambio de productos. Solían
situarse en islas cercanas a la costa o puertos protegidos. En un principio tenían carácter provisional, con el
paso del tiempo se convirtieron en estables y ejercieron mayor influencia en las tierras del interior (Blanco et
al., s. f.: 18).
Griegos
Sus aportaciones fueron significativas tanto por el pensamiento filosófico, como en el desarrollo
de instituciones jurídicas, entre las que destacan:
Germanos
Su derecho era de carácter consuetudinario e íntimamente ligado a la religión. La organización política se
determinaba por medio de asambleas, en las que incluso llegaba a designarse el rey. Dichas asambleas servían
también para deliberar, a modo de tribunal, sobre casos de conflicto. El derecho penal era muy severo, se
contemplaba la venganza, el wergeld y la pena capital (Cervantes, 2002: 255).
Definamos...
Derecho consuetudinario
Según Stavenhagen, es un conjunto de costumbres reconocidas y compartidas por una colectividad
(comunidad, pueblo, tribu, grupo étnico o religioso, etcétera) a diferencia de leyes escritas, cuya aplicación
está en mano de esta autoridad, es decir, generalmente el Estado (Cfr. Soria, s. f.: 107).
Wergeld
Concepto germánico que podía significar una retribución o recompensa a modo de contravalor, una
tributación con la especie acordada para ello, o el pago del precio de algo (Terradas, 2008: 217).
Visigodos
Expidieron el Código de Eurico y el Breviario de Alarico, que reflejan la influencia del derecho romano unida al
derecho germánico tradicional.
Código de Eurico Aparentemente, bajo el reinado de Eurico, comenzaron a usarse leyes escritas. Contiene
derecho predominantemente germánico y disposiciones de derecho romano, aprovechando edictos romanos
vigentes a la caída del imperio.
Breviario de Alarico Compila disposiciones de derecho romano posclásico de doble legislación, tanto de
"leyes" como de "iura". La parte de "iura" consta del Liber Gai y la de "lege" se acompaña de la parte de
Interpretatio (que contiene aclaraciones e interpretaciones de los redactores y resulta una fuente valiosísima
para el conocimiento del derecho romano vulgar (Tomás y Valiente, 2004: 102).
Durante la baja Edad Media se observa un interés en el derecho justinianeo, que implicará el estudio
del Codex, Digesto, Institutas y Novellas, que se introdujeron en la península ibérica.
En este marco, el derecho romano comenzaba a reforzar su importancia e imponerse frente al tradicionalismo
de los campesinos y clases feudales. Una particularidad adicional del orden jurídico radicaba en la incidencia
del derecho canónico en la Edad Media (Margadant, 1971: 36), lo cual denotaba la predominancia del derecho
romano y el derecho canónico en la regulación de la vida política, económica y social de Castilla.
¿Sabía que…?
Desde el siglo VIII se usó el nombre de Castilla para referir al territorio comprendido entre el río Duero y la
cordillera cantábrica en la península ibérica. Se estima que Castilla, es una traducción del hebreo turmogi, que
significa alturas pobladas de castillos.
Orden político
En la Edad Media el poder político se ejercía fundamentalmente a partir de las monarquías. En general, la
monarquía conllevará una centralización del poder, que en Castilla se reflejaba con la presencia
de representantes monárquicos en los consejos municipales de las nacientes ciudades. Igualmente, a través
de los casos de Corte, se asumió la competencia de asuntos correspondientes de los tribunales feudales o
municipales. Un aspecto adicional en el que se refleja la centralización por parte de la corona radica en el
cobro de impuestos, circulación de la moneda e incluso en el patronato eclesiástico, que facultaba al rey para
incidir en la distribución de beneficios eclesiásticos, nombramiento de funcionarios de la Iglesia, así como la
participación de diezmos (Margadant, 1971: 38).
Asimismo, desde la baja Edad Media es posible apreciar que en el panorama político de España, adquieren
relevancia los burgueses bajo el llamado “estado llano”, quienes comenzaron a adquirir privilegios y a
balancear el poder de los señores feudales, en tanto que fungieron como consejeros de los monarcas y de las
cortes (Margadant, 1971: 36).
Un aspectos significativo a destacar en el orden político es la relación entre religión, alto clero y poder
real presente en España, que se apreciaba en el hecho de que la fe proporcionaba los elementos básicos de la
ideología explicativa tanto del ser como del funcionamiento de la sociedad, así como la imagen de los
monarcas como protectores y restauradores de la Iglesia, lo cual suponía un activo interés por parte de la
monarquía con Roma (Feher, 2012: 123-125).
Orden social
Desde el siglo VIII a. C. al XV la península ibérica fue testigo de la migración de diversos grupos humanos con
características culturales, sociales y jurídicas distintas.
Entre dichos grupos se encontraban los persas (siglos VIII a. C. a II a. C.), fenicios (siglo VII a. C.), griegos (siglo
VI a. C. a III a. C.). De manera particular, a partir del siglo II a. C., destaca la presencia de los romanos en la
península ibérica en un esfuerzo por expandir su imperio en la parte occidental del continente europeo. En
este marco, se impusieron las costumbres y su derecho, el cual más tarde sería mezclado con el derecho de
otros grupos sociales como los alanos, suevos y vándalos, y posteriormente los visigodos, que establecieron su
derecho en la península.
Contexto histórico
Para conocer un poco más sobre los romanos, consulte el video Romanización de Hispania y ponga especial
atención a los siguientes temas:
Pueblos que habitaban la península ibérica a la llegada de los romanos.
Noción de la esclavitud.
Implementación del derecho romano.
Pluralismo normativo
Si bien, durante la Edad Media fue preponderante la influencia del derecho romano y el derecho canónico, la
diversidad de grupos sociales existentes en la península ibérica conllevó la existencia de una significativa
variedad de regímenes jurídicos, y por tanto, se carecía de un régimen común que normara a los habitantes de
la península ibérica.
En este marco, surge el derecho de fuero o Ley foral, el cual se componía por la costumbre, por antecedentes
romanos, cristianos y bárbaros y, en algunos casos el rey mismo otorgaba el fuero (Cervantes, 2002: 281 y
282), teniendo una gran variedad de derecho foral por toda España. Algo similar ocurría al repoblarse
territorios por inmigrantes de diversas regiones, a través de ocho siglos. A pesar de que los fueros de este
periodo rebasan los mil, fueron pocos los que sirvieron de modelo. A medida que pasaba el tiempo, los fueros
se iban extendiendo, siendo los primeros (se sabe que datan de los siglos VIII-IX) cortos, con pocas
disposiciones (Cervantes, 2002:287).
Conforme se iban recuperando territorios, en que se unificaban de acuerdo con el mandato de un rey, e
incluso cuando varios reinos lo hicieron bajo la monarquía de Castilla, las fuentes de derecho fueron:
Cartas pueblas: cartas que convocaban a inmigrantes a poblar regiones deshabitadas o con poca población,
con beneficios y obligaciones.
fueros municipales breves: disposiciones, por lo regular sencillas, que contenían derechos o privilegios en un
reducido número de artículos, principalmente sobre derecho público y penal.
Fueros municipales externos: se trataba de cartas legislativas completas, sobre los anteriores fueron breves,
que regulaban la vida de una región específica o municipio (aunque era posible extender su jurisdicción por
interés de otras poblaciones), firmada por la ley.
Paradigmas: emitidas directamente por la ley.
Ordenanzas: emitidas por las Cortes el rey.
Fuero Real
Fuero Real (aproximadamente 1255). Este ordenamiento tenía como finalidad elaborar un texto jurídico que
regulara las relaciones de aquellos habitantes de las localidades que carecían de fuero o bien que presentaban
uno anticuado y obsoleto.
El Fuero Real se encontraba dividido de la siguiente manera:
Primer libro: Regulación de la materia religiosa, aspectos relativos al rey y a su familia; las leyes, los
alcaldes y su jurisdicción; los escribanos y la validez de los juicios.
Segundo libro: Los juicios y procedimientos; las ferias y la prescripción.
Tercer libro: El derecho familiar, sucesiones y contratos.
Cuarto libro: De los herejes, judíos y demás enemigos de la fe; de los delitos y las penas; de los
peregrinos y romeros y de los navíos.
Sin embargo, explica Soberanes (2012: 47) que este texto no tuvo éxito, ya que las ciudades celosas de su
autonomía, reaccionaron negativamente ante un texto que ponía en manos del rey el nombramiento de todas
las autoridades judiciales.
Espéculo
Espéculo (1265). Consistía en un texto jurídico que pretendía recoger todo el derecho aplicable en la corona de
Castilla y León
Setenario
Setenario (1255-1256). Los aspectos regulados por el Setenario se vinculaban con cuestiones de carácter
eclesiástico, así como del comportamiento de los vasallos ante el rey, así como dejar una enseñanza jurídico-
política para los reyes y vasallos en un futuro.
Para saber más...
Le invito a que consulte el artículo de Martín, George,
“De nuevo sobre la fecha del Setenario”.
Siete Partidas
Las Siete Partidas (1256-1263). Este ordenamiento se inspira en autores griegos y romanos, en textos de la
Biblia, escritos de los doctores de la iglesia, el derecho romano-bizantino de Justiniano y de los glosadores,
derecho canónico y algunas costumbres castellanas antiguas, la cual inicialmente se concibió como obra
orientadora o guía para legislar.
Dicha obra se encuentra dividida en siete libros o partidas que se describen a continuación:
Partida I: Las fuentes del derecho y derecho eclesiástico.
Partida II: El rey y los funcionarios públicos con sus facultades y deberes.
Partida III: Los jueces y el procedimiento judicial.
Partida IV: Los jueces y el procedimiento judicial.
Partida V: Los jueces y el procedimiento judicial.
Partida VI: Derecho civil.
Partida VII: Derecho penal.
¿Sabía que…?
(11) Alfonso X de Castilla
Alfonso X contribuyó a estandarizar y promover la lengua castellana, al grado de que dicha lengua fue
empleada como una herramienta única de hacer cultura, historia, literatura y ciencia en su momento.
Como una referencia adicional a los monarcas españoles que en su momento respaldaron la primacía política
del castellano y las peculiaridades que el idioma ha desarrollado en México, le recomiendo realizar la lectura
del artículo de Concepción Company Company, intitulado “Rasgos del idioma en México. Los Reyes Magos del
Español”.
Una aportación adicional de Alfonso X, se aprecia en el florecimiento que dio a la Escuela de Traductores de
Toledo, en la cual además de traducir textos especializados del latín al castellano, se realizaron investigaciones
y enseñanza de materias humanísticas, físico-naturales, matemáticas y astronómicas.
Para profundizar en la referencia al tema de la Escuela de Traductores de Toledo, es conveniente consultar el
artículo “Ámbito y ambiente de la Escuela de Traductores de Toledo”.
El final de la Edad Media coincide con la expulsión de los musulmanes de la península ibérica, así como con la
llegada de Cristóbal Colón a lo que hoy es América y la instauración del Tribunal del Santo
Oficio en 1479 (Bernal, 2010: 148).
En este marco, a finales del siglo XV se concertó el matrimonio de Fernando de Aragón con Isabel de Castilla,
lo que conllevó la “incorporación” de Castilla al sistema gubernativo de la corona de Aragón, bajo una unión
institucional, en la que la soberanía del monarca era común, lo que implicaba que las decisiones del ejercicio
de gobierno tenían que ser comunes y mantener la permanencia de los reinos en una sola corona (Suárez
Bilbao, 2018: 10-16).
Explica Suárez Bilbao (2018: 26) que en el sistema de gobierno de los reyes católicos el eje fundamental fue la
combinación de la casa del rey, o Corte, sometida a los continuos traslados itinerantes; la Cámara, que atendía
a lo que se pueden denominar como funciones oficiales de los reyes, y el Consejo Real, creado en las Cortes
de Valladolid de 1385.
En este marco se gestan dos acciones significativas emprendidas por la monarquía castellana a finales del siglo
XV:
1. La expulsión definitiva de los musulmanes de Granada, lo cual dio la idea de la unidad de la península
ibérica y la del imperio carolino hispano-habsburgués (Suárez Bilbao, 2018: 60-62).
2. La incorporación de nuevas tierras al otro lado del Atlántico (Suárez Bilbao, 2018: 63).