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Las arcillas del tipo esmectitas y caolinitas tienden a absorber agua en su estructura, lo que
provoca una disminución en la recuperación de agua en el proceso de espesamiento de relaves.
SOLUCIONES PLANTEADAS
Hoy en día se utilizan distintos reactivos floculantes y coagulantes para mejorar la eficiencia de los
espesadores en presencia de arcillas. Los coagulantes neutralizan las cargas superficiales de las
partículas, permitiendo la unión de estas. Por otro lado, los floculantes permiten que las arcillas
formen cadenas de partículas más grandes, lo que facilita la precipitación de estas. Estos reactivos
tienden a mejorar su eficiencia cuando se utilizan a pH controlado.
Otra opción es la aplicación de una etapa de flotación selectiva de finos antes de la molienda SAG,
al overflow de los hidrociclones o a los relaves de flotación antes de la etapa de espesamiento.
Estas etapas podrían mejorar la capacidad de los molinos, la eficiencia de flotación de
concentrados de cobre o la eficiencia de la operación de los espesadores.
La explotación de yacimientos mineros en Chile cada vez más profundos y con menores leyes de
cobre ha tenido diversas consecuencias, tales como: (i) Alto grado de diseminación de las
partículas de interés, lo que conlleva promover un mayor grado de liberación, por ende, un mayor
consumo de energía, y (ii) Mineralogías mucho más complejas para su tratamiento metalúrgico,
con mayores contenidos de arcillas.
Las arcillas son alumino-filosilicatos hidratados con distintas cantidades de hierro, magnesio,
metales alcalinos y otros cationes. La mayor parte de sus propiedades físico-químicas derivan de
su morfología laminar y tamaño particularmente pequeño (menor a 2 µm) teniendo una alta
superficie específica. Así las arcillas pueden generar una serie de inconvenientes en la etapa de
espesamiento:
Además, otro problema importante, e inherente a la presencia de arcillas, tiene relación con el
transporte del relave, dado que la viscosidad y el esfuerzo de fluencia o yield stress, (definido
como el esfuerzo mínimo de corte para que una sustancia comience a comportarse como un
líquido y fluya) aumenta notablemente.
En base a los fenómenos descritos es clave el uso de coagulantes y floculantes para mejorar la
eficiencia y operación de los espesadores. Los coagulantes son de carácter 100% catiónicos y de
bajo peso molecular, permiten la desestabilización de las partículas neutralizando las fuerzas de
repulsión, permitiendo así la atracción entre ellas, dando paso a la formación de microflóculos. Por
otra parte, los floculantes, pueden ser de carácter aniónicos, neutros o catiónicos y de alto peso
molecular, estos forman puentes de atracción constituyendo cadenas de partículas mucho más
grandes, permitiendo la sedimentación de éstas. La floculación se ve favorecida cuando se trabaja
a una menor concentración de sólidos (5-20%) y cuando la solución floculante es adicionada de
forma gradual en la canaleta de alimentación al feedwell, logrando un mezclado eficaz entre la
pulpa y el floculante, lo que permite captar de mejor manera los finos contenidos en la pulpa de
relave.
Los ductos en la minería comenzaron a ser importantes desde que se comenzó a procesar mineral
en plantas de tratamiento durante el Siglo XIX, especialmente en la década de 1850, durante la
fiebre del oro en California, Estados Unidos. Las primeras patentes nacieron a fines de ese siglo,
con aplicaciones industriales en Inglaterra en 1914 para transportar carbón por largos trayectos.
Lo que viene
“Las tendencias futuras deberían estar puestas primero que todo en la confiabilidad del sistema”,
prevé el profesor Hurtado, considerando que las regulaciones ambientales están cada vez más
restrictivas y exigentes, tanto en Chile como en otros países. “En estos casos, las fallas se pagan
caro, incluso con la derogación de los permisos ambientales para operar”, advierte.
En el mismo sentido, Jaime Rodríguez y Arturo Meneses, gerente comercial y gerente técnico de
Krah, respectivamente, hacen notar que “las fuentes de agua están cada vez más alejadas de las
faenas mineras y, en consecuencia, los sistemas de tuberías deben ser más confiables y duraderos,
ya que las inversiones involucradas son mayores”. Igualmente, Arturo Chong, subgerente técnico
de Fastpack, comenta que “el tema de la confiabilidad de los sistemas de transporte está en
primera línea, debido a las características corrosivas que se han incorporado en los fluidos por el
aumento del uso de agua de mar en los procesos mineros”.
Y añade que en materia de sistemas de transporte de concentrados por tuberías, uno de los
mayores problemas a nivel de ingeniería es el diseño optimizado de trazados. “En particular, se
trata de definir rutas óptimas en el sentido de minimizar el impacto combinado del potencial de
fallas, los costos operacionales y los costos de inversión. Esto requiere desde conocer
detalladamente la física de migración de material sólido al interior de las tuberías hasta identificar
las implicancias de la variabilidad del mineral y sus propiedades químicas en la operación, entre
otras cosas”, señala. El profesor indica que el reto está en desarrollar modelos de diseño de
ingeniería que permitan integrar consumo de energía durante la impulsión, segregación durante
detenciones de sistema y los efectos de variaciones en la concentración, distribución de tamaños
de sólidos o química asociada al agua y al mineral.