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Pueblos Antiguos
Pueblos Antiguos
Los acadios oprimieron duramente a los pueblos conquistados. Al sur, los gobernantes
de las ciudades de Sumer fueron destituidos y sustituidos por brutales guerreros de
origen acadio, lo cual, naturalmente, no despertó simpatías hacia el rey conquistador
Sargón. Igualmente, el monarca supo cómo sofocar las revueltas y prosiguió en su
intención de uniformizar el imperio, haciendo del acadio la lengua oficial del país,
especialmente en los asuntos más importantes, y tomando medidas para fomentarlo.
Inmediatamente, Sumer y los pueblos de los montes Zagros trataron de liberarse del
yugo acadio aprovechando la muerte del tirano, sin embargo, el nuevo rey, Rimush,
hijo mayor de Sargón, con la ayuda de su hermano Manishtusu sofocó las revueltas.
En 2252 Naram-Sin, nieto de Sargón, ocupa el trono de Acad y logra sofocar varias
revueltas internas, además de continuar con la tradición familiar de expandir el
imperio y someter a nuevos pueblos. La cultura floreció en la corte durante su reinado,
habiendo escribas que desarrollaron y superaron las tradiciones sumerias y, aunque el
idioma sumerio seguía teniendo influencia, el acadio lo había conseguido desplazar en
la administración y las relaciones comerciales.
Los eventos históricos de los acadios los conocemos gracias a que, a partir del año
2.800 a., los sumerios empezaron a usar de forma sistemática la escritura con fines
históricos y literarios. Este hecho sorprendió tanto a sumerios como a los acadios
siglos después, a quienes les extrañó la total ausencia de registros anteriores a esa
época y, antes de imaginarse que la escritura no existía antes de esa fecha o que eran
pocos los sabios alfabetizados, decidieron darle una explicación mitológica. Así pues,
conjeturaron que la falta de registros escritos debía haber sido causado por un gran
Diluvio Universal, ocurrido antes del 2.800 y que había destruido toda fuente escrita
anterior.
Tanto sumerios como acadios ubicaron todas sus leyendas en la época anterior a este
diluvio. Estos astros formaron parte del panteón sumerio y acadio, y se creía que
influían sobre el destino de los hombres. La leyenda de este Gilgamesh se basa en el
Gilgamesh histórico, quien reinó en torno al 2.700, pero se le atribuía haber nacido
varios siglos antes, sobrevivió al Diluvio que había sido causado por los dioses, muy
enojados. Otro de los supervivientes de este diluvio mitológico fue Utnapishtim quien
construyó un barco en el que se salvó junto con su familia.
Tras el diluvio los dioses no tenían hombres que se ofrecieran para sacrificios sagrados
y los alimentaran, con lo que Utnapishtim sacrificó animales como ofrenda. En
agradecimiento los dioses le otorgaron el don de la inmortalidad. La llegada de los
acadios conquistadores en las ciudades de Sumer, en el que el sumerio era el idioma de
cultura, causó gran confusión. Es probable que las personas más humildes de las
ciudades conquistadas, cuya visión del mundo se reducía a su entorno más inmediato,
ni siquiera entendieran por qué de repente habían aparecido hombres de habla
desconocida, idioma que ahora les obligaban a aprender.
o An o Anu
El dios An era el dios del cielo y era el gobernante supremo de todos los dioses. Bajo su
mando se encontraban diferentes fenómenos relacionados con los cielos, como las
estrellas y las constelaciones. Este dios en la mitología sumeria de la que era originario
era representado como una cúpula celeste que cubría la tierra. Los acadios heredaron
esta representación y, como dios supremo, estaban entre sus tareas juzgar los delitos
humanos y los divinos, y tenía que imponer castigos por ellos.
o Enlil o Bea
El dios Enlil tiene destacada importancia no únicamente en la cosmovisión acadia,
sino, también en la sumeria, la asiria, la babilonia y la hitita. Enlil era el dios asociado
a los vientos, las tormentas y la respiración. Es también el padre de varias divinidades
naturales, como el dios de la Luna o la diosa del trigo. Debido a su relación tan
cercana con la diosa de la agricultura, Enlil, encargado también de las tormentas y,
por tanto, de la lluvia, fue uno de los dioses más destacados del panteón acadio.
o Utu
Utu era el dios del Sol. Era también considerado el dios de la justicia y la verdad,
puesto que el sol todo lo ve y todo lo sabe.
o Sin o Nanna
Sin era el dios de la Luna, quien recibía el nombre de Nanna en la cultura sumeria. Era
el principal dios de la ciudad de Ur y durante el periodo de esplendor de esta ciudad-
estado el dios Sin adquirió casi mayor importancia que An. Tenía también una
importante adjudicación como dios de la sabiduría y de las artes relacionadas,
especialmente la astronomía y las adivinaciones astrológicas.
o Ishtar
Ishtar, de donde procede el nombre de Ester, es la diosa mesopotámica más conocida
en la actualidad, especialmente por los famosos restos dedicados a ella que se
conservan en el Museo de Pérgamo de Berlín. Ishar era la diosa de la fertilidad, el
amor, el sexo y la guerra pasional. Se le ha atribuido haber poseído numerosos
amantes y se cree que se le rindió culto con rituales de prostitución sagrada.
Idioma acadio
Coincidiendo con la aparición del Imperio Acadio de Sargón. Gracias al vasto poder
del Imperio Acadio y su espíritu de imposición de esta lengua, el idioma acadio acabó
relegando al sumerio en los contextos legales y religiosos, convirtiéndose en la lengua
dominante en Mesopotamia durante casi 1000 años. El vocabulario acadio es en su
mayoría de origen semita.
Asiria era una región rica en agricultura, muy poblada y con un urbanismo antiguo e
importante. Samsi-Adad I, fue su primer gran monarca, él inició la campaña
expansionista por Mesopotamia, pero sin mucho éxito. Los asirios eran guerreros por
naturaleza y crueles por vocación. Cada vez que invadían un nuevo pueblo, destruían
las ciudades, se apoderaban de sus tesoros, tomaban prisioneros y sometían a sus
enemigos a los más crueles suplicios.
El origen de los semitas, más allá de la interpretación bíblica, no está del todo claro, si
bien su presencia se encuentra desde el milenio IV a. C en Oriente.
Entre las teorías de su procedencia está la que considera que provienen de África y que
atravesaron Egipto alrededor del 4500 a. C. Otras teorías establecen su punto de
origen en algún lugar del sudeste de Asia o en la península arábiga, desde donde
migraron y alcanzaron las costas del Mediterráneo en busca de nuevas tierras más
fértiles.
Los textos más antiguos están escritos en acadio, eblaíta y ugarítico, utilizando la
escritura cuneiforme de los sumerios en un periodo entre el 2500 a. C. y el 1400 a. C.
Alrededor del 1200 a. C., el fenicio desarrollaría su propio alfabeto, que fue difundido
y adaptado para el idioma arameo, el cual sería el precursor de los alfabetos árabe y
hebreo.
Occidentales
La mayoría de estas lenguas están extintas, solo sobreviven dos: el hebreo y el arameo.
Entre las otras lenguas de este grupo estaban el ugarítico, el amorrita, el fenicio y el
púnico.
Orientales
De este grupo, todas las lenguas han desaparecido. Resalta principalmente el acadio,
hablado por asirios y babilonios, que posteriormente se fragmentó en sus propias
lenguas. También forma parte de este grupo el eblaíta, hablado en la ciudad de Ebla.
Meridionales
Este grupo es bastante extenso, pues está compuesto por las lenguas sudarábigas,
etiópicas y el idioma árabe.
Estos pueblos han ejercido una gran influencia a lo largo de la historia. Ubicados en
una región donde surgieron la agricultura, la escritura y las primeras ciudades, han
estado presentes desde los orígenes de la civilización y han dado forma al mundo
moderno. Muchas de estas lenguas serían la base para algunos idiomas modernos y,
culturalmente, estos pueblos dejarían su huella extendiéndose a otros, como el alfabeto
fenicio, que sería el precursor del griego (y, por ende, el latino).
También las tres grandes religiones monoteístas proceden de los pueblos semitas. El
judaísmo, el cristianismo y el islam nacen de pueblos semitas que expandieron sus
creencias hasta ser practicadas en todo el mundo, dando forma a algunas de las
principales expresiones religiosas del mundo moderno.
Los Cadeos fueron una tribu semítica de origen desconocido que se asentó en
Mesopotamia meridional en la parte anterior del I milenio a. C. Por su lengua se asume
que están relacionados con los arameos, aunque se asentaron más al sur que los
arameos, quienes se habían asentado en Mesopotamia superior, y Siria. No obstante,
los caldeos "propiamente dichos" eran los sumir o turaníes que se impusieron a los
otros dos elementos de la población que eran los siguientes:
o Casitas
o Acadios
Los autores romanos llamaron caldeos a los astrólogos y a los matemáticos de
Babilonia. En épocas modernas, los católicos de Mesopotamia son llamados caldeos.
La historia de Caldea solo empieza, en realidad, desde que todas esas tribus y ciudades
se unieron formando el estado de Caldea y Babilonia con el nombre del primer Imperio
caldeo o caldeo-babilónico, cuyos reyes residían alternativamente en cada una de las
cuatro ciudades citadas y desde ese momento la historia de Caldea es la historia de
Babilonia.
La historia de Caldea solo empieza, en realidad, desde que todas esas tribus y ciudades
se unieron formando el estado de Caldea y Babilonia con el nombre del primer Imperio
caldeo o caldeo-babilónico, cuyos reyes residían alternativamente en cada una de las
cuatro ciudades citadas y desde ese momento la historia de Caldea es la historia de
Babilonia.
Imperio caldeo o neobabilónico
o Los sabios sacerdotes caldeos decían que cierto día el dios Uanna salió del Mar
Erytreo, bajo la forma de hombre, con cola de pez y les enseñó astronomía.
o Según Diodoro Sículo durante mucho tiempo nadie conoció mejor que los
caldeos lo siguiente:
• la influencia de ciertos fenómenos;
• la ciencia del porvenir;
o Lo más esencial de su doctrina era lo siguiente:
• los movimientos de los cinco planetas que llamaban intérpretes;
• el más importante de estos cinco planetas era Helios, el Sol;
• sabían observar la salida y ocaso de los astros y su color, deduciendo
de su observación.
También había otros tipos de dioses como:
o Anat, diosa de la fertilidad y la guerra.
o Anshar, padre del cielo.
o Anu, el dios del cielo más elevado.
o Antu, diosa creadora.
o Apsu, el gobernante de los dioses y de los océanos subterráneos.
o Assur, dios nacional de los asirios.
o Atrahasis, protagonista del poema épico del mismo nombre**.
o Baal, deidad superior a todas las demás y principal dios de los Caldeo-Asirios.
o Damkina, diosa de la madre tierra.
o Dumuzi, dios de la vegetación.
o Ea, dios de la sabiduría.
o Emesh, dios de la vegetación.
o Enbilulu, dios a cargo del Éufrates y el Tigris.
o Enmesarraa, dios de las leyes.
o Endursaga, dios heráldico sumerio.
o Enkimdu, dios de los ríos y canales.
o Enlil, dios del clima y las tormentas.
o Enten, dios agricultor.
o Enurta, dios de la guerra.
o Ereshkigal, diosa del inframundo.
o Erra, dios de la guerra, disturbios y revueltas.
o Gilgamesh, héroe de la gran epopeya de Gilgamesh posterior al diluvio.
o Geshtu-E, dios menor de la inteligencia.
o Gugalanna, consorte de Ereshkigal.
o Gula, diosa de la sanación.
o Hadad, dios del clima.
o Huwawa, guardián del bosque de cedros de los corazones.
o Inanna, diosa del amor y la guerra, protectora de Uruk.
o Ishtar, diosa del amor.
o Isimud, dios mensajero.
o Iskur, dios de las tormentas y las lluvias.
o Kabta, dios responsable de los picos, palas y moldes de ladrillos.
o Entre otros.
En el II milenio, alrededor del año 1500, los persas, indoeuropeos venidos del otro
lado del Cáucaso, ocuparon las regiones occidentales de Irán, Otros grupos penetraron
hasta Asia Menor y otras ramas llegaron hasta la India. Los que se quedaron en le
meseta iraní, se les llamó Medos y persas, los Medos ocuparon los territorios del Norte
de la meseta y los persas, ocuparon los terrenos del sur. La situación en la zona era la
siguiente:
• El actual Irán y al Oeste de Turquía: Los Medos
• En Mesopotamia, Siria y Palestina: Los Neobabilonios
• En el Norte de África: Los Egipcios que intentaban extenderse hacia Palestina y
Siria
• En Turquía: Distintos Estados de influencias griegas.
Los asirios constantemente lanzaban campañas contra los pueblos vecinos, robando,
matando y deportando a las poblaciones o a sus clases dirigentes. Lo que provocó un
gran deterioro humano y económico en toda la zona, incluso en Asiria, que llegó a
despoblarse como consecuencia de las grandes bajas sufridas en las continuas guerras.
Asiria comenzó a debilitarse, sus enemigos se unieron en una gran coalición, la
derrotaron y para el año 610 a. C. los asirios habían sido totalmente sometidos.
En el siglo VIII a.c., los Medos poseían un reino con un ejército organizado, que
dominaba a los pueblos iranios y persas, le sometían al pago de grandes impuestos, lo
que provocaba el malestar de la población persa, hasta que en el año 550 a.c., Ciro el
grande, de la dinastía Aqueménidas, lideró una rebelión contra los Medos, resultando
victorioso y llegando a reunir sobre sus dominios e influencia a todas las tribus que
habitaban en la Meseta del Irán. A partir de su gobierno se comenzó a formar el
imperio persa. Ciro el Grande condujo a los persas a la expansión, conquistando
grandes regiones y de esa forma, solucionó el aumento de la población y sus
necesidades alimenticias, dado que la región del Irán no abastecía completamente a su
imperio, sus terrenos desérticos no producían el alimento necesario para toda la
población.
Los hebreos, eran nómadas, vivían en tiendas, poseían rebaños de cabras y ovejas,
utilizando asnos, mulas y camellos como portadores. Siguiendo a Abraham, los hebreos
emigraron hacia Canaán, la tierra prometida por Dios a los descendientes del primer
patriarca. Varias tablillas descubiertas en Mari certifican frecuentes migraciones a
través del Creciente Fértil.
Abraham es considerado el primer hebreo por dejar su Caldea natal, y haber
atravesado "del otro lado del río" Éufrates. El patriarca y los suyos se asientan en
Canaán: en Siquem (actual Nablus), Beerseba o Hebrón. Poco a poco, se mezclan con
los pobladores locales y se convierten en agricultores sedentarios. El pueblo de
Israel era vecino de otros, como los edomitas, moabitas, amonitas e ismaelitas. El
rasgo distintivo de los hebreos fue su convicción en la existencia de un único Dios
(Yavé o Jehová). Según los textos del Tanaj, el pueblo de Israel es elegido por Dios
para la revelación de principios fundamentales (tales como los Diez
Mandamientos contenidos en la Torá) y es con el primer patriarca del pueblo hebreo
que Dios establece su Alianza o Pacto, también conocido como Convenio Abrahámico:
En la actualidad, "hebreo" se emplea para designar a todo aquel que sea miembro o
descendiente del pueblo de Abraham, Isaac, y Jacob. Hebreo es hoy además sinónimo
de israelita y judío.
En algunos idiomas modernos, entre ellos el griego, italiano, rumano y muchas lenguas
eslavas, "hebreos" es empleado como etnónimo estándar de los judíos.
Los fenicios eran politeístas y adoraban distintos dioses dependiendo de cada ciudad.
Incluso las divinidades podían presentarse o ausentarse de un panteón a otro, cambiar
de representación o incluso de nombre. Algunos de los dioses principales de su
mitología eran:
• Astarté. Diosa principal de la ciudad de Sidón, aunque con presencia en otras
ciudades fenicias. Era la representación de la fecundidad, siendo también
adorada como diosa de la caza, la guerra y patrona de los navegantes. Llegó a
asimilarse con la Afrodita griega o la Isis egipcia, y se la representa con
un león, y sosteniendo una flor de loto y una serpiente. A menudo con los pechos
desnudos o amamantando.
• Eshmún. Adorado en Sidón y Chipre, y asimilado a Apolo y Esculapio en la
tradición grecorromana, era un dios sanador, en cuyo honor se
hacían juegos semejantes a los olímpicos griegos, y cuyo ganador era
recompensado con una tela púrpura.
• Baal. Una divinidad solar a la que rendían culto los habitantes del Asia menor,
y aquellos pueblos, como el fenicio, sobre los que tenían influencia. Era la
deidad de la lluvia y de la guerra, y era el dios central del culto fenicio.
• Chusor. Dios de los armeros, herreros y pescadores, se le supone el primero de
los navegantes de la humanidad y el constructor del primer templo a Baal.
Además, se le atribuía la invención de la pesca, la navegación y la forja.
• Hadad. Dios fenicio del aire, las tormentas y los relámpagos, de la lluvia y del
viento. Los fenicios pensaban que era su voz la que retumbaba en medio de las
tempestades.
• Melkart. Divinidad fenicia de la ciudad de Tiro, equivalente más o menos a una
versión fenicia de Baal. Siendo originalmente un dios agrícola y primaveral, al
que se veneraba a través de ritos de tipo sacrificial, adquirió en Fenicia un
contenido marítimo, en un claro ejemplo de sincretismo religioso. Su nombre
significa “Rey de la ciudad” y en Tiro se le veneró como a tal, volviéndolo
también dios de la navegación y sobre todo de la colonización.
• Dagón. Posible sincretismo entre tres dioses (uno ugarítico: Ben Dagón; uno
sumerio: Dagan; y uno fenicio: Dagón), era una divinidad marítima
representada como un hombre mitad pez. Sin embargo, otras interpretaciones lo
asocian a voces agrícolas (“espiga” en hebreo), aunque es quizá uno de los
pocos dioses nacionales de los filisteos.
• Moloch. Dios supremo y protector de Cartago, era una deidad-toro semejante
al minotauro, en honor al cual se sacrificaban cuatro jóvenes al año,
encerrados en una estructura que luego era quemada.
Los egipcios llamaban a su tierra Kemet, que significaba «tierra negra y fértil». Los
egipcios llamaban a esta tierra Kemet, que significaba «tierra negra y fértil», que
estaba rodeada por extensos desiertos de arena. Un siglo después, el rey Menes
dominaría el norte y unificaría a la región convirtiéndose en el primer rey de la
dinastía de faraones egipcios.
La sociedad egipcia estaba conformada por una jerarquía descendente de los dioses, el
rey, los muertos benditos y la humanidad. El gobierno estaba bajo el mando del rey o
faraón que, para los antiguos egipcios, era un ser divino que actuaba como nexo entre
los humanos y los dioses, y era el protector del pueblo. Los faraones eran figuras
humanas designadas por los mismos dioses. Los antiguos egipcios creían que el
alma, llamada “ka”, era inmortal.
Los egipcios practicaban el tipo de religión politeísta, es decir, que veneraban a varios
dioses a los que identificaban con diferentes fenómenos de la naturaleza. Los antiguos
egipcios creían que el alma, llamada «ka», era inmortal y que no podía existir sin su
cuerpo. Por eso realizaban importantes rituales y preparaban los restos para la
muerte, desde la construcción de tumbas, la momificación y las ceremonias funerarias
con entrega de ofrendas, con el fin de proteger el cuerpo y el alma para la vida
futura. Los egipcios consideraban a la música como una ciencia y, como tal, requería
de estudios.