Carlos Caszely, el goleador que desafió a

Pinochet

Carlos Humberto Caszely Garrido

(Santiago, 5 de julio de 1950) es
un periodista deportivo y
exfutbolista chileno que jugaba de
delantero. Es considerado uno de
los mejores futbolistas chilenos de
la historia y uno de los máximos
ídolos y referentes del club Colo-
Colo.156 En dicho equipo jugó
durante 15 temporadas, en las que ganó cinco campeonatos nacionales y tres copas de Chile
y obtuvo un subcampeonato de Copa Libertadores.1 En el extranjero, defendió en España al
Levante y al Español, y en Ecuador al Barcelona de Guayaquil, equipo en el que se retiró en
1987.

Caszely ha sido llamado «el futbolista chileno que más desembozadamente ha incursionado
en el campo de la política». Durante el gobierno de Salvador Allende (1970-1973) se mostró
cercano a la Unidad Popular, apoyando explícitamente a la diputada Gladys Marín y al
senador Volodia Teitelboim, parlamentarios comunistas que buscaban la reelección en las
elecciones de 1973;24 Marín se refirió a él como «no sólo un gran deportista, sino un joven
que entiende el proceso revolucionario que vive su país».25 El propio Caszely se definió
como socialista en 1983, diez años después del derrocamiento de Allende.26

Luego del golpe de Estado de 1973, la relación entre Caszely y la dictadura militar de
Augusto Pinochet fue tensa. Cuando la selección nacional concurre al edificio Diego Portales
para ser despedidos por el general Pinochet antes de partir al mundial de fútbol de Alemania,
Cazsely se negó a estrechar la mano del dictador. La versión popular del incidente asegura
que Caszely dejó a Pinochet con la mano estirada, pero lo cierto es que simplemente se hizo
el desentendido: a la hora de los saludos, fijó su mirada en un imaginario horizonte. Durante
la dictadura, su madre fue secuestrada y sufrió una golpiza a manos de agentes de seguridad
en 1974;25 seis años después, el futbolista llamó a rechazar la Constitución propuesta en el
plebiscito de 1980. En 1988 participó, junto a su madre, en la franja televisiva de la opción
«No», opositora a Pinochet, previa al plebiscito de ese año.

A decir verdad, Caszely es un rebelde del fútbol, un rebelde con causa y seguidor de un sueño
de libertad, con convicción y valores que en su momento nadie se sentía con la valentía
suficiente para expresarlo, generar la crítica tan radical que tenía hacia el régimen y hacia la
dictadura, claramente. Su influencia como jugador de fútbol fue una de las más destacadas
cuando el país se vio en la necesidad de crear un plebiscito, su voz como víctima de aquellos
vejámenes, fue una voz de aliento y de poder para conseguir acabar con aquel régimen.