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Programa ANDA - Participación y compromiso

Psicología Comunitaria

Marcela De Castro Aguilar

Catalina Muñoz Molina

El ANDA es un programa que se realizó en Colombia por la compañía Bhp Billinton


en unión con la organización Global Communities, con el fin de mejorar la calidad de vida de
diferentes comunidades víctimas del desplazamiento y la violencia. Su método de Acción
Participativa para el Fortalecimiento Comunitario buscó que a través de la generación de una
participación comprometida dentro de las comunidades se lograse alcanzar los objetivos de:
mejorar la resiliencia de las comunidades, fortalecer las administraciones locales y mejorar
los ingresos de las familias. Dentro del proceso podemos ver evidencias de la participación y
el compromiso de los diferentes actores de la comunidad dentro de cada etapa característica a
los procesos psicosociales comunitarios.

La participación comunitaria es “un proceso organizado, colectivo, libre, incluyente,


en el cual hay una variedad de actores, de actividades y de grados de compromiso, que está
orientado por valores y objetivos compartidos, en cuya consecución se producen
transformaciones comunitarias e individuales” (Montero, 2004). Se entiende por compromiso
como “la conciencia y el sentimiento de responsabilidad y obligación respecto del trabajo y
los objetivos de un grupo, comunidad, proyecto o causa, que conduce a la persona a
acompañar, actuar y responder ante ellos por las acciones llevadas a cabo” (Montero, 2004).
En las comunidades ANDA se cumplen con todas las características de las acciones
participativas y comprometidas, razón por la cual se obtuvieron resultados exitosos.

Al inicio del proceso hay una habituación a su contexto problemático por parte de las
comunidades. Una participante describe que viendo en retrospectiva eran una comunidad
pasiva, desunida, conformadas con su realidad sin motivación para cambiar sus condiciones y
mejorar su calidad de vida. Otra participante identifica que en esa etapa no tenían los
conocimientos para tomar acciones que les permitieran identificar y solucionar sus
problemas. Al iniciar la intervención se inicia la etapa de problematización, la cual se da
cuando los agentes catalizadores, que en este caso son los colaboradores de ANDA, llegan de
afuera a trabajar con las comunidades y a mostrarles que existe un problema. Sigue la etapa
de desnaturalización cuando la comunidad se vuelve consciente de esta problemática.

En las etapas de problematización y desnaturalización vemos una característica de la


participación, y es que hay una relación por parte de los agentes catalizadores con la historia
y el contexto de estas comunidades, ya que al recibir una resistencia inicial al proceso,
comprendieron esto como una respuesta producto de experiencias negativas previas, y la
desesperanza que viven las comunidades afectadas por la violencia. Se realiza con ellos un
trabajo de socialización y concientización para empoderar a las comunidades, de tal forma
que empezaran a creer que un cambio era posible. De esta manera se logra continuar a una
etapa de concientización, la cual se caracteriza por una mirada crítica y positiva en la
búsqueda de soluciones.

En la etapa de desideologización, en la cual se construyen los proyectos, se interviene


en la comunidad y se logran cambios positivos, podemos ver patrones democráticos propios
de los procesos participativos, ya que las comunidades priorizaron sus problemas y
construyeron en conjunto posibilidades para brindar soluciones a lo que les aqueja como
comunidad. Otra característica de la participación que vemos dentro de este proceso es su
carácter colaborativo, ya que se puede ver cómo se involucran los distintos miembros de la
comunidad en la toma de decisiones y en la ejecución de acciones colectivas para cumplir
con los objetivos que se propusieron.

Finalmente, los participantes identificaron los determinantes estructurales del


compromiso en su proceso de participación y elementos relacionados con la dinámica grupal
que lo influyen; asimismo, redefinieron la forma de entender y ejercer el compromiso y la
participación, y extrajeron aprendizajes para mejorar su práctica futura. Como resultado se
logra llegar a la etapa de conversión, donde nos encontramos con un cambio en la ideología
de la comunidad, volviéndola una comunidad empoderada, madura, autosuficiente, que sabe
enfrentarse a los problemas.

Referencias

Montero, M. (2004). Introducción a la psicología comunitaria. Paidós.

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