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Una rosa es una flor  

Una rosa es una flor,

un tesoro es una fortuna

y a alguien como tú,

no la cambio por ninguna.

Cuando el mar sea redondo


Cuando el mar sea redondo

y el sol deje de brillar,

ese será el día

en que te pueda olvidar.

Tus ojos son luceros


Tus ojos son luceros,

tus labios, de terciopelo,

y un amor como el que siento,

es imposible esconderlo.

Despedida
Mata su luz un fuego abandonado.

Sube su canto un pájaro enamorado.

Tantas criaturas ávidas en mi silencio

y esta pequeña lluvia que me acompaña.


Rima LX
Mi vida es un erial,

flor que toco se deshoja;

que en mi camino fatal

alguien va sembrando el mal

para que yo lo recoja.

Cuentos
1. El niño y los clavos
Había un niño que tenía muy mal carácter. Un día, su padre le dio una bolsa
con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, clavase un clavo en la
cerca del patio de la casa. El primer día, el niño clavó 37 clavos. Al día
siguiente, menos, y así el resto de los días. Él pequeño se iba dando cuenta que
era más fácil controlar su genio y su mal carácter que tener que clavar los
clavos en la cerca. Finalmente llegó el día en que el niño no perdió la calma ni
una sola vez y fue alegre a contárselo a su padre. ¡Había conseguido,
finalmente, controlar su mal temperamento! Su padre, muy contento y
satisfecho, le sugirió entonces que por cada día que controlase su carácter,
sacase un clavo de la cerca. Los días pasaron y cuando el niño terminó de
sacar todos los clavos fue a decírselo a su padre.

Entonces el padre llevó a su hijo de la mano hasta la cerca y le dijo:

– “Has trabajo duro para clavar y quitar los clavos de esta cerca, pero fíjate en
todos los agujeros que quedaron. Jamás será la misma. Lo que quiero decir es
que cuando dices o haces cosas con mal genio, enfado y mal carácter dejas
una cicatriz, como estos agujeros en la cerca. Ya no importa que pidas perdón.
La herida siempre estará allí. Y una herida física es igual que una herida
verbal. Los amigos, así como los padres y toda la familia, son verdaderas
joyas a quienes hay que valorar. Ellos te sonríen y te animan a mejorar. Te
escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón
abierto para recibirte”.

Las palabras de su padre, así como la experiencia vivida con los clavos,
hicieron con que el niño reflexionase sobre las consecuencias de su carácter. Y
colorín colorado, este cuento se ha acabado.

2. El papel y la tinta
Había una hoja de papel sobre una mesa, junto a otras hojas iguales a
ella, cuando una pluma, bañada en negrísima tinta, la manchó
completa y la llenó de palabras.

– “¿No podrías haberme ahorrado esta humillación?”, dijo enojada la


hoja de papel a la tinta. “Tu negro infernal me ha arruinado para
siempre”.

– “No te he ensuciado”, repuso la tinta. “Te he vestido de palabras.


Desde ahora ya no eres una hoja de papel sino un mensaje. Custodias
el pensamiento del hombre. Te has convertido en algo precioso”.

En ese momento, alguien que estaba ordenando el despacho, vio


aquellas hojas esparcidas y las juntó para arrojarlas al fuego. Sin
embargo, reparó en la hoja “sucia” de tinta y la devolvió a su lugar
porque llevaba, bien visible, el mensaje de la palabra. Luego, arrojó el
resto al fuego.

3. Uga, la tortuga
¡Caramba, todo me sale mal!, se lamentaba constantemente Uga, la
tortuga. Y no era para menos: siempre llegaba tarde, era la última en
terminar sus tareas, casi nunca ganaba premios por su rapidez y, para
colmo era una dormilona. ¡Esto tiene que cambiar!, se propuso un
buen día, harta de que sus compañeros del bosque le recriminaran por
su poco esfuerzo. Y optó por no hacer nada, ni siquiera tareas tan
sencillas como amontonar las hojitas secas caídas de los árboles
en otoño o quitar las piedrecitas del camino a la charca.

– “¿Para qué preocuparme en hacerlo si luego mis compañeros lo


terminarán más rápido? Mejor me dedico a jugar y a descansar”.
– “No es una gran idea”, dijo una hormiguita. “Lo que verdaderamente
cuenta no es hacer el trabajo en tiempo récord, lo importante es
hacerlo lo mejor que sepas, pues siempre te quedarás con la
satisfacción de haberlo conseguido. No todos los trabajos necesitan de
obreros rápidos. Hay labores que requieren más tiempo y esfuerzo. Si
no lo intentas, nunca sabrás lo que eres capaz de hacer y siempre te
quedarás con la duda de qué hubiera sucedido si lo hubieras intentado
alguna vez. Es mejor intentarlo y no conseguirlo, que no hacerlo y vivir
siempre con la espina clavada. La constancia y la perseverancia son
buenas aliadas para conseguir lo que nos proponemos, por eso te
aconsejo que lo intentes. Podrías sorprenderte de lo que eres capaz”.

4. Carrera de zapatillas
Había llegado por fin el gran día. Todos los animales del bosque se levantaron
temprano porque ¡era el día de la gran carrera de zapatillas! A las nueve ya
estaban todos reunidos junto al lago. También estaba la jirafa, la más alta y
hermosa del bosque. Pero era tan presumida que no quería ser amiga de los
demás animales, así que comenzó a burlarse de sus amigos:

– Ja, ja, ja, ja, se reía de la tortuga que era tan bajita y tan lenta.

– Jo, jo, jo, jo, se reía del rinoceronte que era tan gordo.

– Je, je, je, je, se reía del elefante por su trompa tan larga.

Y entonces, llegó la hora de la largada. El zorro llevaba unas zapatillas a rayas


amarillas y rojas. La cebra, unas rosadas con moños muy grandes. El mono
llevaba unas zapatillas verdes con lunares anaranjados. La tortuga se puso
unas zapatillas blancas como las nubes. Y cuando estaban a punto de
comenzar la carrera, la jirafa se puso a llorar desesperada. Es que era tan alta,
que ¡no podía atarse los cordones de sus zapatillas!

– “Ahhh, ahhhh, ¡qué alguien me ayude!” – gritó la jirafa.

Y todos los animales se quedaron mirándola. El zorro fue a hablar con ella y le
dijo:
– “Tú te reías de los demás animales porque eran diferentes. Es cierto, todos
somos diferentes, pero todos tenemos algo bueno y todos podemos ser amigos
y ayudarnos cuando lo necesitemos”.

Entonces la jirafa pidió perdón a todos por haberse reído de ellos. Pronto
vinieron las hormigas, que treparon por sus zapatillas para atarle los cordones.
Finalmente, se pusieron todos los animales en la línea de partida. En sus
marcas, preparados, listos, ¡YA! Cuando terminó la carrera, todos festejaron
porque habían ganado una nueva amiga que además había aprendido lo que
significaba la amistad.

 La aventura del agua


Un día que el agua se encontraba en el soberbio mar sintió el caprichoso deseo
de subir al cielo. Entonces se dirigió al fuego y le dijo:

– “¿Podrías ayudarme a subir más alto?”.

El fuego aceptó y con su calor, la volvió más ligera que el aire,


transformándola en un sutil vapor. El vapor subió más y más en el cielo, voló
muy alto, hasta los estratos más ligeros y fríos del aire, donde ya el fuego no
podía seguirlo. Entonces las partículas de vapor, ateridas de frío, se vieron
obligadas a juntarse, se volvieron más pesadas que el aire y cayeron en forma
de lluvia. Habían subido al cielo invadidas de soberbia y recibieron su
merecido. La tierra sedienta absorbió la lluvia y, de esta forma, el agua estuvo
durante mucho tiempo prisionera en el suelo, purgando su pecado con una
larga penitencia.

Fabulas
El perro y la carne

 Un perro consiguió un pedazo de carne pero la perdió cuando, por casualidad, se


asomó a un lago y vio el reflejo de un perro que parecía tener un trozo de carne
más grande que la de él y la quiso tomar, sin caer en la cuenta que aquel perro era
él mismo. De esta manera el perro perdió su cena.
 Moraleja: En ciertas ocasiones la avaricia puede ser nuestro peor enemigo y
hacernos perder algo que valoramos y que puede hacernos caer en el
arrepentimiento.
La carambola

  Iba un muchacho de viaje sobre un burro y encima, entre todas las cosas, llevaba
también un gato amarrado. El chico, con picardía le agarró con fuerza la cola al
gato y este, tras el jaleo, arañó al burro. El burro, con semejante susto de la
herida, rebuznó y de un salto tumbó al muchacho.
 Moraleja: El mal que se hace a otras personas vuelve a nosotros de alguna
manera. Igualmente pasa con las buenas acciones. Todo en esta vida se
devuelve.

El burro y la peña

  Una peña estaba bastante desprendida del suelo y a punto de caerse. Un burro la
vio e inmediatamente pensó que esa peña la podría tumbar de un solo empujón,
así que le propino una coz que terminó de aflojar la peña, pero al mismo tiempo, el
impulso se llevó rodando al burro que terminó debajo de la misma peña.
 Moraleja: No por creer que algo es sencillo de hacer puede ser ejecutado
fácilmente y sin preparación. No hay que confiarse de las habilidades y subestimar
la realidad.

El cuervo y la culebra

 Un cuervo que tenía mucha hambre vio tendida en el suelo a una culebra que
parecía dormida. Sin vacilar la atrapó entre sus garras y al instante la culebra se
despertó de su sueño y mordió al cuervo. Las últimas palabras del cuervo fueron
entonces que aquella caza que parecía sencilla finalmente le costó la vida.
 Moraleja: Sin apresurarse es más conveniente evaluar las situaciones antes de
lanzarse a tomar una decisión. Algunas veces una mala decisión puede
constarnos más de lo que creemos.

Los navegantes

 Los pasajeros de una embarcación se encontraban afligidos por el mal tiempo que
hacía y sentían que, en poco tiempo, la nave naufragaría. Sin embargo, de un
momento a otro, el clima cambió y salió el sol. El capitán del navío se mantuvo
siempre tranquilo porque sabía que los cambios climáticos no dependían de él.
 Moraleja: Si no puedes tener control sobre alguna situación, es mejor no
molestarse ni perturbarse porque siempre habrá cosas que no podamos controlar
por situaciones externas. Mantener la calma en estos momentos es lo más
indicado, porque al fin y al cabo, todo termina cambiando

Leyendas
1. Nessie
Mejor conocida como “El monstruo de Lago Ness”, esta leyenda forma
parte del folclore escocés y cuenta la historia de una criatura gigante con
apariencia prehistórica, que apareció por primera vez en el siglo XVI en
el Lago Ness, pero que ha sido vista incluso en épocas recientes. La
leyenda retomó fuerza cuando aseguraron verlo en el año de 1933, lo
que ha inspirado distintas películas y mantiene en suspenso a
quienes visitan el lago.

2. El molino de sal
Está leyenda nórdica cuenta que hace muchos años existía un gigante
que tenía un molino mágico. El molino era pequeño y podía producir
sal. Un día, el gigante se lo regala a una mujer viuda y a su pequeña hija.
Ambas trabajan con el molino y obtienen tanta sal que pueden venderla
al pueblo. Desafortunadamente un duende, celoso del molino, lo roba y lo
arroja al mar. Y por está razón el agua del mar es tan salada.

3. Robin Hood
También conocido como el “príncipe de los ladrones”, Robin Hood es de
los personajes ingleses más conocidos en las leyendas de la cultura
occidental. Su historia se ha inspirado en distintos personajes, aunque
uno de los más mencionados es Ghino di Tacco, héroe italiano de siglo
XIII. Los registros escritos sobre Robin Hood se han ubicado desde
el siglo XIII, aunque ganó popularidad a partir del siglo XV.

Se trata de un hombre que se enfrentaba con los ricos para defender a


los pobres. Sin que se dieran cuenta, le quitaba pertenencias a los
primeros para dárselas a quienes las necesitaban más; siempre en
compañía de su traje verde, su arco y sus flechas.

4. La Llorona
La Llorona es una leyenda de origen latinoamericano, especialmente
popular en México. La versión más difundida cuenta la historia de una
mujer que había sufrido el rechazo de su marido, y ella, en señal de
despecho, asesinó a sus hijos. La culpa la hace regresar por las
madrugadas en la forma de un fantasma que grita “¡Ay mis hijos!”.

Otras versiones cuentan que se trata de una representación de La


Malinche, mujer que ejerció como traductora e intérprete de Hernán
Cortés durante “la conquista” de América. En este caso, el grito de
sufrimiento tiene que ver con que algunas versiones del proceso de
colonización, han atribuido injustamente a la Malinche la responsabilidad
sobre lo ocurrido.

5. El hombre lobo
El hombre lobo es probablemente una de las leyendas que más ha
inspirado cuentos y películas en Europa. Cuentan que a finales del siglo
XIX, un hombre con licantropía asesinó a 17 personas. La explicación
que él mismo dio es que por las noches, se transformaba inevitablemente
en un lobo cuya necesidad insaciable era asesinar. En otra versión, de
origen guaraní, existe un humano de aspecto desgarbado y olor
desagradable que se transforma en lobo durante las noches de luna
llena, y se dedica a atacar granjas y buscar carroña.
Adivinanzas
1. Tengo agujas pero no sé coser, tengo números pero no sé leer, las horas te doy,
¿Sabes quién soy?
Respuesta: El reloj.
2. Blanca por dentro, verde por fuera. Si no sabes, espera. ¿Qué es?
Respuesta: La pera.
3. Antes huevecito, después capullito y más tarde volaré como un pajarito. ¿Sabes
quién soy?
Respuesta: La mariposa.
4. Soy bonito por delante y algo feo por detrás, me transformo a cada instante ya que
imito a los demás. ¿Sabes quién soy?
Respuesta: El espejo.
5. Oro parece, plata no es. Abran las cortinas y verán lo que es.
Respuesta: El plátano.
6. Sal al campo por las noches si me quieres conocer, soy señor de grandes ojos, cara
seria y gran saber. ¿Quién soy?
Respuesta: El búho.
7. Cabeza de hierro, cuerpo de madera, si te piso un dedo, ¡menudo grito pegas! ¿Qué
es?
Respuesta: El martillo.
8. Canto en la orilla, vivo en el agua, no soy pescado y tampoco cigarra.
Respuesta: La rana.
9. Me llegan las cartas y no sé leer y, aunque me las trago, no mancho el papel. ¿Qué
es?
Respuesta: El buzón.
10. En tus manos limpio, en tus ventanas sucio. Si sucio, me ponen limpio, y si limpio,
me ponen sucio. ¿Qué es?
Respuesta: El pañuelo.

Chistes
 Está un niño haciendo deberes y le pregunta a su papá: ¡Papá!,
¿cómo se escribe la palabra campana? Su padre responde: Pues
se escribe igual que suena hijo. Gracias, papá, le responde el niño
antes de escribir tolón, tolón.

 Un grupo de personas están haciendo el censo en la ciudad
cuando llegan a una casa llamada "Paraíso". Tocan a la puerta y
sale un hombre, de modo que preguntan: Señor, buenos días.
¿Cuál es su nombre? Mi nombre es Adán. Señor Adán, ¿cuál es el
nombre de su esposa? El nombre de mi esposa es Eva, responde.
Ummmm, a ver… ¿Por casualidad la serpiente también vive aquí?
¡No amigo, claro que no!, la suegra fue desterrada de este paraíso
hace tiempo.

 Un hombre todo feliz le pregunta a su esposa: ¿Mi amor, qué me
vas a regalar el día de mi cumpleaños? Ella le responde: mira, ¿ves
ese coche que hay en la esquina? El hombre, super emocionado le
dice: ¡Dios mío! ¿Enserio vas a regalarme ese coche? Ella,
sorprendida, le dice: ¡claro que no!, te voy a regalar una plancha de
ese mismo color.

 El niño le pregunta a la mamá: ¿Mamá, de dónde venimos
nosotros? La madre responde: Hijo, venimos de Adán y Eva. El
niño replica: ¡Mamá! En la escuela nos dicen que venimos del
mono. La madre le responde: Hijo mío, una cosa es la familia de tu
padre y otra cosa es la mía.

 ¿A qué te dedicas? , le preguntan a un hombre en una agencia de
empleos. El hombre responde: a matar dragones. Y de forma
exclamativa le dicen: ¡pero los dragones no existen! El hombre
responde de manera interrogativa: ¿Ustedes han visto alguno? El
que le está entrevistando de inmediato responde: no señor, claro
que no. Y el hombre, orgulloso, replica: pues eso, porque yo los
maté a todos.

 Anita le dice a su amiga: Loca, ya sé por qué estoy
engordando. ¡Es por culpa del champú! En el envase dice
"para dar cuerpo y volumen". ¿Y que vas a hacer? Le
pregunta su amiga. Mira, dice Anita, a partir de ahora me
lavaré el pelo con jabón para lavar los platos, en el encase
dice "quita grasa, hasta la más difícil".

 Mamá, mamá, ¿sabías que Juana de Arco era drogadicta? La
mamá le mire y le dice: ¿Pero qué dices? Eso no es cierto.
Que sí, mamá, en el libro pone que murió por heroína.

 ¿Cómo se llama el campeón de apnea japonés? Tokofondo.

 ¿Cómo se llama el subcampeón de apnea japonés? Kasitoko.

El General de batallón le pregunta a un soldado: Soldado,
¿cuál es mi rango? El soldado, dubitativo, contesta: No lo sé,
¿mi capitán? ¡No seas ridículo! contesta el general, ¿no ves
todas las estrellas que llevo en el pecho? ¡Ah sí! dice el
soldado, entonces eres mi cielo.
Coplas

1 Para mí todo es bonito,


para mí todo es igual,
soy un hombre afortunado
que canta siempre al despertar.

2 Yo no sé qué dice el viento,


yo no sé qué dice el mar,
mas cuando miro al horizonte
siempre comienzo a llorar.

3 Al atardecer canto
una alabanza al cielo,
mas no tengo mi rima
y entonces yo me lamento.

4 Mi memoria no olvida,
mas sí puedo perdonar,
cada vez que recuerdo
mis ojos se ponen a llorar.

5 Todo mi ser ha amado


a aquel que con desprecio me vio,
aunque mis pesares yo he olvidado
mi dolor nunca cesó.

Retailas
1. Chincha, rabiña
Chincha, rabiña,

tengo una piña

con muchos piñones

y tú no los comes.

2. Zapatito
Zapatito blanco,

zapatito azul,

dime cuantos años

tienes tú.

3. Pito, pito
Pito pito, colorito,

¿Dónde vas tu tan bonito?

A la era verdadera,

pin, pan, fuera.

4. Éste…
Éste fue a por leña,

éste le ayudó,

éste encontró un huevo,

éste lo frió,

y este gordito,
se lo comió.

5. Uni, doli
Uni, doli,

teli, catoli,

quile, quileta,

estando la reina

sentada en su silleta

vino el rey

le apagó el candil,

candil, candol,

cuenta las veinte

que veinte son...

6. En la casa de Renato
En la casa de Renato

todos cuentan hasta cuatro:

uno, dos, tres y cuatro.

Todos cuentan hasta cinco

en la casa de Francisco:

uno, dos, tres, cuatro y cinco.

7. Santa Rita, Rita


Santa Rita, Rita
Lo que se da no se quita,

Con papel y agua bendita

En el cielo ya está escrita.

8. Sana, sana
Sana, sana, colita de rana Si no sana hoy sanará mañana.

 Se usa para sanar a alguien.

9. Quien se fue a Sevilla...


El que se fue a Sevilla

Perdió su silla,

El que se fue a León

Perdió su sillón.

10. Cro, cro, cantaba la rana


Cro-cro cantaba la rana,

cro-cro debajo del agua,

cro-cro pasó un caballero,

cro-cro con capa y sombrero,

cro-cro pasó una criada

cro-cro vendiendo ensalada.


Refranes

1 Más vale estar solo que mal acompañado


2 Perro ladrador poco mordedor

3 A caballo regalado no le mires el dentado

4 A mal tiempo, buena cara

5 La cabra siempre tira al monte

6 A palabras necias, oídos sordos

7 No es oro todo lo que reluce

8 A las diez en la cama estés, si es antes mejor que después

9 No hay atajo sin trabajo

10 En boca cerrada no entran moscas

Trabalenguas
1. Uno cortito y muy fácil.

 Pablito clavó un clavito. ¿Qué clavito clavó Pablito?

2. La complicación está en la sílaba co.

 Compadre, cómprame un coco.


 Compadre, coco no compro porque el que poco coco come
 poco coco compra. Yo, como poco coco como, poco coco compro.
 Compadre, cómprame un coco. ¡Que no compro coco, ni como!

3. Un clásico sobre la r simple y doble.

 El perro de San Roque no tiene rabo


 porque Ramón Ramírez se lo ha cortado.
 Y al perro de Ramón Ramírez ¿quién el rabo le ha cortado?

4. Uno de la r con la t.

 Me trajo Tajo tres trajes, tres trajes me trajo Tajo.

5. Otro tradicional para la r doble.

 Erre con erre, guitarra;


 erre con erre, carril:
 rápido ruedan los carros,
 rápido el ferrocarril.
6. Otro clásico sobre la r simple en su versión más larga.

 Tres tristes tigres comen trigo en un trigal.


 Tanto trigo tragan
 que los tres tigres tragones
 con el trigo se atragantan.

7. Uno fácil con la ch.

 Pancha plancha con cuatro planchas.


 ¿Con cuántas planchas plancha Pancha?

8. Este es cortito sobre la p y las vocales i y a.

 La madre y la hija van a misa.


 La madre pisa paja y la hija paja pisa.

9. Uno de amor.

 Cómo quieres que te quiera


 si el que quiero no me quiera
 no me quiere como quiero que me quiera.

10. Para terminar, uno de mucha risa.

 Los cojines de la reina,


 los cajones del sultán.
 ¡Qué cojines!
 ¿Qué cajones!
 ¿En qué cajonera van?

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