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COLOMBIA PERSPECTIVA MACROECONÓMICA 2016

Entre el 2009 y 2013 se registró un crecimiento importante en la economía, gracias al alza en


los precios del petróleo. Pero, a mediados del 2014 se presentaron cambios significativos en el
mercado mundial petrolero, por ello, fue necesario un ajuste de gastos.

Colombia recibió aproximadamente el 10% del PIB de ingresos adicionales a finales del 2011
por el aumento del precio del petróleo.

Desde el 2014 se ha observado cómo han disminuido los precios del petróleo, pero se descarta
que sea por los cambios tecnológicos en los procesos productivos, tecnología no convencional
(Estados Unidos y Canadá), políticas de producción (Arabia Saudita) y menor crecimiento de
los países emergentes (China). Se estima que los ingresos adicionales sólo alcanzaron a
representar el 1.4% de PIB en el tercer trimestre del 2015.

Por ser el petróleo el principal producto de exportación de Colombia, ha sufrido las


consecuencias por la disminución de los precios durante el último año y medio. Las empresas
petroleras, municipios que reciben regalías y el Gobierno Nacional, accionistas petroleros y
recaudadores de la renta petrolera, fueron los principales afectados. Luego aumentaron las
tasas de cambio y esto afectó la inflación, siendo el sector de ventas de bienes importados,
importadores de bienes capitales viajeros al exterior y trabajadores con reajustes de ingresos
por debajo de inflación los segundos afectados por estas alzas.

Estando así en una transición a tercera fase. Se debe pagar más impuesto, y por ello se ven
afectados los sectores y agentes de la economía. Se realiza una reducción a la renta petrolera
del gobierno nacional que ascendería a 20 billones entre 2013 y 1016.

También tenemos un déficit en la cuenta corriente de Colombia que significa la vulnerabilidad


de los flujos capitales en un entorno internacional complicado, gracias al exceso de gastos
sobre el ingreso.

ENTORNO INTERNACIONAL

En el 2015 se presentó en el menor crecimiento mundial desde el 2008 y 2009. Estuvo


marcado por la desaceleración económica en la mayor parte de países emergentes y la
continuación de la crisis en los precios de la materia prima. El petróleo es el más afectado por
el exceso de las ofertas e inventarios frente a la demanda que hubo a lo largo del año.

El precio del barril inició el año en USD 56.4 y terminó en USD 37.2, bajo 34% y su promedio
pasó de USD 99.7 a USD 53.5, bajo 46.3%.

Esto ha dividido el comportamiento de emergentes, los países grandes sufren altas caídas en
sus exportaciones, presiones por la tasa de cambio y con ello la inflación en aumento al igual
que en las tasas de intereses. En el caso de Colombia, alcanzó el mayor nivel tasa de cambio de
su historia, la escasez de alimentos producidos por el fenómeno de El niño, dio como resultado
la mayor inflación desde el 2008. En los países importadores disminuyó la inflación y redujo la
tasa de interés, como es el caso de Costa Rica.

América Latina se vio afectada por los precios de la materia prima. La cual puso en riesgo la
economía de Brasil por la pérdida de confianza de los inversionistas extranjeros y retiros de
inversión, a su vez una devaluación de su moneda. Caso similar pasó en Venezuela, también se
vio afectos con la devaluación del Bolívar en el mercado negro y el cierre de fronteras con
Colombia y con ello la disminución del comercio bilateral. El Ecuador para evitar la devaluación
de su moneda impuso salvaguardar los productos colombianos, afectando el intercambio
comercial.

Estas son las preocupaciones más destacadas en el 2016:

Menor crecimiento de China: se estima que la segunda economía del mundo tendrá un
crecimiento del 6.3% en el 2016, esta es inferior a la meta planificada. En los últimos meses
hemos notado una fuga de capitales por la creciente desconfianza por los grandes desafíos
económicos. China es el segundo mayor consumidor de petróleo y principal socio comercial de
países como Brasil, Chile y Perú, de suma importancia para la recuperación del mercado.

Elevado nivel de endeudamiento en el mundo: ante las advertencias de elevados niveles de


endeudamiento en el mundo, los países desarrollados disminuyeron los gastos de los hogares,
pero aumentaron los del gobierno y fueron necesarias implementar políticas para evitar una
crisis financiera que pusiera en riesgo la salud financiera de bancos europeos. Por otra parte,
los países en desarrollo se vieron afectados por los endeudamientos de años recientes que en
su mayoría se utilizó para el desarrollo productivo y con la caída de los precios de la materia
prima y los excesos de capacidad instalada dificultando el oportuno servicio.

Política monetaria en Estados Unidos: En el 2015 se hacía necesario el aumento del 1% en la


tasa de interés monetaria para aliviar las presiones generadas por las salidas de capitales y
valorizar los precios de las materias primas expresado en dólar.

BALANCE DE PAGO

En el 2015 se concentraron en las exportaciones de petróleo y carbón aunque en el mercado


internacional se encontraba en precios preocupantes, generando así el deterioro de las
cuentas corrientes con un déficit del 6.7% del PIB (USD 19.810 Millones). Ante la caída del
valor las exportaciones aumentaron la tasa de cambio y disminuyó el consumo de bienes
importados.

Para el rubro de renta de los factores (ingresos primarios) se registró un balance negativo que
resultó de menor magnitud que en años anteriores a causa de la disminución de los egresos
por concepción de utilidades de las empresas extranjeras.

Las transferencias (ingreso secundario) mostró un aumento gracias al retorno de las remesas a
una senda de crecimiento.

Se proyecta un déficit de la cuenta corriente con una reducción del 0,8% del PIB para el 2016
gracias a la depreciación del peso colombiano frente al dólar en las actividades de comercio
exterior y de los menores ingresos por concepción de la renta de los factores.

Las ventas extranjeras han sido afectadas fuertemente por la caída de los precios
internacionales de la materia prima, se espera que se pueda competir con el mercado
internacional por la devaluación de la tasa de cambio, los aliados comerciales con
proyecciones al crecimiento, la menor participación de productos tradicionales en las
exportaciones y con el menor precio internacional del barril de petróleo previsto para el 2016,
con el funcionamiento de la refinería de Cartagena (reficar) se espera exportar menos crudo
pero aumentar las ventas externas de productos refinado.

Para renta de los factores (ingresos primarios) proyectamos un balance negativo de USD 4.857
millones, con una disminución de USD 1.561 millones frente el 2015. Gracias a la baja del
petróleo y el retroceso de inversiones extranjeras
Transferencias (ingresos secundarios) con USD 5.900 millones, mantiene una tendencia al
crecimiento.

En cuanto a las cuentas financieras es necesario una reducción en el flujo de inversión


extranjera directa y de portafolio.

ESTIMACIÓN DEL PIB

Lo importante de 2015

Durante los tres primeros trimestres de 2015 la economía colombiana creció en promedio de
3.0%, con una desaceleración frente al 5.0% obtenido en el mismo período de 2014. Los
sectores de mayor crecimiento fueron: construcción (4.7%), comercio (4.6%) y servicios
financieros (4.1%). Los de menor desempeño fueron la industria manufacturera (0.0%) y la
minería (1.2%).

La demanda interna aumentó en promedio 3,3% en términos reales, variación que resultó ser
inferior al 6.5% del mismo periodo del año anterior. Este comportamiento se observó en el
consumo de los hogares, el gasto del gobierno y la inversión que alcanzaron modestos
crecimientos de 3.7%, 2.2% y 2.8% respectivamente.

Prevemos que la economía creció un 3.5% en el último trimestre del año con lo cual el
crecimiento real consolidado de Colombia para 2015 habría sido de 3.1%.

Proyecciones de PIB para 2016

Para el 2016 se espera una expansión de la actividad económica agregada de 2.6% y un


pequeño incremento en la tasa de desempleo por los bajos niveles de los precios del petróleo,
que afectarán la producción nacional de crudo y el ritmo de inversión en exploración
reduciéndose el ingreso nacional en general y por ende la demanda final deberá moderarse; la
mayor tasa de cambio permitirá una mayor competitividad de los productos locales frente a
los importados pero resentirá los niveles de inversión, especialmente en maquinaria y equipo;
las tasas de interés registran una tendencia al alza fruto del aumento de las tasas de interés
internacionales, del incremento de la inflación y el aumento en la tasa de política del Banco de
la República y del aumento en el nivel de riesgo país, y las consecuencias del fenómeno de El
Niño sobre la producción agropecuaria y sobre la trayectoria de la inflación.

Teniendo en cuenta que a la fecha no se conocen los datos del último trimestre y por tanto los
consolidados para el año 2015, se hacen estimaciones para las proyecciones para 2016.

PIB por el lado del gasto

Por la caída en el ingreso nacional derivada la disminución en los precios del petróleo, el
crecimiento y la composición de la demanda han venido cambiando significativamente.

La demanda agregada se ha venido reduciendo, pasando de crecer 7.7% en el primer trimestre


de 2014 a crecer 2.8% en septiembre del año pasado. El ajuste más importante ha corrido por
cuenta de la inversión que pasó de crecer 13.3% a caer -0.4%. Este hecho sucede por el ajuste
de las finanzas públicas, por la inversión importada la tasa de cambio ha encarecido el costo de
los bienes de capital, y el deterioro del clima de inversión.

El gasto del gobierno fue el segundo componente de la demanda, después de lograr


crecimientos de 9.4% pasó a crecer 2.7% en el tercer trimestre de 2015. El consumo de los
hogares, rubro con una participación cercana a 65% en el PIB, mostró una desaceleración más
moderada: en el primer trimestre de 2014 registró un crecimiento de 4.06% y en el tercer
trimestre de 2015 descendió a 3.54%.

Para el cierre de 2015 y el 2016 esperamos que las tendencias descritas se mantengan. La
inversión (Formación Bruta del Capital) sería el único componente con una caída real (-2.4%)
en el presente año. El consumo del gobierno tendría un crecimiento ligeramente más bajo al
observado en 2015 y el consumo de los hogares pasaría a crecer un 3% después de haber
crecido 3.7% en 2015.

El menor crecimiento del consumo de los hogares se casa por el incremento del salario
mínimo, que resultó ser inferior a la inflación, la tendencia alcista de las tasas de interés en la
economía, la continuación de los ajustes por parte del gobierno nacional en sus gastos.

La disminución en el crecimiento de la demanda prevista para este año debe ayudar a corregir
el balance deficitario de la cuenta corriente generado por la caída en los precios del petróleo.

Inversión

La inversión en la economía tiene tres componentes principales: edificaciones, obras civiles y,


maquinaria y equipo (incluye equipo de transporte), con participaciones de 27%, 34.6% y
38.4%, respectivamente.

Para el cuarto trimestre de 2015 prevén un crecimiento de apenas 0.7%, con lo cual la
actividad pudo haber alcanzado en el año un crecimiento real de 2.3%.

Se espera que la dinámica que imprimirá el programa de concesiones viales de Cuarta


Generación (4G) mantenga su crecimiento hasta alcanzar su máximo en 2018. El año 2016
marcará el inicio de las grandes inversiones en el sector de obras civiles, ya que la primera y
segunda ola de este programa se encuentran completamente adjudicadas y en el transcurso
del año iniciarán las obras de la mayoría de los proyectos. Continuarán los cierres financieros
de los proyectos de segunda ola y se espera la adjudicación de los proyectos de la tercera y
aquellos de iniciativa privada.

El sector edificador registró durante 2015 una recuperación en materia de comercialización de


vivienda nueva. Las ventas despegaron en el segundo trimestre hasta alcanzar un crecimiento
estimado de 12.9% real en diciembre.

La comercialización de vivienda tendrá un impacto sobre el valor agregado del sector en un


periodo comprendido entre 9 y 12 meses. De esta manera, se proyecta que el componente
residencial del sector edificador crecerá en 2016 a una tasa de 10.4%. Este incremento sería
compensado parcialmente por un deterioro de -6.2% en el renglón de no residenciales. La
inversión en maquinaria y equipo tiene una estrecha relación con la tasa de cambio real, en los
últimos meses y los altos niveles esperados en 2016, se piensa que el ajuste a la baja en este
rubro de la inversión será significativo. Proyectamos que la inversión se contraerá a una tasa
de -2.4% en 2016.

Consumo de los hogares

El consumo de los hogares crecerá a una tasa anual de 3.6% en el último trimestre de 2015,
con lo cual el crecimiento consolidado de 2015 para este componente sería también de 3.6%.

Este componente está agrupado en dos rubros: los bienes de consumo durable y semidurable,
y los bienes no durables incluyendo servicios. El primero de ellos se caracteriza por mayores
fluctuaciones en su crecimiento. En razón a su fuerte correlación negativa con la tasa de
cambio esperamos que en 2016 este rubro continúe contrayéndose como lo hizo durante
2015, con una caída promedio de -8.9% en el primer semestre y una posterior recuperación de
1.9% en el segundo semestre, promediando una caída del - 3.5% para todo el año.

Comercio exterior

Las exportaciones caerán a una tasa real de 2.8% en 2015. Para 2016, por la devaluación del
peso colombiano y el mejor desempeño de nuestros principales socios comerciales se espera
un crecimiento de 2.5%.

En cuanto a las importaciones, consideramos que en el año 2015 pudieron haber disminuido -
0.4% de acuerdo con la menor dinámica de los componentes de consumo. Para 2016,
proyectamos que mantengan esta tendencia negativa y caigan -9.5%.

PIB por el lado de los sectores

Desde 2011, Colombia venía transitando por una senda de buen crecimiento, situación que
terminó en 2015 con una desaceleración considerable. Tal desaceleración fue generalizada,
salvo por las ramas primarias de la producción (agricultura y minería) que lograron crecer
ligeramente por encima de sus tasas de 2014, mientras que los servicios, la construcción, el
transporte y el comercio se desaceleraron de manera importante. Aún con esta situación, 2015
cerró con tasas positivas en todos los sectores.

Se sugiere que en 2016 la mayoría de sectores desacelerará en forma apreciable, la minería


tendrá el peor desempeño. Para este sector anticipamos una caída de -3%, la tasa más baja
desde 2001.

La construcción y la industria manufacturera aportarán 1.7% del crecimiento total en 2016.


Sectores como el agropecuario, el comercio y los servicios financieros mostrarán fuertes
ajustes a la baja, mientras que otros como el transporte y los servicios personales se
contraerán de forma leve.

Sector Agropecuario

Se prevé un crecimiento de 2.9% en 2015, impulsado por la recuperación de la producción de


café que llegó a los 14.2 millones de sacos y que se estableció como record de las dos últimas
décadas.

Para 2016, proyectamos un menor crecimiento de 1.6%. Este comportamiento obedece al


fenómeno de El Niño. En el caso particular del café, la producción esperada es de apenas 13
millones de sacos.

En cuanto al sector pecuario, hubo buen comportamiento en 2015 por una mayor demanda
nacional e internacional. Pero en el 2016 por el deterioro de los subsectores avícola y
porcicultor estarían afectados por la devaluación. Se espera un modesto incremento en la
producción de ganado bovino dados los efectos del fenómeno de El Niño.

Minas y canteras

Registró un crecimiento anual de 1.2% en el periodo comprendido entre enero y septiembre


de 2015, Para el último trimestre, estimamos una caída de -0.3%, el sector minero terminaría
el año con una variación real de 0.8%.
El panorama que ofrece el sector de petróleo es poco alentador. El continuo desplome de los
precios del crudo ha hecho que empresas, gremios y analistas revisen sus pronósticos de
producción, dado que la operación de algunos pozos ha dejado de ser rentable. Para 2016 la
producción de petróleo promedió los 944 mbd, equivalente a una caída de -5.7%.

El segundo renglón más importante del sector de minas y canteras es la extracción de carbón,
cuya producción en 2015 ascendió a 88 millones de toneladas y registró un decrecimiento de -
0.1% en comparación con 2014. Hemos optado por tomar las proyecciones oficiales, que
suponen una contracción del -0.2% para este año, llegando así a una producción de 88.14
millones de toneladas.

Por su parte, los minerales metálicos como el ferroníquel y el oro registran crecimientos lo cual
amortiguó en parte la contracción del petróleo y el carbón. De este modo, proyectamos que el
sector minero en su conjunto caerá -3.0% en 2016.

Industria manufacturera

El 2015 será recordado como un año de importantes cambios en el entorno de la producción


industrial del país, desde finales de 2014 nuestra moneda inició un proceso de devaluación, el
principal problema que percibieron los industriales el año pasado fue el comportamiento del
tipo de cambio que incrementó los costos de las materias primas, seguido por la falta de
demanda y la competencia.

Para el último trimestre de 2015, según nuestras estimaciones, el crecimiento de la actividad


de refinación fue de 14% con lo cual la industria presentó un crecimiento del 2.6%. Con esto la
producción manufacturera alcanzó una expansión de tan sólo 0.6% en el año 2015.

Durante el 2015, la participación de esta industria en el total de la actividad manufacturera


representó 11.7%12. Con la puesta en funcionamiento de Reficar que permitirá que la
actividad de refinación presente un crecimiento del 52%, se espera que esa participación
aumente al 16.3% en promedio para el 2016.

Comercio, reparación de vehículos y enseres, restaurantes y hoteles

Durante 2015 el 68.1% de la producción del sector correspondió a la agrupación de comercio.


Los subsectores de reparación de vehículos y enseres, y de restaurantes y hoteles representan
el 8.7% y el 23.2%, respectivamente. Destacamos que el subsector comercio registró cifras más
positivas que el consumo durante 2015, el comercio creció 3.5% en el cuarto trimestre de 2015
y el terminó con un crecimiento de 4.4%.

Transporte, almacenamiento y comunicaciones

La rama de transporte ha estado compuesta mayoritariamente por el transporte por vía


terrestre (44.1%) y por los servicios de correo y telecomunicaciones (40,5%), los cuales
alcanzaron variaciones reales anuales de 2.2% y -0.8%, respectivamente, en los tres primeros
trimestre de 2015. Los componentes de transporte aéreo y agencias de viajes mostraron un
comportamiento muy favorable con crecimientos de 9.4% y 5.0%, respectivamente, con lo que
la rama de transporte creció 1.7% en este mismo periodo. Prevemos para esta rama una
variación de 2.4% en el último trimestre y de 1.9% para todo el año 2015. El sector transporte
y comunicaciones crecerá un 1.7% en 2016.

Sector financiero y otros servicios a las empresas


Consideramos que este sector alcanzó un repunte de 4.9% en el último trimestre de 2015 y su
crecimiento en el año completo fue de 4.3%, resultando inferior al registrado en 2014.

Para el 2016 estimamos un menor incremento del PIB financiero: 3.2% anual.

Suministro de electricidad, gas y agua

El sector de electricidad, gas y agua creció a un ritmo anual de 3.8% en 2014 y durante los tres
primeros trimestres de 2015, creció a una tasa promedio de 2.5%. Claramente, el aumento de
las tarifas de gas medido por la variación del 22% anual del IPC de gas a septiembre, ha
ocasionado la disminución en la demanda de gas domiciliario. Para el año 2016, nuestras
proyecciones señalan una trayectoria descendente, con un crecimiento de 2.3% como
resultado del menor crecimiento de la actividad económica.

Construcción

El sector de construcción está compuesto principalmente por dos subsectores: obras civiles y
de infraestructura (57.3%) y edificaciones (42.7%). Desde 2011, éste ha sido uno de los
sectores más dinámicos en el país a causa del fuerte impulso que ha recibido por parte de las
políticas públicas.

En los tres primeros trimestres de 2015, el sector creció 4.7% en promedio, con una mayor
dinámica de las obras civiles. En el cuarto trimestre hubo un crecimiento de 7.1% para
promediar una tasa de 5.3% el menor crecimiento en 2015 frente al 2014, es reflejo de la
desaceleración en el sector de edificaciones no residenciales y del retraso en la puesta en
marcha del programa de vías 4G.

En lo que a obras civiles se refiere, se espera que durante 2016 los desembolsos realizados a
los concesionarios de las vías 4G alcancen los $2.5 billones, impulsando la variación del PIB real
de obras civiles

En el sector de edificaciones hubo un leve crecimiento de 0.5%, muy lejano del 7.4% registrado
en el mismo periodo del año anterior.

Para 2016 nuestra proyección arroja un tímido repunte en el ritmo edificador. El buen
comportamiento que se observó en las ventas de vivienda durante 2015 se verá reflejado en
un buen crecimiento del renglón de edificaciones residenciales. A lo anterior se suma el efecto
que tendrán los programas del gobierno en materia de auxilios para la adquisición de vivienda
como Mi Casa Ya y el proyecto de mejora de la infraestructura educativa.

INFLACIÓN

La inflación sorprendió por su comportamiento en 2015 al terminar en 6.77%. Este resultado


fue consecuencia, en gran medida, de las continuas e inesperadas alzas de los precios de los
alimentos y productos transables, generados por el fenómeno de El Niño y por la depreciación
de la tasa de cambio.

En suma, El Niño y la depreciación, dos fenómenos son dependientes entre sí, operaron en una
misma dirección para incrementar los precios a su nivel más alto desde 2008. Para el 2016, la
prolongación de la desaceleración económica y el alivio de las presiones alcistas en los precios
de los alimentos, que se espera para cuando termine el fenómeno de El Niño, compensarán en
alguna medida los riesgos al alza.

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POLÍTICA MONETARIA Y TASAS DE INTERÉS

La primera mitad de 2015 estuvo caracterizada por una desaceleración de la actividad


económica, una fuerte caída de la inversión y una inflación moderada, llevando al Banco de la
República a mantener su tasa de política monetaria (TPM) estable en 4.50% hasta agosto. En el
segundo semestre del año, la autoridad monetaria aumentó su tasa hasta llevarla a 5.75% en
el cierre del año. La Junta Directiva del Banco de la República, inicio del endurecimiento de la
política monetaria. En concordancia con esto decidió incrementar la TPM a 6.0% en su primera
reunión del 2016. Se estima un menor crecimiento económico y altos niveles de inflación,
especialmente en la primera parte del año. Prevemos que el Banco de la República continuará
incrementando su tasa de referencia en los primeros meses del año, llevándola a 6.75% en
abril y, suponiendo una evolución favorable de la inflación, comenzaría su descenso en
septiembre hasta 5.75% en diciembre. Acorde con esto, proyectamos una DTF (90 días)
promedio de 6.4% para el presente año.

También contribuye el aumento de la percepción de riesgo para la economía colombiana y los


mayores costos de endeudamiento externo, los efectos de la decisión adoptada por la FED de
aumentar su tasa de referencia y las expectativas de mayores incrementos descritos
anteriormente, y en el ámbito doméstico, el aumento del rendimiento de los títulos de deuda
pública interna.

TASA DE CAMBIO

Inició el año con una cotización de $2,392 por dólar, cuando el precio del barril de petróleo
para la referencia BRENT era de USD 56.42. Al terminar el año, el precio del crudo descendió a
USD 37.2 por barril y la tasa de cambio aumentó hasta $3,149 por dólar. El valor promedio del
dólar en 2015 fue de $2,743.3 lo que representó una devaluación del 37,1% frente al nivel
observado en 2014. Al cierre de la edición de este documento, la tasa de cambio alcanzaba su
máximo valor histórico superior a los $3,400 por dólar.

El Banco de la República activó el mecanismo de opciones de control de volatilidad, que no ha


tenido ningún efecto en la práctica.

Los Credit Default Swaps (CDS) a 10 años para Colombia comenzaron el 2015 en 195.4 pbs y
una constante alza los llevó a 297.6 pbs en diciembre. Al cierre de esta edición los CDS
alcanzaban los 380 pbs, su punto más alto desde la crisis de Lehman Brothers.

FINANZAS PÚBLICAS

El Gobierno Nacional Central (GNC) es el agente de la economía colombiana que más se ha


visto afectado por el desplome de los precios internacionales del petróleo. Su déficit fiscal pasó
de ser 2.6% del PIB en 2014 a 3.0% en 201514

Su deterioro se originó en la caída de los ingresos recibidos por concepto de impuestos y


dividendos de empresas petroleras, pasaron de representar 2.59% del PIB en 2014 a 1.19% del
PIB en 2015.

Durante 2015, el gobierno realizó una operación de manejo de deuda con la cual logró reducir
en $4 millones los pagos de amortizaciones programados para junio de 2016 y la colocación de
títulos de deuda externa por un monto de USD 1,500 millones como pre-financiación de la
siguiente vigencia. Anunció medidas de austeridad como: congelamiento de la nómina del
sector público y ejecución condicionada de $2 billones de pesos de gasto público al
comportamiento de los ingresos de la nación.

Recientemente y en concordancia con la caída en las proyecciones del precio del petróleo para
este año, el Ministerio de Hacienda informó sobre la modificación en dos supuestos para
ajustar su plan financiero: por una parte redujo el precio de referencia del barril del petróleo
Brent de USD 38 a USD 34.7 y por otra, recortó en 11 mbd su proyección de producción de
petróleo. Según ha afirmado el Ministro de Hacienda, el déficit del 3.6% establecido en la regla
fiscal se mantendrá (“está escrito en piedra”) por lo cual cualquier menor nivel de ingreso
deberá ser compensado por una reducción del gasto.

A pesar de esto, se han incrementado las preocupaciones por la salud de las finanzas públicas.
En particular, algunos observadores han llamado la atención sobre las dudas de que el
gobierno alcance los elevados niveles programados de recaudo tributario y la necesidad de
que el gobierno adopte medidas de mayor austeridad.

CONCLUSIONES

La caída de los precios del petróleo causará mayor impacto en 2016 y 2017 que el que causó
en 2015. Los elementos que hacen pensar en la reducción de la demanda en Colombia
provienen de distintas fuentes: incrementos en costos por aumentos de la tasa de cambio,
ajustes en el salario por debajo de la inflación de estratos bajos, incrementos en las tasas de
intervención del Banco de la República, reducción de la inversión y el gasto públicos por caída
en la renta petrolera, entre otros.

La economía crecerá menos en 2016. Estimamos un crecimiento del 2.6% incluyendo el efecto
de la refinería de Cartagena y el inicio de la cuarta generación de concesiones viales. El
crecimiento sin estos aportes sería de apenas un 1.6%. La inversión total en la economía
deberá reducirse y el crecimiento del resto de componentes de la demanda moderarse. Los
factores que pueden conducir a un menor crecimiento son varios: el crecimiento de las
presiones inflacionarias que hemos podido observar en los últimos meses, la continua caída
del ingreso nacional a consecuencia de los menores precios del petróleo y un menor
crecimiento mundial frente al que hemos utilizado en nuestros supuestos.

El déficit en cuenta corriente iniciará su proceso de corrección lo que permitirá reducirlo de


6.7% a 5.8%. Sin embargo su tamaño sigue siendo grande y continuará siendo una fuente de
inestabilidad en muchas variables, en particular de la tasa de cambio.

Las proyecciones de tasa de cambio siguen ancladas a lo que suceda con el precio
internacional del petróleo.

A este respecto, y basados en las proyecciones disponibles, pensamos que el mínimo del
precio se alcanzará este año. Sin embargo, la recuperación en los próximos años deberá ser
lenta. En un escenario central pensamos que la recuperación del precio del petróleo en algún
momento del año podría generar una apreciación modesta de los niveles de tasa de cambio
frente a estos niveles que se han visto, y podrían verse, en la primera parte del año.

Es una tarea pendiente para el gobierno la presentación al Congreso de una reforma tributaria
que contribuya al equilibrio de las finanzas públicas, permita el equilibrio de las cargas
tributarias de tal manera que la tributación empresarial permita el incremento de la inversión
y la reducción del ingreso disponible de los hogares.

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