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Brucelosis

Nombre científico del agente etiológico: del género Brucella.

Hospedero intermediario o si es definitivo: Brucella puede infectar al ser


humano y convertirse éste en huésped intermedio de la bacteria, mediante el con-
tacto con animales, sus líquidos biológicos (siendo esta forma de contagio la más
frecuente entre población de riesgo como veterinarios, personas que trabajan en
mataderos, ganaderos).

En la actualidad se conocen cuatro géneros dentro de esta familia: Brucella


abortus (el huésped definitivo es el cerdo), Brucella canis (huésped definitivo:
perro), Brucella Bovis (huésped definitivo: bovinos), Brucella melitensis.

Descripción de la enfermedad, explicar si es enfermedad zoonotica: La


brucelosis es el nombre con el que se conoce la enfermedad infecciosa producida
por las bacterias del género brucella que son un grupo de bacterias intracelulares,
inmóviles y de crecimiento lento. La brucelosis es una zoonosis, es decir, que el
reservorio de esta bacteria son los animales y, principalmente, aunque no los
únicos, los domésticos como vacas, ovejas, cabras y cerdos. Los humanos
generalmente contraen la enfermedad por contacto directo con animales
infectados, por comer o beber productos animales contaminados o por inhalar
agentes transmitidos por el aire. La mayoría de los casos se producen por la
ingestión de leche o queso no pasteurizados de cabras u ovejas infectadas.

Periodo de incubación, tiempo que permanece un agente etiológico en un


animal desde que entra hast que aparecen los síntomas: El período de
incubación es variable con un rango de 10 días a 7 meses. En el síndrome de
terneras con latencia el período puede ser mayor a un año. En promedio son 30
días, siendo menor en las hembras con preñez avanzada. Las terneras se pueden
infectar pero no muestran signos de la infección hasta que abortan como vacas
adultas. Algunas vacas pueden convertirse en portadores de la enfermedad y
excretan la bacteria sin signos de enfermedad.
Prevalencia, casos nuevos y viejos: La brucelosis bovina existe en todo el
mundo, pero se ha erradicado en Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Dinamarca,
Finlandia, Hungría, Noruega, Países Bajos, Rumania, Suecia y Suiza. En América
Latina, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil y México tienen programas de
erradicación orientados hacia el control de los factores de riesgo, como presencia
de caninos en las fincas, tamaño del rebaño y la movilización de animales
(Rodríguez et al., 2005).

En Perú se realizó vigilancia epidemiológica de brucelosis bovina mediante la


prueba del anillo en leche, durante el periodo 1987 a 1993 y la confirmación en los
animales de fincas positivas se hizo con las pruebas card test y lenta en tubo,
obteniendo una positividad de 2% en predios y 1% en animales y una
concordancia muy buena entre la prueba del anillo en leche con la prueba card
test y aglutinación lenta en tubo (López et al., 1994).

En Venezuela la Parroquia Buría del Municipio Simón Planas, estado Lara, se


llevo a cabo un estudio de prevalencia de brucelosis bovina, encontrando una
prevalencia por animal de 0,96% y por finca de 7,24%. Las pruebas de diagnostico
realizadas fueron card test, lenta en tubo y 2-mercapto etanol. También se
encontró que solo 1,44% de los predios vacunaban con la RB51. El resto de los
factores de riesgo no mostró diferencias significativas (Rodríguez, 2004).

Epidemiologia, origen de la enfermedad, % morbilidad y mortalidad en


animales: En 1886, el médico inglés David Bruce aisló e identificó la cepa de
Brucella melitensis a partir del bazo de un militar, la primera especie conocida del
género. La incidencia de la brucelosis es mayor en la región del Mediterráneo,
Asia Occidental, algunas partes de África y América (Costa Rica, Estados Unidos,
México, Brasil, Perú, Colombia, Uruguay y Argentina). La prevalencia es muy
variable entre ellos (desde menos de 0,01 hasta más de 200 por 100 000
habitantes). Análogamente, hay países con una tasa de incidencia relativamente
muy alta (Perú, Kuwait, y partes de Arabia Saudita), lo que contrasta con la baja
incidencia de otras áreas con presencia endémica de la brucella en su ganado,
todo lo cual puede explicarse por niveles diferentes de vigilancia epidemiológica, o
diferentes métodos de manejo de animales y alimentos, o diferencias en el
contacto entre hombres y animales.

Morbilidad y mortalidad En los animales sin vacunación ni exposición previa, B.


abortus se propaga rápidamente y las ‘tormentas’ de abortos ocurren con
frecuencia. La tasa de abortos oscila entre un 30 % y un 80 %. En aquellos rodeos
donde el organismo se ha vuelto endémico, solo aparecen síntomas esporádicos y
las vacas pueden abortar durante su primera preñez. Los abortos son menos
comunes en los búfalos de agua hembra que en el ganado bovino. Se ha
informado una resistencia genética a la brucelosis tanto en el ganado bovino como
en los búfalos de agua. Aunque las muertes en los animales adultos de la mayoría
de las especies son escasas, B. abortus puede resultar mortal en los alces
infectados de manera experimental, y posiblemente en los borregos muflones.

Síntomas o signos de la enfermedad:


En los animales: En las hembras el síntoma principal es el aborto en periodos
avanzados de la gestación, durante el cual se liberan grandes cantidades de
bacterias. También se puede observar infertilidad, retención placentaria,
nacimientos prematuros o a término de crías débiles o muertas, camadas
pequeñas en el caso de las hembras politocas (perra y cerda), metritis y
disminución de la
producción láctea. En los machos la infección puede producir infertilidad,
epididimitis y orquitis eliminando bacterias por semen y secundariamente por orina
y dermatitis escrotal. También puede presentarse hepato y esplenomegalia, artritis
y discoespondilitis los que se manifiestan con paresia o ataxia, uveítis anterior
como alteración oftalmológica, decaimiento y anorexia en periodos de bacteriemia.
En equinos ocasiona lesiones caracterizadas por inflamación y abscesos
localizados a la altura de la nuca, que se conoce como mal de la cruz. Las vacas
infectadas, luego de la parición, eliminan gérmenes en el calostro y la leche, sobre
todo en la primera etapa de lactación, disminuyendo a medida que avanza la
lactancia pudiendo eliminar bacterias en forma intermitente hasta la tercera
semana, pero cuando hay mastitis intersticial la liberación de Brucella es
permanente. También se eliminan por heces y orina pero en menor número.

En los humanos: Los síntomas de la brucelosis se pueden presentar pocos


días o meses después de haberte infectado. Los signos y síntomas son similares a
los de la influenza y pueden ser:
- Fiebre
- Escalofríos
- Pérdida de apetito
- Sudores
- Debilidad
- Fatiga
- Dolor articular, muscular y de espalda
- Dolor de cabeza
Los síntomas de la brucelosis pueden desaparecer durante semanas o meses y
después volver a aparecer. Algunas personas tienen brucelosis crónica y tienen
síntomas durante años, incluso después del tratamiento. Los signos y síntomas a
largo plazo pueden incluir:
- Fatiga
- Fiebre recurrente
- Inflamación del revestimiento interno de las cavidades del corazón
(endocarditis)
- Inflamación de las articulaciones (artritis)
- Artritis de los huesos de la columna (espondilitis)
- Artritis de las articulaciones donde se conectan la columna y la pelvis
(sacroilitis)

Explicar fuentes de infección y transmisión de la enfermedad:


En los animales: Los animales se infectan naturalmente por las mucosas, a
través de la vía conjuntival, digestiva, respiratoria, genital y por contacto; en
cerdos y perros también es de importancia la vía sexual. Luego de su ingreso las
bacterias se localizan inicialmente en los ganglios cercanos a la puerta de entrada
donde se multiplican para luego diseminarse al resto del organismo. La
bacteriemia, que suele ser intermitente, puede persistir durante meses y aún años.
Las vías de transmisión al humano pueden resumirse en:
- Contacto: de piel o mucosas con tejidos de animales infectados o sus
productos como ganglios, sangre, orina, semen, secreciones vaginales,
fetos abortados y en especial placentas. Este mecanismo es el más
frecuente en el medio rural y puede llegar a ser el responsable del 60%-
70% de todos los casos registrados. Afecta a trabajadores rurales,
veterinarios, matarifes y ganaderos, aunque también puede afectar a
trabajadores de laboratorio o de servicios de salud.
- Ingestión: de alimentos no pasteurizados de origen animal, como leche y
sus derivados (quesos, crema, manteca, helados) y en menor medida
carnes poco cocidas (la carga bacteriana en el tejido muscular animal es
baja).
- Inhalación: de polvo en los lugares contaminados donde hay animales
infectados, como establos, mataderos, salas de recepción de leche,
camiones jaula para transporte de ganado, etc.
- Inoculación: de material infectado-contaminado por Brucella spp. Este tipo
de transmisión afecta fundamentalmente a veterinarios, matarifes y
personal de laboratorio. También se ha descripto la enfermedad por auto
inoculación accidental de vacuna de Brucella abortus cepa 19 y B.
melitensis Rev.1, de uso en medicina veterinaria.
- Perinatal: por vía transplacentaria, por la ingestión de leche materna o por
la exposición a sangre, orina o las heces de la madre infectada durante el
parto.
La transmisión interhumana es excepcional, aunque se ha informado posterior a
una transfusión de sangre, trasplante de médula ósea y se han descrito casos
ocasionales en los que se sospecha transmisión sexual.
De lo anterior se desprende que los factores de riesgo para brucelosis son:
- Ocupación: veterinarios, granjeros o cuidadores en contacto con animales
principalmente domésticos, personas que manipulan productos y
subproductos animales como carniceros, ordeñadores y personas
dedicadas a la manufactura de lácteos; personal de laboratorio en contacto
con muestras clínicas.
- Alimentación: ingestión de leche no pasteurizada o derivados lácteos
realizados de forma “artesanal” con leche no pasteurizada proveniente de
animales infectados.
- Convivencia con animales: contacto directo con productos de desecho,
tejidos o excretas de animales enfermos o portadores asintomáticos o con
animales de establo.

Prevención/profilaxis:
- Vacune todas las terneras entre los 3 y 8 meses de edad, en ciclos
establecidos y con las vacunas autorizadas (Cepa 19 ó Cepa RB 51).
- No vacune hembras adultas con Cepa 19
- No vacune machos de ninguna edad ni animales de otras especies
- Realice exámenes diagnósticos para conocer el estado sanitario de los
animales.
- Elimine los animales positivos, para evitar el riesgo de infectar a los sanos.
- Ingrese al predio solo animales; previamente examinados y con resultados
negativos a brucelosis.
La pasteurización de la leche ayuda a prevenir la brucelosis. Los quesos
elaborados con leche sin pasteurizar y con menos de 3 meses desde su
fabricación pueden estar contaminados. Las personas que manipulan animales o
cadáveres de éstos posiblemente infectados deben usar gafas protectoras y
guantes de goma, y proteger de la exposición cualquier herida de la piel. En los
Estados Unidos y en muchos otros países son obligatorios los programas para la
detección de los animales infectados, su eliminación y la vacunación del ganado
bovino y porcino joven seronegativo.
No existe una vacuna para los seres humanos; el uso de la vacuna para
animales (un preparado de virus vivos atenuados) en los seres humanos puede
causar infección. La inmunidad después de la infección en el ser humano es de
corta duración, se mantiene aproximadamente 2 años. Se recomienda la
profilaxis posexposición con antibióticos a pacientes de alto riesgo (p. ej., los
expuestos sin protección a animales infectados o a muestras de laboratorio, o que
recibieron la vacuna para animales). Los regímenes de tratamiento incluyen
doxiciclina en dosis de 100 mg por vía oral 2 veces al día más rifampicina en dosis
de 600 mg por vía oral 1 vez al día durante 3 semanas; la rifampicina no se usa
para la exposición a la vacuna para B. abortus (cepa RB51), que es resistente a la
rifampicina.

Profilaxis La prevención se efectúa principalmente evitando la introducción de


animales infectados en hatos y rebaños. En los lugares en donde la infección ya
existe, deben ponerse en práctica las siguientes recomendaciones:

- Hacer pruebas diagnósticas a cada uno de los animales, separando a los


reactores positivos, si es posible, deben enviarse al rastro o por lo menos
segregarse del lote reproductor. Cuando el semental es el afectado, debe
eliminarse sin consideración.
- Vacunar a las terneras entre los 6 y 8 meses de edad, con la cepa 19. Esta
es una cepa de B. Abortus atenuada por el envejecimiento. No se debe
vacunar a los becerros que vayan a dejarse para sementales porque al
hacer la prueba diagnóstica podría confundirse el título de anticuerpos por
vacunación del título por enfermedad.
- Después de un aborto se deben lavar y desinfectar los locales. Cuando esto
ocurre en el campo, conviene espolvorear cal (CaOH2) sobre piso y plantas
donde se supone que se efectuó el aborto. El feto debe destruirse, de
preferencia por incineración o por lo menos enterrarlo profundamente y
cubrirlo con cal (CaOH2)

Diagnostico: El diagnóstico de la brucelosis debe siempre centrarse en la


unidad epidemiológica, que debe ser el referente en la planificación de las labores
de diagnóstico. El diagnóstico etiológico de la enfermedad permite confirmar la
infección, aunque debido a su limitada sensibilidad, el resultado negativo no
permite excluir la presencia de la infección en la unidad epidemiológica.

Diagnostico Clínico Se deben considerar las infecciones por brucelosis en


todos los casos de aborto, especialmente cuando ocurren abortos múltiples en un
rodeo en la última fase de la gestación.
Diagnóstico diferencial Clínicamente, la enfermedad se caracteriza por uno o
más de los siguientes signos: aborto, retención de placenta, orquitis, epididimitis y,
en ocasiones muy infrecuentes, artritis; con excreción de los microorganismos en
las secreciones uterinas y en la leche. El diagnóstico definitivo sólo puede
realizarse a partir del aislamiento de Brucella procedente de los abortos, las
secreciones de la ubre y los tejidos tomados en el examen postmórtem, es es
necesaria la confirmación laboratorial para poder descartar otras enfermedades
que provocan trastornos reproductivos

Diagnóstico Laboratorial

Identificación del virus: mediante tinción con la técnica ácido alcohol resistente
modificada, PCR y cultivo de muestras secreciones.

Pruebas de inmunidad humoral y celular, son pruebas adecuadas tanto para


analizar rebaños/manadas como animales específicos, ya sean pequeños
rumiantes, camélidos o bovinos (ganado bovino o búfalos). Sin embargo, ninguna
prueba serológica es adecuada por sí sola para todas las especies animales ni
para todas las situaciones epidemiológicas, y algunas no son adecuadas para el
diagnóstico de la brucelosis porcina, entre ellas tenemos:

Prueba con rosa de bengala

Prueba de aglutinación en placa con antígeno tamponado

Fijación del complemento

Prueba de enzimoinmunoanálisis (ELISA)


Por lo tanto, la reactividad de las muestras que dan positivo en las pruebas de
cribado deben comprobarse utilizando un sistema confirmativo y/o complementario
establecido. El ELISA indirecto o la prueba del anillo de leche, realizadas con
muestras de leche de tanque, son eficaces para el cribado y el control de la
brucelosis en las vacas lecheras. Y la prueba de la brucelina cutánea puede
emplearse en rumiantes y cerdos no vacunados, ya sea a modo de cribado o de
prueba confirmativa a nivel de rebaño cuando surgen positivos en las pruebas
serológicas en ausencia de factores de riesgo evidentes.

El diagnóstico Anatomopatológico. Lo realiza el Inspector Veterinario en rastros


y empacadoras, se puede hacer en los dos niveles: macroscópico (observando la
apariencia de las vísceras) y microscópico (en preparaciones de tejidos teñidos
para la observación al microscopio)

El diagnóstico concluyente. Es el etiológico, que consiste en el aislamiento,


tinción, cultivo y demostración del germen a partir de órganos del feto (del aparato
digestivo se aíslan brucellas en cultivo puro), líquidos fetales, escurrimientos
vaginales, muestras de semen, punción de ganglios linfáticos y leche; en la
especie humana se hace el hemocultivo que consiste en la toma de sangre
durante los procesos febriles, que es cuando hay bacteremia, y la siembra en
medios específicos

Control de foco de medidas aplicadas en un área para evitar propagación de


la enfermedad: Las medidas de control implementadas son los programas de
vacunación animal con las cepas S19 o RB51 para Brucella abortus y Rev 1 para
Brucella melitensis. Hasta el momento no existen vacunas para los seres
humanos.

Métodos apropiados de manejo animal. (cuarentena de animales nuevos, sistema


rotacional de pastos, tratamiento obstétrico de hembras abortadas)

Se puede erradicar por medio de procedimientos de prueba y eliminación, o de


despoblación. Muchos países, entre ellos los Estados Unidos, cuentan con
programas de erradicación de este microorganismo. Se puede lograr la
erradicación mediante la cuarentena de rodeos infectados, la vacunación, las
técnicas de prueba y eliminación, diversas formas de vigilancia y la identificación
del origen de la enfermedad. Se deben limpiar y desinfectar a fondo todas las
áreas expuestas a los animales infectados y sus secreciones. Generalmente, se
evita la infección en otras especies si se controla B. abortus en huéspedes de
mantenimiento

En el medio.

- Para las actividades con especimenes clínicos de origen humano o animal que
contienen o que puedan contener Brucella spp. patogénica, se recomienda el Nivel
2 de Bioseguridad. Para todas las manipulaciones de cultivos de Brucella spp.
patogénica y para estudios experimentales con animales, se recomiendan las
prácticas, el equipo de contención y las instalaciones del Nivel 3 de Bioseguridad.

- Operación apropiada de los mataderos para reducir la exposición por medio de


buena ventilación, separación de la playa de matanza de las demás secciones.

- Periódicamente desinfectar establos y no usar aguas residuales de éstos


tratamientos para riego de verduras u hortalizas

Tratamiento curativo y preventivo para el control de la enfermedad: La


prevención de la brucelosis se basa en la vigilancia y la prevención de los factores
de riesgo. La estrategia de prevención más eficaz es la eliminación de la infección
en los animales. Se recomienda la vacunación del ganado bovino, caprino y ovino
en las áreas enzoóticas con altas tasas de prevalencia

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