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EL ARTE DE ara Peeters Delle dose Reflejos de arte y cultura en los cuadros de Clara Peeters Alejandro Vergara Alenfrentarnos a las pinturas de Clara Peeters es fil sentirse como un personaje de la novela de V. S. Naipaul El enigma de la legada. Un hombre recuerda sus impresiones tras legar a Inglaterra desde su Trinidad natal: «Me gustaba mirar [..] me daba cuenta de todo [..] vela lo que veia con absoluta claridad, Pero no sabia Jo que estaba viendo. No habia nada que me en: cajara. Todavia estaba en una especie de limbow'. El personaje de Naipaul carece de las claves pararinterpretar lo que ve, pues viene de muy lejos. Debido a la distancia que nos separa del siglo xv, también contemplamos los cuadros de Clara Peeters desde un lugar lejano. Sus bodegones despliegan ante nues- tos ojos objetos que vemos con meridiana claridad. Pero, gqué ‘estamos viendo exactamente? Qué significaba una vajila de porcelana para alguien de 1610? 3Y una aleachofao una conchat YY spor qué agrupar estos objetos juntos? gPor qué pintarlos comiollao hizo? De hecho, por que pintarlos? Las preguntas acerca dela propia Clara Peeters también son dificiles de con: ‘estar, Fue una de as pocas pintoras mujeres de su tiempo, pero apenas sabemos nada de su vida. Qué expectativas tenia como mujer artista a comienzos del siglo xvu? No obstante, a partir de nuestro conocimiento de la pintura de bodegones y de la ‘cultura material ygastronémica de la época, de las précticas de coleccionismoy de las vidas de algunas mujeres artistas activas finales del siglo uty comienzos del xn podemos arrojar algo de luz sobre lapintura de Clara Peeters. LA VIDA Y LA PRACTICA PROFESIONAL ‘Como toda la informacién que tenemos sobre Peeters procede de sus cuadros, debemos contentarnos con intentar unir las diversas piezas desu limitada biografie: Su primer cuadro esta fechado en 1607. Su lugar de nacimiento no esta documenta do, pero hay razones para pensar que desarrollé su carrera en Amberes. Un cuadro de una coleccién de Amsterdam aparece escrito en un documento de 1635 como: «banquete de dulees pintado en 1608 por una mujer, Claer Pieters, de Amberes», ‘Ademés, al menos seis de los soportes que empleé parass cua- dros portan marcas que indican que proceden de esa ciudad! Los soportes de maderay cobre de Amberes a veces se emplea- ban en otros lugares, pero no era lo habitual. Finalmente, seis deus cuadros conocidos incluyen un mismo cuchillo de plata cenel que aparece inscrito su nombre! En la hoja de, al menos, tres de esos cuchillos se puede ver una marea de la ciudad de Amberes [ig 14.1}, En aquella época, los comensales levaban su propio cuchillo cuando eran invitados a cenar. Cuchillos de este tipo también se empleaban como regalo de bodas. Eleuchi- Io en los cuadros de Peeters podria ser un recuerdo de su pro- pio matrimonio que, en cualquier caso, no esti documentado. ‘Treinta ynueve cuadros portan hoy en dia a firma de Clara Peeters o una inscripeién con su nombre; ademss, hay pocas obras que puedan atribuirsele con certeza”. Sin duda, algunos cuadros suyos se han perdido. Once de sus obras conocidas estin fechadas y las més tempranas son de 1607 [fg. I] 1608°. Estas dos obras muestranfallos tipicos de una artista muy jo- ven. Especialmente evidente resulta el escorzo de los objetos, dibujados con bastante menos destreza que la que encontramos en sus siguientes cuadros, fechados en el aio 161 [fig. 2 y ct. 1,7,8]'.En las obras tempranas, las mesas y objetos expuestos estan pintados desde un punto de vista elevado. Este descien- de un poco en los cuadros de 1611 y se hace aiin més bajo en los de 1612. Claramente, los dos bodegones tempranos fueron intados por una artista que estaba en proceso de aprendi- 2a)e, todavia alejada unos cuantos afios de su formacién plena —quizé una artista al final dela adolescencia,sies que empez6 a formarse a la edad de doce o trece afios, como era habitual Esto sugiere que Clara Peeters nacié alrededor de 1588-90, Cuatro de sus cuadros llevan Ia fecha de 1612. Otro cuadro fe- chado es Guirnalda de flores con la Virgen y el Niio®, de 1621. Este fue un tema que se hizo muy popular en Flandes en la segunda década del siglo xvn. No sabemos si Peeters pinté des- ués de 1621. A juzgar por sus cuadros fechados, su momento de mayor actividad fue alrededor de 1611-12. Clara Peeters se formé y practieé su arte en un momento extraordinario en la historia de Amberes. La ciudad se habia uunido a la rebelidn contra el rey de Espafia en 1576, pero en 1585 fue recuperada por el ejército espafol. Pasé de ser tno de los mayores centros comerciales de Europa a mediados del siglo xv1, con una poblacién cercana a 100,000 habitantes, a tener apenas la mitad de esa cifra antes del cambio de siglo. Sin embargo, Flandes se recupers a partir de 1599, bajo el gobierno de los archiduques Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe Uy su primo y esposo Alberto de Austria, Los archiduques firmaron una tregua de doce afios con las provincias del norte en 1609, lo que llevé a un periodo de expansién. Su proyecto politico consistié en reconstruir sus territorios siguiendo los ideales de Ia Contrarreforma y la sociedad aristocrética, Amberes re- cuperd parte de su pulso comercial y lorecieron las industrias relacionadas con el lujo. Este periodo della historiad, nando «de consumo conspicuos'! pintura, apoyado en la rica tradicion del siglo xv, ela ci dad Elarte dey experiments tn periodo de apogeo: Jan Brueghel el Viejo is6tag35) bens 15773640), Frans Snyders (872165, an Dyk 26a) y también Clara Peters, entre ots, forman prea, momento extraordinario en la historia del arte europea ann en rminos de crextviad como de alent Aunquecann Peeters se diferencia en muchos sents deldesuscolgne elpresentestdioeremosqueestigvanenteemnne contexto cultural de Amberes y Flandes, Dos ideales sociales muy diferente coenstieron ena Ey. 3 del siglo x,y ldstancia entre amore muy pronunciada en Amberes. Los ciudadanos rics seme gba ala cultura comercial que hab convertidoa casey en la economia mis moderna de Europa a mediados de siglo se ha denom ropa de pring istani anterior. Simultneamente, adoptaron muchas de as costum. bres y dela cultura aristocrética tradicional que promovia e gobierno de los archiduques. Pedro Pablo Rubens encarna esta paradoja; eres de pintura mas grandes de la historia del arte europeo, y ademis invertia en el mercado inmobiliario y negociaba los derechos de reproduccién de las estampas que reproducian sus obras, Al mismo tiempo, construyé un hogar palaciego, y vivi6 y vistié con un estilo aristocritico. Los euadros de Clara Peeters reflejan esta tensidn dialéctica, Sus bodegones exhiben objetos relacionados con habitos sociales tradicionales como la caza, los banquetes 0 las colecciones de objetos de élite que proclamaban distincidn, como conchas exéticas, porcelana,¢o- pas doradas y cristaleria al estilo veneciano. Son el mismo tipo de objetos que encontramos en las pinturas alegéricas de Jan Brueghel el Viejo [figs 18, 11.2] yen los bodegones de Snyders (fe. 9], dos artistas estrechamente relacionados con las ricasy poderosas élites lamencas. Por otro lado, el género del bode- ‘86n y elestlo realista en el que trabajé Clara Peeters eran muy rnovedosos en su tiempo. Pintar este tipo de obra era reflejo de ‘una mentalidad vanguardista. Casi todos los cuadros de Peeters son bodegones. Su de dicacién a este género fue resultado de las limitaciones im- uestas por la cultura de entonces alas mujeres artistas, como a un hombre de negocios que ereé uno de los ta Yeremos a continuacién. Pero también demuestra su espiritt ‘emprendedor. Como ya hemos mencionado, este tema estaba cen la vanguardia del arte en aquella 6poca. Cuando Clara Pee- ters comenzé a trabajar en la primera década del siglo xv, solo unas cuantas obras de este tipo formaban parte de las colec- ciones de pintura de los Paises Bajos tanto del norte como del sur El gusto por los bodegones creceria sustancialmente en las siguientes década El término bodegén,o su versin en holandés stilleven, no se utiliz6 hasta mediados de siglo xvu. En cambio, distintas clases de euadros que ahora ageupamos bajo ese término se deseribian individualmente como cuadros de flores, de frutas, syunos —estos dos slkimos términos se empleaban de forma intercambiabley se referian a cuadros de alimentos dispuestos sobre una mesa”, Clara Peeters se especializ6 en muchos de ‘estos géneros. Sus cuadros incluyen aves y pescados ists pa ser cocinados eat. 7,8, alimentos ya preparadosy dispuestos sobre la mesa (ct. 2,3], flores [fg 3), vaillasy objeto diver s0s, la mayoria de luo feat]. Sus obras se terizan por Clara. > Montel (Canad, clea parse Ja minuciosa descripeién de las formas y las texturas, y por él elegante contrast rntre objetos luminosos y fondos oscuros, que contribuyen a crear una impresién general de sobriedad, Su representacién realista de las cosas hace que las sintamos ‘como préximas ala experiencia de la vida cotidiana, Algunos cuadros de Clara Peeters incorporan animales vivos y solo dos incluyen figuras humanas: uno es Guirnalda de flores con la Virgen y el Nit cuadro de una mujer sentad: . ya menionado; el otro es un ia ante una mesa [véase fg. 33) Este tiltimo resulta una imagen intrigante, Seha descrito como lun autorretrato, pero no parece que lo sea. Una burbuja fora sobre la mesa y la mujer sostiene una cajita con una tapa de Vidrio que parece contener un mejillin, Esta combinacién de abjtosindica que el cuadro pose un contenido alegéreo, pero no conocemossu significado, Refejado sobre una copade plata dorada vemos el diminuto autoreerato de la pintora, ue apa ¥ece también en, el menos, otros sete cuadros mis de Peeters. ‘La mujer reflejada viste de forma diferent ala figura que se sienta junto ala mesa lo cual indica que debe de tratase de una persona distin, El nombre de Peeters aparece por primera vez en un do- cumento en 1627, cuando un cuadro descrito como spescado, copia de Clara Pieters» aparece regisrado como parte de los bienes de una mujer Ilamada Lucretia de Beauvois, de Réter dam, mujer dl pintor Herman Safteven®. Como ya hemos visto un cuadro original de Peeters también se documenta en 1635 en una colecién de Amsterdam, Estos primeros docu- _mentos sugieren que tena cierto reconocimientoen Holanda Poco despues, en 1637 (y de nuevo en 1655), dos cuadros suyos aparecen inventariados en la colecién de Diego Mexia, mar- 4qués de Leganés, en Madrid. Su paradero actual nose cono- ce Mexia (h 1580-1655), que obtuvo el tuo de margués de ‘Leganés en 1627, es muy conocido como comanante militar y miiembro de in corte de Felipe II y Felipe 1V de Espa, as coma de ls archidugues en Flandes, También fe uo de los coleccionistas de artemis importantes dels época un hombre al que Rubens describ en na carte de 1628 como wun de los grandes expertos fen pintura del mundo»® Leganés com- répintura en Flandes, alia y Espa; pose mucha pinta flamenca y también coleccionaba bodegones. Que dos de los bodegones de Peeters estuviesenen su colecién indica que ‘eran considerados como productos de alta gama. Esto queda corraborado por el hecho de que en 1666, das bodegones que ‘muy probablemente eran de Clara Peeters se encontraban en la Coleceiin Real de Madrid ~no sabemos emo legaron a pero ahora estn en el Prado eat. 7,8). ‘La iltima obra de Clara Peeters de la que hay noticia en el siglo xv es un cuadro de péjars registro en una colecci6n de Haarlem en 1685* En el siglo xv su obra aparece en ocho inventarios de Pris, Bonn, Broselas, Hannover, Hamburgo y Londres®, Nun solo cuadrode lar Peetersestéregistad en “Amiberes en los sigs so xv Supintra tuvo una amplia difusion, tanto a ive social como geogrifice, Es posible que Clara Peeters exportas su arte através de marchantes, lo cual explicaria la amplia distribucién des obra, El easo de Jacob van Hulsdonck (1582-1647), un pintor «de bodegones de Amberes que fue contemporineo de Peeters Y trabajé con un estilo similar, proporciona un ejemplo de esta prictica.A finales dea déeada de 1630, los cuadros de Van Huls- donck fueron oftecidos a Phlippe-Charles dArenberg, duque de Aarschot (1587-1640), un aristécrata flamenco muy cercano al marques de Leganés que estuvo bajo arresto domiciliario en Madrid desde 1634, Sabemos por su correspondencia que el ‘tra su deseo de realizar produetos que no pareciesen copias, En términos de calidad, hay cuadros de varias categorias asociados a Peeters Io cual sugiere que trabajaba con Ia ayuda de un taller Las mejores obras estin cuidadosamente ejecuta- das, con formas de aspecto sido, una gran variedad de texturas yuna asombrosa atencin al detalle. Debieron de ser obras que pints ella misma, Una segunda categoria la formarian aquellas obras en las que ls repeticiones de objetos estin menos disi- ruladas, los fondos estin tratados de manera mas sueinta y Jas formas aparecen més esquematicas y menos individualiza das. Bi presa [eat. 6] y Bodegsin on aves muertasen na cesta y wvas ambos firmados por Peeters. La perdiz y el haleén del primero «esti pintados de forma muy esquemitica silos comparamos con otros cuadros (por ejemplo, con las aves de uno de los con: servados en el Prado [eat.7)). También hay errores en lamanera nplos de estas serian Badegén con haledn peregrinoy/st {en que estin representados los pies del halebn, que no cuadran enabsoluto con la artista cuidadosa que conocemos de otras obras, Esto mismo sucede con algunas de las aves de Bodegen ‘on aves muertas en una cesta y uvas. Peeters pinté este tipo de ‘cuadros con menos cuidado que otros; quizé fueron realizados con a ayuda de algtin pintor de su taller. Un artista llamado Ni- colaes Cave es autor de una tabla firmada fg. 6.2] muy parecida «a Bodegén con haledn peregrino y su presa, antes mencionado™. Enssu cuadro vemos una forma de pintar que también encontra- jos bodegones de Peeters ya mencionados (pero no en sus mejores obras): el cuerpo, el cuelloy la cabeza de algunas aves estén dibujados como si fuesen una curva continua. Las patas del haleén también son muy parecidas en este cuadro y enel bodegon de aves de Peeters. Estas similitudes sugieren que tal vez Cave trabajara como ayudante de Clara, Existe una tercera categoria de obras asociadas a Clara Pee- ters, en la que los problemas descritos anteriormente son aiin mos en los ims evidentes. Seguramente se trate de cuadros realizados a imitacién de las pinturas de Peeters, pero fuera de su taller. Algunos fueron pintados probablemente por algin artista que habia trabajado con ella en algiin momento, como el citado Ni- colaes Cave. El hecho de que exista un buen nimero de este tipo de cuadros es una prueba del éxito de Clara Peeters™ POSIBILIDADES ¥ LIMITACIONES ALAS QUE SE ENFRENTABA UNA MUJER ARTISTA EN EL SIGLO xvi En el siglo xv y a comienzos del xvu, prejuicios ancestrales y extendidos mantenian a las mujeres alejadas de muchos sen- deros de la vida que los hombres si podian seguir, ineluyendo las profesiones artisticas. El que las mujeres fuesen considera das intelectual y fisicamente inferiores a los hombres forma- ba parte del orden natural de las cosas. Las mujeres estaban, sometidas a estrictas normas de conducta que enarbolaban la ‘modestia y la castidad como virtudes. Libros sobre moral, como clampliamente traducido De Institutione Feminae Christianae, de Luis Vives, publicado por vez primera en 1523, Philotea (0 Introduccién a la vida devota) de san Francisco de Sales, 1609, el Libro del matrimonio, de hacia 1562, del sacerdote protes- tante Thomas Becon, describian el comportamiento deseado para las mujeres. El hogar era el lugar apropiado para ellas. Padres y maridos actuaban como sus guardianes, y eran res- Ponsables de sus acciones, manteniéndolas subordinadas en todos los aspectos de la vida ‘Debemos hacer una distincién entre estos ideales de com- ortamiento y las realidades de la vida en aquella época. En ‘muchos cuadros flamencos de aproximadamente los mismos 20 aiios en que vivid Clara Peeters se pueden ver. mujeres fuera de casa. El cuidado del hogar, cluia hacer la colada y planchar, labores que alejarse de los hogares. Las actividades y el tr Plementabana os del mardoestaban pemitdes.Enelcanny flamenco esto signiicaba ordefar el ganado y contre i, rant acosecha olarecolecein dela fata. En as ciudaes ag mujeres también trabajaban fuera de casa como modista st ventas, vendedoras ambulances yen los puestos del mereale Un diario de una mujer inglesalamada Lady Margaret Hby, de alrededor de 1600, describe la supervisién de la moliendy del trigo, la mediciin del mai, la recoleccin de ruta y mil, la pesca y Ia fabricacién de velas como parte de sus activa, des diarias". En una serie de cuadros de Denijs van Alslooty Antoon Sallaert, de 1616, se muestra a cientos de hombres en procesién por toda Bruselas, en 1615, como miembros de érde. nes religiosas y congregaciones confesionales®, Mientras que ‘en las procesiones no participa ninguna mujer, entre el piblico ylas autoridades presentes contemplamos amuchas de distin. tas clases sociales. Algunas miran desde las ventanas, pero mu- cchas estan fuera, en la calle. Unas cuantas aparecen limpiando las calles, cuidando niffos o llevando comida ~en un cuadro (fg. 6] una mujer eva un pastel similar a los que vernosen los bodegones de Clara Peeters. La gran mayoria de las mujeres de estas escenas simplemente observan los acontecimientos yse ‘mezclan con los demas espectadores. Aunquella costumbre ylaley no favorecian la integracién de Jamujer en el mundo profesional, habia maneras desatarse e- taslimitaciones. Accidentes de lavida como ser de buena cuna, 6 circunstancias familiares como un marido ausente debido a Jaguerra, podian hacer que las mujeres asumieran alguna es- onsabilidad en un negocio familiar © que aspirasen a superar de algtin modo las restricciones impuestas por la cultura desu época. La personalidad individual también podia sr un factor ‘Las oportunidades para que una mujer desarrollase una ctv dad profesional en los siglos xv1y xvut eran muy escasas, pero ‘no inexistentes, Un reducido niimero de mujeres consiguieron salvar las limitaciones existentes y convertirse en pintoras” Catharina van Hemessen (1527/28-1560) es la primera mi- jer artista documentada en Flandes y una de las primeras én Europa, Nacié en Amberes y era hija de un prominente pintor de la ciudad, Jan Sanders van Hemessen. La profesion de padre le permitié pasar por alto los obstéculos que habria em contrado de no ser hija de artista. En Europa, a comienzos de on frecuencia oF ejemplo, in. les obligaban g abajo que com. | Edad Moderna, la mayorfa de los pintores se formaban en eltaller de un maestro, Esto suponia salir del hogar familiar entre los doce y eatorce aii. Los aprendlices trabajaban en tun taller, 0 en varios, durante un total de tres a cuatro aos, Para una mujer esto suponia que su propio hogar perderia luna mano necesaria en un momento en que las tareas de la {say el euidado dela familia eran actividades asignadas alas Sévenes. Ademés, mudarse ara casa era potencialmente pro blematico para una joven, porque ponia en riesgo su virtud Como hija de pintor, Catharina van Hemessen tuvo la ventaja de aprender con su padre en casa. Varias mujeres pintoras de 10s siglos xvi y xvn fueron también hijas de pintores, entre ellas Lavinia Fontan, Fede Galizia, Isabel Sinchez Coello, Artemisia Gentileschi, Levinia Teerline y Elena Recco, Catharina van Hemessen se dedieé a tipos de pintura consi- erados relativamente modestos, algo que también sucede con Clara Peetersy la mayoria de mujeres artists del época. Karel van Mander eseribié en 1604 que un pintor «Sino es experto en figuras e historias, puede pintar animales, cocinas,frutas, ores», Dado su limitado aprendizaje para pintar anatomia, temas como el bodegén proporcionaban alguna alternati para las mujeres que aspiraban a ser artistas. La mayor parte delos pocos euadros que conocemos de Catharina van Hemes- sen son retratos,y lo mismo sucede con Sofonisba Anguissola (h. 1532-1625), a la que Vasari denominé la mejor mujer ar= tista de su época. Sofonisba proventa de una familia noble de Cremona, En un mundo delimitado no solo por el género, sino también por la clase, el origen social de Anguissola le permit ser artista, Pint6 numerosos autorretratos al menos doce de ellos son conocidos* Comparte esta inelinacién con Clara Pee- ters, ue incorporé su autorretrato en muchos de sus cuadros; ambas, parece, estaban deseosas de reafirmarse. Sofonisba Anguissola trabaj6 como dama de honor de Isa- bel de Valois, primera mujer del rey Felipe II de Espata, y de fanta Isabel Clara Eugenia, que posteriormente id, su hijala gobernarfa Flandes. Como integrante de la corte en Ma sutalentoartstco era un valorafadido —en ocasiones rc joyasy vestidoseambio de euadros, pero no recibié un salario ‘como pintora*. Tal vez Clara Peeters también disfruté de la proteccién desu familia de un hipotético marido, como oeu- 16 con otros artistas ~e! Bosco, por ejemplo, se casécon una mujer de dinero, y no necesitaba pintar para ganarse la vid, ‘Artemisia Gentileschi fue una de las mujeres pintoras mis reconocidas al inicio de la Edad Moderna, Nacié en Roma a (ig 6 bert de Dena Aly noon Siler Prin de Nc Sor desl 1 ese ens 3 om Mad, Museo Nacional del rad, en 1593, por tanto era de edad parecida a Peeters. Su padre fue el famoso pintor Orazio Gentileschi. Vivi en un mundo ‘masculino, on su padre y tres hermanos, tras haber perdido 4 su madre alos doce aftos, Al igual que otras mujeres artis- tas, Gentileschi también pinté bodegones —un aspecto poco ‘conocido desu carrera”. Pero, al contrario que Clara Peeters, nose limita este género; pudo aprender con su padre a pin tar otro tipo de obras. Cuando solo contaba con dieci aiios, Artemisia Gentileschi fue violada por el pintor Agostino ‘Tassi, Sabemos por los documentos del juicio que siguieron al traumatico acontecimiento que tenia pocas relaciones fue- ra de su circulo familiar. Esto sugiere que estaba aislada del _mundo de los jévenes artistas que e formaban como pintores nN ‘en las academias de Rom, La correspondencia de Artemi- sia muestra el lugar tan vulnerable que ocupaban las mujeres pintoras en a sociedad de entonees. En una ocasién, se queié tun mecenas, Antonio Ruffo, de que le hubiese entregado un dibujo suyo a otro artista diciendo: «si yo fuera ‘un hombre, no podria imaginar que sucediese algo asi», En otra ocasién, le escribié a la misma persona: vel nombre de ‘una mujer despierta dudas hasta que se contempla su obras y nuevamente: «le mostraré a su Seforia Hlustrisima lo que ‘una mujer es capaz de hacer»”. Es probable que Clara Peeters ‘comipartiese estos sentimientos y la necesidad de afirmacién, ‘en un mundo miségino, Aparte de su dedicacién al género del bodegén, hay otros clementos en el arte de Peeters que pueden relacionarse con las limitaciones impuestas por la ideologia de género en los inicios dela modernidad. Por ejemplo, tenia difcultades para pinta figuras y animales. Uno de sus cusdrosincluye una figura femenina [véase fig. 33], cuya anatomia esti pintada de forma 'mucho ms torpe que los objetos que vemos en sus bodegones. ‘Una parte crucial del aprendizaje de los artistas de a gpoca era €l dibujo anatmico a partir del estudio de modelos vivos,nor- ‘malmente masculinos, que posaban desnudos. Hay numerosos| testimonios que documentan esta prictica. El minituristain- slés Edward Norgate (década de 1580-1650), contemporineo de Clara Peeters, escribié que los artistas aprendian a dibujar en lugares donde los modelos «permanecen de pie desnudos veces en una misma postura durante dos o tres horas». En Italia habia lugares de estudio conocidos como «academia del rudon y studio del nado". En Amberes, Rubens y Van Dyck si _guieron préctieas parecidas en los mismos afios en que Peeters ‘rabajaba en la ciudad. Pero el estudio partir de modelos des- ‘nudos maseulinos estaba totalmente prohibido alas mujeres, -ycondicionaba su aprendizaje.Los animales en los cuadros de Clara Peeters [cat , 6 10] también estén dibujados de forma mds rigida que el resto de los objetos. El tratadista y pintor cespaiiol Francisco Pacheco explieaba en su obra Bl arte dela pintura (acabada en 1638 y publicada péstumamente en 1649) ‘que era més fil imitar peces y aves muertos que vivos, por la necesidad de conseguir que las movimientos de estos éltimos pareciesen naturales, A juzgar por sus cuadros, Peeters debid de tener mucha més formacién y practica dibujando objetos| {nanimados que seres vivos. ‘Como ocurria con otras mujeres pintoras, Clara Peeters a ‘menudo inclayé autorretratos en sus cuadros: al menos ocho 2 de sus obras, comenzando por su cuadro mis temprano de 1607, [fig 1), incluyen autorretratos reflejados en las superficies de jarras y copas®. Estos retratos, apenas visibles, solo pueden

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