Está en la página 1de 7

Roberta Iannamico

Bicicleta

El pueblo es mío en bicicleta.


Las orejas se me tiran para atrás.
Puedo inventar el viento si pedaleo.
Cuando llueve ando más fuerte
y la lluvia me escribe telegramas húmedos.
Me dibuja en el cuerpo un mapa.
Se parece al de mi pueblo
pero es infinitamente mayor.

El baldío

El baldío es abierto como un mar


lo cruzamos yo y mi amiga
el burro por delante
pinchan los yuyos en las patas sin medias.
En el verano venía el circo
no nos interesaban ni los elefantes ni los tigres
ya los conocíamos de las películas
pero sí un caballito enano
que tenía un ojo de cada color.
Sarco.
Un ojo azul y otro marrón se llama sarco.
Después vinieron los chistestiene un ojo marrón y otro a- zu- lado
pero era para disimular que al caballo lo queríamos para nosotras
nos habíamos enamorado de él
puede estar un día en cada patio
o en el baldío.
El sarco en el baldío.
Si se puede mirar descampado y saber si viene tormenta
yo voy a mirar los ojos de mi caballo
el azul si quiero ver el mar
el marrón si quiero ver la tierra.
Por la ventana que da afuera me dicen
sabías que pascual se fue al cielo
yo digo que sí pero es mentira
el caballo y el abuelo corren por el mar abierto
por el campito de la muerte baldía
se pinchan las patas.
Justo cuando estoy por la mitad
tengo que volver para tomar la leche
no sé qué hay en el fondo del baldío
nunca llegué hasta la tormenta.

Verdulería

Digo cualquier verdura


papa cebolla tomate
si estoy de ama de casa
lechuga mandarina
si es verano
si me quiero refrescar
alcaucil repollo
si me ataca el instinto de madre
madreselva
si estoy con la autoestima
por las nubes
brócoli coliflor
para jugar
salir a juntar ramos
chaucha
economía
kiwi
una fruta
que parece un animal
manzanas rojas
me quiero entregar al lujo
manzanas verdesme entrego a lo frugal
pomelo rosado
un tesoro para las nenas
el azúcar puede ser la puntilla
algo masculino
los rábanos los nabos
los dientes de ajo
el apio el limón
un zapallo de calabaza
para despertarme
con la luz de la mañana.
El collar de fideos

Me hago un collar de fideos


un collar largo
que haga ruido
bajan los fideos
como gotas
por la lana
manguitos de fraile
también me hago una pulsera
con los fideos
y todos se enteran
cuando muevo las manos
si tuviera uñas largas
me las pintaría de rojo
y golpearía las mesas
las tazas
las cosas de vidrio
como una lluvia suave
un pétalo de malvón
sobre cada uña
y uno de margarita
pegado con saliva
en la mejilla
es una lágrima blanca
una tristeza de amor.

***

Un pájaro llama a mi puerta


con un canto
cuando se hace silencio
estoy sola
y no sé qué hacer
si abrirle o no

Los camisones de mi abuela

Los camisones de mi abuela


mi única herencia
junto con el juego de té
y la sopera
son unos camisones
que están fuera
de la realidad
todos blancos
hay uno ideal
para andar entre gramíneas
campesino
sencillo
de una belleza natural
después
una enagua con breteles de cintas
parienta del mar
por su erotismo
dos enagüitas más cortas
púberes
y otro camisón
largo
que más bien parece
el vestido de un ángel.
Todavía no los usé
pero voy a empezar.

***

Era un animal hermosotodo de fuego


hermoso en su pelaje
despeinado
su presencia
se oía desde lejos
en mi corazón
como palitos que se quiebran
de noche
no podía esconderse
en ningún lado
aun dormido
seguía brillando
pobrecito

Las cosas

Siempre con las cosas


la ropa
los platos
los huevos duros
el agua de la canilla
los juguetes tirados
lo caliente
lo frío
lo suave
lo pesado
las cosas que entran
en una mano
eso es lo que tengo
para armar un mundo.

El peinado

Pensé que era una mariposa


pero era
un pequeño murciélago azul
apareció de noche
mientras dormía
para que no me molestara
con su revoloteo
lo atrapé
lo puse abajo de la almohada
y seguí durmiendo
cuando me levanté
flor que me peinaba dijo
no te asustes
pero tenés en el pelo
un murcielaguito azul
era lo que temía
lo que quería evitar
pero estaba ahí
agarrado a mi pelo
como un broche lujoso.

***

Frente al castillo
pero lejos
unos árboles tensos
como brujas
atrás otros
sauces llorones petrificadosmás atrás el bosque
brumoso
mis pasos son un susurro
en el pasto húmedo
miro a mi perro
el Bandido
y no lo reconozco
es igualmente negro
pero otro animal
tengo que preguntarle
¿sos el Bandido?
es el Bandido
pero transformado
completamente

***

Cuánto pesar
dicho así
con una voz suave
pero profunda
así quiero empezar un poema
que hable del viento
soplando sobre el pasto
no de mí

***

El tendal de ropa
cómo me gusta
mejor que las guirnaldas
que las banderas
tan variado
cada prenda vuela a su modo
cuando hay viento
algunas trágicas
otras bailanteras
y sin embargo es una unidad
cada tendal
como una familia numerosa
los broches son pájaros
La frontera

La frontera es tierra de nadie


con un caballo desalmado
ando por ahí
a nuestro paso
no florece nada
llevo las anteojeras bien puestas
para que no se sepa
el terro que le tengo al desconcierto
por ejemplo mi caballo
se arma y se desarma
ahora es una canoa que baja del río al mar
al agua de nadie
en lo profundo hay perlas
peces que se devoran entre sí
pero visto de acá no se nota
así tuviera ojos en la espalda vería las cosas siempre iguales
mi caballo de cola larga
deja estelas de vidrio
para que los nadadores
no puedan seguir el rastro
anda
por capricho
con un antifaz de llanero solitario
es exactamente lo mismo
de un lado u otro de la frontera
y no entiendo por qué
tenemos que andar por la línea
y no entiendo por qué
mi caballo se convierte
y ahora es un tren que cruza la montaña
y ahora es un rey que no pisa lo negro ni lo blanco
y ahora abre un paraguas delicado
y ahora soy yo misma
cargándome sobre el lomo
cansadísimo

También podría gustarte