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VIRGILIO
Publio Virgilio Marón nació cerca de Mantua en el año 70 a.C., en una
familia de humildes campesinos. Pasó su infancia en el campo y luego
estudió retórica en varias ciudades. Años después se instaló en Roma,
donde vivió bajo la protección de Mecenas, ministro del emperador
Augusto. Gracias a ellos se dedicó enteramente a la poesía y, al mismo
tiempo, pudo disfrutar de las mayores comodidades. Sin embargo, sintió
siempre una honda nostalgia por la sencilla vida del campo. Falleció en
BrindisI, en el año 19 a.C.
LAS “BUCÓLICAS”
Las Bucólicas, también llamadas Églogas, son diez poemas de ambiente pastoril, en los que
alternan los poemas dialogados y los que presentan forma de monólogo. El motivo predominante
es el amor: los personajes catan sus amores propicios o contrariados, tomando como
interlocutores a otros pastores o bien a la misma naturaleza humanizada y compasiva.
Los ingredientes que con tanto acierto supo combinar Virgilio en sus poemas-elegancia
expresiva, sentido de la musicalidad, creación de un paisaje idealizado, canto alterno de los
pastores-configuraron para los poetas futuros el modelo de la lírica bucólica.
LA ENEIDA
Once años consagró Virgilio a la elaboración de un grandioso poema
épico, la Eneida, que quedó inconcluso. En este poema se narran las
aventuras del héroe troyano Eneas (hijo de Anquises y de la diosa Venus),
que se ve obligado a abandonar su ciudad, saqueada por los griegos, y
surca el Mediterráneo en busca de una nueva patria. La travesía del héroe
acaba en la península itálica, región que logrará conquistar tras múltiples luchas.
Virgilio concibió su obra con una clara intención política y
propagandística: según la leyenda, Eneas era el fundador del linaje al que
pertenecía Octavio Augusto. El poema aparece, así como un panegírico
del emperador a la vez que, del Imperio Romano, cuyo poder se legitima y
refrenda mediante la narración de sus orígenes míticos.
PANEGÍRICO: Discurso en el que se alaba a alguien, especialmente el que se hace en honor a un santo.
ENEAS, EL PERSONAJE.
Virgilio encarnó en el personaje de Eneas uno de los tópicos retóricos y literarios más queridos
de la Antigüedad: la conjunción de sabiduría y valor guerrero. La tensión entre valor y sabiduría
–que en Homero se inclina a veces a favor del primero (Aquiles), otras veces de la segunda
(Odisea)-queda resuelta en el equilibrio sin conflictos que representa Eneas. La originalidad de
Eneas consiste en reunir en su persona las dos virtudes hasta entonces irreconciliables. Entre los
epítetos con que Virgilio califica a su héroe, además de padre, fundador y valiente en acciones
de guerra, destaca el de piadoso.
VIRGILIO A TRAVÉS DEL TIEMPO
Aunque la naturaleza creada por Virgilio no existía en ningún lugar, el valor poético y sugestivo
de sus versos no solo creó un nuevo género lírico (las églogas o poemas pastoriles), sino que
también dio lugar a la aparición de la novela pastoril.
Su refinado lenguaje y exquisita sensibilidad tuvieron gran influencia en el desarrollo de la
poesía latina. Para la Edad Media, Virgilio fue la voz poética de la Antigüedad, de ahí su papel
de guía en la Divina Comedia de Dante Alighieri.
HORACIO
Quinto Horacio Flaco nació en Venusa, al sur de Italia, en el año 65 a. C.
Estudió en Roma, Nápoles y Grecia. Fue soldado y amigo de Augusto. Virgilio
le presentó a Mecenas le regaló una finca en la Sabina y el poeta pasó su vida
entregada a su verdadera vocación, lejos de actividades políticas y de cargos
públicos. Falleció en la ciudad donde nació, en el año 8 a. C.
A diferencia de Virgilio, Horacio no emprendió grandes empresas literarias,
pues, para él el secreto de la felicidad estuvo en un equilibrio que él denominaba
“el dorado término medio”, que consiste en no ambicionaren demasía. Sin
embargo, su mérito consiste precisamente en eso: Horacio tuvo el poder de transformar en poesía
una gran variedad de temas, hasta los más sencillos.
Los consejos de Horacio han atravesado los siglos y han llegado hasta nosotros resumidos en
la famosa máxima carpe diem (goza de este día), que nos invoca a vivir y aprovechar
intensamente el presente, a disfrutar con alegría cada instante de la vida antes de que esta se
acabe, y a no preocuparnos demasiado por lo que nos traerá el futuro.
SU OBRA:
Horacio fue autor de dos libros de poemas satíricos: Sátiras y Épodos, en lo que, con ironía y a
veces son dureza, criticó a diversos personajes de su época, entre ellos a los adúlteros, a los
necios y a los cazadores de herencias.
Sin embargo, la obra cumbre de su poesía son sus Odas. En ellas, Horacio recrea temas de tipo
amoroso, filosófico y patriótico.
Escribió también epístolas, cartas dirigidas a sus amigos, pero destinadas a ser leídas por todos.
En toda la obra de Horacio hay una constante de perfección. La armonía y la elegancia de sus
composiciones le han valido ser considerado un autor clásico; es decir, un modelo de perfección
para las generaciones posteriores.
VALOR LITERATRIO:
La característica más notable del estilo de Horacio es la concordancia perfecta que logra
siempre entre el pensamiento y la expresión. Horacio tiene una idea muy elevada de la misión
del poeta como educador y como intérprete de los sentimientos civiles y religiosos. Por eso, la
poesía no es ara él una distracción de sus ratos de ocio, sino una exigencia continua de
perfección. Ningún otro poeta latino se le iguala en la obsesión por la perfección formal. Fue el
autor antiguo que más influyó en los poetas del Renacimiento (como los españoles Gracilaso o
Fray Luis de León).
Los consejos de Horacio han atravesado los siglos y han llegado hasta nosotros resumidos en
la famosa máxima carpe diem (goza de este día), que nos invoca a vivir y aprovechar
intensamente el presente, a disfrutar con alegría cada instante de la vida antes de que esta se
acabe, y a no preocuparnos demasiado por lo que nos traerá el futuro.
EJEMPLO:
VERSOS SG SM