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Repaso final

© Ediciones Roble, S.L.


Indice
Repaso final 3
Resumen 3
Caso práctico de repaso 5
Se pide 6
Solución 6

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Repaso final

Repaso final

Esta unidad está dedicada a hacer un repaso de los contenidos de todo el módulo. En ella te
ofrecemos algunos supuestos prácticos.

Resumen

Tal y como se ha podido constatar a lo largo del presente módulo, las energías renovables y
e l vector energético que se desarrollan en las correspondientes unidades forman parte de un
grupo de contenidos energéticos renovables que no son ampliamente conocidos. Es por ello
por lo que se ha creído oportuno presentarlos en unidades independientes y estudiarlos con cierta
profundidad.

En la primera unidad se habla de la energía del subsuelo; es decir la energía geotérmica.


Aparte de la propia descripción de esta energía renovable, se comentan las ventajas e
inconveniente que posee.

El interior de la Tierra es el origen de esta energía renovable, y los lugares con


mayor potencialidad son aquellos en donde se producen contactos entre placas
tectónicas. Esto no es novedoso y ya se conocía desde el siglo XIX. Es necesario
definir y clasificar los tipos de yacimientos geotérmicos existentes: en función de cómo
se encuentra el recurso y de su temperatura, el destino será uno u otro. Existen diversas
metodologías para la determinación del potencial existente, las cuales se han comentado
a lo largo de la unidad.
En cuanto a las aplicaciones, mucho se puede decir de una energía renovable que tiene
un papel meramente testimonial. Por un lado, la aplicación de producción de energía
eléctrica, que sólo tiene lugar en aquellos lugares en donde el recurso se encuentra a una
elevada temperatura a través de distintos esquemas de producción; por otro lado, el
aprovechamiento térmico, que es el más ampliamente extendido. En esta unidad se han
explicado las diferentes opciones para aprovechar este recurso (sector industrial,
residencial, etc.).
Asimismo, para verificar que existen en el mundo instalaciones de cierta magnitud para la
producción eléctrica, se recogen ejemplos de aquellos lugares donde se lleva a cabo
dicho aprovechamiento. El impacto ambiental derivado de su utilización tiene que
mitigarse, aunque no por ello se debe obviar.

La segunda unidad del módulo está dedicada a la energía marina. Independientemente su


importante potencial en muchos lugares de costa, el nivel de desarrollo de esta energía es todavía
muy reducido, como consecuencia de de las fuertes inversiones que se requieren para su
instalación, así como de los costes de mantenimiento de las instalaciones, que, en muchas
ocasiones, todavía se desconocen.

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Repaso final

A lo largo de la unidad, se define a la energía marina y se determinan los tipos de


energía que se pueden obtener del mar de manera directa. Entre ellos, se encuentran la
energía de las olas, la energía de las mareas y la energía de las corrientes marinas, así
como la de los gradientes térmicos y salinos. De todas ellas la más importante, no sólo
por tecnología sino también por experiencias prácticas y por posibilidades de
desarrollo, es la energía de las olas.
Para el caso de la energía undimotriz, se describen sus ventajas e inconvenientes, para
luego pasar a sus elementos más importantes, así como a la clasificación de los
dispositivos. Uno de los puntos más importantes es el correspondiente a las tecnologías
y patentes, donde se recogen aquellos desarrollos tecnológicos que se han llevado a la
práctica y han servido para verificar el potencial de algunos lugares de la geografía
española. Asimismo, se incluyen los proyectos existentes para cada una tecnologías
comentadas.
En cuanto a la energía de las mareas, después de definir el propio concepto y de
hacer un repaso a la historia de su aprovechamiento, se desgranan las ventajas e
inconvenientes de este tipo de energía. La clasificación de las mareas resulta
fundamental para, luego, entender con claridad el aprovechamiento de las mismas,
siendo un elemento fundamental en ellas la turbina. En este punto se recogen también los
proyectos más importantes que en la actualidad se encuentran en marcha.
Se incluye también un apartado dedicado a las corrientes marinas, el que, tras explicar
el concepto, su historia y sus ventajas e inconvenientes, se describen las tecnologías de
aprovechamiento de esta energía, así como los proyectos que se encuentran en marcha.
Si, para el caso de la energía de las mareas, el número era más reducido frente al
correspondiente de la energía undimotriz, para este caso es aún menor.
Para finalizar esta unidad se habla de la energía de los gradientes térmicos y salinos,
aunque se explica su escasa importancia, debido a que, o bien los lugares donde se
puede aprovechar están alejados de los núcleos de consumo energético, y, por tanto,
requieren unos niveles de inversión muy elevados; o bien dichos lugares poseen tal valor
medioambiental que resulta inviable cualquier tipo de actuación energética.

En la tercera unidad se habla del hidrógeno, tanto renovable como no renovable. Se trata
de un vector energético que tiene gran importancia en la actualidad, en el marco de las energías
renovables, por sus posibilidades de integración de estas dentro de la red energética de cualquier
sistema nacional. Se comentan las generalidades más importantes del vector energético, así como
las ventajas e inconvenientes más destacados de su utilización.

Dado que el hidrógeno es un elemento que se encuentra de manera muy abundante en la


naturaleza, pero necesita una fuente de energía para su extracción, es preciso comentar
las fuentes de energía convencional que se requieren para su obtención, así como las
tecnologías renovables. Por ello, se dedica un apartado completo a esta cuestión. En
este punto, conviene diferenciar los tres tipos de hidrógeno existentes para el
aprovechamiento energético:

Hidrógeno gris
Es el obtenido de manera mayoritaria en la actualidad, a partir del reformado de vapor de gas
natural, sin captura del dióxido de carbono que se emite a la atmósfera; esa característica
supone un grave inconveniente desde el punto de vista medioambiental.
Hidrógeno azul
Es el obtenido por el mismo método que el anterior, pero, en este caso, se lleva a cabo un
proceso de captura del dióxido de carbono producido.

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Hidrógeno verde
Es el que se genera en su totalidad a partir de fuentes de energía renovables. Se produce
principalmente mediante la electrolisis del agua, aunque si se obtiene a partir del biogás o del
gas resultante de la gasificación de la biomasa el hidrógeno también se considera verde (incluso
si en su proceso de obtención se desprende dióxido de carbono, ya que este tiene carácter
biogénico).

Debido a que, en determinados procesos —en los que se emplean, principalmente,


fuentes de energía convencionales— se produce dióxido de carbono, es importante
estudiar la captura, del transporte y del almacenamiento del dióxido de carbono.
Finalmente, se han explicado también los procesos de transporte y almacenamiento
del hidrógeno, así como los procesos para su utilización directa para fines energéticos
o su empleo en pilas de combustible. Estas últimas también se han descrito en la unidad,
así como los diferentes tipos que existen y sus variadas aplicaciones.

Caso práctico de repaso


CLIMATIZACIÓN EN CENTRO SOCIAL DE CONVIVENCIA, ASISTENCIA Y
SERVICIOS PARA MAYORES, TRABENSOL.

La residencia en régimen de cohousing concluyó su construcción en 2012, y cuenta con una instalación
geotérmica de pozos verticales que dan respuesta a las necesidades de agua caliente, calefacción y
climatización de un edificio en el que viven cerca de 100 personas. Cuenta con más de 50 apartamentos;
gimnasio, zonas comunes, zona termal, asistencia médica, etc.

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Figura 1. Residencia Trabensol.

Fuente: Romón, C.

Los datos más importantes de la instalación son los siguientes:

Horas de funcionamiento: 3000 h/año.


Conductividad del terreno: 2,5 W/mK.
Se considera una temperatura media del terreno de 16 ⁰C, y unas temperaturas de entrada y salida
del evaporador de 0 ⁰C y -5 ⁰C.

Se pide
A través de la gráfica de AEDICI, obtener la longitud de las sondas de la instalación.

Solución
La construcción cumple con muchos de los principios de arquitectura bioclimática, y ofrece como
resultado un edificio con bajas demandas energéticas en climatización y calefacción gracias a los sistemas
de acondicionamiento pasivo, como patios interiores, aleros, muros con gran inercia térmica, etc.

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Una de las exigencias de la cooperativa fue que el nuevo complejo fuera sostenible y lo más respetuoso
con el medio ambiente; por esa razón, se elige la energía geotérmica como fuente energética básica. La
empresa Visiona BD ha sido seleccionada para ejecutar toda la generación y distribución de la
climatización.

El edificio es obra del grupo de arquitectos Equipo Bloque, quienes, tras estudiar el caso concreto del
complejo en Torremocha, confirmaron que se daban una serie de condicionantes que convertían a la
geotermia en la opción perfecta. Se trataba de un centro con un uso continuado las 24 horas del día los 365
días del año, con una temperatura de confort estable y moderada y una producción de calor/frío
centralizada. Con todo ello, se optó por la instalación de bombas geotérmicas para la producción de calor
y frío.

Para poner en marcha la instalación, la empresa navarra Visiona BD llevó a cabo dos docenas de
perforaciones, introduciendo más de 3600 m de sondas geotérmicas, e instalando más de 200 kW de
potencia.

Según el estudio de cargas térmicas previo al diseño, el edificio presentaba la peculiaridad de que,
debido a sus múltiples usos y a las orientaciones de los diferentes pabellones, en ocasiones podía darse la
circunstancia de que, en una determinada zona del edificio, fuera necesaria la climatización (por ejemplo,
durante actividades en el gimnasio), mientras que en otra fuera necesaria la calefacción (zona de lectura,
masajes, etc.).

Figura 2. Residencia Trabensol.

Fuente: Romón, C.

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Este hecho obligaba a un diseño con dos grandes acumuladores independientes, donde se almacenaba
agua caliente y fría por separado para poder dar respuesta a cada necesidad.

El diseño previsto del colector fue de 24 perforaciones de 150 m cada una, introduciendo más de 3600
m de sondas geotérmicas, e instalando más de 200 kW de potencia. Las bombas geotérmicas aportan el 90
% de la energía necesaria para calor, refrigeración, precalentamiento del ACS y calentamiento de la zona
termal.

En este caso, los cálculos vienen determinados por el número de horas de funcionamiento de la
instalación, ya que esta tiene aplicación como apoyo tanto a calefacción como a climatización, incluso de
manera simultánea.

Por otro lado, al trabajar el sistema sobre dos grandes tanques de acumulación o de inercia, puede
permitirse trabajar con máquinas de menor potencia nominal, aumentando así el número de horas de
funcionamiento. De esta manera, aplicando los conceptos y fórmulas desarrolladas en el caso de la unidad,
se obtienen los siguientes resultados.

Entrando con estos datos en la gráfica de AEDICI:

Figura 3. Relación entre Pe/K y conductividad en función de las horas de funcionamiento de la bomba
de calor.

Fuente: Asociación Española de Ingenierías e Ingenieros Consultores de Instalaciones, AEDICI.

Se obtiene una Pe/K de 2,6 W/mK. Tomando los valores de temperatura indicadas en el enunciado, sin
considerar los factores de corrección, por lo que: Pe = 2,6 (16 + 5) = 54,6 W/m.

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Se instalan dos máquinas con 200 kW de potencia cada una en funcionamiento alternativo y paralelo;
es decir, no funcionan las dos simultáneamente, sino que cada una cubre todas las demandas, de manera
que, cuando una se para, la otra arranca, según protocolo de funcionamiento. Por lo tanto, a efectos de
cálculos, se considera solo una de ellas: 200 000/54,6 = 3663 m. Estos 3633 m se distribuyen en 25
perforaciones o sondas, con una profundidad de 150 m cada una. Las características de estas sondas en
cuanto a materiales, rellenos, etc., son similares a las del ejemplo anterior.

Tabla 1. Características técnicas de la instalación.

Fuente: elaboración propia.

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Figura 4. Detalle de la instalación.

Fuente: Romón, C.

Figura 5. Bombas de distribución.

Fuente: Romón, C.

En cuanto a las bombas de calor geotérmicas instaladas, se trata de máquinas especiales para su empleo
en instalaciones geotérmicas. Esto concepto se entiende si se analizan sus COP. Las bombas de calor en
general suministran una cantidad de calor útil (Qusable), que es la suma del calor capturado en el foco frío
más la energía eléctrica consumida en vatios (We). Se entiende como COP la relación entre el calor
suministrado y la energía eléctrica consumida: COP = Qusable/We.

Cuando se habla de bombas de calor cuyo foco frío es el terreno, el intercambiador de captación es un
elemento externo a la máquina, y, por lo tanto, se dimensiona de manera independiente, como se ha podido
observar en los ejemplos desarrollados. Por eso, en estas máquinas, el COP, a diferencia de las
convencionales, no depende de las condiciones exteriores, ya que estas influyen en el dimensionado del
intercambiador, pero no en el COP de las bombas de calor.

Así, la capacidad de captación de calor de un intercambiador geotérmico vertical, como los empleados
en estas instalaciones, responde a la siguiente expresión:
Pe = Tg – Tmf / Rg + Rb.

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Siendo:

Pe

Potencia por unidad de longitud de sonda (W/m).

Tg

Temperatura inicial del terreno.

Tmf

Temperatura media del fluido en el evaporador de la bomba de calor.

Rg

Resistencia del terreno.

Rb

Resistencia de la sonda.

Como la resistencia del terreno se da en función del número de horas de funcionamiento anual de la
máquina, se obtiene que, cuanto mayor sea el número de horas, mayor será la resistencia.

En zonas frías la temperatura del terreno es menor, y las horas de funcionamiento aumentan. Por ello,
para un mismo valor de Tmf menor resulta Pe, lo que implica que, para la misma potencia de captación, la
longitud de la sonda será mayor.

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