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Gral.

José Ortiz Ávila, Champotón, Campeche a 20 de marzo de 2022

Pr. Rubén Jesús Ramirez Razo y Pr. Zurisaddai Jacqueline Hernández Hernández

Asunto: carta de animo

Dios le bendiga hermana María

He decidido escribirle hermana por cuestión de las recientes palabras que Dios le ha hablado
a su vida y las visiones que Dios en su gracia me ha permitido ver con relación a usted, he de confesar
que me siento, en primera instancia, identificado con usted en cuanto a un sentimiento que usted
expreso la primera vez que el Señor le hablo y esa fue “sentí que el Señor me regaño”. Una de las
cosas que debe saber es que Dios nos habla de ciertas maneras personales para que nosotros
entendamos su propósito, algunas ocasiones se es necesaria la exhortación en el amor de Dios,
aunque es cierto que es algo que no nos da mucha alegría o gozo ser exhortados, sino lo contrario
de tristeza, cuando esa exhortación cumple su propósito entonces si nos alegramos de que nos la
dijeran (lea Hebreos 12:11), véase usted como madre, aparentemente usted puede parecer mala
ante los ojos de sus hijos, sin embargo, usted está dispuesta a llevar ese título por el tiempo que sea
necesario hasta que sus hijos entiendan el propósito de la disciplina, usted sabe que es por un bien
y no es que Dios le agrade el exhortarnos, sino que es necesario (lea Hebreos 12:6-9). Quiero decirle
que Dios me ha hablado de manera similar muchas veces, y que a veces me pongo en una actitud
de ¿Por qué me regaña?, ¿Por qué a mí?, ¿Por qué a los demás no les habla igual si también hacen
cosas? ¿Por qué no me dice las cosas que hago bien?, créame que ninguna de esas preguntas nos
ayudan a solucionar el problema, de hecho cuestionamos a Dios por la manera en que trata a cada
uno de nosotros, cuando el en su sabiduría sabe cómo hacerlo, después de que aprendí que en
realidad Dios se estaba preocupando por mi formación como siervo de Dios, de mi vida espiritual y
que si, quizá me exigía un poco más que a los demás (no todos), supe que en realidad Dios me está
pidiendo más porque él sabe que puedo hacer más (lea Lucas 12:48), solo que me conformaba con
lo poco que avanzaba, creía que era suficiente y otra vez bajaba la guardia, cesaba la oración, incluso
la lectura y empezaba a aparecer ese viejo ruben de antes, viciado en cosas vanas que no tienen
sentido y solo entretienen a uno, entonces, venia nuevamente la exhortación y entre una de esas
palabras, el señor le dijo a mi esposa que me dijera todos los días “no te conformes”. Es lo que ahora
yo le digo a usted, no se conforme hermana, yo creo que usted sabe que puede dar mucho, pero
mucho más de lo que en realidad ya hace, y no me refiero a la iglesia (aunque también requiero su
esfuerzo) sino de manera personal, con sus oraciones, con su búsqueda de conocimiento en la
palabra de Dios, quizá ahora la exhortación sea un poco dura y como que no nos da mucho gozo,
pero confié en que llegara el día en que en realidad le daremos gracias a Dios por todo lo que hizo
con nosotros.

Animándole en el señor, me despido no sin antes pasarle saludos de parte de mi esposa


deseándole un buen día.

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