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“SOLARIS” DE TARKOVSKY.

ESTRUCTURA Y MONTAJE

“Solaris” (Solyaris, 1972). Guión de Fridrick Gorenshteyn y Andrei Tarkovsky


basado en la novela de Stanislav Lem. Dirección de Andrei Tarkovsky. Montaje de
Lyudmila Feyginova. Música de Eduard Artemiev.

Story line

El psicólogo Kelvin debe evaluar la estación espacial de Solaris pero sucumbe al poder
del planeta al relacionarse con una reproducción de su esposa fallecida.

Argumento

El psicólogo Kris Kelvin es enviado a la estación espacial del planeta Solaris para
evaluar si debe clausurarla a causa de diversos fenómenos extraños. En Solaris, Kris ve
surgir a su difunta esposa Hary. Se deshace de ella pero reaparece una segunda Hary
con la que vive una historia de amor marcada por las tendencias depresivas de la mujer.
Sus compañeros le advierten que esa Hary es una materialización que el océano
pensante de Solaris ha reproducido a partir de la idea que Kris tiene de ella. Hary se
suicida y Kris se entrega al amor de su padre en su casa en la Tierra pero tanto la casa
como el mismo padre son una reproducción de Solaris.

Estructura

La narración según Tarkovsky y su guionista Fridrick Gorenshteyn empieza a diferir de


la novela de Stanislav Lem a causa de los primeros 45 minutos que el cineasta sitúa en
la Tierra, en la dacha del padre del protagonista en plena naturaleza (el texto del escritor
se inicia con el protagonista en el espacio). Este prólogo permite introducir el gusto de
Kris por la belleza del bosque, el agua del lago, el caballo blanco, el perro, para forzar
un contraste mayor con la dejadez y aspereza de la descuidada estación espacial. La
polémica de los científicos sobre Solaris se establece en el reportaje sobre la negativa
experiencia del astronauta Berton y la discusión de este con Kris.

Una vez Kris llega a Solaris la narración se puede dividir en tres partes: antes de Hary,
con Hary (la parte más importante, el núcleo del film) y después de Hary. Un epílogo
final conecta la narración con el prólogo en la Tierra.

Probablemente este largometraje de cerca de tres horas se exhibió en cines con


intermedio y el largo mantiene en su versión en dvd la división en dos partes.
Tarkovsky sitúa el final de la parte I justo cuando Hary entra en la narración. Es una
idea lógica puesto que a partir de este punto todos los personajes están presentados
(como si fuera el planteamiento del film). Y la segunda parte empieza con un clímax:
Kris se deshace de Hary enviándola al espacio. Luego surge la segunda Hary y la
historia de amor entre la pareja que se consolida a pesar de las tendencias suicidas de la
mujer, hasta que tras un sueño del protagonista su compañero Snawt le informa del
suicidio sin vuelta atrás de Hary.

CLASICISMO DE “SOLARIS”
A pesar de su aspecto excéntrico, “Solaris” es un film clásico en lo esencial puesto que
trata de la transformación de un personaje que gracias a la experiencia que atraviesa
pasa de la frialdad escéptica a entregarse al amor de una mujer y al de su madre y su
padre. Cuenta una historia de amor de pareja, apasionada pero con final funesto, y se
sirve de ello gracias a un elemento fantástico, un océano sideral pensante capaz de
generar físicamente los recuerdos de los astronautas que lo estudian. La idea de la
novela de Stanislav Lem está en el film: los cosmonautas estudian el planeta líquido y,
he ahí lo interesante, el planeta les estudia a ellos. La comunicación es difícil, la
sensación es la de que el planeta ha progresado más que los humanos y que estos están
subordinados a él y a sus poderes. El largometraje concluye con un giro final propio de
muchos films clásicos y en concreto de ciencia-ficción (paralelo al niño sideral de
“2001. Una odisea del espacio” o a la Estatua de la Libertad de “El planeta de los
simios): la Tierra no es la Tierra sino una reproducción que de la Tierra, según los
recuerdos y deseos de Kris Kelvin, ha hecho Solaris. El océano pensante ha ido un paso
más allá, su inteligencia ha crecido muy por encima de la de los seres humanos.
A menudo se ha criticado la falta de historias de amor en el cine de Tarkovsky. Desde
luego la de “Solaris” no entra dentro de lo convencional, a causa de las características
del personaje de Hary, una muerta “reproducida”, pero sí que puede calificarse de
apasionada e incluso de sublime. Kris, el científico frío, está en el momento más dulce
de la relación dispuesto a vivir con Hary para siempre en el único lugar en el que ella
puede existir, la estación espacial. Tanto el elemento de la transformación de Kris como
la historia de amor acercan esta versión de “Solaris” a un relato clásico.

PERSONAJES

“Solaris” es un film de pocos personajes, los protagonistas principales son Kris Kelvin,
omnipresente en la narración ya que se sigue su punto de vista (excepto en el final), y su
esposa Hary. Los escépticos cosmonautas Snawt y Sartorius, los dos últimos científicos
en la estación espacial. Guibarian es el cosmonauta amigo de Kris que se ha suicidado
antes de que él llegue. A ellos hay que sumar el padre de Kris en el prólogo inicial, el
cosmonauta desahuciado por su propia comunidad Berton, y la madre de Kris, fallecida,
personaje idealizado a quien puede verse a través de los recuerdos del protagonista.
- Kris Kelvin (Donatas Banionis)

Si “Solaris” contiene elementos de cine clásico es en parte por la transformación de


personaje que se opera en el protagonista. Inicialmente frío e insensible, quema antes
del viaje a la estación espacial recuerdos del pasado entre los cuales una fotografía de su
difunta esposa Hary. Distanciado de su progenitor con quien tiene una relación que su
padre expresa en forma de queja. Sin embargo, al final del film Kris es una persona
distinta que ha pasado por la experiencia de revivir apasionadamente su historia de amor
con Hary (o las reproducciones que Solaris ha hecho de ella a través de los recuerdos
del propio Kris). El protagonista se ha sensibilizado, ha opinado que el ser humano está
hecho para amar y acaba el film con la imagen de él arrodillado y abrazado al padre. Ha
llorado, ha deseado que vuelva la mujer que se suicidó por su culpa, le ha prometido
amor eterno a esa mujer, rectificando el pasado, y ha sufrido su pérdida definitiva
cuando más podía dolerle. Ha vuelto a amar como si fuera un niño a su madre fallecida.
Kris Kelvin se vuelve un ser orientado al amor. El océano extraterrestre ha puesto a
prueba al personaje consiguiendo que renaciera su emoción y su condición de humano.
- Hary (Natalya Bondarchuk)
Personaje excepcional en cuanto a su definición ya que no es la esposa original de Kris
(que se suicidó diez años antes) sino una reproducción creada por Solaris a partir de los
recuerdos del protagonista. No es un robot ni un humanoide ni un fantasma sino una
“reproducción” desde el recuerdo, o varias, ya que Hary muere más de una vez y es
reemplazada por nuevas réplicas. Hary al inicio apenas sabe quién es, sólo se asume a sí
misma como ente pensado para amar a Kris. Ni siquiera se reconoce al mirarse al
espejo. Poco a poco, en sucesivas versiones cada vez más perfectas y conscientes de su
identidad, llega a darse cuenta de que no es más que un ser creado por Solaris. Su
naturaleza depresiva y suicida no le impide vivir un episodio de amor correspondido
con Kris. Una de las características diferenciales como personaje son las curaciones
instantáneas de sus heridas y sobre todo las muertes y posteriores resurrecciones. La
más espectacular se produce justo después de la secuencia feliz de la ingravidez.
Tarkovsky retrata a Hary casi como una madonna italiana de la época del Renacimiento,
bella, en calma, bañada de luz dorada. Pero su serenidad se vuelve angustia al dudar del
amor que Kris siente por ella o al conocer más y más detalles de su propia naturaleza.
Ser angustiado, trágico, abocado al amor apasionado y a la muerte.

- Snawt y Sartorius

Los cosmonautas de Solaris son dos científicos escépticos, sin futuro, sin ilusión,
orientados apenas a la supervivencia (Guibarian, el tercero, se ha suicidado), tan solo a
algún placer carnal o para ser exactos algún vicio sexual con las reproducciones que
Solaris les genera. Snawt es algo más receptivo con el protagonista aunque su tendencia
al alcoholismo lo vuelve impertinente e incluso brutal. Sartorius es asocial, cínico y
desagradable, se burla de Kris Kelvin, se enfada con él y desprecia a Hary (“está
formada por neutrinos” en lugar de átomos, dice para desaceditarla), aunque no le falta
razón en su discurso. Tampoco a Snawt, los rasgos de lucidez también definen a estos
individuos de vuelta de todo. El estado descuidado de la estación espacial se extiende a
la manera de vestir y de comportarse de estos dos personajes en las antípodas del
astronauta apolíneo y eficaz que suele presentar el audiovisual.

LAS MUERTES Y RESURRECCIONES DE HARY

Kris Kelvin despierta acalorado tras el primer sueño en su dormitorio en la estación


espacial con una bella mujer que le aguarda a los pies de su cama, Hary, su esposa
muerta diez años antes a causa de un suicidio provocado por distintos desencuentros y
un estado de soledad que ella no pudo soportar. Aunque no está específicamente
establecido, parece que fue Hary la persona que en la pareja amó de verdad. De hecho,
el personaje de Hary se caracteriza como se ha dicho por un mantenido estado de
angustia a causa de su propia oferta de amor incondicional y apasionado hacia su esposo
reencontrado. Hary aparece en la narración algo después de la primera hora de metraje
pero su relación con Kris es el motivo central de este film, que podría considerarse
principalmente como una historia de amor. Kris empieza por rechazar a ese ser que
intuye como una mentira, una trampa, y la introduce en una cápsula enviándola al
espacio, matándola por tanto, es decir, eliminando la primera versión de Hary creada
por Solaris. Pero aparece poco después una segunda versión, que será la Hary que
morirá y resucitará varias veces hasta suicidarse. La primera de las muertes se produce
al querer abrir Hary una puerta de hierro que le impide acercarse a Kris. Su cuerpo se
llena de heridas sangrantes de gravedad que sin embargo se curan por sí solas y la mujer
vuelve pronto a la normalidad. Kris parece conmoverse por esta acción y se diría que
empieza a amar a la copia de su mujer. Ella misma sabe que no es la Hary verdadera y
ese es su principal motivo de sufrimiento. Algo parecido a una segunda muerte se
produce más tarde cuando Hary está en la cama, como inerte, y Kris la devuelve a la
vida amándola. La tercera muerte es la más relevante y espectacular porque llega
después del único momento de serena felicidad en el film: tras contemplar un cuadro de
Brueghel en la biblioteca, “Cazadores en la nieve”, que evoca la casa de infancia de
Kris Kelvin, la pareja experimenta la plenitud durante unos instantes de ingravidez de la
estación. Vuelan muy lentamente junto a algunos objetos y se abrazan, es un episodio
de armonía y amor correspondido que contrasta con la angustia mantenida del resto de
la historia. Justo después, se rompen unos vidrios y Hary aparece muerta por
congelación, el motivo siempre es el mismo: entender que no es el ser humano original
de quien Kris se enamoró, esa idea la atormenta, a lo que debe sumarse la tendencia
suicida de la Hary original. Ha bebido oxígeno líquido según deduce Kris, que empieza
a verbalizar ante Snawt el amor que ya siente por esa mujer: “¿Qué hacer? La amo”.
Hary resucita entre convulsiones con audio de vidrios rompiéndose, en una escena de
especial dureza en las antípodas de las resurrecciones maravillosas de la factoría
Disney. Snawt no puede soportarlo y se marcha. Pero Kris la abraza como un nuevo
Romeo y su declaración es suficientemente original: “Te amo más que a todas las
verdades científicas”. Más adelante, las promesas de amor del protagonista continúan en
el dormitorio: “No volveremos a la Tierra. Viviremos aquí en la estación”. Es en este
punto álgido de esperanza de futuro y de consolidación de pareja donde dolerá más al
espectador que esta historia de amor se desvanezca. Efectivamente, Kris sufre un
episodio de fiebre en el que sueña con su madre muerta, joven, que le cura las heridas
como a un niño. Cuando despierta de la fiebre, Snawt le comunica el suicidio de Hary
leyéndole una sencilla carta de despedida “Es terrible tener que engañarte, es lo mejor
para los dos, no culpes a nadie”. Kris pregunta cómo fue y Snawt lo relata con una frase
que es la única pista al respecto: “Por desmaterialización: se desprende un fogonazo
seguido de un viento”. Kris Kelvin parece lamentarlo y se pregunta por qué Solaris les
atormenta. Pero Solaris no ha recreado equivocadamente a la esposa de Kelvin y puede
que su intención no sea atormentar gratuitamente puesto que las nuevas versiones de
Hary son fieles al destino trágico de la Hary original.

“CAZADORES EN LA NIEVE” DE BRUEGHEL EL VIEJO. Y JOHANN


SEBASTIAN BACH

Uno de los momentos más felices en la relación entre Kris y Hary viene precedido por
la detenida contemplación de uno de los cuadros de la biblioteca de la estación espacial,
“Cazadores en la nieve”. No es la única obra de Brueghel que decora la sala. Hary
observa el lienzo con total atención y la cámara siempre en movimiento examina los
personajes, los árboles, los pájaros, las casas, la nieve, hasta enlazar con Kris niño
jugando también en la nieve. Se trata de una subsecuencia de cuatro minutos dentro de
la secuencia de la biblioteca de la estación que se constituye en uno de los homenajes
más relevantes que un cineasta haya dedicado nunca a un pintor. Los instantes de
ingravidez que se producen a continuación permiten abrazarse a Kris y Hary en uno de
los pocos momentos de felicidad plena del relato, mientras se oye el Preludio Coral en
Fa Menor de Johann Sebastian Bach, uno de los temas principales del film.
Parece que Brueghel en pintura y Bach en música sean para Tarkovsky los referentes
principales de los dos artistas representativos del planeta Tierra, los más capacitados
para alcanzar –o recordar- lo que define al ser humano, la emoción.
MONTAJE

“Solaris” es un film de planos secuencia, muchos de ellos de más de dos y de tres


minutos de duración. Prácticamente todos los diálogos están en plano secuencia (es
decir, renunciándose a la convención del plano-contraplano), con los personajes en
campo o entrando y saliendo del encuadre. La sensación es la de un transcurrir del
tiempo idéntico a sí mismo durante todo el metraje. Apenas se produce una
fragmentación más elevada cuando el protagonista cree ver en la estación espacial
personajes ajenos a Snawt y a Sartorius. O en las muertes y resurrecciones de Hary. Las
diversas visiones del océano pensante de Solaris también se introducen como planos
únicos sin fragmentación. Las algas en movimiento lento del principio del film marcan
el ritmo que se seguirá durante todo el relato audiovisual. El “flujo del tiempo” –en
expresión del mismo Tarkovsky- se mantiene “a pesar de los cortes”.
La música de Eduard Artemiev es a menudo un audio atmosférico de creación de
ambiente. Sólo alcanza la música protagonismo en igualdad con las imágenes cuando
suena el Preludio de Bach (en versión electrónica) y en diversas ocasiones
acompañando las imágenes en plano secuencia del océano pensante de Solaris. La
sensación de vacío, de silencio, predomina por encima de una banda sonora densa.
Nota: Perfección en el montaje, ni un solo error desde el punto de vista académico.

LA NOVELA DE STANISLAV LEM Y LA PELÍCULA DE ANDREI


TARKOVSKY

El océano pensante de Solaris aparece periódicamente en el film, hasta ocho veces en


secuencias de cerca de un minuto cada una, en planos propios de cine abstracto
experimental. En la novela, Stanislav Lem dedica párrafos extensos a describir las
gigantescas metamorfosis del océano. Al escritor le preocupa no sólo la historia de amor
de Kris y Hary sino el asunto de la dificultad o imposibilidad de comunicación entre dos
tipos distintos de inteligencia. En el film, la entrega final incondicional de Kris Kelvin a
su padre –a la reproducción de este- representa el triunfo definitivo de Solaris. En la
novela no hay entendimiento posible, los miles de textos estériles –“la solarística”, una
ciencia en sí misma- no conducen a nada. Tarkovsky pretende ir más allá de Lem –a
quien no agrada el film a pesar de respetarlo- al retratar la astuta inteligencia de Solaris
en el giro final. Por otro lado, al director del film le interesa un tema que el escritor no
toca: el amor a los padres, tanto a la madre muerta como al padre todavía vivo. El
cineasta ruso extiende el universo creado por el escritor polaco sin traicionarlo.
Tarkovsky ha hecho su propia versión pero desde la coherencia. Y tal como tantos
analistas y críticos han expresado, el espíritu de la novela está en el film.

MÁS INFORMACIÓN SOBRE LAS MUERTES Y RESURRECCIONES DE


GUIBARIAN Y HARY EN "MUERTES CREATIVAS EN EL CINE":

https://www.facebook.com/joanmarimonpadrosa

BIBLIOGRAFÍA

- “ESCULPIR EN EL TIEMPO” de Andrei Tarkovsky. Libros de Cine Rialp. Madrid,


1991.
- “EL MONTAJE CINEMATOGRÁFICO. DEL GUIÓN A LA PANTALLA” de Joan
Marimón. Edicions Ub. Barcelona, 2014.
- “MUERTES CREATIVAS EN EL CINE” de Joan Marimón. Edicions Ub. Barcelona,
2018.

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