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Reflexión 1

EL MOMENTO MORAL DE LA UNIVERSALIDAD COMO


META DE LA ÉTICA
Mi interpretación acerca de los cuatro momentos de la moral sobre la
lectura de esta semana, es que el primer momento se puede analizar que
la moral no es realmente algo que indique lo bueno o lo malo , la moral
es tu forma de vivir de acuerdo a costumbres o hábitos adquiridos a lo
largo de toda la vida, que creemos que es lo correcto y que así se hacen
las cosas ya que nunca se nos plantean los otros momentos de la moral
o ignoramos su existencia, por lo tanto este es el primer momento de la
moral, el neutro, pues por cuanto no es ni bueno ni malo, simplemente
es hábito y costumbre humana, simplemente es moral.
Con referente al segundo momento de la moral es cuando una sociedad
reflexiona sobre la moral (su moral) surge una norma en forma de ley
que regula las relaciones y pone límites a algunas acciones de los
individuos que componen la sociedad para una mejor armonía.
Haciendo un resumen del tercer y cuarto momento de la moral que trata
sobre la justificación y la universalidad el cual este último del fenómeno
moral no significa que todos somos morales todo el tiempo, significa
que cualquiera que sea parte del comportamiento moral exigible por
toda persona, es universalmente juzgado como inmoral. Así, el
fenómeno moral puede ser universal sin perder de vista que muchas
veces nos comportamos de modo inmoral.
En otras palabras el universalismo moral es la postura ética que
defiende la existencia de una verdad moral universal sobre cada cuestión
moral concreta. El Sócrates platónico fue un defensor explícito del
universalismo moral, que consideraba un vínculo "indestructible" con
la razón del ser humano. Esta perspectiva del pensamiento socrático se
oponía al convencionalismo moral de los sofistas.
Reflexión 2
Importancia de la ética en la educación
Estoy segura que nadie respondería que la ética o lo ético no es
importante en la educación, por el contrario, todos reclamamos e
insistimos en su importancia. No falta su mención en un seminario o
congreso, como alternativa de solución a la diversidad de problemas
educativos o para explicar la existencia de los mismos. Sin embargo, y
dada su importancia, se espera ver su presencia en algunos o en todos
los componentes educativos y naturalmente, en el acto de educar.
La ética ha sido abordada como un contenido específico, vale decir
como parte del currículo como una materia que se debe estudiar o como
un contenido transversal, en el mejor de los casos. No obstante que en
verdad haya sido así, creo que aún no podemos apreciar sus efectos
positivos sobre las actitudes y comportamientos en estudiantes,
docentes y autoridades.
Con notables excepciones que seguramente existen, puedo afirmar que
en realidad se hace muy poco para formar éticamente a nuestros
estudiantes, docentes y para transformar nuestras escuelas en
instituciones educativas éticas.
Y, es que, a pesar de formulación e intención escrita u oral, no siempre
se está dispuesto a cambiar, a mirar lo humano, y a la persona humana
como eje más importante del quehacer educativo.
Bastaría que en lo mínimo tuviéramos respeto y al mismo tiempo
exigiéramos respeto para empezar a evidenciar un cambio en las
miradas, un cambio en las interacciones. El respeto puede ser un buen
punto de partida, un respeto recíproco y en igualdad de condiciones, en
horizontal y no en vertical. El respeto nos lo debemos todos y sin
excepciones.
La presencia de lo ético en los ámbitos educativos, no solo dependen de
reglamentos o directivas, de cursos o talleres, sino dependen de un
franco compromiso con uno mismo y con los demás en igualdad de
condiciones.

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