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Fuga de cerebros

La fuga de cerebros, fuga de talentos o migración altamente calificada (MAC) es


la emigración de profesionales y científicos formados universitariamente en su
país de origen1 a otras naciones, impulsados principalmente por la falta de
oportunidades de desarrollo de sus áreas de investigación, por
motivos económicos o por conflictos políticos en su país natal, generalmente sin
regreso. Si bien este fenómeno se acentúa en países en desarrollo, esto no es
excluyente, y en muchas ocasiones se da también entre naciones industrialmente
desarrolladas, debido a diferencias salariales o impositivas. De forma análoga se
habla de fuga de capitales para la desinversión de capital financiero en un país.

La fuga de cerebros hace que el país de origen pierda la inversión en educación


superior de esa persona, y de la misma forma el capital social del que formaba
parte el individuo se reduce por su partida.

Si bien la fuga de cerebros parece ser un fenómeno novedoso, encontramos


situaciones similares a lo largo de toda la historia de occidente.

Academia de filósofos neoplatónicos

Después de que Justiniano cerrara la Academia en el año 529 DC, de acuerdo con


el historiador Agathias, sus antiguos miembros buscaron refugio en la
corte Sasánida del rey Cosroes I, llevando con ellos numerosos rollos de
pergamino con conocimientos literarios, filosóficos y en menor medida
científicos. Luego de que el tratado de paz entre el imperio persa y el bizantino en
532 garantizara su seguridad personal, algunos miembros hallaron seguro refugio
en la fortaleza pagana de Harran, cerca de Edessa. Una de las figuras líderes de
este grupo fue Simplicius, un pupilo de Damascius, la última cabeza de la escuela
ateniense. Desde allí, los estudiantes de la Academia-en-exilio pueden haber
sobrevivido hasta el siglo IX, tiempo suficiente para activar el reavivamiento
árabe del Neoplatonismo en Bagdad.2

Caída de Bizancio
Con la caída del imperio bizantino a manos turcas, buena cantidad de sabios de la
metrópoli afloraron a las costas griegas y mediterráneas, especialmente a Italia,
donde reavivaron el interés por el conocimiento del mundo clásico, aportando en
buena medida al proceso renacentista europeo.

Expulsión española de judíos y moros

Luego de la Reconquista de España, los Reyes Católicos buscaban un reino


religiosamente unificado. Los judíos fueron expulsados del país en 1492, u
obligados a la conversión al catolicismo. En la medida en que dominaban las
finanzas del país, su expulsión fue una causa clave del decaimiento económico
posterior, necesitando el servicio de banqueros extranjeros como la
familia Fugger y de la república de Génova. El 7 de enero de 1492, el rey ordenó
la expulsión de todos los judíos de España, conformado en ese entonces por
la Corona de Castilla que incluía el Reino de Galicia, el Reino de León, el Reino
de Granada y las recientemente conquistadas Islas Canarias; la corona de
Aragón que incluía el principado de Cataluña, el reino de Aragón, el reino de
Valencia, el reino de Mallorca, Nápoles y Sicilia. Luego, la reina los expulsaría de
Andalucía.3 La expulsión del todavía independiente reino de Navarra se produjo
en 1498, por lo que entre ambas fechas hubo una cierta migración judía a
territorios navarros. Mayor información disponible en Jewish History Sourcebook.

La guerra contra los turcos, los árabes y los berberiscos de África


Meridional afectó la política interna en el llamado Alzamiento de
Alpujarras (1568–1571) lo que motivó la expulsión de los moriscos en 1609. A
pesar de ser una minoría étnica, eran parte fundamental del sector agrario y
artesanal. Su partida contribuyó al declive económico en algunas regiones de
España. De esta manera, la aristocracia conservadora incrementó su poder a
expensas de las provincias económicamente más desarrolladas.

Anti-Semitismo en el período de entreguerras (1933–1943


Los sentimientos y leyes antisemitas en Europa durante las décadas de 1930 y
1940, que culminaron en el Holocausto, causaron la emigración de muchos
científicos, artistas e intelectuales a las Américas. Ejemplos notorios son:

Albert Einstein (emigrado permanentemente a los EEUU en 1933)

Enrico Fermi (1938; aunque él mismo no era judío, su esposa Laura sí lo era)

Niels Bohr (1943; madre judía)

Theodore von Kármán

John von Neumann

Theodor Adorno

Friedrich Wilhelm Karl Berg, en Argentina

Karl Hermann Konrad Burmeister, en Argentina

Kurt Gödel (no era judío)

Ludwig von Mises

y muchos otros. Además de las condiciones antisemitas, las


persecuciones nazis contra liberales y socialistas en Alemania contribuyeron a
otro tipo de emigración. El Bauhausfue forzado a cerrar en Alemania durante el
régimen nazi debido a su pensamiento liberal y socialista, que los nazis
consideraban degenerado. La escuela ya había sido cerrada durante la república de
Weimar debido a sus afiliaciones políticas pero se trasladó a Dessau antes del
cierre. Siguiendo este abandono, dos de los tres pioneros en la arquitectura
Moderna, Ludwig Mies van der Rohe y Walter Gropius, dejaron Alemania con
destino a América (mientras Le Corbusier permaneció en Francia). Junto con
ellos, llevaron el movimiento modernista al público americano y crearon el
llamado Estilo Internacional en arquitectura y diseño.

Crisis de Fuga de Cerebros en Europa del Este (1922-1961)


Muro de Berlín en 1975

Para el año 1922, la Unión Soviética había restringido las emigraciones de sus


ciudadanos a otros países, haciendo casi imposible que estos se retiraran.4 El
Primer Ministro soviético Nikita Khrushchev más adelante declaró "Estábamos
asustados, realmente asustados. Teníamos miedo de desatar un flujo al cual no
podríamos controlar y que podría habernos ahogado."5 Tras la ocupación
soviética de Europa del Este después de la Segunda Guerra Mundial, buena parte
de la población de tales áreas aspiraba a la independencia y quería que los
soviéticos se retiraran.6 A mediados de los '50, la decisión de la Unión Soviética a
restringir la emigración fue emulada por la mayoría del bloque del Este,
incluyendo Alemania Oriental.7

Incluso con el cierre oficial de la frontera alemana en 1952,8 las fronteras


entre Berlín Oriental y Berlín Occidental permanecieron considerablemente más
accesibles que el resto debido a que eran administradas por cuatro poderes.9 El
sector de Berlín era un "agujero" a través del cual muchos ciudadanos del Este
todavía podían emigrar.8 Los 3.5 millones de alemanes del Este,
llamados Republikflüchtlinge, que dejaron el país igualan a aproximadamente el
20 % de la población local.10 Los emigrantes tendían a ser jóvenes y bien
educados, llevando a la fuga de cerebros temida por los oficiales de Alemania del
Este.6 En 1958, Yuri Andropov, entonces el Director de Relaciones con Partidos
Comunistas y de Trabajadores de los Países Socialistas, organismo perteneciente
al gobierno soviético, escribió un informe urgente al Comité Central para
informarles de que entre los refugiados, la intelectualidad alemana había
aumentado en un 50 %.11

En la actualidad

Históricamente, la fuga de cerebros ha afectado principalmente a los países en


vías de desarrollo o en conflicto bélico, debido a que los científicos formados en
instituciones del país de origen emigran al exterior en busca de mejores
oportunidades laborales y económicas, malgastando recursos en formación de los
países de origen. No obstante, tras la crisis económica mundial que afectó
principalmente al denominado Primer Mundo, revirtieron las condiciones
económicas, y muchos de los países en desarrollo han recibido en los últimos
tiempos un caudal importante de investigadores.

Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España[editar]

Los ciudadanos de los países más afectados por la crisis en Europa han tomado
rumbo principalmente hacia economías florecientes del hemisferio sur, como lo
son Argentina,12 Australia, Brasil, Colombia, Chile,13 Angola, y Mozambique.14

El caso de Argentina

Situación históricaEl país a lo largo de los años se ha caracterizado por su


histórica alta capacidad de los recursos humanos, sin embargo también se ha
caracterizado por la baja inversión en ciencia y tecnología con respecto al nivel
internacional. Según datos del 2005,19 la ciencia y la tecnología verificaban una
fuerte dependencia de la financiación pública, que aportaba el 65% de la
inversión. Este estaba distribuido en un 43% en el sector gubernamental y un 22%
en las universidades públicas. Con relación al PBI, el sector público aportaba el
0,30% mientras que el privado aportaba el 0,16% (en el año 2002), aunque la
participación del sector privado en las actividades científicas y tecnológicas se ha
incrementando desde el año 2002.

El modelo esencialmente agroexportador y las políticas públicas en materia de


educación e investigación de la llamada década neoliberal de 1990, bajo el
gobierno menemista, llevaron a los profesionales formados en las
prestigiosas universidades públicas del país a buscar mejores oportunidades
laborales en el exterior.

Situación actual y cambio de paradigma

Esta tendencia histórica ha sido revertida en los últimos años. En 1997 -con la
creación de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica- se inició
un ciclo virtuoso en la ciencia y tecnología argentina. Dicho impulso se vio
reforzado, a partir del año 2003, por la ejecución de una política de estado que ha
aumentado el número de recursos destinados a la ejecución de proyectos
científicos, la incorporación de nuevos investigadores, la creación de nuevos
centros de investigación, la mejora del salario de los investigadores y la
repatriación de científicos argentinos radicados en el extranjero, a partir
del programa Raíces, a través del cual se logró repatriar más de un millar de
científicos argentinos para el año 2014,20 21 a una razón de 1 científico cada 3
días22 23

A través del CONICET, el Estado argentino financió - en el 2003 y hasta el año


2015 - a más de 16.000 científicos entre investigadores, becarios y personal de
apoyo, frente a los 8.000 que financiaba en 2003. El 7 de octubre de 2013, se
repatrió a la científica número 1.000.24

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