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LA ENSEÑANZA DE LA LECTURA Y LA ESCRITURA EN EL PRIMER

GRADO

MARTA LILIANA ARGUELLO PEREIRA


OSCAR CASTELLANOS CASTELLANOS
MIGUEL ANGEL MARTÍNEZ AGUDELO
NELLY JOHANA NIÑO NIÑO

PROF. LIC.: LUZ AMPARO BUSTAMANTE

UNIVESIDAD PEDAGÓGICA Y TECNOLÓGICA DE COLOMBIA


FACULTAD DE ESTUDIOS TECNOLÓGICOS Y A DISTANCIA
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA
V SEMESTRE
HUMANIDADES
2003
LA ENSEÑANZA DE LA LECTURA Y LA ESCRITURA EN EL PRIMER
GRADO

La educación ocupa un lugar cada vez mayor en la vida de los individuos


a medida que aumenta su función en la dinámica de las sociedades
modernas. La noción de una educación que se desenvuelve a lo largo de
toda la vida de cada individuo forjan las capacidades y las aptitudes que
permitirán a cada cual seguir aprendiendo.

La lecto – escritura es el conocimiento inicial más importante que se


transmite y se convierte en eje e instrumento en la apropiación social
del conocimiento, en donde los estudiantes se encuentran y hacen suyos
los conocimientos que la escuela desea transmitirles. La familia y la fase
de la educación básica (preescolar y primaria) es donde se fraguan
actividades hacia el aprendizaje que duran toda la vida.

De hecho tradicionalmente desde la perspectiva pedagógica, el


problema del aprendizaje de la lectura y la escritura ha sido planteado
como una cuestión de métodos. La preocupación de los educadores se
ha orientado hacia la búsqueda del “mejor” o más “eficaz” de ellos,
suscitándose así una polémica en torno a los tipos fundamentales de
métodos.

La familia es el primer lugar en que se produce la educación y como tal,


establece el enlace entre lo aspectos afectivo y cognoscitivo y a segura
la transmisión de valores y normas. Pero la educación básica en los
niños puede considerarse una educación inicial que abarca el principio
de la edad de los tres a los doce años, aproximadamente; la educación
básica es el indispensable “pasaporte para toda la vida”. El mundo en su
conjunto está evolucionando tan rápidamente que el personal docente,
debe admitir que su formación inicial es esencial, de ahí la necesidad de
que el docente tenga que actualizar sus conocimientos y técnicas.

Por lo tanto, es necesario tener en cuenta que “ el conocimiento nuevo


es como un injerto que tiene que aprender con mucho cuidado en la
salida del tallo, tiene que unirse al conocimiento incipiente o germinar lo
que el alumno posee”1, con esto y, partiendo de que, la comunicación es
el gran medio de expresión que posee la humanidad, por lo que se hace
esencial e importante la presencia de la lengua escrita en la escuela, la
lecto-escritura cobra sentido y existencia social; pero es conveniente
que se utilicen los métodos adecuados, que se adapten a la realidad, al
contexto y, lo más importante, que los niños lo comprendan y adquieran
amenamente los conocimientos.

Piaget, es su teoría del “desarrollo y aprendizaje”, dice que “el


desarrollo es un proceso que atañe a la totalidad de las estructuras
cognoscitivas y hace una clasificación, en donde ubica a los escolares de
5 a 7 años en la etapa de operaciones concretas, que implica establecer
clases y relaciones sobre objetos concretos, es decir, la producción del
pensamiento va ligada a la acción”2. En efecto, para que haya una
apropiación de la lecto-escritura se desarrollan tres procesos
simultáneamente: primero, que la lengua escrita se relaciona con la
lengua oral aportando los elementos mínimos necesarios para aprender
a leer y escribir; segundo, que la lecto-escritura se hace a través de usos
escolares de la lengua escrita; y la última, es mediante el acceso a

1
BETANCOURT, Mabel y otros. Acerca del método. Ministerio de Educación Nacional. Santa
Fe de Bogotá. 1997.
2
PIAGET, Jean. Desarrollo del pensamiento.
otros conocimientos, a demás, se podría añadir otras maneras de
apropiación de los conocimientos a aquellas que están fuera de las
actividades propias de la enseñanza y transmisión del conocimiento, que
ocurre en el uso de la lengua escrita y en las cuales hay apropiación de
la misma. A los anterior, debe añadirse que “la lectura es un proceso
psicolingüístico y social en el cual influyen los contextos mentales
(internos) y los sociales (externos) de quien aprende; por lo que el habla
se hace con otros, la lecto-escritura en los niños, a diferencia de la de
los adultos, no puede ser un proceso solitario.3

Actualmente, se encuentran distintos métodos que se vienen aplicando


en la enseñanza de la lectura y la escritura; de los primeros que se
encuentran, aparece el deletreo en donde se aprende las letras del
alfabeto tal como se llaman; el método fónico, donde se enseña por
medio del sonido de las letras; y el método silábico, que emplea como
punto de partida la sílaba. Estos permiten enseñar a leer (descifrar)
cualquier palabra, aunque no se conozca su significado, permite graduar
la enseñanza de acuerdo con la dificultad o con los criterios
establecidos, pero no cumplen con el objetivo esencial: “comprender el
significado de las cosas”4, por lo que en realidad, lo métodos del
deletreo fónico y silábico son poco utilizados en la actualidad, a pesar,
de que son tenidos en cuenta como auxiliares en casos especiales.

“La escritura... crea un nuevo tipo de conocimiento: el conocimiento


científico y una nueva forma de aprendizaje llamado enseñanza”5,
seguidamente, continuando con los métodos para la enseñanza de la
lecto-escritura se encuentra el método de Palabras Normales, en donde

3
ROCKWEL, Elsy. Usos escolares de la lengua escrita.
4
BETANCOURT, Mabel y otro. Acerca del método. MEN. 1997
5
BETANCOURT, Op Cit. P.56
se presenta al niño una serie de palabras que se descomponen hasta
llegar a las letras, de modo que, es el más apropiado para la
comprensión, pero resulta muy mecánico; descompone las palabras
conduciendo al deletreo y permite descifrar frases breves. También, se
encuentra el método global que parte de una frase u oración, facilitando
la lectura comprensiva y fluida des del principio, permitiendo relacionar
la lectura y estimula la atención y el interés del niño.

Teniendo en cuenta, el anterior análisis se puede afirmar que los


métodos sintéticos (fonético, alfabético y silábico) en verdad son muy
anticuados y no presentan ningún interés para los niños, son muy
mecánicos, repetitivos y no se preocupan por los procesos de
construcción de la lengua, ni desarrollan el intelecto; en cambio, los
métodos analíticos, son más favorables y convenientes a la hora de
enseñar, sobre todo el método palabras normales, pues, éste puede ser
planeado por el maestro a diferencia del método global donde es el niño
quien debe realizar el análisis de “trozos” apoyado con ejercicios, pero
sin la intervención directa del maestro. La improvisación que requiere el
método global, dificulta la utilización del mismo por parte de los
maestros; sumando a esto, el hecho de que se hace muy difícil saber
que han aprendido los niños en diferentes momentos de la enseñanza.
De ahí que este método no es considerado seguro.

Por consiguiente, “el modo en que el niño aprende a escribir sigue el


camino de la apropiación individual de un fenómeno social, pero
considerar individual a esa acoplación, no implica reducir su aprendizaje
a una actividad solitaria”6, ni aprender escribir es una consecuencia del
aprender a leer, ni su inversa, en relación con el método educativo, “un

6
PUCHE, María Eugenia. Reflexionando sobre nuestras concepciones. MEN. 1997.
principio debe quedar claro desde el inicio, es que no existe un método,
el método se da, de acuerdo con la evolución y las características
propias del aparato psíquico en génesis; deben existir tantos métodos
como periodos evolutivos existen”7.

De hecho, se puede decir que todos los métodos, anteriormente


expuestos, enseñan a leer y escribir de acuerdo a su enfoque, a la
persona que enseña y a quien aprende; debido a esto, la utilización de
cualquiera de estos métodos es decisión personal del maestro, que
siempre va a ser quien decida.

Enseñar a leer y escribir pasa a ser una actividad repetitiva y mecánica,


pues aun existiendo una explicación o corriente teórica, parece que con
el tiempo y la cotidianidad, se distancia de la práctica; no se requieren
muchas elaboraciones teóricas para observar cómo enseñar a leer y
escribir en el mínimo tiempo posible, este “problema” ha sido abordado
desde diferentes criterios, fundamentalmente desde diversas teorías y
prácticas que han venido variando y diferenciándose según las
corrientes teóricas; lo importante es que el docente sea consciente de
que enseñar a leer y escribir no constituye una mecanización, sino que
es el desarrollo de las capacidades cognoscitivas, mediante la
competencia lingüística.

“ El método educativo debe ser consistente con las peculiaridades


cognoscitivas, valorativas y psicomotrices del niño en cada uno de los
correspondientes peldaños”.
Miguel y Julián De Zubiría

7
DE ZUBIRÍA, Miguel y Julián. Los modelos pedagógicos. Fundación Alberto Merani. Santa Fe
de Bogotá.

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